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Figura 8 Ataque de mal suramericano de las hoja en diferentes estadios foliares

La incidencia y severidad de SALB varía dependiendo el estado de maduración de los tejidos foliares (Figura 8) y la susceptibilidad del clon establecido (Sterling y Rodriguez León, 2018). El árbol del caucho natural, a partir de los tres años, deja de emitir flujos continuos de hojas y pasa a presentar un proceso de emisión de flujos anuales, caracterizados por el amarillamiento y caída de hojas durante el inicio de la época seca (defoliación), seguido por la emisión y desarrollo de nuevos foliolos que puede durar entre 2 y 6 semanas dependiendo del clon (Gasparotto et al., 1997). Durante este período se pueden presentar la afectación de múltiples enfermedades foliares como SALB, Antracnosis (Colletotrichum spp) y el ataque de plagas como gusano cachón (Erinmys ello) (Gasparotto y Pereira, 2012).

a b c

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Figura 8 Ataque de mal suramericano de las hoja en diferentes estadios foliares a y b) hojas en estados B y C, c) hojas en estado D

Dado el alto impacto que ha generado la afectación del SALB en plantaciones comerciales en Centro América y Sur América durante el siglo XX, a partir de la década del 80 investigaciones realizadas en Brasil, llevaron a la realización de trabajos para la espacialización de zonas de escape al SALB, definida como áreas con condiciones desfavorables para el hongo P. ulei, permitiendo el normal desarrollo y producción de las plantaciones (Gasparotto y Pereira, 2012).

Uno de los primeros trabajos realizados a nivel espacial en Brasil fue desarrollado por Ortolani et al. (1983). En este estudio fueron definidos los criterios a nivel climático que inciden el desarrollo del ciclo del hongo y su propagación. Según este modelo las

variables climáticas con mayor importancia corresponden a: Evapotranspiracion real anual de 900 mm, deficiencia hidrica anual entre 0 y 200 mm, isoterma anual de 20ºC, isoterma del mes más frio de 20ºC, frecuencia de heladas, humedad relativa del mes más seco inferior al 65%, media de la humedad relativa del mes más seco. A partir del estudio realizado por Ortolani et al. (1983), otros autores como De Camargo (2003), Carmo et al. (2004) y Pilau et al. (2007) han realizado procesos de espacialización a nivel nacional y regional en Brasil, para la identificación de áreas con diferentes niveles de riesgo al SALB, incorporando nuevas bases de datos climáticas con series de tiempos de 30 años y mapas con una mejor resolución espacial, lo que ha permitido definido con mayor detalle estas áreas.

Si bien Brasil ha sido pionero en el desarrollo de investigaciones relacionadas con la espacialización de las áreas de escape al SALB, otros países de América Latina y Asia, en donde se desarrolla el cultivo de caucho natural y que presenta condiciones climáticas con riesgo a esta enfermedad, han realizado procesos de zonificación a través de técnicas multicriterio y modelamiento espacial, con el fin de contribuir al desarrollo del sistema productivo, entre los estudios realizados se destacan Rivano et al. (2015) en Ecuador y Roy (2017) en el Sudeste Asiático.

Para el caso de Colombia, el primer proceso de zonificación para el cultivo de caucho natural fue el realizado por Castañeda Torres (1997) a escala 1:1,500,000, en donde se priorizó un área de 58,585,971 ha del territorio nacional (Figura 9), con el fin de determinar zonas aptas a nivel edáfico y climático, con énfasis en zonas de escape al hongo P. ulei. Las zonas excluidas para la definición del área de estudio fueron consideradas a partir de tres criterios: i) Zonas marginales por restricciones climáticas, entre las que se destacan zonas de clima seco o muy seco (precipitaciones inferiores a 1,500 mm/año), zonas de clima frio y muy frio (alturas superiores a 1,300 msnm), zonas con regímenes de humedad muy húmedo o pluvial (precipitaciones superiores a 5,000 mm/año) y zonas con 1,500 horas de sol al año; ii) zonas marginales al cultivo de caucho por restricciones de suelo como zonas suelos mal drenados o imperfectamente drenados, suelos con presencia de sales o sodios, suelos severamente erosionados y suelos superficiales a muy superficiales y iii) zonas marginales por restricciones jurídicas en las que se encuentran los Parques Nacionales Naturales, Santuarios de fauna y flora y las Reservas Forestales Protectoras (Figura 10). A través de este proceso, Castañeda Torres

(1997) identificó a nivel edáfico 30,127,433 ha con restricciones menores, 10,343,442 ha (Figura 11), con restricciones mayores, 1,037,326 de zonas marginales y 17,077,770 ha de zonas no aptas. Climáticamente, identificó 2,290,160 ha en zonas con restricciones menores, 8,386,700 ha en zonas con restricciones mayores, 17,019,920 ha en zonas de no escape al hongo potencialmente manejables, 17,216,730 ha en zonas marginales y 15,384,360 ha zonas de exclusión al cultivo del caucho por condiciones climáticas (Figura 12). Así mismo, Castañeda Torres (1997) concluyó que los factores y las variables del clima son los elementos determinantes para la ubicación de las zonas de escape, que, junto con algunas propiedades de los suelos, constituyen las características principales para la selección de áreas favorables para el cultivo del caucho.

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