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del Mar. Castellón de La Plana. España). (Bermejo, 2017
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Figura 10. Geotextil aplicado sobre un talud. Línea de F.C. Valencia -Tarragona. (Oropesa del Mar. Castellón de La Plana. España). (Bermejo, 2017)
El Geotextil a utilizar debe tener una alta resistencia a la tracción, pues trabaja en dirección
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contraria a los empujes de las tierras; de esta manera absorbe los esfuerzos de empuje y
evita el vuelco del talud o la ladera, para ello se colocan lamas de geotextil paralelas al
suelo, en la misma ladera.
Para el refuerzo de taludes tanto de terraplén como de desmonte, la elección de un tipo
determinado de geotextil para refuerzo depende, en gran medida, de la resistencia a la
tracción que se requiera. Los Geotextiles no tejidos por lo general se emplean en
terraplenes de poca pendiente, baja altura y considerando que las sobrecargas sean
pequeñas. Por el contrario las Geomallas se emplean con mayores pendientes ofreciendo
mayor resistencia a la tracción que los anteriores.
Existen numerosos tipos de geotextiles, los más habituales se exponen a continuación:
Geomallas: En condiciones más exigidas, con mayor altura del talud o sobrecargas importantes, la solución es recurrir a las Geomallas. Éstas son geosintéticos de malla
abierta que poseen menor peso que los no tejidos y ofrecen una mayor resistencia a la
tracción con menor elongación. Las geomallas poseen estructura abierta lo cual les impide cumplir funciones de filtración y/o separación. Permite su colocación en muros verticales
o de gran altura.