Boletín UGP

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Noticias de la Unión de Gremios de la Producción

Informaciones del sector base de la economía paraguaya 01

Sector Productivo exige un nuevo Censo Agropecuario

Pequeños productores manejan un cuarto de la superficie total de soja El último Censo agropecuario nacional impulsado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería contempla un relevamiento de datos del sector productivo de los años 2007-2008. El documento presenta una realidad del campo muy desfasada, ya que, durante los últimos 10 años se dieron cambios significativos en cuanto a cifras de superficie sembrada y producción a nivel país. “Mediante un relevamiento de datos hecho por la UGP y el Servicio Nacional de Catastro pudimos confirmar que, en los años 2016-2017, de un total de 3.388.700 hectáreas sembradas, 775.000 hectáreas pertenecen a pequeños productores que poseen menos de 20 hectáreas. En el 2008 la cantidad de hectáreas de soja cultivada por pequeños productores era de sólo 145.000. Este gran aumento que se dio en 10 años desmiente que la soja es un rubro sólo de los grandes productores” expuso el titular de la UGP, Héctor Cristaldo. En base a esto, el ingeniero destacó que la soja, podría ser considerada en realidad como el principal cultivo de renta de los pequeños productores. “Cuando se habla de agricultura familiar, se omite el cultivo de soja y otros granos, pero hay que empezar a preguntarse si realmente es el cultivo de renta de los agricultores pequeños” expresó. Aumento de la superficie de maíz Por otro lado, el maíz se ha convertido hoy en día en un rubro no menos importante para el pequeño productor ya que su producción también ha aumentado considerablemente. “En el 2008 la superficie sembrada de maíz zafriña era de 98.000 hectáreas, en el 2017 alcanza las 925.000 hectáreas sembradas” indicó Cristaldo. Industrias generan la expansión de cultivo de granos

El titular de la UGP explicó que las industrias instaladas en los distintos departamentos de mayor producción son aquellas que generan la expansión del cultivo de granos en esas zonas, por ejemplo, la instalación de plantas lecheras en el departamento de Caaguazú motiva a los pequeños agricultores a cultivar granos que le generen renta, ya que sirven de alimento para las vacas lecheras. También se vuelcan al rubro de la leche; en San Pedro, con la instalación de una fábrica de alcohol a base de maíz, hubo un leve aumento en la producción de este grano en esa zona. Censo agropecuario para el 2018 Al mismo tiempo hizo hincapié en la importancia de incluir en la agenda del gobierno la realización de un nuevo Censo agropecuario para actualizar el panorama del campo y trabajar de acuerdo con las verdaderas necesidades. “Es necesario tener una radiografía general del campo, ya que se está trabajando de espaldas a la realidad. Es por eso seguiremos peleando para que el gobierno impulse la realización el Censo agropecuario nacional este año” finalizó.


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Novedades de Mundo

Cómo la soja genéticamente modificada ayudó a modernizar una economía Publicamos este artículo de ChileBio por considerarlo de interés para el lector Investigadores analizaron el caso de Brasil en la adopción de la soja genéticamente modificada para tolerancia a herbicidas, y cómo transformó no solo su sector rural sino también las áreas urbanas y la industria manufacturera. Brasil cosechó los beneficios de este tipo de semillas, lo cual incluyo el aumento de la productividad agrícola, el movimiento de trabajadores agrícolas para encontrar otros empleos en el sector industrial y permitió que las industrias de Brasil crecieran. Esto último se logró debido a que los agricultores pudieron ahorrar más dinero en el banco, permitiendo que los centros urbanos obtuvieran créditos más baratos y así los bancos financiarán más proyectos industriales. A medida que Brasil se hizo más rico en la década de 2000, sus trabajadores agrícolas dejaron sus campos en masa y se dirigieron a trabajar en el sector industrial de rápido crecimiento. Pero ¿qué estaba pasando exactamente? ¿Las nuevas oportunidades económicas atrajeron a los trabajadores de los campos o generaron cambios en la agricultura que condujeron a la industrialización? Jacopo Ponticelli, profesor asociado de finanzas en la Kellogg School de la Universidad del Noroeste (Estados Unidos), junto con el economista de la Universidad de Zurich, Bruno Caprettini, y Paula Bustos del Centro de Estudios Monetarios y Financieros de España, sospecharon que la respuesta tenía algo que ver con la soja. En 2003, Brasil legalizó la revolucionaria semilla de soja conocida como “Roundup Ready” (RR) de Monsanto. La semilla (llamada “soya Maradona” en Sudamérica, que previamente ingresaba por contrabando desde Argentina) había sido genéticamente modificada para ser resistente a herbicidas. Hasta este punto, los agricultores no habían podido controlar las malezas aplicando herbicidas en general sin matar sus cultivos. En cambio, al comienzo de cada temporada de siembra, labraban sus campos (un proceso laborioso) para eliminar las malas hierbas. Una semilla resistente a los herbicidas significaba que los agricultores podían

plantar sin tener que labrar la tierra cada año, lo que les permitía producir la misma cantidad de soja con menos de la mitad del trabajo. Esto, a su vez, significaba que las granjas necesitaban muchos menos trabajadores para hacer el trabajo. Para Ponticelli, la historia de la semilla es una oportunidad para diseccionar la forma en que los países se desarrollan desde las economías agrarias a las más industrializadas. “Queríamos probar la teoría de que un aumento en la productividad agrícola puede iniciar este proceso”, dice. En un par de estudios, Ponticelli y sus coautores rastrean cómo las empresas en todo Brasil cosecharon los beneficios de esta semilla revolucionaria. En el primer estudio, los investigadores encontraron que la semilla liberó a los trabajadores agrícolas para encontrar otros trabajos, lo que permitió que el sector industrial de Brasil creciera. En el segundo, los investigadores encontraron que los cultivos GM ayudaban a los agricultores a poner más dinero en el banco, lo que llevó a los centros urbanos a acceder a créditos más baratos, lo que permitió a los bancos financiar más empresas de manufactura y servicios. Ponticelli dice que la investigación no solo arroja nueva luz sobre cómo desarrollarse, sino que también desafía la creencia generalizada de que el canalizar recursos hacia la agricultura ahoga el crecimiento y la innovación. De hecho, la historia de Brasil sugiere que los baches en la productividad agrícola pueden afectar a toda la economía, no solo al sector manufacturero, sino también a la exportación de capital fresco a los centros urbanos donde las nuevas industrias tienden a crecer. “Si pensamos que el sector manufacturero desempeña un papel clave para el crecimiento económico a largo plazo -porque la mayoría de las patentes, el I + D, la innovación ocurre ahí-, entonces las nuevas tecnologías agrícolas no son malas noticias, necesariamente”, dice. ¿Empujar o jalar de la fuerza de trabajo? El cambio de Brasil desde el trabajo agrícola a la industria no es único; es un patrón que se ha desarrollado en las economías en crecimiento des-


de Inglaterra durante la Revolución Industrial hasta la China actual. Los economistas ofrecen dos explicaciones opuestas sobre el por qué; lo que Ponticelli llama las teorías de “tirón” y “empujar”. En la teoría del “tirón”, una economía en crecimiento aumenta los ingresos, lo que significa que los consumidores pueden permitirse comprar más productos manufacturados. Se necesita mano de obra industrial adicional para satisfacer esta nueva demanda, por lo que el sector industrial “tira” a los trabajadores desde la agricultura con la promesa de mayores salarios. Sin embargo, en la teoría del “empuje”, el cambio comienza cuando una nueva tecnología hace que los trabajadores agrícolas sean más productivos. Como se requiere menos trabajo para producir la misma cantidad de alimentos, los trabajadores agrícolas son “empujados” de la agricultura y necesitan encontrar trabajo en el sector industrial. El caso de Brasil presentó una excelente oportunidad para distinguir entre qué teoría estaba funcionando. La economía de Brasil creció en más del 40% entre 2000 y 2010, gracias en gran parte al rápido crecimiento en el sector manufacturero. Si los aumentos en la productividad agrícola hubieran conducido a la industrialización, las regiones productoras de soya deberían haber visto fracciones más altas de su fuerza de trabajo mo-

verse a otros sectores después de la introducción de las semillas RR, ya que los trabajadores de los campos de soja fueron liberados para realizar otro trabajo. Si, en cambio, la industrialización “tiró” a los trabajadores de otras industrias, no debería haber diferencias significativas entre los patrones de migración en las regiones productoras de soja y en otros lugares. Los investigadores usaron datos sobre el clima y las características del suelo para determinar la cantidad adicional de soja que cada región de Brasil obtendría de la semilla RR. Luego, utilizando los datos del censo, analizaron cómo cambió la fuerza de trabajo de cada región en los siete años posteriores a la aprobación de la semilla. Lo que encontraron parece apoyar la teoría del “empuje”. “Las áreas que tienen más probabilidades de adoptar esta tecnología experimentan una disminución en la proporción de personas que trabajan en la agricultura, y un aumento en la proporción de personas que trabajan en la manufactura”, dice Ponticelli, “lo que sugiere que las personas se mueven de un sector a otro”.


03 Clima

Perspectiva agroclimática del 15 al 21 de junio Al comienzo de la primera etapa de la perspectiva se fortalecerá la entrada de vientos polares iniciada en los días precedentes, manteniendo bajas temperaturas y el riesgo de heladas en gran parte del área agrícola. Solo la mayor parte de la Región Occidental y el norte de la Región Oriental del Paraguay observarán temperaturas mínimas superiores a 5°C, con bajo riesgo de heladas localizadas. El este del NOA, el centro y el sur de la Región Oriental del Paraguay, la mayor parte de la Región del Chaco, la mayor parte de la Mesopotamia, el este de Cuyo, la mayor parte de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay observarán temperaturas mínimas entre 0 y 5°C, con riesgo de heladas localizadas, con focos de registros inferiores a 0°C, con riesgo de heladas generales. Posteriormente, retornarán los vientos del trópico, produciendo temperaturas superiores a lo normal sobre el norte del área agrícola, mientras que el centro y el sur seguirán bajo el dominio de los vientos polares, experimentando registros normales a inferiores a lo normal.

El este de Salta, la mayor parte de la Región del Chaco, el nordeste de Santiago del Estero, el norte de Corrientes, el sur de Misiones y la mayor parte del Paraguay, observarán temperaturas máximas superiores a 25°C con un amplio foco de temperaturas superiores más de 30°C hacia el norte. El centro del NOA, el sudeste de la Región del Chaco, la mayor parte de la Mesopotamia, el norte de Cuyo, la mayor parte de Santa Fe y el norte del Uruguay, experimentarán temperaturas máximas entre 20 y 25°C. Las precipitaciones serán escasas en la mayor parte del área agrícola. La mayor parte del Paraguay, el norte y el este del NOA, la mayor parte de la Región del Chaco, la Mesopotamia, el oeste de Cuyo, la mayor parte de Santa Fe, el este de la Región Pampeana y la mayor parte de la República Oriental del Uruguay, registrarán precipitaciones escasas (menos de 10 mm) con algunos focos con valores moderados (más de 10 mm).

Avenida Brasilia 939 c/ Ciancio. Asunción - Paraguay Tel.: +595 21 22 42 32 Seguinos en: /Unión de Gremios de la Producción


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