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La Visión Profesional, en 100 palabras. Teletrabajo y Corresponsabilidad
from Profesiones 187
Teletrabajo y Corresponsabilidad
Natalia Díaz
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Consejera de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
El trabajo a distancia o teletrabajo influye de manera positiva en la compatibilidad del trabajo con las responsabilidades familiares. Organizar el trabajo de una forma que favorezca su conciliación con la vida extralaboral puede también mejorar la productividad de la organización o de la empresa y la igualdad entre hombres y mujeres. No obstante, la realización del teletrabajo sostenido en el tiempo puede conducir al aislamiento y a jornadas laborales muy extendidas, debido a que no existe una clara separación entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre, y es por eso que debe quedar por escrito un acuerdo consensuado. En España se acaba de aprobar, gracias al diálogo social, el Real Decreto de trabajo a distancia, lo que resulta indispensable pues constituye la norma que regula desde el pasado 13 de octubre, fecha de su entrada en vigor, el teletrabajo en España. La OIT señala que «facilitar la conciliación de la vida laboral con las responsabilidades familiares implica mejorar las condiciones del mercado de trabajo: no solo las condiciones de empleo para las mujeres, sino también promover una nueva distribución de las oportunidades para todos».
Sandra Martínez Plaza
Coordinadora del GT Conciliación, Igualdad y Corresponsabilidad (ARHOE)
Nuestra sociedad entiende el cuidado de personas dependientes (niñ@s y ancian@s) como un asunto familiar donde, tradicionalmente, la mujer se hace cargo mayoritariamente (ellas dedican casi el doble de tiempo a cuidados y tareas domésticas que ellos). La corresponsabilidad, entendida como un reparto equitativo del trabajo y del uso del tiempo laboral y familiar, requiere modificar los estereotipos de género y dar a los cuidados la importancia y el reconocimiento que merecen. Como aspecto positivo, la COVID-19 ha puesto de manifiesto una crisis de cuidados que ya no se puede obviar por más tiempo. Pero como aspecto negativo, sabemos que las mujeres, sobre todo las madres, han sufrido una mayor sobrecarga y estrés durante la pandemia. Depende de Gobierno, empresas y personas hacer los cambios necesarios para que las consecuencias económicas y sociales de la COVID-19 no recaigan otra vez sobre los mismos hombros. Desde ARHOE estamos convencidos de que se puede y redundaría en un mayor bienestar para tod@s.
Paula Ruiz
Coordinadora de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT
Si consideramos que la corresponsabilidad es el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres, es nuestra obligación fomentar medidas de corresponsabilidad para que las personas trabajadoras no tengan que abandonar su carrera profesional ni ser consideradas un lastre para el empresario ni para la sociedad, y que se aspire a la coordinación, colaboración e implicación de las personas trabajadoras, así como de sus familias, tejido empresarial y estructuras de la sociedad. Si no regulamos estos aspectos, entre otros, como son la formación, el derecho a la vida privada, el pago de costes, etc., las personas trabajadoras serán las grandes perjudicadas y se beneficiarán únicamente las empresas. En este sentido, debemos evitar que el trabajo a distancia y el teletrabajo dejen de ser contemplados como una forma de conciliación que perpetúa los roles de cuidados de la mujer y empiece a ser tratado como lo que es: una forma organizativa de trabajo para el conjunto de las personas trabajadoras.
Marlen Estévez Sanz
Presidenta de Women in a Legal World (WLW)
En lo que respecta al teletrabajo, desde Women In a Legal World creemos que en el equilibrio está la virtud, pero siempre desde unas premisas y un marco regulatorio, ya sea a nivel de empresa o Estado, con una serie de garantías y derechos, como la desconexión, pero siempre equilibrado. No debemos dejar a un lado la importancia de cierto presencialismo pues es esencial para generar ambiente de equipo y articular proyectos consistentes. El teletrabajo, bien hecho, es una gran oportunidad para poner en práctica una corresponsabilidad que implique por igual a hombres y mujeres. Para que esto suceda, desde mi punto de vista, hay dos cuestiones importantes: la tecnología y la digitalización —a nivel de recursos así como a nivel de formación— y el cambio cultural en lo organizativo, algo que tiene que venir impulsado desde arriba para que no penalice ni pase factura a los trabajadores.