Periódico Alma Mater ED670

Page 1

Nº 670 Medellín, noviembre de 2017 SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

—Comunicado del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia—

El rol de la Universidad en la construcción de la paz Mecánica cuántica, un cambio de paradigma

U. de Antioquia exaltó a los cultores y artistas El impacto adverso de la desfinanciación de la universidad pública y de Colciencias

En la búsqueda de la prevención de la muerte neuronal en párkinson

Vigilada Mineducación Página 5 Página 23 Página 16 Página 17 Página 2
Foto: Teatro Pablo Tobón Uribe
“La ciudad de los otros”, de Rafael Mario Palacios Callejas, obra ganadora en danza.

Campus

Impacto del desfinanciamiento de las universidades públicas

—Comunicado

del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia—

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO

Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Ana Milena Gualdrón Díaz, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Carlos Arturo Morales Vallecilla, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Hernán Moreno Pérez, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • David Hernández García, Secretario General.

CONSEJO ACADÉMICO

Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • Carlos Alberto Palacio Tobón, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • John Jairo Arboleda Céspedes, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edwin Carvajal Córdoba, Decano Facultad de Comunicaciones • Luquegi Gil Neira, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Jesús Francisco Vargas Bonilla, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •José Pablo Escobar Vasco, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Ángela María Franco Cortés, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • David Hernández García, Secretario General.

Invitados: Álvaro Franco Giraldo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Planeación y Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Adriana Lucía Valderrama Patiño, Directora Jurídica (e) • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Directora de Auditoría Institucional • Alma Nury López Patiño, Directora de Comunicaciones.

El Consejo Académico de la Universidad de Antioquia, reunido en sesión extraordinaria el día 11 de octubre de 2017, analizó la situación y el impacto del desfinanciamiento actual de las universidades públicas, así como los efectos adversos que tiene para el desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología el debilitamiento de Colciencias con el decrecimiento sistemático en su presupuesto (el cual se reducirá entre 2017 y 2018 en un 41,6 por ciento); la pretensión de convertir el programa Ser pilo paga (SPP) en una política de Estado, y el cambio en la destinación de los recursos del Impuesto sobre la Renta para la Equidad (CREE), originalmente dirigidos a las instituciones públicas de educación superior, ahora orientados, en un porcentaje del 67 por ciento, al funcionamiento del Icetex y del programa Ser pilo paga. Estas medidas son lesivas para las universidades públicas y menoscaban la posibilidad de acceder al derecho fundamental a la educación. El Consejo Académico considera importante, en este momento crucial en el que el país avanza hacia la consolidación de una paz duradera y sostenible, definir con claridad las metas y fines de la educación pública en todos los niveles. Es necesario articular, de manera sistemática, los tres componentes del sistema de educación (superior, tecnológica y técnica), de tal manera que se logre la articulación y complementación entre la educación para el trabajo y la educación superior, garantizando así, progresivamente, el derecho a la educación.

En relación con la educación superior, la universidad pública debe cumplir con sus objetivos fundamentales de producción, de divulgación y de acceso al conocimiento científico, social y humanista de calidad. Para lograr esto, el Estado debe garantizar las condiciones financieras para que la universidad funcione, respetando su autonomía académica e investigativa. Para desarrollar una investigación fundamental y pertinente, que permita tanto la generación de nuevo conocimiento como su transferencia a la sociedad, la universidad ha de ser libre; y para ser libre, el Estado debe financiarla.

La Corporación asume estos principios básicos, establecidos en la Constitución, en las leyes y en el Estatuto General de nuestra Universidad, y en este sentido afirma que, al asumir la educación como un derecho que aporta esencialmente a la equidad social del país, el Estado debe disponer todos los recursos y las medidas necesarias para satisfacer dicho dere-

cho, con prohibición de regresividad; es decir, que no puede implementar medidas que desmejoren las garantías de ese derecho, obtenidas ya por los ciudadanos.

El desfinanciamiento estructural de las 32 universidades públicas, que se calcula llega hoy a cerca de 16 billones de pesos, es la expresión clara de la regresividad de las políticas educativas de los últimos gobiernos, generada por el impacto económico de las diferentes leyes, decretos y sentencias que se han producido en el período de 1992 a 2011 en materia prestacional y salarial, que crearon nuevas obligaciones a las universidades, sin un aporte de la Nación para su cumplimiento.

Si bien la Ley 30 de 1992 definió los aportes asignados por la Nación a las universidades y determinó que su presupuesto crecería anualmente al mismo ritmo del IPC, sus gastos están por lo menos cuatro puntos por encima de este, derivados, entre otros factores, por el aumento significativo en la cantidad de estudiantes, por la creación de nuevos posgrados con costos superiores a los pregrados, y por el incremento de los salarios de los docentes debido a la cualificación en sus niveles de formación y al aumento de su productividad académica.

Frente a esta grave situación de desfinanciamiento, el Consejo Académico se dirige al señor Presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos Calderón, y a los Honorables Miembros del Congreso de la República, para pedir que se realice una revisión a fondo de los problemas señalados y se estudie la posibilidad de encontrar otras vías que garanticen los recursos materiales que hagan posible el sostenimiento y crecimiento de la universidad pública en el país, de acuerdo con las demandas de la sociedad.

En este sentido solicitamos:

1. Un cambio en la política de financiación que permita superar el desfinanciamiento estructural. Es necesario que en el Presupuesto General de la Nación para 2018 se establezcan con claridad y consistentemente los recursos para educación, ciencia y tecnología, sin opción alguna a cualquier tipo de recorte.

2. Se reestructure el programa Ser pilo paga, el cual hasta la fecha ha desviado recursos públicos hacia universidades privadas. Ello, sin descontar que resulta ser un programa ineficiente y costoso, pues con los recursos que se han invertido para la formación de estudiantes en universidades privadas, las universidades públicas han logrado formar un nú-

mero mucho mayor de estudiantes. En los tres años que lleva el programa, el 85 por ciento de los estudiantes beneficiarios ha elegido universidades privadas con lo que se termina negando el principio de la justa igualdad de oportunidades según el cual, aquellas personas con habilidades y capacidades similares deben tener las mismas oportunidades educativas. Ser pilo paga beneficia a un 2% de la población con fondos públicos que se destinan a unas pocas universidades privadas. En resumidas cuentas, este programa debe someterse a una profunda revisión y reestructuración antes de constituirse mediante mandato en Ley de la República.

3. Se garantice la intención original del Legislativo al crear el CREE, según la cual las universidades públicas deben recibir el 100 por ciento de los recursos de este impuesto sobre la renta para la equidad. De este impuesto, en 2017, el programa Ser pilo paga recibe 434.000 millones de pesos más y las universidades públicas tan sólo 129.000 millones de pesos. En el presupuesto proyectado para el 2018, se asignarán 900.000 millones de pesos al Icetex (financiación a la demanda) y 580.000 millones de pesos para el programa Ser pilo paga. Para las universidades públicas se destinan recursos exiguos.

4. Incorporar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación como una política de Estado en la que se brinde gobernabilidad al sistema y que reciba recursos de forma coherente con un plan de desarrollo que, basado en el conocimiento, proyecte las potencialidades de la población colombiana, principalmente de la población joven, mejorando así las oportunidades para una educación de excelencia comprometida con el desarrollo territorial y proyectada de una forma que nos conecte globalmente. El impacto de la tendencia negativa en la financiación de investigación y desarrollo (I+D) en el país reviste especial gravedad porque detiene el incipiente desarrollo de capacidades que hemos logrado y la posibilidad de posicionarnos como pares en el entorno internacional. Estos efectos son de mediano y largo plazo y no se resuelven sólo con inyección de recursos financieros. El modelo de financiamiento para I+D en el país debe cambiarse estructuralmente, para lo cual las instituciones de educación superior ofrecemos nuestro concurso.

Mauricio Alviar Ramírez Presidente

David Hernández García Secretario

2
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

U. de Antioquia busca recursos para Complejo de la Salud

En el intercambio con los profesores y directivos de la Escuela de gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y con los del Instituto Tecnológico de Massachusetts, a propósito del curso sobre liderazgo que adelantó en septiembre el rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez, el directivo pudo constatar la capacidad y los recursos que estas instituciones tienen para adecuarse a las demandas tecnológicas y sociales, para monitorear hacia dónde va la ciencia, la política, la sociedad, los conflictos en el mundo, pero también para abrirse al conocimiento, profundizar en temas como la política pública e impulsar una mayor integración de los saberes.

La experiencia —gracias a la beca Humphrey Fellowship Award Distinguished— “me dio la oportunidad de ratificar lo que nosotros hemos querido poner en el plan de desarrollo de la Universidad de Antioquia en esa dirección, es decir, lograr mucha más capacidad de adaptación a los cambios que nos está exigiendo la sociedad, la construcción de paz y la sostenibilidad ambiental”, señala Alviar Ramírez.

En la interacción con 77 líderes participantes de 17 países, Alviar Ramírez pudo conocer de cerca los sistemas educativos exitosos de países como Estados Unidos, Alemania, Australia y Nueva Zelanda, y confirmar la urgencia de construir en Colombia un modelo de educación superior, desde la formación técnica-tecnológica y universitaria.

“Tenemos un potencial extraordinario para avanzar en un verdadero sistema de educación superior, que responda a las necesidades del país en todas las esferas, en lo social, en los hogares, en las comunidades, en el sector productivo, en el sector público y en las propias universidades”, observó.

Planteó, además, que en contraste con el nuestro, en aquellos

países se han venido perfilando dos rutas de la formación en la educación superior, que en el caso colombiano todavía están desarticuladas. Una, es la formación tradicional, en universidades liberales, humboldtianas; la otra es la ruta politécnica. Ambas brindan posibilidades a los jóvenes para desarrollar ciencias aplicadas, para formarse como ingenieros de campo o tecnólogos de alto nivel. Pero también hay opciones para quienes tienen vocación para hacer carrera científica en áreas básicas como la física, la química, la biología, o en la sociología, la antropología, la economía.

“Es un sistema flexible, diferente al nuestro, donde tenemos la idea de que la formación técnica y tecnológica es incompleta y que hay que ser universitario, con lo cual le estamos negando la posibilidad a miles de jóvenes que preferirían formarse en carreras cortas”, señala el rector de la U. de Antioquia.

Agrega que ese sistema, que nos ha llevado a que quien no sea doctor queda excluido, hay que superarlo, como en los países más avanzados, donde la articulación entre las rutas técnico-tecnológica y universitaria está dada por la homologación u homogeneidad en la formación en ciencias básicas, tanto naturales como sociales.

Infortunadamente la propuesta del Sistema nacional de educación terciaria, Snet —observa—, está asociado y sesgado al marco nacional de cualificaciones, que puede dar información y señales claras al mercado laboral, pero se queda corto frente a la ruta académica, científica, universitaria.

“Hay que buscar formas de articulación y trabajar fuertemente en la homologación de las ciencias básicas, naturales y sociales, si no las universidades siempre vamos a tener sesgos y prevenciones frente a la formación técnica y tecnológica”, afirma Alviar Ramírez.

Considera el rector que, a más de políticas para incentivar que los estudiantes opten por las ciencias

El Complejo de la Salud se construirá en inmediaciones de la Clínica León XIII y Ruta N, en la antigua lavandería del Seguro Social.

básicas y carreras técnicas-tecnológicas, el vínculo universidadempresa-Estado también es una estrategia válida.

“Tenemos que escuchar al sector productivo, a la sociedad, para entender la dinámica; las profesiones están cambiando y la universidad no puede estar metida en una burbuja o en una caverna, porque pierde oportunidades de comprender para dónde va el mundo. La relación con las empresas, con las comunidades nos puede dar señales de qué tipo de formación es la que las universidades y las instituciones politécnicas tenemos que ofrecer”, dice.

Es lo que sucede —observa Alviar Ramírez— en países como Israel, Japón, Estados Unidos o Alemania, donde la relación con el sector productivo les ha permitido a las universidades no solo lograr altos niveles de investigación aplicada, sino obtener recursos de aquellos.

“La innovación tiene que empezar por la propia universidad, en las formas pedagógicas, curriculares, en programas que nos pongan en una órbita más cercana a la realidad”, sentencia el rector.

Durante la estadía, del 15 de septiembre al 4 de octubre, el rector Alviar Ramírez, además de los

encuentros con pares de universidades, centros de investigación y de la Asociación de universidades y colleges estatales de Estados Unidos, también pudo reunirse con representantes del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo —BID— y de la OEA.

En particular, el rector de la U. de Antioquia le presentó al presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, el proyecto Complejo de la Salud y su importancia para la institución y el Distrito de la Innovación.

El propósito es explorar cómo el BID puede apoyar la construcción del Complejo de la Salud, al frente del Edificio de Extensión, entre las calles Carabobo y Ferrocarril, y otras iniciativas de expansión de la infraestructura universitaria.

“Encontré una total receptividad del presidente del BID”, señala el rector, y añade que, como fruto de ese acercamiento, se convino definir una visita al campus para analizar en terreno las posibilidades de un préstamo favorable.

Al respecto, Alviar Ramírez precisa que lo del BID sería un recurso complementario a otras fuentes de financiamiento como los recursos por Estampilla, préstamos con Findeter y la venta de activos.

Bloque 16, oficina 336A, Medellín Teléfono (4) 2195026 • E-mail: almamater@udea.edu.co

3 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Comité editorial: Álvaro Franco Giraldo • David Hernández García • Alma Nury López Patiño • Ximena Forero Arango • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Liliana Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia) La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia) — Las opiniones expresadas en ALMA MATER son responsabilidad de los autores y sólo a ellos compromete — Directora de Comunicaciones: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: María Alejandra Carmona Valencia • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio Departamento
Información y Prensa - Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108,
de
Foto: Alejandro Valencia Carmona

Universidad y paz

Periodista Oficina de Relaciones Públicas elizabeth.canas@udea.edu.co

Ad portas de las audiencias con las víctimas para establecer las metodologías de diálogo, con miras a preparar la consulta a la sociedad civil, se mantiene la incertidumbre frente al proceso de la negociación con el Ejército de Liberación Nacional, ELN.

De acuerdo con el jefe del equipo negociador del Gobierno con la guerrilla del ELN, Juan Camilo Restrepo Salazar, “la idea es avanzar tanto como se pueda, a fin de que el nuevo gobierno encuentre todo afinado, y lo que se espera es que el ELN tenga la lucidez de conseguir que se sostenga un tren de paz negociado y que aproveche la oportunidad histórica de convenir la paz de manera digna y razonable”.

A los comentarios sobre el desconocimiento del estado del arte del proceso de negociación y la necesidad de preparar la participación de la sociedad civil, el gobierno nacional, a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, ha impulsado jornadas de divulgación como Dialogandoando , una de las cuales se realizó en la Alma Máter de Antioquia en octubre, para dar a conocer los alcances y avances de las negociaciones en Quito.

“Las condiciones con el ELN son tan singulares que no se puede comparar este proceso con lo realizado con las Farc (…), el carácter central de la estructura del grupo armado, su condición ideologizada y su modelo operativo que incluye la convivencia con un grupo variopinto de organizaciones armadas, ilegales y delincuenciales, lo que hace prever encontronazos entre las fuerzas militares y el ELN”, señala Restrepo Salazar, y sostiene que no habrá restricción de las fuerzas armadas en el territorio nacional y que, entre otras logísticas, se han establecido 38 veedurías con participación de la ONU en puntos geográficos donde tiene incidencia el grupo insurgente.

“Se trata de la primera vez que este grupo firma un papel oficial de paz con el gobierno; es un ejercicio inédito, que también nos dará la oportunidad esta navidad de contar con un cese al fuego”, observa el jefe negociador. Sin embargo, explica que, hasta ahora, los avances dialógicos se centran en el trabajo de dos mesas temáticas dedicadas a la operatividad logística y al estudio de la participación de la sociedad civil en el proceso de negociación.

Al respecto, el director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, Juan Carlos Vélez Rendón, comenta que

Ilustración para una negociación inédita

es preocupante no tener avances sobre la agenda que se pacta y que, hasta ahora, se han conocido algunos aspectos sobre el cese al fuego, los derechos humanos, pero no la agenda temática de discusión que —entre otros asuntos— fue más complicado y tomó meses para definir en las negociaciones con las Farc. Más aún, cuando el ELN tiene algunos puntos en convergencia con las Farc, pero también unos intereses y agendas muy particulares, que implican que el grupo guerrillero no se acogerá de manera igual.

Dificultades y aprendizajes

El investigador enfatiza las dificultades que se avecinan para la negociación con el ELN, dado el calendario electoral colombiano y las presiones para que la negociación avance. En este sentido, destaca la importancia de la academia en el proceso y que “hay que ser pacientes y no dejar de ser persistentes en el propósito de acompañamiento de los acuerdos”.

“En los aprendizajes del proceso de paz con las Farc es necesario reconocer —dice el profesor Vélez Rendón— la falta de coordinación entre el gobierno central y las agencias comprometidas para el desarrollo de las iniciativas en los temas de construcción de paz e, igualmente, la falta de articulación de los gobiernos local, regional y nacional”. Así mismo, plantea la

necesidad de dar respuestas concretas, tanto a la dirigencia como a las bases de la guerrilla, y a los territorios, a fin de asegurar el proceso, en correspondencia con las expectativas.

Otros académicos como Marta Peña, coordinadora del proyecto Agendas Territoriales del IPC, señala las dificultades de que se afinen temáticamente asuntos como el acceso y la distribución de la tierra, sobre los que no hay consenso, a pesar de figurar en lo pactado con las Farc, y de tratarse de un asunto vital en esta nueva negociación; por tanto, se hace imperativo establecer la ruta de paz en este sentido para avalar también lo que ella califica como la oportunidad de “acceder al servicio de unas ciudadanías”.

Por su parte, el también integrante de la mesas de diálogo con el ELN y delegado por el Gobierno nacional, Juan Sebastián Betancur, dice que, efectivamente, son muchos los asuntos pendientes, pero lo más fundamental es, en su opinión, la promesa de dejación de las armas, porque es el comienzo para reconstruir una sociedad. Desde esta visión, destaca el papel de las universidades y su deber de contribuir al proceso

“La universidad —dice— es la que tiene que iluminar y dar pautas para la construcción de la paz y en este proceso es vital su papel”. Y agrega que, junto a la consulta con los académicos, debe considerarse para el aseguramiento del proceso el tratamiento a la infancia colombiana, dado el compromiso con el futuro.

4 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Fotos: Luis Javier Londoño Balbín Profesores de las universidades Eafit y de Antioquia y directivos del IPC y Comfama intercambiaron ideas con el jefe del equipo negociador del gobierno y el ELN, Juan Camilo Restrepo, y el asesor Juan Sebastián Betancur.

El rol de la Universidad en la construcción de la paz*

ELN), el anterior proceso para la implementación de “Justicia y Paz” para la desmovilización de grupos paramilitares y alguna legislación que denota un compromiso serio como la implementación de la “Ley de Víctimas” y el tortuoso camino de la “Ley de restitución de tierras”.

Desde cierta concepción política, la paz por medios pacíficos se ha convertido en una política pública de carácter nacional en Colombia. Según los analistas nacionales, es el momento de consolidar esta paz con los diferentes actores armados, a través de la terminación de las acciones bélicas entre el Estado colombiano y los grupos subversivos que operan en Colombia. No obstante, la posibilidad de generar niveles reales de equidad e igualdad social, tanto en los ámbitos urbanos como rurales, sólo será real cuando se den las condiciones de transformación estructural de la política en Colombia, más allá de la suscripción del Acuerdo de paz entre el gobierno colombiano, las Farc-Ep y otros grupos armados Durante el proceso vivido en la última década, varios hechos han sido relevantes y de importancia para el país: entender la paz como un derecho fundamental y como un valor constitucional (Constitución Política 1991), el acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Farc-EP tras la negociación de La Habana, el inicio del proceso de negociación y el primer cese bilateral del fuego entre las partes (entre el Gobierno de Colombia y

Como bien hemos señalado en otros medios acompañados de importantes analistas y tratadistas universitarios, terminar el conflicto armado que el Estado colombiano ha mantenido con las Farc y, eventualmente, con el ELN, no significa que cesen los demás conflictos del país (económicos, sociales, políticos, y los propios del sistema educativo y del sector salud); no van a desaparecer y, por el contrario, se incrementarán. A su análisis, precisamente, es a lo que nos debemos dedicar como Universidad, si queremos trabajar en la construcción de la paz futura. La paz tiene que ver con la tranquilidad que nace del ejercicio de las libertades, de la equidad y de la vigencia de los derechos. La paz es la convivencia civilizada que hace posible la solución no violenta de los conflictos 1 Según el filósofo suizo Emerich de Vattel, “la paz es aquel estado deseado en el cual cada hombre vive el disfrute pacífico de sus derechos”. 2 Las interpretaciones que autores y sociedades le dan a la construcción de paz son múltiples, pero en este caso la podemos mirar entre dos polos, es decir, si consideran que la paz es justicia y bienestar para todos (visión maximalista), o si es un cese de hostilidades entre las partes (minimalista). También si se requiere cese de hostilidades y suficientes bases sociales para evitar una recaída (intermedia), combinando esos dos extremos.3

El rol de la Universidad

El rol de la Universidad se encaminaría más, en la construcción de paz, a propiciar las bases de una nueva ciudadanía, “para construir un país en paz, equitativo, justo, que permita movilidad social”.

La Universidad, y el sector académico, en general, vienen adelantando varias iniciativas en torno al tema de la paz. Siempre será oportuno para los universitarios propender por la paz y trabajar en la construcción de la misma desde los ángulos en los cuales se permita remover las raíces mismas de la violencia y quitar los obstáculos para su desarrollo. La Universidad de Antioquia, en ese sentido, ha generado propuestas en la Mesa Universitaria por la Paz, estrategia que desde 2014 aglutina a los más disímiles actores universitarios interesados en el tema de paz y su problemática. Esta se constituye en la Institución en un espacio de reflexión, comprensión y pedagogía ciudadana; en un principio, en torno a los acuerdos en La Habana y a la construcción de una paz duradera, posteriormente cuando se entendieron más los avatares de este proceso. Alrededor de la Mesa Universitaria por la Paz se viene propiciando no sólo una cátedra por la paz, sino proyectos específicos alrededor del mismo tema, y otros relacionados con el posconflicto que se proponen desde diversas unidades académicas. La Universidad debe repensar la enseñanza, la formación, con un horizonte de Nación, basada en la libertad, formando profesionales comprometidos con su realidad social, manteniendo los principios de independencia y plena autonomía. Sin embargo, uno de los grandes desafíos es construir una universidad articulada con los intereses y problemáticas de su territorio, para la implementación y acompañamiento de las políticas públicas de todo orden y empecinada en la garantía y la restitución de derechos. Anclada en la comunidad que le pertenece por razones históricas, la Universidad debe aportar a la construcción de un ideal de nación emancipada en el sentido más profundo del término: en el plano económico y político, no menos que en el epistemológico de la paz. La idea de universidades territorializadas ayudará a la concreción de estos desafíos.4

De otro lado, los académicos deben concentrarse en las desigualdades sociales y en las inequidades, base estructural de la paz, así como en las desigualdades de diferente tipo. De la misma manera, en la agenda social, ampliar el tema de la paz más allá del “posconflicto” o del posacuerdo con un grupo guerrillero. Es necesario apuntarles a las inequidades en el país como causas estructurales del conflicto y a las responsabilidades del Estado de lo que aconteció en el pasado, así como a su importancia futura. Y es allí donde estaremos como actores políticos y como colectivo universitario con propuestas técnicas y académicas y compromiso político.

Siguiendo el programa de paz de la U de A - 2017: la Universidad, en sus 214 años de existencia, tiene hoy un papel fundamental qué cumplir en la construcción de paz en Colombia. Debe aprovechar su bagaje y toda su trayectoria: “su saber experto sobre la guerra y sobre los territorios de Antioquia y Colombia, su cercanía a las comunidades, su diversidad epistémica, étnica, política, religiosa, disciplinar y su legitimidad como actor institucional, hace que se le exija una acción que trascienda la actitud observadora y reflexiva, se espera que llegue a las regiones, municipios, corregimientos y veredas a contribuir a la paz junto a las comunidades y el Estado.”*

* Esta es una construcción colectiva de varios participantes en la mesa universitaria por la paz. Al citar “Programa de Paz U de A”, se hace referencia a todos ellos.

1. Franco S. Salud y paz, Bogotá, julio 2/2014.

2. Cortés F. La guerra y la paz. En: Paz en Colombia: perspectivas, desafíos, opciones. Buenos Aires, Clacso. 2016. Pág. 39.

3. Rettberg, A. La construcción de paz bajo la lupa: una revisión de la actividad y de la literatura académica internacional. Estudios Políticos, 42, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia, 2013. Pp. 13-36. 4. Elsegood Liliana, et al. Universidad, territorio y transformación social: reflexiones en torno a procesos de aprendizaje en movimiento / - 1a ed. - Avellaneda: Undav Ediciones, 2014. Pág. 30.

5 Nº 670,
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Salud

Empleabilidad y calidad del empleo odontológico

Coordinador del Programa de Egresados de la Facultad de Odontología julian.sernag@udea.edu.co

El 31 de agosto, el Comité Interinstitucional Odontológico de Antioquia realizó el foro “Empleabilidad y calidad del empleo odontológico”, en el marco de las preocupaciones que compartimos con nuestros egresados sobre su futuro laboral. Participaron en calidad de panelistas representantes del Ministerio de Salud y Protección Social - Dirección del Talento Humano en Salud, de la Asociación Colombiana de Facultades de Odontología, de la Federación Odontológica Colombiana, y de la Asociación de Ortodoncistas Egresados de la Universidad de Antioquia. El evento estuvo precedido por un estudio exploratorio sobre la problemática, llevado a cabo por las facultades de Odontología de la Universidad de Antioquia y de la Universidad Cooperativa de Colombia, en el que fueron encuestados 446 egresados de ambas instituciones.

Según resultados del estudio, el 40% de los odontólogos percibe una baja o muy baja estabilidad laboral, el 57% tiene ingresos por debajo de $2.000.000, el 28.8% de ellos en el rango $1.500.000 o menos. Los ingresos analizados según el sexo muestran que las mujeres perciben menos ingresos que los hombres, develando una inequidad de género en el gremio. Otro hallazgo importante es que entre aquellos que están empleados, el 50%-60% están contratados por prestación de servicios; los recién egresados son quienes aportan mayor carga a este indicador.

Entre las conclusiones del foro, que permitieron ampliar el panorama de la empleabilidad y la calidad del empleo en el sector odontológico en Colombia, se resaltan las siguientes:

— Los profesionales de la odontología atraviesan una crisis que tiene que ver con las condiciones laborales que proponen las lógicas del mercado promovidas por las reformas neoliberales implantadas en Colombia, las cuales han generado una mercantilización del derecho a la salud y, para este caso específico, del de la salud bucal, en la que los ciudadanos se ven enfrentados a un conjunto de barreras para el acceso y la atención.

— Las reformas en materia laboral han naturalizado formas de contratación por prestación de servicios, orientadas desde parámetros de productividad, y los prestadores analizan cada vez más su permanencia en el mercado, dado que los requisitos de habilitación impuestos por las autoridades sanitarias tienen un enfoque punitivo que pone en riesgo la operación del servicio.

— Sumado a esto, las reformas en educación buscaron ampliar la cobertura en programas de formación superior conllevando

a un incremento en la oferta de profesionales en este sector. Según cifras del Ministerio de Salud, expuestas en el foro: “En el año 2017 existen 33 programas de formación profesional en odontología en el país, mientras en 1990 existían 12. De la misma manera, se comentó que “En Colombia hay en promedio 9.8 odontólogos por cada 10 mil habitantes y para el caso de Antioquia son 11/10.000 hab, mientras la Organización Mundial de la Salud establece que una cifra deseable es la de 3 odontólogos por este número de habitantes”.

— Otra de las dicotomías en el sector educativo tiene que ver con la proliferación de cursos informales y diplomados sin respaldo de instituciones académicas, que ponen en riesgo el ejercicio profesional especializado en odontología, dado que se genera un contexto de competencia desleal entre los profesionales.

— La visión de gremio no se encuentra fortalecida, carece de significantes de unidad que promue-

van el trabajo mancomunando y colectivo; aparece como un sector fragmentado que no ha establecido estructuras u organizaciones que se movilicen por la regulación del mercado en clave de condiciones justas y dignas para el ejercicio de la profesión. De la misma manera, se señala que los recién egresados no están siendo formados para enfrentar los embates que propone el mercado laboral, dado que se insertan en este con conocimientos incipientes en la normatividad que lo rige.

Teniendo en cuenta el panorama analizado, se concluye que es necesario repensar la problemática de manera más amplia, generar conciencia de unidad gremial que trabaje por la regulación de las condiciones de mercado y la construcción de ciudadanía que reivindique el derecho a la salud, el cual debe contemplar unas condiciones más justas y equitativas para los colombianos y para los profesionales que tienen el deber y han sido preparados para velar por la salud bucal de todos ellos.

6
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Foto: Facultad de Odontología
Atención en una de las clínicas de la Facultad de Odontología

La IPS Universitaria es una institución de alta complejidad al servicio de la comunidad, comprometida con altos estándares de calidad al estar estrechamente relacionada con la academia a través de la Universidad de Antioquia.

Sistema de alertas electrónicas, para mejorar la profilaxis antitrombótica

Por JUAN CARLOS ARRIETA BECHARA* carlosarrieta@une.net.co

ANDREA YEPES GALLEGO** vianyega101@gmail.com

Para dar respuesta a una problemática tanto local como mundial relacionada con la seguridad del paciente hospitalizado, la IPS Universitaria —de la Universidad de Antioquia— implementó una alerta electrónica para el mejoramiento de la profilaxis antitrombótica.

Independiente de la causa de hospitalización, la complicación esperable más frecuente asociada en el paciente hospitalizado es la aparición de trombosis venosa en las extremidades inferiores. Esta complicación consiste en la aparición de coágulos espontáneos de sangre en las venas de las piernas y se presenta en el paciente que está sometido a reposo prolongado, en aquellos que tienen enfermedades inflamatorias o son sometidos a cirugías, entre otros. Tal condición puede llegar a ser mortal si se asocia a migración de los trombos al pulmón (embolia pulmonar), la

primera causa de mortalidad hospitalaria prevenible, que implica, por cierto, un elevado consumo de recursos económicos.

En vista del gran problema de salud pública en el que se constituye la trombosis venosa en el paciente hospitalizado, en la década de los 90’s varias investigaciones identificaron una estrategia conocida como profilaxis antitrombótica, con la que se puede disminuir eficazmente la presentación de esta complicación entre un 60% y 70%. La medida consiste en administrar dosis bajas de anticoagulantes a los pacientes, generalmente con medicamentos conocidos como heparinas de bajo peso molecular. Se trata de una estrategia segura, sencilla y fácil de usar.

Sin embargo, a pesar de contar con este recurso disponible, según un estudio científico publicado en 2008 en la revista médica The Lancet, conocido como la iniciativa Endorse, se descubrió que en el mundo y también en Colombia, por diferentes razones (desconocimiento médico, olvidos en la prescripción, no utilización de guías institucionales, entre otras), aproximadamente el 50% del cuerpo médico olvida aplicar esta sencilla y eficaz estrategia a los pacientes, perdiéndose así la oportunidad de

evitar esta complicación que es tan fácilmente prevenible.

IPS Universitaria, pionera en la alerta electrónica

Ante la problemática existente por la falta de prescripción generalizada de la profilaxis antitrombótica, la IPS Universitaria, basándose en recomendaciones de investigaciones publicadas recientemente, adoptó una medida proactiva de alerta electrónica para que el personal médico esté más atento y consciente de la necesidad de usar la profilaxis y así disminuir la aparición de la enfermedad tromboembólica venosa, garantizando la seguridad del paciente hospitalizado.

La alerta electrónica, que está incorporada al software de historias clínicas electrónicas, identifica al paciente que no se le aplicó el uso de la profilaxis y le recuerda al personal médico la necesidad de su implementación. La medida ha demostrado científicamente su eficacia, al duplicar el uso de la profilaxis en los pacientes y disminuir la incidencia de trombosis venosa en 41% y ha mostrado mayor efectividad que otras estrategias como las conferencias académicas educativas o la creación y diseminación de guías clínicas, que son estrategias complementarias.

El uso de la alerta electrónica es una medida sencilla y fácil de aplicar en instituciones donde exista historia clínica electrónica; la alerta que se despliega en el sistema es en tiempo real e invita a cada médico tratante a revisar la alerta y ordenar la profilaxis en la misma ventana del computador o ignorarla si considera que no es necesaria, según las características clínicas y riesgo de cada paciente. Además, la alerta tiene un enlace con la guía institucional de prevención de enfermedad tromboembólica venosa, la cual da recomendaciones en cuanto a la necesidad de uso de la profilaxis y las distintas posibilidades para las diferentes indicaciones en los pacientes, según las guías de consenso internacionales.

La iniciativa de la alerta electrónica podría ser pionera en la ciudad, puesto que se encuentra enlazada a la historia clínica del paciente y por ello la alerta identifica los pacientes que se encuentran en riesgo. Su implementación se dio gracias al trabajo articulado entre el personal asistencial, administrativo y al equipo de sistemas del GHIPS de la IPS Universitaria.

*Médico Internista Vascular IPS Universitaria

**Médica

7 Nº
670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Foto: cortesía IPS Universitaria

Posgrado Las maestrías virtuales sí son posibles

• La primera admisión de la Maestría en Enseñanza de las Matemáticas fue en febrero de 2013 con 24 alumnos. En 2017, el posgrado virtual suma 9 cohortes y cerca de 100 estudiantes graduados de distintas regiones del país

Por BENJAMÍN BURITICÁ TRUJILLO

Profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y coordinador de la Maestría en Enseñanza de las Matemáticas. benjaminburitica@gmail.com

Los resultados alcanzados después de cinco años de puesta en marcha la Maestría en Enseñanza de las Matemáticas, de la Universidad de Antioquia, y el informe que se entregará al Consejo Nacional de Acreditación, CNA, para solicitar la acreditación de alta calidad del programa, demuestra que los posgrados virtuales pueden tener éxito en el país.

El propósito de la maestría, que recibió en 2012 el registro calificado por 7 años del Ministerio de Educación Nacional, es profundizar en el saber específico de las matemáticas y en el desarrollo de competencias en el área, que permitan la apropiación de conocimiento matemático, con el fin de mejorar el desempeño del docente en el aula de clase y, por tanto, lograr un aprendizaje significativo de parte del estudiante.

El programa, que impulsa el Instituto de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, está dirigido a la formación de docentes de educación primaria o secundaria y media, cuyo trabajo incluya la enseñanza de las matemáticas.

La maestría se ofrece en la modalidad virtual, mediante la utilización de la plataforma Ingeni@ de la Facultad de Ingeniería, con lo cual se busca llegar a todas las regiones de Colombia y llenar, de esta manera, el vacío que resulta de

la falta de ofertas suficientes, adecuadas y acordes con las reales necesidades de los docentes, sobre todo en cuanto a la enseñanza de los saberes específicos. Y a pesar de ser ciento por ciento virtual, el posgrado se puede asimilar a una maestría presencial, por el acceso, la cercanía y la retroalimentación permanente y de doble vía que permiten las herramientas tecnológicas usadas.

El Instituto de Matemáticas en el semestre 2017-1, contaba con una planta profesoral conformada por 43 profesores vinculados, 41 de tiempo completo y 2 de medio tiempo, con título de maestría y de doctorado. Ellos son los responsables de la maestría, que es asesorada académicamente por el grupo Enseñanza de las Matemáticas y la Computación, Emac.

Los contenidos del posgrado, cuyo programa fue propuesto y desarrollado por el profesor Benjamín Buriticá Trujillo, los reciben los estudiantes mediante páginas Moodle en las que son matriculados y las clases las reciben en tiempo real usando la herramienta Wiziq. Cada curso tiene una interacción profesor - estudiante en tiempo real de 2 horas semanales, y las páginas Moodle del curso permiten realizar consultas y resolver dudas las 24 horas del día. Lo único que requiere el estudiante es un computador con una buena conexión a internet.

Resultados

La Maestría en Enseñanza de las Matemáticas, que en la actualidad cuenta con cerca de 60 estudiantes, quienes a su vez son docentes de Sucre, Córdoba, Cesar, Casanare, Magdalena, Guajira, Cundinamarca, Caquetá, Huila, Bolívar, Antioquia y otros departamentos, comenzó labores en 2013.

En el consolidado de las nueve admisiones, entre el primer semestre de 2013 y el primer semestre de 2017, el panorama de la maestría muestra que la mayoría de los estudiantes pertenecen a otros departamentos y a regiones antioqueñas.

Asimismo, los niveles de deserción son extremadamente bajos — tan solo 22 de 453 matriculados—, lo que echa por tierra la creencia de que estos programas no logran retener los estudiantes.

Las opiniones de los estudiantes y de los egresados también son indicadores relevantes a la hora de sopesar los logros y los aportes de

la maestría. Según una encuesta anónima entre la mayoría de los 97 egresados y de los sesenta estudiantes actuales, el 66% de los egresados expresan una satisfacción alta respecto del programa. Los estudiantes, por su parte, consideran que el desempeño académico de sus profesores es en una gran mayoría entre muy bueno (67%) y bueno (33%). Tanto egresados como estudiantes valoran en muy alto grado la administración y gestión del programa, por encima del 90%. Y en relación con el nivel académico, el 83% de los egresados lo consideran bueno.

En síntesis, la trayectoria de la Maestría en Enseñanza de las Matemáticas en cinco años de puesta en marcha, la tasa alta de permanencia y de egresados y el nivel y respaldo académico investigativo de los docentes del Instituto de Matemáticas, evidencian la calidad y pertinencia del programa, pionero en la Universidad de Antioquia de los posgrados virtuales.

Procedencia geográfica de los estudiantes

8 Nº 670, UNIVERSIDAD
2017
DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de
Foto: cortesía de la Maestría
Estudiantes del posgrado en la exposición de trabajos de grado.

Diálogo multiétnico con Nueva Zelanda Internacional

Asistente de Comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales comunicacionesinter2@udea.edu.co

Como un nuevo diálogo sur-sur puede catalogarse la presencia en Colombia de cuatro estudiantes y dos profesores de la etnia maorí (entre ellos el artista plástico Israel Birch), cinco jóvenes más y un profesor colombiano residente en Massey, todos ellos pertenecientes al área de idiomas, artes visuales y estudios maorís.

Los doce estudiantes y profesores neozelandeses estarán en la Universidad de Antioquia entre el 13 de noviembre y el 13 de diciembre, para participar en el curso de verano «LatinoAotearoa: spreading the word across the Pacific”, organizado por Massey University, Nueva Zelanda, y la Dirección de Relaciones Internacionales de la Alma Máter de Antioquia.

El curso de verano incluye clases de español, seminario de historia de América Latina y Colombia, clases de bachata, salsa y merengue, ciclo de cine colombiano y actividades recreativas y deportivas junto al Programa Parcero; igualmente, se realizarán recorridos por el centro de Medellín, los barrios Moravia y San Javier, el municipio de Guatapé y la Seccional Oriente en El Carmen de Viboral.

También hace parte del programa con la delegación neozelandés la visita al resguardo indígena Karmata Rúa, en el municipio de Andes, y diversos encuentros con estudiantes de la Universidad de Antioquia de origen étnico, así como con aquellos que hacen parte de la Cátedra de pensamiento indígena Aída Quilcué, el Seminario de pensamiento ancestral indígena y los cursos de Multilingua dedicados a lenguas nativas colombianas.

Esta actividad académica y cultural materializa los esfuerzos de la Universidad de Antioquia por acercarse a este país del continente oceánico, luego de recibir tres delegaciones, firmar un acuerdo de cooperación con Massey University y obtener una de las Prime Minister´s Scholarships for Latin America, otorgadas por el gobierno neozelandés para financiar la movilidad estudiantil hacia la región.

“El objetivo es acercar a los visitantes de Nueva Zelanda a nuestra cultura indígena, por medio de clases dedicadas a tres lenguas

ancestrales, al tiempo que los estudiantes colombianos obtienen conocimientos sobre el arte y la lengua maorí”, señala Santiago López Álvarez, cooperador científico de la Dirección de Relaciones Internacionales.

Indígenas en la educación superior

La tasa de participación maorí en la educación superior es una de las más altas dentro de los países de la Organización para la cooperación y el desarrollo económico, Ocde, gracias a la formación de políticas en Nueva Zelanda y el aumento de la enseñanza y la investigación relacionadas con los intereses y las necesidades indígenas.

Si bien los maorís, en promedio, tienen tazas de pobreza y desempleo más altas que el resto de la población neozelandesa, sus condiciones están mejorando. “Las

universidades han aumentado el número de académicos maorís y han desarrollado trabajos para entender y promover su cultura, además de propiciar espacios y servicios específicos orientados a estudiantes y profesores”, observa López Álvarez.

Esta etnia polinesia representa alrededor del 15% de la población de Nueva Zelanda, una cifra considerablemente mayor al 2.7% que representa la población indígena en Colombia. La Universidad de Antioquia, por su parte, se acerca al trabajo de las instituciones neozelandesas en esta materia, puesto que vincula a líderes y sabios de diversas comunidades para promover la formación desde el intercambio de saberes y el reconocimiento del territorio.

Hasta 2016, alrededor de 174 indígenas estudiaban en las distintas sedes y seccionales de nuestra

Alma Máter, gracias a las políticas que buscan disminuir la brecha de desigualdad, como la determinación de no cobrarles a los aspirantes indígenas derechos de inscripción y asignar dos cupos adicionales por programa de pregrado para aspirantes pertenecientes a estas comunidades.

¿Por qué Colombia?

Prime Minister´s Scholarships es un programa de becas del gobierno de Nueva Zelanda que en 2016 abrió por primera vez una convocatoria dirigida a América Latina, con el objetivo de crear redes de contacto y mejorar la comprensión de las prácticas y las culturas de la región, otorgándole preferencia a las postulaciones para estudiar en Brasil y Colombia.

La Universidad de Antioquia y Massey University presentaron un proyecto para la movilidad de grupos académicos neozelandeses, el cual resultó beneficiado. Los costos serán patrocinados por el programa. Debido a este logro institucional, en lo que va de 2017 han llegado a Ciudad Universitaria otras tres delegaciones del país oceánico.

De acuerdo con Javiera Visedo, gerente de Desarrollo de Mercado de la agencia de estudios Education New Zealand, que visitó la Universidad en 2016, “las alianzas académicas fortalecen nuestra habilidad de interactuar con socios comerciales de Colombia. Igualmente, con la UdeA se comparten áreas de estudio, por lo que los grandes beneficiados con esta alianza son los mismos alumnos y académicos”.

Cabe resaltar que Nueva Zelanda anunció que abrirá una embajada en Colombia finalizando 2017.

9
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Fotos: cortesía de Education New Zealand

Regionalización

En El Tablón se materializa una apuesta por el desarrollo rural

Desde 2015, la Universidad de Antioquia, el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, la Institución Universitaria Pascual Bravo, la Corporación para el Fomento a la Educación Superior de Antioquia, la Fundación Universitaria Católica del Norte, la Escuela Superior Tecnológica de Artes Débora Arango, el Tecnológico de Antioquia, la Institución Universitaria de Envigado y Empresas Públicas de Medellín, con el acompañamiento del Ministerio de Educación Nacional, vienen trabajando en la conformación de la Red de regionalización de educación superior.

La Red contempla, entre sus iniciativas, la formulación de un Modelo de educación superior rural en el Nordeste antioqueño, el cual podría desarrollarse en las instalaciones de El Tablón, antiguo campamento para la construcción de las represas de Porce 1 y Porce 2, ubicado en el municipio de Amalfi.

Cada una de las instituciones de la alianza aporta desde sus capacidades para poner en funcionamiento una oferta educativa que incluya, por una parte, la culminación del bachillerato en aquellas zonas que sólo tienen hasta el grado noveno y, por otra, la formación para el trabajo a través de programas técnicos laborales; la preparación para el ingreso a la educación superior universitaria y la permanencia en ella; programas de preparación para los exámenes de admisión, orientación vocacional y técnicas de estudio y formación profesional en artes u oficios, con flexibilidad para su desarrollo en ámbitos rurales, complementando métodos virtuales con presenciales.

“Lo que esta Red de instituciones busca es garantizar una metodología que con suficiente calidad posibilite las condiciones para la educación superior en la región, a partir del uso de espacios compartidos donde confluyen diversas instituciones con su oferta y sus potencialidades para atender las demandas de jóvenes de los

El próximo 8 de noviembre en las instalaciones del antiguo campamento El Tablón, propiedad de EPM, 10 instituciones educativas y gubernamentales suscribirán un acuerdo de voluntades para impulsar una iniciativa de educación para el desarrollo rural, como vía expedita para la equidad y la inclusión social en un escenario de posconflicto. La Universidad de Antioquia lidera la alianza.

sectores más vulnerables de la región”, afirma Luis Alfonso Escobar, director de Regionalización de la Universidad de Antioquia.

Este proyecto, que se materializa gracias al respaldo del Ministerio de Educación Nacional, es una oportunidad para llevar educación pertinente y contextualizada al Nordeste antioqueño y contribuir al desarrollo de este territorio, toda vez que la confluencia de las instituciones aliadas posibilita la desconcentración de las acciones de la educación regional y el aprovechamiento de las capacidades académicas de cada una. Estrategia que a su vez permite potenciar el diálogo de saberes en y desde los territorios para con el mundo.

Para la Universidad de Antioquia como líder del proyecto, el mismo constituye una oportunidad para la articulación de las unidades académicas en torno a esta iniciativa que dinamiza el Programa Institucional de Paz, en tanto materializa la intención universitaria de aportar a la construcción de territorios para la convivencia y la reconciliación.

El proyecto

En el Nordeste antioqueño, si bien existen esfuerzos en materia educativa, aún falta camino por recorrer en temas de calidad y cobertura educativa, ya que existe una población desescolarizada y desertora del sistema educativo y predominan, entre los jóvenes, narrativas aspiracionales que no identifican la educación superior dentro de sus proyectos de vida. En este contexto, es importante acercarse a esta población a partir de sus necesidades, expectativas e intereses y reconocer los perfiles y saberes que poseen y su relación con los retos territoriales.

Acorde con este escenario, se formula el proyecto Modelo colaborativo de educación rural para el Nordeste, el cual busca beneficiar a jóvenes de esta región que pertenecen a sectores vulnerables de la población, tales como excombatientes de las Farc, mineros, campesinos, víctimas del conflicto, y escolares.

Las instituciones aliadas identificaron una serie de capacidades

y potencialidades significativas, como por ejemplo estar articulados como modelo colaborativo y tener una dinámica de red, compartir expectativas frente al mejoramiento de la calidad educativa en la ruralidad y en particular en contextos conflictivos en los que hay deserción, desescolarización, problemas de convivencia, pocas expectativas frente a la educación superior, círculo ético constreñido, dificultad para tolerar la diferencia y singularmente a los excombatientes de las Farc.

En este escenario se aspira a desarrollar acciones contundentes y que posicionen el Modelo colaborativo de educación rural en el Nordeste sumando las experticias de cada quien, para generar y propiciar sinergias.

Para Escobar Trujillo “Lo más importante para la Red y su apuesta central es que podamos en un esfuerzo colaborativo, garantizar condiciones que permitan generar en todo el territorio del departamento de Antioquia, posibilidades de educación superior con alta calidad”.

10 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Admisión / Extensión

5.061, los admitidos

En el proceso de admisión que acaba de cumplirse, en el que se superó la cifra record de más de 50.000 aspirantes a los programas de pregrado de la Universidad, en total fueron admitidos 5.061 nuevos estudiantes para el primer semestre de 2018. Del total, 2.339 (46%) son mujeres, 2.722 (54%) son hombres; 3.663 (72%) provienen de colegio público, mientras que 1.398 (28%) provienen de colegio privado; 3.796 (75%) son del Departamento de Antioquia, 1.229 (24%) son de fuera de Antioquia y 36 (1%), de otros lugares; 3.735 (74%) aplicaron a programas de las sedes de Medellín y 1.326 (26%) se presentaron a los programas en las sedes regionales.

Colegios públicos con más de 20 admitidos

Centro Formativo de Antioquia Cefa Medellín 113

Inem José Félix de Restrepo Medellín 69

Institución Educativa Liceo Caucasia Caucasia 36

Institución Educativa Técnico Industrial Santiago de Arma Rionegro 31

Instituto Técnico Industrial Pascual Bravo Medellín 29

Institución Educativa Josefina Muñoz González Rionegro 27

Institución Educativa Instituto Técnico Industrial Jorge Eliécer Gaitán Carmen de Viboral 25

Institución Educativa Concejo de Medellín Medellín 21

Institución Educativa Fray Julio Tobón B. Carmen de Viboral 20

Institución Educativa La Paz La Ceja 20

El CUEE se renueva

Por JENNIFER RESTREPO DE LA PAVA Periodista de Contenidos, Medios y Eventos prensa@udea.edu.co

En 2003 la Universidad de Antioquia promovió la creación del Comité Universidad-EmpresaEstado —CUEE—, con el objetivo de sumar voluntades para impulsar el desarrollo de los territorios a partir de la ciencia, la tecnología, el emprendimiento y la innovación. Luego de 14 años de actividad ininterrumpida, el Comité renueva su modelo de trabajo. Entre los logros alcanzados hasta ahora se destacan la creación del G8 —grupo integrado por universidades públicas y privadas de Antioquia—, Tecnnova y Ruta N, así como el fortalecimiento de grupos de investigación, el soporte a la innovación y el acompañamiento a las spin off.

Enrique Posada Restrepo, exintegrante de la junta asesora, resalta el esfuerzo por conservar el

espacio gestado hace más de una década, “porque se ha mantenido, ha crecido y se refleja en un ecosistema formado por las instituciones que se han sumado”.

El Comité, denominado ahora CUEE 2.0, tendrá un enfoque estratégico, con una visión enfocada en la innovación, propiciando espacios de diálogo, concertación y la acción entre la academia y los sectores públicos y privados.

La nueva junta asesora es liderada por el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora Uribe, y el rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez, en la vicepresidencia, con el concurso de representantes de la Compañía de Galletas Noel, Premex, Pintuco, Continental Gold, Corona Industrial, Sumicol, Masterdent, Ruta N, CNV, Grupo Bios, Sala de Junta Consultores, la ANDI, la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia.

“Pretendemos que la innovación, la ciencia y la tecnología sean la base del desarrollo de nuestra región, para poder hacer la diferen-

Admitidos por estrato socioeconómico

El 72,6% de los admitidos pertenecen a los estratos 2 y 3.

Colegios privados con más de 15 admitidos

Liceo Salazar y Herrera Medellín 23

Bachillerato Masculino de la Universidad Pontificia Bolivariana Medellín 23

Colegio Corazonista Medellín 18

Instituto Salesiano Pedro Justo Berrío Medellín 18

Colegio Seminario Corazonista Marinilla 18

Colegio Parroquial San Buenaventura Bello 17

Colegio Calasanz Medellín 15

Colegio Empresarial Medellín 15

cia”, observa Mora Uribe, y señala que esos frentes tienen que ser financiables.

Alviar Ramírez afirmó que esta nueva fase seguirá el camino que trazaron hace 14 años quienes iniciaron el Comité, con el fin de crear confianza entre la academia, el Estado y la empresa. Según el rector de la Universidad de Antioquia, los grandes retos del CUEE 2.0 quedan plasmados en tres componentes que se desarrollarán con intensidad; uno de ellos es el talento humano, que incluye educación formal, informal y capacitación desde las universi-

dades; el segundo es la creación de plataformas, relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación, y el tercero es el financiamiento, donde se espera una mayor inversión por parte de la empresa privada y lograr, así, recursos para la educación, la ciencia y la innovación.

La Unidad de Innovación de la Universidad de Antioquia continuará con el encargo de la secretaría técnica del CUEE, la cual promete mantener intacta su vocación: contribuir desinteresadamente al crecimiento y competitividad de la ciudad, el departamento y el país.

11 Nº 670,
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín,
noviembre de
2017
Vicerrectoría de Extensión
Foto: El CUEE se reúne una vez al mes
Colegio Municipio Total
Total
Colegio Municipio

El Premio Nacional de Educación, a la deriva*

En Colombia los reconocimientos a los educadores son escasos y sobre todo los reconocimientos a lo que realizan las facultades de educación; teniendo en mente lo anterior, hace once años la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia (UdeA) decidió asociarse con la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y la Fundación Francisca Radke, con el fin de fortalecer el Premio Nacional de Educación y de esta manera hacer un reconocimiento a las facultades de educación, premiando los mejores trabajos de grado de pregrado, investigaciones realizadas en las maestrías y tesis de doctorado en educación, además de hacer un reconocimiento a los educadores que han dedicado su vida a la formación de formadores.

El Premio Nacional de Educación, iniciativa del doctor Galo Armando Burbano (q.e.p.d.), exrector de la UPN y expresidente de la Fundación Francisca Radke, fue creado en el año de 1996 y desde entonces se han realizado quince convocatorias que han permitido exaltar los mejores trabajos académicos de grado que elaboran estudiantes de las facultades de educación en el contexto de programas de pregrado y posgrado en educación.

La última entrega de reconocimientos se realizó en mayo de 2015 y la distinción a la vida y obra fue para el maestro Alberto Echeverri Sánchez, formador de muchas generaciones de profesores e investigador que ha aportado a la construcción del campo intelectual de la pedagogía en Colombia. La transcendencia del legado del maestro Echeverri se puede apreciar en el video que las instituciones organizadoras del Premio prepararon como homenaje y forma de dar a conocer el aporte realizado a la pedagogía, como disciplina fundante en la formación de los educadores. Es de resaltar que este video ha sido difundido por distintos canales de televisión regionales y nacionales y ha tenido un importante número de visitas en YouTube.

Los cambios administrativos de los últimos años en las dos universidades convocantes de los premios (UPN y UdeA), pero de manera especial en la UdeA, no ha permitido que la convocatoria XVI salga a luz pública, enviando un mensaje negativo a la sociedad y a las facultades de educación en Colombia, en la medida que se pierde un espacio de reconocimiento, único en su género, quedando un vacío que no se llena con otros premios existentes en la actualidad. La actual administración de la Facultad de Educación tomó el lema de “Ser maestro, nuestra esencia”, como una forma de mostrar el compromiso de la unidad académica con la pedagogía y la formación de los educadores; era de esperar que el compromiso asumido por las tres últimas administraciones de la Facultad de Educación,

respaldado en sendas resoluciones emitidas por el Consejo Académico, fuera una de las prioridades de la actual administración. Infortunadamente, a la fecha ha sido imposible que el actual Consejo de Facultad muestre su compromiso con el Premio y con lo que este representa, lo que ha traído como consecuencia que la XVI versión del Premio esté congelada en el tiempo.

Así como los premios a la calidad de la educación son hoy una política pública, en la que están comprometidas las diferentes administraciones de la ciudad de Medellín, por qué no considerar el Premio Nacional de Educación como una política institucional que ya ha adquirido su mayoría de edad. Resulta paradójico que mientras la clase política de Medellín se pone de acuerdo en fortalecer los premios a la calidad de la educación, en la Facultad de Educación de la UdeA existan personas que cuestionen la importancia y el compromiso en dar continuidad al Premio Nacional de Educación.

Todavía se está a tiempo de corregir por parte de la actual dirección de la Facultad de Educación y hacer la convocatoria de la XVI versión del Premio Nacional de Educación; en caso contrario le corresponderá a la Vicerrectoría de Docencia asumir el liderazgo en los términos que lo define la resolución académica 2716 de 2014 de la Universidad de Antioquia.

*El artículo hace parte de la columna Ágora, bajo la responsabilidad de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea.

Niños abusados y asesinados,

Por JUDITH NIETO LÓPEZ

Profesora de la Facultad de Medicina y de la Escuela Iberoamericana de Bibliotecología. judithnieto48@gmail.com

El lugar ocupado por los niños y a lo largo de la historia deja sabor a paradoja. De ello dan cuenta los tratamientos que ha recibido el tema de la niñez desde diversas disciplinas. En su mayoría, estos destacan una imagen del infante más próxima a lo carente e indefenso, que al potencial de vida y porvenir inscrito en su mundo inicial.

Esto confirma que es común tener una idea desfavorable de la infancia. Algunos estudiosos consideran que es solo un pensamiento de la antigüedad, época en la cual: “El estado de la infancia es el más vil y abyecto de la naturaleza humana después del de la muerte” (Bossuet citado en Tournier, 2001, p. 29). Pero no, con el advenimiento de la burguesía en el siglo XVIII, la emergencia de las obras de Diderot y Rousseau cambiaría esta visión. En los clásicos predomina

una idea: la sociedad es buena y tiene el propósito de modelar en el niño la naturaleza, que es primitivamente mala. En tal sentido, Rousseau considera que, por el contrario, la naturaleza es íntimamente buena, pero la sociedad la pervierte, postulado que constituye la introducción de su obra Emilio (1762).

Así, el niño, y en general la infancia, han sido sometidos a la invención de un concepto no definitivo, que sostiene que los niños dictaminan las épocas y los rumbos de pensamiento; prueba de ello es la modernidad: “inventó la infancia definiendo una niñez ruda e indefensa a la vez; iletrada, con necesidad de ser educada y enseñada; para la cual estableció dos instituciones: familia y escuela” (Núñez, 1999, p. 30).

Hoy no está de más preguntarse por estas dos instituciones —familia y escuela— para la infancia indefensa, pues la primera registra cada vez más casos de un mundo más adverso que favorable para los niños. La familia, en lugar de ser el espacio seguro en su proceso de crecimiento y formación, es un referente peligroso para los menores. Esto da pie para afirmar que dicha institución puede convertirse en un espacio nefasto para los menores, pues en su mismo ámbito florece una antinomia: la de estar acompañados por quienes a la vez representan peligro y pueden

convertirse incluso en sus enemigos; quienes además de ser, en muchos casos, abusadores de los menores, constantemente los amenazan, los castigan y, en particular en los últimos años, hasta los matan.

Así las cosas, la familia se ha convertido en un lugar para el malvivir, como tantos otros ámbitos del mundo contemporáneo y, sin lugar a dudas, también es la generadora de sentimientos negativos, como la angustia y el miedo, padecidos por quienes intentan crecer bajo su abrigo, con su “protección y compañía”.

Mientras la concepción de la infancia cambia de manera constante, con la niñez se inventa el juego eficaz del maltrato y hasta la desaparición, obra de la subjetividad de los adultos, especialmente padres y cercanos. Los mecanismos lindan con lo macabro, mientras que la sociedad, calificada por algunos como buena, sigue indiferente ante noticias estremecedoras, sin llegar a conmoverse; menos reclamar el trato respetuoso y considerado que deben recibir los niños por parte de autoridades y progenitores.

Son apenas niños y la apurada carrera del infortunio cumple triunfos notables en sus vidas. Muchos, aún sin estrenar la mirada y sin saber contar sus años, han corroborado su abandono, llevan en su cuerpo la cicatriz del maltrato, la

12 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Opinión / Análisis

Presencia del egresado*

Los jueces y la corrupción

La condición humana de los jueces implica virtudes y defectos, aunque es deseable que sean virtuosos, por cuanto no es posible ser gobernado por buenas leyes si cuando se trata de juzgar no lo hacen las mejores personas con capacidad, independencia y legitimidad.

Por supuesto que esto último no es posible cuando media la corrupción, que entendíamos no alcanzaba a la cúspide de la administración de justicia y se reducía a casos aislados investigados y sancionados con severidad ejemplarizante. Por eso —y porque en general en la sociedad la indignación por los casos de corrupción se despierta cuando se descubren para luego seguir adormecida— pasaban desapercibidas las malas prácticas que disminuyen las exigencias éticas del comportamiento judicial. Ahora, por los escándalos recientes y la vergüenza que suscitan, urge remediar este mal.

Los constituyentes de 1991, confiando en la fortaleza moral de la rama judicial, establecieron su intervención en la designación de los órganos de control con la clara intención de moralizarlos, sin prever que debilitaban la independencia de

los integrantes de las altas cortes al reducir su período vitalicio al de 8 años. Pasado el tiempo, se produjo parcialmente el efecto contrario: los vicios de la política que se pretendían contrarrestar, como anteponer los intereses burocráticos y de enriquecimiento personal al bien común, contaminaron a algunos funcionarios judiciales cuya elección se facilitó cuando los nominadores prefirieron vincular posibles aliados, así no fueran juristas con decorosa y reconocida trayectoria.

Si bien la responsabilidad de muchos de los problemas del sistema judicial colombiano puede ser atribuida al legislador y al Gobierno Nacional, por las improvisaciones del primero y la conflictividad y estrechez presupuestal que impone el último, mantener a raya la corrupción y el clientelismo judicial es asunto que sustancialmente depende del accionar de los servidores judiciales. No menos importante en este propósito moralizador es el papel que les corresponde a las facultades de derecho, a los abogados, a la comunidad y a los medios de comunicación, cuyo control es indispensable así a veces resulte desbordado o equivocado.

Desde luego que deben hacerse algunos ajustes institucionales tendientes a disminuir los

riesgos de corrupción y facilitar hacer lo correcto; pero no puede perderse de vista que los males que nos aquejan no responden del todo a las normas, pues se practican por fuera de ellas. Es hora de asumir compromisos irrenunciables para reforzar el contexto ético en el que se ejerce la función judicial, la trasparencia en la designación de los servidores judiciales y acentuar los controles de las desviaciones funcionales que puedan presentarse. No se ara en el desierto; de hecho, la inmensa mayoría de los integrantes de la rama judicial hacen lo correcto e intentan, pese a los apuros por la excesiva carga laboral, hacer justicia en medio de una sociedad violenta, poco ordenada, con alta desigualdad y excesiva criminalidad organizada. No es extraño que funcionarios judiciales del país pierdan sus vidas antes que ponerse al servicio de la delincuencia, como lo demostraron en el último cuarto del siglo pasado, varios magistrados del Tribunal Superior de Medellín.

*Nota promovida por el Programa de Egresados de la Universidad de Antioquia.

** Abogado de la U. de A. (1980), especialista en derecho penal y criminología de la U. de Medellín, magister en filosofía de la U. del Valle.

Egresad@ de la Universidad de Antioquia actualice sus datos, para mantener el contacto y recibir información de la Alma Máter. Envíe al correo electrónico programaegresados@udea. edu.co nombre completo, cédula, correo, celular y teléfono fijo, o al teléfono (57-4) 2198995.

padres y padrastros homicidas

sombra del miedo que los acompañará —si sobreviven— por el resto de su existencia. El sueño, promesa de sus pasos iniciales por la vida, poco a poco se ha tornado en pesadilla; como ‘obra’ de sus propios padres o de algún familiar que les ha ocasionado heridas y daños. Así, empiezan no a saborear el dulce gusto de vivir, sino a confirmar su toque amargo, y el acíbar hace anuncio oscuro para sus tibios cuerpos que apenas amanecen. En una época en la que los discursos de los derechos —se habla de los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, los derechos de los trabajadores, los derechos sexuales, entre otros— están a la orden del día, cada vez es más frecuente la difusión de hechos que muestran el desconocimiento de dichos principios, que dan cuenta de los padecimientos a los que suelen ser sometidos los niños del país. Noticias que parecen más próximas a un cuento de horror que a la realidad; a una sucesión de eventos espantosos, capaces de conmover a espectadores o lectores, por la desprotección y el abuso que sufren los niños, paradójicamente ocasionados por los más próximos a su propia morada, por los encargados de velar por su crecimiento, su alimentación y su formación.

Pero el maltrato no es exclusivo del ámbito familiar; en la escuela también se comete, por

ejemplo, cada vez que se incumple con la dosis alimentaria a la que tienen derecho los niños que asisten a sus respectivas jornadas de estudio. Derechos que les merman sus raciones de comida, previamente pagadas por el Estado, mientras se aumentan los dividendos de las cuentas bancarias de proveedores e intermediarios de dicho servicio. Otra modalidad de corrupción de la que hemos visto escenas aberrantes y en las que las víctimas son los niños.

Una noticia difundida en la primera semana de octubre anunciaba las estadísticas de abuso y muerte de niños en Antioquia: en lo que va corrido de 2017 se han registrado ocho casos de niños víctimas de estos delitos, cometidos en la mayoría de los casos por sus padres o por los compañeros de sus progenitoras. Los dos últimos se registraron en septiembre; el primero ocurrió en el barrio Cristo Rey, de Medellín, donde un niño de dos años perdió la vida, al parecer víctima del descuido de su madre y del abuso constante de su padrastro. A finales del mismo mes, en el municipio de Girardota, norte del Valle de Aburrá, ocurrió la muerte de una niña de cuatro años, quien habría sido abusada sexualmente, al parecer, por su padrastro.

Miguel Ángel y Luciana ya no están con nosotros, su vida les fue arrebatada luego de ser

sometida al oprobio y a los vejámenes cometidos por adultos responsables de sus cuidados. Estas aterradoras muertes tienen que ponernos a pensar: ¿cuándo nos volvimos agresivos con los niños? ¿Por qué en Colombia se acepta “dar castigos físicos a los niños”, según reza el titular de la versión digital de El Tiempo del 29 de septiembre de este año?

Son preguntas que quizá no tengan respuestas inmediatas; no obstante, formularlas puede ayudarnos a reflexionar sobre las monstruosidades de las que son capaces quienes tienen bajo su cuidado el desarrollo y la vida de un niño. Son preguntas que, en cuanto convoquen a la sociedad —también responsable de los menores— a reaccionar ante lo que ocurre a los pequeños, pueden disminuir la indiferencia palpada después de los recuentos noticiosos y, por qué no, deslegitimar un comportamiento digno de toda sanción social. Una actitud extraña que obliga, de nuevo, a preguntarnos: ¿por qué los hemos abandonado? ¿Por qué los has abandonado?

Referencias

Núñez, Violeta (1999), “La infancia posmoderna”, en: El Niño [Revista del Instituto del Campo Freudiano. Centro Interdisciplinar de Estudios del Niño (CIEN)], Barcelona. Tournier, Michel (2001), El espejo de las ideas, Barcelona: Acantalido.

13
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Opinión / Análisis

Ser pilo paga, al banquillo*

FRANCISCO CORTÉS RODAS

Director del Instituto de Filosofía franciscocortes2007@gmail.com

Anivel global y de forma acelerada en las últimas décadas, las universidades han cambiado a nuevos modelos de enseñanza e investigación integrados cada vez más a la lógica del mercado. A esta transformación del modelo de universidad, —humboldtiana, napoleónica, norteamericanahumanista, Manifiesto de Córdoba de 1918—, a uno de tipo empresarial, se la ha denominado “business university” o “market-model university”. El sociólogo Richard Münch dice que “esta transformación somete progresivamente la ciencia a los estándares de un capitalismo académico, en el que el uso del conocimiento con fines de aumentar la acumulación del capital le acaba ganando la mano al proceso abierto de búsqueda de conocimientos en general”. La filósofa Martha Nussbaum señala que “las humanidades y las artes están siendo eliminadas en prácticamente todas las naciones del mundo, vistas por los responsables políticos como adornos inútiles, en momentos en que las naciones deben cortar

todas las cosas inútiles con el fin de mantener su competitividad en el mercado global”. ¿Qué produjo este cambio? Encontramos razones económicas, políticas, culturales y específicas de cada país. Las económicas —únicas que explicaré—, tienen que ver con la crisis del capitalismo y la emergencia del neoliberalismo. La política conservadora y neoliberal, desde los ochenta emprendió un ataque al modelo del estado de bienestar de los partidos socialdemócratas, y al denominado régimen “fordista” de acumulación de capital. Los neoliberales criticaban que los impuestos eran muy altos, las presiones de los sindicatos eran excesivas, los funcionarios gozaban de muchas prebendas, lo público era ineficiente. La alternativa consistió en reducir el Estado y en organizar todas sus instituciones —universidades, hospitales, instituciones de beneficencia— como si fueran empresas.

En el marco de estos cambios globales la universidad debe actuar como una empresa manejada estratégicamente buscando el éxito en la competencia por fondos, profesores y estudiantes, y debe abandonar la idea de universidad que produce conocimiento, para ser una institución que hace saberes técnicos e innovación.

En este contexto ¿qué es “Ser pilo paga”? i) Es una política por medio de la cual se desvían recursos públicos a universidades privadas; ii) no es una política justa porque, aunque logró mejorar la equidad para los jóvenes con mejor desempeño en la prueba de Estado al cerrar la brecha que existía por nivel socioeconómico, no busca enfrentar el problema de los estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 (por año 480.000); iii) es un programa ineficiente y costoso, pues se ha invertido en la formación de 30.000 estudiantes la misma cantidad de recursos que las universidades públicas han destinado para formar 500.000 por año; iv) es un programa que termina negando el principio de la justa igualdad de oportunidades, según el cual, aquellas personas con habilidades y capacidades similares deben tener las mismas oportunidades educativas. SPP lo hace para el 2 % de la población con fondos públicos que se destinan a unas pocas universidades privadas. Por estas razones debemos exigir que el Estado garantice el financiamiento público de la educación y el derecho fundamental a la educación.

*Columna publicada en el periódico El Colombiano, el 10 de octubre de 2017

Los retos de la seguridad y la convivencia en Medellín

Por DIANA PAOLA ROJAS BERMEO

Profesora del Instituto de Estudios Políticos dianap.rojas@udea.edu.co

En Medellín la violencia y la criminalidad han sido preocupaciones constantes en las distintas agendas gubernamentales y ciudadanas. Iniciativas como el Programa presidencial para Medellín y el área metropolitana (Departamento Nacional de Planeación, 1991) reflejan la puesta en marcha de decisiones, estrategias, instrumentos, planes, programas y proyectos en clave de políticas de seguridad para la ciudad. Políticas que en su mayoría se han caracterizado por un enfoque de seguridad ciudadana, siendo la violencia homicida uno de los principales factores explicativos de las problemáticas de seguridad y convivencia.

Durante las últimas administraciones es posible identificar esfuerzos más coordinados y programados para la gestión de la seguridad y la convivencia en Medellín. Se han consolidado estrategias claras en clave de política pública, caracterizadas por la inclusión de otros enfoques de política junto con la prevalente seguridad ciudadana; los derechos humanos, la seguridad humana y la perspectiva territorial han reflejado acciones más coordinadas en clave de aumento de capacidades institucionales y la apertura a distintos instrumentos de intervención.

Resultado de ello es la actual política pública para la gestión de la seguridad y la convivencia en la ciudad (Acuerdo 21 de 2015), cuyo punto de partida es una perspectiva integral en clave de derechos humanos. Si bien el desarrollo de esta política se plantea desde cuatro instrumentos

de gestión (1. Plan de desarrollo. 2. Plan integral de seguridad y convivencia, PISC. 3. Plan de prevención de violaciones a los derechos a la vida, integridad y libertad personal. 4. Instrumentos de territorialización), uno de los principales retos pasa por su implementación y los procesos de seguimiento y evaluación, lo que implica articulación y coordinación interinstitucional e intergubernamental, ya que la vigencia de dicha política contempla un periodo de 10 años (2015-2025). En la actualidad se ha cuestionado la puesta en marcha de este proceso, puesto que no hay una relación entre las acciones políticoadministrativas; además, en las actuaciones de la actual administración, la perspectiva coercitiva y de seguridad ciudadana continúa primando en relación con los planteamientos de integralidad consignados en el documento de política. En la misma línea, la legitimidad es otro de los retos que afronta la ciudad, legitimidad en materia de toma de decisiones pero, además, de los órganos del Estado encargados de la seguridad y convivencia. Se cuestiona fuertemente la legitimidad de las decisiones, ya que no existe una adecuación de estas a lo planteado en los enfoques de política; asimismo la participación ciudadana y las distintas iniciativas de organizaciones sociales de la ciudad no gozan hoy del suficiente reconocimiento por parte de esta administración. Desde la perspectiva institucional, la falta de legitimidad y confianza que prevalece frente a la Policía Nacional plantea retos, en especial en el marco de la aplicación del Nuevo Código Nacional de Policía, instrumento que busca gestionar la seguridad a través de la convivencia y el control de incivilidades, y que, sin embargo, está generando choques que no son más que un reflejo de la falta de legitimidad de esta institución.

La firma e implementación de los acuerdos de La Habana también supone retos para la seguridad y la convivencia en Medellín. Retos que no solamente precisarán de un rediseño institucional y un ajuste de lo planteado en la política pública al nuevo contexto, también requieren de una mayor articulación entre niveles de gobierno; ello pasa por las directrices desde el nivel nacional hasta la comprensión de la seguridad y la convivencia como problemas de índole regional y metropolitano. Acá resulta necesario pensar los acuerdos desde el ámbito urbano, pero también desde los territorios y las prácticas sociales. Si bien la seguridad en Medellín debe responder a los retos que en el futuro están dados en el marco de la implementación de los acuerdos, es importante no perder de vista que la historia y la trayectoria que han seguido los fenómenos de violencia y criminalidad es un asunto que debe ser tenido en cuenta desde los valores, actitudes, prácticas y comportamientos de los actores en el territorio.

Finalmente, pensar la convivencia en relación con la seguridad debe ser otro reto de ciudad, ya que se habla de seguridad y convivencia, pero son la violencia homicida y la criminalidad las grandes problemáticas a las que refieren las políticas. La convivencia no puede entenderse como un asunto aislado de la seguridad; incluso la convivencia puede ser una de las condiciones de posibilidad para la reducción de muchas de las problemáticas que actualmente aquejan a la ciudad, por ello no solo deberá ser la Secretaría de Seguridad y Convivencia la encargada de su gestión; involucrar a secretarías como la de Cultura, Juventud y Participación Ciudadana puede ser una de las claves para coordinar y diversificar los instrumentos con que cuenta Medellín para la gestión de la seguridad y la convivencia.

14 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Debates de universitarios en la Universidad*

La diversidad es un rasgo acentuado de la universidad. De hecho, la comunidad universitaria puede ser entendida como una especie de federación de estamentos integrados por personas que mantienen contacto con otras comunidades (otras universitas) y que, por tanto, portan historias, visiones e intereses diferentes. Las preferencias y perspectivas de los universitarios se forman también en grupos sociales, cuerpos profesionales, colectivos externos o actividades privadas que hacen parte de la vida de las personas que van o que fueron a la universidad y que mantienen algún vínculo con ella. En su condición de universitarios, esas personas afinan o definen identidades más o menos fuertes, parciales o temporales, pero en todo caso comparten el espacio común, físico y simbólico, de la universidad.

La universidad, en tanto comunidad y espacio vivido, es una experiencia para los sujetos; pero una experiencia diversa porque, además, en ese mismo espacio común los universitarios desempeñan roles diferenciables (estudiante, profesor, empleado etc.), o mixtos (profesor-estudiante, estudiante-empleado, empleado-directivo gremial, etc.), o roles que se desplazan entre dos o más posiciones en el curso de sus vidas. De esa textura diversa y constitutiva de la universidad pueden dar cuenta los procesos de definición de las situaciones límite que se viven en el campus o en su entorno. En circunstancias como esas, la universidad se despedaza y rearma, se desintegra y recompone constantemente al ritmo de las experiencias vividas por cada universitario y conforme a sus diferentes puntos de vista sobre lo que ocurre en el campus, en la ciudad o en el país.

Aunque evidentemente en una tal diversidad ha sido posible la coexistencia, la convivencia y la formación de los universitarios como sujetos políticos, algunos de los momentos y acontecimientos más conflictivos de las últimas décadas

en la universidad y su entorno han producido un impacto indeseable en la confianza de los universitarios con respecto a sí mismos, a sus instituciones, gobiernos, formas de organización y expectativas. Por eso no es extraño que las partes involucradas en conflictos —inclusive— estrictamente universitarios, hayan preferido con tanta frecuencia las señales a los argumentos; o que el examen y el debate de lo que ocurre o de lo que ocurrió se hayan limitado a una reiteración normativa y a la enunciación del desvalor moral de actores, decisiones, acciones o reacciones.

El debate público ha sido precario y por tanto la experiencia en el espacio universitario no siempre redunda en la formación de sujetos políticos. Además, los mensajes difundidos en cada conflicto o sobre cada conflicto, pueden haber derivado en consensos solo aparentes o pueden haber sido decodificados por muchos universitarios como expresiones morales del deber ser universitario o como expresión de una franca ideología de lo universitario.

Con todo, es evidente que en la universidad hay algunos momentos y espacios en los cuales emerge el debate, el examen y la confrontación de ideas como expresión genuina de los sujetos políticos; no como confrontaciones sin salida sino como verdaderos agonismos políticos que son el alma de la construcción de lo público y de una democracia vigorosa. Estos espacios pueden potencializarse, intensificarse y extenderse para repolitizar la vida universitaria; es decir, para lograr la apertura a la discusión de los problemas que atañen a todos, y para que la argumentación pública ocupe el lugar que indica esa vieja idea que le da identidad a esta universidad: la crítica

El debate universitario es necesario para que la crítica ejercida conforme a esas condiciones básicas (pública y argumentada) permita la exposición, contrastación y comprensión de visiones y posiciones diversas con respecto a la política y las políticas, la violencia, el orden, el gobierno, los valores, los derechos o la convivencia. Se tra-

ta de una acción que puede, de una parte, romper —o impedir que se siga perfeccionando— la trampa de desconfianza que se ha formado en el largo plazo entre los universitarios; y, de otra parte, contrarrestar el recelo que expresan cada tanto los públicos y gobiernos externos con respecto a la universidad.

La universidad es un espacio público vibrante. Y aunque no se confunde con el entorno, en ella tienen expresión las problemáticas de lo urbano, del barrio, de Medellín y del país. Eso hace de la universidad uno de los escenarios más formativos para el sujeto político, siempre que se promocione el debate agonista, la explicitación de lugares de enunciación, experiencias y argumentos que conciben y transforman el mundo desde su radical diferencia. No se debate para generar el consenso y la identidad colectiva; se debate para reconocer la diferencia y para construir un mismo espacio físico y simbólico, en este caso la universidad

La universidad puede ser una experiencia de bienestar, puede ser vivida como cultura, como identidad; puede ser concebida como un medio de supervivencia o vista como una oportunidad; puede significar ocio y cotidianidad; puede ser percibida como un territorio sagrado o liberado, o presumida como una territorialidad marcada, ordenada o controlada. Pero el debate universitario debería partir de la idea según la cual las relaciones amigo–enemigo no son consecuencia de esa diversidad y que, en cambio, esa extraordinaria diferencia es la condición básica para resaltar al otro como adversario, pero como interlocutor válido

Nuestra diversidad es la condición necesaria para que, desde una perspectiva política y pedagógica, la universidad se fortalezca como espacio formativo y público. Ese es el sentido de los debates de universitarios en la universidad.

* Texto tomado de los informes de la Comisión transitoria para los temas de gobierno, democracia y participación de la Universidad de Antioquia.

15 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Foto: Luis A. Cifuentes Jojoa

Investigación

Foto: Luis A. Cifuentes Jojoa

Mecánica Cuántica, un nuevo paradigma

Por LUIS A. CIFUENTES JOJOA

Periodista ALMA MÁTER luiscif91@gmail.com

“ La promesa de la mecánica cuántica para este siglo es transformar la forma en que concebimos la civilización. Nosotros ya alcanzamos los límites que la teoría física clásica nos permite. Entonces, la única forma de buscar un cambio de paradigma es transformar las reglas de juego. Dejar de jugar con las leyes de la mecánica clásica y jugar con las de la mecánica cuántica”, piensa Leonardo Pachón Contreras, profesor del Instituto de Física y ganador de la primera categoría del Premio a la investigación profesoral Universidad de Antioquia. La investigación por la que fue reconocido se titula “Baños térmicos cuánticos: influencia de la no-gaussianidad estadística y la no-localidad dinámica en la evolución temporal de sistemas cuánticos abiertos”. El estudio, que duró alrededor de 4 años, se realizó en colaboración con el profesor Boris Rodríguez, de la Universidad de Antioquia, y la profesora Juliana Restrepo, de la Escuela de Ingenieros de Antioquia; además de la participación de estudiantes y físicos de varios países.

Pachón Contreras afirma que “el objetivo de la investigación era

estudiar los procesos de pérdida de coherencia cuántica en sistemas fotosintéticos, optomecánicos y cuánticos en general. Fue un esfuerzo por desarrollar modelos teóricos que permitan la descripción más precisa de estos sistemas”.

Los sistemas cuánticos, como cualquier otro sistema en el universo, están en constante interacción con su ambiente, explica Pachón Contreras. “Entonces, resulta que los átomos, las moléculas y algunos sistemas más grandes, de un billón de átomos, pueden exhibir su naturaleza cuántica. Pero como no están aislados del universo, la interacción hace que este carácter se pierda, por lo que no es posible usar esas propiedades”, concluye el profesor.

La investigación está orientada a diseñar estrategias que permitan preservar las características cuánticas de sistemas con potencial uso tecnológico. Lo primero que hicieron fue pasar de la estadística gaussiana que se usa actualmente, puesto que con estos modelos se describe el ambiente alrededor de una molécula o de un átomo de forma clásica y no se representan las propiedades puramente cuánticas. Pachón Contreras explica que “la idea es describir estos sistemas de la manera más precisa posible y por eso se introdujeron los baños no-gaussianos. Con esto, básicamente, se dice que lo que rodea al sistema cuántico también tiene este tipo de propiedades, y no

como se ha hecho en los últimos 50 años; es decir, asumir modelos clásicos para el entorno de sistemas cuánticos porque es más sencillo de calcular y de describir”.

El proyecto inició con la idea de introducir baños térmicos más realistas, lo que condujo a la investigación a tener aplicaciones en diversos campos como: la sincronización de sistemas mecánicos, el transporte de energía excitónica a niveles cuánticos en el proceso de fotosíntesis, procesos de enfriamiento en sistemas optomecánicos y sistemas de reacciones químicas.

Para una de las publicaciones, “nosotros colaboramos con el programa de la Universidad Harvard llamado Origins of life, un programa que intenta encontrar respuestas sobre el origen de la vida. Lo que nosotros hicimos fue pensar en el origen de la muerte. Buscamos los mecanismos que pudieran alargar los tiempos de vida de modelos de reacciones prebióticas, para mantenerlas durante un tiempo extendido y que eso sustentara el potencial desarrollo de reacciones de la vida”, añade Pachón Contreras.

Actualmente está colaborando con la Universidad de Oxford y la de Oregón para el desarrollo de técnicas espectroscópicas. También con el Instituto Max Planck para desarrollar estrategias de manipulación de moléculas a través de la transferencia de las propiedades

de la luz a nivel cuántico. Expone que su “objetivo es crear técnicas que permitan controlar, como nosotros necesitemos, moléculas, átomos y sistemas optomecánicos para empezar a volverlos máquinas que nos permitan avanzar en una revolución industrial”.

Pachón Contreras considera que ha sido afortunado al haber contado con la financiación de algunas de sus investigaciones; no obstante, cree que en la actualidad ya no se destinan suficientes recursos para la ciencia.

“Los científicos colombianos pensábamos que en el posconflicto se invertiría más en ciencia y tecnología, pero estábamos equivocados. Si bien nosotros hacemos física teórica, que no requiere tanto financiamiento como las áreas experimentales, los estudiantes necesitan fuentes de sustento que les permitan dedicarse a la investigación de tiempo completo”, señala. El profesor añade que la desfinanciación de la universidad pública va en detrimento de la calidad de los profesionales que se forman y, de manera directa, afecta el desarrollo científico y tecnológico del país.

“Mientras no exista, por parte del Estado, un compromiso real con la función social de la Universidad y de la investigación, no será posible que ocurran las grandes transformaciones que necesita el país”, sentencia.

16 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Profesor Leonardo Pachón Contreras

“ Estudio de la inducción de células madre de cordón umbilical pluripotentes y de perturbaciones eléctricas en la generación eficiente de neuronas dopaminérgicas resistentes al estrés oxidativo: terapia celular en la enfermedad del párkinson” es el nombre del artículo con el que los profesores

Marlene Jiménez del Río y Carlos Alberto Vélez Pardo lograron el Premio Universidad de Antioquia a la investigación profesoral, segunda categoría.

El proyecto —explica Jiménez del Río— “surge con la idea de establecer una terapia celular y de recrear los mecanismos moleculares de muerte de las neuronas”. En otras palabras, añade, se trata de “saber cómo mueren las neuronas en esta enfermedad neurodegenerativa que es el párkinson”.

Una vez reconocidos los mecanismos e identificadas las dianas terapéuticas, los investigadores, quienes son profesores de la Universidad de Antioquia desde 1997, buscan diseñar estrategias de tratamiento con diferentes compuestos, de origen natural o sintético, para prevenir la muerte neuronal en los pacientes de párkinson.

Cuatro trabajos fueron la base para que la Universidad de Antioquia les otorgara el premio: la obtención en corto tiempo, aproximadamente en 5 días, de neuronas a partir de células madre de cordón umbilical; la utilización de un inhibidor de la proteína LRRK2 —kinasa involucrada en la cascada de eventos moleculares que conducen a la muerte neuronal—; la modelación de la enfermedad en la mosca Drosophila melanogaster; y, por último, emplear perturbaciones eléctricas para la inducción de glía —células de soporte de las neuronas—.

“Con la investigación se aportó en la compresión de los mecanismos de protección del párkinson. Esto permite mostrar que se pueden diseñar alternativas terapéuticas, farmacológicas y genéticas, y de terapia celular para la enfermedad”, afirma el profesor Vélez Pardo.

Jiménez del Río añade que la expectativa es poder llegar a complementar los estudios con células de pacientes, empleando compuestos que han dado resultados promisorios en los estudios preclínicos y así poder diseñar un protocolo para un ensayo clínico.

Vélez y Jiménez pretenden continuar con su estudio mediante un proyecto de investigación clínica

En la búsqueda de la prevención de la muerte neuronal en párkinson

y básica. La parte clínica piensan focalizarla en Peque, municipio antioqueño que cuenta con la mayor cantidad de casos de párkinson de inicio temprano.

“Nuestro deseo es caracterizar clínicamente 300 casos. Además de hacer estudios genéticos que permitan encontrar los genes asociados a la heterogeneidad clínica que se presenta en estos pacientes”, señala Jiménez del Río.

El nombre del programa es “Que no te tiemble la mano apoyar a párkinson”. Por su parte, la investigación básica cuenta con tres proyectos. Uno de ellos tiene que ver con los hallazgos que reportaron en la convocatoria de la Universidad de Antioquia, y es evaluar los efectos de un inhibidor de la proteína LRRK2. Los otros dos son: la obtención, por edición genética, de mutaciones en los genes del LRRK2, Parkina y GBA; y la dilucidación de la influencia que tiene la kinasa Abelson en el mecanismo molecular de estrés oxidativo.

Vélez Pardo explica que “va a ser un programa interdisciplinario porque, entre otros aspectos, también hemos llamado a algunos bioingenieros para poder diseñar un dispositivo médico que permita hacer seguimiento a los pacientes durante el periodo de estudio”.

Reconocimientos

Gracias a sus investigaciones, Vélez y Jiménez han ganado dos veces el premio a la ciencia de la fundación Alejandro Ángel Escobar. El último reconocimiento —precisan— se debe a la equiparación del párkinson y la leucemia. “Hacemos ver que los procesos de muerte y supervivencia en neuronas y células leucémicas comparten un mismo mecanismo. Entonces, modulando o regulando estos mecanismos podemos detener o acelerar la muerte celular en una u otra enfermedad. En el párkinson, el propósito es detener el proceso de muerte neuronal y en la leucemia el propósito es acelerarla”. El interés por este tipo de enfer-

medades nace de la investigación realizada en el doctorado en neuroquímica que cursaron en el laboratorio de bioquímica de proteínas del profesor Georges Vauquelin.

“Estudiamos cómo se almacenan los neurotransmisores, qué mecanismos permiten que estén protegidos y sean transportados desde el cuerpo neuronal hasta el axón y cómo se realizan los procesos de sinapsis entre una neurona y otra”, recuerda Jiménez del Río.

Con respeto al futuro de su investigación, los profesores afirman sentirse preocupados debido a la desfinanciación por la que atraviesa la ciencia en Colombia. Advierten que es “un drama que se va a convertir en una catástrofe”, porque puede que sea difícil continuar con los estudios que llevan hasta el momento. Su preocupación radica en que sus resultados son promisorios y la falta de recursos los afectaría a ellos como investigadores, a toda la comunidad científica del país y a la respectiva aplicación de sus descubrimientos.

17 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Foto: Luis Cifuentes Jojoa Profesores investigadores Carlos Alberto Vélez y Marlene Jiménez, en el laboratorio.

Investigación

Estudiantes investigadores

Cada año la Universidad de Antioquia reconoce el desempeño académico investigativo de los estudiantes al entregarles, en el día clásico de la Institución en octubre, el reconocimiento a la investigación estudiantil en las áreas de ciencias exactas y naturales; ciencias sociales y humanas; ingeniería y tecnologías y salud. Alma Máter presenta en esta edición a los ganadores en primera y segunda categoría de las primeras tres áreas.

Por ALEJANDRO VALENCIA CARMONA

Estudiante de periodismo alejovalcar7@gmail.com

El Premio a la Investigación Estudiantil 2017, e n la primera categoría del área de ciencias exactas y naturales lo recibió Jaime Andrés Alvarado Montes, del pregrado en Física, por la investigación The effect of planetary evolution on tidalinduce migration of exomoons. “La investigación incluyó el efecto de la contracción de los planetas y la evolución de la estructura interna para incluirla en la migración de las lunas. Estas migran hacia afuera hasta que sobrepasan un límite a partir del cual el planeta ya no tiene influencia gravitacional sobre las lunas, las cuales dejan de orbitar el planeta y se convierten en planetas enanos del sistema solar”, explica. El próximo año, Alvarado, va a trabajar con una misión de la NASA encargada de detectar exoplanetas habitables. Pero también seguirá con sus estudios académicos en la Universidad de Macquarie en Australia. “No voy a hacer maestría, me voy a lanzar directamente al

doctorado porque me gusta mucho la investigación y aquí en Colombia las maestrías consisten todavía en mirar cursos, materias y lo que me interesa en el momento es investigar”, afirma.

La segunda categoría en la misma área la ganó Diana Carolina Castaño Castaño, del pregrado en Biología, por la investigación Genómica estructural y funcional para el estudio de metiltransferasas RsmG, RsmH y RsmL y su posible asociación con resistencia a aminoglucósido en pseudoaeuginosa. “El trabajo estuvo enfocado en la parte bioinformática del estudio de la resistencia a antibióticos. Lo que hicimos en el grupo de investigación fue analizar múltiples genomas, buscando tres genes particulares de interés para estudiarlos desde el punto de vista bioinformático utilizando bases de datos”, observa.

Castaño continuará con sus estudios en la Universidad de Sao Paulo y espera en un futuro poder tener un laboratorio en Colombia y así aportar al desarrollo de la

investigación. “Aunque no hay muchas oportunidades, hay que buscar la manera de generarlas y de retribuirle todo eso al país por medio del impulso a la ciencia; no me voy a conformar diciendo que es difícil, hay que buscar las herramientas para cambiar ese paradigma e impulsar la ciencia de acá”, plantea.

En el área de ciencias sociales y humanas, Sara Ortega Ramírez, del pregrado en Antropología, fue galardonada en la primera categoría por la investigación Los objetos arqueológicos y los relatos sobre el pasado. “Noté que había una falta de interés por conocer la historia más a fondo de lo que significan y lo que representan los petroglifos de Támesis como objetos históricos, a partir de los cuales podemos leer información sobre sociedades del pasado. Pero también me dí cuenta que para los pobladores actuales, esos petroglifos no representaban lo mismo ni que estaban asociados a la idea de pasado, a la idea de historia”, señala.

18 Nº
670,
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Foto: Alejandro Valencia Carmona Foto: Luis Javier Londoño Balbín Jaime Andrés Alvarado Montes Diana Carolina Castaño Castaño

Ortega afirma que hace falta más compromiso de la arqueología por comprender las sociedades actuales, pero también por divulgar el conocimiento arqueológico y que la gente se apropie de él. “Falta que se divulgue el conocimiento arqueológico; se cree que es reservado para especialistas y no creo que sea así porque el gran valor de la arqueología es que nos puede crear vínculos con la historia del territorio y así seríamos más conscientes de cuidarlo”, considera.

El daño moral, la masacre de El Salado, por Blas Felipe Peña Ortega, del pregrado en Filosofía, obtuvo el premio en la segunda categoría en esta área. “La investigación es, fundamentalmente, el análisis de un concepto: daño moral, pero anclado a un hecho específico del conflicto armado de Colombia que fue la masacre de El Salado. Lo que hice en la monografía es tratar de entender cómo hechos humanos

que se revisten de tanto dolor y crueldad pueden generar daños morales a otros individuos y a la comunidad en general”, explica. Tras haber tenido un acercamiento académico a una de las masacres más conocidas del país, ocurrida en febrero de 2000, Peña sostiene que todavía hacen falta esfuerzos por comprender lo que ha pasado en el país. “Las iniciativas ciudadanas encaminadas a entender las lógicas, causas y consecuencias del conflicto armado en Colombia son escasas, por no decir nulas. Siento que en la sociedad hay una apatía constante por tratar de entender por qué Colombia ha tenido una guerra tan prolongada, pero mucho más que eso, por qué la sociedad ha permitido que la guerra se prolongue”, reflexiona.

En el área de ingeniería y tecnologías, Lina Steffanía López Cuervo, del pregrado en Ingeniería Química,

se llevó el primer puesto por la investigación Gasificación de raquis de palma en un reactor semi-continuo a escala de laboratorio. Lo que pretende, explica, es “obtener un gas rico en hidrógeno en hidrotratamiento de aceite, a partir de un residuo, el raquis de palma, que sale de los productos del proceso de producción de aceite de palma, para aprovecharlo en la producción de biocombustibles”.

En la misma área, Yenni Mariana Ramírez Mazo, del pregrado de Ingeniería Civil, obtuvo el premio en la segunda categoría por la investigación Diseño y consolidación por electro-ósmosis para la obtención de parámetros de compresibilidad en suelos finogranulares. Se trata, explica de un “diseño de una celda en la cual podemos introducir suelo y aplicarle corriente eléctrica con el fin de disminuir su volumen a través de la expulsión de agua y con ella mejorar sus propiedades de resistencia, deformación y composición

química, con el fin de aplicarlo en el campo de la construcción.”

Aunque el director general de Colciencias, César Ocampo dijo que la reducción del presupuesto para 2018 no va a ser del 42%, sino del 11%, Ramírez sostiene que los continuos recorte presupuestales amenazan el futuro de las ciencias y las dinámicas de investigación en las universidades. “Es indiscutible que la proporción de proyectos investigativos decrecerá en forma sustancial, en la medida que los fondos de Colciencias sigan siendo recortados. Si bien la investigación debe seguirse desarrollando en respuesta al desarrollo del país, la calidad de los objetivos de investigación en los proyectos será cada vez más baja, en la medida en que responden a los presupuestos disponibles y no a los objetivos realmente necesarios en búsqueda del desarrollo científico”, asegura.

19
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Foto: Alejandro Valencia Carmona Foto: Alejandro Valencia Carmona Foto: Alejandro Valencia Carmona Foto: cortesía Sara Ortega Ramírez Blas Felipe Peña Ortega Lina Steffanía López Cuervo Yenni Mariana Ramírez Mazo

Publicaciones y literatura

20 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Problemas de la teoría del conocimiento

Una introducción a la epistemología contemporánea

Vicente Raga Rosaleny, ¿quién sería el lector ideal de su libro?

—Mi lector ideal es toda persona interesada en ahondar en el fenómeno cotidiano y científico del conocimiento. Todos creemos saber qué es conocer, pero cuando empezamos a reflexionar sobre ello parece mucho menos claro. El enfoque de este libro es filosófico, y da cuenta de las principales discusiones actuales en epistemología, pero, sin perder rigor, se dirige tanto a los que inician sus estudios en este campo como a los que cultivan otras disciplinas.

¿Qué aportes significativos espera usted que los lectores encuentren en su libro?

—En español existen pocas aportaciones panorámicas sobre los problemas del conocimiento. No es fácil encontrar discusiones actualizadas en nuestra lengua sobre la justificación de las creencias, o sobre las perspectivas internistas y externistas. De esta manera, el libro pretende cubrir un vacío bibliográfico importante y, además, desde una perspectiva escéptica de fondo, que busca suscitar más preguntas de las que responde e invita así al lector a seguir profundizando.

¿Qué podría decirse de las siguientes palabras a la luz de su libro?

Conocimiento: parece indudable que lo poseemos, pero al tratar de analizarlo se nos escapa. Lo opuesto a conocer no es ignorar, sino dogmatizar.

Educación: la conservación y el aumento de nuestros logros culturales requiere de esta práctica. Pero, ¿cómo llevarla a cabo efectivamente sin pensar acerca de lo que se transmite (los conocimientos) y sobre el modo de transmitirlo (el conocer)?

Filosofía: si el conocimiento (o al menos la aspiración a este) forma parte del bagaje irrenunciable del ser humano, reflexionar a propósito de este fenómeno (algo también propio de nuestra especie) no es otra cosa que llevar a cabo ese ejercicio de autointerpretación que llamamos filosofar.

Habitada palabra

“En mi humilde pretensión de ‘habitar las palabras’ he sido atravesada por ellas… Frente a esa profunda experiencia de intimidad, he sido ofrendada con el regalo inesperado de sus múltiples sentidos y caminos. En su dulce entrega, toda la luz, toda la comprensión abierta del mundo”.

Poemas del libro Habitada palabra, de Claudia Trujillo, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia.

2

toda palabra es inocente antes de ser antes de cometer el nombre de las cosas

pureza inicial de las palabras su reino potencial verso blanco paloma doncella fuego de las estrellas asin nacer cuando no se sabe que no se sabe cuando no se quiere cuando no se quiere saber cuando no se piensa cuando ni siquiera se piensa que no se sabe cuando aún no se habita cuando la palabra aún ímpetu frío

de piedra dormida

4

éramos tan pequeños y el corazón de las palabras tan inmenso

todo por inventarse en nuestra boca

las palabras de las piedras eran calladas y oscuras. las que nombraban el musgo eran verdes y blandas. las palabras para el lecho eran suaves y tibias. las de la lluvia inspiraban refugio al borde del hogar. las de calentar el alma eran de lumbre… y así las del amor llenas de temblores y descubrimientos, y las de la muerte llenas de sombras, y las de la tarde llenas de cielo, y las del

amanecer llenas de viento, y las palabras de los versos, llenas de sí mismas

nada por fuera del ropaje de las palabras sentido íntimo esencial único

amor primero no obstante en esa morada también evanescencia presencia nómade aliento que deserta siempre

8 las palabras se turban frente a lo sagrado no resisten el fulgor de su rostro que lastima

el ímpetu de su mirada que desnuda y despoja

tiemblan entre su aliento balbuceando cosas inocentes y lejanas tímidas se borran en el vacío de sí mismas

y en el horror que inspira lo que no se comprende ahogan su orgullo

11

palabra vacío que sueña con vida intento pálpito de lo innombrado

callada semilla en mano de luz que hurga negrura de abismo sin fondo

luego rauda entre piedras la flor de la quimera asoma

13

toda palabra breve regalo

fugitivo refugio en el camino

14 entro en las palabras como en un templo en busca de una verdad desnuda sin nombre sin labios sin palabras

16

no se detienen nunca las palabras errantes viajeras en su peregrinaje nos atan a su navío a su viento

cuando regresamos de su acaecimiento y despertamos de su cielo de sílabas ya no somos los mismos

¿Con quién es que hay que hablar pues?

Igual todos somos chichipatos. El mundo es una cadena de chichipatos detrás de cuatro o cinco duros de verdad. Era más grande el muerto, de Luis Miguel Rivas.

Profesor del Instituto de Estudios Políticos wilmarmartinezmarquez@gmail.com

El propósito inicial de este escrito era dar cuenta de las principales tesis, argumentos y enfoques del trabajo Medellín: memorias de una guerra urbana (Medellín ¡Basta Ya!) Me fue imposible. Al leerlo, no pude sino pensar en mí, en mi historia en las calles de los barrios de esta ciudad. Creo que esto mismo le pasará a muchos de los que se acerquen al trabajo. Serán asaltados por el pasado.

Crecí en el barrio El Pinal, comuna 8 de Medellín, o mejor, en Enciso parte alta, como solíamos decir a los taxistas en el centro de la ciudad para que aceptaran llevarnos hasta la casa. Decir El Pinal, a secas, era contestado automáticamente por un “ni riesgos, yo por allá no subo, eso es muy peligroso y además se calienta el motor del carro y esa carrera vale muy poquito”. Decir Enciso, en cambio, sublimaba la cosa, aunque después ya montados en el taxi, cuando pasara de largo por Enciso propiamente dicho, hubiera que explicarle al conductor que Enciso se extendía a El Pinal, a La Libertad, a Llanaditas, a Los Mangos, al 13 de Noviembre, a Cola de Ratón, al mundo entero, ad infinitum Pero uno estaba listo para eso, para negociar, así hubiera que darle mil o dos mil pesos más al señor del taxi.

Se aprende rápido a negociar en Medellín. Yo lo aprendí a los nueve años cuando, disfrutando uno de los traídos que más me gustó y que menos disfruté, fui atracado por un sardino en la cuadra de mi casa. Perdí mi bicicleta cromada. Mi papá, una vez le puse la queja llorando, hizo lo que había que hacer. Se dirigió conmigo a hablar con el jefe de las milicias que, en ese entonces, 1995, ya hacían presencia en varios barrios de la ciudad y le

dijo: “Oíste ome Johnny, ahí se le robaron la cicla al pelao. ¿Con quién es que hay que hablar pues pa´ que se la devuelvan?”. Johnny me miró y preguntó si yo conocía al que me la había quitado. Llorando todavía, le dije que qué iba a saber con ese susto tan verraco. Johnny le dijo a mi papa que iba tocar hablar con los combos. Y así fue. El robo ocurrió un domingo a las 10 a.m. y Johnny, el resto del día, lo pasó hablando con los manes de esos combos: con los de La Cañada, los del Hoyo, los de La Toma, los del Praga, los Conejos, los de Villa Liliam y con otros grupos de milicias. Al final del día, a eso de las seis de la tarde, Johnny fue a mi casa a decir que uno de los manes de la banda de La Libertad se la había robado, pero que ya había vendido la cicla y que sólo tenía cinco mil pesos para devolver. Mi papá, lógicamente, le dijo que pues cómo, que le debían responder por todo o nada. A lo que Johnny le dijo: “mire hombre, es mejor así; esos manes no quieren problema y nosotros tampoco. Y con esos cinco mil ajusta pa´ un marquito y con tiempo va armando otra cicla pal pelao”. Al final, mi papá aceptó, pero nunca más me dio otra cicla. Y yo supe entonces que los problemas, muchas veces, aunque uno pierda bastante, se arreglan negociando: así, cuando iba a visitar las novias a barrios cercanos y me salían

unos a preguntarme quién era, ahí la negociadera: ome que miráme bien, yo jugué fútbol con vos en las inferiores de tales; ome que yo soy el primo de tal que trabaja con tal; ome vengan yo los invito a chuzo y gaseosa… O cuando a alguien le gustaban los zapatos de uno: ome, que es un regalo de mi abuelita que ya se murió o que los compré con lo que me gané vendiendo bolsas en el centro en diciembre o que son chiviados… O si la cosa no funcionaba, llevátelos pues con tal de que no perdamos la amistad.

Después, como estudiante de filosofía, aprendí que en eso consistía el carácter trágico que tiene la vida. Está hecha de negociaciones y renuncias, y tiene un carácter aún más trágico en estos barrios de Medellín donde la negociación es habitual, fatal y con poco por ganar y mucho por perder. Ya como profesor, supe que a esa forma en que se organizan los barrios, la ciudad y el país, se refería María Teresa Uribe cuando afirmó que el desorden se negocia. Es decir, el orden.

Los episodios descritos los recordé plenamente debido a un aspecto recurrente en Medellín: memorias de una guerra urbana Ese según el cual la violencia en la ciudad nunca fue regentada plenamente por un actor. De ahí el nivel de victimización que alcanzó. Pero de ahí también la presencia constante de negociaciones, intermediaciones y delegaciones entre los distintos actores. Sabemos por Hobbes, Hegel, Marx y Poulantzas que la existencia del orden político depende del uso de la coerción y la intermediación. Aquí ha habido mucho de ambas, por lo que un cierto orden ha existido. La diferencia con otros, es que en la construcción de este han participado desde oficinas presidenciales, hasta alcaldes y duros, empresarios y gente de bien, incluso Johnny el miliciano y los pelaos del combo de Cola de Ratón. Y claro, mi papá y yo.

21 Nº 670, UNIVERSIDAD DE
2017
ANTIOQUIA Medellín, noviembre de

Cultura

(…)

Llegó el hombre a la luna, aparecieron los computadores, esa verdadera maravilla tecnológica, tanto que este planeta es otro desde entonces, apareció después otro avance científico que no sé si calificar como uno de los más grandes que ha vivido la humanidad en toda su historia, el Internet, la red como se le llama genéricamente, y al fin los hombres pudieron estar cerca, muy cerca, los unos de los otros, informarse, tener a la mano, casi todo el conocimiento del mundo. Y para completar tan extraordinario invento, también surgió, quién lo creyera, un nuevo dios en el firmamento, el dios Google, el que todo lo sabe, el omnisciente, el omnipotente, el que está en todas partes, el que no duerme nunca. Y como uno de sus hijos en esta mitología de nuevo cuño, apareció Wikipedia, nada menos, la que acabó con mis amadas enciclopedias, la que se reinventa a cada segundo, la que es la mejor expresión que puede haber de una economía colaborativa. Y después, ya en una verdadera y gigantesca explosión, como un nuevo Big Bang, se inventan miles de aplicaciones, maravillosas, sorprendentes hasta no creer, y se crean millones de sitios, y entre todos ellos uno que a mí me divierte mucho, y perdón por la broma, se trata del Rincón del Vago.

Y qué pienso ahora, al final de mi vida: de la economía de mercado o capitalismo con el que he vivido todos estos años. Que sus resul-

tados han sido de una inmensa variedad, que hoy tenemos países ricos y sociedades prósperas, que ha habido un crecimiento mundial de la clase media, pero que hay, igualmente, una dura presencia de la pobreza en muchas naciones y, entre todas ellas, entre ricos y pobres, a nivel mundial, una gran desigualdad en la riqueza. Que el capitalismo no ha encontrado el camino para reducir esa brecha; que tampoco, buscando una solución, ha logrado crear impuestos mundiales; que a pesar de ingentes esfuerzos no ha sido posible acabar con los paraísos fiscales, y para muestra un botón, aquí, muy cerca, con los Panamá Papers, esa colosal vergüenza internacional, y que ahí siguen, pues, esos paraísos y no se sabe hasta cuándo.

Y que hoy ese capitalismo en el que estudié y viví, está experimentando una verdadera revolución: la economía de la información, del Internet, de las redes, nos ha llevado a algo que podríamos llamar ya como el postcapitalismo: la Revolución Industrial 4.0, el internet de la cosas, la robotización, los vehículos sin chofer, las monedas virtuales —el bitcoin—, y si a todo eso le agregamos que el internet nos llevó a la aparición de las redes sociales, medio en el cual cada uno escribe lo que le parece, la mayoría de las veces amparado en el anonimato, donde se dan opiniones o escritos con frecuencia de alcantarilla, y que, tristemente, tal vez este fenómeno, para bien o para mal, ya no podrá cambiarse.

Del homo sapiens al homo celularis

La Universidad de Antioquia le confirió al economista Jorge Valencia Jaramillo la Distinción José Felix de Restrepo al Egresado Sobresaliente. ALMA MÁTER reproduce un fragmento de su intervención, el 9 de octubre de 2017, en Medellín, en la celebración del día clásico de la institución, y en la que hace un recuento de lo que ha acontecido en el mundo en su larga y fructífera vida.

Y que él modificó, definitivamente, la manera de informarse. Cientos, miles de periódicos y revistas han muerto, lo que antes llamábamos una opinión seria e informada ya prácticamente no existe. Que vivimos ahora, en consecuencia, la sociedad de la postverdad, es decir, de la mentira, de las noticias falsas fake news—. Que el Nuevo Mundo es hoy el de WhatsApp, Facebook, y el del Twitter de Santos, Uribe y Trump, todos ellos literalmente pegados al teléfono disparando trinos, como que sin el Twitter no hubiese salvación.

Esta irrupción digital está, a mi modo de ver, destruyendo el capitalismo clásico, el capitalismo que hasta ahora habíamos conocido. Las grandes cadenas comerciales, sustentadas en el ladrillo y el cemento, están siendo sacudidas por un terremoto, las tiendas se cierran porque los compradores encuentran, en el gigante de internet Amazon, mejores precios que en cualquier otra parte. Las largas colas que se hacían para comprar los teléfonos inteligentes, desaparecieron. Y de todo esto que aquí describo, surge un extraordinario fenómeno, una nueva clasificación para los hombres: ahora ya no somos, hay que aceptarlo, con la mayor humildad, el homo sapiens, ahora somos, y quizás para siempre, el homo celularis. Toda nuestra vida, todo nuestro existir está ya indisolublemente unido, amarrado, fundido al celular. Un matrimonio que, ese sí, durará hasta la muerte. (…)

Pero aún hay más, el joven que ingresa hoy a la universidad deberá saber, de antemano, que su información, sus datos, los de su novia, los de su familia, los de la ciudad en la que vive, los de todo el planeta, están ya en la nube, en el cloud computing, y que hoy, ya es verdad, lo que predijo George Orwell, en 1984: que el Gran Hermano lo estaría vigilando, y que, en verdad, su intimidad, su privacidad, desapareció irremediablemente. Que ahora vive en un mundo completamente distinto al de sus padres. Pero que, no obstante tan dramática realidad, todavía puede, todavía debe soñar, que es, pues, una obligación, que él sí será capaz, ya que nosotros lo intentamos y no lo fuimos, de cambiar este mundo.

Bien, después de estas reflexiones, cómo debería terminar mis palabras. Que estuve, estoy y estaré inmensamente agradecido con mi universidad; que me hace un inmenso honor con la distinción que me ha otorgado; que el mundo del conocimiento era infinito cuando a ella ingresé y que hoy es, sorprendentemente, más infinito, y que cada día será más y más infinito, si es que cabe decirlo de esa manera, pues el mundo del conocimiento no tiene, nunca tendrá fin. Y que en ningún otro lugar de este planeta es posible acercarse a esa extraordinaria realidad si no es en una universidad, por ejemplo, en esta bella e inolvidable Universidad de Antioquia.

Muchas gracias Jorge Valencia Jaramillo

22
Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017 Foto: Luis Javier Londoño Balbín

La U. de Antioquia exaltó a los cultores y artistas del país

La Alma Máter de Antioquia hizo entrega, el 27 de octubre de 2017 en Medellín, de los respectivos reconocimientos a los ganadores de la edición 49 de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, que este año convocó a los cultores y artistas al 17° Premio Nacional Universidad de Antioquia a las Artes y las Letras, al 11° Premio Nacional de Artes, modalidad danza, al 13° Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad cortometraje, y al 35° Premio Nacional de Literatura, modalidad ensayo literario (declarado desierto).

Músico integral y gran maestro

El compositor, pianista y pedagogo caleño Luis Carlos Figueroa Sierra fue galardonado con el 17º Premio Nacional Universidad de Antioquia a las Artes y las Letras. En sus 94 años de vida, es considerado uno de los compositores más relevantes de la historia de la música en Colombia en la segunda mitad del siglo XX, con más de 100 composiciones, en las que fusiona las técnicas de composición de las escuelas europeas con prácticas musicales tradicionales y autóctonas de Colombia. Incluyen sus obras música para piano, de cámara, para coros y orquesta, para voz y piano.

Profesores de música de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia y estudiosos de la obra del maestro Figueroa Sierra coinciden en destacar su bonhomía y don de gentes y lo describen como paradigma de músico integral y gran maestro, porque “en él se condensan el compositor, el intérprete, el pedagogo, el director”, al decir del profesor Alejandro Tobón. Subrayan que es uno de los intérpretes más significativos del país en el siglo pasado y el presente, que como pedagogo ha hecho escuela y trazado una línea para la construcción de una dinámica musical para el Suroccidente colombiano y como compositor ha logrado desarrollar una apuesta por un piano técnico, artístico y estético.

“Su creación musical se puede considerar reflejo y fruto del importante mestizaje que ha sido fundamental en la constitución de Colombia a lo largo de su historia. Las músicas tradicionales de la región andina colombiana, el componente indígena y el elemento afrocolombiano se pueden escuchar en la música del maestro Luis Carlos Figueroa”, afirma el jurado.

Dirigió el Conservatorio Antonio María Valencia, la Coral Palestrina y la Orquesta de Cuerdas de Cali.

Danza

Entre tres finalistas, el jurado del 11° Premio Nacional de Artes, modalidad danza, se decantó por la obra “La ciudad de los otros”, de Rafael Mario Palacios Callejas (Copacabana, Antioquia).

“El jurado considera que el valor de la obra ganadora recae en la fuerza de los bailarines que con un bagaje técnico común logran comunicar y establecer un diálogo con el espec-

tador. Si bien los recursos escenográficos y la intervención de los músicos de manera sencilla complementan el discurso que se quiere proponer; lo que resulta más significativo es su capacidad de trascender la denuncia y reivindicar el valor de una danza afrocolombiana.”

Asimismo, “valora la capacidad de expresar con claridad y contundencia un discurso complejo, traspasando los estereotipos y alzando la voz sin representaciones para ser autónomamente lo que son. Es una obra sólida que construye un discurso del ser afro en Colombia y logra poner en escena la subjetividad de una comunidad que resiste y denuncia un racismo soterrado.”

Cortometraje

La obra “Killing Klaus Kinski”, de José David Corredor Becerra (Bogotá) fue la ganadora, entre cinco finalistas, del 13° Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad cortometraje

Para el jurado, “un premio al cortometraje es un premio a las búsquedas estéticas y narrativas, a la reflexión audiovisual sobre las posibilidades del lenguaje del cine y a la posibilidad lúdica de las imágenes y sonidos”.

Añade que el cortometraje ganador “le rinde homenaje a la historia del cine, que narra de manera sorprendente el encuentro de dos creadores, el enfrentamiento de dos mundos y la fuerza de resistencia indígena en América Latina. Que lo hace con creatividad, humor y un excelente manejo de los recursos y la estética audiovisual. Y reconoce en él una pieza de ficción inesperada y muy bien lograda, con una puesta en escena elaborada y un alto riesgo narrativo, además, con alta complejidad en la producción.”

23 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017
Foto: Teatro Pablo Tobón Uribe Foto: Luis Javier Londoño Balbín Fotograma del cortometraje Killing Klaus Kinski La ciudad de los otros Maestro Luis Carlos Figueroa Sierra

Cultura

24 Nº 670, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2017

Democracia, eje esencial de la universidad

El poeta Elkin Restrepo, director de la Revista Universidad de Antioquia, fue galardonado con la distinción Orden al Mérito Francisco Antonio Zea. Estas fueron sus palabras al recibir el reconocimiento, el 9 de octubre, en el Teatro Universitario.

Señoras y señores:

Ingresé a la Facultad de Derecho de la Universidad a principios de febrero de 1963; el primer día, feliz y despistado, estaba ante sus puertas hora y media antes de que las abrieran. La noche anterior había dormido mal, pues por primera vez alguien de la familia ingresaba a la Universidad y, a la ilusión mía, se agregaba la de padres y hermanos. Pero pronto, en nuestra querida Escuela de Derecho, descubrí dos cosas: que el Derecho no era lo mío, y que en compensación a mi desacierto, había encontrado lo que quizás buscaba sin saberlo: una inquietud intelectual muy grande, una amplitud de opiniones muy diversa y, sobre todo, como eco también de lo que acontecía entonces en el mundo, una rebeldía y un ejercicio de la libertad que pugnaba contra un estado de cosas nada justo y equitativo. En el fondo, contra un modo de entender la vida que, no sólo no era el nuestro, sino que era necesario poner en cuestión.

Debo confesar que, dominado por la controversia, aquel no era un ambiente fácil, pero sí el más conveniente para forjar un carácter, además porque también allí, en aquellas augustas aulas, encontramos personas ejemplares: a un profesor excepcional, tan joven como sus discípulos, el doctor Carlos Gaviria, quien pronto se convirtió por sus dotes intelec -

tuales y humanas en nuestro tutor, y junto a él, no sólo eminentes juristas y verdaderos maestros como el doctor Lucrecio Jaramillo, quien también fue rector de esta Universidad en tiempos convulsos —pero cuáles tiempos no lo son—, el doctor Jaime Sanín Greifestein, el doctor Horacio Montoya, sacrificado en el holocausto de la Corte Suprema y el doctor Carlos Betancur Jaramillo, superviviente de la misma cuando era Presidente del Consejo de Estado. Ellos hablaban y daban ejemplo no sólo de amor al conocimiento, del respeto a la ley, sino que hacían de la tolerancia y la libertad un mandamiento escrito en piedra. Y, por supuesto, de afirmar la democracia y sus principios, nuestro mayor bien, eje esencial —como lo sabemos— de la universidad pública y una universidad como la nuestra.

Allí, pues, se nos preparaba, así no se dijera, para enfrentar esa lucha a la que, tarde que temprano, como individuos y partícipes de una cultura, estamos abocados, sin permitirnos desfallecer: la lucha entre civilización y barbarie porque siempre, como en el poema de Cavafis, los bárbaros están a las puertas de la ciudad y amenazan lo logrado como historia y orden civil. Y esto bien lo sabemos nosotros los colombianos, ciudadanos de un país entrañable pero violento y a la espera siempre de una suerte mejor.

Fue la barbarie, quiero recordarlo hoy acá, la que sacrificó a dos de mis compañeros de aula de la manera más atroz y dolorosa: a Luis Fernando Vélez Vélez, quien presidía la organización de Derechos humanos cuando fue asesinado, un ser humano único por su inteligencia y cercanía humana, y a Alejandro Vélez, hijo del maestro Eladio Vélez, quien en lugar de un puesto de Magistrado en el Tribunal de Antioquia, prefirió ser nombrado juez en el municipio de Argelia, a donde un día llegó la guerrilla de la Farc y delante del pueblo, sin mayor fórmula de juicio, lo fusiló. “La muerte de un justo” tituló la revista Semana el crimen del juez que, como también se informaba allí, entregaba su sueldo a la gente más pobre del lugar.

Llegué a la dirección de la Revista en el año 98, después de haber sido profesor de Literatura durante 23 años y gracias a la deferencia del doctor Jaime Restrepo Cuartas, rector en aquel entonces, a quien no conocía y, ahora, me honro con su amistad.

Con otros autores, en años anteriores, algunos de ellos alumnos y amigos que se iniciaban como narradores, poetas, cineastas, críticos, editores y, especialmente, en compañía de José Manuel Arango, el grande poeta y amigo, quien en este octubre cumpliría 80 años, fundamos las revistas Acuarimántima, Poesía y Deshora y, ya aparte,

con Claudia Ivonne Giraldo y Lucía Donadío, Odradek , el cuento. De suerte que llegaba a dirigir la Revista de la Universidad con una cierta experiencia editorial y unos muy serios fundamentos recibidos como hijo de la Universidad y, claro, la obligación de enriquecer aún más la tradición de la publicación, bandera de la institución, cuyo origen se remonta al año de 1935 cuando la fundó el doctor Alfonso Mora Naranjo. Hoy, por todo lo que ella significa, no es raro ni gratuito que sea considerada la revista cultural más importante del país. No sobra añadir también acá que, beneficiario de tantas cosas buenas, he podido adelantar una obra literaria en poesía y cuento que me ha dado más de una satisfacción y de la cual me siento orgulloso.

Que hoy la Universidad me haga reconocimiento por unas tareas que siempre he tomado como las necesarias a cumplir dadas mis responsabilidades, no deja de sorprenderme y llenarme de gratitud. Gratitud, me parece, es una hermosa palabra para decirle hoy a la Universidad, siempre grande y generosa, y a quienes me han acompañado en la vida, mi gente amada: Estela, Juan Sebastián, Carolina, Hannah, a mis hermanos, a mis queridos amigos y, de manera muy especial, a mi equipo de la Revista, de ahora y de antes, a todos ellos y a ustedes también gracias por su presencia.

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.