Directora titular: Cecilia Espinosa A.
IV Concierto de Temporada 2023
Vuelve Prats
Directora: Cecilia Espinosa Arango Solista: Jorge Luis Prats (piano – Cuba)
PROGRAMA
Hyperión: El nacimiento de Helios Deyvid Giraldo (n. 1978)
Concierto para Piano No. 3 en do mayor, Op. 26
Sergei Prokofiev (1891-1953)
I. Andante – Allegro
II. Andantino
III. Allegro ma non troppo I N T E R M E D I O
Sinfonía No. 4 en mi menor, Op. 98
Johannes Brahms (1833-1897)
I. Allegro non troppo
II. Andante moderato
III. Allegro giocoso
IV. Allegro energico e passionato
Hyperión: El nacimiento de Helios
Deyvid Giraldo (n. 1978)Deyvid Giraldo es compositor licenciado en Música de la Universidad de Caldas, motivado desde siempre a la composición y a la transcripción de obras musicales para otros formatos. Su formación ha estado influenciada por los maestros Héctor Fabio Torres y Jaime Jaramillo. Intérprete de contrabajo en la Orquesta Sinfónica de Caldas, ha pertenecido también a agrupaciones de cámara como el Conjunto Instrumental Acentos y la Orquesta Típica ‘Contrastes’ de la Universidad de Caldas, interpretando diferentes géneros que han influenciado su incursión como compositor.
Hyperión: El nacimiento de Helios es una obra orquestal inspirada en el Titán Hyperión y el nacimiento de su hijo, el dios Helios, el sol. En la obra, el autor no ha tratado de describir imágenes o fragmentos específicos de la mitología, sino más bien sensaciones, emociones: aquellas que podría haber tenido ese Titán Solar.
Los Titanes eran seres muy pasionales, de acuerdo con las descripciones que ofrece la mitología griega. Eran dioses más antiguos que los dioses Olímpicos, y fueron padres de los dioses más venerados en la Antigua Grecia. Los Titanes eran enormes, toscos, poco inteligentes y excesivamente poderosos, mucho más que los dioses Olímpicos. El compositor ha concebido que, al ellos no tener mucho raciocinio, se dejarían guiar más por los sentidos y las emociones, es este aspecto de Hyperión el que ha quedado retratado en la obra.
Deyvid Giraldo.Concierto para Piano No. 3 en do mayor, Op. 26
Sergei Prokofiev (1891-1953)El Tercero es quizás el más popular de los cinco conciertos para piano de Prokofiev Fue terminado en 1921 durante una estancia en Bretaña, pero el tema del Andante estaba anotado desde 1913, y las dos primeras variaciones desde 1916. Además, los temas del final habían sido previstos en 1918 para un cuarteto que no llegó a escribirse.
El primer movimiento, Allegro, comienza con una introducción en la que una dulce melodía de estilo popular ruso es cantada por el clarinete y seguidamente por las flautas y los violines. Inmediatamente después, la cuerda se lanza a la ejecución de rápidas semicorcheas que conducen a la abrupta entrada del solista. La parte central del movimiento vuelve a traer el tema de la introducción, con armonías más densas, tras lo cual el piano desarrolla este tema, en un largo pasaje que precede la reexposición, la cual evoluciona de una forma sensiblemente diferente. Finalmente, la coda repite en el piano el pasaje que introducía la reexposición.
El Andantino está constituido por un tema y cinco variaciones. El sujeto de este movimiento es ligero y enigmático, y aparece en el registro agudo de la flauta y del clarinete. En la primera variación, el tema lo toca el solista, con armonías propias del jazz y de la música norteamericana. En la segunda variación, el tema es estridente, y aparece en las trompetas; y la escritura pianística de ciertos pasajes precipitados está llena de armonías muy “crudas”. La tercera variación interrumpe el movimiento con acentos a contratiempo en el piano, mientras el tema aparece en la orquesta. En la cuarta variación, el piano ejecuta un fino dibujo ornamental descendiendo cromáticamente entre dos exposiciones del tema. Finalmente, en la quinta variación la intensidad aumenta, a partir del momento en el que el tema es ejecutado por los violines, mientras el piano lo dobla con vigorosos acentos. La conclusión del ciclo está escrita con finura. En ella se repite el tema en los instrumentos de madera, acompañados de ligeros y continuos acordes del piano.
Por último, el Allegro ma non troppo está estructurado globalmente en la forma ABA, con subdivisiones internas. El tema, sordamente expuesto por
el fagot y la cuerda, tiene una energía zafia y popular. En la parte A predomina el elemento rítmico, combinado con una escritura pianística repartida entre los acordes y breves pero fulgurantes pasajes virtuosísticos. La parte B aporta un contraste lírico. Tiene dos temas, uno pastoral, en la orquesta, y otro desgarrador y repetitivo, en el piano. El primero dará lugar más tarde a una ampliación que antecede a la recapitulación de A, cuyo dinamismo irá creciendo hasta el final
Yimi Giraldo, 2006Sinfonía No. 4 en mi menor, Op. 98
Johannes Brahms (1833-1897)
La Sinfonía no. 4, en Mi menor, Op. 98 es una de las obras maestras de Johannes Brahms. Esta última sinfonía, compuesta en Mürzzuschlag, Austria Hungría, en los veranos de 1884 y 1885, constituye la cima de la técnica de escritura orquestal de Brahms, y ciertamente representa una de las obras sinfónicas más importantes del repertorio universal. Fue estrenada por la orquesta de la dirigida por el compositor, el 25 de o
Brahms comenzó a trabajar en esta obra un año después del estreno de su Tercera Sinfonía. Antes del estreno oficial, realizó una presentación privada para sus allegados más cercanos, en la que tocó una versión para piano a cuatro manos. La primera reacción de ese pequeño público estaban grandes personalidades como el crítico Eduard Hanslick, el escritor Max Kalbeck, y otros como Hans Richter y Theodor Billroth , fue un incómodo silencio. Varios manifestaron sus dudas respecto a la viabilidad de la sinfonía, en términos de su “accesibilidad”. Esto se debe a que el contenido musical, conceptual y expresivo supone un gran reto para su audición. A pesar de la reacción inicial, el estreno en Meiningen fue un rotundo éxito, y la obra recibió una calurosa acogida por parte del público general y de la crítica. E es una música para escuchar con todos los sentidos. La multiplicidad de capas de ideas musicales demanda un cierto grado de profundidad intelectual y emocional.
La Cuarta es el equivalente sinfónico romántico de una gran tragedia griega. Esta música, profunda y oscura, logra un balance perfecto entre la complejidad intelectual y la implacabilidad emotiva, y no se presenta como un fruto de consuelo superficial. M ás bien, tiene el poder de realizar una profunda catarsis del espíritu. No es una obra que vaya de la sombra a la luz, como suele ocurrir en las sinfonías escritas en tonalidad menor. Es más bien una sobrecogedora canción fúnebre cargada de melancolía desde los primeros compases, aun cuando presente algunos momentos de brillo y de humor.
La enorme fuerza expresiva de esta sinfonía no se basa en pomposidades retóricas, sino en el desarrollo implacable de detalles musicales aparentemente abstractos. Desde esta perspectiva, aun cuando la música parezca dar sepultura a la fin du siècle XIX , también deja un terreno fértil desde el cual germinarán las nuevas corrientes creativas del siglo XX. La idea de que cada elemento surge a partir de transformaciones de los motivos musicales será empleada exhaustivamente por músicos como Arnold Schönberg.
La obra está estructurada en cuatro movimientos. El primero, Allegro non troppo, representa un inicio de épicas proporciones para esta “tragedia sinfónica” en forma de sonata clásica. El inicio, de carácter sereno y melancólico, al tiempo que sutilmente fatídico, presenta el tema principal en una melodía lírica y melancólica, asignada a los violines. La estructura de encadenamiento por terceras en esta melodía es el concepto musical unificador de toda la sinfonía. Aquí, el paradigma del desarrollo continuo de las ideas musicales se hace totalmente explícito, en una técnica que Schönberg denominará “variación en desarrollo” y que será explotada en el siglo XX.
El segundo movimiento, Andante moderato, supone una respuesta más humana frente a la grandiosidad del primero. El tema, en un exótico modo hipofrigio asignado a los cornos, se construye como una conmovedora romanza que invita a la reflexiva introspección. Junto a este tema de sonido arcaico, Brahms moldea un interludio de carácter más cálido, basado en el aria Gottes Engel weichen nie (“Los ángeles de Dios no se doblegan”) de J. S. Bach.
El tercer movimiento, Allegro giocoso, plantea un peculiar contraste de carácter al interior de la sinfonía. Es el único scherzo en las cuatro sinfonías de Brahms, aun cuando no esté en el tradicional ritmo de 3/4. Brahms provee al oyente de un breve descanso, con carácter festivo, alegre y juguetón, frente la seriedad de los dos movimientos anteriores, y lo hace
desde el mismo tema principal, cargado de dinamismo, energía y de vivacidad:
El mismo colorido orquestal (que incluye triángulo y flautín, instrumentos poco usuales en Brahms) contrasta en brillo y ligereza con el prevalente tono oscuro del resto de la sinfonía.
Luego de un júbilo tan exuberante, Brahms opta por un final oscuro. Escribe uno de los movimientos sinfónicos más dramáticos e impactantes de la historia musical, en el que explota hasta el extremo todo su virtuosismo compositivo. El Allegro energico e passionato consiste en una passacaglia sinfónica, la misma forma que usó Brahms en el final de sus Variaciones sobre un tema de Joseph Haydn, Op. 56a. A partir de una melodía de bajo que se repite constantemente, se construyen una serie de 32 variaciones en las que todo el material de la sinfonía se transforma constantemente. El tema básico de la passacaglia está tomado de otra obra de Bach, Nach dir, Herr, verlanget mich (“Anhelo estar cerca de Ti, Señor”), y es presentado por Brahms en un sobrecogedor coral de vientos:
Aun cuando este movimiento manifiesta una enorme complejidad intelectual, todos los recursos técnicos están al servicio de la expresión. Brahms no nos da un final feliz, sino algo mucho más profundo. El propósito de este gran final no es precisamente “restaurar la esperanza” sino realizar la catarsis, la purificación del espíritu que está cargado de dolor. Ese ha sido, desde siempre, el propósito de la tragedia en el arte. Y es en ese poder purificador en donde radica el amor que la Cuarta Sinfonía de Brahms ha provocado en el corazón de sus oyentes durante más de 130 años.
Daniel Cuéllar-Trujillo, 2019Jorge Luis Prats (piano – Cuba)
Jorge Luís Prats nació en Camaguey, en Cuba, en 1956, de padres de origen español. En La Habana estudió con César Pérez Sentenar, Bárbara Díaz
Alea, Margot Rojas y Alfredo Díez en la Escuela Nacional de las Artes. Al graduarse, fue galardonado con una beca para estudiar en el prestigioso
Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, donde perfeccionó su técnica con Rudolf Kerer. Continuó sus estudios en el Conservatorio de París y después en la Hochschüle für Müsik und Kunstler de Viena, con la maestra francobrasileña Magda Tagliaferro y el gran pianista Paul Badura-Skoda. A los 21 años, Jorge Luís ganó el primer premio del prestigioso concurso Marguerite Long-Jacques Thibaud en Paris, así como el premio especial a la mejor interpretación de las obras de Ravel y Jolivet.
A lo largo de más de veinte años, desempeñó, desde 1995 hasta 2002, el cargo de director artístico de la Orquesta Nacional de Cuba. Su debut en 2008 en el prestigioso “Meister Pianisten”, en el Concertgebouw de Ámsterdam, recibió tantas ovaciones que Prats volvió a tocar en el mismo ciclo a lo largo de los tres años siguientes, circunstancia que había ocurrido antes sólo con pianistas de la talla de Brendel y Sokolov. En mayo de 2010 sustituyó a Nelson Freire en un recital en la Salle Pleyel de París, con un éxito extraordinario de público, que replicó en el mismo año participando al festival “Piano aux Jacobins” de Toulouse. Desde entonces, es muy apreciado en Francia, donde vuelve a tocar cada temporada en los más importantes festivales de piano.
Ha dado giras por Europa, Am érica Latina y Asia, y ha colaborado con orquestas importantes cómo la Filarmónica de Londres, la Orquesta de la BBC, la Sinfónica de Dallas y la Simón Bolívar de Venezuela. Además es profesor invitado en respetadas instituciones musicales y universitarias, como el Conservatorio de Córdoba, el Conservatorio Real de Toronto y la Universidad Nacional de Colombia. En las últimas temporadas, Jorge Luís Prats ha tocado con la Orchestre de Paris, con la Orquesta del Teatro Marinskij y con la Orquesta de la Radio de Frankfurt, bajo de la dirección de maestros cómo Pavo Järvi y Valery Gergiev.
Su repertorio incluye autores clásicos cómo Bach, Chopin, Beethoven, Grieg, Rachmaninov y Scriabin, muchas obras de compositores españoles y americanos (sobre todo Albéniz, Granados y Villa-Lobos) pero también autores conocidos y menos conocidos de la tradición musical cubana, cómo Ignacio Cervantes, Ernesto Lecuona, Manuel Saumell y Carlos Fariña. Ese es el repertorio que Prats quiere difundir a través de sus conciertos y sus grabaciones. El pianista cubano ya tocó en el ciclo Grandes interpretes de la Fundación Scherzo en abril de 2013.
La discografía del pianista cubano incluye la primera grabación absoluta de los 24 Preludios de Scriabin, los Conciertos de Beethoven, Grieg, Rachmaninov, Shostakovich y Chopin, así cómo obras de compositores cubanos.
En 2012 firmó un contrato en exclusiva con Decca y su primer disco publicado con este sello es un “Live”, con las “Goyescas” de Granados grabadas en 2011 durante un recital en el Auditorio de Zaragoza, sala de concierto muy apreciada por su extraordinaria acústica. Un CD valorado sobre todo por la técnica, el sentido del ritmo y la libertad poética de improvisación del pianista cubano.
Cecilia Espinosa Arango (directora titular, Orquesta Sinfónica EAFIT)
Directora colombiana con estudios en el Longy School of Music (EE.UU.), y estudios de posgrado en King’s College de la Universidad de Londres. Recibió clases de Dirección con los maestros Alan Hazeldine y Colin Meters. Realizó su Maestría en Dirección Orquestal en la Hartt School de la Universidad Hartford, Connecticut (EE.UU.) bajo la tutela del maestro Harold Faberman. Obtuvo becas de estudio por parte del Consejo Británico, la Beca Internacional de Paz del Estado de Iowa, el Instituto de Cooperación Iberoamericana y la Beca de la Fundación Mazda para el Arte y la Ciencia, mediante las cuales realizó estudios de profundización en el campo de la Dirección. Hizo cursos de Música Iberoamericana en Austin (EE.UU.) y Polifonía en Santiago de Compostela (España), donde fue acreedora al premio ‘Andrés Segovia y José Ruiz’.
Creó la Carrera de Música de la Universidad EAFIT de Medellín, donde se desempeñó como jefe del Departamento de Música y desarrolló una intensa actividad pedagógica en el campo de la Dirección Orquestal y Coral. Es la Directora Titular de la Orquesta Sinfónica EAFIT desde su fundación en el año 2000. Fundadora y directora de importantes coros de Medellín: Coro Tonos Humanos, Coro de Cámara Arcadia y Coro de Cámara Cecilia Espinosa. Con ellos ha repre-
sentado a Colombia en el exterior, obteniendo medallas de oro, plata y bronce para el país en concursos de relevancia internacional. Participa de múltiples proyectos que involucran música nueva primordialmente.
Fue galardonada con la ‘Orden Pedro Justo Berrío’ y ‘Antioqueña de Oro’ que otorga la Gobernación de Antioquia, por su aporte a la educación y la Cultura del Departamento. Por su parte la Orquesta Filarmónica de Bogotá la condecoró con la ‘Medalla Filarmónica’ por su obra en pro de la música, como directora orquestal. En 2014 ganó el premio ‘Vida y Obra’ del Municipio de Medellín por su entrega constante a la música y la cultura. Además, ha recibido premios como mejor directora coral en los Concursos Corales Béla Bartók de Hungría y Guido d’Arezzo de Italia.
Ha dirigido numerosos conciertos con la Orquesta Filarmónica de Medellín, Orquesta de Cámara de Caldas, Orquesta Sinfónica de Barranquilla, Orquesta del Estado de Sucre (Venezuela), Hartt Symphony Orchestra, Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, Orquesta Sinfónica del Valle, Orquesta Latina Filarmonía (Italia), Orquesta Filarmónica de Bogotá, Orquesta Filarmónica de Cali, Sinfónica Nacional de Cuba, Sinfónicas de Antalya y Adana (Turquía) y Orquesta Sinfónica del Festival de Pelotas (Brasil).
Integrantes
Directora titular: Cecilia Espinosa Arango
Violines I
Ana Cristina Rodas (concertino)
Pablo Vélez
Daniela Trujillo
Mariana Trujillo
María Luisa Hernández
Daniel Valencia
Yhoan Daniel Saldarriaga
Harrison Cano
Juan Andrés Rodríguez *
Violines II
Diana María León
Joanna Orozco
Angélica Londoño
Marcela Ibarra
Moisés Mendoza
Emanuel Marín
Daniela González
María Alejandra Amaya *
Violas
José Luis Camisón
Daniel Osorio
Gustavo Tapias
Juan Pablo Andraus
Juliana Ruiz
Violonchelos
Camilo Uribe
Daniel Arango
Carlos Montoya
Francy Madrid
Carlos Zapata
Contrabajos
Augusto Salazar
Wilder Herrera
Juan Camilo Hernández
Santiago Arroyave *
Santiago Molina *
* Invitados de la Orquesta de Estudiantes de EAFIT
Flautas
Jorge Elorza
Jonathan Gómez
Sara Arango *
Oboes
Willington Ospina
Henry Sepúlveda
Clarinetes
Jhon Jairo Vallejo
Jaime Uribe
Jacobo Mayo *
Fagotes
Ana María García
Elías Orrego
Cornos
Stiven Gaviria
Ramiro Restrepo
Marlon Restrepo
Sebastián Virgüez
Trompetas
Carlos Carmona
Alejandra Ruiz
Trombones
Juan Esteban Piedrahita
Jonathan Fernández
Jilmer Sosa
Tuba
Luis Montoya
Percusión
Daniel Castañeda
Carlos Areiza
Simón Díez
Piano
Santiago Silva *