ABRAHAM INTROSPECTIVA DE COTA PAREDES
JOEL OLIVARES RUIZ
DESIGN PAPER 018
Directorio ANAEV
Academia Nacional de Arquitectura
Capítulo Estado de Veracruz
Rafael Pardo Ramos
Presidente
Joel Olivares Ruiz
Secretario
Carlos Caballero Lazzeri
Alfonso Ramírez Pulido
Enrique Sánchez Pugliesse Consejo Académico
Jorge Flores Martínez Cronista
La Arquitectura Introspectiva de Abraham Cota Paredes
Autor Joel Olivares Ruiz Noviembre, 2024
Coordinación Editorial Alejandra Palmeros Montúfar
Diseño y diagramación María Elisa Gayosso Rodríguez
Universidad Gestalt de Diseño Av. 1 de mayo 113. Col. Obrero Campesina Xalapa, Veracruz; México C.P. 91020
www.gestalt.edu.mx
ACADEMIA NACIONAL DE ARQUITECTURA
CAPÍTULO ESTADO DE VERACRUZ
LA ARQUITECTURA
ABRAHAM INTROSPECTIVA DE COTA PAREDES
JOEL OLIVARES RUIZ
DESIGN PAPER 018
La idea de la Arquitectura, significa crear pequeños mundos públicos o privados, lugares que se pueden relacionar con lo existente, o pueden aislarse y pertenecer a un universo privado. Deben contener las aspiraciones de los clientes y las búsquedas del arquitecto. La constante relación que debe existir entre las dos partes es indispensable para que la obra llegue a buenos términos, y sean espacios que se disfruten, no solo que se aprecien.
A. Cota Paredes.
La Arquitectura Introspectiva es un término de énfasis para enlazar la llamada Arquitectura Emocional con el Minimalismo, diferenciando el contenido del contenedor o Forma. Haremos un análisis fenomenológico que consiste en determinar los antecedentes y el desarrollo histórico, dado que se trata de un fenómeno cultural donde diferentes actores se van aportando pequeñas partes hasta entrar al estado de conciencia para diferenciarse como enfoque.
El Minimalismo es un movimiento del arte plástico que nace en los años 60 y que tiene sus antecedentes en las vanguardias de inicio del siglo XX que buscaron los conceptos para acercarse al espacio puro, reduciendo la forma figurativa a la geometría, como fue el Suprematismo, el Constructivismo y el Arte Abstracto.
Kazimir Malévich, integrante de la vanguardia rusa es el creador del Suprematismo, toma el sendero de Piet Mondrian, hacia la geometría para encontrar el espacio puro. Con su obra se acerca al máximo de abstracción con cuadrado Blanco sobre fondo blanco (1918), al eliminar de tajo la relación del contraste entre la figura y el fondo. En Cuadrilátero amarillo se desmaterializa con la luz. Aquí tenemos dos conceptos del Minimalismo, además del grado 0 de significación semántica figurativa: la eliminación de la relación de la figura con el fondo y la desmaterialización de la forma fuerte y pesada con la luz, por ello usa la geometría simple para experimentar los efectos de la percepción.
La luz juega un rol determinante en el manejo estético de la forma minimalista, por ello se suelen usar los colores claros o neutros para que se fundan con la luz. En la exploración de Cuadrado negro sobre fondo blanco (1915-1932) propone el espacio puro en la reversibilidad de la figura y el fondo: la figura, que es el cuadrado negro, se percibe semánticamente como fondo y el fondo, que es blanco, se percibe como el marco, así el plano de atrás pasa adelante.
Otro antecedente es el Arte Conceptual donde predomina la intención sobre la forma y lo que busca es sorprender al espectador pintando con un solo color el lienzo o la antítesis del color como Ad Reinhardt con sus cuadros de un color o las obras geométricas de Frank Stella.
Según la definición más aceptada: El minimalismo se fija sólo en el objeto y aleja toda connotación posible al contexto, evita cualquier reflejo de la interioridad del artista. Intenta expresar lo máximo posible con el mínimo de elementos. Y ese es precisamente su reto: la aparente simplicidad para lograr el máximo de efecto espacial. Su herencia del Arte Conceptual está enfocada en dar prioridad a la intención, al concepto interior de la obra, más que a la forma contenida, también a la búsqueda del espacio invadiendo el contexto y afectando perceptivamente a los observadores haciéndoles partícipes para estar dentro de la obra.
La obra en sí, tiene más valor en la intención que en su materialidad. Por ello, una instalación con tres lámparas de tubos neón, es una obra cuyo valor no está en las lámparas, sino cómo configura el espacio con la forma de la luz, sorprende por su originalidad y la manera de cómo integra al espacio la sala de la exposición. El Minimalismo aparentemente obvia el contexto, pero lo utiliza como extensión.
En el campo de la escultura, el Minimalismo adquiere un sentido amplio, donde al igual que los constructivistas, invaden el espacio exterior, pero en lugar de la dinámica del movimiento, con lo más estático de la forma posible. En apariencia es simple, pero en sus materiales, divisiones estructurales o efectos ópticos es donde encuentra la complejidad del observador avisado. La forma es, en esencia, una metáfora de nada, sino de sí mismos, dedicándose a la construcción de formas con el mínimo de medios a través de figuras geométricas. materiales en su estado natural o industriales. Sus representantes principales son Donald Judd, Sol LeWitt, Carl Andre, Dan Flavin y Robert Morris.
De la escultura se pasa a las instalaciones urbanas; es por por ello que el salto hacia la Arquitectura se ve como una extensión de la escultura minimalista. El Minimalismo en Arquitectura tiene como referencia la obra abstracta de Le Corbusier como interpretación posmoderna, hermana del Tardomoderno de donde también se nutre. Se diferencia al entrar a la esencia de la arquitectura purista. Para ello se vincula hacia el arte y hacia la visión de un limitado movimiento regional, pero muy mexicano que es la obra de Luis Barragán y la de Mathias Goeritz.
Barragán visita el taller de Le Corbusier y éste le muestra su obra; ambos conectan por su nivel cultural y visión estética, pero la lectura que hace Barragán es muy diferente a la obra exterior sino a la interior y de ahí parte para hacer esa arquitectura introspectiva, de recorridos, de emociones, del manejo de la luz y el contacto con la naturaleza privada, dando la espalda al ruido de la calle, introduciendo a su obra el valor del silencio en parte por su visión conventual. El ícono de Barragán son los colores vivos, muy mexicanos, que interpreta como esteta, de su visita a Marruecos, en la arquitectura escenográfica. En los conceptos generales de su obra, vemos a Le Corbusier, pero lo que logra como estrategia interiorista es ese valor de la introspección, propio de su vocación religiosa, ordenada y disciplinada, logrando elaborar para cada etapa del día la diversidad de actividades, haciendo religioso lo profano, como al dar como único lugar del teléfono, el vestíbulo debajo de la escalera.
El Minimalismo llega a desarrollarse en Arquitectura hasta los años 90. Su teoría no tiene nada que ver con la estética racionalista geométrica de Mies van der Rohe. De su famosa frase “Menos es más”, van der Rohe confiesa en un libro de memorias, que “...lo escuché en la oficina de Behrens por primera vez. Tuve que hacer un dibujo para la fachada de una fábrica. No había nada que hacer con esto. Las columnas medían 5,75 metros. Lo recordaré hasta que muera. Le mostré un montón de dibujos de lo que se podía hacer y luego dijo: ‘Menos es más’. Yo no lo entendí, pero vi que lo decía en serio”.
Mies utiliza este dogma de Peter Bherens, que se refiere a un principio de economía dándole un sentido racionalista y funcionalista a su arquitectura metálica, de espacios contínuos como planta libre propio de la tipología de las oficinas, hasta llegar a aplicar este principio del cristal como proceso de abstracción en la Casa Farnsworth. Si bien ese principio lo lleva a utilizar formas simples, el Minimalismo tiene otras características como ocultar las estructuras. Al eliminar la estructura como significado, utiliza la materialidad de la forma con la textura y la luz para difuminarla hasta hacerla etérea.
El pabellón por Mies van der Rohe. es una composición plástica sobrepuesta, trata de eliminar la estructura de columnas metálicas y cromadas. Podemos observar algunos elementos hoy minimalistas, como el muro de traventino, el vidrio esmerilado y el espacio continuo
LA ARQUITECTURA DEL SILENCIO
El Minimalismo en Arquitectura tiene una postura radical hacia el caos de la ciudad, a través del silencio, diametralmente opuesta al Deconstructivismo, pero con el mismo fin de protesta. Plantea, desde el punto de vista estético, cómo una escultura urbana determina que no la entiendan más que un público selecto, porque asume la arquitectura como arte. Pasa de la arquitectura como monumento para hacerse anónima y con ello adquiere su grandeza, significativamente como movimiento radical. Por ello no es fácil de clasificar ni interpretar, menos hacer de manera esquemática, porque a pesar de su sencillez es compleja y no tan evidente.
En principio, es un antiestilo porque deja a sus precedentes –Tardomoderno, Posmoderno Histórico, High-Tech, Maximalismo y Deconstructivismo–, como estilos arquitectónicos manieristas. Sin embargo a pesar de su reclamo hacia el manierismo, también lo es con otros conceptos como son los efectos ópticos, las transparencias, las distorsiones del espacio, la negación de la escala y de la estructura para aplicar al contraste de la materialidad en los volúmenes para que leviten, el uso de las texturas como acabados y la negación del espacio como profundidad. Lo más importante es el usuario, al habitar es el protagonista del espacio minimalista. Se podría decir que nacen como producto de la experimentación de dos movimientos análogos: Archigram y Metabolismo.
Se le puede catalogar al Minimalismo como la arquitectura del silencio con relación al contexto urbano, pasa de la significación semántica de la tipología de los edificios, el llamado carácter o referencia urbana. Ante la multiplicidad de sub lenguajes “minimalistas”, en todos enfrenta su lucha con la indiferencia al contexto.
El Minimalismo encaja con la filosofía zen, por lo que es una forma de vida de conectar con la naturaleza, de alimentación sana y naturista, de la meditación, del silencio y de la introspección, por ello se relaciona con exponentes como Tadao Ando.
En las instalaciones de Vitra (Basilea), se encuentran tres edificios aledaños: la estación de bomberos de Zaha Hadid, la galería de Frank O. Ghery y el salón de juntas de Tadao Ando. Cada uno de los edificios es un monumento paradigmático por el manejo del espacio, pero lo más impactante es la sobriedad de la sala de juntas. Desde el frente a la galería parece una barda o tanque de agua de concreto sobre el pasto verde. A pesar de tener dos niveles y doble altura en su vestíbulo, parece de un piso. Tadao Ando no quiso competir con Ghery y menos con Zaha y plantó un edificio de barda en composición con un árbol. A éste, hay que darle la vuelta para entrar a un patio de pasto y circular por una estrecha banqueta bordeando un patio abierto, hacer un recorrido de un cuadrado de 20 metros por lado en fila india. Y ahí es ahí donde se produce la magia del espacio minimalista: no te puedes plantar frente al edificio a fotografiarte selfies pues solo se ve una barda de concreto gris. Solo ves un detalle fuera de escala y no la totalidad de la obra.
El recorrido se transforma en peregrinación, aunque vayan grupos, deben ir caminando en fila de uno en uno; se transforma en un recorrido en silencio hasta una pequeña entrada que abre el vestíbulo curvo y a doble altura, con un gran ventanal hacia un jardín interior, sorprende la sensación espacial. El resto son detalles de luz, acabados lisos y colores tenues, el sonido de los pasos en las baldosas de los pasillos o en la tarima de madera en la sala. El espacio contenido por una barda en el patio se transforma en abstracto y en una sorpresa dirigida hacia los sentidos, que evita los significados preconcebidos. La arquitectura es el medio, el espacio es el fin y el protagonista es el humano que transita, que vive cada recorrido y que le da la escala.
En la ciudad de Osaka, en una colonia obrera, Tadao Ando construye la casa Azuma (1976) en un lote de tan solo 4 metros de frente, dejando 35 cm de cada lado. El interior queda de solo 3 metros. Hace una caja de concreto a manera de escultura minimalista, con el cual en la fachada pasa desapercibida y su interior, puede ser cualquier cosa. Ese desdén de significar la casa es a la vez un respeto a la calle. La altura no rebasa las casas adyacentes y la puerta no da de frente a la calle. La vivienda está construida por dos bloques y un puente sobre el patio central abierto al cielo. Éste es el protagonista principal de la casa como espacio privado y conector con el vestíbulo. Es lo que le da luz, ventilación y hasta lluvia, como conexión zen con la naturaleza.
Lo interesante de la obra es que su concepto es ancestral de la arquitectura japonesa donde están separadas todas las habitaciones como piezas de una aldea, es decir para ir al baño hay que hacer un buen recorrido al exterior-interior de la casa que es el patio. Esta anti funcionalidad, está ponderada al dejar el patio como espacio generoso de la minúscula casa.
ARQUITECTURA MINIMALISTA INTROSPECTIVA
Dentro del ámbito del Minimalista se identifica la postura de la Arquitectura Introspectiva, encontrando indicios originales en la arquitectura emocional desde F. L. Wright en su Casa-Estudio, al hacer el techo un tercer nivel como salón de juegos para su esposa e hijos. Lo mismo ocurre con la sala administrativa de la fábrica Jhonson: es un patio iluminado de manera natural a triple altura donde desaparece la estructura del techo, colocando nenúfares a manera de esculturas en lugar de columnas, simulando que se está en el fondo de un estanque acuático.
En la Villa Roche de Le Corbusier, podemos observar el interior del salón como un exterior con un espacio de tres alturas que funciona como un patio. La esencia de esta arquitectura es que el interior se maneja como exterior privado y personal del usuario. Con esto, más que una guarida y protección del exterior, es traer lo exterior al interior de la arquitectura. En la casa Curutchet en Argentina, ocurre al solucionar el consultorio del médico al frente en un segundo nivel, pero separada de la casa, como dos bloques con un jardín interior, dejando en el tercer nivel una terraza para la casa con una vista privilegiada al jardín. De igual manera, la Villa Saboya, aun teniendo terreno suficiente para lograr el proyecto en una sola planta, la hace en dos, dejando los servicios en la planta baja y en la planta alta y azotea, la casa con terrazas internas.
En la Casa-Estudio de Luis Barragán, se presenta en los patios privados, la azotea, el gran ventanal donde desaparece la manguetería para hacerla una escultura significativa religiosa. La escalera flota y el jardín es como un bosque privado para hacer recorridos. En el modelo de la casa Estudio en Tacubaya, se puede observar la intencionalidad de traducir los conceptos lecorbusianos a las condiciones propias de su obra. La ubicación en un callejón, dando espaldas a la ciudad. La búsqueda de la privacidad y de no hacer ostentosa la fachada, sino resolver la sensación perceptiva desde el interior del espacio. Es así que de afuera no resulta interesante, podría ser hasta fría, falta de color y pobre. Es en el interior donde produce una serie de espacios teatrales dentro de otros espacios, con sencillez y simplicidad, propio de su carácter escultórico, pero de otro nivel de calidad en la percepción del espacio y nivel de vida.
Mathias Goeritz presenta lo propio con el Museo del Eco (1954), exponente de la llamada Arquitectura Emocional. Artista plástico, escultor, pintor y arquitecto de nacionalidad alemana, publica el Manifiesto de la arquitectura emocional y en el Museo del Eco materializa la propuesta del manifiesto. Es una crítica al funcionalismo de la arquitectura y el retorno con los nuevos lenguajes del arte moderno de una arquitectura vinculada al arte, como teorizó Gropius. Su postura como esteta es que la arquitectura no sea solamente un contenedor del arte o una máquina de habitar, sino una expresión espiritual y en sí misma una obra de arte, pero no exclusivamente en el exterior como Formalismo, sino desde el interior. Como docente universitario podemos hipotizar una genealogía del enfoque de vincular la arquitectura al arte abstracto, geométrico, constructivista, a través de Arturo Chávez Paz, docente de la UNAM y alumno de Goeritz, que nos impartió ese tipo de taller en la Universidad Veracruzana.
Louis Khan, el maestro de la luz en la arquitectura después de Le Corbusier, realizó en el Instituto de Investigaciones Salk en la Jolla, California, a un lado de la costa. Propone una plaza central y dos bloques de edificios de manera simétrica. Luis Barragán asesora a pedido de este arquitecto la colocación de una fuente en el centro de la plaza, recordando la arquitectura árabe de la Alhambra de Granada. El efecto óptico que se produce al atardecer, hace que se encienda el hilo de agua. Nos recuerda las colocaciones de las pirámides, para tener en una pequeña abertura este efecto, de lo que se podría llamar arquitectura fenoménica y por supuesto, emocional. La construcción está hecha de concreto aparente y el juego de los planos en la estructura de columnas como parteluces hace relevante la arquitectura emocional. De igual manera en los interiores, esos planos estructurales sirven para reflactar la luz.
Alberto Campo Baeza propone otro tipo de Minimalismo, más vinculado a la arquitectura mediterránea, de herencia griega y reinterpretado por Le Corbusier, con una clara determinación geométrica hacia el cubo, como ocurre con la Casa Gaspar (1992) en Jerez de la Frontera, Cádiz, En ella podemos observar que la eliminación de texturas y diferentes tonos entre muros, pisos y techos sin estructura; lo que propone es el espacio puro, buscando con los reflejos la luz. Como se trata de una casa de vacaciones, en un clima cálido seco, la pequeña casa está contenida en una barda perimetral y una serie de patios que funcionan como esclusas, minimizan la radiación luminosa y dejan pasar el aire en los cuatro sentidos. Pero sobre todo, crean un micro-ambiente totalmente íntimo.
Por su parte, Sou Fujimoto, joven arquitecto japonés, plantea otro enfoque del de la arquitectura minimalista, al hacerla paradójicamente más compleja, al introducir, a diferencia de Campo Baeza, los espacios llenos siguiendo la línea de Toyo Ito. Su propuesta en la Casa N consiste en una doble piel, que hace que la percepción externa se vea simple y resguarde al sobreponerse con la piel interna. Ésta, al dejar pasillos y una serie de obturaciones verticales y horizontales, produce una complejidad de formas y recorridos, todas blancas, lo cual las sintetiza como planos de luz.
La mejor forma de conocer a un arquitecto es conocer sus proyectos, ellos hablan por nosotros, nos desenmascaran, son un espejo de lo que somos cuando la obra es honesta.
Hay algo detrás de la cueva que habla de lo que soy, esa forma de un cubo cerrado que busca ocultarse del mundo, pero mostrando aberturas que exhiben la contradicción, quizás no quiero permanecer apartado del mundo, esas grietas angostas evidencian una característica del hombre, el pequeño anhelo por ser conocidos y amados.
A. Cota Paredes
LA ARQUITECTURA INTROSPECTIVA
DE ABRAHAM COTA PAREDES
La arquitectura de Cota Paredes, ya con más de 12 años de experiencia sobre todo en el área de Guadalajara, tiene un hilo conductor que, por su experiencia le da un sello muy particular: geometría euclidiana, dobles alturas, la búsqueda de la abstracción, los acabados finos y la integración de los muebles.
Casa Natura
Ubicada en zona residencial periférica de Guadalajara, esta casa fundamenta su interioridad debido al tema de la inseguridad, pero más que proponer una fortaleza, está dirigida en lograr la privacidad. Al tener una fachada de doble piel con un muro levitando, que tapa las ventanas de las recámaras que dan al frente, permite tener una solución geométricamente simple en su volumetría donde solo tiene como plazoleta la entrada y el estacionamiento de dos automóviles. La zona social da a la parte posterior iluminada y ventilada en un estrecho patio, pero que, al abrirse totalmente, se integra al espacio interior. La perfección geométrica, los acabados pulidos y el color blanco, hace que sea un espacio amplio lleno de luz.
Podemos observar la búsqueda del espacio puro, donde la comodidad está en la intimidad; los muebles son referentes de la escala como elementos escenográficos y lo que acoge es el espacio lleno de luz y efectos luminosos como son reflejos y brillos.
Casa para ver el cielo
En palabras del autor: La casa expresa la búsqueda de una arquitectura introspectiva, una arquitectura que se envuelve en sí misma, donde la intimidad es el máximo regalo. El proyecto es una evolución del concepto del muro pantalla, una idea surgida del ejercicio de viviendas en condominios cerrados, donde la búsqueda de la privacidad y la riqueza del espacio interior, provocan el generar un mecanismo de introspección.
Para brindarle privacidad, se levanta un muro pantalla de concreto que nos evita las vistas a la calle y las cocheras, generando un jardín interior que se vuelve el corazón de la casa, produciéndose una especie de pabellón abierto, rodeado de verde. La escalera queda oculta entre muros, dividiendo las áreas públicas y privadas. El muro pantalla funciona como el elemento estructural principal de la casa. Gracias al trabajo de depuración en el diseño estructural, se pudo obtener una solución limpia, carente de elementos verticales, limpiando el espacio y al mismo tiempo se produce el efecto de que la mayor parte del peso de la casa reposa únicamente en el extremo derecho del muro de concreto.
En planta alta, los muros perimetrales se prolongan hacia el frente, volando sobre el jardín y las cocheras, encerrando la casa en sí misma, obligando al usuario a levantar la vista hacia el cielo y a descubrir la relación con el jardín de planta baja.
La casa es mediana, de 229 metros cuadrados, con tres recámaras y una habitación extra con baño en planta baja, propia para estos tiempos; sin embargo, al estar contenida se percibe amplia. El espacio no solo es contínuo en el interior, sino también integra con amplios ventanales que se abren los espacios exteriores delimitados por muros circundantes que no permiten la mirada hacia el interior, pero al ser más bajos, la perspectiva interna es la que intenciona la mirada al cielo como elemento significativo.
Lo que es interesante, desde el punto de vista funcional, es el aprovechamiento máximo del terreno que es irregular, para insertar una composición plástica euclidiana. La casa se percibe sin cortinas, por lo que el juego de luz al pasar el día, está en los lugares propicios al no estar definidos, solo zonificados. Es decir, el amueblado se adapta a las entradas de luz: es el humano quien se adapta a las condiciones y no viceversa. La arquitectura solo provee las diferentes condiciones.
La casa, en su simplicidad constructiva y de materiales, no denota desde afuera las sensaciones perceptivas complejas del interior gracias a los efectos de luz y perspectivas. La mirada al muro protector de la fachada principal con la calle, transforma en íntimo el espacio. La eliminación estructural de la esquina, para que la casa levite y el espacio se perciba continuo, delimitado temporalmente por la fina capa transparente de vidrio ya que desde el interior no hay muros internos, son los externos los que dejan pasar la luz. Al abrirse los muros, transforman el interior de la casa en una gran terraza.
A pesar de la intencionada simplicidad en el manejo de los volúmenes, se percibe el estudio de los detalles finos: el muro de concreto tiene textura y apenas toca una parte del volado, y la otra parte, se va hacia el extremo lateral. Este detalle hace que no se perciba como estructura, solo como contacto para definir la altura del muro. Del lado lateral está recortado otro muro de concreto que enmarca la entrada principal, remetido solo unos centímetros. Esto hace percibir el volado del cuerpo superior como grande. El contraste de materiales, concreto abajo y aplanado blanco, enfatiza la materialidad de los planos haciendo muy pesado el inferior para hacer más ligero el superior.
Casa Bonsai
Esta casa, tiene una particularidad en su programa. Además de las condiciones morfológicas del terreno, está ubicada en un fraccionamiento privado en la ciudad de Guadalajara Jalisco, en un terreno de 12x22m con el frente orientado al sur poniente y una pendiente descendente de 2m. El volumen desde la calle no representa la complejidad espacial del interior, al percibirse compacta y en dos niveles. Se accede directamente a la escalera y se observa la cocina abajo y el estudio arriba.
En las palabras del autor, la descripción del proyecto:
Los dueños, una pareja joven con hijos, buscaban una casa para crecer en familia. Entre sus peticiones destacaba una piscina al interior para terapia y ejercicio. Debido a esto, el área social común de sala-comedor-cocina se adaptaría a estas necesidades. Aprovechando el desnivel de 2m del terreno, se decidió utilizar medios niveles, teniendo el área social en planta baja y el área privada en la parte superior. La planta baja se diseñó como un espacio libre con un comedor adosado a la cocina, la sala y la piscina que se abren a dos jardines.
Al interior se logra una relación entre los distintos niveles de la casa gracias a la doble altura y media de la piscina, que con su cubierta de cristal permite el ingreso de luz y un efecto chimenea de calor y humedad. Al frente, un estudio de altura y media logra un espacio de juego para los hijos gracias a los diferentes niveles de las losas. En la planta alta, cubriendo los coches y el ingreso principal, se encuentran el área de lavado y la recámara principal con vista en diagonal aprovechando la restricción lateral
En cuanto a instalaciones especiales, se consideraron paneles fotovoltaicos, paneles y calentador solar en busca de una casa autónoma y sustentable. La casa juega con la combinación de tres materiales en fachada: piedra, concreto y el color blanco en su herrería y sus rústicos aplanados que continúan en el interior en una envolvente estereotípica en juego con la carpintería blanca dándole frescura y sencillez.
La propuesta conceptual del proyecto sigue los criterios de las casas anteriores, pero integra dos variables: los medios niveles y la alberca dentro de la casa, protagonista, pero no solo formalmente sino relacionada al medio-ambiente. La zona del bajío mexicano tiende hacia el cálidoseco (subhúmedo), por lo que un cuerpo de agua dentro y controlado con el efecto chimenea y domo de cristal, permite tener en el interior una temperatura más agradable.
Lo que nos sorprende de esta casa es el manejo de la luz para producir efectos ópticos; al dejar desnuda la arquitectura, la hace protagonista. La innovación de colocar la alberca en la sala, cambia la estructura funcional de toda la casa. Parece una casa vacacional con un sentido de identidad único, propio de la cultura árabe mediterránea, donde el agua es sagrada. El único color es el azul turquesa. La casa podría estar en Santorini. La cocina-comedor, integrada a este espacio como arquitectura de interiores, le dan la escala humana y el énfasis en la integración familiar en torno del antiguo fogón.
La reflexión que nos produce esta casa se comprueba al observar cómo opera la actual moda del Minimalismo, donde se utiliza el lenguaje sin comprender su esencia, haciendo patente en elementos estructurales y detalles complejos o funcionalistas. La visión esquemática ante un movimiento requiere convicción, no solo estilo.
Casa Cueva
El terreno se ubica dentro de la zona metropolitana de Guadalajara, en uno de muchos condominios privados delimitados por grandes muros, consecuencia de un aumento de la inseguridad en México. Es esta dualidad entre una ciudad caótica y la búsqueda del aislamiento y el refugio, lo que genera una Arquitectura Introspectiva, una Arquitectura que busca darle una importancia fundamental a la intimidad del usuario, generando una atmósfera que combina el correcto manejo de la luz y la fluidez de los espacios. Dentro del listado de peticiones del cliente un espacio nos pareció fundamental: un salón de usos múltiples donde los habitantes pasarían tiempo de calidad como familia y lo querían ubicar en un sótano, por lo que surge la idea de introducir un patio a doble altura que le brinda iluminación y ventilación natural. Esto nos dio la excusa perfecta para plantar un árbol que le diera el carácter de patio al espacio.
En planta baja, la copa del árbol sube, llenando el vacío generado por la doble altura, extendiendo sus ramas hacia los espacios que lo rodean. Este vacío funciona como un articulador, provocando una relación espacial de manera indirecta entre los ingresos de ambos niveles con la sala comedor. Los espacios se pueden ver, pero no se tocan. Cuando se ingresa a la casa, ya sea por el sótano o por la planta baja, el árbol te recibe, como un anfitrión que abre sus brazos dándote la bienvenida. Orientado hacia la parte posterior del terreno se ubica la sala comedor en un espacio a doble altura que se comunica con el vacío del patio del sótano, generando una triple altura que provoca asombro cuando es descubierta. Orientado hacia el sur, un gran ventanal baña de luz el espacio de las dobles alturas concatenadas.
En el segundo nivel se encuentran las habitaciones de los hijos. Una escalera con un pasamanos macizo le da un carácter escultórico al espacio, que a su vez, descubrimos que contiene otra doble altura que relaciona el último nivel de la casa donde se encuentra la habitación principal iluminada a través de un patio. Un ventanal que capta la luz del este, da salida al aire caliente de la casa.
La forma exterior: un cubo que sienta sobre un basamento de piedra, busca ser lo más cerrado posible pero abriendo las ranuras necesarias para provocar en el espectador un interés por conocer qué pasa dentro.
Buscando referencias para una presentación que hice para una conferencia magistral para el colegio de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, me pareció pertinente hablar sobre la importancia de la lectura de los lenguajes contemporáneos. Seleccioné esta obra como ejemplo de Minimalismo. Conociendo la obra de Campo Baeza en su primera etapa en Madrid y Souto de Moura en Lisboa, esta casa me llamó la atención por la fineza en cómo incorpora el color con la luz en una controlada composición, no de cuerpos, sino de vanos.
Observando la diversidad de opciones, adaptando los criterios sólidos de su arquitectura, esta casa es una síntesis de conceptos minimalistas, que enfocan el oficio creativo de hacer arquitectura de calidad, no solo del objeto en sí, sino muy humana. La solicitud de usar el sótanocochera para un lugar familiar como proyecto de vida, hace que la solución arquitectónica sea similar a un juego Tetris para comprimir la forma y, a la vez, dotar de espacios a doble y triple altura que hagan la integración espacial en sentido tridimensional. Esta es una lección hacia la esquematización de la arquitectura del Moderno, donde se ven plantas bidimensionales en cada nivel.
La entrada con la escalera de piedra retrae la arquitectura precolombina, a la vez que integra el pavimento de la calle.
Observamos dos referencias muy intencionadas: la arquitectura de Barragán, en sentido de homenaje, que es la ventana con trazo de sección áurea, y los diferentes recorridos. La incorporación del árbol desde el sótano, que aparece en la entrada, es un símbolo metafórico en contraste en la limpieza de su entorno blanco bañado de luz. La casa es un poema japonés por dentro y por fuera: la casa encima de la cueva, La cueva como origen de la arquitectura y de las relaciones sociales, el espacio más privado, más compartido, porque no hace falta entrar a la casa para compartir con los invitados.
Parece ser una vivienda pequeña, con las vistas hacia la parte trasera; sin embargo es una casa de cuatro niveles; dos desaparecen al separarlos formalmente. La cueva es un vacío, un sitio bajo tierra; la casa al estar encima flota, se hace ingrávida. Sería un equivalente a la casa de la cascada de F. L. Wright, para ser llamada La Casa de la Cueva. Ambas están “encima de”.
Las escaleras juegan un papel esencial como diseño. Al reflejar la luz de los diferentes niveles, se crea una serie de efectos luminosos, que más que un espacio encerrado en medio de la casa, es un conector de luminosidad. Por las formas geométricas que proyecta, transforma la geometría euclidiana rigurosamente intencionada en fractales y por los efectos de luminosidad en espacios topológicos.
La cueva para el exterior es oscura y escabrosa; en el interior se transforma en la planta baja de la casa conectada espacialmente con la doble altura y el árbol. Con ello humaniza el espacio con la luz y el árbol como invernadero.
Casa Gaby
Gabriela es parte del equipo de COTAPAREDES Arquitectos en el área de limpieza y mantenimiento. Cierto día nos pidió recomendación sobre cómo cambiar sus láminas ya que no habían sido reemplazadas desde la construcción de la casa hace más de 40 años. Realizamos una visita, en la cual nos percatamos de la situación en la que realmente se encontraba la vivienda: habitaciones con cubierta de lámina de asbesto (cancerígena) que producía calor en el interior, losas de concreto dañadas por la humedad y con dos metros de altura de piso a techo. La casa contaba con tres habitaciones sin iluminación ni ventilación natural. La cubierta de la cocina era de lámina galvanizada. Los muros de toda la casa estaban dañados por la humedad y filtraciones de agua, los pisos comenzaban a desprenderse debido al crecimiento de las raíces de un árbol plantado equivocadamente cerca de la entrada o por una ampliación mal planeada. Todos los habitantes compartían un solo baño, y debido a que la casa no contaba con instalación hidráulica, la familia se bañaba con cubetas de agua de un pozo ubicado al frente de la cocina.
Después de la visita nos quedamos pensando en cómo podíamos ayudarlos. Si únicamente cambiábamos las láminas por unas nuevas, esto no sería suficiente para mejorar la calidad de vida de la familia. Por lo que después de mucho reflexionar, imaginamos una manera en la que la oficina financiara la obra para cambiar las láminas por losas sólidas.
El reto principal era diseñar las nuevas losas para que permitieran el paso de ventilación e iluminación natural (...) Propusimos un esquema en el que todas las losas serían planas. Creamos un patio que articula las recámaras de sus hijos para conseguir iluminación y ventilación natural. Añadimos un nuevo espacio de recepción-sala para vestibular, el acceso a las habitaciones y cocina desde el interior de la vivienda. Además, se agregó un baño privado para la recámara principal.
El proceso de diseño fue elaborado tomando en cuenta las opiniones, necesidades y aspiraciones de Gaby y su familia. Realizamos revisiones de proyecto que fueron documentadas en video.
Apoyados por los ingenieros de Cantiléver Estructuras, dirigidos por el ingeniero Félix Trejo, se realizó una inspección donde analizamos la integridad de los elementos estructurales de la vivienda, revelando que no contaba con castillos o columnas armadas ni zapatas, por lo que se propuso rescatar muros y losas en buen estado buscando el ahorro y aprovechamiento de los recursos.
Respetamos la ubicación de la cocina, así como un muro diagonal que responde a la ubicación de un pozo de agua, alineamos los ejes de la casa, sustituimos todos los techos de lámina por losas de viguetas de concreto pretensadas y bovedillas de poliestireno de alta densidad; se decidió rescatar la losa de la recamara principal, ya que era la única funcional.
Cuando inició la obra, nos dimos cuenta que bajo la casa convergían drenajes de vecinos y por ello decidimos cambiar toda la instalación hidrosanitaria para que no tuviera problemas de saturación en el futuro.
El proyecto era demasiado ambicioso para nosotros solos, imaginamos que sería posible financiarlo generando contenido audiovisual monetizable a través de plataformas digitales, principalmente YouTube y Facebook, convirtiéndose en un proyecto sustentable a largo plazo; pero no fue así.
Buscando apoyo, invitamos a empresas nacionales a colaborar en el proyecto aportando materiales de construcción a cambio de publicidad en redes sociales y fue una sorpresa muy satisfactoria el darnos cuenta que muchas empresas decidieron apoyar el proyecto de Gabriela.
Este proyecto es un claro ejemplo del trabajo de equipo colaborativo, donde el reto a resolver problemas arquitectónicos se traslada a integrantes del estudio mismo. La disposición de la empresa para hacer este experimento social como reto para que fuera autofinanciable, es parte de esa mística con lo que reúne a este equipo a hacer arquitectura de calidad.
La casa es pequeña y al ser remodelación, está condicionada a la forma original; sin embargo, el resultado, es que la casa adquiere un grado de materialidad que no tenía: la integración interior-exterior al jardín con la terraza de la entrada, la cocina funcional y minimalista, limpieza, sanidad, iluminación natural, con un efecto de rayo de luz en la sala, como lo lograría Tadao Ando. Una casa de revista, para un integrante del equipo que puede disfrutar de este resultado, como apoyo colaborativo para una empresa con sentido social.
Para cerrar con broche de oro este análisis, la última obra de Cota Paredes es también una obra social que, a diferencia de la primera experiencia, aquí la intervención, es gracias al contacto por su canal. Ello demuestra no solo su grandeza por la calidad de su obra, sino también por la capacidad creativa para resolver y atender el llamado de un personaje, una heroína en su dimensión con la lucha y complejidad, pero cautivada por lo que mira y quiere para ella y su familia de la arquitectura.
La Casa Blanca es de Blanca, un cliente que trató con el mismo respeto que cualquiera, para llegar en conjunto a una obra espectacular, que particularmente nos conmueve.
Casa Blanca es un proyecto social realizado en colaboración con un grupo de empresas donde cada una aportó recursos para construir esta obra. El proyecto es la segunda obra social que hacemos como empresa. Gracias a que tenemos un canal de YouTube donde creamos contenido educativo y difusión de Arquitectura, llegamos un día a grabar la casa de Blanca, en un fraccionamiento de interés social
Nos invitó a conocerla para hacer un video y mostrarnos que ella misma había remodelado su casa. Utilizando materiales ligeros como la tabla de yeso y de cemento, construyó una tercera recámara para su hijo mayor y remodeló su cocina. Nos presentó también a su primer hijo, Carlos, de 27 años, un joven con parálisis cerebral. Al conocer su casa y su familia, decidimos apoyarla.
El proyecto inició como una ampliación de un piso en su casa de menos de 60 metros cuadrados; sin embargo, al entender que Blanca y su esposo duermen en el mismo cuarto con su hijo con parálisis, nos motivó a buscar una ampliación mayor, creciendo un segundo nivel para tener 3 recámaras, cada una con un baño.
Nuestra filosofía en las remodelaciones es el respeto por lo existente, y economizar en lo posible. Basándonos en la planta original, eliminamos los muros en planta baja que nos permitieron generar un espacio abierto y amplio, y siguiendo esos mismos ejes desplantamos las habitaciones y baños en planta alta. La escalera toma la posición donde estaba la cocina, por lo que todo entra entre los mismos ejes.
El proceso de diseño fue acompañado de Blanca quien eligió la doble altura, la cocina, el cuarto de lavado, nosotros acompañamos en las decisiones y la asesoramos en todo momento.
Gracias a la donación de la empresa Covintec, utilizamos paneles de poliestireno con estructura metálica, que facilitan la construcción como método ligero y sencillo ensamblaje. Fue la primera vez que trabajamos con este material, que en principio nos generaba incertidumbre si el resultado final sería de apariencia maciza y pesada como los muros de mampostería, que se alinea con la arquitectura estereotómica que nos gusta trabajar en la oficina. El resultado final es indistinguible: el block del panel covintec se siente como una unidad, una sola pieza, la masa.
Aplicamos los principios de la Arquitectura Introspectiva, cuidar la relación con el exterior, al generar un interior con iluminación, amplitud, y en contacto con la naturaleza, dentro de la casa. El resultado es una pieza que pertenece al barrio, demuestra que una ampliación de una casa de interés social puede ser de calidad, con materiales sencillos, con el principal material, la buena voluntad de las personas.
En esta época, las redes sociales están permitiendo la comunicación entre extraños que empatizan con el discurso que los sostiene. En este caso, un arquitecto que se ha dado a la tarea de buscar, seleccionar y exponer obras, propias y ajenas, explicando de manera positiva resaltando los detalles innovadores, con un lenguaje y actitud que cualquiera puede entender. Con ello expresa un amor incondicional a la Arquitectura y su pasión de aprender de ella, en la diversidad de soluciones, pero sobre todo tomando el doble rol de hacer hablar a sus autores, entrevistándolos, tomando el papel de los aprendiz y dirigiéndose a ellos. Es un personaje empático, que lee y contesta comentarios.
Por el otro lado tenemos a Blanca, un personaje también en la lucha cotidiana que tiene la mayoría de nuestro México, que aspira una mejor vivienda y pide consejo. El resultado es excepcional: le ha cambiado la vida a ella y a su familia, pero también es un claro ejemplo de esperanza para la mayoría de estudiantes de Arquitectura que esperan un gran proyecto para desarrollar su oficio, que es el de constructor. Es una buena lección que, más que apegarse a las condiciones socioeconómicas de una casa de interés social, que por cierto es de estilo minimalista, se puede hacer una obra de arte.
La Casa Blanca es una casa de autor o de Diseño Cota Paredes, al mismo nivel de calidad, aunque con otros materiales.
Observamos una composición volumétrica mimética: al cerrarse el portón corredizo, con el cual se obtiene seguridad sin herrerías, tiene privacidad sin tener pequeñas ventanas, tiene luz, transparencia, orden. El Minimalismo es un estilo de vida donde se debe dejar atrás la acumulación de chácharas. La casa es sana, pulcra y valiosa en sí como objeto de Diseño. Por ello transforma. El Diseño es solución de problemas, pero también hacer de los sueños realidad.
La cocina se transforma en abierta y equipada, la doble altura le da espacio a la minúscula casa inicial y le provee de aire, luz y sensación de espacialidad que, como arquitectura introspectiva, es privada e íntima, sobre todo con los efectos de luz de los tragaluces. La escalera es propia de una galería de arte.
En la última imagen vemos a Blanca en la contemplación de una arquitectura de calidad a la que pocos creen pueden acceder.
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