DE LA TOPOLOGÍA
DEL ARTE
ENTRE TIEMPEROS Y CAMINOS O CTAV I O V I ET NA M GA R C Í A L E Ó N
D E S I G N PA P E R
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DE LA TOPOLOGÍA
DEL ARTE
ENTRE TIEMPEROS Y CAMINOS O CTAV I O V I ET NA M GA R C Í A L E Ó N
D E S I G N PA P E R
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Fotografía de David Morales, 2020.
PRESENTACIÓN La colección Design Paper nace para dar un espacio para la comunicación a las ideas e investigaciones de los profesores de la Universidad Gestalt de Diseño. La pluralidad de los temas pone de manifiesto la versatilidad de enfoques, riqueza de conocimientos y experiencias que nos definen como comunidad creativa.
A lejandra P almeros M ontúfar C oordinación E ditorial
De la topología del arte
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DE CAMINOS Y SISTEMAS*
esde la noción de Niklas Luhmann1 sobre los sistemas, el arte tiene el mismo comportamiento. Está en constante movimiento e interdependencia, pensamos en nodos, igual que pudiéramos pensar en estaciones, pensamos en neuronas, en obras, en un todo unido por redes.
El arte, para Luhmann, tendría el mismo comportamiento: tiene que estar en unión, en constante expandir y reducir, de un radio de acción, por así decirlo, y lo estará con respecto a una serie de redes, imaginemos una red neuronal, con sus hemisferios y sus intrincadas conexiones. Al igual que un camino vecinal, no solo importa en su la ruta, esa vereda, sino a donde va, decía el refrán “todos los caminos llevan a Roma”, en una clara alusión a la importancia del imperio, pero también, lo podemos asimilar a la importancia del destino, en la visión clásica, aristotélica, de la comunicación, uno de sus polos, y dependiendo de la corriente que se elija, el destinatario es lo más importante, así todos los caminos llevan a perceptor. Es evidente que podrían llevar, con la retroalimentación, al emisor, o que lo más relevante es el mismo mensaje, de qué sirve una carta sin texto, aun existiendo el emisor y el receptor (perceptor), pero no, en esta red “neuronal” de arte, no solo importan el emisor, el mensaje, el perceptor, sino todos los otros elementos, es decir el contexto, ya que todo elemento artístico, está en funcionamiento en y entre redes, es decir participa dentro de una autopista en la que es la autopista y es lo que corre por la autopista. Regresando a Luhmann, estos sistemas solamente serán validados, serán considerados con factibilidad en la medida en que ellos funcionen, es decir, de qué nos sirve el camino, la vereda y la autopista, con sus estructuras que pueden ser vetustas, básicas, panorámicas, matinales si se quieren imaginar así. ¿De qué nos sirve el más pequeño camino rural o la autopista transatlántica, si no es funcional, en el sentido, de no servir, de estar trunco el camino? De nada, la respuesta es de nada.
* Texto realizado durante el curso taller “Topologías del arte: implicaciones epistemológicas y antropológicas” impartido por el Dr. Adolfo Mantilla Osornio en la ciudad de Xalapa. Junio 2023 1. Luhmann, N. (1998). Sistemas sociales: lineamientos para una teoría general. Sistemas sociales; trad. Silvia Pappe y Brunhilde Erker: Coord. Por Javier Torres Nafarrete. – Rubi (Bárcelona): Anthropos: México: Universidad Iberoamericana: Santafé de Bogotá: CEJA, Pontificia Universidad Javeriana 1998.
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entre tiemperos y caminos
Fotografía de David Morales, 2020.
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Y claro, ya un poco para terminar con la alegoría de los caminos, serán experiencias distintas y hasta encontradas el ir de un lado al otro, de un pueblo al otro, de una ciudad a otra, de un país a otro, son experiencias distintas. Ningún camino es igual a otro. Los sistemas, como los caminos solo son válidos cuando sirven y sus particularidades nos los hacen distintos. No es lo mismo viajar de la Ciudad de México a Michoacán, que a Popo Park; no es lo mismo salir del centro de la Ciudad de México sobre Avenida Juárez que transcurrir a espaldas del Palacio Nacional. Las experiencias son igual de válidas, siempre y cuando exista la experiencia, del arte, en este caso, se validan por sí mismas, en un acto autopoiético. El camino no solo se hace al andar, sino al recorrer sus paisajes, sus contextos, es un viaje en el que al mismo tiempo que se avanza, se va dejando atrás lo recorrido. Así toda experiencia, todo acto artístico se autoinventa. Y se necesita del entorno para existir ¿Qué sería de un camino sin paisaje, sin suelo, sin cielo que recorrer? Sería nada. No podría existir. Como en todo, siempre existirá ese anuncio de restaurante o la simple señal de poblado próximo, esa redundancia que aparece, a pesar del contexto y del vehículo, esa señal que está allí y no pertenece al paisaje-contexto, ni al camino en sí, ni a los viajeros. Es esa redundancia que se repite cada determinado tiempo-espacio, cada media hora o 50 kilómetros, no se sabe, pero se repite, es el concepto, la idea, la palabra. Así el arte, el sistema del arte o el acto artístico, se parece a una autopista, a un camino. Sirve para lo que es, aunque en si, no es para nada. Casi, y aquí debo de tener cuidado, pues los hay, los kochevniki -nómadas en ruso-, que viven en el camino, salvo ellos, para la mayoría, el camino es la conexión entre una cosa-experiencia y otra cosa-experiencia. El arte sirve de unión, pero también es en sí mismo una experiencia. Para quienes tienen el gusto de manejar, el ir de un lugar a otro por la noche en carretera, donde no ves más que el camino, es una experiencia excepcional. No ven el paisaje, tal vez porque ya lo han visto o lo van recreando. Lo mismo sucede con un acto artístico: a veces, con el peligro de sufrir un accidente, en sendos casos, el real de la carretera nocturna, como el otro tan real como estar frente o inmerso en un acto artístico.
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A manera de epílogo 1 Saber transitar para transitar sabiendo De tiempos a tiempos Es sabido que el tiempo es una invención del hombre, y como tal, es perfectible o mejor dicho, imperfecta, pero en sí una invención, como lo es la religión y dios. Por eso traigo a colación lo dicho por el científico Carl Sagan2: “Cada cultura sobre el planeta desarrolló su propia respuesta al acertijo propuesto por el universo, cada cultura celebra los ciclos de la vida y la naturaleza” es decir, cada uno, con esta invención, sea de un dios o del tiempo mismo, tiene sus formas de resolver. De nuevo aplico la categoría, validar, en la mayoría de los casos autovalidar. En la creación del acto artístico, el tiempo es fundamental, de por sí la autopista tenía arriba y abajo, izquierda y derecha, el contexto-paisaje, como escribimos anteriormente, pero también, tiene tiempo y no es que sea inherente a ella en su totalidad, pero si le corresponde de alguna u otra forma. ¿Cuál autopista eliges?, ¿la rápida de paga o la lenta, de paisajes? ¿En el caso del tiempo tipológico, ese que no corresponde al tiempo real, que sabemos no lo es, pues corresponde a una invención, convención humana, es el tiempo más irreal posible? El tiempo es tipológico. Corresponde a un contexto social y político, a una moda, si se quiere banalizar o, tal vez, reducir a eso. Son muy conocidos los actos artísticos que han correspondido a una petición comercial o ideológica. Son experiencias totalmente malas o excepcionales; por esa correlación, que quede claro, no podemos decir que tal corriente artística es excelente o pecina por el solo hecho de contar con esa correspondencia ideológica / comercial. Pero lo que sí se puede afirmar, es que en muchos casos la auto-validación, viene recubierta, aderezada, en una carga de moda contextual, por decirlo de una manera.
2. Miles de millones Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio Carl Sagan, 1° edición: marzo 1998 © 1997 by The Estate of Carl Sagan © Ediciones B, S.A., 1998 Bailén, 84 - 08009 Barcelona.
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Ahora podemos ver discursos pro feministas, con poco valor estético, sin estudio, refugiados en este manto de acto artístico, así como anteriormente se pudieron ver de la misma manera discursos pro catolicismo, o cualquier otro fundamentalismo. Esto dependía de la moda social, política o religiosa del momento. Es real, que el tiempo real, no lo es. Pero por lo menos, esa convención universal, salvo la necedad de que la tierra sea plana o que el tiempo no exista, dentro del hecho artístico y su correlación con este tiempo real, es más concreta y corresponde a una relación de realidad tiempo, de percepción de los sentidos y no de la percepción de las ideas. Con qué sentido percibimos las ideas, sería la pregunta. Las ideas no se perciben, se crean, se piensan, se transforman, se trabajan con la materia gris, en primera instancia, se socializan, etc. El tiempo tipológico3 ha servido de pretexto para, repito, la auto validación de la creación de discursos. Desde todo tipo y entre ellos, los del arte, pienso que ahondar en ejemplos sería un poco agobiante, pero va uno más. El arte religioso. ¿Cómo será dentro de 200 años? Como fue hace dos mil años, con grandes variantes entre protagonistas y antagonistas. Una prueba de ello, mínima, y no por su calidad artística, sino porque la mencionaré mínimamente es la Virgen de la roca. La virgen rechaza abiertamente a Jesús, o cualquier otra interpretación de un acto de este tipo, que obvio será reinventado dependiendo de la conveniencia del momento contextual social, político religioso. Aquí, sin temor al juicio divino, me decanto más por los tiemperos, esos seres, humanos, mágicos, que trabajan para, desde su cosmovisión, manejar y crear un equilibrio para la vida. Tiemperos, como lo es en el caso mexicano, tlauquiazquis, que han sobrepasado el tiempo políticamente correcto, que han sobrepasado el tiempo religiosamente correcto y ahora se encuentran, aún “peregrinando entre el tiempo y el espacio”. Como los Tiemperos de Federico Cuatlacuatl.
3. Miles de millones Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio Carl Sagan, 1° edición: marzo 1998 © 1997 by The Estate of Carl Sagan © Ediciones B, S.A., 1998 Bailén, 84 - 08009 Barcelona.
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A manera de epílogo 2 El arte, para ser arte, como se podría pensar, desde una visión más social, antropológica, por así decirlo, debe estar entendida como un sistema, una red, ajena a los tiempos políticos y de los fundamentalismos, que pueden ser desde religiosos hasta tecnológicos, ismos, que solamente tratan de detener el proceso. Obvio, cualquier obstáculo es eso: un frente, una piedra, sin querer decir que el camino debe estar llano, libre de polvo y paja, pero entonces es menester limpiarlo de esos. La autenticidad depende de la temporalidad, totalidad y continuidad dentro de un proceso de transformación constante, tanto de los grupos humanos como de la cultura material.
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La Vírgen de la roca de Leonardo da Vinci, 1945-1508.
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O bra consultada
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Clifford, James (2001) Dilemas de la cultura. Antropología. literatura y arte en la perspectiva posmoderna. Cultura Libre, Barcelona.
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Fabian, Johannes (2019) El tiempo y el Otro. Cómo construye su objeto la antropología, Coedición: Universidad de Caldas.
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Luhmann, N. (1998). Sistemas sociales: lineamientos para una teoría general. Sistemas sociales; trad. Silvia Pappe y Brunhilde Erker: Coord. Por Javier Torres Nafarrete. – Rubi (Bárcelona): Anthropos: México: Universidad Iberoamericana: Santafé de Bogota: CEJA, Pontificia Universidad Javeriana 1998.
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Miles de millones Pensamientos de vida y muerte en la antesala del milenio Carl Sagan, 1° edición: marzo 1998 © 1997 by The Estate of Carl Sagan © Ediciones B, S.A., 1998 Bailén, 84 - 08009 Barcelona.
De la topología del arte entre tiemperos y caminos* Autor Octavio Vietnam García León Septiembre, 2023 Coordinación Editorial Alejandra Palmeros Montúfar Diseño y diagramación María Elisa Gayosso Rodríguez Universidad Gestalt de Diseño Av. 1 de mayo 113. Col. Obrero Campesina Xalapa, Veracruz; México C.P. 91020 www.gestalt.edu.mx