PARA UNA CIUDAD, UN PARQUE URBANO ES UNA BUENA NOTICIA

por Jorge Vázquez Ángeles

Un espacio verde en un escenario gris siempre es motivo de festejo. Recientemente la CDMX estrenó un nuevo parque en donde el bienestar de la sociedad y el medio ambiente son el objetivo central.

Con la inauguración del parque La Mexicana, la Ciudad de México gana un nuevo espacio verde y moderno en una época en que la sustentabilidad y la ecología no son temas de moda, sino de urgencia para frenar el deterioro ambiental y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Obra de los arquitectos mexicanos Mario Schjetnan y Víctor Márquez, La Mexicana es el parque más extenso construido en la ciudad en sesenta años: sus 30 hectáreas representan tres veces el área de la Alameda central.

La historia de La Mexicana, un extenso lote baldío con desagües al aire libre, estuvo a punto de ser otra, cuando una de las opciones para su aprovechamiento era la construcción de doce mil viviendas, lo que la hubiera sepultado bajo capas de asfalto y torres de concreto.

El diseño y la construcción de este parque es una prueba clara de que el trabajo en equipo entre autoridades y vecinos es la única manera de impulsar acciones y proyectos a favor de la ciudadanía.

Según estimaciones del gobierno de la ciudad, La Mexicana, en un radio de diez kilómetros, favorecerá a más de 130 mil personas del poniente, sobre todo habitantes de la delegación Cuajimalpa.

Luego de cuatro años de darle forma a este proyecto innovador, hoy la ciudad posee un parque sustentable en términos financieros y ecológicos. La captación de agua pluvial garantiza el riego durante tres o cuatro meses y evita el uso de agua potable; toda el área se ilumina mediante luminarias con paneles solares; de la concesión de espacios comerciales se obtendrán recursos para mantener y administrar el parque.

Acorde a la época, La Mexicana ofrecerá conexión a internet gratis, vigilancia con cámaras y personal de seguridad y, desde luego, una serie de espacios para actividades recreativas y físicas: sendero para trotar de 3.5 kilómetros, ciclopista de 4.3 kilómetros, skate park, área de juegos infantiles, jardín para mascotas, dos lagos y un mirador.

El proyecto de Schjetnan y Márquez aprovechó la topografía natural del sitio; se plantaron tres mil especies arbóreas, 180 mil metros cuadrados de jardines y 60 mil metros cuadrados de plantas de ornato y endémicas.

La Mexicana se desarrolla por medio de un eje central de andadores y cuenta con dos accesos: la puerta norte, que en un futuro se unirá con una estación del tren México-Toluca, y la sur, conectada con una plaza pública y accesos vehiculares.

La segunda etapa, aún sin fecha de terminación, incluirá canchas deportivas de futbol rápido, basquetbol, voleibol y un centro cultural.

Bajo el lema “La Mexicana, el parque de todos”, el 23 de noviembre de 2017 el jefe de gobierno entregó este nuevo pulmón de la ciudad en el que se invirtieron dos mil millones de pesos, una suma considerable para este megaproyecto de alcance social.

En cien años, cuando los árboles hayan crecido y una nueva generación siga disfrutando del parque, La Mexicana será una muestra del urbanismo de la época y, esperemos, una historia de éxito. Un botón de muestra de que otra nación es posible, una más justa, ordenada y democrática.

Jorge Vázquez Ángeles (CDMX, 1977). Escritor y arquitecto. Estudió en la Universidad Iberoamericana. Es autor de la novela El jardín de las delicias (Jus, 2009). Publica periódicamente textos sobre arquitectura en Casa del Tiempo, revista de la UAM.

APRENDER A REUTILIZAR PARA DEMOCRATIZAR EL ESPACIO.

El Caso Del Skygarden En Corea Del Sur

por Karina Izquierdo

Un proyecto de reutilización del espacio en Seúl puede darnos algunas pistas para recuperar espacios abandonados en las ciudades de nuestro país.

¿Qué?

El Skygarden es un puente que reutiliza la estructura existente de una autopista elevada de los años setenta. El despacho holandés de arquitectos MVRDV transformó dicha infraestructura de 983 metros de largo en una pasarela para exhibir, a manera de catálogo vivo, unas 24 mil plantas de 228 especies autóctonas, parte del patrimonio natural coreano.

¿Dónde?

Comisionado por el alcalde de Seúl, el parque, ubicado en el corazón de la ciudad, busca reconectar lugares cercanos a la estación de tren central que quedaron fragmentados por las vías, así como a los habitantes de la ciudad con la naturaleza. Construida a 16 metros de altura, la pasarela también brinda a los habitantes una nueva perspectiva de su ciudad, al poner a su alcance vistas nuevas. El proyecto es parte de un programa más amplio de la alcaldía, que contiene varias iniciativas para promover el espacio público, el movimiento peatonal, la escala barrial y el disfrute de la ciudad.

¿Cómo?

¿Se puede pensar en una intervención similar para la Ciudad de México? ¿En qué recae el éxito de esta intervención? Por un lado, en reutilizar infraestructura existente, ya que en Seúl hay segundos pisos para los coches que han caído en desuso. Por lo tanto, para lograrlo en la CDMX sería necesario hacer la transición en el cambio de paradigma de una ciudad para los coches, hacia una ciudad para la gente y a escala humana. Lo pertinente sería recuperar espacios o estructuras que generan fragmentación socioespacial o perturben la democratización del espacio público. Desde peatonalizar alguna calle, reutilizar lotes destinados a estacionamientos o extender banquetas, es preciso transformar los espacios públicos para convertirlos en incluyentes y de calidad.

Karina Izquierdo es arquitecta por la UNAM, especializada en soluciones metropolitanas para implementar la Agenda 2030. Es representante de la Red de ONU-Soluciones de Desarrollo Sostenible Local Pathways y miembro de Future Leaders Connect