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Uso de los hijos como Chivo Expiatorio

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Prólogo

Prólogo

Es la unión de dos personas en contra de un tercero, estas relaciones son caóticas, pobre en comunicación verbal

Situación en la que un miembro de la familia no se comunica directamente con otro miembro de la familia , pero si se comunica con un tercer miembro de la familia

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Triangulación

Uso de los hijos como Chivo Expiatorio

El blanco injusto de todas las culpas

El término Chivo Expiatorio tiene su origen en un rito religioso que se hacía antiguamente. En primer lugar se elegía al azar un macho cabrío y posteriormente se transferían sobre él todos los pecados del pueblo. Pecados que necesitaban ser expiados, purificados o reparados.

Este era un ritual mágico que pretendía descargar todo el mal sobre un mismo animal. Estaba cargado de simbolismo. Pues es la necesidad que tenía el ser humano de expiar sus culpas la que le llevaba a buscar a un culpable y a castigarlo.

Es a partir del simbolismo de este culto que metafóricamente utilizamos en psicología el término chivo expiatorio para denominar al miembro de un sistema como puede ser la familia, el estado, un grupo de trabajo o de amigos, de compañeros de colegio o de instituto e incluso un pequeño grupo de watsapp, en quien se depositan las agresiones desplazadas y quien carga con todas las culpas del sistema. L os niños que crecen como chivos expiatorios en una familia pueden desarrollar problemas de confianza, resentimiento y baja autoestima. Se culpan a sí mismos por cómo los tratan y buscan encontrar razones lógicas que justifiquen su maltrato. Tienden a sentirse inútiles, feos, estúpidos y/ o incompetentes. Pueden tener dificultades académicas y evitar situaciones u oportunidades competitivas. Suelen intentar guardar un bajo perfil. Se pelean con los demás con ira explosiva. Son pesimistas y guardan resentimiento en las relaciones personales. Creen que se les debe algo porque ellos mismos tratan de generar esa deuda, consciente o inconscientemente, cargando con los problemas de los demás. Algunos pueden tratar de demostrar su valía convirtiéndose en “conseguidores de metas”, a menudo en detrimento de sus propias aspiraciones e intereses en la vida.

A menudo buscan la validación

que nunca tuvieron fuera del hogar, por lo que pueden ser vulnerables a los grupos depredadores y las personas que buscan aprovecharse, como los cultos religiosos, las bandas criminales, las organizaciones terroristas y los depredadores emocionales y/o sexuales a menudo las atraen al ofrecer gratis y muy rápido esa validación que el chivo expiatorio tanto

anhela. Eso es precisamente lo que ocurre, en un contexto romántico, con el bombardeo de amor o love bombing, donde la narcisista “baña” al chivo expiatorio de falsa validación. Es por esto que el vínculo que se crea entre ellos es tan poderoso para el chivo expiatorio. Porque su niña interior por fin tiene el amor incondicional que tanto anheló y no obtuvo en su infancia.

DIVORCIO

Del latín divortium, divorcio es la acción y efecto de divorciar o divorciarse (disolver un matrimonio por vía legal, separar o apartar personas o cosas que estaban juntas). Por ejemplo: “Acabo de firmar el divorcio con Marcos; la situación ya no daba para más”, “Mi esposa me pidió el divorcio porque cree que la engañé, pero se trata de un malentendido”, “Un escándalo de corrupción terminó con el divorcio de la dupla comercial más exitosa de los últimos tiempos”.

El divorcio, es la disolución legal del matrimonio por acuerdo entre ambas partes o por la violación de alguno de los derechos u obligaciones matrimoniales. La legislación suele otorgar protección tanto a la mujer como a los hijos que hayan nacido durante el vínculo.

Algunas Causas de

Divorcio

Las causas del divorcio más comunes son la falta de compromiso, exceso de discusiones, expectativas no realistas, falta de igualdad en la relación, abusos, problemas económicos o falta de habilidades para resolver problemas.

Cuando la ley o la religión no permiten el divorcio, la separación se produce de hecho, sin otro sustento que la disolución de la relación y el alejamiento de ambas personas. El divorcio es un fenómeno creciente que cada vez se ve más presente en nuestra sociedad. De hecho, durante los últimos años se ha experimentado tanto una disminución gradual de matrimonios como un incremento de divorcios.

Históricamente, la decisión de divorciarse ha sido mal vista por la sociedad, dado que, para muchos, el matrimonio es una unión que debe durar toda la vida. En las últimas décadas, sin embargo, dicha concepción ha cambiado y hoy en día se acepta el divorcio como la opción nor

La falta de compromiso es el factor que se ha mostrado más prevalente entre los divorcios y las separaciones.

El exceso de discusiones, los datos apuntan que este factor es notablemente inferior a la falta de com-

promiso pero superior al resto. El Doctor William H. Doherty comenta que cuando en el seno de una relación conyugal predominan las discusiones, las probabilidades de divorcio incrementan de forma muy elevada. Si analizamos este factor, podemos ver que el exceso de discusiones puede ser más un síntoma que una causa en sí.

Infidelidad, probablemente este es el factor que la gente más relaciona con los divorcios y las separaciones. Para muchas personas estos comportamientos resultan los más inadmisibles dentro de la pareja y los que pueden motivar con mayor facilidad una ruptura.

Falta de comunicación. La convivencia, en muchos casos, atenta contra la comunicación, la vida cotidiana, las responsabilidades, los hijos. Es difícil encontrar el momento para hablar tranquilos y se suele cometer el error de dejarse estar porque „total más tarde lo hablamos‟. El diálogo es la piedra fundamental de toda unión, tan importante como la pasión, el amor o la atracción.

Intolerancia. Aceptar no es tolerar. Es comprender amorosamente que el otro es como es. Hay que poner el foco en lo bueno y no en lo malo. Tan sencillo como esto: ver la mitad del vaso lleno. No existen las personas sin defectos, empezando por nosotros mismos. Impuntual, malhumorado, egoísta, avaro, mentiroso, sucio, desordenado, vago, obsesivo, seguramente para cada una de nosotras esta lista tendría un Ranking distinto.

El abuso en el matrimonio requiere una consideración especial; hay comportamientos que están claramente fuera de los límites morales del matrimonio. Todas las personas tiene derecho a estar seguros física, emocional y sexualmente dentro del matrimonio y de cualquier otro tipo de relación personal.

Problemas económicos. No suele ser habitual que los matrimonios fracasen debido a la falta de dinero o a dificultades económicas. Sin embargo, sí que suele resultar un problema mucho más importante la falta de compatibilidad entre cónyuges en el ámbito financiero.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia intrafamiliar es un problema social que afecta a innumerables personas, familias y a la sociedad en general. Se trata de un tipo de violencia que ocurre en el seno del hogar cuando un miembro perjudica de manera intencional la integridad física y psicológica de otro familiar.

La familia es la organización más importante de la sociedad, esto se debe a que está compuesta por la alianza entre dos individuos, como el matrimonio o el concubinato, y porque también implica los lazos de consanguinidad.

Esto conlleva a que existan los valores familiares que implican un conjunto de creencias y demostraciones de afecto que se hacen desde el respeto, la honestidad, el apoyo, la comunicación, el perdón, la paciencia, entre otros.

que lleva a cabo uno de sus miembros con el objetivo de imponer control o dominio, por lo que puede hacer uso, por ejemplo, de la fuerza física, la intimidación o el acoso.

El individuo maltratador acostum

bra a generar daños psicológicos y/o

general, este tipo de personas ya han vivenciado este tipo de situaciones anteriormente y las repiten en su círculo familiar.

Las agresiones, cualquiera que sea, pueden ser constantes, incluso, fáciles de identificar según el daño que genere en la dignidad de una persona o en su salud física y mental.

Sin embargo, las victimas suelen permanecer en silencio y evitan denunciar al agresor por miedo a que les ocurra algo peor, por vergüenza o por estar limitados a hablar con otras personas.

El proceso de duelo es, en parte, individual y en parte, compartido. Es individual, ya que para cada doliente constituye un camino único, diferente incluso del de los demás dolientes con los que se comparta la pérdida.

Una pérdida en la familia es una crisis más que tendrá que vivir. Si bien este tipo de crisis es muy dolorosa, no exagero al decir que toda familia tendrá que pasar por ello. He mencionado la importancia de estar listo en el post de: como prepararse para una perdida.

Cuando ocurre una pérdida, la familia tiene que apoyarse mutuamente, modificar sus acciones, pensamientos y sentimientos y sobre todo reacomodarse entre ellos. Algo muy importante es que todos los miembros lo tienen que hacer (sin dejar a ninguno atrás). Ya que, si un miembro de la familia no está bien, la familia no estará bien. El duelo familiar y su influencia en el doliente

A nivel familiar, la influencia de ésta sobre cada doliente es bidireccional. Por un lado, cada familia tendrá una forma particular de afrontar la muerte, dependiendo de si han tenido

experiencias previas de otros fallecimientos, de la manera particular que tengan de afrontar el dolor, su modo específico de gestionar las emociones y enfrentarse a la adversidad, etc. Las características concretas de ese afrontamiento familiar influyen facilitando o complicando el proceso individual de cada uno de sus miembros, según la forma particular que tenga cada uno de encarar este proceso. una necesidad concreta con respecto al proceso de duelo. Por ejemplo: habrá parientes que sean más emocionales, a los que les resultará extraño que otros familiares pongan más energía en intentar comprender que en llorar, de modo que los sentirán fríos o les atribuirán poco amor hacia el fallecido ante su poca manifestación del dolor, lo que en ocasiones puede desembocar en malentendidos y discusiones.

Esta interacción entre familia y doliente determina gran parte del proceso de duelo, por lo que el hecho de que el doliente sea consciente del rol que está ocupando, o cómo lo está afrontando la unidad familiar, puede aportar mucha luz a su camino. De igual manera, para el profesional que atiende el duelo, tener en cuenta la parte compartida del duelo permitirá dar sentido a la experiencia del paciente. Diferentes maneras de elaborar el duelo

Cada miembro de la familia tendrá Éste es otro de los grandes retos del duelo: respetar y poder encajar las diferentes maneras de elaborar el duelo que surgen entre los miembros de la familia.

Cómo afecta el duelo a la familia Tras una pérdida, el sistema familiar se resiente, igual que lo hace cada individuo. Podemos entender la familia como una unidad: el doliente se replantea sus distintas facetas, su psique, etc., al igual que la familia, que también revisa los roles familia-

res, la forma de afrontar la pérdida, la compaginación de los diferentes duelos, etc. El reajuste del sistema familiar requiere tiempo y dedicación por parte de cada uno de los componentes para recuperar un nuevo equilibrio. Cuando uno de los miembros de la familia fallece, los roles, las interacciones entre los demás parientes cambian drásticamente. A este proceso se añade el dolor del duelo y las diferentes formas de manejarlo de cada integrante de la unidad familiar. De ahí se concluye claramente que, aun en distintos niveles de intensidad, este proceso remueve a cualquier familia. De hecho, es común ver cómo muchas familias pierden relación o se distancian tras un duelo, según qué miembro haya fallecido y qué función ocupase dentro del sistema familiar. El duelo inmediato en la familia

Los primeros momentos del duelo constituyen casi un proceso de supervivencia, donde cada uno pone en marcha mecanismos de defensa para poder hacer frente a la pérdida. A nivel familiar lo que suele suceder es que cada uno de los miembros adopta un rol frente al dolor y la crisis. Por ejemplo, puede ocurrir que uno de ellos adopte el rol de acoger el dolor y la tristeza de todos, lo que en ocasiones puede impedirle encontrar hueco para expresar el suyo propio. Cuando atendamos a un doliente en nuestra consulta, no podemos olvidar que esa persona pertenece a una familia, que está elaborando el duelo de una manera particular, en la que el

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