Hoy entrevistamos a Pilar Montoya

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ENTREVISTAS CULTURALES

Núm. 3


Hoy entrevistamos a Pilar Montoya

Artista sobresaliente,

polifacética, incansable y precoz,

Pilar Montoya puede presumir de haberse labrado una de las más interesantes y sólidas carreras del sector de las Artes Escénicas en España. Titulada Superior de Clavicémbalo y Órgano con Matrícula de Honor y merecedora de prestigiosas becas, Pilar Montoya inició su andadura profesional con tan sólo 18 años, cuando fundara el trío Parthenia, un muy personal proyecto al que han seguido muchos otros, entre los que destaca

Los Comediantes del Arte, una compañía especializada en danza antigua y cuya primera obra, Amor y Desamor, ya ha sido representada en seis ocasiones a lo largo y ancho de la geografía española.


Esa intensísima labor profesional, que Montoya lleva a cabo a través de sus muchas profesiones -clavecinista, bailarina histórica, directora de orquesta, docente, solista e investigadora de la danza de los siglos XVI al XVIII- no ha ido nunca, sin embargo, en menoscabo del ejercicio de sus cargos como Catedrática de Clave y Directora Artística de la Orquesta Barroca del Conservatorio Superior de Salamanca, Presidenta de la AEMDA (Asociación Española de la Música y Danza Antigua), ni tampoco la ha hecho desistir en la preparación de su tesis doctoral -“La Danza en la Corte de Felipe V”- ni a abandonar sus estudios universitarios de Ciencias Químicas.

Sin más preámbulos, damos paso a la entrevista.


MC: Ciertos sectores de las Artes Escénicas, como la ópera, la danza o la música clásica tienden a asociarse con un público muy determinado que, en más de una ocasión, ciertos medios –muchos de ellos artísticos, como el cine- han retratado de una manera rayana en un esnobismo caricaturesco. ¿Te has enfrentado alguna vez con ese cliché?, ¿consideras, por otra parte, que tu público fiel reúne distintivos suficientes como para ser adscrito a un determinado grupo social?

PM: La verdad es que nunca me he visto en esa situación, entre otras cosas porque siempre intento que mis conciertos y espectáculos vayan dirigidos a todos los públicos y sectores de la sociedad. Creo que un artista tiene que difundir el arte sin distinción y últimamente lo que más me preocupa es que los espectáculos y programas que ofrezco puedan ser para todas las personas, sin ningún tipo de distingo. Lo que hago es ofrecer siempre algún elemento nuevo, algo que atraiga y atrape y, sobre todo, que resulte un elemento pedagógico para que la gente salga con la idea, no solo, de que han visto algo bonito, sino también con la impresión de que han aprendido. Y sobre todo me esfuerzo por conseguir un espectáculo integral, es decir, que el público escuche música, pero también pueda ver imágenes, danza, que ese mismo espectáculo se pueda unir con la literatura o con las artes plásticas. Creo que hay que reinventar la idea de concierto y adaptarse a la nueva época, donde la protagonista es la imagen.


Así que en mis conciertos me encuentro todo tipo de público: señores mayores, jóvenes, niños, familias… y me gusta mucho establecer un contacto directo con ellos: les hablo, les cuento algo de las obras que van a disfrutar y después del concierto les pregunto, les invito a subir al escenario, les enseño el instrumento y establecemos un contacto muy bonito, rompiendo esa barrera que a veces se interpone entre el artista y el público. Por ejemplo, en un espectáculo de danza que recientemente hemos llevado a Antequera, tuve ocasión de explicar las danzas que interpretamos, y a la gente le encantó porque resulta algo muy cálido y muy cercano. Son danzas interpretadas a partir de estudios realizados con gran rigor historicista y cuando se trata de algo que ha existido realmente ves que la gente se interesa muchísimo.

Pilar Montoya en “Con mudanzas y meneos”


MC: Entendemos que tu especialización artística, la música antigua, requiere de un conocimiento previo para poder ser disfrutada en plenitud. ¿Qué política seguirías para ganarte a aquel sector del público que, por carencias formativas no pisa jamás una sala escénica? PM: Es imprescindible educar y formar. Para mí, una forma muy práctica es hacer un concierto coloquio en el que el público pueda participar y se sienta parte activa de ese espectáculo. Realmente se van de la sala con un conocimiento aprendido. Pero hay que valerse de otras herramientas: las redes sociales pueden ser un canal muy propicio para contribuir en esa formación, un blog, una página de Facebook, una página web… siempre con un lenguaje cercano y mostrando cosas originales que lleguen a todo el público. Por supuesto, no se trata de algo a corto plazo, pero todo eso puede ir calando en la sociedad. Precisamente, este verano he participado en el XIII Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco (Málaga) donde he ofrecido una conferencia sobre el papel de la danza en la época de Cervantes, y mostramos las danzas en un espectáculo. Esto supone difundir nuestra cultura: Cervantes es una figura universal, y no sé si todo el mundo ha leído el Quijote, pero debería… dimos algunas pinceladas del Quijote y espero que eso haya ayudado a retomar las ganas de leerlo.


MC: Una de tus profesiones es la de docente. ¿Cómo profesora especializada en el mundo de la danza y la música antigua, qué opinas de los planes de estudios actuales en la enseñanza oficial? ¿Consideras que hay diferencias sustanciales entre las escuelas e institutos públicos y los privados? ¿Crees, en definitiva, que tu sector está lo suficientemente representado en cualquiera de ellos? PM: No, no esta representado y es un tema muy importante porque la música siempre se ha tratado de una manera muy tangencial. Por una parte, veo que el niño talentoso que tiene cualidades innatas para ser un músico profesional tiene problemas para compaginar sus estudios musicales con su formación general que recibe en el colegio. En este sentido, existe lo que se llama el Bachillerato musical, que no se si en España se ha implantado, pero se debería insistir más en ello para favorecer esa compaginación. Por otra parte, creo que desde los inicios del niño la música debería estar más presente, la música es movimiento y ritmo y, además, está científicamente comprobado que un niño que estudia música tiene áreas del cerebro más desarrolladas que otros niños y que le ayudan a tener una mayor sensibilidad, creatividad y una mayor capacidad para los estudios generales. Ellos son la base de la sociedad futura, con lo que estaríamos sentando las bases de una sociedad más preparada y con un gusto por la música más desarrollado.


Y respecto a las enseñanzas musicales en conservatorios, los actuales planes de estudio tienen muchísimas asignaturas teóricas, lo que impide que el instrumentista se pueda dedicar de pleno a la preparación de la técnica y de un repertorio. Habría que hacer un mejor equilibrio entre la teórica y la práctica para favorecer una mayor preparación de los músicos profesionales.

MC: La docencia, por supuesto, también te habrá llevado a conocer a gente de tu sector con una trayectoria profesional en ciernes. ¿Qué consejos les das, o darías, para sobrevivir en un sector como el cultural y artístico, tan marcado por la precariedad? PM: No sé si yo puedo dar consejos, porque evidentemente ahora es muy complicado para todos los sectores. Creo que lo principal es tener una buena formación… y quizás volver un poco a la idea del polifacetismo. Es decir, está muy bien ser especialista en algo, pero veo que ahora se demanda un tipo de profesional que pueda controlar varias áreas. Y luego, por supuesto, hay que ser constante y creer mucho en lo que uno hace. Si no se tira la toalla, una persona que esté capacitada, tarde o temprano encuentra un lugar en el mundo de la música. Y hay otras cosas a tener en cuenta:


hoy en día, un músico no solo tiene que saber música, sino también hablar idiomas para poder tener relaciones internacionales y tiene que conocer las nuevas tecnologías, ser prácticamente su propio manager, estar al corriente de las redes sociales, disponer de un blog, canal de Youtube… es decir abrir la mente y vender su producto de manera constante. MC: Como mujer emprendedora –con una compañía propia especializada en danza antigua- ¿consideras que es difícil emprender en un país como éste?, ¿piensas, por otra parte, que emprender en el sector cultural conlleva aún más riesgo que en otros sectores? PM: Si, definitivamente. El arte de calidad no es barato. Personalmente, cuando voy a ofrecer un concierto tengo que mover mi instrumento, un clave, un instrumento que se fabrica de manera casi artesanal, que hay que transportarlo con cuidado, que requiere un mantenimiento… todo eso supone mucho dinero. Cuando actúo con la compañía de danza Los Comediantes del Arte

llevamos trajes de

época, diseñados de manera personal para nosotros y hechos a mano; es un vestuario carísimo. Todo es mucho dinero, y puedo seguir: en muchas ocasiones, cuando desarrollamos proyectos internacionales trabajamos con músicos extranjeros y españoles, hablamos de costes de viajes…


Pero realmente, uno de los grandes problemas es que el director de un proyecto tiene que adelantar el coste de una producción, lo que supone un riesgo porque puede no salir bien, o porque las instituciones no siempre pagan en tiempo y forma… Es un riesgo que asumimos con temor y cautela, porque son cifras muy elevadas, por ejemplo solo para disponer de una sala de teatro… pero no queda más remedio. Sin ir más lejos, cuando hicimos el debut de

Amor y Desamor con Los Comediantes del Arte lo hicimos sin ningún tipo de ayuda o subvención y tuve que adelantar absolutamente todo el presupuesto.

Pilar Montoya en “Amor y Desamor”


MC: Y hablando de financiación, ¿hasta qué punto consideras justas y necesarias las ayudas públicas al sector artístico y cultural? PM: La verdad es que son muy muy necesarias, pero realmente son muy escasas. Creo que debería haber más, claro. Pero no solo para la producción de conciertos y espectáculos, sino para proyectos pedagógicos, para completar la formación de músicos en el extranjero, becas… Creo que con una reestructuración económica podría lograrse, la clave tiene que estar en que no haya unos sectores muy favorecidos y otros muy poco. Está claro que el arte necesita dinero. En estos momentos, estamos proyectando una gira en Argentina para el año que viene; y sería muy bueno que existieran políticas de intercambio cultural entre las embajadas o gobiernos porque estamos vendiendo la marca España. Eso nos podría ayudar a que en este tipo de proyectos pudiéramos tener, al menos, los gastos de desplazamiento cubiertos, ya no digo que ganemos dinero, pero que no tengamos que perderlo en proyectos tan bonitos y apasionantes como este.


MC: Finalmente, una pregunta obligada para cualquier profesional perteneciente al sector cultural. ¿Cómo te ha afectado, y afecta, la subida desproporcionada del IVA a un 21% y qué opinión te merece la implementación de tan cuestionable medida? PM: La verdad es que me ha afectado muchísimo, ya que eso hace que los conciertos y espectáculos se encarezcan enormemente. Me parece una cifra desorbitada y desmedida y la principal consecuencia es que ya no podemos actuar tanto como antes.

Pilar Montoya actuando, como bailarina histórica, en Antequera


Para saber más sobre Pilar Montoya…

Bienvenidos a la Web de Pilar Montoya Blog de Pilar Montoya Los Comediantes del arte

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Haiku Comunicación Agente de prensa



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