AUTOGESTION U.P.E.A

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Nuevos modelos de

lucha obrera Metrodelegados y Fábricas Recuperadas: miércoles 3 de abril, 18:30 en el aula 6 de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata.

Autogestión

»  UNLP | Taller de Formación Popular de la Cátedra Libre de Fábricas Recuperadas

Ag

www.tiempoargentino.com |  suplemento de la unión productiva de empresas autogestionadas  |  jueves 28 de marzo de 2013

A modo de presentación

El trabajador de la autogestión Es el nuevo actor del último decenio y potencial gestor de transformaciones políticas y sociales. Experiencias y presente. »

Hugo Fucek y Eduardo Montes*

“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.” Rodolfo Walsh “La mañana tiene otro olor, porque suena el despertador, y voy para la fábrica bien pintadito de sol Recuerdo los días de ayer, solo quedábamos diez, seis meses sin cobrar y al patrón ni se lo ve. Y un día no dio ´pa más, el negro dijo “Ya fue, a esta planta la tomamos que sea nuestro lo que nos dé” y vuelvo a la fábrica, vuelvo a creer. Obrero soy sin patrón”. Arbolito, chacarera "La Recuperada".

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l último decenio ha introducido de modo definitivo un nuevo actor que requiere una mirada más atenta de los diversos sectores sociales. La acción desplegada por trabajadores dependientes que se convierten en gestores de la empresa a la que respondían, constituye una práctica social con múltiples condimentos, aún difícil de conceptualizar hasta por los propios actores. Autogestión, control obrero de los medios de producción, recuperación de los trabajadores de empresas, estatización con control de los trabajadores, trabajadores asociados por impulso de programas sociales, son algunas de las modalidades adquiridas por los trabajadores que asumen la gestión productiva. Las heroicas historias de sus protagonistas, se enmarcan en una dramática crisis política, económica, institucional, cultural y social,sumada a eso o, para mejor decirlo, antecedente

de esa crisis, una pérdida creciente de credibilidad en las representaciones de todo tipo y necesidades básicas insatisfechas de una gran parte de la población. Si bien, no hay una diagramación de estrategias y adopción de tácticas para cumplir con estos fines, hay un denominador común en los trabajadores, la desesperanza y angustia por la pérdida de la fuente de trabajo y su propia condición. La reacción de los trabajadores se da en ese contexto, donde el patrón deja de pagar salarios, los abandona a su suerte, se quiere llevar las maquinarias, vacía los establecimientos, huye y en su huida condena al hambre a los trabajadores. Las salidas no se encuentran fuera de las fábricas, allí la opresión es más dolorosa, el olor a miseria galopa por las calles. Los maderos que desperdigados pueden conducir a alguna orilla, están en su propia identidad de trabajadores, en sus oficios, en sus experiencias, en su fábrica. A esas identidades se aferran, es el lugar conocido y en algún punto propio y desde ese lugar de inquietante inseguridad conocida, es posible sobrevivir. El único concepto que los identifica, unifica, promueve lazos solidarios, fortalece y motoriza, es su condición de trabajador. CONTEXTO HISTÓRICO. Sin embargo, esta definición contundente, del “saber situado” al decir de Michel Foucault, no es producto de una situación improvisada en el colectivo de trabajadores, por el contrario tiene antecedentes históricos muy arraigados en la conciencia colectiva. Para decirlo de otro modo, el trabajador argentino organizado en el asociativismo, podrá no concebir “la toma de los medios de producción” propias del socialismo, pero lo que seguramente impera es su identidad de trabajador, esa es su mayor virtud. Desde ese lugar se concibe como potencial gestor de transformaciones políticas y sociales, la brutal crisis que desemboca en los comienzos del siglo XXI, los encuentra desguarnecidos y

Arrufat - La condición de trabajador promueve los lazos solidarios. sin herramientas, pero late inexorable en sus conciencias que el trabajador sigue siendo un instrumento de cambios sociales profundos. A nuestro modo de ver, es muy fácil determinar el origen de tales ideas en nuestro país,si bien fruto de antecedentes trascendentes de lucha, la visibilidad otorgada en la década del ’40 a partir de la irrupción a la política del peronismo, coloca a los trabajadores en un peldaño de reconocimiento público, nunca antes conquistado. Un repaso fugaz, nos lleva inexorablemente a destacar la audacia de la Constitución de 1949 al destacar de modo contundente la necesidad que el bienestar general y la justicia social sean los valores que deben impregnar el nuevo concepto de propiedad, donde el trabajo es un nivelador social esencial. Ese paso se convierte en irreversible. Aquel nivel de conciencia política puede dar lugar a las luchas obreras durante la resistencia peronista, merece un recuerdo los antecedentes de la CGT de los Argentinos en los manifiestos de La Falda y Huerta Grande, donde se alternan un conjunto de reivindicaciones relativas a los trabajadores con enunciados de profundo contenido político, donde la discusión sobre la economía nacional y los sectores de poder económicos, son abordados claramente por las organizaciones sindicales afiliadas a esa Central.

Omitir las consignas que inspiraron la lucha obrero estudiantil en los acontecimientos de mayo de 1969 en Córdoba y Rosario, sería injusto, ya que vislumbraron un elevado nivel de conciencia de los trabajadores en la disputa contra el poder político y económico que los oprimía Durante la primavera de los ’70, se verifica una tenue participación de los trabajadores en las empresas públicas con intervención en los directorios de esas empresas y la consagración en algunos Convenios Colectivos de Trabajo mostraron que la cogestión de los trabajadores podía ser negociada con las organizaciones patronales. Los niveles de participación y actuación de los trabajadores en el capital, quedó aniquilada junto con gran parte de la normativa que acompañó el ascenso obrero, para lo que fue necesario, claro está, la persecución, la tortura y la muerte de cientos de trabajadores organizados, como consecuencia de la irrupción de la dictadura cívico-militar de 1976. Pocos focos de organización quedaron luego de dicha destrucción social, política y económica. La restauración de la democracia, no pudo, no supo o no quiso restituir derechos, ni menos aún el debate. Vale la pena recordar los 26 Puntos de la CGT, como estandarte de decisión de los trabajadores

de protagonizar un nuevo tiempo en la discusión pública. Los '90 generaron mayores retrocesos, con un inusitado proceso de acumulación de capitales y la economía de mercado logro imponer la totalidad de las condiciones de vida para los argentinos. En un esquema de privatización y desguace del Estado, destrucción de la industria nacional, crecimiento astronómico de las importaciones, altísimos niveles de desocupación, los trabajadores se refugiaron en sus penurias y los que sobrevivieron atesoraron esos recuerdos de identidad en un lugar del alma. La muy sucinta reseña nos ubica en la crisis que concluye con el estallido de diciembre de 2001, no había más lugar para que el discurso los convenciera que la acumulación de riquezas generaba un derrame posterior en los sectores populares, el proceso de destrucción de la industria nacional y la dependencia absoluta a las políticas dictadas por los organismos de crédito internacional, colocó al país a la puerta de la desintegración nacional. Allí en el mismo borde del abismo, se ubicaron algunos trabajadores que comenzaron un paulatino proceso de recuperación de las fuentes de trabajo, silencioso, anómalo, esquivo a los factores de poder, sin el auspicio de los estamentos judiciales, dieron los primeros pasos los trabajadores autogestionados. Desde ese lugar comenzaremos a plantear los debates que pueden girar alrededor de las empresas autogestionadas en el marco del sistema productivo argentino. El actual proceso de fábricas recuperadas por los trabajadores, es más conocido, sin embargo aquella identidad permanente existente en los trabajadores que la protagonizan resulta indispensable para sostener con la misma contundencia que se trata de un actor productivo insoslayable y que requiere un marco normativo que reconozca su identidad, más allá de la muy auspiciante ley de concursos y quiebras. *Presidente y vicepresidente de la UPEA


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TIEMPO ARGENTINO  |  empresas autogestionadas  |   |  jueves 28 de marzo de 2013

funciona en el barrio de almagro, en la ciudad de buenos aires

Lejos de bajar los brazos, la maderera Córdoba es ejemplo Quebrada durante la crisis, lograron volver a crecer, ampliar la plantilla y tener mejor sueldo que el resto del sector. La cooperativa fabrica y vende muebles en un barrio solidario con problemas legales, incrementados por el macrismo. »

Gabriel Martín

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uando la empresa quebró en 2003, los trabajadores de la Cooperativa de Trabajo Maderera Córdoba estaban invadidos por la incertidumbre que decenas de miles de familias sufrían ante un futuro incierto. La historia de la maderera es indudablemente un recorrido por las esperanzas, frustraciones y resurgimientos de la Argentina. Fundada en la década del ’50 por Vicente Viglia, el emprendimiento familiar se instaló y creció, con períodos de febril producción. Llegaron a trabajar entre sesenta y ochenta operarios. Pero cuatro décadas más tarde la política neoliberal comenzó a afectar severamente a la empresa. Para profundizar la crisis, Vicente falleció y la gestión de la empresa recayó sobre su hija que no tenía la gimnasia financiera del padre. El resultado fue el camino hacia la convocatoria de acreedores que se

Los trabajadores organizaron la formación de una cooperativa y expusieron el conflicto en el barrio. produjo en 2000. Apenas seis trabajadores le quedaban a la otrora pujante maderera que había logrado un renombre en el sector. Para empeorar el panorama, los pocos que quedaban apenas sacando

Laburante - La fábrica nunca paró de producir, los proveedores, de manera solidaria, aportaron los insumos necesarios para la producción. la cabeza del agua debieron aceptar un recorte salarial del 20% impuesto por la patronal, que de todos modos siguió despidiendo personal. Lejos de bajar los brazos, los laburantes comenzaron a buscar al-

ternativas para el final anunciado que se produjo formalmente a fines de 2003 con la quiebra. Sin perder tiempo, la maderera inició una nueva etapa, esta vez con la autogestión de los trabajadores.

Así como hay historias que reflejan en un solo ejemplo las peores miserias, esta es una que tiene los mejores elementos que puede aparecer en esos momentos de crisis. Los trabajadores organizaron la

formación de una cooperativa y expusieron el conf licto en el barrio. Así, el territorio fue conociendo la situación de vulnerabilidad en que habían quedado esos carpinteros que se fueron reduciendo en canti-


jueves 28 de marzo de 2013  |    |  empresas autogestionadas  |  TIEMPO ARGENTINO   3 dad con el paso de los años. La maderera nunca paró de producir. Los principales proveedores, sabiendo cómo era historia y conociendo que era perfectamente viable, también aportaron una actitud solidaria y le siguieron proveyendo los insumos necesarios para ir saliendo adelante, sabiendo que la quiebra fue de la patronal, no de los trabajadores. Obviamente no había cuentas bancarias donde guardar la recaudación. Los curas del barrio se ofrecieron para guardar los ingresos en la Iglesia María Inmaculada que queda a pocos metros de la maderera, cruzando Avenida Córdoba. Los embargos y la quiebra habían inhabilitado el espacio de trabajo.

En la historia del barrio del Almagro, la comisaría se reunió con los trabajadores y aportó su cuota de solidaridad. A lo largo de los años, Vicente Viglia había reinvertido parte de sus ganancias en ampliar la superficie, comprando lotes lindantes y en sus último años, acosado por cuentas que no cerraban, escrituró algunos por fuera de la empresa. Así fue que a través del único local que no estaba embargado, los carpinteros podían ingresar a la inmensa planta a través de un pasillito interno, largo y angosto, por el que debían sacar también la mercadería que conseguían vender. La Justicia, habitualmente despegada de estas realidades, simplemente cursó la tasación de los terrenos para su posterior remate y consecuente desalojo. Nada podía funcionar bajo ese marco y con guardias policiales en la puerta para evitar intrusos. Tarde o temprano, algún agente de consigna iba a descubrir de dónde provenían esos trabajadores que entraban con materiales y herramientas y salían con muebles. Pero también en esta historia del barrio de Almagro, la comisaría aportó su cuota solidaria. Tras una reunión con los trabajadores,

Legales - Los trabajadores piden que los bienes sean tasados y se les extienda un plazo de 25 años para cancelarlos. comprendiendo que de ese ámbito dependía el sustento de muchas familias, la custodia fue más contemplativa y siguieron laburando sin problemas. Así f ue transcurriendo 2004 mientras los sobrevivientes de la empresa seguían organizándose de modo cooperativista y en septiembre de ese año el gobierno porteño dispuso de la expropiación y cesión del predio a los trabajadores. Casi dos

mil vecinos dieron el presente el día de la apertura de la cooperativa. De todas las dificultades, como sucede con las empresas recuperadas, los trabajadores debieron superar el obstáculo de gestionar sin patrón. De todas las historias de empresas quebradas y/o vaciadas, abundan los problemas que derivan del desconocimiento del gerenciamiento. La súbita ausencia de las administraciones genera

un importante desafío. Pero en la Cooperativa de Trabajo Maderera Córdoba quedaron algunos de los trabajadores que se desempeñaron en la parte comercial y contable y con un ordenado reparto de tareas pudieron salir adelante. Desde entonces la maderera volvió a crecer. A la par de un país que comenzaba a salir del infierno, crecieron las ventas y reinvirtieron en nuevas máquinas para aumentar la

producción. Así, ampliaron la plantilla a veinte compañeros y cuatro aprendices que van a aprender el oficio tres días a la semana y tener unos ingresos para solventar sus estudios universitarios. Los salarios no sólo se recuperaron de los recortes impuestos por la patronal sino que hoy están un 40% encima de la remuneración promedio del sector. También funciona una escuela secundaria para adultos, que abrió sus puertas en 2005, con una matrícula de unos 120 estudiantes, lo que sirve también para afianzar los vínculos con un barrio que no le corrió el cuerpo a esta historia. Los problemas de la maderera pasar por cuestiones legales. Los trabajadores piden que los bienes sean tasados nuevamente y se les extienda un plazo de 25 años para cancelarlos. La ley de expropiación aprobada cuenta con presupuestos para los concursantes de la quiebra, pero no fueron ejecutados, y desde que asumió la jefatura de gobierno porteña, el macrismo no dejó pasar ninguna oportunidad para hostigar a las empresas recuperadas y Autogestionadas, vetando compulsivamente las leyes votada hasta por sus propios legisladores, que habitualmente juegan acuerdos sabiendo que en última instancia, Mauricio Macri las veta: en la Navidad de 2011 vetó la Ley 4008 vetado por el decreto 672/11; y el año pasado se aprobó también por unanimidad la 4452 y el 15 de enero pasado Macri volvió a vetarla con el decreto 23/13, afectando seriamente la estabilidad de miles de trabajadores y marcando sin dobleces una amenaza a cualquier colectivo obrero que no quiera someterse al destino de la administración privada.


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TIEMPO ARGENTINO  |  empresas autogestionadas  |   |  jueves 28 de marzo de 2013

ALICIA KIRCHNER RECORRIÓ LA GRÁFICA PATRICIOS

Empresas Autogestionadas

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La ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, acompañada por su par francés, Benoît Hamon, visitaron la Cooperativa Gráfica Patricios, empresa recuperada por sus trabajadores. Los funcionarios recorrieron la planta, ubicada en el barrio porteño de Barracas, dialogaron con los trabajadores y participaron de un programa de Radio Gráfica FM 89.3. El encuentro fue organizado por la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas y la Cooperativa de Trabajo Gráfica.

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Actualidad

El veto a la ley de empresas recuperadas Desde que asumió su primer mandato en diciembre de 2007, Macri lleva vetadas más de 100, de las cuales dos estaban destinadas a la protección de empresas recuperadas lo que impide a los trabajadores obtener instrumentos legales. »

Marcelo Amodio, Mariela Olivari y Alejandra Fernández Scarano*

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a recuperación de las empresas por parte de los trabajadores surge como respuesta de los trabajadores a la crisis del modelo de neoliberal implementado en los años noventa. A más de diez años de la experiencia autogestiva los trabajadores han demostrado su capacidad de llevar adelante los emprendimientos abandonados por sus dueños en condiciones de quebranto económico o vaciamiento, convertirlos en proyectos viables y de este modo evitar el desempleo, la exclusión y la marginalidad. Las empresas recuperadas fueron abriendo un camino, gestaron los cambios legales y necesitan la obtención de la titularidad de los bienes de producción que para consolidar la defensa de su trabajo. El modo de adquirirlo es a través de las leyes de expropiación que el jefe de gobierno de la Ciudad se empecina en vetar. El veto de Mauricio Macri es un clásico de nuestro tiempo. Desde que asumió su primer mandato el 10 de diciembre de 2007 el Jefe de Gobierno de la Ciudad lleva vetadas más de cien leyes, de las cuales dos estaban destinadas a la protección de empresas recuperadas. Con estos vetos, el jefe de gobierno incumple sus deberes de promover medidas de acción positiva que garanticen el progreso económico con justicia social en su rol de garante del bienestar general. Las primeras leyes de expropiación destinadas a resguardar las unidades productivas autogestionadas por los trabajadores se sancionan en el año 2002 y en noviembre de 2004 se sancionó la ley 1529 que creaba un marco para las trece leyes que se habían aprobado. Esta ley disponía la expropiación de los inmuebles marcas y patentes de las empresas recuperadas instaladas en la región con la condición de ser utilizados con fines productivos. La inejecución de la ley por parte del gobierno porteño derivó en su primer prórroga, la ley 2970. Las sucesivas prórrogas fueron sistemáticamente vetadas por el ejecutivo de la ciudad (Ley 4.008 vetada por el decreto 672/11 y ley 4452 vetada por el decreto 23/13).

Con enormes esfuerzos de sus trabajadores y con el apoyo de políticas del Estado Nacional orientadas a la protección del sector, que desde el año 2003 sostiene líneas de ayuda económica que se implementan a

Con esos vetos, Macri incumple sus deberes de promover medidas de acción positiva que garanticen el progreso económico. través del Ministerio de Trabajo de la Nación y del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, actualmente las recuperadas se han convertido en modelos de economía social, en espacios

de contención social y de organización intermedia de las comunidades barriales. Existen centros de atención odontológica gratuita, radios cooperativas independientes, canales de televisión abiertos a la ciudadanía, centros de educación superior y bachilleratos populares de jóvenes y adultos reconocidos por el Ministerio de Educación, talleres de formación de las Universidades Nacionales, centros de exposiciones, espacios culturales, editoriales de libros y revistas culturales de comunidades locales. Además, la última reforma a la Ley de Concursos y Quiebras introducida por ley 26.684 sancionada el 29 de junio de 2011 otorga al trabajador atribuciones y competencias directas en el proceso concursal, reconociéndole un rol protagónico en la recuperación de la empresa para mantener su fuente de trabajo de modo productivo a través de la autogestión y obliga al estado dar asistencia a las fábricas recuperadas. Esta obligación

de asistencia estatal surge como una garantía legal efectiva de la manda de protección del trabajo y la persona del trabajador, consagrados por el artículo 14bis de la Constitución Nacional. El derecho al trabajo es hoy un

La última reforma a la Ley de Concursos y Quiebras le otorga al trabajador atribuciones en el proceso concursal. derecho humano básico, en una sociedad donde la necesidad de contar con una fuente de ingresos se vuelve indispensable para vivir. En este esquema normativo se hacen efectivas

las obligaciones del Estado de “proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social”, y de “promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades de trato y el pleno goce y ejercicio de los derechos constitucionales y los reconocidos por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, contenidas en el artículo 75 incisos 19 y 23 de la Constitución Nacional. Dentro de este marco legal e institucional, el veto que impide a los trabajadores obtener instrumentos legales para consolidar el funcionamiento de las empresas recuperadas es una medida inconstitucional, tan inconstitucional como toda ley o decreto que ordene medidas contrarias al progreso económico con justicia social. No nos acostumbremos a este tipo de veto. * Equipo Técnico de UPEA - Unión Productiva de Empresas Autogestionadas


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