Historia Miguelturra 10

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La Mujer Trabajadora

CUADERNOS DE HISTORIA LOCAL (Oficios tradicionales) UNIVERSIDAD POPULAR DE MIGUELTURRA

Nยบ 10


Cuadernos de historia local: Número 10 (vol II) Edita: Universidad Popular. (Área de Cultura. Excmo. Ayuntamiento de Miguelturra) Realizado por: Mª del Castillo González Garrido. Monitora del Aula de Estudios de la U.P. Colaboran: Carmen Corral Ocaña Alberto Martín Castellanos. Lucio Punzón Nieto. Mª José Sánchez Rodrigo. José Antonio Mondéjar Rodrigo. José Manuel García Pardo Muñoz. Isabel Gómez Rodrigo. Manuel Palmero Rodrigo. Fidela Asensio Martín de Lucía. Estrella Martín Sánchez. Amalio Segura González. Teresa Sánchez Serrano. Foto portada: Grupo de amigas de paseo por la Plaza, 1950. Diseño y maquetación: Marcial González Rivero. Imprime: Asociación Mancha, febrero 2009 I.S.B.N. Genérico: 84-934322-0-2 Depósito Legal: CR. 187/2001

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Índice 1. Presentación. 2. Visibilizando el trabajo de las mujeres Miguelturreñas. 3. El rol de la mujer en la historia. 4. Mujer y mundo rural. 5. El papel socializador de la mujer. 6. Actividades especificas de mujer. 7. Las trabajadoras de Miguelturra. 8. Agradecimientos. 9. Documentación.

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1. Presentación.

2. Visibilizando el trabajo de las mujeres Miguelturreñas.

Para terminar la colección sobre oficios tradicionales (todos ellos dedicados a trabajos masculinos), en la que el Aula de Estudios, ha venido trabajando durante los últimos años, no sería de justicia omitir el trabajo de las mujeres, tan importante y habitualmente poco reconocido, en el desarrollo social de toda comunidad rural.

La presencia de las mujeres en el mundo laboral no es, evidentemente, nueva. Las mujeres han trabajado siempre, tanto en Miguelturra como en cualquier otro lugar del mundo. Pero también es cierto que el reparto social de tareas, hecho en función del sexo, ha implicado siempre una valoración social y económica desigual entre hombres y mujeres.

Por este motivo, hemos titulado el último de los cuadernos «la mujer trabajadora», como homenaje a todas las mujeres de Miguelturra, pretendiendo reflejar en él, los oficios y labores a los que se dedicaron nuestras madres y abuelas en una época caracterizada por grandes dificultades económicas y sociales, así como por un escaso nivel cultural, que abarca desde finales del siglo XIX hasta los años 70-80 del XX.

Esta división sexual del trabajo se ha proyectado en nuestra sociedad en forma de ámbitos diferentes para hombres y mujeres: Espacio público (maculino)= Ámbito del reconocimiento y visibilidad social y económico. Espacio privado (femenino)= Ámbito de lo doméstico, asistencial y de la invisibilidad social y económica.

Evidentemente, ni están recogidos todos los oficios, ni todas las mujeres que los ocuparon, pero sí una amplia representación de los más comunes, que tradicionalmente han sido identificados con la condición femenina.

Las consecuencias objetivas de esta división sexual en el trabajo son las diferencias históricas, entre hombres y mujeres, en términos de derechos sociales y capacidad de decisión sobre la propia vida y la constatación de que el mercado laboral nunca ha satisfecho todas las necesidades de cuidado de las personas, fundamentalmente cubierto mediante el trabajo invisible de las mujeres.

Es éste, por tanto, un modesto reconocimiento con el que esperamos, os sintáis representadas todas las mujeres de Miguelturra. Mª DEL CASTILLO GONZÁLEZ GARRIDO Monitora del Aula de Estudios. Universidad Poular.

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3. El rol de la mujer en la historia.

El crecimiento espectacular de la actividad femenina remunerada, que se remonta a principios de los años sesenta, ha sido un factor positivo para aumentar la autonomía de las mujeres, sin embargo, no ha garantizado la igualdad de sexos. Podemos constatar que la feminización de la población asalariada no ha desembocado en un descenso de la distancia entre empleos femeninos y masculinos.

La mujer desde el principio de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr trascender su condición de madre y tener la posibilidad de participar en la sociedad. Su constitución física, más pequeña que la del hombre, la mantuvo alejada de las actividades que demandaban esfuerzo físico, tareas reservadas a los hombres, que cuentan naturalmente con una estructura más robusta.

Muchos son los factores que aún dificultan esta igualdad, desde la asimetría en el reparto doméstico hasta un nivel educativo relativamente más bajo y también debido a la permanencia de legislación y de actitudes discriminatorias en el mercado de trabajo. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero llegará el día en que cada mujer pueda ser como cada una es.

Los grupos humanos primitivos se organizaron de una manera natural, manteniendo este estado de cosas sin la posibilidad de alternativas, respetando el poder del más fuerte. La vida de la mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos, las tareas domésticas y los trabajos manuales artesanales.

El objeto final de este «cuaderno de historia local» no es otro que ofrecer un retazo de historia sobre la actividad laboral de mujeres miguelturreñas, en un periodo concreto de nuestra historia local, que nos ayude a visibilizar el trabajo femenino desde su situación de desigualdad social y económica respecto a los hombres de su época, para seguir manteniendo, hoy y siempre, la única utopía posible: «apostar a fondo por el sostenimiento de la vida humana sin diferencias de género».

Este estado de cosas fue creando a su vez una cultura de roles rígidos difíciles de trascender, sostenidos además por la religión, manteniéndose la educación y la participación en el poder civil reservada a los hombres durante siglos. La revolución industrial en Europa, a partir de 1789, da origen a una nueva tecnología que exige brazos para trabajar en las fábricas, lo que convierte a la mujer en un instrumento útil para parti-

PILAR RODRIGO RUIZ Técnico de Igualdad de Oportunidades

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cipar en la vida laboral, percibiendo salarios más bajos que los hombres y sometidas a un régimen de trabajo infrahumano. A fines del siglo XIX y a partir de la primera guerra mundial, la mujer comienza a incorporarse a la educación universitaria y a participar con su trabajo en ciertas áreas específicas. Antes de esa época, no era bien visto por la sociedad que una mujer trabajara, viéndose relegada a hacer tareas de servicio o ejercer la docencia, si no tenía fortuna o no se casaba; ya que la expectativa de rol en esos tiempos era que fuera casada, que tuviera hijos y que se dedicara a cuidar su hogar, y por lo tanto esos eran generalmente también sus objetivos.

Antonia García y familia,1958

La segunda guerra mundial produce una nueva revolución industrial con la aparición de la línea de montaje, la producción en serie y el surgimiento de

Grupo de amigas muy arregladas posan junto a un diván, foto de estudio, 1920

Simona Dominguez con sus hijas Ignacia y Concepción -262-


grandes fábricas de armamentos, aviones y material bélico, que después de la guerra da origen a la fabricación masiva de electrodomésticos.

4. Mujer y mundo rural.

El lugar de los hombres, asimilados a las fuerzas armadas, fue ocupado por las mujeres, y debido a las circunstancias su nuevo rol en las fábricas fue aceptado socialmente.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural propicia el que, se multipliquen los debates y aportaciones sobre el papel creciente que juega la mujer en el mundo rural. Un rol al que le falta mucho para que se sitúe en los mismos o parecidos términos que los del hombre, pero que ha experimentado un positivo proceso durante los últimos años.

La fabricación de electrodomésticos aliviaron a las mujeres de las tareas hogareñas, que en esos momentos no eran compartidas por los hombres. Después de la segunda guerra mundial se produce un gran cambio de cosmovisión. El relativismo cultural cambia los valores y comienza una nueva era de rebeldía hacia la tradición, la familia y la religión.

No hay que olvidar que hace apenas medio siglo los términos mujer y medio rural eran prácticamente incompatibles, de tal manera que se trataba de una dedicación reservada a los hombres, mientras las mujeres se ocupaban de todo tipo de labores y trabajos domésticos. Un fenómeno que hasta hace bien poco hemos podido apreciar en los pueblos de nuestra provincia, en cuyo territorio se encuentra gran cantidad de núcleos rurales.

Mientras tanto, en el siglo XX, en todos los países civilizados se reconocen los derechos de la mujer como persona adulta en iguales condiciones que los hombres. Actualmente, las mujeres tienen pleno protagonismo, invaden las universidades y compiten con los hombres en todas las áreas de la sociedad; tanto en los puestos de trabajo de jerarquía, como en las investigaciones científicas y la medicina; los puestos políticos de más alto nivel y en todos los campos de la cultura1.

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Si la incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido en general un fenómeno difícil y complejo, mayor lo ha sido, por sus especiales características, su acceso al mundo rural, ya que este ha debido realizarlo en la misma casa y en el mismo medio rural, donde a lo largo de toda la vida se ha realizado una conduc-

http://psicologia.laguia2000.com/general/el-rol-de-la-mujer-a-traves-de-la-historia

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ta que separaba totalmente el rol que debía desarrollar la mujer y el hombre. Si cualquier movimiento o cambio social es de por sí lento y complicado, el que nos ocupa ha precisado de toda una revolución para dar vuelta a la que era una cultura y una tradición milenaria. Además, la convivencia en el mundo rural actual de perfiles femeninos tan distintos como el de mujeres ancianas, jóvenes, inmigrantes, etcétera dibujan un panorama más complejo que en el mundo laboral convencional.

muchos casos de estrategias de desarrollo ya que los cambios en la economía agraria, su pérdida de población por la falta de oportunidades, la escasez de servicios existente, su aislamiento y deficiencias infraestructurales conducen a la emigración de la población joven, especialmente de la femenina.

5. El papel socializador de la mujer.

Desde esta perspectiva podemos contemplar con optimismo los cambios experimentados y los logros alcanzados en este campo, pero no es menos cierto que si miramos hacia adelante son muchas las reivindicaciones pendientes y los retos que todavía hay que afrontar. Y más si nos referimos a que el sector atraviesa por un momento crítico en el que los altos costos de los factores de producción no se corresponden precisamente con los de salida y venta de los productos agroganaderos. Elementos todos ellos que no deben cercenar, sino estimular e impulsar, el conocimiento, formación y preparación profesional de la mujer rural.

El papel de la mujer en la sociedad española hoy en día es muy diferente del que jugaba, tan sólo, veinte años atrás. Su participación en los ámbitos sociales, económicos, culturales o políticos, se ha elevado hasta alcanzar cotas representativas que constituyen un avance muy significativo. La Constitución Española de 1978, estableció el principio de igualdad y no discriminación e instó a los poderes públicos a promover las condiciones para que la libertad y la igualdad fueran reales y efectivas.

El aprovechamiento de los recursos humanos para el mantenimiento del tejido social rural y la revitalización de las economías locales requiere la participación de las mujeres, más activas tradicionalmente que los hombres e impulsoras en

En los últimos años, se han intensificado las políticas, programas y actuaciones que, desde diferentes instituciones, organismos y organizaciones, se han venido desarrollando para propiciar una participación igualitaria de las mujeres, -264-


en la sociedad, y garantizar no sólo la igualdad formal, sino también la igualdad real.

trumentos propagandísticos, como por la iglesia, fomentando su participación en postulados y procesiones.

La realización de estas acciones positivas en beneficio de la corrección de estas desigualdades entre hombres y mujeres tiene siempre una mayor repercusión en el medio urbano que en el medio rural. El mundo urbano es más dinámico, incorpora los cambios y las nuevas tendencias más rápidamente que el medio rural marcado por el mantenimiento de unas estructuras sociales, económicas y participativas tradicionales. La introducción de nuevas formas de enfrentarse a la realidad actual precisa de acciones de concienciación que contribuyan a la modificación de estos hábitos de vida.

Sección femenina celebrando el 18 de julio, 1943

La viabilidad y permanencia del desarrollo rural requiere de la igualdad de oportunidades, no sólo de la mujer respecto del hombre y viceversa, sino del medio rural respecto del urbano.

Las chicas de Acción Católica, postulando en la puerta de la parroquia el día del Domun

Nuestro esfuerzo debe ir encaminado a evitar esta pérdida de recursos estratégicos para el desarrollo del mundo rural y apoyar decididamente cualquier acción que mejore su calidad de vida. Desde los años 40 hasta finales de los 60 del siglo pasado, la participación de la mujer en la vida pública y social de nuestro pueblo, se limitó casi exclusivamente a programas muy reducidos especialmente promovidos, tanto por el régimen político, utilizándolas como ins-

Mesa Petitoria en la puerta de la Tercia, 1957 -265-


Grupo de amigas en una celebración, 1952

6. Actividades específicas de mujer.

Casi y Claudia, portando a la Virgen de la Candelaria

Aunque también participaba en otros eventos de carácter lúdicos como fiestas y bailes populares.

Como ya hemos comentado en epígrafes anteriores, tradicionalmente, las mujeres se han venido ocupando de todo tipo de labores y trabajos domésticos. Debido a su condición de madres y esposas, la vida de la mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos (propios o ajenos), las faenas y quehaceres cotidianos y los trabajos manuales artesanales. Y, si excepcionalmente trabajaban fuera del hogar, lo más habitual, es que se viesen postergadas a des-

Teresa, Carmen y Mª Carmen en el baile de los cañaberales, 1950 -266-


A lo largo de la historia, el arte de ayudar a parir a estado relacionado con la mujer, bien como partera experimentada, o como comadrona. Solo cuando el parto se complicaba y era preciso el instrumental quirúrgico intervenía el cirujano. Los médicos, por su parte, no se interesaron por la Obstetricia hasta el siglo XIX.

empeñar funciones de servicio o ejercer la docencia. Por lo tanto podemos admitir, de manera generalizada, que hasta hace poco más de medio siglo, éstas fueron las actividades específicas en el ámbito personal y laboral de la mujer. Por supuesto todos estos oficios han estado realizados por mujeres de nuestro pueblo, a todas ellas va dedicado este trabajo con el que hemos querido rendir un modesto homenaje, procurando reflejar las labores ejercidas por mujeres que dedicaron muchos años de su vida al desarrollo y progreso de la sociedad local, convirtiéndose en «eficaces herramientas» de participación en la vida laboral. Para ello, hemos querido recordar a las protagonistas de algunas de estas profesiones específicas de su género como parteras, amas de cría, niñeras, maestras, bordadoras, costureras, sastras y muchas otras que se enumeran a continuación.

El oficio de partera ha tenido gran trascendencia en nuestra sociedad, pero la consideración recibida no ha sido siempre la misma. Varios sentimientos se han barajado en torno a ella: respeto, rechazo y miedo, especialmente si se asociaba con la magia y la brujería. Dos características han acompañado al oficio de ama de parir, su antigüedad y la tradición familiar. A su vez no era raro encontrar varias generaciones de parteras (madre, hija y nieta) que aprendían desde jóvenes y al adquirir suficiente formación y destreza, las sustituían o se independizaban. Los salarios de las comadronas eran modestos, estaban obligadas a atender gratuitamente a los pobres de solemnidad y solo les pagaban las gentes que tenían bienes, por ello era frecuente, la demanda de éstas de un aumento de sueldo, reivindicación que lograron con el paso del tiempo, llegando en la actualidad, a estar reconocidas como trabajadoras de la Seguridad Social.

7. Las trabajadoras de Miguelturra. 7.1 Parteras: Las parteras eran personas bien con un titulo legal o sin él que asistían a las parturientas.

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«El trabajo de partera».

para demostrar que era una buena profesional.

«Desde que la partera recibía el aviso de asistir a un parto hasta el nacimiento del niño, todo era un suceder de preparativos. La partera se trasladaba al domicilio de la parturienta y en la alcoba de ésta sucedía el acontecimiento. La comadre calentaba el agua y cocía los paños humedecidos que iba a utilizar para el alumbramiento. Aplicaba los ungüentos que había preparado anteriormente y le suministraba las pócimas que según sus conocimientos iban a surtir efecto.

En el momento del parto, sólo estaban presentes mujeres, excepto en el caso de partos en familias de la alta sociedad, como reyes, nobles, etc. En los que además de varias mujeres había un notario que certificaba que el hijo nacido, era realmente legítimo. En estos casos, era de especial relevancia dicha certificación ya que estaban en juego grandes títulos y posiciones sociales»2.

Además de los partos naturales, las parteras debían hacer frente a situaciones inesperadas como abortos involuntarios o cesáreas.

Entre los años 1920-50, hasta el último tercio del siglo XX , las comadronas más antiguas que recuerdan los informantes son:

En el caso de el que parto se complicara, no había más remedio para la partera que hacer frente a la situación y traer al mundo al niño de forma que madre e hijo pudieran salvarse, aunque esto en un porcentaje bastante elevado de los casos no se cumplía. Bastantes mujeres morían en los partos, pues no se sabía casi nada de la higiene necesaria ni de cómo solucionar las complicaciones o enfermedades que podía traer consigo un parto.

- Encarnación Martín de Lucia: vivía detrás del Cristo, en la calle libertad, (antes Corona, en guerra Asturias la Roja y después de guerra Arriba España). Iba a atender los partos a las casas particulares, trabajaba a domicilio, y aunque no solía cobrar por sus servicios, era mantenida por la familia de la parturienta durante los días del parto hasta que daba a luz.

También el nacimiento era un trance peligroso par a los niños. Muchos morían a causa de infecciones en los primeros días o semanas de vida. Así, aunque los partos solían ser numerosos, no todos los niños sobrevivían. De cada diez niños nacidos, aproximadamente cinco morían durante la primera infancia.

- Benita Díaz: vivía en calle Malpica, ayudo a traer al mundo a numerosos niños. Todos los que la recuerdan dicen de ella que era una excelente profesional pese a no haber tenido ninguna formación académica, pero sin embargo, su buena mano en la asistencia a los partos no pudo evitar que su propia hija muriera al dar a luz.

Una vez que el niño estaba fuera del cuerpo de la madre, la comadrona debía limpiar al niño y desempeñar todas las artes necesarias

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http://www.bodasdeisabel.com/Gr/Parteras/Parteras.htm


- Magdalena Corral Castellanos: viva en calle Barranco, matrona profesional, realizó un curso de puericultura en Cádiz. Fue la comadrona municipal entre 1940-70, atendiendo partos a domicilio, por lo que percibía una paga del municipio y del Instituto Nacional de Previsión. - Mª de los Ángeles Royo Benítez: (hija de D. Calixto Royo, practicante del pueblo). Estudió puericultura y matrona, comenzó trabajando con su padre y posteriormente estuvo de comadrona en la clínica «18 de julio» de Ciudad Real, además de asistir a los partos de las mujeres del pueblo desde 1950-80 aproximadamente.

Angelines Royo Benitez junto a sus compañeas de trabajo en la clinica 18 de Julio

7. 2. Amas de crianza: Un ama de crianza, ama de leche o nodriza es una mujer que amamanta a un lactante que no es su hijo; hoy en desuso en la mayor parte de Occidente, el empleo de amas de crianza se remonta a la prehistoria, y fue común hasta el siglo XIX para alimentar a niños cuyas madres no podían o no deseaban hacerlo. El recurso a un ama de crianza podía estar motivado por razones físicas como en el caso de producción insuficiente de leche, en partos múltiples en los que una sola persona no puede satisfacer los requisitos de lactancia, o sociales; la profesionalización de la lactancia permitía a la madre dedicarse a otras ocupaciones, o simplemente librarse de una tarea percibida como socialmente inadecuada para las clases superiores. En otras sociedades, la tarea no estaba restringida a las profesionales, sino que era parte del cuidado de los infantes compartido

Angelines Royo

Angelines Royo y unas compañeras de trabajo en la clinica «18 de Julio» -269-


entre todas las madres del grupo. La profesionalización de la crianza, sociológicamente hablando, fue uno de los medios que permitió a las mujeres pudientes liberarse del vínculo constante al cuidado doméstico que caracteriza al papel femenino en las sociedades patriarcales. El desarrollo de fórmulas más completas como la leche en polvo, adaptada en muchos casos al sistema digestivo del niño, ha llevado a la paulatina extinción de la institución del ama de crianza en los países desarrollados.

(el boticario) por una farmacia que puso en Madrid. Este hombre vivió en calle Caballeros, frente a la casa de Darío Barco. Como curiosidad decir que fue quien trajo la talla del Cristo de la Misericordia al pueblo.

Una ocupación extendida por estos años, entre las mujeres de escasos recursos económicos, fue la de amas de cría, amas de leche o nodrizas. Se trataba de mujeres que habían dado a luz recientemente y eran llamadas para amamantar a otros niños, generalmente de familias pudientes, y se las solía pagar, no tanto con dinero, sino con una buena manutención alimenticia, ya que si se nutría bien a la nodriza esta tendría mejor leche, circunstancia que repercutía directamente en la mejor crianza del niño.

Emilia Ocaña García sentada, con su hija Sole y nietas, 1962

Dos de las que recuerdan los informantes son: - El ama de leche de Enrique «el panadero».

- La «Alemana»: una mujer que vino de Alemania y fue ama de cría de un niño, al que por esta circunstancia, apodaron «el alemán».

- Emilia Ocaña García (madre de Sole): nació en Miguelturra el 10 de abril de 1898 y falleció el 14 de abril de 1971. Fue ama de leche de Nicomedes Trujillo Trujillo, de Amparo Ramos y de Ismael apodado -270-


7. 3. Niñeras: Una niñera es una persona que se ocupa de cuidar ocasionalmente y, por tanto, no a tiempo completo los niños de otra persona la cual no se puede ocupar de ellos, bien porque mantenga una actividad laboral, o bien por cualquier otra circunstancia. La actividad de la niñera se desarrolla a menudo en la casa de la familia que solicita el servicio o en la propia casa de la niñera. Existen niñeras a tiempo completo o semicompleto, conocidas como nanas; que igualmente reciben remuneración, y en cuyo pago en ocasiones puede incluir además alojamiento y manutención.

Niños posando junto a unas amas de cria,

Esta actividad ha sido tradicionalmente realizada por mujeres, en el caso de Miguelturra, numerosas han sido las jóvenes que desde que desde, prácticamente la adolescencia, se dedicaron al cuidado de los hijos de otras personas, siendo empleadas sobre todo en las casas grandes donde el capital era abundante. Estas son algunas de las mujeres que se dedicaron a esta labor, de las que conservamos las siguientes imágenes: En la primera fotografía, vemos un grupo de niñeras, posando junto a los niños que cuidaban, la foto data de 1898. En la siguiente instantánea, tomada en 1957, aparece Gregoria Peco, cuidando de la hija de Vitoriano Trujillo.

Gregoria Peco con uniforme de niñera, cuidando de la hija de Vitoriano Trujillo, finales de los años 50 -271-


A continuación Visitación Rodrigo y su amiga Lola, dos niñeras, al cuidado de los niños Manolo Vera y Luisa Illescas.

Luisa y sus amigas en la calle Granada, 1962

Las niñeras Visitación Rodrigo y Lola, con los niños Manolo Vera y Luisa Illescas

A la derecha vemos a otro grupo de niñeras, Luisa y sus amigas en la calle Granada, 1962. Y por último, una fotografía donde posan cuatro jóvenes niñeras, paseando por la plaza en su día de descanso.

Niñeras en su día de descanso, 1961

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7. 4. Maestras:

- Actas Municipales, 1906. Folio 17. Mónica Díaz Castellanos: «Expone ante el Pleno una reclamación de deuda por servicios en beneficio de la enseñanza».

Una de las profesiones más recurrente para las mujeres en esta época (19061920), fue sin duda alguna la del magisterio, aunque en el anterior trabajo3 se dedicó íntegramente a esta disciplina, recordando algunas de las profesionales de la docencia que ejercieron en nuestro pueblo. Volvemos sobre el tema para mencionar a muchas otras (que anteriormente pasamos por alto), de las que hemos tenido noticia revisando las Actas Municipales. Documentos en los que son mencionadas por diferentes motivos. Enumerándolas a continuación por orden cronológico:

- Actas Municipales, 1909. Folio 29. Asunto de abono de gratificaciones a Dª Mónica Díaz Castellanos, pendiente desde el 5 de agosto de 1880. - Actas Municipales, 1909. Folio 41. Acuerdo del Ayuntamiento por el «que las auxiliares de las maestras de niñas de esta villa, cobren en lo sucesivo y con cargo al capítulo de imprevistos del presupuesto correspondiente las gratificaciones de treinta pesetas mensuales que se les señala, toda vez que ya no les es posible percibirlas directamente de las profesoras en atención a que a éstas se les ha sido bajadas de las gratificaciones las cantidades que á este fin se les aumentó».

- Actas Municipales, año 1906. Folio 4. Dª Filomena Robles Fernández: Profesora de una de las escuelas públicas elementales de niñas de la villa de Miguelturra , solicita certificado de los servicios prestados, necesario para su traslado a la provincia de Oviedo. El Ayuntamiento en vista de lo expuesto, acuerda que se consigne en el Acta del Pleno: «el sentimiento con que la Corporación ha visto el traslado de tan inteligente profesora, preparada laboriosidad y buen método».

- Actas Municipales, 1909. Folio 11. «De igual forma se dio lectura de lo escrito que ha dirigido a este Ayuntamiento Dª Dolores González, auxiliar de la escuela pública de niñas que dirige la profesora Dª María Salomé Benítez , en el que expresa su inquebrantable decisión de no continuar desempeñando el car go de referencia, por tal motivo hace dimisión de él. El Ayuntamiento, en vista de lo expuesto por la interesada, acuerda por unanimidad el admitir la dimisión de la referida Dª Dolores González, si bien se cree en el caso de conseguirse que queda satisfecha de los

- Actas Municipales, 1906. Folio 11. María Sánchez Romero: Vecina de la Villa de Miguelturra, «solita el puesto de auxiliar en la escuela de Dª Filomena Robles». 3

Cuadernos de historia local. Nº 9. «El maestro».

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buenos servicios que ha prestado a la enseñanza».

modo podrá difundir con más amplitud la cultura e instrucción en beneficio de esta noble villa. La Corporación (...) acuerda por unanimidad (...) que pase a prestar sus servicios la auxiliar de escuela Sr. Dª Urbana León a las ordenes de Dª Concepción Ruiz (...) debiéndose participar este acuerdo a dicha auxiliar y al Sr. Inspector Provincial de Primera Enseñanza para su consentimiento y efectos.»

- Actas Municipales, 1911. Folio 23. «Dª Dolores González, auxiliar de la Escuela de niñas que dirige la profesora Dª María Vicenta Benítez, quinientas cuarenta pesetas por haberes del segundo semestre del año 1909 y todo el año 1910 con cargo al capítulo 4º art. 1º del referido presupuesto. A Dª Emilia Díaz ciento cuarenta pesetas con sesenta y cuatro céntimos por lo que queda de pensión que se le tiene concedida y corresponde percibir en los tres primeros meses del año actual con cargo al capitulo 9º art.... A Dª Emilia Díaz , cuarenta y seis pesetas con ochenta y ocho céntimos por lo correspondiente al 4ª trimestre del año 1910 procedente de la pensión que se le tiene concedida con cargo al capitulo de dicho presupuesto».

- Actas Municipales, 29 de marzo de 1920. Folio 47. «(...) Se dirige a este Ayuntamiento la vecina de esta villa Dª Magdalena León y Fernández, en la que solicita ser nombrada auxiliar de la escuela nacional de niñas de esta población que dirige la profesora Dª Encarnación Fernández Sánchez (...)» Más información relacionada con el magisterio en Miguelturra, consultar el cuaderno de historia local Nº 9 de esta colección.

- Actas Municipales, 1911. Nombramiento de «auxiliar de la escuela de niñas de Dª María Salomé Benítez a la vecina con título que lo ha solicitado Santiaga Roldán Rivas y la auxiliar para escuela de niñas Dª Dolores González Coello».

7. 5. Bordadoras: El bordado es un arte que consiste en la ornamentación por medio de hebras textiles, de una superficie flexible. Los romanos llamaban a esta ornamentación plumarium opus, en virtud de la semejanza que tienen algunas de estas labores con la pluma del ave. Y como se consideraba en el bordado un procedimiento similar a la pintura llamaban a las vestiduras bordadas túnica picta o toga picta, o bien túnica palmata, aludiendo a los

- Actas Municipales, 1920. Folios 14 y 15. Oficio dirigido a la corporación por parte de Dª Encarnación Ruiz maestra nacional, por la cual solicita: «que teniendo en cuenta el número de alumnas matriculadas que asciende a 206, con una asistencia diaria de 130 á 160 (...), se nombre una auxiliar más y de este -274-


bordados en forma de palmetas con que las adornaban.

Otras bordadoras que se dedicaron profesionalmente a este oficio son:

Se conocen diversas clases de bordados caracterizadas por el relieve que presentan, o por la materia de que constan, o bien por el trazado de las figuras, o por las diferencias de puntos que se producen al bordar con la aguja. Los hilos que se emplean en el bordado son los mismos que sirven para el tejido pero sobre todo se utilizan los de seda, lana y lino, todos con variados colores y, los de plata y oro con las formas diferentes que se adoptan en tejeduría. Con ellos, se ensartan a veces gemas, perlas, abalorios y lentejuelas metálicas.

- Teresa Nieto: (la de «Largartillo»), comenzó a bordar a los veinte años y continuó con el oficio hasta su muerte. Tenía taller de bordado en su casa en Plaza de España, donde enseñó a varias aprendizas. - Sixta Arévalo: comenzó1930 con taller propio en calle Pozuelo, donde aprendieron muchas jóvenes a bordar. - Teresa Donate: desde los años 194050, con taller en calle Botija, en el que también aprendieron el oficio numerosas mozas del pueblo.

Tradicionalmente han sido, sobre todo mujeres, las personas que se han dedicado tanto a la práctica, como a la enseñanza aprendizaje de las labores de bordado y costura; tanto es así, que incluso en la escuela fue, hasta la década de los 70 (S. XX), asignatura obligatoria en la instrucción femenina.

Bordando en casa de Teresa, 1945

- Restituta Corral Palmero: también con taller de bordado en su domicilio, donde enseñaba el oficio hasta 1970. - Concha Mohíno: se dedicó profesionalmente a las labores de bordado realizando encargos en su propia casa, en calle La Corte.

Teresa Sánchez y Felicia Sánchez Vizcaíno, bordando en la escuela,1949 -275-


dista o sastre. La costura «sencilla» se hace por razones funcionales, hacer o remendar ropa.

El taller de una modista con la maestra junto a oficialas y aprendizas, 1910

También han sido muchas las mujeres que habitualmente se han dedicado a esta profesión. A continuación se detalla un listado de algunas de las más recordadas por nuestros informantes y otras que aparecen, inscritas como modistas, en el anuario de Bailli-Baliere Riera de 1922:

Concha Mohino bordando en el patio de su casa, 1960

7. 6. Costureras: La costura es el método por el cual se unen dos o más telas al perforarlas y entrelazar un hilo a través de ellas, normalmente con ayuda de una aguja. La costura es usada principalmente para producir ropa y artículos para la casa, tales como cortinas, ropa de cama, tapicería y mantelería. Algunas personas cosen ropa para sí mismas y para su familia. Más a menudo las costuras caseras son para reparaciones tales como remendar una costura rasgada o remplazar un botón perdido. Una persona que cose para vivir es conocida como costurera, mo-

- Victoria Melgar: en Bailli-Baliere. - Rita Muñoz: en Bailli-Baliere. - Isabel Rivas: en Bailli-Baliere. - María Rivas: en Bailli-Baliere. - Francisca Roldan: en Bailli-Baliere. - Teresa, Elvira y Mónica Díaz Lozano: estas tres hermanas, conocidas como «las Bimbas», son de las modistas más antiguas que recuerdan nuestros infor mantes, comenzaron en su taller de la calle Cervantes en 1927 hasta1942, a parte -276-


- Dolores y Emilia Yébenes Arenas «las Cantaras»: hacia 1930 más o menos, modistas costureras con domicilio en calle Buque, aunque no tenían taller en su casa, cosían a particulares además de para el sastre Romualdo Roldán.

de las hermanas tenían varias chicas como oficialas y otras tantas aprendizas, que les ayudaban en la costura y confección de prendas. Como curiosidad, decir que del traje de novia de una de ellas, se le hizo un vestido a la virgen al finalizar la Guerra Civil. - Marcela y Antonia León: otras dos her manas, conocidas como «las Somarras», también modistas con taller de costura en calle José Mora (antes Toledo), donde aprendieron el corte muchas jóvenes de la época. Contaban con abundante clientela debido a su afamada reputación como costureras. Una de las hermanas, Marcela, fue madrina del Español, el equipo local de fútbol, además de coincidir con su nombramiento como «Mis Miguelturra» en las fiestas patronales de 1932.

Recuerdos de un taller de costura, 1947

- Emilia, Felisa, Braulia y Lucia, «las Ochovas»: cuatro hermanas hijas de un guardia civil destinado en el pueblo, aunque no eran de Miguelturra, trabajaron durante varios años como modistas y costureras, con taller en calle Alarcos, donde cosían ellas sin ayuda de otras oficialas o aprendizas, después de terminada la Guerra se fueron del pueblo. - Dominga Rodrigo Céspedes: con taller propio de costura y bordado en la Plaza de las Monjas, desde 1950-70 se dedicaba, sobre todo, a la confección de trajes de niño.

Antonia y Marcela León Las somarras, posan junto a las oficialas de su taller de costura -277-


Posteriormente su hija también se dedicó a esta profesión, llegando a tener una fábrica de costura donde también colaboraba la madre, hacían ropa para El Corte Inglés.

cocinera en la casa del conde le la Cañada. - Pilar Fer nández «la Parrala»: todavía se dedica a la costura, tuvo una escuela taller de donde salieron muchas oficialas.

- Isabel López: mediados de los años 50, modista con taller de costura en su casa en calle Oriente (plazoleta de Susano).

Por supuesto además de todas estas profesionales que, aquí se mencionan, ha habido muchas otras mujeres que se han dedicado y todavía se dedican a la costura, tanto profesional como particularmente, pero sería imposible enumerarlas a todas, algunas de ellas nos han hecho llegar su imagen como la que mostramos a continuación.

- Petra Martín «la Petín»: costurera con taller en calle Paquito León, donde aprendieron muchas jóvenes hasta mediados de los años 60. - Constanza y Car men, «las Piñonas»: varias hermanas de las que solo recordamos el nombre estas dos, también cosió con ellas un hermano, Ángel, que era sastre y aprendió el oficio en el hospicio. A los hermanos se les conocía por «los coloraos». - Tina, Justa y Rafaela Beldad: tres hermanas costureras y un hermano sastre, con taller en calle Alarcos. Tina estuvo cosiendo y haciendo arreglos hasta hace poco tiempo y, Justa estuvo de costurera en un conocido comercio de Ciudad Real (Macario), además era sastra. - Gregoria Rivas Arjenios: con taller que mantuvo hasta los años 80 en calle Libertad, donde tuvo varias aprendizas. Como curiosidad decir que era pariente del Cardenal Moñescillo y su madre trabajó de

Josefa Montero en el patio de su casa,1962

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7. 7. Sastras: Para documentarnos sobre las muchas mujeres que se dedicaron a esta actividad en Miguelturra, hemos contactado con una de ellas, quien a través de su testimonio nos ha proporcionado la información que ha permitido conocer más de cerca la profesión. Su nombre es Rocío de la Beldad Roldán, ella empezó a trabajar a los veinte años en el taller de su padre, Antonio de la Beldad (sastre de reconocido nombre en el pueblo) y salio del taller, al igual que su hermana Olvido, para casarse.

Otra instantanea del taller de antonio en C. Real, posando junto a sus oficialas,1953

Antonio de la Beldad, sastre a los dieciocho años, se establece en Almagro con sastrería propia, regresa a Miguelturra para casarse con Claudia Roldan, donde funda otra sastrería con su nombre en la calle General Aguilera, 17 en la que trabajaban 22 mujeres como

ayudantes de sastras y 9 pantaloneras, que colaboraban fuera del taller, se llevaban la costura a casa y la traían ya confeccionada. Antonio tenía los géneros de tela en la sastrería, que él mismo adquiría en Béjar (Salamanca), los más frecuentes eran príncipe de gales, espiguilla y pata de gallo. Además tuvo otra sastrería en Ciudad Real situada en calle Lanza, 8.

Sastrería de la Beldad de C.Real en calle Lanza 8, donde vemos a Antonio junto a sus oficialas Genara, Amable, Dionisia, Remedios, Rosario, Lorenza y Carmen

Cuando Rocío comenzó a coser no sabia ni echar un hilván, circunstancia que ocasionaba cierta burla por parte de las otras oficialas al ser ésta hija del jefe y sentirse dependiente de las demás. Rocío se importunaba por este motivo, pese a lo cual su padre, ponía poco empeño en enseñarla. Gracias a su afán de superación , empezó a «picar» cuellos y hacer «plastones» de entretela que cosía a máquina haciendo laberinto. Pasado cierto tiempo fue aprendiendo y se especializó en la realización de los delanteros de los trajes y en unir chaquetas americanas. Después siguió poniendo mangas, que -279-


En esta ocasión se trata de la sastrería de Miguelturra en calle General Aguilera, 17, donde vemos a Antonio en el centro junto a las oficialas y su familia, su hijo Ocdelin y sus hijas Olvido y Rocio

oportunas, pero cuando veía que se desesperaba, la mandaba a dar una vuelta para despejarse y después del paseo todo iba mejor. Las oficialas se reían cuando veían que ella las ponía mal, pero otra vez, echando mano de su fuerza de voluntad y gran tenacidad, se esforzó tanto que llegó a hacerse experta en mangas, de tal manera que acabó revisando las de las demás compañeras del taller. A continuación incorporamos un relato, escrito de su puño y letra, donde nos cuenta con más detalle su trayectoria profesional.

Nuevamente en el taller de Antonio, 1955

era lo más complicado, las primeras que puso no sabía ajustarlas bien, por lo que su padre le iba dando las indicaciones -280-


«Sastrería de Antonio de la Belda».

También trabajó en la sastrería otra de mis hermanas, Olvido, que por edad empezó a coser la primera y después todas colaboramos, principalmente cuando llegaban las fiestas porque había muchas prisas y todos los hermanos trabajábamos, mi padre les puso a mis hermanos una paga (en broma) de 10 céntimos por cada americana a la que le quitaban los hilvanes, mi hermano Manolo (que hacía el quinto de los ocho que eramos), se ponía en la máquina y picaba los cuellos y los plastones de las americanas y de esta forma nos tenía a todos trabajando en la sastrería, lo pasábamos muy bien con el ruido de las máquinas y el cántico de la gente joven, que por aquel entonces, éramos muy felices.

«¡Hola!, me doy a conocer, me llamo Rocío de la Beldad y quiero desvelar algunas dudas que me gustaría hacer públicas: Llevo desde que tenía veinte años en la sastrería de alta categoría de Antonio de la Beldad, que a sus dieciocho años, cuando casi era un niño, se estableció en Almagro. Sus deseos siempre habían sido ser una gran figura en su profesión para dedicarse a la moda. Así, confeccionando trajes de caballero, de señora, niños de comunión, capas negras con cuellos de terciopelo, etc. Instituyó en nuestro pueblo, Miguelturra, su propio taller, desde el que dirigió a un hermoso número de sastras y pantaloneras; de ese mismo taller salió un sastre titulado, su hijo Ocdelín que se estableció en Santander donde montó su propio negocio.

¡Que tiempos más bonitos!. Bueno como veréis me siento muy feliz de mi familia y no quiero hacerme una pesada. Os quiero. Rocío.»

Ocdelin (con el metro) posa con las oficialas Trini, Mercedes, Elisa, Adriani, Esperanza y Romualda -281-


Otras de las muchas sastras que hubo en el pueblo, algunas de ellas surgidas del taller de Antonio, son las siguientes: -Genara Martín de Lucía.

-Juliana.

-Amable Santos.

-Lola.

-Dionisia.

-Trini.

7. 8. Aparadoras: La fabricación de calzado era inicialmente, como tantos otros oficios artesanales, un trabajo masculino. Determinadas tareas como la de martillar la suela o coser con la lezna exigían considerable fuerza y resistencia; otras, en cambio, requerían destreza y conocimientos específicos salvaguardados cuidadosamente por los obreros del oficio.

-Teresa.

-Remedios Rojas. -Mercedes. -Rosario. -Elisa. -Lorenza.

-Adriana Ruiz.

-Carmen.

-Esperanza.

-Isidora Gallego.

-Romualda: (la del Marchanero).

-Juana.

Cuando surge la división del trabajo se separan del conjunto algunas tareas más simples que empiezan a ser realizadas por mujeres, la principal de ellas es el aparado, es decir la costura de piezas que forman la parte de arriba o corte del calzado. Una parte importante de las aparadoras, se encontraban no en los talleres de calzado ni en las zapaterías a medida, sino particularmente, se trata de oficialas que trabajaban a domicilio para alguna tienda del ramo, o por su cuenta para los maestros zapateros locales, quienes hacían el corte de botas y zapatos con los diferentes patrones y, una vez cortados se los daban a las aparadoras para que los cosieran a máquina:

-Eloisa Segura González. Esposa de Udaldo de la Beldad, también sastre (hermano de Antonio)

- Mariana González: la hija de Hipólito el zapatero, aparaba el calzado y también cosía hebillas y punteras. - Inés Sánchez: la hija de «Ojones» el zapatero.

Otra instantanea de las oficialas de la sastrería

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- Rosario Hervás: la hija de Segundo el zapatero. - Teresa Her vás «La Chata»: también hija de Segundo. - Nieves y Emilia «Las Cantaras» : dos hermanas que vivían en la calle Juan de Ávila, aparaban para los «Payos» (Francisco y Santos). - Germana de la Beldad: esposa de Germán el zapatero. 7.9. Guardabarrera o guardesas: El guardabarrera es el empleado de ferrocarriles encargado de la custodia de un paso a nivel y de que sus barreras, palenques o cadenas estén cerrados al paso de los trenes abriéndolos posteriormente. Cuida de la conservación, limpieza y seguridad de los pasos a nivel y hace las señales que indican el estado de la vía y el de los trenes en marcha al pasar por el sitio en que se hallan. En algunas líneas, se desempeña este servicio por mujeres a las que llaman guardesas o casilleras4. En el municipio tenemos noticias de las siguientes guardesas:

Estación de Miguelturra

- Isabel Espinosa del Moral: (194060) titular en la estación de Miguelturra, su padre fue capataz de la vía.

4

-

Evélia Martín: ( 1927-33) cuidaba el paso a nivel en la casilla del camino de Carrión.

- Teresa y Antonia Espinosa Quesada: ayudantes de casillero en la casilla del camino de Peralbillo.

Información de «http://es.wikipedia.org/wiki/Guardabarrera»

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A los veinte años terminó la carrera de Físicas y a los veintiuno aprobó las oposiciones de meteorología. Su primer destino fue el Obser vatorio Metereológico del Retiro en Madrid, trasladándose después a la ciudad universitaria como jefa de Climatología. Tras la Guerra Civil el Instituto Nacional de Meteorología, pasó a formar parte del Ejercito, militarizando al personal hecho que la convertía en un alto mando, ocupando el cargo de Teniente Coronel de las Fuerzas Armadas del Ejercito de Aviación. Aunque nunca fue obligada a vestir el uniforme si recibió el tratamiento y el carné militar. Tiene varias publicaciones y libros referidos a los climas de España, entre ellos el de Ciudad Real5. En la actualidad una calle de la localidad lleva su nombre.

Estación de Miguelturra

7. 10. Meteoróloga: Antonia Roldan Fernández: la primera mujer meteoróloga de España, natural de Miguelturra. Fue la segunda de nueve hermanos, nacida en la calle Cohombro, desde donde se trasladó, a los tres años de edad a Ciudad Real permaneciendo allí hasta los dieciséis. Estudió, la enseñanza Primaria en el colegio de los Jesuitas, pasando seguidamente a la Academia General de Enseñanza de Pérez Molina donde realizó los estudios Superiores y el Bachillerato, examinándose de éste último en Madrid con la calificación de Matricula de Honor.

Antonia Roldán con la informante Isabel Gómez, 2000 5

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Periodico «Vida Manchega», 8 de noviembre de 1934.


7. 11. Funcionarias municipales:

puede exigir la responsabilidad que pudiera caber. La petición es aprobada por 9 votos a 1 y las plazas son sacadas a concurso para su provisión».

- Josefina Mohíno Delgado (Conser je del matadero municipal): nace en Miguelturra en 1906, en abril de 1929 contrae matrimonio con Manuel Moreno Muñoz, con el que tuvo 7 hijos.

Según Josefina, no fue cesada por su condición de mujer (aunque esa fue la justificación), sino por las ideas de izquierdas de su marido, ya que cuando el regresó de la Guerra, a ninguno de los dos les dieron trabajo, denegándoles también todo tipo de ayudas sociales solicitadas para mantener a sus siete hijos. Fue una época muy dura en la que se vieron obligados a marcharse del pueblo para poder encontrar trabajo.

En 1931 su marido empieza a trabajar como conserje del matadero municipal, disponiendo de vivienda dentro del recinto del inmueble. Cuando comienza la Guerra Civil (1936), Manuel es reclutado para hacer trincheras. Por estas fechas se aprueba un decreto por el que todas las mujeres de los trabajadores municipales que sean incorporados a filas, puedan ocupar el puesto de sus maridos, de esta manea Josefina, pasa a ejercer el empleo de conserje. En este periodo es madre de tres hijos y está embarazada del cuarto, por lo que su padre se traslada a vivir con ella ayudándola en las duras tareas que requería el trabajo.

- Lesiduta Muñoz Donate (Conserje del cementerio municipal): Un caso muy similar al de Josefina, fue lo que ocurrió con Lesiduta, en este caso, ella ocupaba el puesto de conserje del cementerio municipal y, al igual que su compañera del matadero fue destituida (según las actas municipales del mismo pleno)6 por su condición de mujer.

Josefina desempeño este cargo hasta agosto de 1938, fecha en que es destituida como se hace constar en las Actas Municipales.

7.12. Peinadoras o peluqueras: Según la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, los peluqueros son las personas que tienen por oficio peinar, cortar el pelo o hacer y vender pelucas, rizos, etc., o dueño de una peluquería. En la actualidad son muchas las peluquerías existentes en el

En el Pleno Municipal de 10 de agosto de1938, se pide, «por parte del camarada Florentino Asensio López, que las plazas de conserjes del matadero y del cementerio municipales sean convocadas a concurso público, ya que debido a la condición de mujeres de las que vienen desempeñando el cargo, no se les

6

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Libro de Actas Municipales. 10 de agosto, 1938. Folios 56 y 57.


pueblo, pero desde principios del siglo pasado hasta más o menos los años 50, estos locales no eran tan comunes, sobre todo las peluquerías femeninas, siendo en cambio, mucho más usual la presencia de las «peinadoras», mujeres que se dedicaban a este oficio desplazándose a los domicilios particulares para peinar y arreglar el cabello de las mujeres que demandaban sus servicios. Hubo también alguna que contaba con un local específico de peluquería. De las más antiguas que tenemos noticia destacamos a:

- Hilaria Molina: con peluquería en calle La Rosa. - Nieves y Teresa Roldán «La Romulas» (hijas de Rómulo el sastre): con peluquería en calle Miguel Astilleros. - Matilde Peco (la del judío): con peluquería en callejón de las cuevas. 7. 13. Trabajadoras de anea y esparto: Tradicionalmente el uso más importante, tanto de la anea como del esparto, ha sido el de la fabricación de tejidos para sillas, cestas y otros enseres.

- La mujer de santos Moya: 1927-38 peinadora particular, se dedicaba a ir por las casas para «apañar» a las mujeres que la llamaban.

En 1966 se creó en Miguelturra una cooperativa de anea y esparto, «Cooperativa Virgen de la Estrella», dedicada a la organización del trabajo de estos materiales y, a la distribución y venta del producto una vez elaborado. Estaba compuesta por doce socios, que eran los encargados de la obtención y recolección de la materia prima y el reparto de la misma entre los muchos trabajadores asalariados por la cooperativa, que se dedicaban a la realización de los procesos previos a la elaboración del producto, como son la confección de la soga y la pleita o crizneja y el cosido de las piezas. Estas labores de soga y crizneja eran realizadas tanto por mujeres como por hombres, siendo más frecuente que las mujeres se dedicasen a la confección de soga y los hombres a la de pleita.

- Lola Martín: 1939-50, también se desplazaba a los domicilios particulares para realizar labores de peinado y corte de pelo. - Esperanza Rubio Illescas: 1950-85, comenzó peinando a domicilio y más adelante puso peluquería en calle Granada. - Josefa Jurado Nieto (la hija de «Trani el herrero»): 1956, una joven peinadora a domicilio que murió a muy temprana edad. - Sergi Martín»la del abuelo Churri»: aunque tuvo local de peluquería, fue también peinadora a domicilio. Su hija Teresa puso peluquería en la calle Ancha. -286-


Muchas han sido, pues, las mujeres que durante años han trabajado en esta artesanía, colaborando así, a la escasa economía familiar, de entre ellas recordamos a las siguientes: - Crescencia y Mª Paz Arenas. - Vicenta Rodrigo: ( la suegra de Pepón). Trabajando anea en casa de los Palmero

- Gertrudis Rodrigo. - Luisa Martín. - Daniela García Asensio. - Manolo García. - Antonia . - Restituta Corral Palmero. - Eufemia Palmero Muñoz. Otra muchas mujeres trabajaron en la artesanía vegetal por cuenta propia o para algún artesano local como es el caso de Carmelo Palmero.

Trabajando anea en casa de Carmelo Palmero, Crescencia, MªPaz, Manoli, Virgilia,Joseja, Daniela, Vicenta, Antonia, Luisa y Crescencia Palmero, 1958

Haciendo soguilla de anea, 1959 -287-


7. 14. Trabajadoras del campo: Según Ángela Sanroma publica en su articulo de opinión sobre mujeres rurales: « (...) Son motor de desarrollo social, crean redes de apoyo, de transmisión de conocimientos y de prácticas. Son también motor de desarrollo económico, a través de su espíritu emprendedor y de su liderazgo en los nuevos yacimientos de empleo. Además, durante siglos, han contribuido, por medio de sus conocimientos informales, y muchas veces de una manera incluso inconsciente, a eso de lo que ahora hablamos tanto, como un ambicioso objetivo de nuestras políticas medioambientales: el desarrollo sostenible del entorno. Las mujeres rurales, aquí y en todas partes, son, en definitiva, líderes en el desarrollo de sus pueblos y zonas de residencia. No sólo como sujetos libres y que deciden sobre sus propias vidas, sino como trasmisoras de destrezas y capacidades. Como hacedoras de mundo; el mundo en el que viven, que crean, cambian y trasmiten (...)»7.

Encarnación Rodrigo y Daniela, trabajando la anea

Siendo Miguelturra una comunidad rural que tradicionalmente ha basado su economía en la agricultura y ganadería, muchas han sido las personas que se han dedicado a las labores agrícolas, sobre todo hasta mediados de los años 60, época en que comienza la mecanización del campo y los avances tecnológicos, lo que permitió un cambio en la estructura

Trabajadoras de la anea, en casa de Carmelo Palmero, 1965

7 Instituto de la Mujer. De Castilla La Mancha.http://www.jccm.es/ imclm/Articulo-de-opinion.611.0.html

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social, disminuyendo a partir de entonces, el número de trabajadores ocupados en el sector agropecuario.

Estas dos fotografías, realizadas en el estudio fotográfico de Vicente Rubio de Ciudad Real, nos muestran sendas cuadrillas de segadoras, ataviadas con la indumentaria de la época y provistas de hoces, herramienta específica, necesaria para el desarrollo del trabajo.

Como en tantos otros sectores de la vida rural, en éste, también la mujer ha desempeñado un papel fundamental, incorporándose desde muy temprana edad al trabajo del campo, especialmente en las campañas de recolección como son la recogida de aceituna, la siega y la vendimia, prueba de ello son las siguientes imágenes.

A continuación vemos otras escenas, más recientes, tomadas también durante el periodo de siega.

Simona Dominguez y Santa Rodrigo, sentadas en primera fila, con el resto de la cuadrilla de segadoras, 1924

Cuadrilla de segadoras junto asu capataz, 1955

Emilia García y sus compañeros de la cuadrilla de segadores, 1925

Cuadrilla de Teodosio Gómez segando -289-


Otras labores agrícolas son las relacionadas con la vendimia, de ellas contamos con las siguientes imágenes, tomadas en un momento de descanso en el duro trabajo de la recogida de la uva.

1951 de izq. a dech. Adoración Rojas, Sole, Eulalia y Gabriela, en un día de vendimia

Cuadrilla de Procopio López vendimiando en la finca de Valcansado, finales de los 60 -290-


En este otro reportaje fotográfico, que nos ha facilitado José Antonio Mondejar, podemos observar diferentes escenas en un día de recogida de aceituna

Cuadrilla de Antoni Moreno, de aceitunas

Bonifacia Rivero y Magdalena López en un día de recogida de aceituna

Encarna Rodrigo y una compañera, un día de aceituna en casa de Antonio Romero,1965

A continuación, otras tantas instantáneas relacionadas con la recolección de distintos productos agrícolas como son: patatas, judías, remolacha o tabaco.

Cuadrilla de aceituneros de Antonio Romero -291-


Cuadrilla de Teodosio Gómez sacando patatas Mujeres trabajando en un secadero de tabaco en Peralbillo, 1956

7. 15. Santeras: Las santeras, son las personas que cuidan de un santuario o ermita, también se dedican a pedir limosna, llevando de casa en casa la imagen de un santo. En Miguelturra aunque existen varias ermitas, solo una de ellas (la del Cristo, más conocida por «La Torre Gorda») mantuvo santera hasta mediados de los años ochenta, fecha en la que se creo la hermandad del Cristo de la Misericordia, encargada desde entonces del mantenimiento y cuidado del templo.

Un descanso durante la jornada de recogida de judias, 1962

- Antonia y Emiliana: (las de «Escarola») desde 1920 hasta 1955 aproximadamente se ocuparon del cuidado, mantenimiento y limpieza en la ermita del Cristo. - Teresa y Antonia Espinosa: también fueron santeras en el Cristo, desde 1960 hasta 1980. Antes de esta ocupación habían trabajado como guardabarreras en la casilla del camino de Peralbillo.

Un grupo de mujeres aclarando remolacha en el mes de junio -292-


7. 16. Tricotadotas:

nes de consumo. Generalmente, se instalaban en pequeños kioscos en las aceras de las calles más transitadas del pueblo, otras veces, solo se servían de una simple mesa donde exponer la mercancía, o una cesta de mimbre donde la llevaban. La vendedora también podía ambular sin necesidad de un local específico cargando consigo lo que buscaba vender. ropa, artículos artesanales, dulces, golosinas u otros productos comprendían la mayor parte de su comercio.

Mujeres que se dedicaban a tejer y hacer punto a mano o con máquina tejedora. - Rosario y Rita Martínez Ferlloly: dos hermanas conocidas como «las Martinas», que tricotaban a máquina, atendiendo al público en su casa particular en calle Real. 7. 17. Telefonistas: Persona que trabaja en el servicio de aparatos telefónicos, especialmente la que se dedica a contestar llamadas en una centralita:

- Rosa García Martín: vendedora de frutos secos, también fue cultivadora de azafrán. Es la más antigua de las vendedoras de la que tenemos noticia (finales del siglo XIX hasta los años 40 del XX), aunque no se dedicaba a la venta ambulante, por disponer de un puesto en la plaza (esquina del «Curro») con capazos donde exponía la mercancía para la venta, frutos secos que había tostado previamente, indicando los precios con unas banderillas con los colores republicanos.

- Asunción Vázquez (la madre de «Magritas»): Una de las primeras telefonistas del pueblo, comenzó su actividad en los años anteriores a la Guerra y durante el periodo de la contienda, vivía y tenía la centralita en calle Cervantes . - Rosario León Castellanos: encargada de la operadora de teléfonos, situada en la calle Real. Cuando la anterior telefonista (Asunción) se jubilo, Rosario solicitó la plaza y, por su condición de viuda se la concedieron, además de un estanco en la calle Malpica. 7. 18. Vendedoras ambulantes: Eran trabajadoras de la economía informal que comercian con distintos bie-

Rosa García Martín sentada, con hijos y nietos -293-


- Estrella: una popular vendedora de bollos, que llevaba el género en una cesta. Desde 1927 hasta 1934, esta mujer se dedicó a vender de forma ambulante por las calles del pueblo, pregonando a viva voz su mercancía.

berenjenas, castañas, nueces y otros frutos secos que despachaba en la plaza, en un pequeño puesto situado, unas veces en la puerta del casino y otras en la puerta de farmacia, en ocasiones le ayudaba su prima María Marcos Muñoz. En el verano vendía helados, tanto aquí en Miguelturra , como en otros pueblos de la provincia, Almagro y Piedrabuena .

- Santiaga: (la huevera), vendía huevos frescos por la calle, aquí en el pueblo y también en Ciudad Real. - Candelas: vendedora de chuches y golosinas en la puerta del Centro Obrero.

Numerosas fueron también las vendedoras ambulantes de leche, directamente en la calle, o bien desplazándose casa por casa.

- Victoria Muñoz Lozano (la de «Cabeza Rota»): nació en Miguelturra 30 de septiembre de 1917. Se dedicó a la venta ambulante de

7. 19. Churreras: A mediados del siglo pasado, había al menos tres churreras muy populares en la localidad. - La Chatilla: Con churrería en la Plaza de España, esquina con Paquito León. - Sotera, la mujer de Obdilón: Con churrería enfrente del Ayuntamiento. - Simona: Sin duda alguna, la más popular y reconocida de todas las que recuerdan nuestros paisanos. Sobre ella escribe Bernardino Mora en el periódico de la iglesia. «Simona la churrera». «Simona Díaz Sánchez, la churrera, como cariñosamente se le llamaba nació el 20 de mayo de 1897, falleció a los 74 años en 1971, aun siguen aflorando gratos recuerdos de esas exquisitas roscas que hacía con sus palillos,

Victoria y su prima María, 1947 -294-


bien friticas.. estaban riquísimas con un buen café en puchero de barro, o un chocolatillo. ¿Quién no ha oído hablar en Miguelturra, alguna vez, de los deliciosos churros de Simona?.

Por la churrería todo el mundo entraba y salía como se de su propia casa se tratase. Muchos eran los vendedores que iban a cambiar el dinero por calderilla para disponer de cambio para la clientela.

Estuvo todo el tiempo en el local que alquiló a María Hilaria, madre de Bienvenida Gómez, enfrente del Ayuntamiento, por 65 pesetas mensuales, allá por el año 1930, llegando a su máximo de 753 pesetas en el año 1988, en el que se cerró pagándolas sus hijas y nieta que siguieron la tradición de su madre.

En tiempo de la Somona la plaza del Ayuntamiento se llamaba de la constitución, había en ella bastantes tiendas todo antes de la Guerra: Ramón Ramos, posada del abuela Eladio, a ella pasaban toda clase de gente, desde arrieros hasta cómicos. Venía la compañía de los «Lemus» y allí se hospedaban; en la esquina siguiente había una confitería, se cruzaba a la otra esquina y en aquel ángulo estaba el de Ana María en una preciosa casa de la que solo utilizaba una habitación que daba a la calle y que vulgarmente se le decía «el rincón», en aquel rincón se reunían las vecinas, en invierno a coser y en verano a tomar el fresco.

Manolito el herrero les solía hacer la jeringa o embudo de chapa donde se colocaba la masa de harina que se empujaba con una maza de madera; los palillos que se empleaban para mover el churro mientras se freía eran de olivo. Por las Navidades, el día 24 de diciembre, comenzaba a hacer sus churros después de comer, durante toda la tarde y noche. Todos iban a por los churros para tomarlos en casa, tanto las personas que salían de la misa del gallo como los que estaban toda la noche de juerga.

Ya frente al Ayuntamiento, al lado de la Simona estaba el bar de Antequera, en el que la gente se sentaba por la noche al fresco mientras escuchaban habaneras y los campanilleros; más arriba el de Juan de Chozas, la droguería de Elías y la posada de la incomparable Basilisa, seguido de otra churrería la de Obdilón.

Simona supo atraer el interés de gran parte de churriegos. Por las mañanas las cuadrillas de albañiles con sus maestros: Bruno Molina, Tomás el albañil, Ambrosio Rodrigo, Darío González, antes de empezar la jornada, acostumbraban a comerse una rosca calentita de la Simona, y en los fríos días de invierno los vendedores que ponían sus puestos en el mercado de la plaza iban a calentarse en el fogón de los churros: Hortelanos, pescaderos, carniceros... incluso con chicos pequeños que venían con sus padres a vender por no dejarlos solos en casa. Simona disponía de unas pequeñas sillas, y allí los sentaba para que estuviesen calentitos.

Entre el bar y la salchichería estaba José que hacía llaves de dulce, que por cierto de una perrilla te devolvía una céntima después de darte miles de chucherías. Ya en la acera de enfrente del Ayuntamiento, Roquillo hacía él solo lo que hoy hacen entre cinco; la salchichería de Julián Zamarrito, la alpargatería de saturnino Nieto, la droguería de Sinforosa, y también el célebre Nicolás por lo trabajador y cariñoso. -295-


Por la mañana pasaba la Cuca vendiendo leche, por las tardes Patala con sus cestos de pleitas vendiendo altramuces y resequillas a diez céntimos. Había una señora que vendía arena, a diéz céntimos el bolt.

tareas, como parte de una jerarquía elaborada. Sin embargo, en muchas familias pertenecientes a la clase media, lo habitual es que haya sólo un sirviente.

Pasados los años treinta mencionemos a Antonio Ramos, Mariano el de Cortinilla, Narcisa, Gateras que vendía pimientos y tomates así como la carnicería de Mojete. No podemos olvidar a Críspulo ni la tienda de Carmen Ramos, a Sandalio el pescadero, Perles, Juan el de la Nolasca con la droguería, Isaías el carnicero y el estanco de Anselmo Moraga.

Los trabajadores domésticos tienen como principal tarea cuidar el hogar y atender a sus miembros. Entre las tareas específicas se encuentran el lavado, el planchado, la compra y el cocinado de los alimentos y la limpieza de la casa. Para muchos trabajadores domésticos, una gran parte de su trabajo está en el cuidado de los niños. Si existen personas mayores o discapacitadas en la casa, los trabajadores domésticos realizan el cuidado sobre ellos.

Recuerdos de un pasado no lejano que reflejan la vida en paz de un pueblo hecho de gentes sencillas y entrañables.

El trabajo doméstico era llamado simplemente como «servicio». Evolucionó en un sistema jerárquico en varios países en diferentes épocas.

Nuestro recuerdo para todos ellos que junto con Simona la churrera, fueron protagonistas de la vida de Miguelturra»8.

Antes de las reformas laborales del siglo XX, los sirvientes y trabajadores en general no tenían leyes que los protegían. Las únicas comodidades que proveía el servicio eran recibir la comida y hospedaje, en ocasiones recibían ropa, aparte del modesto pago. También, el servicio era un sistema de aprendices, y auguraba un avance a través de los rangos jerárquicos. Sin embargo, también era arriesgado, en especial con las mujeres, ya que no existía protección de los empleadores escrupulosos y otros miembros de la familia, en especial la explotación sexual.

7. 20. Trabajadoras de servicio doméstico: Un trabajador doméstico, criado o sirviente es la persona que trabaja, y en ocasiones vive, en la casa del empleador y en consecuencia, reciben un salario por su trabajo (y a través de las reformas laborales en el siglo XX, beneficios). pueden existir un gran número de trabajadores domésticos realizando diferentes Articulo de Bernardino Mora, (presidente de «Tierra Solidaria»). «Iglesia en Miguelturra» Nº 202. Octubre, 2000. 8

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En Miguelturra mucha mano de obra femenina se ha dedicado específicamente a este trabajo, básicamente abasteciendo a la capital (Ciudad Real), de la que dista solo tres kilómetros, de gran número de empleadas de hogar, que tradicionalmente se desplazaban andando, para servir en las casas acomodadas de la ciudad.

- Quiteria. - Dolores «la Cuadrá». - Santiaga la pintora. - Braulia «la Guisota». - Mariana y Vicenta «las de Dios». - Teresa la lavandera. Allá por los años 30 hubo un lavadero comunal situado en la finca de la Serna, propiedad de Ramón Castellanos, este pilón fue muy frecuentado por las mujeres del pueblo al que acudían para hacer la colada. Uno de nuestros informantes, aún recuerda una coplilla, que se cantaba durante la República y alude a éste sitio.

Ocasionalmente aprovechaban el desplazamiento, sobre todo en «los años del hambre» (después de Guerra Civil), para vender productos al estraperlo, vino, vinagre, jabón... Otras veces intercambiaban artículos de primera necesidad como pan, huevos, aceite, etc. Durante esta época (1940-60) también muchas mujeres de gañanes y jornaleros del pueblo, estaban empleadas en las casas de los «amos» para los que trabajaban sus maridos, desempeñando labores domesticas como sirvientas, cocineras o niñeras durante todo el año. Si bien eventualmente, cuando se aproximaban temporadas festivas, de matanzas, carnavales u otras celebraciones, se solía contratar a más mujeres como personal de apoyo para que ayudaran a las sirvientas fijas, realizando tareas tales como elaboración de dulces de horno, jalbegar, lavar, pintar y adecentar la casa, costura de toldos, sacos y costales, etc. De entre éstas, las más recordadas son:

«Por allí viene Repollo de la Serna de lavar y le han dado una paliza enfrente La Soledad» Actualmente, la mayoría de las trabajadoras domésticas suelen ser inmigrantes, aunque todavía abundan del mismo país de origen. Muchas de ellas son personas de escasos recursos de las áreas rurales que se desplazan a las ciudades en busca de un trabajo. En la mayoría de los casos, las trabajadoras domésticas pueden vivir en la casa donde trabajan y reciben comida, como parte de sus salarios. Con la diferencia de los ingresos entre las personas que viven en áreas urbanas y rurales, ha provocado que inclusive una familia de clase media pueda emplear trabajadores domésticos.

- Pazica. - Luisa Alcázar. -297-


La situación laboral de las empleadas de hogar en Miguelturra, también ha cambiado mucho en los últimos años, sirva como explicación la entrevista realizada, hace ya unos años, a Magdalena López Yébenes, la entonces presidenta de la recién creada asociación de Empleadas de Hogar:

En la actualidad la Asociación de Empleadas de Hogar cuenta con más de 300 mujeres asociadas siendo todas de la localidad. Las actividades que desde la Asociación se desarrollan son diferentes cada año. Entre las de carácter sociocultural destaca la celebración de Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), jornadas sobres salud, trabajo, empleo, cursos de formación, etc. Entre las de carácter deportivo: aeróbic.

«Asociación de empleadas de hogar de Miguelturra».

Desde se creación la Asociación de Empleadas de Hogar cuenta con el apoyo de todo el personal del Centro Social Polivalente, en particular del Área de la Mujer. A nivel económico, esta Asociación recibe subvenciones anuales de la Concejalía de Bienestar Social (Viceconsejería de la Mujer) y del Ayuntamiento de Miguelturra.

«La asociación de empleadas de hogar de Miguelturra se fundó en junio de 1989 a iniciativa de la concejalía de Bienestar Social. Los objetivos son: · Fomentar el Asociacionismo femenino entre las mujeres de la localidad, mediante la realización de actividades socioculturales en el municipio.

Para formar parte de la Asociación, basta con estar empadronada en la localidad y ser una mujer con ganas de participar en las diversas actividades que ofertamos. Las ventajas que ofrece esta Asociación de mujeres es la de poner a disposición de sus socias toda la información y el asesoramiento necesario sobre temas de Seguridad Social, trabajo-empleo, etc. Así como ofrecer diversas actividades para participar en temas de interés (salud, educación, consumo, deporte...). Al contar con el Servicio Bolsa de Trabajo Doméstico y Apoyo al cooperativismo entre las mujeres, las socias tienen prioridad a la hora de cubrir las ofertas domésticas.

· Mejorar la relación laboral del trabajo doméstico, a través del servicio bolsa de trabajo. · Ofrecer actividades para que las mujeres de la localidad participen en los ámbitos de la vida local: cultural, social, sanitario, educacional, laboral, etc. · Desarrollar actividades que posibiliten una mayor preparación profesional por medio de jornadas, cursos, etc. En definitiva garantizar el apoyo y asesoramiento a la mujer trabajadora-empleada de hogar, para la defensa de los intereses de este colectivo, análisis de los problemas y búsqueda de soluciones.

Situación laboral Al ser la relación laboral doméstica una relación de carácter especial, la Ley no obliga a -298-


que los contratos entre el empleador/a y la empleada de hogar sean escritos. Normalmente el contrato suele ser verbal; y no existen recibos salariales o nóminas (en la mayoría de los casos).

existencia de la Asociación de Empleadas de Hogar, y hacer un llamamiento a las mujeres para que participen en las actividades y se asocien. Dejando un espacio abierto para sugerencias, ideas, etc»9.

En lo referente a la Seguridad Social, podemos decir que se ha avanzado bastante, actualmente la mayoría de las mujeres que tienen una jornada laboral completa están dadas de alta en el Régimen de Empleadas de Hogar de la Seguridad Social.

8. Agradecimientos: No podemos terminar este trabajo sin dedicar un capitulo de agradecimientos a todas las mujeres trabajadoras de Miguelturra, muchas de ellas anónimas, que con su esfuerzo y tenacidad han contribuido ha hacer de nuestro pueblo una comunidad moderna y progresista, a través del aprovechamiento de los recursos humanos para el mantenimiento del tejido social y la revitalización de las economías locales, que sin duda alguna, requieren de la participación de las mujeres, lo que ha permitido que día a día se este alcanzando un alto nivel de conocimiento, formación y preparación profesional de la mujer rural.

En los últimos años, podemos decir , que se ha avanzado en cuanto al significado del concepto de la empleada de hogar. Hoy en día se la considera como una trabajadora que realiza servicios domésticos por cuenta ajena, fuera de su hogar (aunque todavía queda mucho por conseguir), dejando a un lado las malsonantes palabras de «chacha», «criada», «sirvienta»... Aunque se han logrado avances en la relación laboral de la empleada de hogar, consiguiendo el alta en la Seguridad Social, todavía hay que reivindicar muchos de los derechos que como trabajadoras nos corresponden, entre ellos el salario. Por Ley, cada empleada de hogar que trabaja a jornada completa tiene derecho a percibir un salario equivalente al Salario Mínimo Interprofesional, vigente para cada año. Sin embargo en la realidad no ocurre esto, el sueldo medio de la empleada de hogar que trabaja a jornada completa, esta muy por debajo de estas previsiones.

También debemos agradecer la contribución de los participantes del Aula de Estudios en la elaboración de este cuaderno, porque sin su ayuda e investigación no hubiera sido posible su realización.

Con esta entrevista lo que he pretendido es dar a conocer a la población de Miguelturra la

Entrevista realizada a Magdalena López Yébenes. Presidenta de la Asociación de Empleadas de Hogar de Miguelturra. Publicada en el BIM, julio de 1995.

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Igualmente, vaya por delante el reconocimiento a la Concejalía de Igualdad y Centro de la Mujer de Miguelturra, que también han colaborado en esta publicación.

Internet. www.jccm.es/imclm/Articulo-de-opinion.611.0.html es.wikipedia.org/wiki/Guardabarrera www.bodasdeisabel.com/Gr/Parteras/Parteras.htm psicologia.laguia2000.com/general/el-rol-de-la-mujer-atraves-de-la-historia

9. Documentación: · Boletín Informativo Municipal. BIM, julio 1995. · Libro de Actas Municipales del Ayuntamiento de Miguelturra, 19001940. · Periódico «Iglesia en Miguelturra», nº 202. Octubre 2000. · Periodico «Vida Manchega», jueves 8 de noviembre de 1934.

Informantes. Participantes del Aula de Estudios: * Alberto Martín castellanos. * Carmen Corral Ocaña. * Isabel Gómez Rodrigo. * José Antonio Mondejar Molina. * Lucio Punzón Nieto * Mª José Sánchez Rodrigo. * Manuel Palmero Rodrigo. * Rocío de la Beldad Roldan, (Sastra).

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