TRUJILLO
DI
TRUJILLO DI
Escudo de armas de la ciudad de Trujillo 1537
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Año 1 No 01 - junio 2017 DISTRIBUCIÓN GRATUITA
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Edición #1 Año 1 junio 2017 Tiraje 3,000
La Fundacion de Trujillo Lic. Fernando Cruz Pres. del Colegio de Licenciados en Turismo de la Libertad Los trujillanos sentimos orgullo de nuestra histórica y señorial ciudad, puesto que son muy pocas las que conservan su ubicación fundacional, siendo Trujillo, Lima y el Callao las únicas urbes amuralladas. Pero Lima sí tiene la certeza de celebrar con toda base documental su fecha de fundación, mientras que los hijos de Trujillo no. Actualmente los trujillanos celebramos con indisoluble solemnidad el aniversario de nuestra ciudad el 5 de marzo con una recargada y cultural “Semana Jubilar”; pero no se trata realmente de una fecha fundacional, sino del funcionamiento del Cabildo (municipalidad). La imposibilidad de celebrar su fundación ocurre a causa de la desaparición del Libro N° 1 de Cabildo con posterioridad al año 1811 (ARLL, Libro de Cabildo 18, f. 145). Por otro lado, ordinariamente se afirma que Francisco Pizarro realizó una segunda fundación en 1535, que vendría a revalidar la hecha por Diego de Almagro en 1534. Pero, ¿es lógico volver a fundar una ciudad ya poblada? Esta incógnita ha conllevado a un intenso debate historiográfico en torno a estos dos personajes, la reivindicación
de un tercero y la importancia fundacional de ciudades dentro del contexto por legitimar la Conquista, discusiones que sobreviven en la actualidad.
Con el objetivo de comprender lo anteriormente expuesto y la complejidad de las fuentes, a continuación, se realiza un balance historiográfico que permitirá justificar el aniversario de nuestra ciudad.
Que hacer estas vacaciones con nuestros hijos Jorge Juan Rodriguez Arqueólogo Las vacaciones no son sinónimo de grandes viajes. Si el presupuesto es limitado o se complica viajar con varios niños, la ciudad de Trujillo cuenta con varios atractivos para poder disfrutar en familia. Obviamente, los padres siempre buscamos seguridad, comodidad y diversión para nuestros pequeños. Los sitios arqueológicos abiertos al turismo son una alternativa ideal si sabemos dirigir la atención de nuestros hijos. Por ejemplo, el sitio Huacas de Moche en la campiña de Moche o Chan Chan son una buena alternativa. Más que contratar un guía, disfruten con sus hijos el caminar por estos monumentos, apreciando la arquitectura y decoración de los viejos muros. Creen historias de antiguos valientes guerreros o príncipes y princesas enamoradas que corrian por los corredores de los palacios y templos. Inventen historias de lunas, aves y peces y traten de desarrollar la imaginación de sus hijos a través de lo que ven en estos sitios. Pueden también visitar el sitio de Pampas Gramalote, en Huanchaquito, donde pescadores de casi 4000 años de antigüedad, cazaban tiburones para alimentarse diariamente. Si es que son más afines con la naturaleza, Trujillo ofrece varias opciones, pero dos sobresalen por su cercanía y seguridad: la laguna de Conache y los campos de Poroto y Simbal. Vaya con su familia a disfrutar
de la laguna y sus aves. Admiren las dunas de arena y revuélquense hasta el cansancio en estos médanos, es muy divertido! Caminen por el borde del rio Moche a la altura de Poroto o Simbal y hagan un picnic en una de las grandes piedras planas que abundan en la zona. Muestren a sus hijos la naturaleza que los rodea y los enormes cerros que coronan estos paisajes. Si se trata de no moverse muy lejos, vaya a recorrer las viejas casonas coloniales y los templos virreinales del centro. Diviértase con sus hijos contando historias de tesoros escondidos y lugares encantados donde aún habitan duendes que regalan monedas de oro. El consejo que queremos enfatizar aquí es que no se trata de gastar dinero, y escuchar las a veces aburridas historias que nos cuentan en estos sitios turísticos (al menos para los niños). Haga suyo el monumento, parque, paraje, casona, iglesia, invente con sus hijos, haga de ese momento un tiempo mágico en el que sus hijos se diviertan y aprendan a querer las riquezas naturales y culturales que nos rodean.
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El Shambar
Juan Perez Rodriguez Lic. Turismo Es una sopa típica de la ciudad de Trujillo, que tiene sus orígenes en los pobladores andinos, ya que lleva muchos ingredientes serranos como las habas, jamón serrano, etc. Se acostumbra a comer los días lunes en todo el departamento de La Libertad en el norte del Perú . Se cree que el orígen de esta costumbre surgió de los pobladores de la sierra, quienes con las sobras de la comida de las fiestas que tenían los fines de semana, preparaban el día lunes una sopa contundente agregándole algunos ingredientes más. También se dice que los campesinos acostumbraban a comerla los días lunes, por ser una sopa que los llenaba de energía para empezar el trabajo de la semana. Lo cierto es que la costumbre de tomarla los lunes permanece hasta hoy. El shambar es una sopa que puede servirse como plato de fondo ya que aporta calorías, carbohidratos, fosforo, calcio y vitaminas a quienes la consumen. Las menestras se deben remojar desde la noche anterior. Cocer el trigo y los frejoles en una olla con agua que los cubra. Cuando el agua comience a h e r v i r, c a m b i a r l a p o r l a m i s m a cantidad de agua previamente hervida y continuar la coción. Agregar el trigo y las habas peladas. Posteriormente se incluye el pellejo, la carne de chancho
y el jamón serrano cortado en trozos pequeños. Hacer un aderezo en una sartén con la cebolla picada en trozos pequeños, ají mirasol, ajo molido y orégano. Se baja el fuego de la olla y se agrega el aderezo a la sopa, la hierbabuena picada, el culantro picado, y una rama de huacatay para que de sabor, que después se debe de retirar. Dejar cocer por media hora. Servir el Shambar acompañado con cancha y una salsa criolla al ají limo y hierbabuena.
Los trujillanos estámos tan orgullosos de nuestra sopa shambar, que muchas personas le han dedicado versos como el siguiente:
“Una sopa de menestras de mi tierra liberteña, se ha convertido en la enseña de su cocina maestra. El shambar es una muestra de la transculturización, Trujillo le dió adopción a este serrano potaje y hoy luce como un mensaje de la peruanización”..
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LA MURALLA TRUJILLANA: Libre de Polvo y Paja Miguel Angel Marquina Cueva miguel.marquina@outlook.com
Hacia finales del siglo XVII, en Trujillo se asentaron familias consideradas como aristocráticas, dueñas de las principales haciendas azucareras del valle Chicama y Virú, quienes obtuvieron gran fortuna y podían adquirir lujos europeos. En esta época, Trujillo ya gozaba con una fama de ciudad señorial, opulenta, de familias nobiliarias y de lujos que eran comparables solo con Lima. En 1686 el pirata Edward Davis había saqueado la Villa de Zaña (Lambayeque) y nuestra ciudad corría el riesgo de pasar por la misma suerte debido al gran auge económico que ostentaban las familias y que hacía de este territorio un botín preciado para los piratas y corsarios. Por esta razón y debido a las amenazas que ya había, los vecinos trujillanos solicitaron al cabildo realizar las gestiones ante el virrey Melchor de Navarra y Rocaful, el Duque de la Palata, para que autorice y brinde el apoyo para la construcción de una muralla que defienda a la ciudad. La construcción se inicia en 1686, siguiendo los planos diseñados por el arquitecto italiano Joseph Formento y dirigidas por don Antonio Merodio y Posada, quien gracias al financiamiento de los vecinos trujillanos, pudo cubrir los gastos de materiales y mano de obra, culminándose la muralla de adobe en 1690.
A decir verdad, la muralla fue levantada con poco ingenio militar; era de forma ovoidal, no tenía fosos, ni puentes levadizos, ni terraplenes, sus muros tenían en aproximado cinco metros de alto por tres de ancho, además contaba con quince baluartes, quince cortinas y cinco portadas, la de Huamán, que se dirigía al pueblo del mismo nombre; la de Mansiche, que también se dirigía a dicho pueblo, la de Miraflores, la de Moche y por último la portada de La Sierra, que se dirigía hacia los pueblos de los andes liberteños. Esta muralla jamás midió su fuerza y capacidad de defensa, y de haberlo hecho, es seguro que nuestra ciudad hubiera sido saqueada. Para inicios del siglo XX y de manera progresiva la conocida como “Muralla Española” fue derribada para dar paso al crecimiento de la ciudad. Hoy quedan pocos fragmentos y son muchos los trujillanos que caminan junto a ellos y desconocen que esos muros pertenecieron a una de las cuatro ciudades en Latinoamérica que fueron amuralladas, como lo es Cartagena de Indias (Colombia), Lima, el Callao y por supuesto nuestra ciudad, Trujillo.
La Muralla de Trujillo según Martínez Compañón
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La Seguridad hoy en dia Coronel Miguel Angel Marquina Cueva Cmdt. III Region La Libertad Es una sopa típica de la ciudad de Trujillo, que tiene sus orígenes en los pobladores andinos, ya que lleva muchos ingredientes serranos como las habas, jamón serrano, etc. Se acostumbra a comer los días lunes en todo el departamento de La Libertad en el norte del Perú . Se cree que el orígen de esta costumbre surgió de los pobladores de la sierra, quienes con las sobras de la comida de las fiestas que tenían los fines de semana, preparaban el día lunes una sopa contundente agregándole algunos ingredientes más. También se dice que los campesinos acostumbraban a comerla los días lunes, por ser una sopa que los llenaba de energía para empezar el trabajo de la semana. Lo cierto es que la costumbre de tomarla los lunes permanece hasta hoy. El shambar es una sopa que puede servirse como plato de fondo ya que aporta calorías, carbohidratos, fosforo, calcio y vitaminas a quienes la consumen. Las menestras se deben remojar desde la noche anterior. Cocer el trigo y los frejoles en una olla con agua que los cubra. Cuando el agua comience a h e r v i r, c a m b i a r l a p o r l a m i s m a cantidad de agua previamente hervida y continuar la coción. Agregar el trigo y las habas peladas. Posteriormente se incluye el pellejo, la carne de chancho
y el jamón serrano cortado en trozos pequeños. Hacer un aderezo en una sartén con la cebolla picada en trozos pequeños, ají mirasol, ajo molido y orégano. Se baja el fuego de la olla y se agrega el aderezo a la sopa, la hierbabuena picada, el culantro picado, y una rama de huacatay para que de sabor, que después se debe de retirar. Dejar cocer por media hora. Servir el Shambar acompañado con cancha y una salsa criolla al ají limo y hierbabuena. Los trujillanos estámos tan orgullosos de nuestra sopa shambar, que muchas personas le han dedicado versos como el siguiente:
“Una sopa de menestras de mi tierra liberteña, se ha convertido en la enseña de su cocina maestra. El shambar es una muestra de la transculturización, Trujillo le dió adopción a este serrano potaje y hoy luce como un mensaje de la peruanización”..
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