El consumo no es sólo un medio de supervivencia o un fenómeno económico. Es una forma de relación entre personas, que intercambian regalos, van juntas al cine o a un concierto. Es una manera de comunicar que se ha triunfado en la vida y por eso se conduce un Mercedes, o se lleva ropa de alta costura; o de mostrar a los vecinos que se es igual a ellos, porque también se va de viaje al Caribe. Es un medio de sentirse «uno mismo» gracias a la ropa, la casa, los muebles elegidos, haciendo caso a través de ellos al consejo de Píndaro «llega a ser el que eres».Y es también una forma de sentirse mal al percibir que la mayor parte de la humanidad no puede elegir nada de eso. No puede ni siquiera elegir los bienes de consumo para sobrevivir, porque ni los tiene a mano ni puede producirlos.