Cuerpo acción Violencia de Género contra la mujer

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Susan M. Gálvez Sánchez José Revelo Ruíz (Eds.)

Violencia de Género contra la mujer

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Violencia de GĂŠnero contra la mujer

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Violencia de GĂŠnero contra la mujer


CRÉDITOS Editorial de la Universidad Técnica del Norte Avda. 17 de Julio, 5 – 21 Ibarra – Ecuador Telf. + 593 (6) 299 7800 editorial@utn.edu.ec Editores Susan M. Gálvez Sánchez José Revelo Ruíz Idea Original MSc. José Revelo Ruiz Coordinador Carrera de Artes, UTN Dra. Eugenia Orbe Ortega Directora Bienestar Universitario, UTN Dra. Marta Molina Directora de Seguridad y Gestión de Riesgos, UTN

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Diseño, diagramación y edición digital fotográfica Antonio García Álvarez Pares revisores externos Ph.D. Rosa María Campillo Garrigós Universidad Central del Ecuador Msc. Julio Saransig Pontificia Universidad Católica del Ecuador

res externos

Primera edición Junio 2018 © de ésta edición Editorial Universidad Técnica del Norte © de textos y fotografías sus respectivos autores Edición digital ISBN: 978-9942-784-20-9


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Pág. 13 17 21

Contenidos Presentación del Rector de la Universidad Técnica del Norte Presentacion del Decano de la FECYT

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El rol de la mujer en la sociedad actual Violencia psicológica contra la mujer Gran subasta de bienes humanos La violencia física contra la mujer Violencia social Equidad y body art Violencia intrafamiliar: definición, tipologías y ciclo

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Un alto a la violencia contra la mujer

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Imagen icónica de la mujer 9


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P r e s e n t a c i Ăł n

Ph.D Marcelo Cevallos

Rector de la Universidad TĂŠcnica del Norte

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Presentación Rector de la Universidad Técnica del Norte Ph.D Marcelo Cevallos

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l concepto de Universidad trata de acoplar el conjunto de manifestaciones del saber y la experiencia humana en el marco de un viaje sideral, un viaje que revela en su constancia la construcción del conocimiento y la importancia del hacer en la conformación de un mejor presente. Así la Universidad Técnica del Norte en su implacable proyecto educativo busca con este viaje ahondar en la consideración de la complejidad del ser humano, en sus múltiples manifestaciones, científicas, tecnológicas y esta vez: artísticas. El presente libro muestra abiertamente los resultados de una de las carreras más diferenciales de nuestra comunidad académica, y la única en su tipo existente en toda la zona norte del Ecuador. La Carrera en Artes Plásticas da cuenta aquí de la respuesta a una pregunta que muchos aún no comprenden ¿cómo el arte puede responder a la problemática social? (en este caso, la violencia de género), tal vez en nuestro contexto más cercano no habido una respuesta inmediata a tan inmensa cuestión, pero en los resultados que el equipo docente y de estudiantes han generado en este documento se hallan muchos imperativos a profundizar acerca de ello, aproximarnos al mundo del cuerpo y la acción como formas del arte, como alegatos ante las conflictos de nuestro contexto son maneras de dar la voz, de pronunciarse para la vida y a su vez enriquecerla. Como Rector de la Universidad Técnica del Norte resalto el trabajo académico y artístico que aquí se desarrolla, y que enaltece a la Universidad en su viaje por alcanzar mejores resultados, mejores caminos para el mundo y lograr así el buen vivir para todas y todos en nuestra sociedad. ¡Vive las ciencias! ¡Vive las artes! ¡Vive tus sueños!.

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P r e s e n t a c i ó n

Msc. Raimundo López A. Decano Facultad de Educación Ciencia y Tecnología

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Presentación Decano de la Facultad de Educación, Ciencia y Tecnología Msc. Raimundo López A.

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l presente libro va más allá de una catalogación de obras artísticas que han usado el cuerpo como pretexto para decir lo que muchas veces no se dice en nuestra cotidianidad, el arte aquí ha trascendido la pintura para convertirse en gesto ante una de las problemáticas que más ahondan en la sociedad y que no le permite evolucionar como un lugar más igualitario, en el cual se pueda ejercer plenamente nuestros derechos y deberes como seres humanos habitantes de este territorio. La violencia de género es un gran problema, que toma cada día víctimas con el argumento vacío de la diferencia sexual, con la fuerte designación de que existen algunos roles que solo un tipo de personas deberán ocupar, y que todo lo que esté fuera de ese margen, está mal. Como decano de la Facultad de Educación, Ciencia y Tecnología, me gustaría pronunciarme desde las siguientes páginas -fruto de un laborioso ensayo de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas- a hacer un llamado a toda nuestra comunidad académica a unirse a la voz de los artistas, de los estudiantes en formación, y de los maestros en artes, a leer y comprender que significa el accionar del cuerpo artísticamente en una sociedad que prohíbe al cuerpo manifestarse, que prohíbe a la mujer y a los hombres poder ser como desean ser, y que tal vez, es el mismo arte el lugar en donde las posibilidades del género y sus significados pueden trascender, enseñarnos a ser diferentes y tal vez, más humanos.

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El rol de la mujer

en la sociedad actual Msc. Alexandra Mina Pรกez


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El rol de la mujer en la sociedad actual Msc. Alexandra Mina Páez

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a realidad social que se proyecta, o la que los medios audiovisuales, la publicidad y los grandes entes mundiales se encargan de difundirnos, apunta a una cierta igualdad entre los dos grandes géneros que, desde antaño, han centrado la dicotomía social. Siguiendo a Ajamil et al. (1990) «la persona no nace sexuada sino que se va haciendo sexuada en el transcurso de su vida», en este sentido y como señala Bourdieu (2000), la división de sexos se encuentra «en el orden de las cosas», por ende, la situación actual de lucha por la igualdad no puede reducirse a un interés por alcanzar objetivos comunes sino que se sitúa, según indica la filosofía clásica y los cánones griegos, en una subordinación del dominante y el dominado, una idea que ha proyectado Dussel (2007) cuando hace referencia a la dominación masculina y al ego cogito del varón. Pese a los múltiples intentos por alcanzar la igualdad y a los avances que, sin duda, se están produciendo en el ámbito masculino-femenino se sitúan diferentes pugnas con origen en la época clásica y que radican en la necesidad de establecer y alcanzar una situación de paridad en la cual no se contemple la posibilidad de diferencias. Desde el momento en el que existe un “otro”, como ente diferente, se cae en la posibilidad de subordinación y de diferencia, no obstante, y con el interés de mostrar una postura conciliadora, existen, hoy en día, múltiples movimientos en pro de la igualdad y los propios gobiernos; tanto los europeos como los latinoamericanos, se encargan, junto con diferentes instituciones y organismos no gubernamentales, de difundir la idea de igualdad. Una filosofía que puede identificarse con un constructo social que atiende a una transvalorización de valores similar a la que la publicidad y los medios de comunicación social se han encargado de difundir. Una difusión que en Europa cuenta con más de 15 años; se trata de una proyección ligada a la necesidad de fijar como habitual la unión de personas del mismo sexo, una cuestión esta última que resulta, cuando menos controvertida, teniendo en cuenta las diferencias que se establecen entre varones y mujeres. En este sentido, realizar una breve reflexión sobre la temática propuesta resulta complicada sobre todo cuando la

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realidad que se nos proyecta trata de aleccionarnos y llevarnos a pensar que vivimos en un mundo de “iguales” o que los diferentes movimientos y la sociedad en general tiende a la unidad, una igualdad que se proyecta bajo los parámetros del capitalismo. En un contexto en el cual las luchas que han dado las mujeres ha sido por conseguir tener derecho al trabajo, a un pago justo, igual que el hombre en la misma función y con igual preparación, salas cuna, jardines infantiles, acceso a la educación, todo para que la mujer trabaje, pero sin independizarse de las labores domésticas, todo eso y mucho más, porque los hechos están orientados a transformar a este gran contingente de mujeres, que alcanza a la mitad de la población en el mundo, en consumidoras con plata en el bolsillo; por lo demás está estudiado que las mujeres se identifican con las grandes consumidoras del mundo; un mundo capitalista que necesita de este contingente. Pero los estudios teóricos feministas tienen una gran tarea, como algunas de sus más preclaras exponentes declaran, y no solo mujeres sino también prestigiosos teóricos varones, como el filósofo argentino Enrique Dussel. Todos coinciden al señalar la necesidad de dar el golpe mortal a los cimientos filosóficos de la Modernidad. La encubierta voluntad de poder continúa vigente hoy en día de forma subliminal en la publicidad que alude a la “transvalorización de valores” como una forma de igualdad, así por ejemplo todavía podemos apreciar resquicios en este sentido cuando las imágenes ligan la belleza con la mujer y la fuerza con el hombre. Una situación que, desde hace años, intenta cambiarse invirtiendo los valores, hecho que de forma clara refuerza las diferencias existentes desde nuestros ancestros. En este contexto conviene apelar a la coeducación como la forma de capacitar al sujeto para que, no solo detecte conductas irregulares sino que sea capaz de favorecer la igualdad en el sentido estricto del término. La realidad y el conjunto de convenios Internacionales dependientes de organizaciones como la UNESCO o la importante tarea reivindicativa que diversos organismos realizan no serán suficientes si no existe una formación integral que capacite para el desarrollo de la vida en sociedad de forma civilizada, responsable y ética. La formación se erige, de forma especial hoy en día, en la sociedad multimedia y de contenidos audiovisuales en la cual los datos circulan de forma inmediata y sin filtro, como una herramienta que dota de argumentos y estrategias a la ciudadanía en general, independientemente de su sexo, edad o condición ideológica. En este sentido, más que apelar al viejo o al nuevo rol de la mujer en la sociedad actual debemos hacer referencia a la capacitación integral como forma de expresión crítica del hombre, entendido de modo genérico como la especie.

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Referencias Ajamil García, M. et al. (1990): Taller de Educación no sexista, Manual. Madrid. Cruz Roja Juventud, Bourdieu, P. (2000): La dominación masculina. Barcelona: Anagrama. Dussel, E. (2007). Para una erótica latinoamericana. Recuperado de http://goo.gl/2drcK2 (12-01-2016). UNESCO. Igualdad de género y educación. Recuperado de http://goo.gl/3lD0d (12-01-2016)

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CUERPO – ACCIÓN VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

25 Ph.D Susan M. Gálvez Sánchez


Dedicatoria A todas las vĂ­ctimas de violencia de gĂŠnero.

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Que esta publicación y la acción recogida en ella, sirva de homenaje y para mantener vivas en el recuerdo a todas las víctimas de violencia de género y de repulsa por todas las actitudes, tanto de los poderes públicos como de la sociedad civil y los ciudadanos del mundo, tolerantes y permisivas y, en ocasiones, hasta legales. Hemos de concienciarnos de la imperiosa necesidad del reconocimiento de la igualdad de derechos entre todos los individuos sin que importe sexo, edad, raza, religión o nacionalidad y del RESPETO que todos y cada uno de nosotros merecemos por el solo hecho de SER. IGUALDAD + RESPETO = LIBERTAD

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Violencia psicológica contra la mujer Ph.D Susan M. Gálvez Sánchez

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n la actualidad asistimos a una situación inquietante de violencia de género. Continuamente escuchamos en las noticias referencias sobre agresiones físicas contra la mujer, abusos sexuales, prostitución forzada, niñas obligadas a contraer matrimonio, tráfico sexual etc. Agresiones que son justificadas en distintas sociedades con razón social, cultural o religioso. ¿Cómo es posible que en nuestro tiempo, donde se ha avanzado en políticas sociales, y se han proclamado manifiestos sobre los derechos humanos, derechos de la mujer, de los niños, minorías étnicas, etc., se siga permitiendo el abuso de poder y situaciones de violencia de esa índole? La violencia de género es un tipo de violencia que se ejecuta contra la mujer por el simple hecho de serlo, e incluye malos tratos no sólo físicos sino también psicológicos y otras formas de ultraje relacionadas con el abuso de poder. La violencia de género se desarrolla de una forma tan natural que la sociedad ha llegado a considerar este tipo de agresiones no como violencia, sino como un hecho habitual y cotidiano siempre justificado, e incluso en algunos países este hecho no solo que ha sido justificado, sino permitido legalmente. En este ensayo hacemos referencia a un tipo de violencia específico, la violencia psicológica. Una forma de violencia difícil de detectar ya que se trata de un tipo de maltrato mental ejercido sobre la mujer, maltrato que conlleva humillaciones, insultos, vejaciones y otras formas de violencia de graves consecuencias psicológicas para la víctima. Por otra parte hacemos referencia también a las diversas acciones artísticas que los alumnos de la Carrera de Artes de la Universidad Técnica del Norte, realizaron el día 10 de noviembre en los entornos de la Universidad, con motivo de declararse el día 25 de noviembre como el Día Internacional de la “No violencia contra la mujer” por la Asamblea General de la ONU. Violencia psicológica La violencia de género según la definición de la ONU en el año 1995. “Es todo acto sexista que tiene como resultado

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posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertades, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada” (Mora, 2008: 13) La violencia de género psicológica, es un tipo de maltrato emocional que conlleva insultos, amenazas, vejaciones permanentes y que influye en la psique de la persona, y que afecta a la integridad emocional del individuo con consecuencias destructivas, como el deterioro de la autoestima, miedo, que permite el aumento de poder y control del maltratador. La violencia psicológica es una práctica muy común en ciertos ámbitos de la sociedad, como el laboral, el doméstico, que muchas veces pasa desapercibida por su cotidianeidad, y que según los especialistas generan traumas muchos más dolorosos y duraderos en la víctima que la agresión física, que la hace más vulnerable al maltrato y la manipulación del agresor. La Organización Mundial de la Salud afirmaba en 1998: “El aspecto más dañino del maltrato es la tortura mental y el vivir con miedo y terror” El maltrato psicológico es la más frecuente forma de agresión y sin embargo sobre la que menos acciones de justicia se han emprendido. Parece que la sociedad no percibe esta forma de maltrato como violencia y se la cataloga como conflicto de pareja, que hace que la propia víctima no reconozca la violencia psicológica como una agresión. “A menudo se niega o se quita importancia a la violencia perversa en la pareja, y se la reduce a una mera relación de dominio. Una de las simplificaciones psicoanalíticas consiste en hacer de la víctima el cómplice o incluso el responsable del intercambio perverso. Esto supone negar la dimensión de la influencia, o el dominio, que la paraliza y que le impide defenderse, y supone negar la violencia de los ataques y la gravedad de repercusión psicológica del acoso que se ejerce sobre ella. Las agresiones son sutiles, no dejan un rastro tangible y los testigos tienden a interpretar como simples aspectos de una relación conflictiva o apasionada entre dos personas de carácter, cuando en realidad constituye un acto violento de destrucción moral e incluso físico” (France, 1998: 19) El profesor Enrique Echeburúa (1997), cataloga las conductas correspondientes al maltrato emocional, de la siguiente forma:

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Críticas constantes Atentados a la autoestima Amenazas de agresión Chantaje con los hijos Imposición de conductas degradantes Atribución de la responsabilidad de conductas violentas Puede anteceder a la violencia física o mantenerse como violencia psicológica El comienzo de la violencia psicológica suele ser más tardío Las relaciones sexuales son menos frecuentes en la violencia psicológica La extensión a los hijos de la violencia psicológica es menor que la extensión en la violencia física (49% frente al 57%) El número de denuncias de violencia psicológica es menor (13%), frente al 55% de denuncias de violencia física. Las características de la violencia psicológica se agrupan en 7 epígrafes diferentes, según la Categorización de los indicadores de maltrato psicológico elaborada por Taverniers (2013). 1. Desvalorización

2. Hostilidad 3. Indiferencia 4. Intimidación 5. Imposición de conductas

1. Culpabilización: 2. Bondad Aparentes:

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a. Ridiculización b. Descalificaciones c. Trivializaciones d. Oposiciones e. Desprecio a. Reproches b. Insultos c. Amenazas a. Falta de empatía y apoyo b. Monopolización a. Juzgar, criticar, corregir b. Posturas y gestos amenazantes c. Conductas destructivas a. Bloqueo social b. Ordenes c. Desviaciones d. Insistencia abusiva e. Invasiones de la privacidad f. Sabotajes a. Acusaciones b. Negación/desmentida a. Manipulaciones de la realidad


Es preciso erradicar este mal desde un primer momento, para impedir que la víctima caiga bajo el control y dominio de su maltratador. Para ello es necesario contar con el apoyo y trabajo de todas las organizaciones sociales, internacionales, gubernamentales y no gubernamentales que promulguen leyes que erradiquen este mal e impidan que se siga dando este tipo de violencia y proteja a las mujeres y sus derechos, libertad, de igualdad. Por otra parte resultará imprescindible una implicación y concienciación social puesto que el problema no sólo radica en la legislación existente, sino también en las costumbres y culturas de muchos pueblos. La violencia de género contra las mujeres en el Ecuador La erradicación de la violencia de género en el país es una prioridad estatal desde el año 2007, con la creación del Plan para la Erradicación de la Violencia contra la Niñez, Adolescencia y Mujeres, para un abordaje integral que permita la generación de políticas y programas para la prevención, protección, sanción y restitución de los derechos de las víctimas de cualquier tipo de violencia. De igual manera, en la Constitución de la República, en el Art. 66 sobre los Derechos de Libertad, se establece el derecho a la integridad personal que incluye una vida libre de violencia en el ámbito público y privado, y la obligación de adoptar medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia (Camacho, 2014, s. p) Propuesta artística El día 25 de noviembre fue declarado el Día Internacional de la No violencia contra la mujer por la Asamblea General de la ONU. Con este motivo La Universidad Técnica del Norte y la Carrera de Artes como parte de su compromiso social, organizó una serie de jornadas artísticas, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y a la comunidad educativa, respecto a la violencia contra la mujer que se presenta en muchos ámbitos sociales como: el sexual, físico, psicológico, económico, laboral, etc. La propuesta de la Carrera de Artes fue el de realizar acciones creativas contra la violencia de género utilizando el Body Art y Performance, como forma de expresión artística para producir obras con una mirada crítica, contra el abuso, la crueldad de la violencia de género y defender la integridad de la mujer. El objetivo de estas acciones fue la

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de sensibilizar a la sociedad y a la comunidad educativa respecto a la necesidad de erradicar totalmente la violencia de género en todas sus acepciones. Los alumnos de Estética II de la Carrera de Artes, trabajaron sobre el tema de la Violencia Psicológica en dos partes: En la primera parte se hace la representación de siluetas dibujadas en el piso alrededor del campus universitario y en las inmediaciones públicas, personificando con esto a las víctimas y el vacío que advierten las personas maltratadas, carentes de voluntad para actuar y pensar por voluntad propia convirtiéndolas en presa fácil de la manipulación. Posteriormente se invita a participar a los ciudadanos y estudiantes a incidir sobre las siluetas dibujadas, invitándolos a pensar y cuestionarse sobre la forma de cómo podríamos ayudar a las personas maltratadas, acto seguido se les invita a escribir palabras, soluciones, frases de apoyo a las víctimas. Con esta primera parte de la acción se busca llamar la atención del ciudadano, como parte de un colectivo social y hacerlo partícipe de una solución, que se conviertan en actores dinámicos de este cambio social. Se busca concientizar a la sociedad de este grave problema y la urgente necesidad de encontrar una solución para impedir que se siga violentado la libertad y los derechos de la mujer. En la segunda parte se lleva a cabo un Performance que completa la acción. Para ello los alumnos de Estética II pintan a un compañero de sexo masculino de color rosa. El tema del sexo del personaje y la inclusión del color tienen un significado simbólico. El hombre como elemento representativo del sexo masculino y el color rosa atribuido convencionalmente al sexo femenino, se emplean para integrarlos en uno solo, hombre y mujer unidos en uno, acabando de esta manera con las diferencias de género y reivindicando la igualdad de sexos. Esto implica recibir los mismos beneficios, ser tratados de la misma manera, con respeto y que no exista ninguna violencia entre ambos sexos. El objetivo final es conceder a los individuos igualdad legal, cultural y social. El personaje principal aparece en escena atado, sujeto con cuerdas por sus extremidades inferiores y superiores, significando el dominio, la dependencia de la víctima hacia el agresor y la imposibilidad de liberarse de sus ataduras.

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La víctima recorre con sus ataduras las zonas donde se sitúan las siluetas, tanto dentro como fuera del Campus Universitario, recorriendo calles, comercios, dependencias universitarias, etc., con la intención de captar la atención del espectador y hacerle reflexionar sobre las barbaries e injusticias que se cometen, no solo contra la mujer, sino contra el género humano en general; niños, ancianos, mujeres son explotados, humillados, maltratados de forma física y psicológica. Las estadísticas dicen que uno de cada cuatro mujeres son víctimas de maltrato psicológico. En las imágenes se pueden apreciar las diferentes expresiones de las personas que reciben el mensaje.

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A continuación aparece otro personaje en escena, otro alumno de Estética II vestido de negro y pintado la cara y manos de color gris, representado al agresor. Este personaje es quien manipula y controla las cuerdas de la víctima, convirtiéndola en presa fácil de control y a quien maneja, como si de un títere se tratase, a su voluntad. Los dos personajes se enfrentan en una lucha desigual, el agresor que maneja a su víctima a través de las ataduras y la víctima privada de libertad, atada, incapaz de liberarse por sí misma de las ataduras de la dependencia, de los malos tratos, insultos, etc. Este personaje finalmente incapaz de liberase por sí mismo, termina pidiendo ayuda al público, a la colectividad, para que le ayuden a cortar las lianas que lo tienen aprisionado.

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Conclusiones Esta acción ha servido para observar el comportamiento y las actitudes de las personas que vieron su representación. Desde la óptica de los actores; se han visto gente concienciada, que ha participado y se ha sumado con sus comentarios de apoyo e indignación sobre la violencia de género. Donde se vio la necesidad de erradicar este problema con una serie de propuestas. Se ha visto la necesidad de concientizar a la sociedad para que adopte una actitud menos pasiva. A pesar de las diversas legislaciones existentes en muchos países del mundo para la defensa de las mujeres, hombres, niñas y ancianos, aún quedan “culturas” en las que no solo está bien visto el maltrato y la violencia, sino que están institucionalizados, y con legislaciones claramente discriminatorias hacia las mujeres, a las que, por el mero hecho de haber nacido con ese sexo, se las convierte en esclavas. También se ha conseguido hacer reaccionar a personas que pasaban de soslayo sobre el tema haciéndolas recapacitar y modificar significativamente su postura frente a la violencia. Para los alumnos ha significado un interesante aprendizaje que ellos mismos en sus manifestaciones así lo han reconocido.

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Bibliografía Mora. H. (2008) Manual de protección a las víctimas de violencia de género. Alicante: Editorial Club Universitario. France. M. (1998) El acoso moral: el maltrato psicológico en la vida cotidiana. Barcelona: Editorial Paidós Ibérica, S.A Echeburúa. E. (1997) Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en la mujer: Un estudio descriptivo. Revista Psicopatología y psicología clínica, 2, pp. 7-19. Taverniers. K. (2001) Abuso emocional en parejas heterosexuales. Revista Argentina de sexualidad humana, 15, pp. 28-34. Camacho. G. (2014), Consejo Nacional para la Igualdad de Género, Quito: Consultora.

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Msc. Wilber H. Solarte Asmaza 41


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Gran subasta de bienes humanos Msc. Wilber H. Solarte Asmaza

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acer de la obra de arte un medio en contra de la violencia siempre es un acto reduccionista, cuesta pensar que una pintura, una escultura o un performance pueda cambiar el mundo, es diferente a una campaña publicitaria de gran envergadura o una decisión política que condicione la acción humana. Con tal límite el hacer artístico ha buscado continuamente poder sobrepasar los bordes de su marco –o al menos eso creemos- para poder hacer de su obra una acción real con implicaciones más directas en la sociedad, y ello, consecuentemente, genera una decisión de postura entre lo que podemos definir como arte y lo que no. A la hora de realizar la propuesta performática con los estudiantes de 6 nivel de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas, FECYT, UTN, nos preguntábamos como procesar la violencia patrimonial de género (tema asignado al curso) y que posición tomar ante ella; la lógica es plausible y por ende nuestra posición ante cualquier tipo de violencia es rechazarla, incluso cuando entrevemos que en algún grado u otro la violencia también nos define. ¿Cómo denotar el rechazo a la violencia por parte de los otros? -y más específicamente de la violencia patrimonial-, el performance artístico tiene una tradición en ello, muchas acciones perfomáticas destacadas en la historia del arte han señalado el lugar de la violencia en su propia génesis1, como si fuera un lugar común o un elemento difícil de negar, tal vez será porque la materia que constituye al performance es la acción del cuerpo, y las posibilidades de esta materia son tan amplias e inverosímiles que no caben en una postura artística que defina que el arte solo puede ser una cosa.

1 Como por ejemplo “Ritmo 0, 1974” de Marina Abramovick ó las performances realizadas por el movimiento del Accionismo Vienés.

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Pensando en las obras que pueden tener una lectura respecto a lo patrimonial y el género, es crucial recordar la puesta en escena de Martha Rosler en su obra “Semiotics of the Kitchen” 1975, en donde la artista norteamericana alude a una presentadora de un programa de cocina y enumerando en el orden del alfabeto cada uno de los instrumentos para cocinar –cucharón, cuchillo, ollas, etc- acompañado de un gesto violento hace énfasis en la fuerza de estos en la definición del ser mujer2, terminando su acción con la palabra “Why?” (¿por qué?); y es que en la representación de la violencia cabe la pregunta del “por qué” de manera constante, puesto que más allá de los golpes directos se puede entender por violencia el hecho de determinar un rol en la sociedad para cada una de las personas que la comportan, y en cuya limitación del poder ser (ya sea mujer, hombre, niño, niña, anciano, anciana, etc.) existe una acción de violencia social, comprendida como si fuese una construcción, un molde y una reproducción que somete las conductas de las personas como si fuera una receta de cocina. A lo anterior y desde el análisis de la obra de Rosler, podemos sumar la reflexión hecha por Silvia Eiblmayr (1998) en la sinopsis de la obra para la colección del MACBA “Martha Rosler muestra claramente que no se trata únicamente de un papel al que sus «personajes» están sujetos, un papel social atribuido que podría y debería cambiarse. También muestra que las estructuras de poder, dominación y sumisión y sus ramificaciones ideológicas tienen que ser detectadas y analizadas no sólo desde las perspectivas política, social y económica, sino también dentro del propio sistema lingüístico y de signos que constituye el orden de lo simbólico.” Es de destacar de tal reflexión, la cuestión de lo simbólico puesto que es el orden en donde el arte actúa e incide su acción. Así, y para el desarrollo de la propuesta performativa de parte del 6 nivel, esta comprensión de la obra de arte y del performances es muy relevante, pues demuestra que el compromiso de una obra de arte al hacer un señalamiento social existe simbólicamente, permitiéndonos comprender que la acción a ejecutar como obra no dejaba de estar sujeta a un cierto plano de lo representativo, ficticio, pero no por ende, menos fuerte que la realidad. Es así que como grupo nos permitimos proponer la realización de una subasta de cuerpos, posicionados desde una concepción de que el arte trasciende los límites de lo netamente representativo (pintura-bodyart), sino que hace de ello una herramienta para la cuestión social, para el llamado a la reflexión y a la acción. La puesta en escena consistía en vender públicamente a los integrantes del nivel, empezando por un monto muy bajo y esperando que este incremente en la medida que la oferta se haga más reñida. Acciones como ésta ya se han realizado en Ecuador, como es el caso de la realizada en Quito, el 8 de Abril del 2007, por parte del grupo de teatro “M.I.A”, quienes subastaron con un sentido más literal cuerpos netamente femeninos enmarcados en estereotipos típicos de la cultura imperante –ama de casa 2 Cabe señalar que no pretendo relacionar la noción de género al concepto de mujer, puesto que se reconoce que la amplitud de estas dos acepciones es múltiple y dadora de varios debates muy relevantes para la sociedad actual, asunto que va más allá de los alcances de este pequeño texto.

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y modelo femenino-; la posición de nuestro grupo ante la obra de M.I.A fue reconocer que la literalidad de la misma y también la violencia era muy explícita, así que decidimos depurar nuestra propuesta desde lo sutil, no enmarcada en los estereotipos, sino comunicar desde la misma personalidad de los sujetos, es decir, quienes iban a ser subastados serian expuestos a la venta como lo que son, como viven sus vidas diariamente, con su propia imagen y apariencia, trascendiendo así de alguna manera el rol de género asignado socialmente y poder entrever los matices de esta designación.

Semiotics of the Kitchen. Martha Rosler. 1975.Grabación audiovisual.Vídeo monocanal, b/n, sonido, 6 min 21 s. Colección MACBA. Fundación MACBA. Obra adquirida gracias a Familia Rumeu.

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Imagen alusiva a la subasta femenina. Realizada por M.I.A. Publicada en Mayo 22 del 2007, por el grupo en su blog virtual.

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La acción del perfomance se realizó a la hora estratégica del medio día, dentro de las instalaciones de la Universidad Técnica del Norte, en pleno apogeo de estudiantes y docentes de la institución, se organizó el espacio como una sala de muestras con los mismos muebles de la Universidad y se dispuso un cartel que titulaba la obra “Gran subasta de bienes humanos.” dando paso a la invitación pública a las personas cercanas para que participen en la subasta. Tras, más o menos, un hora de acción y de venta de todos los miembros del grupo del 6 nivel (8 personas), se dio por terminado el performance haciendo un llamado a la reflexión de los mensajes implícitos en la obra y en el comportamiento del público presente.

Imagen de registro de la “Gran subasta de bienes humanos”. 10 de diciembre 2015. Fotografía: Washington Maldonado.

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De lo sucedido en la acción perfomática queremos destacar los siguientes puntos de reflexión:

La ficción performática como instrumento de reflexión sobre la violencia: La noción de lo representativo como anteriormente lo nombramos tiene un carácter ficcional, las artes plásticas en general se ubican en ello, incluso en las artes nombradas como sociales, quienes en primacía trabajan en los campos

Imagen de registro de la “Gran subasta de bienes humanos”. 10 de diciembre 2015. Fotografía: Washington Maldonado.

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de lo simbólico y estético como ejes claves en los procesos comunitarios, identitarios, de resolución de conflictos, etc, desde esta mirada, la performancia artística apela a una noción de público ampliada, como un contexto vivo de características culturales y estéticas propias que condicionan la recepción de la experiencia artística y participan en la realización de la misma, es decir, su ejecución es plenamente pública y consciente de las reacciones que busca generar, planteando una búsqueda hacia una trasformación real en sus espectadores. En esa misma línea, la subasta humana hecha por parte del 6 nivel, realizó una venta ficticia de sus integrantes, puesto que había un certificado de propiedad que se otorgaba al comprador que había ofrecido mayor suma de dinero a cambio de la persona ofertada, haciendo así de la compra una acción real, un pago de capital real por un documento simbólico sobre una acción ficticia. Con ello y junto a la apariencia de la subasta con todo su aparataje formal y protocolario, construía una participación activa del público, quienes se convertían en el motor mismo de la venta y de quienes se revelaban las acciones de violencia implícita y del valor que otorgamos a unas personas más que otras.

El valor económico del ser humano: Poner precio a un ser humano es convertirlo en un bien mueble proclive a ser adquirido, en un bien no público, sino necesariamente dispuesto al carácter privado, es decir, las características de lo humano –físicas, intelectuales, sexuales, etc.,- son comprables al nivel individual, la fuerza de trabajo es el mejor ejemplo de la disposición del valor mercantil que posee lo humano. Y esto, ya de por sí, y con ojos desde los derechos humanos y la igualdad de género, es un acto netamente violento; reconocer que el otro, que uno mismo, tiene un valor económico en la sociedad concentra nuestra atención de que lo humano no necesariamente es un derecho que nos cubre a todos por igual, sino que es un valor tasable, medible y canjeable.

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TĂ­tulo de propiedad entregado al comprador tras la adquisiciĂłn de uno de los integrantes del grupo.

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La violencia patrimonial y económica aquí si desvela de otra manera, diferente a lo que su concepto oficial reza: “Su accionar es menoscabar los recursos económicos o patrimoniales de la mujer; la posición, tenencia o propiedad de sus bienes; la pérdida, sustracción, destrucción, retención indebida de objetos de trabajo, así como, la pérdida de sus documentos personales y dinero destinados a satisfacer sus necesidades que le permitan mantener una vida digna” Ley 103, Art 4: Formas de la violencia.1 La violencia de este tipo presente en la obra perfomática de la subasta, no tiene un carácter de una representación literal del concepto anterior, sino que recae sobre el valor otorgado al cuerpo humano, a su noción de género y a su designación estereotipada del rol que cumple o puede cumplir en el contexto social en el que se la realizó ( Campus de la Universidad Técnica del Norte, Ibarra-Ecuador), es por ello, que la compra de algunos integrantes del grupo era más reñida y en otros casos no existía demanda alguna, o que el valor de mujeres y hombres residía mayormente en su parecido a los estereotipos de belleza dados en los medios de comunicación, o que la descripción del bien se hacía de manera cuantitativa y cualitativa: peso, edad, altura, registro identitario, modelo, habilidades y experiencia, características propias de un sistema de registro y catalogación humana (DNI-Currículum). La obra perfomática de la subasta humana nos permite entonces entrever estos códigos de una forma más abierta, pública, y de algún modo también chocante, dudativa e inverosímil, como para quienes se acercaron en medio de la acción a decir “Que esa no era la manera correcta de hablar de la violencia, exponiéndola tan vergonzosamente”2

La necesidad de una explicación: El carácter de lo ficticio, de lo que parece ser real y no lo es, nos deja siempre la duda ante que verdad nos encontramos, en la performance realizada pareciese que este carácter de lo artístico nos deja en entredicho, nos permite ver que tan permeable es esa noción de realidad, cuantos mensajes y vidas se ocultan, venden, privadamente, públicamente, en la cotidianidad. Allan Luna, docente de escritura creativa en el programa Relata del Ministerio de Cultura de Colombia, decía en una de sus clases que el arte se distingue de la cotidianidad como algo que sabemos no corresponde a la misma, como una espiral hecha de piedras en medio de un camino de cemento; una imagen, 1 2

Según lo estipulado en la Constitución del Ecuador en la Ley contra la violencia a la mujer y la familia o Ley 103, Palabras de una de las espectadoras del performances.

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un objeto, un acto, que en su carácter de “inverosímil” nos invita a detenernos, contemplarlo y analizarlo. Y es ese carácter de “inverosímil” el que permitió generar una subasta de venta ficticia de cuerpos humanos -actividad sancionada por la ley-, es decir, una obra que al no corresponder con la cotidianidad primera, nos plantea preguntas, un llamado al análisis acerca de la posibilidad actual de adquirir seres humanos por un pequeño monto de dinero, por pensar si alguna vez lo hemos deseado, si alguna vez hemos querido adueñarnos del otro, ya sea de manera simbólica o real. Pero por este mismo carácter de inverosimilitud la obra requirió explicaciones, puesto que existía un grado de incomprensión entre lo sucedido y lo que no debía suceder, habiendo que declarar al final de la obra que se trataba de una puesta en escena. De ello, caben varias preguntas ¿existen maneras adecuadas para tratar la violencia y ponerla en discusión? ¿Podemos tolerar la violencia explícita en los medios de comunicación, pero no en algo que se denomina arte? ¿Qué tipo de correspondencia se genera en el público con la acción de la subasta, como para pensar que lo presentado puede asumirse como una verdad? Nuestro afán no es responder a todas las preguntas, solo poner en entredicho el tipo de aproximación y formación que posee el público universitario como para distinguir entre una acción violenta real y una representación de la misma.

Conclusión: Para finalizar la reflexión de este ensayo, nos permitimos hacer un llamado a la designación de lo crítico y reflexivo en el mismo perfomance, como en las palabras de Lorena Wolffer quien designa que es el cuerpo en donde “se depositan o recaban los valores dominantes de una sociedad…sistemas de poder, los conflictos sociales, de raza, de preferencias sexuales, de género…”3 y en dónde la acción corporal-performances, actúa sobre y desde el mismo cuerpo como de táctica reveladora y trasformadora de esos mismos valores, como la violencia patrimonial, y todas la demás. Así el perfomance “Gran subasta de bienes de humanos” apela a la construcción corporal del público, puesto que al final quien se expone a la compra de si mismo, solo es el gancho para pensar quienes son capaces de comprar, sobre que medidas compra y como el ser humano se convierte en un bien más, proclive a violencia por el mismo valor económico que se la ha dado.

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Entrevista a la artista Lorena Wolffer en Queer radio. México. D.F. Mayo 10, 2010.

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Bibliografia: Eiblmayr, S. (1998). Los personajes de Martha Rosler. Sinopsis, Colección particular MACBA. Recuperado en: http:// www.macba.cat/es/semiotics-of-the-kitchen-2821. Entrevista a la artísta Lorena Wolffer en Queer radio. México. D.F. Mayo 10, 2010. Recuperado en: http://cqueer. podomatic.com/entry/2010-05-10T19_50_56-07_00 Ley 103. Ley contra la violencia de la mujer y la familia. Constitución de la República de Ecuador. 29 de noviembre de 1995. MIA. Diciembre 19 del 2007. Subasta de Mujeres. Recuperado en: http://mujeresideasacciones.blogspot.com/

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Msc. Santiago P. Lรณpez Chamorro 55


La violencia física contra la mujer Msc. Santiago P. López Chamorro

“La violencia es un animal incontrolable, que suele terminar atacando a su propio amo.” (Renny Yagosesky)

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pesar de la creciente conciencia internacional sobre el problema y de la voluntad declarada por los gobiernos de turno para luchar contra la violencia de género, las mujeres y las niñas siguen sufriendo de manera desproporcionada la violencia, tanto en tiempo de paz como en el contexto de los conflictos entre diferentes frentes del Estado y de la Sociedad, y también a manos de miembros de la familia, la pareja, miembros de la comunidad. La violencia contra la mujer es a menudo de naturaleza sexual. En lugar de asumir la responsabilidad, el Estado con frecuencia ignora o niegan la violencia contra la mujer, o justifican el abuso con una referencia a la "cultura". En el Ecuador la violencia contra la mujer ha ido alcanzando estándares enormes en estadística en especial en lo laboral, en el hogar, en la comunidad etc. Varias mujeres han sufrido diferentes tipos de maltrato que es hora que a través de diferentes manifestaciones se diga un no rotundo no a la violencia contra la mujer. Los autores de la violencia contra las mujeres a menudo escapan al castigo y sus víctimas rara vez reciben reparación con esta manifestaciones artísticas se pretende contribuir a la prevención, reducción y, en última instancia, la eliminación de la violencia contra la mujer. Desarrollo. Las emociones pueden ser consideradas como la reacción inmediata del ser vivo a una situación que le es favorable

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o desfavorable; es inmediata en el sentido de que está condensada y, por así decirlo, resumida en la tonalidad sentimental, placentera o dolorosa, la cual basta para poner en alarma al ser vivo y disponerlo para afrontar la situación con los medios a su alcance (Yankovic, 2011) En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos los humanos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación1. Los sentimientos, en cambio, son la expresión mental de las emociones; es decir, se habla de sentimientos cuando la emoción es codificada en el cerebro y la persona es capaz de identificar la emoción específica que experimenta: alegría, pena, rabia, soledad, tristeza, vergüenza, etc. (Yankovic, 2011) Entonces, pueden definirse básicamente como la expresión mental de las emociones, lo que incluye la idea de darse cuenta de las emociones que se experimentan. Al definir la conducta verbal como aquel comportamiento que esta reforzado por mediación de otras personas, no especificamos ni podemos hacerlo, ninguna forma, modo o medio, cualquier movimiento capaz de afectar a otro organismo puede ser verbal. Podemos señalar la conducta verbal en particular, no sólo por ser más común, sino porque posee poco afecto sobre el ambiente físico (Skiner, 1981, pág. 24) "Debe entenderse por violencia contra la mujer a cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado"2 , y desde distintos instrumentos internacionales, se la considera una violación a los derechos humanos. Desde esta perspectiva, la violencia que se ejerce contra la mujer, más allá de las formas que adquiera, es consustancial a la desigualdad y a la discriminación de género. Dicha violencia responde a las relaciones de dominio ejercidas por el género masculino sobre las mujeres con el objeto de mantener o incrementar su subordinación. Por lo antes dicho, en los análisis que se realicen (y los artículos de prensa) sobre violencia hacia la mujer, la mirada debe estar dirigida a los procesos y a las relaciones de dominio que provocan las situaciones de violencia y que generalmente se invisibilizan, y no congelar las imágenes de un estado de victimización3. 1 Goleman, D. (1996). La inteligencia emocional. Barcelona. Kairos. 2 (Art. 1ro- Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer- Belém do Pará, 1994). 3 Advertencias de Jorge Corsi, especialista en Violencia Familiar en Argentina.

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Luego de analizar estos conceptos es importante evidenciar la magnitud que se enfrenta esta temática en la actualidad debido a diferentes factores, sociales, culturales, económicos, de etnias, de pueblos, de sociedades en general, la violencia ha marcado un hito histórico en daños morales, psicológicos al género de la mujer en general a causa de la adicción a asuntos relacionados con las drogas, el alto nivel de consumo de alcohol, debido también a la educación que reciben los adolescentes en su época escolar situaciones que han comprometido la sana convivencia entre hombres y mujeres; dentro de las estadísticas se puede evidenciar los siguientes resultados de la Encuesta del Consejo Nacional para la Igualdad de Género en Ecuador: Son cuatro los tipos de violencia de género que sufren las mujeres y sobre los cuales se recabó información a través de la encuesta analizada. Los resultados muestran que la forma de violencia más frecuente es la psicológica o emocional, pues 53,9% de las mujeres de más de 15 años la han sufrido; que en orden de magnitud le siguen la violencia física con el 38%; la sexual pues 1 de cada 4 ecuatorianas han sido víctimas de alguna forma de este tipo de agresión (25,7%); y, finalmente se ubica la violencia patrimonial con el 16,7%. (Genero, 2014). La magnitud de la violencia de género contra las mujeres también difiere entre los distintos grupos étnico-culturales, y presenta variaciones conforme al tipo de agresión. Se encuentra que la violencia física es notoriamente mayor entre las mujeres indígenas (52,2%) y afrodescendientes (47,3%); mientras las mujeres blancas presentan una tasa menor en 20 puntos con respecto a las primeras (32,9%). Cuando se trata de violencia psicológica, la distancia entre los dos extremos es de 15 puntos, en el más alto están las afrodescendientes (67,1%), seguidas por las indígenas (62,9%), en cambio en el extremo más bajo se ubican las blancas con el 52,7%. En el caso de la violencia sexual también es más elevada la incidencia entre las mujeres afrodescendientes (31,2%), esta vez seguidas tanto por las indígenas como por las mestizas con tasas menores en 7 puntos; mientras la menor incidencia corresponde a las montubias (20%). Finalmente, se observa que en la violencia patrimonial que son similares en todos los grupos, excepto en el caso de las mujeres afro ecuatorianas que nuevamente presentan la más alta incidencia. Las razones de estas diferencias se explicarían, en cierta medida, porque las mujeres que se identifican como blancas por lo general son de los estratos socioeconómicos más altos, situación que les permite un mayor acceso a la educación, a recursos simbólicos y materiales, es decir, tienen mejores oportunidades para desarrollar sus capacidades y su valoración personal, para empoderarse y afianzarse como ciudadanas con derechos. De otro lado, podríamos inferir que los colectivos o pueblos donde es más extendido el uso de la violencia de género (indígenas y afro ecuatorianas) son aquellos donde las mujeres sufren una fuerte discriminación social y económica; pero también son subordinadas al interior de sus colectivos. Desde ese punto de vista, son mujeres que sufren

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una doble o triple discriminación: por ser pobres, por su condición de género y por su pertenencia étnico-cultural. A ello se sumarían otros factores ideológicos culturales, por ejemplo, en la mayor agresión sexual hacia las

afrodescendientes jugarían un papel los mitos y creencias generalizadas de que son mujeres “calientes” o con una hipersexualidad (Hernández, 2005). (Genero, 2014, pág. 38) Hasta 53% de mujeres, según el país, han denunciado violencia física o sexual de sus parejas en América Latina, según un informe de las Naciones Unidas presentado este viernes en Panamá, que califica la violencia de género en la región como “un problema de gravísima relevancia”. Un alto porcentaje de mujeres casadas o en unión libre, entre el 17% y el 53% según el país, “han reportado haber sufrido violencia sexual o física de parte de un compañero íntimo”, asegura el informe de ONU Mujeres y del Programa de las Naciones Unidas pare el Desarrollo (PNUD). Bolivia (53%), Colombia (39%), Perú (39%) y Ecuador (31%) serían los países con mayor porcentaje de mujeres que han denunciado maltratos, mientras que Paraguay (18%), Jamaica (17%), República Dominicana (16%) y Haití (13%) serían los de menor porcentaje. De las mujeres que han sufrido violencia, del 75 al 80% la han sufrido de parte de un conocido y del 20 al 40% el agresor es un familiar, indica el informe. Además, dos de cada tres mujeres asesinadas en Centroamérica -la región más violenta del mundo- “lo han sido por el simple hecho de ser mujeres”, asegura el documento. (http://www.eluniverso.com/noticias/2013/11/22/nota/1789171/ecuador-paises-mayor-violencia-contra-mujersenalan-datos-onu, 2013) La violencia física, es toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o sufrimiento físico a la mujer, tales como: lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su integridad física El arte permite demostrar y reflejar la pureza y la grandeza de toda mujer, tal y cual se refleja en ella la belleza de la naturaleza. La más sublime belleza en la que se mezcla en lo natural y la liberación, lo sublime de la pureza de la vida que nace en ella; los sueños se reflejan en ellas, siempre se descuida, siempre se olvida que en ella se nace, en su seno se crece y en su lecho se ama.

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El Body Art es una de las diferentes manifestaciones que encontramos en el arte en el cual se presenta ponencias como la violencia, la auto agresión, la sexualidad, el exhibicionismo o la resistencia corporal a fenómenos físicos, Así el cuerpo puede estar transformado por un disfraz, ser utilizado como instrumento o unidad de medida, agredido o puesto a prueba hasta los límites del sufrimiento, temas sociales como considerar a la mujer como algo sexual o algo que vino al mundo para servir al hombre; esta temática, en los actuales momentos, no se ha podido desvincular estos conceptos de la vida diaria. El machismo se ha forjado en los hogares de cada hombre maltratado como en cada mujer maltratada. “Por cada mujer callada van naciendo dos hombres maltratadores y cuatro mujeres maltratadas” La naturaleza se refleja en ella, la vida nace de ella y en ella brota tal y cual el mar de amor, pasión y vida. Si existe la belleza absoluta se la vive, se la ve y se la refleja en aquella sublime pieza de arte llamada mujer creación idealizada de dios para ser adorada por el hombre, donde queda perfecta la secuencia de los años para ver su máximo esplendor demostrando la belleza en su cuerpo, la vida en ella, la naturaleza de su pureza y de su amor de hija, mujer madre. Más con puños y gritos se insulta su belleza, se proclama la fortuita amargura de aquel hombre que maltrata su nobleza y arrastra por los suelos aquella dama que guarda en su pecho, la más grande tristeza, no causada por aquel que la ofende, sino por ella misma que se denigra por su pena. Más las cadenas de su amargura, es el silencio que guarda en sí misma, que rompe aquel silencio, aquellas cadenas que impiden su progreso “mujer grita, mujer llora, mujer sigue, tú lo puedes”, mas no debes de gritar por tristeza, dolor o pena. Vive la vida al máximo hasta que sepas que en las lágrimas no hay tan solo sufrimiento. La naturaleza que nace en ella se ve reflejada en sí, la vida que emerge nace siempre de ti, la constante lucha se dará paso entre el sufrimiento para así recibir a un nuevo renacer. Esta propuesta nace con el fin de emitir una protesta en contra de este fenómeno que perjudica el honor del ser más importante de la humanidad, el cual nos dio la vida, y del cual estamos violentando su integridad esta propuesta nace a través del body art, siendo esta obra elaborada en base de un ser tan sublime como la mujer el cual representa en esencia toda esa pureza convertida en lienzo del cual ha favorecido su esplendor por medio de

colores que irradian belleza, dulzura, pureza característica primordial de la mujer de esta obra que representa en su semiótica artística, el color amarillo siendo la luz que cada ser posee y en especial la mujer, la naturaleza es una representación más grande que se le puede dar por su pureza, sus paisajes lugares que todavía no se han violentado por el hombre, la cascada significa que sobre su espalda tiene una gran responsabilidad con la humanidad, la fuerza que una cascada representa, así como también el atardecer que demuestra que la mujer es un ser muy importante en esta sociedad, la humanidad debe dejar

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a un lado la falta de respeto que todos los seres humanos nos damos peleamos unos a otros por adquirir posición, debemos llegar a acuerdos de espacios para cada uno tratando que se termine las violencias de todo género la guerra por el poder económico y social, brindar y practicar leyes que sean justas para todos sin discriminación de hombres y mujeres para una sana convivencia entre seres humanos los colores vivos son sinónimo de resplandor dentro de todo momento de la vida el hombre representa el respaldo que debe tener la mujer, siendo la mujer el pilar más ideal como compañía de fortaleza, responsabilidad que cada uno posee

Conclusiones A través de esta acción se puede evidenciar una forma diferente de manifestar algo que aqueja a la humanidad, la violencia en si llega a ser un estereotipo que los humanos tienen para lograr espacios en los cuales se pierden los valores inculcados. Esta manifestación representada a través del Body Artr no es solo un día de reflexión y más promesas retóricas sino un liderazgo decisivo y un compromiso sostenible en el tiempo para poner fin a las prácticas abusivas y la discriminación que impiden avanzar a las mujeres.

“La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias." (Antonio Fraguas Forges)

Bibliografía: Genero, C. N. (2014). Encuesta Nacional. Encuesta Nacional, 33. http://www.eluniverso.com/noticias/2013/11/22/nota/1789171/ecuador-paises-mayor-violencia-contra-mujersenalan-datos-onu. (22 de 11 de 2013). Ecuador entre los países de mayor violencia contra la mujer, según datos de la ONU. Guayaquil, Guayas, Ecuador. Skiner, B. (1981). Conducta Verbal. Bogota - Colombia: Trillas México. Yankovic, P. B. (8 de 2011). Emociones, sentimientos, afecto. El desarrollo emoc. Santiago, Chile.

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Ph.D. Jesús A. Coronado Martín


Violencia social Ph.D. Jesús Ángel Coronado Martín

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encionar la palabra violencia es apoderarse, sin permiso, de algún ser vivo. Los estudiantes del 5to nivel de Artes Plásticas expresaron a través del Body Art, su rechazo a esta situación, que se vive a diario en muchos lugares del mundo.

La mujer es una obra artistica, que con la combinación de colores y de otros elementos, ha sido representada en su estado más puro y natural. Admirar a la mujer con su belleza natural, respetando los valores que posee como son la fortaleza y la valentía, pero no verla como un género vulnerable y débil, vulnerable a la violencia. La obra presenta la divinidad del cuerpo femenino como algo que no debe ocultarse. Además es imprescindible que el mensaje llegue a los demás, para que la obra, la belleza, la mujer sea admirada y respetada. En estos espacios se generan la libertad de la creatividad joven con relación al contexto político y étnico, poniendo enfasís en la mujer, no como objeto sexual sino como divinidad que debe ser admirada. Se puedo observar entre la diversidad de espectadores, la falta de apreciación artística, ignorando la representación realizada y no atendiendo al mensaje que se quiso transmitir a través del cuerpo femenino. Integrantes del quinto curso de la Carrera de Artes Plásticas: Henry Narvaez, Condorcanqui Carlosama, Diana Salazar, Karen Fuertes, Barbara Chicaiza, Priscila Davila, Estefany Valencia, Soledad Ceron, Jhoselyn Aguirre. La violencia social es multicasual, sus raíces se encuentran en la desorganización social existente, en la falta de respeto a las normas establecidas, la violencia contra la mujer será una violación a los derechos humanos. A través del lenguaje cotidiano, los medios de comunicación (novelas, cine, publicidad) se promociona modelos agresivos y violentos de masculinidad, la mujer es un objeto sexual.

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Acción de los alumnos de 5 Nivel. Universidad Técnica del Norte. Fuente:

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Hanna Arendt (2005) realizó un estudio sobre las bases teóricas de la violencia, concluyendo que ésta es la expresión más contundente del poder y surge de la tradición judeocristiana y de su imperativo conceptual de Ley. La violencia se enraíza en lo más profundo y original de nuestra sociedad occidental, esto es, en los principios más antiguos que fundaron nuestro pensamiento. Sin duda, la violencia es uno de los aspectos de nuestra vida que más nos preocupa, si no existiera, probablemente, ni siquiera hablaríamos de paz. La violencia se ha vuelto tan cotidiana, que se debe hacer un gran esfuerzo para “comprenderla” en todas sus dimensiones y, a partir de ahí, intentar reducirla al máximo. Sin saberlo la violencia nos rodea y nos lleva al fondo de su ser para que la percibamos como algo “normal”.

La violencia no es “innata”, sino que se “aprende” a lo largo de nuestra vida. Así se ha encargado de señalarlo una

y otra vez la UNESCO, en particular, con el Manifiesto de Sevilla en mayo de 1986. Dicho manifiesto ha permitido avanzar en la concepción de la violencia al considerarla un ejercicio de poder, refutando el determinismo biológico que trata de justificar la guerra y de legitimar cualquier tipo de discriminación basada en el sexo, la raza o la clase social. La violencia es, por consiguiente, evitable y debe ser combatida en sus causas sociales (económicas, políticas y culturales) (Jiménez-Bautista, 2012). La agresión es un comportamiento social aprendido. La violencia engendra violencia. Los niños expuestos a la violencia adquieren y ejercen el hábito de la violencia en su comportamiento ulterior. En este sentido, la influencia de los medios de comunicación de masas sobre el comportamiento agresivo de los niños (y de todas las personas en general) es considerable (Bandura, 1973 y 1976; Blanchard y Cheska, 1986: 179). La violencia social se genera desde las ideas, las normas, los valores, la cultura, la tradición, todo aquello que, en definitiva, desde la cultura, legitime y/o promueva la violencia de cualquier origen o signo. Aunque no nos damos cuenta, estamos en una sociedad que difunde la violencia de forma gratuita, a través de discursos sociales y políticos; la información deforme de los mass media; algunas costumbres, ritos y actos que pueden contribuir a difundir directamente la “utilidad” de la violencia; las propuestas que incluyen discriminaciones por razones de creencias, religión, sexo, color de la piel u otras diferencias físicas; las ideas que justifican que el acceso al bienestar no sea igualitario o democrático; las razones que justifican la guerra, la explotación, la marginación, la pobreza,.

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“Se puedo observar entre la diversidad de espectadores, la falta de apreciación 69artística, ignorando la representación realizada...”


Como señala Nietzsche: “Todo lo que pervive durante mucho tiempo se ha ido cargando de razón, hasta el extremo de que nos resulta inverosímil que en su origen fuera una sinrazón” (Nietzsche, 1984: 35). Es importante no ver la violencia como algo natural, algo tradicional o algo que, simplemente, pasa a tu alrededor. Tenemos que dejar de tener una actitud pasiva y hacer lo que esté en nuestra mano, para actuar, actuar ante cualquier acto de violencia, ya sea física o moral, no quedarnos parados ante lo que nos dicen por los medios de comunicación que nos bombardean con noticias, imágenes, etc. La violencia social se combate desde la cultura, y es un pilar básico en nuestra sociedad, por lo que la lucha contra ella es lenta, difícil y laboriosa, pero tremendamente posible y, por supuesto, uno de los principales valores a fomentar, ya que es el principal obstáculo para la cooperación entre las culturas, y el gran valor que ha tenido la humanidad frente a otras especies y el enriquecimiento mutuo, la gran fuente de desarrollo global y sostenible (Jiménez-Bautista, 2012). En nuestro lenguaje se halla plantada la semilla de la violencia, en casos como el racismo, la xenofobia, etc.: como cuando decimos de alguien que es tan “avaro como un judío”, que “está haciendo el indio” (o sea, el ridículo), que “actúa con su chica como un moro” (de forma machista), o que “parece un gitano” (por su desaliño). Por tanto, ciertamente “la cultura es el elemento estructurante a la hora de enfrentarse a las distintas formas de violencia”, tanto presentes como futuras. Esto nos debe animar a romper la idea, difundida a través de las películas comerciales de Hollywood, de que la violencia es rentable: que las palabras y el diálogo son inútiles y que la única forma de resolver los conflictos es recurrir a los métodos violentos, pues lo natural es que el hombre justiciero pueda él solo acabar con todos sus enemigos, convertirse en un héroe y quedarse al final con la chica más guapa. Y lo peor es que les/nos estamos acostumbrando a la utilización de respuestas violentas, tanto en el lenguaje como en la acción, que cada vez nos parecen más naturales. Así se explica también la legitimación del intervencionismo armado de EUA (incluso por encima y sin tener en cuenta el visto bueno de la ONU), como guardián del “orden democrático mundial”. Para combatir con ello se inventan “enemigos” que él mismo fabrica desde sus propias instancias de violencia cultural: antes eran los comunistas, ahora le ha tocado al mundo islámico (da igual que sea Afganistán, Irak, Irán, o cualquier otro país musulmán). El lenguaje es imprescindible para neutralizar la violencia cultural. Primero, utilizándolo apropiadamente, dando el significado exacto a cada término que utilizamos; segundo, ir eliminando poco a poco los términos con elevada significación violenta y, tercero, añadir otros valores positivos implícitos en el lenguaje, y en lo referente al trato entre personas, clase social, género, etnia, etcétera, cada una con sus distintas

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lenguas donde debamos utilizar un lenguaje neutral (Jiménez-Bautista, 2012).Estamos en una sociedad en la que desde el mundo universitario hay que formar a nuestros estudiantes para que sean capaces de revisar ideas y de ejercer un pensamiento crítico. Un objetivo de la Universidad Técnica del Norte es lograr, a través de la educación, que sus alumnos modifiquen comportamientos cotidianos tradicionales y los transformen en otros de naturaleza más disciplinar y académica. La educación es el instrumento más importante y necesario, y tiene que tener un componente activo que se adquiere, para desmontar la violencia social, que suele estar presente en nuestra sociedad. La educación nos da el conocimiento que nos puede ayudar a vencer la violencia social que está instalada en nosotros y en la sociedad. .

Bibliografía Arendt, H. (2005). Sobre la violencia, Madrid: Alianza Editorial. Jiménez-Bautista, F. (2012). Conocer para comprender la violencia: origen, causas y realidad. Convergencia. Revista de Ciencias Sociales, vol. 19, núm. 58, pp. 13-52. Bandura, A. (1973). Aggression. A social learning analysis, New Jersey: Prentice Hall. Bandura, A. (1976). Teoría del aprendizaje social, Madrid: Espasa Calpe. Blanchard, K.; Cheska, A. (1986). Antropología del deporte, Barcelona: Bellaterra. Nietzsche, F. (1984). Aurora. Reflexiones sobre la moral como prejuicio, Madrid: Busma

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Msc. Marco Lรณpez 75


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Equidad y body art Msc. Marco López

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n un principio confusión sobre cómo hacer un “body art” todos opinan con emoción sobre la posibilidad de enfocar mediante una pintura un tema muy importante como es la equidad de género y las implicaciones que alrededor se suscitan, cada uno tiene su propia versión conceptual para de allí trasladarlo al cuerpo de algún compañero y plasmar la idea coherente con sus pensamientos, ideas van y vienen acompañados de dosis de humor en el espíritu joven de aquellos estudiantes de Diseño Gráfico de la Universidad Técnica del Norte con el ánimo de hacer algo transcendental . El docente escucha con atención la discusión que se va generando en torno a este tema y los estudiantes van encauzando sus ideas con mayor claridad, asumen que existe una desigualdad en muchas instancias de la vida cotidiana y van señalando con ejemplos las inequidades que observan, sus apreciaciones indican que aún falta mucho por hacer pero en todo caso es plausible la idea de transmitir mediante el arte las inquietudes que se han formulado en razón del tema en discusión, es momento de empezar a ver cómo serían las ideas en el cuerpo pintado de una persona. Consideran que debe ser un hombre y una mujer de entre sus compañeros y no tardan mucho en seleccionar las personas que serán el lienzo de sus inquietudes, van esbozándose los gráficos más adecuados que sinteticen el pensamiento del grupo, cada cual va aportando no sólo con el arte de sus manos sino con la propuesta que conlleva alcanzar una equidad de género y lo que ello concita, los cuerpos de uno y otro presentan áreas bipolares en cuanto al tratamiento cromático, zonas claramente definidas con luz y en otro lado con ausencia de ésta, es la parte donde aún vive el hombre y o la mujer por alcanzar mejores ideales de igualdad. En una maratónica mañana llena de alegría cada uno de los jóvenes estudiantes entregan con mucha pasión su creatividad y habilidad en el manejo de los pinceles y colores ya preparados y puestos en la piel de sus

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compañeros modelos, cada uno de los muchachos pone lo mejor de sí con la ilusión de que sus mensajes sean plenamente cuestionados y asimilados por los observadores del entorno y demás compañeros de la Facultad y Universidad. La inquietud de que miradas furtivas vayan más allá del hecho artístico a momentos les asalta a los chicos del Body Art lo que es dialogado para enfocar en el hecho principal del momento. Ya están listos para su exhibición.

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Msc. José Luciano Revelo Ruíz 81


Violencia intrafamiliar: definición, tipologías y ciclo Msc. José Luciano Revelo Ruíz

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a Asamblea General de las Naciones Unidas, el 17 de diciembre de 1999, mediante resolución 54/134, declara el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta declaratoria resolutiva se genera en conmemoración al brutal asesinato en 1960 de las hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-

1961).

En nuestro País, la Constitución ampara y protege a través de derechos, se evidencia en la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia o Ley 103, se la define como “toda acción u omisión que consista en maltrato físico, psicológico o sexual, ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar”. A través del ejercicio de este tipo de violencia se persigue el dominio, el control, la anulación y el aislamiento del “otro/a”, para someterlo/a a un patrón de subordinación, es decir la violencia doméstica o intrafamiliar es el control o manejo del poder en las relaciones familiares. Citaré para esta propuesta conceptual artística del Body-Art, seis tipos de violencia, los que para nuestra presentación son los más relevantes: 1.- Violencia física. Son los actos de fuerza que causen daño, dolor y sufrimiento físico, produciendo maltrato o agresión que afecte la integridad de la mujer. 2.-Violencia psicológica. Es toda acción o conducta que cause daño, perturbación emocional alteración psicológica o disminución de la autoestima de la persona agredida; el maltrato psicológico se refiere a todo tipo de agresión a la vida afectiva lo cual genera múltiples conflictos, frustraciones y traumas de orden emocional, en forma temporal o permanente, agresión verbal (humillaciones, ridiculizaciones, amenazas, denigraciones), a través del lenguaje corporal

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• Manifestaciones exageradas y permanentes miradas de insatisfacción, de rechazo o burlescas • Ausencia de expresiones afectivas, la exclusión y el aislamiento, y por medio del chantaje afectivo. 3.-Violencia sexual. Son todas las acciones que obliguen a la mujer a tener relaciones con el agresor o con terceras personas, mediante el uso de la fuerza física, intimidación, amenazas o por cualquier otro medio, que obligue a ejecutar el acto sexual contra su voluntad o que participe en interacciones sexuales, cabe mencionar que la violencia sexual puede tener contacto o no como es la pornografía. Además, es una acción que implica la vulneración de sus derechos a decidir su vida sexual. 4.-Violencia social. La violencia social es multi-casual, sus raíces se encuentran en la desorganización social existente, en la falta de respeto a las normas establecidas, la violencia contra la mujer será una violación a los derechos humanos. A través del lenguaje cotidiano, los medios de comunicación (novelas, cine, publicidad) se promociona modelos agresivos y violentos de masculinidad, la mujer es un objeto sexual. 5.-Violencia económica y patrimonial.- Su accionar es menoscabar los recursos económicos o patrimoniales de la mujer; la posición, tenencia o propiedad de sus bienes; la pérdida, sustracción, destrucción, retención indebida de objetos de trabajo, así como, la pérdida de sus documentos personales y dinero destinados a satisfacer sus necesidades que le permitan mantener una vida digna. 6.-Violencia laboral.- Discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados, obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. El derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico sistemático con el fin de lograr su exclusión laboral.

Cuerpo normativo internacional La prevención y atención de violencia intrafamiliar, violencia de género, maltrato infantil y delitos sexuales se ampara en un marco jurídico amplio que va desde la Declaración de Universal de los Derechos Humanos hasta las ordenanzas municipales, a continuación se presenta un paneo de estos instrumentos. • Declaración Universal de los Derechos Humanos (1984), todas las personas tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal.

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• Convención Americana sobre los Derechos Humanos (1969), obligación de los Estados parte a respetar los derechos y libertades de todo ser humano sin discriminación. • Convención sobre los Derechos del niño, niña y adolescente (1989), los Estados deben adoptar las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger a los niños, niñas y adolescentes contra los malos tratos y el abuso físico, psicológico, mental o sexual. • Convenio para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (1979) Condena la discriminación de las mujeres en todas sus formas y considera que la violencia contra la mujer es una manifestación de la discriminación. • La Convención de Belem do Pará. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; esta convención fue aprobada por la Asamblea General de la OEA en 1994. El Estado ecuatoriano ratificó esa convención, en 1995, está obligado a tomar medidas para prevenir, sancionar y erradicar esta violencia.

Cuerpo normativo nacional Constitución de la República del Ecuador (2008). • Título II, Capítulo Primero define como principio de la aplicación de los derechos a la igualdad y no discriminación. • Artículo 11.2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminada por razones de etnia, lugar de nacimiento, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad o diferencia física, ni cualquier otra distinción personal • Artículo 35, atención prioritaria recibirán las personas en situación de riesgo, las víctimas de violencia doméstica, y sexual, maltrato infantil. • Artículo 66 Se reconoce y garantizará a las personas el derecho a: a.- La integridad física, psicológica, moral y sexual. b.- Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. • Ley contra la violencia a la mujer y la familia (1995) Desde el 11 de diciembre de 1995 está vigente en el Ecuador la Ley 103, que sanciona la violencia contra la mujer, hijos, hijas y otros miembros de la familia.

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• Plan Nacional Buen Vivir (2013-2017) que apunta en el Objetivo 6, Consolidar la transformación de la justicia y fortalecer la seguridad integral, en estricto respeto a los derechos humanos • Plan Nacional de Erradicación de la violencia de género contra niñas, niños, adolescentes y mujeres, declara como política de Estado con enfoque de Derechos Humanos para erradicar la violencia de género hacia la niñez, adolescencia, y mujeres. • Plan Nacional Decenal de Protección integral a la niñez y adolescencia, en la política 9, prevención y atención de toda forma de maltrato, violencia, abuso y explotación. • Ley Orgánica de Educación Intercultural aprobada por la Asamblea Nacional en marzo del 2011. a. Artículo. 2 Principios - Literal d. Interés superior de los niños, niñas y adolescentes. - Literal k. Enfoque en derechos.- La acción, práctica y contenidos educativos deben centrar su acción en las personas y sus derechos. - Literal t. Cultura de paz y solución de conflictos. b. Artículo. 3.- Fines de la educación.- Son fines de la educación: - Literal l. La inculcación del respeto y la práctica permanente de los derechos humanos, la democracia, la participación, la justicia, la igualdad y no discriminación, la equidad, la solidaridad, la no violencia, las libertades fundamentales y los valores cívicos. - Literal m. La protección y el apoyo a las y los estudiantes en casos de violencia, maltrato, explotación sexual y de cualquier tipo de abuso.

Bibliografía Constitución de la República del Ecuador. Plan Nacional Decenal de Protección integral a la niñez y adolescencia. Ley Orgánica de Educación Intercultural. Plan Nacional de Erradicación de la violencia de género contra niñas, niños, adolescentes y mujeres. Ley contra la violencia a la mujer y la familia. Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Convención Americana sobre los Derechos Humanos (OEA).

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Un alto

a la violencia

contra la mujer Esp. Enrique Vallejos Lastra 87


Un alto a la violencia contra la mujer Esp. Enrique Vallejos Lastra Resumen

L

a ponencia sobre la violencia contra la mujer es de actualidad y, por lo tanto, de suma preocupación para la sociedad y sobre todo para los organismos estatales. La violencia contra la mujer constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres. Las estimaciones publicadas por organismos mundiales indican que alrededor del 70% de las mujeres en el mundo han sufrido algún tipo de violencia. La mayoría de estos casos son violencia infligida por la pareja. En el nuestro país han rebasado los límites de tolerancia, según el reporte policial indica que desde enero hasta abril del 2018, más de 20 mujeres han sido asesinadas por su pareja. Por lo tanto, este es un espacio que nos lleva a la reflexión y de entendimiento humano que la violencia contra las mujeres es una violencia contra la humanidad, contra la paz ciudadana, contra los principios elementales de ser humano de vivir en igualdad y libertad. Por muy difíciles que sean nuestros problemas las circunstancias nunca nos pueden llevar a ninguna manifestación de violencia, sino por el contrario, recurrir a soluciones pacíficas como el diálogo, el buen trato y la equidad de géneros.

Introducción Uno de los fenómenos sociales que se ha visibilizado en los últimos años es la violencia contra la mujer que se ve en todas las clases sociales, precisamente en la región norte del país se han incrementado notablemente las denuncias en la fiscalía y las investigaciones policiales y periodísticas. Esta violencia contra la mujer ha ido, de manera sistemática, aumentando hasta llegar a niveles de discriminación y menosprecio contra su dignidad e integridad física. Este maltrato ha dejado huellas en lo físico, verbal y psicológico, incluso han rebasado a casos alarmantes como el femicidio.

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Historias crudas de esta realidad se evidencian en los informes noticiosos de los medios de comunicación nacional que van creando la apología del crimen contra seres vulnerables de la sociedad. Los casos de violencia intrafamiliar y crímenes pasionales son reiterativos, y, por ende, se necesita un análisis profundo de las autoridades de justicia y organismos gubernamentales para la implementación de mecanismos de seguridad y protección para las mujeres, pues existe la impunidad de crímenes contra ellas en muchos casos que han sido denunciados por los familiares más cercanos. El femicidio, es la expresión más brutal en la escalada de violencia en contra de la mujer. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que el 70 por ciento de las mujeres sufren de violencia al menos una vez en su vida. Esta realidad es aún más grave si tomamos en cuenta que el 21 por ciento de las muertes de mujeres en el mundo son por homicidio: 28 por ciento en Europa, 29 por ciento en Asia y 12 por ciento en América. "Casi la mitad, 47 por ciento de todas las víctimas femeninas en 2012 fueron asesinadas por sus esposos, conyugues, novios, compañeros íntimos o familiares", ONU .1 La escalada del femicidio en el mundo muestra que la violencia contra las mujeres es social y generalizada. Además, es el resultado de las relaciones de desigualdad de género, así como la permisibilidad de la sociedad a esa violencia.

Factores que conducen a la violencia Según la licenciada Marcia Sánchez, exconcejala de Otavalo y defensora de los Derechos Humanos, los factores que conducen a fomentar conductas violentas contra la mujer podrían ser: Desconocimiento de la ley, limitadas oportunidades económicas y de trabajo, la inequidad de género, la discriminación, la herencia paternal, la simbólica, acoso, entre otras situaciones. “La mayoría de las mujeres casadas pasan en el hogar haciendo sus quehaceres domésticos, ellas consideran que no tienen cómo vivir, cuando definitivamente estamos luchando para que se reconozca estas actividades como un trabajo remunerado. Está reconocido como trabajo pero no remunerado, por lo tanto sus esposos o compañeros deberían pagar por este trabajo silencioso e invisible”, comentó Sánchez. Recuerda a una de las lideresas latinoamericanas como Domitila Chungara, quien manifestaba que el trabajo en la casa es de nunca acabar; cocinar, planchar, lavar, barrer, cuidar a los guaguas, atender al marido, entre otras cosas, y que no sea remunerado, también se considera como violencia doméstica. Existen a más de las señaladas, están como: violencia psicológica, violencia sexual, violencia física, violencia política, siendo esta última que se visibiliza con mayor fuerza en la sociedad ecuatoriana. 1

https://www.telesurtv.net/telesuragenda/Feminicidio--20141124-0038.html

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Violencia política En el transcurso de estas décadas las mujeres hemos ido avanzando de manera paulatina en el acceso a nuestros derechos. Poco a poco fuimos conquistando espacios hasta lograr la igualdad ante la ley, lo que hoy día ha obligado a que los Partidos Políticos del Ecuador deban postular a mujeres en el 50% de sus candidaturas para un cargo de elección popular, manifiesta la exconcejala. Si bien este logro significativo ha permitido que hoy día tengamos una representación histórica en la Asamblea Nacional del Ecuador el 40 % de asambleístas, incluso algunas mujeres ocupan cargos estelares como la presidencia de este organismo, como también dirigiendo algunas comisiones legislativas , aún sigue existiendo una asignatura pendiente para alcanzar la igualdad, se trata de la violencia política de género . “La violencia política contra las mujeres son los actos u omisiones por medio de los que se acosa, coacciona, ridiculiza, discrimina, etcétera, a una mujer, con el propósito de limitar o impedir el ejercicio de sus derechos político-electorales”, indica Carolina Viggiano,2 en uno de sus escritos para la página electrónica “noticias del sol de la laguna”. Son muchos los casos de mujeres a las que no se les ha permitido competir por un cargo de elección popular, a quienes habiendo ganado se les trata de obstaculizar en el cumplimiento de su deber o bien, las candidatas a quienes se trata de desprestigiar por el hecho de ser mujer. Uno de los casos más sonados en el ámbito político sucedió con la doctora Rosalía Arteaga quien fue electa vicepresidente de la República del Ecuador debía asumir la presidencia ante la destitución de Abdalá Bucaram por parte del Congreso Nacional que le declaró incapacidad para gobernar. Las artimañas de los viejos politiqueros, los intereses de grupos económicos y el machismo que rondaba en aquella época, no la permitieron ocupar el sillón presidencial. Según la doctora en Derecho, a ciertos sectores económicos no les interesó que hubiese una mujer como Presidente de la República. En este sentido, el 3 de febrero de 1997 Arteaga denunció al doctor Fabián Alarcón Rivera, presidente del Congreso Nacional, de concebir un golpe de Estado. Arteaga, durante seis días de mandato presidencial (6 al 12 de febrero acorde a sus palabras), afirmó en ese momento que el Congreso no tenía capacidad para designar al Presidente de la República y enfatizó en que debía buscar “los caminos y las reformas legales pertinentes para ello”. En una entrevista con Andes3, Arteaga ofreció su criterio sobre la igualdad de género en las esferas políticas del 2 3

https://www.noticiasdelsoldelalaguna.com.mx/columna/que-es-la-violencia-politica-contra-las-mujeres Andes es un periódico digital. Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica. www.andes.info.ec/es/

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país y sus recuerdos sobre la incursión en la arena política. “A mí me tocó duro, me tocó inclusive designar la Presidencia de la República y allí hubo una enorme dosis de machismo, porque los partidos políticos de esa época, y probablemente también las Fuerzas Armadas, no estaban interesadas en tener a una mujer al frente de los destinos del país”. Más adelante comentó que “la ley ecuatoriana ha sido bastante avanzada, recuerde que Ecuador es el primer país que tuvo a una mujer votante en América Latina, en haber sido pioneros en la capacidad de las mujeres para ejercer actos de comercio, viajar sin necesidad de permiso, para llevar su propio nombre; entonces, tenemos realmente leyes de avanzada. Ahora, desgraciadamente los índices de violencia doméstica siguen siendo altísimos, lo que hemos visto en los últimos tiempos sobre violaciones, inclusive en establecimientos educativos. El machismo sigue existiendo, todavía no hay una exacta igualdad de salarios o de capacidades de ascensos, pero poco a poco creo que vamos avanzando un camino. Cuando miramos hacia atrás, vemos que hemos caminado bastante. Antes era extraño ver a mujeres en universidades, ahora están repletas de ellas”. Cabe destacar en las carreras de artes plásticas de la Facultad de Educación, Ciencia y Tecnología de la Universidad Técnica del Norte, se evidencia un alto porcentaje de mujeres que asisten para profesionalizarse y ser entes transformadoras de la sociedad desde el ámbito de la cultura y las artes. Recuerdo que en el semestre de septiembre 2017-febrero 2018, el octavo nivel era completamente femenino y se incorporaron todas ellas con sobrados méritos. Incluso en la novel carrera de Pedagogía de las Artes ingresaron cerca del 90% de mujeres y lo mismo sucede en otras especialidades.

La violencia sexual, psicológica y física Según el portal electrónico “Mujer Coomeva”4 el maltrato psicológico constituye una forma de abuso más sutil y difícil de percibir, pero no por eso menos traumático para las mujeres que lo padecen. Es toda conducta activa u omisiva ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante, aislamiento, marginalización, negligencia, abandono, celotipia, comparaciones destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres víctimas a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo y a la depresión e incluso al suicidio. Mientras tanto la violencia sexual es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo en el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos violentos o acceso carnal violento o la violación 4

https://www.coomeva.com.co/publicaciones.php?id=45139

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propiamente dicha. Incluye el uso de la fuerza o intimidación dentro del mismo matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.5 A más de las violencias mencionadas existen otros tipos como: emocional, laboral, económico o patrimonial; siendo esta última que ha generado mucha polémica al momento de repartirse cuando de por medio existe un divorcio. Las mujeres tienen tanto derecho como los hombres en poseer los bienes en iguales condiciones. Marcia Sánchez explicaba que de manera solapada y disimulada hay otras formas de violencia que se perpetúan muchas veces en espacios más privados y de las cuales poco se habla. O por el contrario, se trata de comportamientos generadores de violencia en la sociedad que se han vuelto recurrentes y tácitamente se han convertido en comportamientos sociales aceptados, que se consideran “naturales”. Comenta que cuando fue concejala, necesariamente tenía que prepararse. Siguió un Diplomado Superior en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - FLACSO de Quito para actualizarse sobre temas de interés comunitario precisamente relacionado con la violencia de género. Uno de los casos que asumió fue la defensa de los derechos de las comerciantes en el mercado de Otavalo. “Casi el 90 % de los puestos que ocupan en el mercado son mujeres, pero lastimosamente estaban a nombre de los hombres, es decir de sus esposos, padres o hermanos. La situación se cambió. Les decía a ellas, “Si usted trabaja, usted es la dueña”. Por lo tanto, desde ahora y bajo el amparo de la nueva ordenanza, los puestos deben y deberían estar a nombre de las mujeres”, manifestó. Otra cosa que se logró fue la transversalidad en el aspecto de género, en todas las acciones de la vida ciudadana, dijo Sánchez. Se luchó para que las mujeres puedan ser taxistas e incluso estén inmersas en el transporte público ya sean en buses, busetas y camionetas. La cuota de participación de las mujeres se respaldó que sea el 50%, es decir en igualdad de condiciones con relación a los hombres. “Recuerdo que en ese tiempo señalaron algunas personas que no hay mujeres taxistas, en ese rato llame al Sindicato de Choferes y pregunté ¿Cuántas mujeres están preparándose en el curso de conducción?, pues había más de 80 mujeres. Y todas estaban listas para trabajar en el transporte de la localidad con todas las garantías y seguridades.

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Idem

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Romper el silencio De acuerdo a las declaraciones de la exconcejala Marcia Sánchez, las mujeres han perdido el miedo de denunciar el maltrato que sufren en los diferentes ámbitos tanto público como privado. Incluso las mujeres indígenas denuncian pero las mestizas se quedan bien pegadas y no dicen nada, según el registro de la Comisaría Nacional de la ciudad de Otavalo. En el “Valle del Amanecer” existen dos clases de justicias; la indígena y la ordinaria. La justicia indígena se aplica por medio de asamblea comunitaria, en donde se realizan las investigaciones necesarias, según el caso que se vaya a resolver. Una vez realizado todo el procedimiento que puede durar un día completo o extenderse a varios días, se toman resoluciones y se aplican las sanciones. Así mismo cuando hay situaciones de violencia contra la mujer son ortigados en público, esta sanción no es solamente es física sino psicológica. Toda la comunidad está presente y saben que esa persona no actuó bien, es una persona negativa y deciden que debe alejarse de ella. “Hay que romper el silencio” sentenció Sánchez, sin embargo explica que son múltiples las razones por las que, más allá de las carencias de los trámites en la fiscalía, comisarias del Estado, la mujer que sufre violencia no se anima a denunciar. Dice que juegan la sensación de creer que hizo algo que justifica la agresión, la ilusión de que va a cambiar, el miedo a represalias todavía más violentas o económicas, el contexto de aislamiento al que es empujada la víctima y el poder del agresor para acallarla. Ante esta situación, propone que las mujeres participen activamente en la vida pública, principalmente política. Para erradicar la violencia contra las mujeres es necesario que ellas ocupen espacios de poder y conocer sobre la violencia de género y de esta manera poder luchar desde adentro. Insiste la concejala que las mujeres de estas generaciones deben reclamar los espacios de poder. Si el candidato a la alcaldía es un hombre, reclame el primer puesto para las mujeres. Solo estando dentro se pueden conseguir reformas a políticas públicas en beneficio de las mujeres.

Por una ordenanza de género En estos últimos días de abril, en la ciudad de Ibarra, los colectivos de mujeres luchan para que se aprueba la ordenanza contra la violencia de género. Otras ciudades pequeñas del Ecuador como Muisne (Esmeraldas), Mira (Carchi), Cotacachi (Imbabura) al momento están aplicando la ordenanza, mientras que la capital imbabureña está a la espera de su aprobación.

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Es por ello, Hilda Herrera, presidenta del Consejo Cantonal de Protección de Derechos y concejala del Municipio de Ibarra, en una de las entrevistas al diario La Hora6 dijo que este documento jurídico permitirá garantizar el accionar en torno al tema, abarcándolo desde el eje social, cultural, educativo y económico. Según indicó la edil, el cuerpo legal recoge aspiraciones de las demandas ciudadanas, colectivos feministas y otros sectores para erradicar la violencia. En este sentido, Herrera sostiene que esta es una de las demandas de los colectivos feministas que se han manifestado en contra de las elecciones de reinas de belleza, proponiendo procesos de educación y concientización a la ciudadanía desde la niñez para que genere crítica ante este tipo de concursos y espacios que se concentran en estereotipos físicos usando a la mujer como un elemento de exhibición. Herrera precisó que este documento legal abarca las necesidades desde la colectividad para solucionar esta problemática, que en el peor de los casos termina en feminicidios. Con su aprobación, Ibarra sería la primera ciudad en contar con una ordenanza enfocada en erradicar la violencia a la mujer.

Campaña por las mujeres Sánchez es partidaria de una gran campaña a nivel nacional para erradicar la violencia contra la mujer a través de educación en género en establecimientos educativos y organismos gubernamentales. Ella recomienda a las mujeres que luchen por la ley de cuotas que indudablemente eso le va a permitir llegar a los espacios de poder y en segunda instancia, hay que prepararse para debatir temas de interés no solo para las mujeres sino también para la familia. Ha habido campañas desde las esferas estatales como “Plan Nacional de Erradicación de la Violencia de Género”, “Ecuador Actúa ya. Violencia de Género, ni más”, “Reacciona Ecuador, el machismo es violencia”, “Cero tolerancia”, entre otras. En cierta medida han aportado en disminuir el porcentaje de casos de violencia, sin embargo las estadísticas registran que todavía persisten la violencia ejercida contra las mujeres, incluso contra niños, niñas y adolescentes es alarmante. La Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres, realizada en el 2011 por el INEC, Ministerio del Interior y las Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género determina que 6 de cada 10 mujeres en Ecuador han sido víctima de violencia de Género; una de cada 4 sufrieron violencia sexual en algún momento de su vida. La violencia de género contra las mujeres sobrepasa el 50% en todas las provincias del país, en todos los niveles de instrucción y el más alto porcentaje se da en mujeres alfabetizadas 70%, seguida por mujeres sin ninguna 6 https://lahora.com.ec/imbabura/noticia/1102150598/concejo-municipal-de-ibarra-aun-no-aprueba-normativa-contra-la-violenciade-genero

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instrucción 66,9%, en educación básica 64%, educación media 8%, educación superior 55,6% y posgrado 52,8%.7 Todo esto nos lleva a pensar que se deben crear campañas y reforzar las ya existentes al autocuidado y seguridad personal de la mujer, para ello, deben existir leyes que garanticen la corresponsabilidad familiar, social y del Estado, y así tendremos más conciencia de rechazar, de proteger y de defender la dignidad de la mujer como ser humano.

Conclusiones El acercamiento a las percepciones que tiene la ciudadanía imbabureña con respecto a la violencia contra la mujer por parte de su pareja, en tanto en la estructura social como en el imaginario cultural, nos ha permitido analizar la grave situación que atraviesan las mujeres en el ámbito privado y público. La aproximación que hemos realizado, nos permite afirmar y concluir que persiste sin lugar dudas el modelo jerárquico patriarcal de organización familiar que se caracteriza por un ambiente autoritario y el irrespeto a los derechos inviolables de las mujeres, lo que se expresa en una serie de actitudes violentas y discriminadoras. Encontramos que existen varios tipos de violencia contra la mujer no solo de parte de su pareja sino en los diferentes campos de la actividad humana; social, política, cultural, económica e incluso religiosa. Sin embargo, se observan colectivos femeninos que luchan por la reivindicación de sus derechos desde el hogar hasta las esferas gubernamentales. Y existen referentes en este proceso de construcción social de las identidades de género tales como Manuelita Sáenz, la libertadora del Libertador, más allá de ser la amante de Simón Bolívar fue mucho más que eso, su talla intelectual y su fuerte personalidad se impuso sobre sus enemigos, incluso sobre la leyenda de su vida dejándonos ver la fuerza de un carácter capaz de romper barreras sociales, morales y de género. Así mismo podemos destacar la valentía y perseverancia contra el statu quo de nuestro país como; Matilde Hidalgo de Porcel, fue la primera médica y concejala del Ecuador; Tránsito Amaguaña fue una activista indigenista y una de las referentes del feminismo a mediados del siglo XX, junto a Dolores Cacuango, dirigió la primera huelga de trabajadores en Olmedo. Lo mismo decir de Rosalía Arteaga que sufrió las actitudes machistas de los legisladores al despojarla el legítimo derecho de asumir la presidencia de la República del Ecuador. Pues hablar de otras mujeres que hicieron historia necesitaríamos varios tomos para describir la personalidad de ellas, no obstante, existen en la actualidad mujeres que están tomando seriamente la posta de aquellas que labraron el camino de la defensa de sus derechos y construyendo una nueva sociedad más justa, humana y solidaria. En ese sentido, vemos que el impacto de las iniciativas que han llevado adelante los movimientos sociales con el fin de promover los derechos humanos y de las mujeres, poco han atravesado los muros del hogar; que la acción de 7

http://www.ministeriointerior.gob.ec/campana-ecuador-actua-ya-violencia-de-genero-ni-mas-sensibiliza-a-toda-la-comunidad/

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las feministas y del movimiento de mujeres orientada a subvertir los patrones de género, a promover la equidad y el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, son esfuerzos que aún no logran cambios suficientemente profundos en las percepciones y prácticas de la ciudadanía en general. En definitiva, la utopía de construir una sociedad sin violencia no está muy lejana. Con nuevas estrategias de comunicación y educación de género en todos los ámbitos de la colectividad podemos cristalizar las aspiraciones de las mujeres. Estamos conscientes que la construcción de una sociedad más igualitaria para mujeres y hombres, implica transformaciones ideológicas y culturales que requieren procesos de más largo aliento y de grandes sacrificios.

Referencias bibliográficas 97


AÑINO, Sara (2005). Violencia contra las mujeres: causas, consecuencias y propuestas. Madrid. Ceapa. ESTRADA, Jenny (2015). Una mujer total. Matilde Hidalgo de Procel. Biografía y Poemario. Loja. Editorial Gustavo Serrano. CCE-L GALEANO, Eduardo (2015). Mujeres. México. Siglo XXI GALINDO, María (2006). “Indias, putas y lesbianas, juntas, revueltas y hermanadas. La Paz. University of Pittsburgh/ Plural. LÓPEZ, Pilar (2007). La violencia contra las mujeres desde la perspectiva de género en el programa Tolerancia Cero de Radio 5. Madrid. RTVE. VIEZZER, Moema (1978). Si me permiten hablar…. Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia. México D. F.: Siglo XXI. http://www.ministeriointerior.gob.ec/campana-ecuador-actua-ya-violencia-de-genero-ni-mas-sensibiliza-a-toda-lacomunidad/ https://lahora.com.ec/imbabura/noticia/1102150598/concejo-municipal-de-ibarra-aun-no-aprueba-normativacontra-la-violencia-de-genero https://www.coomeva.com.co/publicaciones.php?id=45139 https://www.noticiasdelsoldelalaguna.com.mx/columna/que-es-la-violencia-politica-contra-las-mujeres https://www.telesurtv.net/telesuragenda/Feminicidio--20141124-0038.html www.andes.info.ec/es/

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Imagen ic贸nica

de la mujer.

Comunicaci贸n, visual y

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Imagen icónica de la mujer. Comunicación, representación visual y estereotipos Msc. Tanya C. Antamba Cevallos Msc. Raimundo A. López Ayala Introducción

S

i la imagen se considera como una herramienta para comprender de forma rápida y fácil un contenido de información, para ser contemplada y admirada, es también evidente el poder cognitivo que enmarca la imagen de la mujer al ser producida, visualizada y puesta en escena, lo ha sido a través del tiempo. Es importante evidenciar su composición y cómo se conforman sus lenguajes. La sociedad ecuatoriana tiende a adquirir una cultura visual regida desde leyes gráficas universales aplicadas por el Arte, la Comunicación visual y el Diseño, las mismas que han sido publicadas en los medios de comunicación. Es notable el interés didáctico encontrado en la imagen, como un sustituto de la persona, lugar, acción, objeto, en el medio por donde la información circula. En principio, con la premisa a un acercamiento de fidelidad de las formas estéticas femeninas convencionales e idealizadas como los óleos europeos, la representación de la mujer en la fotografía publicitaria como una extensión de la composición de las pinturas, la imagen de la mujer producida con recursos situados desde estereotipos, la abstracción de la imagen de la mujer en pictogramas, y con valores iconicidad. Determinar de qué forma la imagen de la mujer es representada tiene que ver también con la decisión de poder seleccionar y recopilar las representaciones iconográficas que conforman etapas. Por tanto el tratamiento en esta investigación se concentra en detectar las características constantes de la iconografía desde los temas más recurrentes sobre la actividad de la mujer en la sociedad especialmente los relacionados con la violencia contra la mujer, entendiéndose que la misma puede ser producida desde estereotipos y convencionalismos presentes en la comunicación y las formas visuales de comunicar.

La comunicación y los medios impresos Es innegable que la comunicación intercambia con varias áreas y disciplinas por ser inseparable al ser humano. Influye como un eje transversal donde las personas desarrollan e incorpora normativas que se construyen paralelamente a las transformaciones globales en las esferas sociales. La comunicación para el desarrollo, cuyo origen se concibe en

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la modernización, pensamiento y práctica tras la Segunda Guerra Mundial, en el que los medios de comunicación eran vistos, especialmente por entes políticos, con potencial para dirigirse como agentes claves del cambio en comportamientos y valores de las sociedades modernas occidentales, mientras que los medios de masas, como vehículos para transferir ideas y prácticas mediante canales influyentes a las diferentes audiencias (McCall, 2011). Según McCall (2011), en la década de los años 70, resaltaron los problemas humanos respecto al modelo de la modernización. En América Latina se evidenció un núcleo industrializado de pocos países ricos y numerosos países pobres. Se dieron casos de presión a favor de formas de comunicación más horizontales sin considerar el potencial de los medios de comunicación privados. A finales de la década de los años 80, intervienen mecanismos de comunicación con ejes participativos, comunidades que exponen sus problemas y soluciones, de modo que, se priorizan métodos de comunicación horizontales y multidireccionales que continúa en la primera década del siglo XXI (McCall, 2011). La comunicación debe ser abordada desde las instancias conceptuales así como de las corrientes filosóficas, por ejemplo la teoría funcionalista, que ve a la comunicación desde el instrumento y considerar que el mercado estructural también es un resultado sociológico cultural. En este sentido la comunicación se nutre de varias ciencias y disciplinas por ser un eje transversal de toda actividad humana, (Entrevista a José Revelo, octubre, 2016). Para Moya (2011) la realidad se reinterpreta desde la condición mediática donde se determina una matriz cultural que de forma masiva se reproduce en un estado discursivo y simbólico en las sociedades. La comunicación masiva con este enfoque participa en todas las dimensiones culturales pero también problematiza la realidad. La autora refiriendo a Bourdieu señala que esa participación atiende a las formas simbólicas, estructuras mentales interiorizadas como mecanismo para obtener el consenso social (Moya, 2011). Mientras que los medios de comunicación ejercen un poder en la esfera pública, controlan lo que la gente ve y tiene que opinar. La información y elementos proyectados por empresas privadas obedecen a ciertos intereses. Un periódico tiene autonomía con la libertad de prensa debatible de forma limitada frente a lo que debe ejercer una democracia contemporánea, en debate con altas dosis de persuasión y la emergente política cultural democrática (Entrevista a Polo, octubre, 2016). Los hechos noticiosos y la producción de los medios en Ecuador han evidenciado enfrentamientos internos. Por un lado de quienes se destacan los ideales del periodismo y los que se enfocan en los intereses económicos a modo de mercado de la noticia. Desde la aparición de la prensa en el país ha sido empleada para abordar información sobre los candidatos y critica a los gobiernos de turno, como lo hicieron otros medios de Latinoamérica. Es evidente además que quienes han estado a cargo de estas instituciones mediáticas en Ecuador han sido personas que se situaron en discursos identitarios y formas de representar a los gobernantes. Los grandes inversionistas de la comunicación, en medio de las políticas gubernamentales afectaron significativamente a los medios de comunicación por su amplia intervención. En el año 2007, las empresas: Grupo Isaías, Grupo El Universo y Grupo

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de Comunicaciones El Comercio, facturaron millones de dólares americanos (114.5; 52.27 y 46.55 respectivamente). En el año 2012 los diarios principales de cada corporación, llegan a ocupar los primeros lugares como medios de mayor tiraje (Centro de Investigación en Opinión Pública y Comunicación CICOP, 2012).

Mujeres, institucionalización y derechos El reconocimiento de los logros de las mujeres desde un marco internacional se decreta para la fecha del 8 de marzo a inicios del siglo XX, sin distinción de idioma, condición social, cultural e ideología. En tanto que la ONU declara a 1975 como año internacional de las mujeres con el objetivo de terminar con las discriminaciones en todo el mundo. Se entiende que con este tratado emergieron organizaciones previas que advirtieron la necesidad de interrumpir varios actos de violencia contra la mujer, al mismo tiempo que se debían propiciar los medios de desagravio así como asistencia especializada para tales fines (Herrero, 2010). En 1979 se decreta la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer por la convención suscrita con especificidades sobre los derechos humanos para las mujeres, el propósito en esta ocasión condujo a que se implementen procesos que detuvieran las formas de discriminación al tiempo que se confirman los derechos reproductivos de las mujeres. Es de este modo que se han propiciado espacios para el tratamiento de los derechos de la mujer, al punto de ser confrontados y proyectados a soluciones mediante la conformación de estructuras organizativas integradas a cada región con adaptaciones propias, a pesar de lo cual se han prevalecido acciones que no benefician apropiadamente a la mujer como las denuncias a los sistemas fiscales condicionados por su forma crítica de procesar la información con varios protocolos en los casos de las víctimas y victimarios, con sus prioridades a agresiones físicas más que las psicológicas. En el Ecuador de forma escasa se iniciaron organizaciones feministas a inicios del siglo XIX, como el sindicato formado por las obreras de la fábrica La Internacional en 1933 desde Quito. La Asociación Femenina Universitaria en 1944. En la década de los 60, en la misma ciudad se crea la llamada Unión Nacional de Mujeres de Ecuador (UNME); la Unión Revolucionaria de Mujeres Ecuatorianas en Guayaquil, y en 1966 la Asociación Jurídica Femenina de Guayaquil, especialista en casos legales feministas. Hasta la década de los años 90 se multiplican los organismos con perspectiva de género desde las ONG, eliminando las estructuras clasistas (El Telégrafo, 2014). Esta emergencia viene a disminuirse, en periodos más recientes por la atención conformada en el periodo de gobierno de la Revolución Ciudadana, donde varios decretos conformaron la estructura organizativa en detrimento de prejuicios, estereotipos sociales y culturales, parte de los que se tratan desde la Constitución del 2008 pasando por las promulgaciones asignadas en los planes y programas del Plan Nacional del Buen Vivir.

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Las transformaciones en diferentes medios se han dado a lo largo del periódo de Gobierno del Presidente Correa, con las políticas de la Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador aplicadas a partir de su legitimación en el año 2013. En esta intervienen varios organismos como: La Superintendencia de la Información, El Consejo de Regulación y Desarrollo de Información y Comunicación, El Sistema de Comunicación Social, entre otros, que deben hacer cumplir los artículos vigentes en la Ley mencionada, gran parte de los cuales han afectado en la forma de hacer noticia y periodismo en el país, con una serie de condicionamientos que orientan la presentación y representación de información, normativas que rigen obligaciones y prohibiciones en el marco comunicacional, así como los derechos de igualdad e interculturalidad que son parte de regulaciones y control de la información y comunicación. Dentro de las políticas del PNBV de Ecuador (Senplades, 2013) el Objetivo 6 indica sobre orientar a la “prevención y erradicación de la violencia de género en todas sus formas”. Sin embargo, aún no se atiende a normativas que distingan de forma específica los contenidos visuales en los medios respecto a los usos de la imagen, composiciones gráficas y fotografías de la mujer. A pesar de indicar que el propósito del plan está direccionado a fortalecer un sistema integral de protección especial para controlar los derechos de las víctimas de violencia de género. En la Ley Orgánica de Comunicación dentro del Título IV sobre la Regulación de contenidos, se encuentra el Art. 61, sobre el contenido discriminatorio, que debe entenderse como tal a todo mensaje difundido en cualquier medio de comunicación social que connote diferentes categorías de exclusión o restricción que van desde etnia, género, orientación sexual, discapacidad o diferencia física, entre otros reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos. En el siguiente, Art. 62, sobre la Prohibición, se recalca la difusión de contenidos discriminatorios, que sucumba en actos violentos o anulación del ejercicio de derechos humanos. Mientras que en el Art. 68.- Contenido sexualmente explícito, se indica que todos los mensajes de contenido de esta clasificación y difundidos mediante medios audiovisuales, deben transmitirse en horario para adultos. Pero no se nombran ni restringe esta categoría de contenidos a los medios impresos ni plataformas virtuales. Por otro lado en La Constitución 2008, dentro del Art. 19.- Se indica sobre la prevalencia de contenidos con fines informativos, educativos y culturales en la programación, a la vez se prohíbe la emisión de publicidad que induzca a la violencia, la discriminación, el racismo, el sexismo entre otros que atente contra los derechos. En este contexto de normativas surge la inquietud. ¿La manifestación de políticas concebidas y aplicadas en el periódo del correismo cambiaron la representación visual de la imagen de la mujer en los medios de información impresos? Por un lado se evidencia en el último quinquenio que diario El Extra disminuyó la representación en términos de “mujer objeto”, sin embargo, aún persisten contenidos de este tipo. La única transformación más evidente se sitúa en la forma de colocar la identidad de las personas implicadas en juicios, por ejemplo se escribe el nombre y se abrevia el apellido con la inicial en todas las secciones de los diarios (Entrevista a Cabrera, diario El Telégrafo, marzo, 2018).

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Políticas en la comunicación de la imagen de la mujer Para Ana Gil (2013), el modo en que se produce la noticia ha dependido de procesos históricos, así como las etapas que han atravesado los medios tradicionales, detrás de intereses económicos por un lado y proyección de discursos según sus propios objetivos. La autora también hace referencia a la visión patriarcal de quienes realizan y ejecutan las políticas públicas para tomar acciones sobre la violencia de género mediática en razón de que no se ejercen transformaciones. Gil en su estudio sobre “La violencia de género en los medios” analiza los factores de orden legal en Argentina, apegada a los avances históricos de los Derechos Humanos de las mujeres. Describe la Ley 26.485 de “Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres…”, en la que se distinguen dos tipos y modalidades de violencia como la simbólica, referente a procesos de transmisión y reproducción de factores de desigualdad y discriminación. En primer lugar, la ley defiende componentes estereotipados a modo de patrones que han naturalizado la subordinación de la mujer en la sociedad, mediante mensajes, íconos e incluso valores. Desde este tipo de normativa determina que los contenidos específicos de las estructuras visuales que la sociedad ha construido como simbolización y elementos producidos por lenguajes y formas de transmisión. La segunda modalidad es mediática, atiende a procesos de difusión en cualquier medio de comunicación, estereotipos en mensajes e imágenes. Para este caso Gil señala que los elementos que promueven la explotación de mujeres y sus imágenes, son aquellos que “injurie, discrimine, deshonre, humille, atente contra la dignidad de las mujeres”. La autora refiere a los patrones socioculturales según esta Ley, son orientados al cambio simbólico y cultural, pero aclara que la Ley no se aplica sobre quienes la infringen. Ambas modalidades, que regulan contenidos y los difunden son productos que han sido social y culturalmente construidos por esquemas adaptados a las realidades de su estructura organizativa. Principalmente esta Ley se enfoca en: Promover una imagen equilibrada y variada de las mujeres y los hombres en los medios de comunicación. De este modo en atención a normativas nacionales como externas se entiende que fueron hechas porque todo es un contexto visual donde la participación de la mujer publicada como imagen es susceptible a presentarse de forma inapropiada y vulnerable. Pueden limitarse las particularidades de cada campo de desempeño femenino en dependencia de las realidades caracterizadas por la sociedad en la que se sitúen.

Imagen y estereotipos en medios Para Vilchis (1990) incorporar icónicamente un objeto desde la imagen es transcribir mediante convenciones gráficas, propiedades culturales de orden óptico y perceptivo, así como de orden ontológico y convencional, la forma usual y frecuente de mostrar las cosas. Los estereotipos como conjunto de ideas simplificadas de una sociedad desde patrones culturales previamente establecidos han sido pronunciados en los medios de comunicación y caracterizan

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la función de roles en el imaginario colectivo contemporáneo, por ejemplo Chaher sitúa al varón como poderoso, protagonista predominante en la política; en cambio a la mujer, asociada a la sumisión, dependencia, la que debe asumir actos emocionales y acompañante secundaria del varón (Gil, 2013). Casos de gran similitud con las formas de representar a la mujer en gran parte de las pinturas europeas del siglo XV donde los estados emocionales de las mujeres se enfocaban en proyectar subordinación y atracción al espectador que son las figuras del pintor y el dueño de la obra. Desde los parámetros que permiten el análisis de la imagen, Vilchis (2013) indica que, la retórica transmite arquetipos, estereotipos y símbolos que forman parte del inconsciente colectivo. Para Muñoz (2014), el diario ecuatoriano El Extra incorpora una de las formas de producción de lenguaje visual basado en estereotipos y formas de presentar la imagen de la mujer objeto. Categorizado como popular pero a la vez sensacionalista, inició como un medio de información serio pero tuvo un cambio radical por la emergente competencia del medio televisivo. Se destaca por presentar temas de violencia desde problemas sociales enfocados de modo muy atractivo para el sector popular, con gran cantidad de imágenes con titulares impactantes, de temas principalmente sobre accidentes, farándula, deporte, delincuencia, muertes, mujeres objeto, política, presentados como novedad, accidente, muerte, en colores vivos y fuertes (Muñoz, 2014). Al respecto Reig (2015) menciona sobre el periodismo contemporáneo carente de debate e inmerso en una clasificación comercial, es conducido al desprestigio, por cubrir instantes fugaces sin contextualización como parte de la televisualización de la prensa. Si bien el autor centra su estudio en las funciones entre el periodismo y el periodista, se concentra principalmente en la forma de cómo producir noticia. Enfatiza un sentido de selección que no debe orientarse por la novedad, sino por quién la protagoniza, con atención a una capacidad crítica que busque enfoques propicios y concluidos, no a medias.

¡Hola! (2011) revista española, "las mujeres más poderosas del Valle del Cauca"

SOHO (2012) revista ecuatoriana, “Elogio a la mujer negra”. Su complemento dice, en referencia a las modelos: ‘posan en el Beverly Hills cundiboyacense en fotos dignas de la revista Hola’

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López y Cisneros (2013) indican sobre la representación de la mujer en la revista SOHO de Ecuador, indican que la mujer-sujeto está asociada a la élite y al concepto de belleza que postula la publicación, no obstante esa mujer debe estar en condiciones de soportar el peso mediático a pesar de que se determinen los nuevos paradigmas de representación, porque esa mujer ya es un símbolo mediático al presentarse como imagen pública. Este tipo de publicaciones crean una imagen consecutiva de memoria donde el sujeto asocia la palabra mujer con la percepción de tal imagen. Las autoras al referir a Eco, indican que los conceptos se desarrollan y forman un contexto, en este caso, están orientados a la representación de la figura femenina en la revista (López y Cisneros, 2013). Hacen hincapié en que la imagen puede llegar a presentar racismo, exclusión, demanda y engrandecimiento de la etnia afro ecuatoriana sólo con una fotografía (en el caso de la polémica portada de marzo 2012 con modelos afro ecuatorianas y dos mujeres mestizas de empleadas de servicio en el fondo); que transforma lo habitualmente pensado por una construcción que cambia la percepción ontológica, donde la mujer en este caso se convierte un espectáculo comunicativo (López y Cisneros, 2013).

Iconografía y estereotipos femeninos Las condiciones del enunciado periodístico son recursos adaptables para presentar y representar la información considerando que de forma general “no todas las formas de comunicación visual no lingüística o iconográfica, sean o no lenguajes, son aptas para la comunicación periodística” (Peltzer, 2001, p. 91). El autor ejemplifica que existe una diferencia marcada de un lenguaje de pintura al óleo que es público y no se sitúa como lenguaje periodístico. Hay un cambio en la difusión. No se publica una pintura al óleo en los medios impresos con el mismo material de la pintura, al mismo tiempo que no se analiza la pérdida de unicidad de la misma. De este modo la selección de lenguajes de los repertorios gráficos adquieren nuevos significados en dependencia de su adaptación a los escenarios periodísticos así como de los recursos tecnológicos. Siguiendo con Peltzer quien señala que los lenguajes periodísticos no son los mismos en intervalos de décadas de inicios del siglo XX y tampoco en las décadas siguientes. Su difusión depende de los medios técnicos. Estos medios han afectado la calidad de producción de la iconografía así como el nivel de preparación de los especialistas y la captación del lector. “La corrección concisión, claridad y captación del lector pueden ser condiciones del mensaje, pero no de un lenguaje” (Peltzer, 2001, p. 92). Se determina que tales condiciones técnicas son independientes de los repertorios gráficos como los lenguajes. Mientras que la elaboración del mensaje y su publicación dependen variables entre selección de recursos gráficos y si los medios técnicos permitieron al llegar al lector, mas no por el lenguaje como tal.

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En la comunicación visual el estudio de la iconografía femenina contribuye a interpretar imágenes del ámbito del diseño en algunas categorías, como el campo editorial y en él, al publicitario. En este último, algunas de las imágenes se consideran como íconos logrados en la Historia del Arte. Estos íconos se han mantenido en la iconografía femenina contemporánea (Martínez y Muñoz, 2014). En este sentido existe gran interés por el estudio de la iconografía femenina desde una perspectiva de género por varios autores que han relacionado elementos situados en el legado del arte; por ejemplo Jonh Berger en Modos de Ver (2001) identifica el protagonismo de los discursos de imagen de la mujer en óleos del siglo XV y XVI, parte de los cuales se aplican en la publicidad contemporánea. Mientras que la reacción femenina frente a una imitación de códigos de identificación masculina puede desvincular y romper las características impuestas como estereotipos femeninos en búsqueda de la igualdad de derechos, condiciones laborales y académicas. La imagen de la mujer ha sido representada en varios periodos de la historia, así como en múltiples escenarios, estilos y roles, como un modo de aproximación, entre otros, a la identificación cultural. No obstante, se deslegitimaron varios de los roles que la mujer ejercía reduciéndola a un modo utópico de representación. La mujer, en la pintura europea, ha sido tratada como tema recurrente, y la mujer vista desde el desnudo según Keneth Clark debía ser vista como un objeto (John Berger, 1972). La representación del desnudo está desde las pinturas de Adán y Eva en el génesis cuando estuvieron desnudos en el paraíso y la relación con la vergüenza, condenados por su propio placer. En la cultura europea el desnudo de las pinturas se relacionó con verse desnudos así mismos como espectáculo, como símbolo de vanidad, como competencia, donde la estética no es desinteresada. Es evidente que este tipo de formas de representar a la mujer adquiera una condición idealizada porque no es real la manera en como son expuestas y lo que están sintiendo de acuerdo a cada personaje que interpretan. Pinturas de mujeres que son reducidas al placer sexual al presentarse con disponibilidad, pasividad, timidez, incluso hasta en condiciones humillantes. Sin embargo, pinturas como la de Betsabé, pintada por Rembrandt (1654), Elena Fourment, por Rubens (1636-1638) y Magdalena penitente de Georges de la Toure (1642-1644), se aproximan a las realidades al mostrar las condiciones propias de las protagonistas y sus características no arraigadas en las provocaciones idealistas de sus espectadores como la pintura de Alegoría del triunfo de Venus, Bronzino (1550) o Baco, Ceres y Cupido, Von Aachen (1598) en las que claramente se evidencia el papel que desempeña el pintor/espectador= Hombre y la persona/objeto= mujer porque convocan a la sexualidad de quienes miran las pinturas y no a la de ellas (John Berger, 1972).

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Elena Fourment, Peter Paúl Rubens (16361638)

Betsabé, Rembrandt (1654)

Aproximación a realidades, relación con la experiencia, ruptura de convencionalismos idealistas.

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Alegoría del triunfo de Venus, Bronzino (1550)

Ceres y Cupido, Von Aachen (1598)

Idealización de la mujer que atrae la sexualidad del espectador. La sexualidad de la mujer es minimizada.


Cabe indicar que gran parte de la publicidad, prensa y televisión han tomado como referente las representaciones idealizadas de las pinturas de provocación al espectador en formas recurrentes de la expresión corporal.

Almuerzo sobre la hierba, E. Manet (1863)

Publicidad Yves Sant Laurent

Mujer desnuda reclinada, G. Couvert (1862)

Publicidad Selú

Fuente: Mara Steiner (Seminario, Universidad de Palermo, Buenos Aires, 2017)

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Para Yadira Calvo, estamos en una sociedad en la que la apreciación de las mujeres es mayormente anatómica en casi todos los órdenes, como un ejemplo se encuentran los concursos de belleza donde la candidata es medida y pesada como los animales ofrecidos en el mercado (Calvo, 2013). La autora señala que por siglos la mujer ha dedicado a cultivar su exterior en detrimento de su personalidad moral, lo cual determina que es un fenómeno cultural adoptado por varias mujeres. En este sentido se evidencian las campañas publicitarias de productos de belleza femenina. Los discursos de estereotipo como “Sé bonita y cállate”, mencionada por Beaudelaire. Al respecto Parsons, enfatiza que la apariencia de la mujer en una función dominante, es la de ama de casa que debe depender del matrimonio y competir con otras mujeres por el amor de un hombre para lo cual es un requisito ser sexualmente atractiva (Calvo, 2013). Traversa (1997), señala que los atributos del cuerpo ejemplificados con imágenes y fotografías, especialmente en la publicidad; han diversificado sus discursos, así como categorías y valoraciones. Algunas categorías han permanecido como la presentación llamativa del cuerpo de la mujer. Mas los cambios que se han incluido han sido en estilo y omisión de componentes visuales como los relacionados a la ornamentación (vinculada a decoración en el arte), a los de tipo exhibitivo y el valor social. El autor enfatiza que las proposiciones estéticas y políticas de cada época, han sido relativas a las transformaciones del cuerpo en los medios. Por otro lado Calvo (2013) refiere a dos autoras, la primera Rosario Castellanos, quien indica sobre la imposición de cánones estéticos por parte de los hombres en diferentes lugares y épocas, como el ideal de obesidad, dietas y fajas extremas así como las uñas largas, las complicaciones de los peinados y maquillaje que transforman a la mujer en un ser inútil para la vida activa, una estatua inmovilizada. Describe los enunciados de Jean Selz, quien coloca el ejemplo de Blancanieves, donde su madrastra tiene una acción delictiva frente a una respuesta que ofende su unicidad de belleza, en este sentido representa la tortura interior de la mujer bella y vacía que empieza a envejecer. Un hecho frecuentado por los cuentos de hadas al asociar la fealdad con maldad y la belleza con bondad. La belleza convertida en un código de bondad (Calvo, 2013). Linda Valencia, Génesis Contreras y Maria Elena Flores, estudiantes del tercer nivel de la Carrera de Artes Plásticas de la Universidad Técnica del Norte, desarrollaron una propuesta basada en los convencionalismos impuestos por la sociedad consumista, estereotipos, idealizaciones. Ellas decidieron realizar una representación desde la asignatura Talleres Creativos I impartida por la autora de este tratado, en el semestre abril-agosto 2018. La materia propició la experimentación con diversidad de materiales con las técnicas de stop motion y collage donde el equipo de estudiantes obtuvo una producción audiovisual con gran valor reflexivo. A continuación se muestra una imagen como síntesis del contenido.

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Título: Suciedad Humana Técnica: stop motion y collage Fecha: abril 2018 Concepto (sítesis): La propuesta se basa en las malas influencias, acciones, actitudes, y palabras que observamos de la sociedad. El enfoque se construye con lo que significa para nosotras tener que soportar las fallas sociales. La idea de una figura humana dada por un referente que en sí mismo ya es parte de los estereotipos femeninos, con un interior corrompido de voces que incluyen pecados capitales, prejuicios, y como la gente juzga por las apariencias externas de modo permanente. Enlace del vídeo: h t t p s : / / w w w. f a c e b o o k . c o m / l i n d a . v a l e n c i a . 7 9 4 / v i d e o s / 9 0 3 1 8 4 8 2 9 8 6 7 6 2 5 / ? h c _ ref=ARSTwpFe9340uDRj6wlxe8YcuDEbKU5zRFm96Rxfhc4ssYgJ_Hq8sTjqEgVXkDB_N78

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En este sentido las integrantes mediante esta representación expresan a modo de reclamo y un llamado a reflexión sobre lo que ellas evidencian en su entorno directo y en el globalizado. Esta producción forma parte de los referentes que se han analizado desde varias perspectivas entorno al tratamiento de la imagen de la mujer en la sociedad. En este contexto Calvo reflexiona sobre la vocación maternal que los hombres han intentado cultivar con tanto esmero, desde normas y actitudes de patriarcado; el sometimiento a la abnegación, el recato, la modestia, la mujer prisionera, la falsa imagen arquetípica aspirada por comerciales, sermones, literatura, entre otros. El papel exagerado de la función de la madre en el periodo de gestación y lactancia a modo de placer cuando ambos llegan a ser procesos muchas veces dolorosos (Calvo, 2013). Al respecto, cabe indicar que al finalizar el siglo XIX la Constitución de 1876 no benefició a la mujer ni social ni laboralmente; Gil Galván indica que el interés de la mujer priorizaba la educación y el trabajo principalmente como parte de su desempeño siendo esposa y luego como realización personal de supervivencia. Esto último se comprobó en las primeras décadas del siglo XX, bajo esta normativa de control sobre la población femenina se desencadenó un protagonismo social de la mujer en subordinación al hombre (Herrero, 2010).

Signo icónico Al abordar el signo icónico Mariela D’Angelo (2007) refiere a Pierce y Eco. Para Pierce, el signo es icónico cuando representa a su objeto especialmente por su semejanza. Mientras que Eco indica que el signo icónico construye un modelo de relaciones equivalente al modelo de relaciones perceptivas construidas al conocer y recordar el objeto. D’Angelo Indica que, en términos contemporáneos, la iconicidad es entendida como componente de una semiosis visual. De esta forma la autora establece modalidades que atienden a representaciones diferenciadas y convencionalizadas en las siguientes Tipologías: fotografía, ilustración, pictograma, diagrama. Los autores de esta investigación consideran signo icónico al que propicia analogía de las apariencias con los objetos y por similitud de configuraciones; de modo que, la tipificación del signo icónico está en estrecha dependencia del grado de iconicidad1. Se evidencia en los códigos visuales que “el lenguaje visual gráfico o iconográfico implica habitualmente abstracción aun cuando se plantee en términos de hiperrealismo. Siempre un lenguaje icónico tiende a la abstracción por ser un modo de expresión que busca la realidad en los códigos universales” (Peltzer, 1991, p. 35.). En este sentido el dibujo que se representa a mano abstrae parte de la realidad. A diferencia del nivel de iconicidad propiciado por una fotografía. En el caso de los pictogramas, son tomados como recursos visuales que se circunscriben al proceso de abstracción. En suma, estas categorizaciones permiten identificar las variables de las representaciones visuales 1 La escala de iconicidad de Abraham Moles (1973) propone trece grados, desde el valor máximo hasta las imágenes de iconicidad nula (caracterización del objeto por medio de palabras o fórmulas algebraicas)

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que emergen en diferentes publicaciones estáticas y animadas en el ámbito de la comunicación visual, arte y diseño, en temas que la mujer ha sido presentada, desde fotografías como propuestas icónicas hasta la abstracción dada por los pictogramas, y categorías de íconos.

Pictogramas y representaciones de los géneros Los diarios El Telégrafo, El Comercio, El Universo, entre otros de distribución nacional, así como los de expendio regional, no están exentos de análisis respecto a la publicación de fotografías, ilustraciones, diagramas, entre otras representaciones que construyen la imagen de la mujer, tanto en formatos impresos como en los sitios Web oficiales de los medios. Existe variedad de producciones visuales para ser analizadas ampliamente desde los ámbitos de la comunicación visual. Gil aclara que los medios masivos han presentado imágenes de mujeres de forma simplificada, distorsionada y caricaturizada. Circunstancia diferente para el caso de los hombres, para quienes se sitúan condiciones gráficas donde ejercen el poder. En este sentido, los medios se han encargado de construir estereotipos sociales respecto a la ocupación de la mujer y el hombre en el ámbito público (Gil, 2013). Peltzer (2001) en su libro Periodismo iconográfico refiere autores como Gombrich, García, Panofsky, Peltzer, quienes presentan postulados desde la relación entre lo iconográfico e iconológico, el primero como parte de los procesos descriptivos de la imagen, mientras que el segundo, como la especificación y estudio de las acciones representadas en términos de hábitos y sentimientos en dimensiones éticas, políticas, estéticas, retóricas y poéticas. No obstante, hay que destacar el repertorio gráfico propuesto por Otto Neurath, entendido como sistema, es uno de los componentes recurrente en la prensa que participa con lenguaje de iconos, con producción de pictogramas expandidos de forma internacional, basados en representar determinados conceptos (Cunha, 2008). Es una categoría ordenada de signos que se ha transformado de acuerdo a los contextos y tecnologías. Este sistema proyecta iconos reconocidos en la señalización, el tránsito, y especialmente para la representación de personas en temas sociales que tienen que ver con la estadística. Por su parte D’Angelo (2007) señala que un pictograma es aquella imagen que su sintaxis es el producto de la selección de los rasgos mínimos significantes de un referente, guardando una relación analógica del mismo. Bárbara Emanuel (2010) indica que si miramos un pictograma de una mujer en una puerta identificamos que es un baño femenino incluso si no hay nada escrito ni se encuentre una figura de asiento de inodoro o un fregadero. Aprendemos lo que el símbolo significa por convenciones, esto facilita que espectadores entiendan la estructura del mensaje. Las convenciones son las formas, los colores, en el caso de los sitios web los íconos y textos de botones

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en menús. En suma la sintaxis visual es parte de un convencionalismo de la imagen icónica en sus diferentes niveles de iconicidad que al mismo tiempo contiene lenguajes comunes, como los siguientes ejemplos encontrados en el diario El Telégrafo:

El Telégrafo, 28 de enero de 2009, Mujeres, heridas por gestos y palabras

El Telégrafo, 25 de febrero de 2009, Violencia patrimonial o económica

El Telégrafo, 17 de febrero de 2009, Se inicia campaña contra la violencia

Rostro de hombre: representación plana, nivel 7. Mujer: pictograma, nivel 6, representación con lenguaje esquemático.

Rostro, mujer y niño: representación plana en negro, nivel 6.

Hombre, mujer y niño: pictogramas, representación con lenguaje esquemático, nivel 6.

En ambos casos la mujer es representada de forma vulnerable en relación con el rostro del hombre agresor e indefensa, a lo que se suma la dimensión, expresión de angustia, e impotencia con la disposición de sus brazos al contraerlos e intentar cubrirse del agresor.

Los dos últimos ejemplos incluyen representaciones de niños, que como hijos también son afectados, presentan mediante las líneas curvas descendentes como parte de su boca

Representaciones sobre la violencia contra la mujer, diario El Telégrafo 2009. Fuente: Los autores

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El Telégrafo, 3 de marzo de 2009, CNE fijó reglas para los tesoreros de campaña

Estructura de electorales

los

organismos

El Telégrafo, 10 de marzo de 2009, Dignidades a elegirse en los comicios

Pictogramas de hombres como representaciones en lenguaje esquemático, nivel 6. Son tres casos en los que se excluye la representación de la mujer como participante en los diferentes roles electorales, desde la acción del voto, quienes lo receptan, hasta quienes ocupan las dignidades políticas . Pictogramas sobre los roles sociales que excluyen a la mujer, diario El Telégrafo 2009. Fuente: Los autores

Aplicaciones de pictogramas de género La diseñadora Yang Liu en su libro “Man meets woman”, realiza propuestas sobre estereotipos de género a partir de pictogramas identitarios realizados en el marco de los roles en una sociedad de constante cambio, en un acercamiento a replantear las relaciones de género en el marco de posicionar acciones identitarias que se han determinado en el último decenio.

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Conclusiones Se evidencia que la imagen de la mujer mediante representaciones visuales en periodos distantes tienden a una adaptación de roles en publicaciones contemporáneas ejerciendo provocación hacia el espectador en el caso de la publicidad. No obstante aún prevalece de cierto modo, una mujer como signo icónico en lenguajes pictóricos y esquemáticos que opaca sus propios deseos y sexualidad, como un ser pasivo y vulnerable. Esto último además en relación a las mujeres afro en la portada de la revista SOHO, a pesar de ser expuestas en un mejor nivel social que las mujeres mestizas de fondo, no dejan de demostrar desde su desnudez una actitud distante a sus propios deseos, de este modo se constata que permanecen en una condición de objeto según Berger, y por tanto se considera un tipo de irrespeto que se ha naturalizado como producto de los convencionalismos que subyacen en los registros de la comunicación y las formas de producir imagen para la sociedad que atribuyen a las mujeres formas de esteticidad pasiva. Los pictogramas que representaban la violencia contra la mujer hace casi una década en medios de comunicación impresos también son parte de un convencionalismo que los productores conformaron indirectamente por medio de sus imaginarios. Sin embargo desde el análisis de normativas de Gil sobre la representación de la imagen de la mujer, subordinaron su rol creando estereotipos de maltrato y agresión para ser puestos en escena. Por tanto, es probable que con la aplicación de dichas normativas en Ecuador se hubiese dado un mayor control a las formas de producción de la imagen de la mujer en medios de comunicación, por atentar contra la dignidad de las mujeres convirtiendo los actos de violencia no únicamente en la noticia sobre información que en ese momento ocurría, sino, reafirmando una condición simbólica y cultural de maltrato, pero también de discriminación. Esto último en relación con la iniciación de la actividad política que la mujer ecuatoriana presentaba en ese entonces, lo que no justifica que se hayan utilizado pictogramas únicamente de hombres en estos cargos así como los votantes y miembros de juntas receptoras del voto. Finalmente se identifican las características conceptuales y discursos que aún prevalecen en las representaciones visuales, en dependencia de los imaginarios propiciados por los medios, uno dado por las representaciones en pictogramas de Liu, mismos que pueden estar incurriendo en convencionalismos creados por un tipo de sociedad machista y consumista por la relación de las gráficas con dispositivos electrónicos, exceso de equipaje, enredo en la comunicación telefónica en el lado femenino. En tanto que aún identifica el rosa como característico de este género faltaría aún más propuestas que reivindiquen valores de roles y posturas ideológicas de la mujer en pictogramas. Es responsabilidad de profesionales así como estudiantes de las carreras de Artes, Diseño y Comunicación abordar enfoques para determinar, orientar y perfeccionar los procesos de construcción-representación de imagen de la

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mujer para la sociedad dentro de la cultura visual propia de los productores y los consumidores de información gráfica de medios, así como las transformaciones históricas políticas y económicas del contexto donde se difunde la información y desde la comunicación visual.

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Fotografía De la portada: Rafael Ben Ari, recuperada de la web “Noticias Parlamento Europeo” short URL: www.goo.gl/62r4HF Susan M. Gálvez Sánchez Santiago Patricio López Chamorro Marcelo Cervantes Washington Maldonado Juan Carlos Morales

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