“Las ciudades se han convertido en un imperio visual en el que todos somos receptores, pero el derecho de emitir los mensajes está reservado exclusivamente a los grandes estamentos más poderosos. El escritor de grafiti, en clara actitud temeraria, desafía este monstruo y aferrándose, probablemente sin saberlo, a las leyendas más antiguas y nobles, sale de su casa, se enfrenta a este mundo y solamente con los recursos de su valor y su arte, consigue su lugar y él mismo se hace hombre. Es, de algún modo, la reivindicación del individuo frente la sociedad masificada que le ignora.” JORDI RUBIÓ, fabricante de los sprais Montana Colors.