11 DE MARZO BÚSCALOS

Reservados todos los derechos de autor para el autor Prohibida su reproducción total o parcial sin la previa autorización por escrito de su autor

11 DE MARZO BUSCALOS

(Richard Estes, Vagón de metro de Nueva York. Este óleo, de los años sesenta, de los primeros del pintor, evidencia su posterior evolución hacia un realismo aún más fotográfico paralelo al desarrollo de su virtuosismo técnico)

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Con amor, a ella, mi amiga, y a ellos, que viajaban con ella en un viaje sin retorno.

Fernando Arturo de Monreal Clavijo

Y nadie espera ya la llegada del expreso, La visita oficial de la luz a los mares necesitados.

La resurrecci贸n de las voces en los ecos que se calcinan.

Rafael Alberti

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Búscalos, búscalos. No dejéis de buscadlos.

Búscalos en el recuerdo, búscalos en la clara luna, caminando sobre las estrellas. Búscalos en el Sol, ¡la puerta maestra!

Búscalos en la mirada tierna, en las lágrimas. Esas lágrimas que arden y se abrazan con las fogatas que prenden a la orilla de la mar. Buscando almas perdidas, desorientadas, entre limbos de ciudades, ríos y mares.

Un tren se los llevó. Corriente arriba, en contra de la corriente los arrancó, de brazos y corazones. Se los llevó, hacía exilios perdidos, lejos de los reinos de los hombres, lejos y más cerca de Dios.

Ojos perdidos, corazones rotos, sueños del ayer.

Amor, amor, amor.

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¿Amor hoy? No es posible. Solo recordar y seguir amando el ayer.

Una sortija perdida entre la ropa de los gavetas, perdida entre la nada, perdida.

Un anillo encontrado entre estrellas disipadas, de oro y nácar, rota y pisoteada. Fundida, casi toda, por el fuego, ese fuego…

Porque yo los he visto, en el pasado.

Porque yo los he visto, en el futuro.

Ese fuego, que se abraza con las lágrimas de carne. Ese estruendo, que quiebra, aún hoy mi descanso. .- ¡No llames por teléfono! No sea que conteste la muerte.

De nuevo, la muerte que tanto me lleva dentro. Porque yo, soy el tiempo.

Una flor desgajada, se marchita entre los amasijos de hierro. Una flor perdida de entre un ramo de flores. Por la

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eternidad se fragua, se desgaja y vuelve a formar, ese ramo de flores, de violetas y azahar.

Escombros, camino y viajo entre esos escombros. La busco, intento buscarla, entre restos de sombras, que ayer fueron personas. Hoy, almas y recuerdos tardíos.

Como la llamada. .- No cojas el tren. Por favor, no te marches.

Triste melancolía, ¡triste son las Siete Partidas!

Podía Dios, haber evitado tanta muerte, si el hombre hubiese sido justo y no jugase a ser Dios, siendo hombre.

Buscad, buscadlos.

Entre astillas vagabundas, entre gotas de lágrimas, en sombras de sangre, escondido, cerca del casco perdido. Un corazón

herido.

Una

zapatilla

ensangrentada.

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extraviada,

una

llave

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Una alianza de oro blanco, al borde de un precipicio, entre anden y anden, .- Algo flota, sobre el espacio algo se mueve.

Un beso y una luz que me abrazan. Caigo, el vacio es eterno, caigo, ¡agárrame!

Te recuerdo, te encuentro en mis sueños.

En España a 11 de Marzo del 2016 H2OX7 Fernando de Monreal Clavijo

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