CIRCULARIS OSTIUM SUPER MENSA OCTAGONAL H2OX7 by Fernando De Monreal Clavijo

Salto del ﾃ］gel, Venezuela

¡Álzate altivo, ¡pueblo castellano! ¡Que una planta extranjera A manchar no se atreva en día insano El Solio augusto de Isabel Primera! ¡Sus! de la tierra ibera, De la sin par nación, Indómito sacude la melena El valiente león, Y con rugido pavoroso llena Hasta el confín lejano, Donde respire un corazón hispano! Y poderoso ese rugir retumba, Y atruena los espacios, Y salen nuestros padres de la tumba, Á la muerte dejando sus palacios. J.de Bethencourt

CIRCULARIS OSTIUM SUPER MENSA OCTAGONAL Aquella heroica raza, Digna de memoria eterna, Que llenó con el recuerdo De singulares proezas, Los confines de dos mundos, La redondez de la tierra (…) J.de Bethencourt

A diario acontece al pueblo lo que le aconteció al topo que deseaba ser amigo de la rana pintada que lo llevó consigo. Entiende bien mi cuento y el porqué te lo digo. Tenía el topo su cueva en la ribera; de pronto el río creció tanto que maravilla fue aquella crecida, rodeóle toda la manzana, el manzanar era su casa y le impidió salir fuera. Vino hasta él cantando la rana, la rana era muy contadera. El descanso del guerrero parece haber sido embargado por el orgullo de un césar a quien gusta regalar medallas ajenas, y hacer comulgar con ruedas de molinos al pueblo español. Tal vez exista una dislexia social, provocada por tanta idolatría al poder, aquella que usurpa méritos a los mineros y cambia doblones españoles por turrones de encofrado rumano. Me gusta el deporte, y el deporte se merece medallas al mérito deportivo, y los trabajadores honrados, aunque estemos en paro, se merecen medallas, medallas al trabajo honrado. Medallas a los 4

mineros, y medallas a los pescadores, medallas a los barrenderos, y medallas al soldado, ¡y medallas al pueblo! Testigo es Dios, -si es que tengo que demostraros algo- que me zampe un elefante obscuro como me comí una urraca para no morir de hambre en Castilla la Mancha. Arrinconado por un estado que vende parcelas de poder a gobiernos extranjeros. Él advirtió la necesidad en mis ojos, presenció la cacería de aquel sapo, como engullía su repulsivo cuerpo en un intento de que mis fuerzas no flaquearan y mis neuronas no se sumergieran en el limbo de la debilidad. Mientras mis lágrimas ahogadas por la ira y la rabia, empapaban mi catre humillado y triste por la traición de una interminable lista de Tribunos, representantes del escarnio y la masacre de la dignidad obrera española. Las parcelas del poder vendidas a gobiernos extraños comunistas aumentaban y tomaban formas sobre nuestro país, convirtiendo en despojos los derechos de nuestro pueblo español. Mientras intentaba conciliar el sueño, escuché la voz, Él me hablo, esa voz era la voz de la libertad. Una libertad cautiva y escondida tras el silencio de un cuerpo que observa como un pueblo languidece,

expulsado y substituido por apátridas comerciantes de derechos que extirpan de nuestras raíces para ser vendidos a las mafias colonizadoras, aquellas que se enriquecen de las arcas del estado, de las nóminas de sus pateras, del paro obrero español, de las comisiones de sus contratos. La verdad no es que vivamos un tiempo difícil, la única verdad es que la España obscura ha vuelto para anidar entre nosotros. Ý se mueven los peones obscuros. La España obscura crece como pueblo en la sombra, armada hasta los dientes de ingratitud y felonía. Una torre negra que se alza sobre el mapa nacional se tambalea con soberbia energía cayendo sobre la sombra de un elefante blanco que camina firme sobre un plató pavoroso. La torre arrastra su propia sombra al centro del circo, ¡Roma no es! ¡El elegido a sus puertas está! Dos ángeles blancos, dos padres a su encuentro llegan, uno del Sur, otro del Norte y un Caballero del Este. ¡Todo dispuesto está!

El pueblo, existen pueblos en toda la antigua nación, pueblos que fueron de libertades y libertadores, pueblos como Venezuela y pueblos como España, mi patria y nación. El pueblo, ese pueblo, es ignorante e indiferente contra su voluntad, merced a la situación social política y económica en la que se encuentra anclada en los océanos perennes de la nada. A ese pueblo, no le importa más que de las cosas que le emboscan directamente su intimidad, sus intereses cotidianos, su vida. Porque es un pueblo putrefactivo,

corrompido

desde

sus

raíces

por

sus

bufones

presidenciales, haciéndoles perder su propia identidad bolivariana, vendiendo su propia libertad nacional. Miremos más allá, en el horizonte urbano, más allá comienza para un cierto pueblo lo desconocido, lo incierto y el peligro de las mistificaciones políticas, de la mística económica. Nuestra nación española corre el riesgo de padecer esta enfermedad. ¡La falsa praxis bolivariana de la libertad! En la que se cambian cromos por piedras. Ellos les tienen miedo a lo incierto, al peligro de las manifestaciones políticas, al enfrentamiento, a los gritos del silencio, un silencio que debe desaparecer de las calles y de las plazas,

un silencio que rompe el silencio y aplaude la desaparición y la caída del árbol genealógico de los golpistas chavistas y guerrilleros. ¡Raíces putrefactas de Caín ¡ Esta nación, la española, no puede dejarse inyectar, no deseamos ser inyectados, y no podemos permitir que nos den a tomar dosis de inmaterialidad de engaño comunal. ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la esclavitud? La lucha por la libertad no implica rebelarse contra todas las leyes, contra las leyes naturales. La lucha por la libertad debe rebelarse contra las leyes innaturales, autoritarias, las que nos han impuesto inherentemente, y que expresan el desenvolvimiento natural a las leyes políticas y jurídicas impuestas al pueblo por la fuerza nacida de la violencia que mana del autoritarismo dictatorial, que hipócritamente y en nombre de una democracia artificial que encubre una doctrina metafísica, determinada, y en virtud de su personal mentira la vienen a llamar ¡Libertad!

Pero la naturaleza del hombre es la libertad y contra el instinto de libertad no existe rebelión alguna, y toda rebelión que surja en contra del instinto de la libertad del pueblo supone un suicidio ridículo en contra de la sublevación estatal contra el pueblo mismo, aunque esta sea una determinación de autodestrucción del Estado de Derecho, una dinamitación teleprogramada. La naturaleza de la libertad envuelve al pueblo, penetra en su corazón, constituye la existencia de Nación Grande y Libre. No se puede concebir la idea de vivir sin libertad, de ser separado de la libertad, de la libertad soñada y buscada por el hombre desde los albores de su existencia histórica. La libertad es la expresión directa del sentido de la vida. Es el gran todo, es la inteligencia de la naturaleza ante la infinitez del mundo. ¿Es el pueblo libre? Cuando un hombre trata de probar algo, ¿qué hace ese hombre? Procede paso a paso, utilizando las señales, los datos, los antecedentes.

Se para de vez en cuando y considera lo que tiene que probar y quiere demostrar. La naturaleza del hombre es el tiempo, y el tiempo ha probado directamente lo que el hombre ha querido demostrar, y mientras el tiempo prueba directamente la tesis de la libertad. El hombre ofrece pruebas indirectas. Para lo que, supone lo contrario de lo que quiere probar y trata de obtener una contradicci贸n a partir del supuesto que ofrece. Si el hombre quiere probar un enunciado del tipo si X, entonces O, es probable que inicie una prueba condicional suponiendo que X y probando entonces O.

Fernando de Monreal Clavijo H2OX7 En Espa帽a a 03 de Mayo del 2015

Al-Iraq, n.º 1, 1 de junio de 1920

Periódico diario dedicado a la política, la literatura y la economía, publicado por primera vez en Bagdad el 1 de junio de 1920.