Cuando las cadenas suenan 03 de marzo 2015

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CUANDO SUENAN LAS CADENAS

Ve ahí donde Él está, en el alma a quien gusta la verdad.

San Agustín

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Tratado sobre la creación del mundo Fecha de creación Alrededor de 1275 d. C. - 1300 d. C. Idioma Latín Título en el idioma original Tractatus de creatione mundi Este manuscrito, que contiene un Tractatus de creationemundi (Tratado sobre la creación del mundo del Libro del Génesis, seguido de una narración de la Pasión de Cristo (folios 99 reverso – 128 verso), es uno de los ejemplos más significativos de la iluminación de Siena de finales del siglo XIII.

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Las cadenas tienen alma y nombre, y como todas las almas, estás escuchan y como todo nombre, estás se hacen escuchar.

Las cadenas con las que encadenan al pueblo, al que arrastran a los abismos de la desesperación, el hambre, la locura y la muerte. Esas cadenas que sonríen frente a las pantallas que convierten en esclavos a los hombres y entretienen a los pueblos en los limbos del eterno esparcimiento en donde se dispersan los hombres que se pierden entre las sombras de la cobardía, con mentiras y circos mediáticos, eternizan la llegada de la libertad para dar paso a las hienas del espanto.

Hienas cuyas risas ensordecen a los telespectadores, convertidos en zombis burlones de su propia desgracia, maldiciente vida y muerte.

Cadenas que saltan de las bocas alcantarilladas de los legisladores que pujan como esclavistas subasteros en la mejores plazas de España, que pactan por doquier en un intento de gobernar los trasteros nacionales en los que se arrinconan los derechos constitucionales del pueblo español.

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Siendo conocedor de la mayoría de los segmentos en los que el poder es dividido por los corsarios y apátridas de un estado en continua decadencia y venta de parcelas, no tendría mucho sentido que un periodista preguntara al especulador entrevistado por el objetivo al que dirigen sus circenses espectáculos y diatribas, en las que esconden sin escrúpulos los muertos y desaparecidos en la Crisis Nacional, que dista de ser menos benévola que la acaecida en 1926 en la que la mano de obra Española empuñó el estandarte de la Victoria o Muerte.

Si en lugar de analizar la cadena sonora que los reptiles esperados han impulsado, haciendo sonar un esporádico tintineo en el que núcleos pequeños de inmigrantes han ido tomando posiciones y absorbiendo derechos directos e indirectos por encima de los españoles, hubiésemos dejado de papar moscas y defendido a nuestro pueblo que se ha visto obligado a huir del amenazador Tic, Tac del reloj que el Cocodrilo enamorado del pirata se tragó en el escenario dantesco de un futuro líder de pistoleros al margen de la ley. Hoy tendríamos el coraje suficiente para no menospreciar la verdad y señalar con nuestros dedos índices a los verdaderos traidores del estado español, aquellos que han vendido a nuestro pueblo a los

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esclavistas, aquellos que nos empujan día tras día al acantilado de la desesperación, aquellos que han situado irremediablemente a un pueblo en la encrucijada de una sola decisión, la que rompe las cadenas del horror.

Alguien debiera analizar los textos escritos de los nobles campesinos, del obrero llano, de los verdaderos artistas y escritores olvidados en los pueblos más humildes, en los barrios marginales de la España olvidada y triste. Entonces, algún día, podríamos experimentar la verdadera esencia del corazón nacional de España.

La verdad finita nos dice que la mentira del hombre del Vulgo y la de esos aspirantes a legisladores y su hipocresía, desembocan en ambiciones que empobrecen cada día más a nuestro país abocado continuamente a una esclavitud perenne y Obituario Constitucional.

Huelga decir que la política en España, se ha convertido en un negocio cuya empresa cotiza en bolsa privada y a puerta cerrada tras las murallas de la vergüenza.

Tampoco es necesario decir nombres. Los nombres sólo son sucesiones de signos que designan algo como un número, una ciudad, una persona

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una nacionalidad, un país. Y sólo, tan sólo importa el comportamiento, el patriotismo, el alma de cada uno de esos nombres, y en esto deben diferenciarse. Y por ser más cortos, más extraños o sencillos, o parecer más unívocos o más independientes, no por ello son más sinceros ni más honestos, ni más valientes o más pueblo.

Pero en este escenario en el que los subasteros pujan por el poder, los nuevos aspirantes, -nacidos del despropósito- compran sillones con el dinero de vecinos países, y las serpientes se injertan piernas para poder vestirse por los pies. ¿Quién llora en España? ¿Un rey tal vez? ¿El presidente? ¿El arzobispo? ¿El pueblo? Tal vez. .- Los hombres también lloran.

Mientras el río atraviesa un Madrid solitario y triste, un Madrid que cuesta reconocer, un Madrid cuyos días de la gran movida han quedado en un recuerdo retuerto. Las almas furibundas de la España del siglo XXI, almas cuyos cuerpos fueron amortajados por la bestia de la crisis, la soberbia ambición y el egoísmo de políticos nefastos que asaltaron los poderes y garantías sociales y constitucionales de un

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pueblo abandonado a la deriva tras la cortina de humo construida por la mentira nauseabunda de los parásitos del poder. Y mientras el río sigue su curso, las almas se reúnen alrededor de un león dormido, cuyos lamentos provenientes del corazón del pueblo, despierta poco a poco, el descanso de un rey al merecido sueño de esperanza de un pueblo. .- ¡El reloj se ha parado! .- El tiempo se acabó.

Existen vidas, vidas que se componen de almas y espíritus. Vidas cuyos destinos se cruzan constantemente a lo largo de toda una existencia. Entre los senderos iluminados por la Aurora, por el Sol y por la Luna.

Vidas arcanas y vidas silenciadas en este mundo, cuyas voces puedes encontrar en los sentidos del silencio hablando con el príncipe de los espíritus solitarios, con el rey de los caballeros renacidos de las cenizas de la Corona Aurea del Temple.

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Escondemos nosotros, amigos amados en cofres de alabastro, en nuestros sentidos despiertos y en los que descansan en la cuna de los espíritus nacidos. ¿Quién soy? ¿Quién eres?

Tal vez somos una extraña mezcla de vidas, almas y espíritus, y que con cuya unión formamos estrellas en el universo iluminando a los que se dejan seducir por la obscuridad. Una obscuridad que cabalga en busca de un holocausto.

Amigos son pocos a los que debo y con los que mantengo una deuda de sinceridad, aquella que habla sobre quién soy, quien fui, y quien sigo siendo.

Pero, prefiero mantener esa deuda y tan sólo decirles: .-Os espero Fernando de Monreal Clavijo H2OX7 En España a 03 de Abril del 2015 UVE SOCIEDAD

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