VISIONES DE REALIDAD
VISIONES DE REALIDAD
Dunas de Duao
Espinos
AQUÍ ALBINO ECHEVERRÍA ¡PRESENTE! En una trayectoria de más de medio siglo pueden suceder muchas cosas. En primer lugar que al cumplirlo sorprende desprevenido al pintor porque él pensaba que nunca llegaría ese momento. Vale la pena anotar las ideas de un hacer tan extendido y como se ha persistido en un oficio escogido por absoluta convicción y tal cual se sostiene en el tiempo estimulándolo, variándolo y enriqueciéndolo desde dentro de sí mismo y de lo que le viene de la comunidad en que ha vivido. Claro que es posible que en el hoy le cause cierta desazón que le pregunten: don Albino, ¿todavía pinta Ud.?
Casa abandonada en el paisaje
Y con la mejor y conciliadora disposición querrá responder: Aquí Albino Echeverría, ¡Presente!, que no termina de hacerlo como se deja cualquier otra profesión; que en esta no hay retiro y además traen al recuerdo a los maestros ejemplares Pablo Vidor y Pascual Gambino que pasaron la centena siempre pintando hasta completar su ciclo en esta tierra. El asunto ha sido practicar un medio de expresión respetando sus posibilidades y limitaciones, moverse trabajando con la propiedad de quien conoce el oficio, lo que implica dominar lo artesano y también los medios “que dicen“ respaldado todo por el talento. Es indudable que en su caso lo primero favorece a lo cercano, permitiéndole una y mil formas de enfrentarlo. Ha compartido la profesión de artista plástico y la ha considerado una actividad especializada, como una facultad que posee y que ejerce porque tiene una organización propia, con un gran espíritu de servicio y rigiéndose por ciertas normas éticas que incluyen una actitud de lealtad hacia el espectador y hacia los compañeros de ruta en una actualización permanente de los conocimientos, de la disciplina a gran nivel, la discreción profesional escogida por cuestión de vocación y en el desarrollo de ella. La ha ido ampliando y profundizando tanto en la teoría como en la práctica con su dimensión social al proyectarse a los demás.
Agua azul
Albino Echeverría ha trabajado sustentando lo que hace en la visualidad, es decir, en lo figurativo, que le ha permitido fijar un estilo. Hay tantas posibilidades en el pasado cuando él reconoce que los viejos maestros chilenos que nos han dejado el legado de una profesión bien servida y que por eso hay que honrarlos. En ellos él puede apoyarse y de hecho, le estimulan, le sugieren y le alimentan. Cómo ellos resolvieron sus problemas plásticos haciendo sus propios aportes para dar cada vez algo mejor. Si don Juan Francisco González nos enseñó la mancha y el empaste, están allí las coincidencias con la obra de nuestro pintor. Y entonces, de repente, los artistas se parecen en el tiempo, en lo que hacen y así los comprendemos.
Camino en el bosque
Faldeos
El tema es una preocupación grande de Echeverría, quien sale a recorrer la región en procura de paisajes, configurados en lomajes, bosques de tierras quemadas, tal vez, esas colinas erosionadas y sus cárcavas, los mares y dunas, los busca y encuentra representándolos con la buena calidad de la pintura suya. En los últimos días ha soñado con pintar una gran ola y que ella llene casi toda la tela, pero no ha podido encontrar una de ese tamaño, entonces me inmiscuyo en su imaginación y le sugiero que la busque en nuestro Pacífico en días de altas marejadas. Puede asimismo ser pintor urbano en sus vistas de la ciudad, luminosas y coloreadas, en atmósferas que reconocemos como muy nuestras, de brumas, de humedades y cielos fantasiosos, rodeada de cerros, frondosidades y aguas. De su taller como espacio de trabajo íntimo y como lugar de meditación, se arman los conjuntos de objetos en bodegones, con formas, colores y texturas. También los motivos florales, la naturaleza en sí y su reinado. Al ser un artista que ha logrado el reconocimiento nacional y por las características de su personalidad podemos llamarle “maestro”. Nos gusta verlo como gran lector y formador de bibliotecas, como escribidor y hombre que domina la palabra para hablar de arte a sus discípulos y de su transcurrir cuando se refiere a sus colegas pintores.
Paisaje florecido
Se puede decir mucho del maestro Echeverría, de las riquezas de su vida, que se proyecta como tarea para el futuro a los entendidos. Por ahora, cuando gran parte del público estima que ha llegado a un punto culminante en su profesión y que ya no necesita de halagos para él y su obra –que la valoramos como excelente– pienso que ambos merecen un aplauso. Parece ser ésta, una manera propia para dar término a este escrito, pero prefiero hacerlo en una forma resumida desde sus propias palabras: “Es que yo tengo una especie de deuda con Concepción. Nací en Cauquenes, pero toda mi vida se ha desarrollado en esta ciudad. Llegué niño, estudié aquí, formé familia. Aquí están mis amigos con quienes he compartido hermosos momentos”. Iván Contreras R. | Profesor Emérito, UdeC, 2015
Bodegón con diarios
Campos inundados I
ALBINO ECHEVERRÍA CANCINO 1929 • Nace en Cauquenes el 26 de Julio. 1956/1960 • Estudia en la Academia Libre de Bellas Artes de Concepción, alumno y discípulo del maestro Tole Peralta. 1964 • Es becado a México para aprender la técnica mural. A su regreso trabaja como ayudante del maestro Jorge González Camarena en la realización del mural “Presencia de América Latina”. 1977 • Es becado al Cuzco, Perú para aprender restauración de bienes muebles. 1978 • Se le otorga el Premio Municipal de Arte de Concepción. 2004 • Se le confiere el Premio Regional de Artes Visuales Marta Colvin.
Sergio Lavanchy Merino Rector Universidad de Concepción Bernabé Rivas Quiroz Vicerrector Académico María Soledad González Sierra Directora de Extensión y Pinacoteca Sandra Santander Montero Curadora/Asesora Artes Visuales Paulo Arias Ruiz Fotografía Valeria Herrera Barrandeguy Diseño de Catálogo
CASA DEL ARTE 07 de mayo al 21 de junio - 2015
Árbol florecido
CASA DEL ARTE 07 DE MAYO AL 21 DE JUNIO