LA EFICACIA DE UNA COMUNIDAD VIRTUAL DEL APRENDIZAJE Valeria Medina García Me parece extraordinaria la forma de introducirse a nuestra vida, ha sido tan eficaz que ni siquiera nos ha dado la oportunidad de negarla, al contrario ha sido el fenómeno que más ha impactado y en poco tiempo se ha convertido en la más tremenda de nuestras necesidades. La tecnología ha saqueado a un mundo entero, ha transformado culturas y formas de vida, ahora repercuta como la solución a gran parte de nuestras dificultades. Las nuevas generaciones están creciendo en medio de una multitud de herramientas tecnológicas que abarcan cada aspecto de su vida, es por ello que también impacta fuertemente al área de la educación. Como docente en formación estoy consciente del reto al que enfrento: la necesidad y exigencia de diversificar y flexibilizar las oportunidades de aprender cualquier cosa, en cualquier lugar y tiempo y de distinto modo, atendiendo a las diferencias individuales; muy personales y de grupo. No se trata de insertar lo nuevo en lo viejo, o de seguir haciendo lo mismo, con los nuevos recursos tecnológicos. Es innovar haciendo uso de las nuevas tecnologías. En esta ocasión me remito a presentar a uno de los recursos tecnológicos que ha sido notable su difusión en la educación, me refiero a las comunidades virtuales de aprendizaje, ambientes que no existen físicamente, son sitios que permiten intercambiar y distribuir información a un grupo de personas relacionados con un área del conocimiento en particular, también permiten una interacción entre los usuarios a través de una red de computadoras y la internet. Podemos considerar a una comunidad virtual de aprendizaje como un punto de encuentro que permite a los estudiantes y profesores, incluyendo a los padres de familia interactuar con la finalidad de lograr un objetivo en común, “aprender”. Destaco a uno de los más importantes beneficios de este recurso cuando desaparecen las limitaciones de tiempo y de espacio.
Además propicia un ambiente colaborativo en donde los integrantes aprenden a escucharse, a comunicarse y a evaluarse, a resolver problemas con los puntos de vista de todos y a compartir conocimientos o quizás tácticas siendo flexibles y de mentes abiertas. Siendo participe de más de una comunidad virtual de aprendizaje, manifiesto mi agrado al usar este recurso tecnológico porque son muchos los beneficios que adquiero día con día, desde una nota de alguna clase o el privilegio de poder compartir nuestras experiencias que le pueden servir a otros o una conversación crítica de una referencia bibliográfica donde participan mis compañeros y el coordinador del curso. Todas estas facilidades que nos brinda una comunidad virtual no hacen otra cosa más que impulsar la educación en el aula.