Cu ent a ver
«Se pueden vivir muchas vidas en una misma vida, en una misma persona y en un mismo cerebro.» Alejandro Jodorowsky )1929-…), artista franco-chileno. ific ada
Jesús de Nazaret ya no se sorprendía por nada. Después de celebrar más de 2000 navidades, escuchar villancicos en todos los idiomas, visitar por el universo, millones de belenes, pinturas, esculturas, vidrieras y pesebres sobre su nacimiento… ya no le asombraba nada en Navidad. Así, que esta navidad, como todas las navidades, comenzó a visitar los belenes. ¡Eran tan parecidos! ¡Eran tan previsibles!… Sin embargo, este año, un belén llamó su atención. Junto al Niño Jesús, había una piña pintada, con un cartel que decía: «¡Gracias! ¡Volví a nacer el quince de diciembre!». Jesús, intrigado, preguntó por este regalo y una lavandera le contó esta historia: «Ha sido Renacer, que es hijo de un pobre pastor. De niño, Dios Padre tocó su corazón y se lo llenó de deseos de vivir: «Dice el Señor Dios: os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.» (Biblia: Ez 36, 26). Y, desde entonces, Dios Padre le cuidó y acompañó en las nuevas vidas que viviría. Vivió de pequeño la vida de aprendiz de herrero, camarero en la posada, estudiante nocturno que aprendía a leer y escribir, soñador de una nueva vida: ¡Ser profesor! ¡Ser escritor! Al convertirse en adolescente, siguió buscando vivir una nueva vida. Así que abandono a su familia, se alistó en el ejército y marchó a tierras lejanas. Pero allí también sintió que necesitaba cambiar. Dejó el ejército y se convirtió en alumno para ser rabino, de Nicodemo, el fariseo.» Entonces, Jesús se llenó de ternura, por el cariño que le tenía y sus diálogos con él: «Nicodemo: ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo viejo? ¿En qué puede volver al seno de su madre y nacer de nuevo? )…) Jesús respondió: Es necesario nacer de nuevo.» (Biblia: Jn 4, 4 y 7). «Pasó el tiempo, y una vez más, Renacer sintió que debía cambiar. Así que dejó a Nicodemo y vivió nuevas vidas: de antisistema en una comunidad de hombres y mujeres; de novio con su primera novia; de obrero en una fábrica; de revolucionario en un grupo político clandestino; de universitario por las noches; de viajero por el mundo de lo paranormal, la meditación y el inconsciente; de amigo de Dios Padre… En cada cambio y nueva vida, aprendió a conocerse más, a ser más feliz, a cambiar, a mejorar, a descubrir la vida que deseaba vivir. Por ello, volvió a su ciudad y