Mes de María 2011 by Rodrigo Niculcar

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

PRESENTACION Queridos hermanos hermanas: Les presento con alegría este material para vivir el Mes de María. Lo titulé: “En la escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”. Este texto del Mes de María quiere ayudarnos a entrar en la escuela de María que es la escuela del discipulado para que escuchando la Palabra del Señor como un Mensaje vivo para el hombre de hoy seamos discípulos auténticos de Jesús y lo sigamos no solitariamente sino en la comunidad de la Iglesia. El Mes de María es uno de las expresiones más venerables de la religiosidad popular chilena. Esta “piedad popular es una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia y una forma de ser misioneros, donde se recogen las más hondas vibraciones de la América profunda” DA 264. Y el Papa Benedicto nos dijo que la piedad popular es un “precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina” pero como todo en la vida esta religiosidad “puede ser profundizada y penetrar cada vez mejor la forma de vivir de nuestros pueblos (…) La piedad popular es un “imprescindible punto de partida para conseguir que la fe del pueblo madure y se haga mas fecunda” DA 262. Buscando seguir lo que nos dicen los obispos: profundizar, madurar y hacer mas fecunda la religiosidad popular escribí este texto del Mes de María 2011. He querido que las personas asistentes al Bendito Mes se encuentren con la riqueza de las dos primeras encíclicas del papa Benedicto XVI, con el Documento de Aparecida y con el tiempo de Adviento, uniendo devoción y liturgia. Por eso el esquema es el siguiente: -

Primera Semana: Meditar y orar con la Virgen María la Buena Noticia de nuestra fe: Dios nos ama, Dios es amor y nos invita a vivir amándonos. Deus Caritas est es el nombre en latín de esta carta. Segunda semana: en nuestra sociedad vacía de las grandes esperanzas y llena de muchos miedos la encíclica Spe Salvi sobre la esperanza cristiana es una Buena Noticia para recibir con María la fe y la esperanza y así caminar alegres en la vida esperando a y en el Señor. Tercera semana: en la escuela de María queremos ser discípulos y misioneros en nuestro continente tan necesitado de evangelización. Siguiendo el texto de Aparecida queremos vivir con María la alegría de ser discípulos. Cuarta Semana: para que la religiosidad se profundice es necesario hacerla entrar en la vivencia litúrgica de la iglesia, por eso, en esta semana meditaremos los Evangelios de cada día de Adviento mirando a María que es protagonista de este tiempo litúrgico.

Rezo para que este texto sea un instrumento humilde para que todos durante estos treinta días entremos en la escuela de María donde aprendemos siempre a ser discípulos misioneros de Jesús de quien recibimos la verdadera Vida en la comunidad de la Iglesia. Unidos en el Amor y la Esperanza que viene del Señor. Pbro. Ramón Tapia Rodríguez.

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

FECHAS IMPORTANTES durante el Mes de María: 5 de noviembre: Peregrinación Juvenil Santuario de lo Vásquez. 8 de noviembre: Comienzo del Mes de María. 12 de noviembre: 7.00am . Rosario del alba en Comunidad nuestra Señora del Carmen. 19 de noviembre: 7.00am. Rosario del alba en Comunidad en Medalla Milagrosa. 26 de noviembre: 7.00am. Rosario del alba en Comunidad en Nuestra Señora de Lourdes. 27 de noviembre: Comienza el Tiempo de ADVIENTO. 3 de diciembre: 7.00am. Rosario del alba en Comunidad san Marcelino. 8 de diciembre: Fiesta de la inmaculada Concepción de la Virgen. 19.00: Procesión final y Misa en Parroquia.

ESQUEMA PARA TODOS LOS DIAS DEL MES. 1.- Canto y oración inicial. 2.- Santo Rosario (cantar entre los misterios) 3.- Lectura bíblica (folleto). 4.- Tema del día (folleto). 5.- Oraciones espontáneas. 6.- Padre Nuestro. 7.- Saludo de la Paz. 8.- Avisos. 9.- Oración final. 10.- Venid y vamos todos.

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

“En la escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”. Folleto

Día 8 de Noviembre : San Lucas 8,19-21: Entonces se presentaron su madre y sus hermanos, pero no pudieron llegar hasta Jesús a causa del gentío. Le avisaron: tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte. El les respondió: -mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. Palabra de Dios.

Enseñanza: el Señor nos dice que María su Madre vale más a los ojos de Dios por escuchar y practicar la Palabra que por haber llevado a Jesús en su seno. La maternidad física es muy importante pero más importante es que la Virgen fue la primera y perfecta discípula de Jesús, que con un corazón atento escucha lo que Dios le dice y sin resistencia, sin discutir la pone en práctica como una esclava. Comenzando el Mes de María queremos meditar la Oración del mes buscando que nuestra verdadera devoción a Ella sea imitarla en sus virtudes como nos enseña la Iglesia. En su oración pedimos dos virtudes principalmente que brillan en la bendita Madre:

La humildad, modesta flor que te es tan querida: la humildad es reconocer que somos pequeños y pecadores y que el Poderoso y Santo es el Señor como canta la Virgen María. Somos pequeños, no podemos todo, somos criaturas limitadas por nuestro tiempo, por el cansancio y por la muerte. Somos pecadores porque todos los días pecamos siete veces. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra dice Jesús, y san Juan afirma que si nos creemos y decimos que no somos pecadores somos mentirosos. María es la mujer humilde que no atribuye ningún don recibido a ella sino al Señor. El Señor se ha fijado en la pequeñez de su sierva. Que este Mes de María nos haga verdaderamente humildes y baje cada vez mas nuestro nivel de orgullo y soberbia, de prepotencia y altanería. María busca siempre ”no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo; sólo entonces el mundo se hace bueno. María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor (Lc 1, 38.) . Sabe que contribuye a la salvación del mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente a disposición de la iniciativa de Dios”.

La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. En esto notamos si crecemos como cristianos o estamos estancados o retrocediendo. Si amamos cada vez mas al Señor, vivimos agradecidos, le pedimos perdón por nuestros pecados, lo alabamos, asistimos a Misa todos los domingos, escuchamos y practicamos su Palabra. Y en el amor al prójimo significa que la vida de fe bien vivida me hace más amable, más tolerante y cariñoso y solidario con los demás. Me hace rezar y evangelizar a los demás. Me saca de mi encierro y me abre al bien de los demás. Me preocupo y me ocupo del bien espiritual y material de los demás. No busco mi propio interés. Como dice el himno de san Pablo. “ si yo no tengo amor, yo nada soy Señor”. Si no amo a mis hermanos como son, con sus virtudes y defectos, si Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

no amo a los enemigos y a los molestosos significa que me falta crecer como cristiano. En este Mes cada vez que rece la oración pediremos crecer en la mejor flor que alegra a la Virgen: la caridad.

Día 9 de Noviembre :

1 Juan 4,7-10: Queridos, amémonos unos a otros, porque el

amor viene de Dios; todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios porque Dios es amor. Dios ha demostrado el Amor que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único para que vivamos gracias a él. En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios.

Enseñanza: Dios (me) nos ama. El beato Papa Juan Pablo II nos dice: “El hombre no puede vivir sin amor. El permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente”. (RH 10) Los seres humanos buscamos el amor, necesitamos ansiosamente amar y ser amados. Sin el amor nos degradamos, vivimos tristes, amargados, depresivos. La Buena Noticia de nuestra fe es que Dios nos ama, sin ningún mérito propio. No hemos hecho nada para merecer el amor. El nos ama primero y nos sigue amando primero dice el Papa Benedicto. El nos enseña: “hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida” DCE 1. Cuando tú y yo experimentamos en lo profundo de nuestro ser que Dios nos ama personalmente, que nos perdona, que se la juega por mí dándonos su vida en la cruz mi vida cambia. Ese amor busca llenar mi corazón. Dios no sólo nos ha creado a cada uno único e irrepetible sino que “este Dios ama al hombre” “El amor apasionado de Dios por su pueblo, por el hombre, es a la vez un amor que perdona. Un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo, contra su justicia” Y el amor de Dios para ti no es un amor abstracto, lejano o frío, sino que te ama “como un amante con toda la pasión de un verdadero amor” DCE 10 Todos tenemos heridas de amor, por exceso o por falta de cariño en la niñez, o por dificultades en la vida adulta; somos personas que buscamos el amor e incluso lo mendigamos en las personas, o “haciéndonos cariño” con cosas como la comida, la bebida, el status, el dinero, el consumismo, el sexo, los animales, el futbol. Pero todos los amores humanos son débiles, pasajeros y no nos llenan el corazón. Dejemos que el amor de Dios entre y llene nuestro corazón para sentir paz, alegría y felicidad. Así lo hizo la Virgen María que recibió el Amor de Dios como una humilde esclava, lo guardó en su corazón y lo entrega siempre a cada uno de nosotros. Este amor del Señor la hizo feliz y bienaventurada. En la Salve decimos que la Virgen María tiene ojos misericordiosos, es decir, que nos mira siempre con amor, con compasión, con ternura. La Virgen te mira y nos mira con amor, nunca enjuiciándonos ni retándonos. Que el Amor del Padre Bueno que es infinito entre profundamente en nuestro corazón en este bendito Mes de María. Y ¿cómo se puede lograr esto? Creyendo que Dios me ama sin mirar mis pecados. El demonio que quiere hacernos infelices nos dice siempre Dios no te ama porque eres pecador, o porque mira tus sufrimientos: Dios no te ama porque te castiga y así dudamos del Amor. Y si dudamos se produce un corto circuito en nuestro interior, porque cada ser humano existe y se mantiene en la vida por el Amor de Dios y si yo dudo de ese amor corto, me separo de Aquel que me da la Vida.

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Día 10 de Noviembre:

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Jesús nace en Belén (Lucas 2,6-12)

Mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado sitio en la posada. Había unos pastores en la zona que cuidaban por turno los rebaños a la intemperie. Un ángel del Señor se les presentó y ellos sintieron un gran temor. El ángel les dijo: No teman. Miren, les doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David el Salvador, el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Palabra de Dios.

Enseñanza: Jesucristo el amor de Dios encarnado: El amor de Dios no es una idea sino que ese amor llega a nosotros en vivo y en directo cuando el Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad se hace carne, se hace uno de nosotros en todo menos en el pecado. Jesucristo nos muestra su inmenso amor de muchas maneras pero sobre todo de dos: -

Encarnándose: Comparte tu vida y la de todo ser humano: estuvo nueves meses en el vientre de María, tuvo que mamar, aprender a caminar, a hablar, a relacionarse, a trabajar, se fatigó, se cansó. Hizo milagros, se compadeció de los que sufren y de los pecadores y marginados. No desprecia a nadie, sino que ama sin distinción. La carta a los Hebreos dice que Jesús no se avergüenza de llamarnos sus hermanos. Se encarna humildemente para que todo hombre y toda mujer pueda encontrarse con ese amor. Es un Dios tan lleno de amor que acepta no tener sitio en la posada. Por amor a nosotros nace entre animales. Por amor se da a conocer a los marginados de la sociedad como eran los pastores en su tiempo.

Muriendo en la cruz por nuestros pecados. El asumió los pecados tuyos y míos y los clavó en la cruz, en su cuerpo santo y puro. Jesús no hace como nosotros que le echamos en cara los pecados a los demás sino que siendo inocente los asume por nosotros. Nos ama tanto que nos da la amnistía total de nuestros pecados. Nos abre el cielo, el camino de la felicidad. Va a la cruz humildemente, sin defenderse, entregado. Como dice san Pablo: me amó y se entregó por mí y eso lo podemos decir todos nosotros. No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos y eso hace Jesús en toda su vida y en su pasión y su cruz.

Día 11 de noviembre:

Rom 8,31-39: Teniendo todo esto en cuenta ¿qué podemos decir?

Si Dios está de nuestra parte, ¿Quién estará en contra? El que no reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos va a regalar con él todo lo demás?¿Quien acusará a los que Dios eligió?(…) ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada? (…)En todas estas circunstancias salimos mas que vencedores gracias a Aquel que nos amó. Estoy seguro que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni potestades, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes, ni altura ni hondura, ni criatura alguna nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios.

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Enseñanza: El amor va más allá de los sentimientos (DCE 17). Nos enseña el Papa Benedicto: “En el desarrollo de este encuentro se muestra también claramente que el amor no es solamente un sentimiento. Los sentimientos van y vienen. Pueden ser una maravillosa chispa inicial, pero no son la totalidad del amor (.) El encuentro con las manifestaciones visibles del amor de Dios puede suscitar en nosotros el sentimiento de alegría, que nace de la experiencia de ser amados. Pero dicho encuentro implica también nuestra voluntad y nuestro entendimiento. El reconocimiento del Dios viviente es una vía hacia el amor, y el sí de nuestra voluntad a la suya abarca entendimiento, voluntad y sentimiento en el acto único del amor. No obstante, éste es un proceso que siempre está en camino: el amor nunca se da por « concluido » y completado; se transforma en el curso de la vida, madura y, precisamente por ello, permanece fiel a sí mismo querer lo mismo y rechazar lo mismo, es lo que los antiguos han reconocido como el auténtico contenido del amor: hacerse uno semejante al otro, que lleva a un pensar y desear común” (DCE 17). La historia de amor entre Dios y el hombre consiste precisamente en que esta comunión de voluntad crece en la comunión del pensamiento y del sentimiento, de modo que nuestro querer y la voluntad de Dios coinciden cada vez más: la voluntad de Dios ya no es para mí algo extraño que los mandamientos me imponen desde fuera, sino que es mi propia voluntad, habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí que lo más íntimo mío. Crece entonces el abandono en Dios y Dios es nuestra paz. Los chilenos somos muy sentimentales y nos sentimos por todo. El amor profundo va más allá de los sentimientos que son inestables. El sentimiento es una chispa inicial dice el Papa pero debe profundizarse de tal manera que pueda amar incluso al que humanamente no paso, no lo soporto porque ha entrado en mí el amor de Dios que ama siempre. Si yo amo con mi amor que es pequeño y humano voy a querer a las personas hasta que el otro se porte bien o haga lo que me gusta a mí. Así no estoy amando sino que estoy siendo egoísta. Jesús dice que si amamos a los que nos aman qué mérito tenemos porque lo hacen hasta los más malos. Empezamos a amar cuando amamos al distinto, al que me ha hecho algo malo. Cuando amo a los que se parecen a mí, se portan bien conmigo, tienen ideas parecidas estoy amándome a mí mismo en las personas que digo amar, pero que en realidad las estoy usando para mi bien personal. La Virgen María nos invita a amar mas allá de los sentimientos. Ella amó a Pedro que negó tres ves a su Hijo Jesús; amó a Judas, amó a Anás y Caifás. La Virgen ama a los soldados que torturaron a Jesús. Renuncia a sus sentimientos negativos que buscan otra cosa y se llena del amor de Dios y con ese amor derrama su misericordia sobre todos.

Día 12 de noviembre :

Mateo 5,38-48: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y

diente por diente. Yo les digo que no pongan resistencia al que les hace mal(…) ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos, oren pos sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre del cielo que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover , sobre justos e injustos. Si ustedes aman sólo a los que los aman ¿qué mérito tienen? No hacen lo mismo los recaudadores de impuestos. Si saludan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? También hacen lo mismo los paganos. Por tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el cielo. Palabra de Dios. 6

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Enseñanza: El amor a los hermanos (DCE 18). DCE 18. De este modo se ve que es posible el amor al prójimo en el sentido enunciado por la Biblia, por Jesús. Consiste justamente en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo. Más allá de la apariencia exterior del otro descubro su anhelo interior de un gesto de amor, de atención, que no le hago llegar solamente a través de las organizaciones encargadas de ello, y aceptándolo tal vez por exigencias políticas. Al verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la mirada de amor que él necesita. En esto se manifiesta la imprescindible interacción entre amor a Dios y amor al prójimo, de la que habla con tanta insistencia la Primera carta de Juan. Si en mi vida falta completamente el contacto con Dios, podré ver siempre en el prójimo solamente al otro, sin conseguir reconocer en él la imagen divina. Por el contrario, si en mi vida omito del todo la atención al otro, queriendo ser sólo « piadoso » y cumplir con mis « deberes religiosos », se marchita también la relación con Dios. Será únicamente una relación « correcta », pero sin amor. Sólo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para manifestarle amor, me hace sensible también ante Dios. Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama. Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha amado primero. Así, pues, no se trata ya de un « mandamiento » externo que nos impone lo imposible, sino de una experiencia de amor nacida desde dentro, un amor que por su propia naturaleza ha de ser ulteriormente comunicado a otros. El amor crece a través del amor. El amor es « divino » porque proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso unificador, nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea « todo para todos». La Virgen María es modelo del amor a los hermanos: “Así se pone de manifiesto, además, que sus pensamientos están en sintonía con el pensamiento de Dios, que su querer es un querer con Dios. Al estar íntimamente penetrada por la Palabra de Dios, puede convertirse en madre de la Palabra encarnada. María es, en fin, una mujer que ama. ¿Cómo podría ser de otro modo? Como creyente, que en la fe piensa con el pensamiento de Dios y quiere con la voluntad de Dios, no puede ser más que una mujer que ama. Lo intuimos en sus gestos silenciosos que nos narran los relatos evangélicos de la infancia. Lo vemos en la delicadeza con la que en Caná se percata de la necesidad en la que se encuentran los esposos, y lo hace presente a Jesús. Lo vemos en la humildad con que acepta ser como olvidada en el período de la vida pública de Jesús, sabiendo que el Hijo tiene que fundar ahora una nueva familia y que la hora de la Madre llegará solamente en el momento de la cruz, que será la verdadera hora de Jesús. Entonces, cuando los discípulos hayan huido, ella permanecerá al pie de la cruz; más tarde, en el momento de Pentecostés, serán ellos los que se agrupen en torno a ella en espera del Espíritu Santo. “Virgen María enséñanos a amar a todos los hombres con el Amor de Dios”.

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Día 14 de Noviembre: Job 3,1-11: Por fin, Job se decidió a hablar y maldijo el día de su nacimiento diciendo: desaparezca el día en que nací y la noche en que se anunció: ha sido concebido un hombre. Que ese día se vuelva tinieblas, que Dios desde lo alto se desentienda de él, que sobre él no brille la luz (…)¿Por qué al salir del vientre no morí o perecí al salir de las entrañas? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me dieron de mamar?. Palabra de Dios. Enseñanza: en el mundo actual las personas no se sienten felices ¿Qué nos pasa? No somos plenos, no estamos contentos, nos falta la esperanza. Veamos algunos síntomas de la falta de esperanza: -

Miedo al sufrimiento: nadie acepta el dolor, la cruz; creemos que son castigo del Señor. Sobreprotegemos a los hijos y nietos y quedan sin capacidad para sufrir.

Aburrimiento: los jóvenes y niños y también adultos en esta sociedad con tanta entretención viven aburridos, lateados, sin ánimo como niños malcriados. Vivimos insatisfechos.

Pérdida del sentido de la vida: las personas de nuestro tiempo no saben para qué viven; no entienden el sufrimiento, la alegría la viven en forma histérica y ansiosa.

La vuelta a los dioses: se cree más en las mentiras de los brujos, el tarot, el horóscopo que en el Señor y en su Palabra.

El materialismo: se vive sólo para este mundo que se termina y alimentamos solamente nuestro cuerpo y nuestra alma está vacía.

El individualismo (anti comunitarismo): no queremos participar en grupos y comunidades católicos ni en las organizaciones humanas como la junta de vecinos. Vivimos egoístamente, cada uno para su santo. Buscamos una vida burguesa donde nadie me moleste, no meterme con nadie: Esto es todo lo contrario de ser católico que es vivir en comunidad de Iglesia la fe y la vida.

La superficialidad: vivimos sin pensar y a flor de piel, por eso no aceptamos los problemas, no profundizamos en nuestro interior, no dialogamos con Dios ni con nuestro interior. No vivimos en la realidad, por eso nos gusta ver tantas teleseries y reality shows. Vivimos la vida de otros y no la nuestra.

Sin esperanza no se puede vivir, se vive con inseguridad, con temor. Dios en el fondo de nuestra desesperanza quiere sembrar la esperanza que levanta nuestra mirada hacia el cielo, hacia Dios. Como dice el salmista: Levanto mis ojos a los montes ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra.

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Día 15 de Noviembre: 2 Cor 4,16-18: Por tanto no nos acobardamos: si nuestro exterior se va deshaciendo, nuestro interior se va renovando día a día. A nosotros la angustia presente, que es liviana y pasajera, nos prepara una gloria perpetua que supera toda medida, ya que tenemos la mirada puesta en lo invisible, no en lo visible, porque lo visible es pasajero, pero lo que no se ve es para siempre. Palabra de Dios.

¿Qué es la esperanza? “En este sentido, es verdad que quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida. La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando « hasta el extremo », « hasta el total cumplimiento » . Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente « vida ». Empieza a intuir qué quiere decir la palabra esperanza que hemos encontrado en el rito del Bautismo: de la fe se espera la « vida eterna », la vida verdadera que, totalmente y sin amenazas, es sencillamente vida en toda su plenitud. Jesús que dijo de sí mismo que había venido para que nosotros tengamos la vida y la tengamos en plenitud, en abundancia ( Jn 10,10), nos explicó también qué significa « vida »: « Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo » (Jn 17,3). La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces « vivimos »”. Carta sobre la esperanza. Papa Benedicto La esperanza en el Señor nos hace caminar con alegría en la vida y así no nos quedamos pegados en los sufrimientos ni en los problemas sino que tenemos una mirada más allá del día a día. Vamos a la felicidad plena, todo lo de aquí pasa y se termina, por eso la esperanza está en el Señor que no muere y vive eternamente y no nos abandona nunca. A medida que pasa el tiempo nos damos cuenta como dice san Pablo que nuestro exterior, nuestro cuerpo se va muriendo poco a poco: el cuerpo se enferma, se cansa mucho, se encanece, se arruga. Pero en nuestro interior va naciendo una esperanza de vivir para siempre, de permanecer en la vida. Nos cuesta aceptar la muerte de los seres queridos y de nosotros mismos porque Dios ha infundido en nuestra alma el deseo de la vida eterna, de la vida para siempre. Esa esperanza es la que le da sentido a todo lo que hacemos, sufrimos y esperamos

Día 16 de Noviembre:

1 Cor 15, 20-27: Ahora bien, Cristo ha resucitado de entre los

muertos, y resucitó como primer fruto ofrecido a Dios, el primero de los que han muerto. Porque si por un hombre vino la muerte, por un hombre viene la resurrección de los muertos. Como todos mueren en Adán, todos recobrarán la vida por Cristo(…) Porque Él tiene que reinar hasta poner a todos sus enemigos bajo sus pies; el último enemigo que será destruido es la muerte. Palabra de Dios.

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

¿Qué es la vida eterna? Nos dice el Papa Benedicto:”De algún modo deseamos la vida misma, la verdadera, la que no se vea afectada ni siquiera por la muerte; pero, al mismo tiempo, no conocemos eso hacia lo que nos sentimos impulsados. No podemos dejar de tender a ello y, sin embargo, sabemos que todo lo que podemos experimentar o realizar no es lo que deseamos. Esta « realidad » desconocida es la verdadera « esperanza » que nos empuja y, al mismo tiempo, su desconocimiento es la causa de todas las desesperaciones, así como también de todos los impulsos positivos o destructivos hacia el mundo auténtico y el auténtico hombre. La expresión « vida eterna » trata de dar un nombre a esta desconocida realidad conocida. Es por necesidad una expresión insuficiente que crea confusión. En efecto, « eterno » suscita en nosotros la idea de lo interminable, y eso nos da miedo; « vida » nos hace pensar en la vida que conocemos, que amamos y que no queremos perder, pero que a la vez es con frecuencia más fatiga que satisfacción, de modo que, mientras por un lado la deseamos, por otro no la queremos(…) la eternidad no sea un continuo sucederse de días del calendario, sino como el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad. Sería el momento del sumergirse en el océano del amor infinito, en el cual el tiempo – el antes y el después– ya no existe. Podemos únicamente tratar de pensar que este momento es la vida en sentido pleno, sumergirse siempre de nuevo en la inmensidad del ser, a la vez que estamos desbordados simplemente por la alegría. En el Evangelio de Juan, Jesús lo expresa así: « Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría » . (SS 12) La vida eterna es experimentar desde aquí la alegría del Señor que rompe mis tristezas. Es experimentar que Dios me acompaña, me ama siempre. No soy un desconocido para el Señor sino que Él me conoce desde antes que estuviera en el vientre de mi madre. Me conoce y me ama.

Día 17 de Noviembre :

Sant 5,7-11: Hermanos tengan paciencia, hasta que vuelva el

Señor. Fíjense en el campesino: cómo aguarda con paciencia hasta recibir la lluvia temprana y tardía, con la esperanza del fruto valioso de la tierra. Ustedes también tengan paciencia y anímense que la llegad del Señor está próxima. Hermanos no se quejen unos de otros y no serán juzgados: miren que el Juez está ya a la puerta. Tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Palabra de Dios.

¿Cómo se aprende la esperanza? “Pero el esfuerzo cotidiano por continuar nuestra vida y por el futuro de todos nos cansa o se convierte en fanatismo, si no está iluminado por la luz de aquella esperanza más grande que no puede ser destruida ni siquiera por frustraciones en lo pequeño ni por el fracaso en los acontecimientos de importancia histórica. Si no podemos esperar más de lo que es efectivamente posible en cada momento y de lo que podemos esperar que las autoridades 10

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políticas y económicas nos ofrezcan, nuestra vida se ve abocada muy pronto a quedar sin esperanza. Es importante sin embargo saber que yo todavía puedo esperar, aunque aparentemente ya no tenga nada más que esperar para mi vida o para el momento histórico que estoy viviendo. Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. Ciertamente, no « podemos construir » el reino de Dios con nuestras fuerzas, lo que construimos es siempre reino del hombre con todos los límites propios de la naturaleza humana. El reino de Dios es un don, y precisamente por eso es grande y hermoso, y constituye la respuesta a la esperanza. Y no podemos –por usar la terminología clásica– « merecer » el cielo con nuestras obras. Éste es siempre más de lo que merecemos, del mismo modo que ser amados nunca es algo « merecido », sino siempre un don. No obstante, aun siendo plenamente conscientes de la « plusvalía » del cielo, sigue siendo siempre verdad que nuestro obrar no es indiferente ante Dios y, por tanto, tampoco es indiferente para el desarrollo de la historia. Podemos abrirnos nosotros mismos y abrir el mundo para que entre Dios: la verdad, el amor y el bien. Es lo que han hecho los santos que, como « colaboradores de Dios », han contribuido a la salvación del mundo (cf. 1 Co 3,9; 1 Tes 3,2). Podemos liberar nuestra vida y el mundo de las intoxicaciones y contaminaciones que podrían destruir el presente y el futuro. Podemos descubrir y tener limpias las fuentes de la creación y así, junto con la creación que nos precede como don, hacer lo que es justo, teniendo en cuenta sus propias exigencias y su finalidad. Eso sigue teniendo sentido aunque en apariencia no tengamos éxito o nos veamos impotentes ante la superioridad de fuerzas hostiles. Así, por un lado, de nuestro obrar brota esperanza para nosotros y para los demás; pero al mismo tiempo, lo que nos da ánimos y orienta nuestra actividad, tanto en los momentos buenos como en los malos, es la gran esperanza fundada en las promesas de Dios.(SS 35)

Día 18 de Noviembre2:

2 Cor 6,6-10: Nosotros obramos con integridad, inteligencia,

paciencia y bondad; con docilidad al Espíritu Santo, con amor no fingido, en nosotros está la verdad y la fuerza de Dios. Usamos las armas de la justicia a diestra y siniestra(…) Nos tratan como a mentirosos a pesar de que decimos la verdad, como a desconocidos cuando somos bien conocidos, como moribundos cuando estamos llenos de vida, como castigados pero no ejecutados, como tristes aunque estamos siempre alegres, como pobres aunque hemos enriquecido a muchos, como necesitados aunque lo poseemos todo. Palabra de Dios.

Esperanza desde la oración y el sufrimiento. “Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar–, Él puede 11

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ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad; el que reza nunca está totalmente solo”(SS 32). “Podemos tratar de limitar el sufrimiento, luchar contra él, pero no podemos suprimirlo. Precisamente cuando los hombres, intentando evitar toda dolencia, tratan de alejarse de todo lo que podría significar aflicción, cuando quieren ahorrarse la fatiga y el dolor de la verdad, del amor y del bien, caen en una vida vacía en la que quizás ya no existe el dolor, pero en la que la oscura sensación de la falta de sentido y de la soledad es mucho mayor aún. Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito” SS (37). Con la oración y el sufrimiento vamos poco a poco dándonos cuenta que la esperanza grande es Dios, porque todo lo demás se termina, no es eterno. La oración nos hace ver la vida en profundidad, con los ojos de Dios. En el sufrimiento nos hacemos pequeños para entrar en el Reino de Dios, en el reino de la felicidad relativizando todos los éxitos pasajeros.

Día 19 de Noviembre:

San Mateo 25, 31-46: Entonces dirá el rey a los de su derecha:

Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y vinieron a verme(…) Después dirá a los de su izquierda: Apártense de mí malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron(…) éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna. Palabra de Dios.

El Juicio del Señor, como lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza. “Es el encuentro con Él lo que, quemándonos, nos transforma y nos libera para llegar a ser verdaderamente nosotros mismos. En ese momento, todo lo que se ha construido durante la vida puede manifestarse como paja seca, vacua fanfarronería, y derrumbarse. Pero en el dolor de este encuentro, en el cual lo impuro y malsano de nuestro ser se nos presenta con toda claridad, está la salvación. Su mirada, el toque de su corazón, nos cura a través de una transformación, ciertamente dolorosa, « como a través del fuego ». Pero es un dolor bienaventurado, en el cual el poder santo de su amor nos penetra como una llama, permitiéndonos ser por fin totalmente nosotros mismos y, con ello, totalmente de Dios. Así se entiende también con toda claridad la compenetración entre justicia y gracia: nuestro modo de vivir no es irrelevante, pero nuestra inmundicia no nos ensucia eternamente, al menos si permanecemos orientados hacia Cristo, hacia la verdad y el amor. A fin de cuentas, esta suciedad ha sido ya quemada en la Pasión de Cristo. En el momento del Juicio experimentamos y acogemos este predominio de su amor sobre todo el mal en el mundo y en nosotros. El dolor del amor se convierte en nuestra salvación y nuestra alegría. Está claro que no podemos 12

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calcular con las medidas cronométricas de este mundo la « duración » de éste arder que transforma. El « momento » transformador de este encuentro está fuera del alcance del cronometraje terrenal. Es tiempo del corazón, tiempo del « paso » a la comunión con Dios en el Cuerpo de Cristo. El Juicio de Dios es esperanza, tanto porque es justicia, como porque es gracia. Si fuera solamente gracia que convierte en irrelevante todo lo que es terrenal, Dios seguiría debiéndonos aún la respuesta a la pregunta sobre la justicia, una pregunta decisiva para nosotros ante la historia y ante Dios mismo. Si fuera pura justicia, podría ser al final sólo un motivo de temor para todos nosotros” SS. Muchas veces las personas dicen: “la vida es injusta”, o a mí me tocó la mala suerte”. Por eso el Juicio que el Señor hará a todo ser humano en forma personal y a todos los hombres en el juicio universal nos ayuda a poner las cosas en su verdadera dimensión. Todo lo que está oculto se descubrirá, se sabrá la verdad de todos. Este juicio nos hace a los cristianos vivir con responsabilidad buscando ser siempre fieles a la Voluntad de Dios. A los que no creen o no practican Dios los prepara para ese juicio hablándoles en su conciencia. El Juicio crea esperanza porque nos hace confiar en el amor de Dios y no en el qué dirán los demás.

Día 21 de Noviembre:

Sant 2,14-20: Hermanos míos, ¿de qué sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Podrá salvarlo la fe? Supongan que un hermano andan medio desnudos, o sin el alimento necesario y uno de ustedes le dice: vayan en paz, abríguense y coman todo lo que quieran; pero no les da lo que sus cuerpos necesitan, ¿de qué sirve? Lo mismo pasa con la fe que no va acompañada de obras, estás muerta del todo. Palabra de Dios.

¿Qué nos pasa a los católicos de América Latina? Los obispos latinoamericanos nos dicen que “son muchos los creyentes que no participan en la Eucaristía dominical; ni reciben con regularidad los sacramentos, ni se insertan activamente en la comunidad cristiana (…) Tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable” DA 286. Nos hacen ver los obispos que muchos no se toman en serio su vida espiritual. Se dicen católicos a su manera. En realidad, han dejado de ser católicos porque hay una sola manera de serlo: como Jesús nos enseñó. En Chile muchos hemos progresado en lo económico, en los estudios y en capacitarse cada vez más pero en lo espiritual somos como niños, no sabemos casi nada y cualquiera nos engaña. Es un llamado a ser católicos de verdad, a vivir unidos al Señor y a su Iglesia. Recordemos que el Señor a través de la Virgen María en su Mes nos está llamando. Él está a la puerta de nuestro corazón, si lo dejamos entrar hará maravillas en nosotros, viviremos contentos y hablaremos de Dios a los demás. Necesitamos alimentar nuestra alma que está desnutrida y eso se nota porque ante cualquier problema o sufrimiento no tenemos fuerza interior y nos bajoneamos, nos desanimamos, hacemos depresión. Es urgente vivir la Misa todos los domingos, rezar todos los días, leer la Biblia, participar en una comunidad católica, porque si no lo hacemos nuestra fe se debilita y 13

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podemos llegar a perderla y terminar en la angustia y desesperación. El apóstol Santiago nos dice que no basta decir soy católico, soy devoto de la Virgen o de un santo; no basta decir yo tengo mucha fe, sino la pongo por obra, si no la practico. Si mi oración, mi Mes de María no me lleva a amar más, a ser mas humildes, mas pacientes quiere decir que no estoy dando los buenos frutos y así muchos no creerán porque dirán: si esta persona tiene fe y no cambia nada quiere decir que la fe no sirve y no tengo que participar en la Iglesia. Pasamos a ser un anti testimonio. Los obispos dicen que muchos de los latinoamericanos se han alejado de la fe porque los católicos no vivimos auténticamente la fe. Monseñor Larraín, un obispo chileno decía que los verdaderos enemigos de la Iglesia somos los malos católicos que con nuestra vida desprestigiamos la fe que decimos creer.

Día 22 de noviembre :

Juan 1, 35-42: Al día siguiente, Juan se encontraba en el mismo

lugar con dos de sus discípulos. De pronto vio a Jesús que pasaba por allí, y dijo: Este es el Cordero de Dios. Los dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús. Jesús dio media vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: ¿Qué buscan? Ellos contestaron: Maestro ¿dónde vives? Él les respondió: Vengan y lo verán. Se fueron con él, vieron dónde vivía y pasaron aquel día con él. Eran como las cuatro de la tarde. Uno de los dos que siguieron a Jesús por el testimonio de Juan era Andrés, hermano de Simón Pedro. Andrés encontró a su hermano Simón y le dijo: hemos encontrado al Mesías (que quiere decir Cristo). Y lo llevó a Jesús. Palabra de Dios.

Enseñanza: Discípulos y misioneros que tenemos en Jesús la Vida. Los seres humanos buscamos ganarnos la vida, buscamos mejorar la calidad de vida, buscamos mantener y defender la vida. Para tantas tareas necesitamos encontrarnos con Él que es la Vida: Jesús. Él lo dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Es la fuente de la Vida de la cual nosotros la recibimos con alegría y esperanza. Sin su vida que recibimos en los sacramentos, en la oración, en la lectura de la palabra, en los retiros y jornadas no podemos vivir la fe, no podemos hacer nada dice Jesús: “Sin Mí, no pueden hacer nada” (Jn 15,5) Si nos separamos de Jesús todo en nuestra vida se hace difícil, pesado o incluso imposible. Nuestras fuerzas humanas tienen un límite, no podemos todo. Eso se nota cuando andamos cansados por dentro, perdemos el entusiasmo, la alegría de ser cristianos. El evangelio que hemos proclamado nos hace ver que el primer encuentro con Jesús de los apóstoles fue algo tan impactante, tan lleno de alegría que los marcó para siempre; se acuerdan de la hora, llaman entusiasmados a otros. Ese primer encuentro que todos tuvimos con Jesús debe renovarse siempre, todos los días domingos en la eucaristía. Debemos volver siempre a la fuente de la Vida para que no se agote en nosotros y sigamos teniendo la potencia interna que viene de Dios. Esto nos hará humildes porque no tenemos fuerza en nosotros, somos débiles, sino en el Señor. Como decía san Pablo: “todo lo puedo en Aquel que me da fuerzas” y cuando quiso que Dios le quitara sus debilidades, el Señor le dijo: Mi gracia te basta, así en tu debilidad, Yo me mostraré fuerte. La Virgen María está llena de gracia, llena de la Vida de Dios, cada vez que le rezamos o la contemplamos esa gracia quiere entrar en nosotros. Sigamos diciéndole en este Mes que ruegue por nosotros pecadores para que recibamos la gracia, la Vida de Dios para derrotar en 14

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nosotros y en el mundo los efectos del pecado y construyamos la civilización de la fe, la esperanza y la caridad.

Discípulos y misioneros que tenemos en Jesús la Vida.

Día 23 de noviembre:

Flp 4,4-7: Tengan siempre la alegría del Señor; lo repito, estén

alegres. Que la bondad de ustedes sea reconocida por todos. El Señor está cerca. No se aflijan por nada, mas bien presénteselo todo a Dios en oración, pídanle y también denle gracias. Y la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. Palabra de Dios.

La alegría de ser discípulos (DA 28-30). Cuando uno se encuentra profundamente con Jesús experimenta una alegría muy grande. Vive la felicidad plena, la paz que me tranquiliza. Los obispos nos dicen que: “conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo” DA 29. Jesús quiere darnos esa alegría que llena el corazón pero tenemos que dejarlo entrar en nuestro corazón, vivir siempre con Él. Los chilenos nos cuesta vivir con alegría, somos mas bien de tonos tristones y melancólicos. Parece que la única alegría es tener mas dinero y que gane Chile en el futbol. En el dieciocho, en el Año nuevo y otras fiestas la alegría se expresa muchas veces histéricamente. Es un signo que no tenemos la verdadera alegría que Dios nos regala si abrimos el corazón. Esta alegría es tan profunda que no la quita ningún sufrimiento. San Pablo dice que vive contento en medio de las persecuciones, de las cárceles, de los azotes sufridas por Cristo. El P. Hurtado decía siempre: contento, Señor, contento, incluso cuando le dieron la noticia de su cáncer que lo llevaría al encuentro con Dios. Nos dicen los obispos: “ La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios” DA 29. Estoy alegre porque Dios me ama siempre, porque no me abandona, porque estoy en sus manos cariñosas. Jesús a sus discípulos siempre les decía: Alégrense, no teman.

Día 24 de noviembre:

San Lucas 9,23-26: Y a todos les decía: El que quiera seguirme,

niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? Si uno se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con su gloria, la de su Padre y de los santos ángeles. Palabra de Dios. 15

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¿Cómo somos verdaderos discípulos? Jesús en el Evangelio que hemos leído pone dos pasos para empezar: -

Negarse a sí mismo: el encuentro con Jesús es tan fascinante y nos llena de tanta alegría y amor que me doy cuenta que hay ideas, proyectos míos y familiares que no encajan con el Señor, que me apartan de vivir en esa paz. Por eso empiezo a pensar, a convertirme, a cambiar mis ideas negativas o mis ideas de juicio sobre los demás. Con la ayuda y el empujón del Señor empiezo a tener las ideas de Jesús. También mis sentimientos empiezan a cambiar: de la rabia voy pasando a la amabilidad, del odio y el rencor paso al perdón, de la agresividad y violencia física, verbal o interior paso a la mansedumbre. Y si el Señor entra profundamente en mi corazón mis actitudes y acciones cambian: soy más pacífico, amo a las personas, las comprendo, doy mi tiempo a los enfermos, a los pobres. Virgen María ayúdanos a renunciar a nuestro yo como lo hiciste Tú y así podremos discípulos de tu Hijo.

Cargar con la cruz de cada día: Todos los cristianos y todo ser humano tiene su cruz. Todos llevamos un dolor, un sufrimiento, un problema, una preocupación. Como cristianos queremos llevar la cruz, no botarla ni pedir a Dios que me la quite. La cruz se lleva equivocadamente cuando aguantamos con nuestras fuerzas porque así terminamos destruyendo nuestros nervios, nuestro estomago, el corazón, etc. La cruz se lleva con y en Jesús y así la cruz nos hace pequeños, humildes, orantes; nos conecta con otros que sufren. La cruz no es un castigo de Dios sino que es al revés, Dios está mas cerca del que sufre. Lo experimentamos mas cercano porque si oramos el nos consuela, nos fortalece. Como dice un salmo: me hizo bien el sufrir. Que la Virgen María que asumió la tremenda cruz de la persecución, pasión y muerte de Jesús nos ayude a llevar la cruz de cada día .

Día 25 de noviembre:

San Lucas 11,1-3: Una vez estaba Jesús en un lugar orando:

Cuando terminó, uno de los discípulos le pidió: Señor enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos. Jesús les contestó: Cuando oren digan: Padre Nuestro (…) Palabra de Dios.

El discípulo ora como Jesús nos enseñó. “La oración personal y comunitaria es el lugar donde el discípulo alimentado por la Palabra y la Eucaristía, cultiva una relación de profunda amistad con Jesucristo y procura asumir la voluntad del Padre. La oración diaria es un signo del primado de la gracia en el itinerario del discípulo misionero. Por eso, es necesario aprender a orar, volviendo siempre de nuevo a aprender ese arte de los labios del maestro” DA 255. Orar todos los días es alimentar nuestro interior para que nos vayamos afirmando cada vez más en Jesús y no en nuestras fuerzas humanas. Todos los días necesitamos respirar, alimentar nuestro cuerpo, darle bebida y con mucha mayor fuerza debo alimentar mi corazón orando, escuchando la Palabra de Jesús. La 16

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virgen María nos enseña a orar alabando al Señor, no pidiendo nada al Señor. Ella dice: mi alma canta la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humildad de su esclava. Nos dice el Papa Benedicto: “María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor ( Lc 1, 38. ). Sabe que contribuye a la salvación del mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente a disposición de la iniciativa de Dios. Es una mujer de esperanza: sólo porque cree en las promesas de Dios y espera la salvación de Israel, el ángel puede presentarse a ella y llamarla al servicio total de estas promesas. Es una mujer de fe: « ¡Dichosa tú, que has creído! », le dice Isabel (Lc 1, 45). El Magníficat —un retrato de su alma, por decirlo así— está completamente tejido por los hilos tomados de la Sagrada Escritura, de la Palabra de Dios. Así se pone de relieve que la Palabra de Dios es verdaderamente su propia casa, de la cual sale y entra con toda naturalidad. Habla y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se convierte en palabra suya, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Así se pone de manifiesto, además, que sus pensamientos están en sintonía con el pensamiento de Dios, que su querer es un querer con Dios.

Día 26 de noviembre:

Apocalipsis 3, 15-20: Conozco tus obras, no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente; pero como eres tibio, ni frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca(…)A los que amo yo los reprendo y corrijo. Sé fervoroso y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta llamando. Si uno escucha su llamada y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Palabra de Dios.

La conversión personal del discípulo. Enseñanza: Vamos a entrar a un tiempo de conversión y esperanza con el Adviento. El encuentro profundo y verdadero con Jesús nos cambia todos nuestros esquemas y acciones. Experimentar el Amor de Dios me llama a convertirme de corazón. Si el Señor me da la gracia de la conversión, de la santidad eso hará que otros muchos crean en Jesús. Si soy orgulloso y Dios me da la humildad muchos orgullosos como yo vendrán a Jesús para vivir en la alegría de la humildad. Si soy muy mal genio y violento y el Señor me sana y comienzo a ser amable, aponer la otra mejilla seré un testimonio de que Dios puede convertir a todos los violentos y agresivos. La conversión del discípulo crea interrogantes en los demás y los hace buscar a Dios. Si esta señora era tan peladora y ahora habla bien de todos quiere decir que Dios es bueno y poderoso porque la ha cambiado. Al Señor al que mas le cuesta cambiar es al tibio, como dice la Biblia hoy. El tibio es quien no es ni chicha ni limonada. El se cree bueno pero está tan equivocado que no se confiesa nunca. Se cree que está bien y es ciego de sus pecados. Ve los pecados de los demás y del mundo pero los de él no los ve. Así nunca pedirá perdón ni se convertirá. El tibio es el hipócrita, el que no se entrega totalmente a Dios, sino que todo lo mide: una oración en la mañana a la rápida, la Misa dominical ojalá lo mas cortita. El tibio tiene centrado su corazón en él mismo y en sus apegos desordenados y llega a creer que están bien.

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TIEMPO DE ADVIENTO: ESTAR PREPARADOS PARA LAS TRES VENIDAS DEL SEÑOR. El adviento es el tiempo litúrgico que abre el año de la Iglesia. Comenzamos un nuevo año litúrgico. Son las cuatro semanas que van este año desde el Domingo 27 de noviembre hasta el sábado 24 de Diciembre. Estas semanas son un regalo del Señor para preparar las tres venidas del Señor. Estas tres venidas son: la primera venida cuando Jesús vivió entre nosotros, la última venida en que vendrá para juzgar a todas las personas y la venida intermedia que es la de cada día. 1.- JESÚS VINO: Durante estas semanas nos preparamos para vivir con gozo y sencillez el nacimiento de Jesús en Belén. El Hijo de Dios se encarnó, se hizo uno de nosotros, compartió todo lo que nos sucede a todos los seres humanos, menos el pecado. Jesús no es un extraño, sino uno muy cercano, un hermano. Trabajó como hombre, sintió como ser humano. Sufrió, se alegró. Vivió la vida de niño, de joven y de adulto. Compartió la vida familiar y de sus vecinos. Tanto nos amó nuestro Padre a todos los seres humanos que envió a su Hijo que se hizo carne y puso su casa en medio de nuestras casas. Dios pasó a ser vecino de todos los seres humanos. Prepararnos para esta fiesta significa no dejarse llevar por el ambiente consumista que nos rodea. Si Jesús nació pobre y humilde en Belén ¿por qué llenarnos de regalos y gastos? Porque como dice un monje de la edad media: si Jesús naciera mil veces en Belén pero no nace en tu corazón estás perdido, no sirve de nada. 2.-JESÚS VENDRÁ: El Señor vino a la tierra, sufrió la Pasión y Muerte y Resucitó y subió al cielo y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. La segunda y última venida del Señor será en gloria y majestad y vendrá a juzgar nuestras obras. Como la vida que tenemos no es nuestra sino regalo del Señor, Él viene para ver qué hemos hecho con nuestra vida. Si hemos usado nuestra vida para el egoísmo o para el amor. Si hemos usado nuestra vida para nosotros o para el Señor y los hermanos. En este juicio se sabrá la verdad de todos: “porque no hay nada oculto que no vaya a manifestarse, nada secreto que no vaya a saberse” (Mateo 10,26). El Padre que conoce todo lo que hacemos solos o acompañados, que sabe lo que pensamos y sentimos nos juzgará. Como dice el salmo: “Señor tú me examinas y me conoces, sabes cuando me siento o me levanto, desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú adviertes si camino o si descanso, todas mis sendas te son conocidas” (Salmo 139,1-3). Los seres humanos y los tribunales de justicia juzgamos con las capacidades humanas limitadas y nos equivocamos muchas veces. El Señor sí que sabe juzgar porque Él conoce nuestro corazón, Él sabe de qué estamos hechos. El Señor vendrá también para comenzar su reino definitivo. Los cristianos esperamos con alegría y esperanza esta Venida: Anunciamos tu muerte Señor, proclamamos tu resurrección; Ven Señor Jesús. Si nuestra fe es muy sentimental nos da miedo que se termine este mundo pero si nuestra fe es firme y nos afirmamos en el Señor resucitado nos alegramos de esta

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Buena Noticia y rezamos como los primeros cristianos: “Que venga tu Reino Señor y que pase este mundo” 3.-JESÚS VIENE: Pero mientras esperamos celebrar la primera venida de Jesús en esta Navidad y confiamos alcanzar la segunda venida del Señor hay una venida intermedia que nos ayuda a vivir cada día como el primero y como el último de nuestra vida. Porque Jesús que vino y que vendrá, viene en cada persona y en cada acontecimiento para que lo recibamos con fe. Esto a los cristianos de nuestro tiempo nos cuesta vivir porque andamos demasiado pre-ocupados de miles de cosas y vivimos distraídos. No vivimos el hoy, el momento que estamos viviendo sino que estamos pensando en dos o tres días después o en el mes siguiente y no vivimos el presente. A veces también el pasado nos pesa mucho y nos paraliza, nos impide caminar. Jesús nos dice: “No se inquieten por el día de mañana, que el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su propio afán” (Mateo 6,34) “Lo mismo ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos piensen, vendrá el Hijo del Hombre” Mateo 24,44. Jesús viene en cada persona que me encuentro: En mi marido, en mi esposa, en mis hijos, en mis amigos, en mis compañeros de trabajo, en mis vecinos. Él viene en cada pobre y enfermo o encarcelado; en toda persona que sufre Jesús viene a mi encuentro. Si no estoy en sintonía fina con Dios las personas pasan de largo por mi vida. Me fijo sólo en su apariencia, me quedo sólo en la cáscara y no en la presencia de Jesús en cada persona. También Jesús viene en los acontecimientos alegres o tristes de mi vida. Pero si no tengo oración profunda las cosas que me pasan me dejan indiferente o amargado o con una alegría vacía. No son un encuentro con el Señor. En el sufrimiento tuyo y de tus seres queridos también viene Jesús a consolarte, darte fuerzas y Él te busca y te llama. Pero si mi fe es débil puedo creer que Dios me castiga y le pido que me cambie los acontecimientos. En todos los sucesos de tu vida está viniendo el Señor pero para vivirlo de verdad es necesario ser persona de oración profunda porque de lo contrario el Señor viene y yo lo rechazo. Y no me doy cuenta que él está a la puerta de mi corazón esperando que yo abra. Y el demonio me hace dudar de que Dios me ame también en el sufrimiento. Por eso la oración más repetida en este tiempo es: VEN SEÑOR JESÚS. Ven Señor a mi corazón. Ven Señor a mi familia. Ven Señor a mi dolor. Ven a mis alegrías. Ven Señor a mi trabajo. Ven Señor Jesús a nuestro país, a nuestro barrio. Ven Señor y no tardes tanto. Ven, ven Señor no tardes. Ven, ven que te esperamos. Ven pronto Señor. Yo solo no puedo Señor. Mira que soy muy débil. Necesito de tu fuerza y tu amor para vivir y comunicar a los demás. La Virgen María es la que mejor vivió el Adviento esperando a su Hijo Jesús. Ella recibió con amor a su Hijo Jesús pero no se adueñó de Él sino que lo entregó al mundo para que fuera nuestro Salvador. Que los ejemplos de oración, de humildad, de pobreza y de sencillez de la Virgen Santa nos ayuden a vivir este tiempo santo igual que ella.

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Oremos con el Papa Benedicto a la Virgen, nuestra Madre: “Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino”.

Día 28 de Noviembre:

San Mateo 8,5-11: Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se

le acercó rogándole: "Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho". Jesús le contestó: "Voy yo a curarlo". Pero el centurión le replicó: "Señor, no soy quién para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos". Palabra del Señor.

Enseñanza: un oficial romano, o sea, un pagano que no cree en el único Dios, se acerca a Jesús y le pide sanación para su criado paralítico. Jesús dice: yo iré a curarlo, pero este hombre dice esa hermosa frase que repetimos en la Misa: Señor, yo soy digno de que entres en mi casa, pero basta que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Jesús se asombra de la humildad y la fe de este hombre poderoso. Este evangelio nos llama a acercarnos a Jesús igual que este romano: -

Con humildad: el no se considera digno de que el Señor vaya a su casa. El intuye la santidad y bondad de Dios y por eso él siente su pecado, su debilidad, su indignidad. Esta oración la decimos antes de recibir a Jesús en la comunión para que entremos en la humildad del Señor. Vamos a recibir al Señor que se rebajó haciéndose hombre, que se humilló dejándose torturar por nuestros pecados, quedándose humildemente en una pequeña hostia para alimentarnos. Sólo el pequeño y el humilde se encuentra profundamente con Jesús. La Virgen es la humilde esclava del Señor. Ella no se pone nunca en el centro sino que deja ese puesto a Jesús. Ella canta que Dios es el Grande, el Poderoso y que ella es una sencilla mujer.

Con fe: este oficial romano tiene fe que Jesús sin tocar, sin hacer ningún rito mágico o raro y desde lejos puede sanar a su criado y así ocurre. En este Mes de María aprendamos de nuestra Madre su fe. Ella creyó algo imposible porque se afirmó en Dios y no en ella. Fue madre sin intervención de hombre porque confió en el Dios que hace fácil y posible lo que para nosotros es imposible. Digamos en nuestras oraciones: Señor auméntanos la fe, porque si tuviéramos una fe tan pequeña como un granito de mostaza haríamos grandes cosas por la gracia de Dios.

Día 29 de Noviembre:

San Lucas 10,21-24. En aquella misma hora El se regocijó mucho

en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu 20

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agrado. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven; porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron. Palabra del Señor.

Enseñanza: te alabo Padre porque has ocultado estas cosas del Reino a los inteligentes y sabios del mundo y se las has dado a conocer a los humildes y sencillos nos dice hoy Jesús. En este Mes de María miremos a María que es la humilde y sencilla, una esclava del Señor que fue creciendo en la fe porque Dios se le daba a conocer porque Ella no se resistió a la voluntad de Dios. Al ser elegida por Dios para ser la Madre del Salvador no se alabó a sí misma ni tampoco se centró en sí misma llenándose de orgullo sino que al revés se dio cuenta que la elegían por amor, porque Dios es bueno, es santo y misericordioso. Alaba al Señor y no se alaba a sí misma. Este evangelio nos llama a salir de nuestra soberbia, de nuestros esquemas mentales que nos hacen creernos más inteligentes que Dios y queremos que Él haga nuestra voluntad y siempre le pedimos por nuestras cosas y nos falta vivir más abandonados en las manos de Dios. Cuando somos muy soberbios queremos mandar a Dios: Señor dame esto, Señor hazme esto, Señor yo hago el Mes de María y tú ayudas a mi hijo. O sea hacemos como un negocio con Dios y así Dios no se nos da a conocer porque nos ponemos en un plano falso: yo arriba diciendo a Dios (que está como abajo) lo que tiene que hacer como un empleado. Si somos arrogantes ante Dios y ante los demás el Señor se nos oculta y no entendemos los misterios del Reino, su Palabra, nos quedamos a oscuras ante los acontecimientos que nos suceden porque Él se nos oculta. 1.- Ocultas las cosas del Reino a los sabios y prudentes (en otra traducción dice “los inteligentes”). El Señor a aquel que se acerca a Él con prepotencia, con orgullo, con autosuficiencia, con altanería le oculta los misterios. No los entiende. Y en esto todos somos de estos que nos creemos sabios. Creemos saberlo todo. Nuestra opinión es la única que vale. Nos llenamos de nuestro yo y no entendemos a los otros. Tampoco entendemos a Dios. Lo encontramos poca cosa al Señor o lo que nos dice son cosas absurdas. Ser humildes es ser como tonto, ingenuo. Hay gente que dice que hay que ser mansos pero no mensos. Esto de poner la otra mejilla es tontera, Dios está equivocado. Esto de no juzgar no corre porque yo tengo inteligencia y puedo usarla. Esto de morir a mi yo es nada que ver, fuera de onda. Así nuestra razón que es orgullosa se va rebelando contra el Señor y no entiende nada. Viene un sufrimiento o un problema y no entendemos nada, quedamos a oscuras. Los más inteligentes, los más preparados muchas veces pierden la fe por su orgullo porque no aceptan hacerse pequeños. Dios hizo sencillo al hombre, pero el hombre se complicó con muchas razones dice el AT. El orgulloso se complica y no cree, quieren que le den muchas razones para creer. 2.- En cambio el Señor les revela las cosas del Reino a los pequeños. Al que se hace pequeño, o más bien, reconoce que es pequeño Dios le habla, Dios le comunica su palabra. Al

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sencillo y humilde Dios les habla cara a cara como a Moisés y viven felices porque entienden el mensaje de Jesús. Viven descansados en las manos de Dios. Cree hermano la palabra del Señor, no la dudes, no le des vuelta, no te compliques. El sencillo sabe que Dios nos dice la verdad y Él puede más que nosotros.

Día 30 de Noviembre:

San Mateo 4,18-22: Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a

dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Síganme, y yo los haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron. Palabra del Señor.

Enseñanza: Hoy es el día de san Andrés, hermano de Simón Pedro y por el evangelio nos recuerda el momento de la vocación de san Andrés. Jesús se encuentra con él y su hermano arreglando las redes y les dice: Síganme y los haré pescadores de Hombres. “Los dos dejaron inmediatamente las redes y empezaron a seguirlo” el encuentro con Jesús es tan impactante, tan emocionante que dejan su trabajo, su seguridad y sin preguntar nada lo siguen inmediatamente. No preguntan de qué van a vivir, dónde van a vivir, qué lo que van a hacer sino que confían en Jesús y se van detrás de él. Con este santo evangelio volvemos al comienzo de nuestra Iglesia, pero no para quedarnos en el pasado sino para experimentar que eso mismo sucede hoy: Jesús te llama a tí y a mí, por nuestro nombre para que dejemos nuestras cosas, nuestros modos egoístas de vivir y lo sigamos. Al seguirlo nos hacemos discípulos aprendiendo lentamente a ser verdaderos seguidores de Jesús y el aprendizaje está maduro cuando pasamos a ser pescadores de hombres, es decir, misioneros que atraemos a otros a Jesús, a la Iglesia. Hoy que muchos – la mayoría- no va a la Iglesia siguiendo a la Virgen y a san Andrés salgamos a buscarlos. No están lejos: son los que viven con nosotros en la casa, son nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo o de otra actividad. Si estamos entusiasmados con Jesús y su comunidad de Iglesia los atraeremos con nuestro ejemplo y con nuestra palabra. La fe se fortalece dándola a conocer a los demás. Los obispos de Latinoamérica nos dicen:”Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca, que nos acompaña, que alienta nuestra esperanza. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras” DA 30.

Día 1 de Diciembre:

San Mateo7,21.24-27:«No todo el que me diga: `Señor, Señor',

entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos. «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre 22

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prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.» Palabra del Señor.

Enseñanza: Hoy el Señor nos hace una advertencia muy importante: no basta decir Señor, Señor, no basta rezar el Mes de María, no basta recibir los sacramentos, no basta ir a Misa todos los Domingos. Todo lo anterior hay que hacerlo pero vivir esos momentos de fe nos tienen que ayudar a practicar la Palabra de Dios en la vida de cada día. El demonio dice Santiago se sabe la Biblia de memoria pero no la practicó y se rebeló contra Dios y está condenado. Practicar significa que mi corazón y mis sentimientos van cambiando: del rencor al perdón, del juicio y el pelambre a la misericordia. Practicar la Palabra me llevará a salir de la esclavitud de mi soberbia y altanería para entrar en la humildad. Me hará darme cuenta que la violencia de carácter, de mis palabras y de mis acciones me destruyen a mí y destruyen mi familia o donde yo esté y poco a poco me hará practicar el “poner la otra mejilla”, “amar al enemigo” “bendecir a los que nos persiguen” Jesús nos enseña que hay dos maneras de vivir cristianamente, una falsa, la otra verdadera: -

El que escucha y practica la Palabra es como un hombre prudente que edifica su casa-su vida- sobre roca, sobre algo firme que nunca se cae. Esa roca es Jesús, que es el único firme, el único que ha vencido la muerte, que ha cargado con los pecados y los sufrimientos. Todo lo demás es débil, no tiene fuerza en sí mismo. La Virgen es de estas personas porque escuchó con amor y puso en práctica con rapidez la Palabra y así apareció firme hasta llegar a acompañar a Jesús en la pasión, en la agonía y muerte en la cruz. Sufría con su Hijo pero no estaba desesperada sino que esperaba en Dios. Como dice la canción: esperaste cuando todos vacilaban el triunfo de Jesús sobre la muerte. Que ella nos enseñe a ser fuertes en el Señor.

El que escucha y no practica es un hombre necio, tonto, sin sabiduría. ¿Por qué? Porque se afirma en cosas o personas débiles y cuando vienen los problemas de la vida se derrumba. ¿En qué nos afirmamos?: en el dinero (hasta que lo perdemos), en nuestra salud, en nuestras fuerzas que se terminan; en un ser querido que puede fallarnos o se muere, en mi trabajo, etc. afirmarse en algo así es no practicar la fe. Peor aquellos que creen en supersticiones que son todas mentiras del demonio para apartarnos de Dios.

Día 2 de diciembre: San Mateo 9,27-31: Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: "Ten piedad de nosotros, Hijo de David". Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: "¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?". Ellos le respondieron: "Sí, Señor". Jesús les tocó los ojos, diciendo: "Que suceda como ustedes han creído". Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: "¡Cuidado! Que nadie lo sepa". Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región. Palabra de Dios. 23

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Enseñanza: Dos ciegos le gritan a Jesús: ten piedad de nosotros, Hijo de David. Jesús no los sana inmediatamente sino que dialoga con ellos: ¿Creen que puedo hacer lo que piden? Ellos dijeron: Sí. Y Jesús no dice: yo los sano, sino que afirma: “Que se haga de acuerdo a su fe” y sanaron. ¿Qué nos enseña este milagro de Jesús a nosotros en el siglo XXI? Dos cosas principalmente: -

Somos ciegos: espiritualmente muchas veces somos ciegos: nuestra mirada es oscura sobre el mundo, sobre los demás; vemos todo en negativo. No vemos a Dios en los acontecimientos que nos suceden ni en la hermosa naturaleza. No vemos a Dios en los demás. A veces no entendemos la Palabra de Dios, nos quedamos a oscuras. Flaqueamos en la fe. Nos falta la mirada profunda de Dios. El Señor cuando crea el universo dice: Vio Dios todo lo que había hecho y era muy bueno. ¿Tengo yo esa misma mirada? Sintamos nuestra ceguera espiritual, reconozcámosla humildemente y así podremos dar el siguiente paso.

Necesitamos gritar (rezar) a Jesús: si he salido de mis mentiras y acepto que soy ciego y que el único que puede sanarme y aclararme es Jesús le oraré con toda el alma, con todas mis fuerzas. Le gritaré desde el fondo del corazón. Jesús sáname, Jesús quiero ver. Jesús aumenta mi fe. Orar así significa rezar desde lo más profundo de mis angustias, de mis temores, de mis inseguridades. La Virgen es la mujer de la oración profunda. En el rosario queremos pedirle que ruegue por nosotros que somos ciegos y pecadores para que su Hijo nos sane y podamos ver con ojos limpios nuestra vida, la de los demás. Que nos quite los prejucios, los rencores, la envidia, la soberbia que nos impiden ver mas allá de nosotros mismos.

Día 3 de diciembre:

San Mateo 9,35- 10,1.5-8. Jesús recorría todos los pueblos y aldeas,

enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos:--Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones:"No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo. Palabra del Señor.

Enseñanza: Subrayemos dos párrafos: -

“Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y agobiados como ovejas que no tienen pastor” ¿Qué sentiría Jesús hoy ante tanta gente que vive triste, Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

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desanimada, sin esperanza? Jesús es el mismo ayer y hoy y por eso también en nuestro tiempo quiere compadecerse de todo el que sufre en su cuerpo: los enfermos, los adultos mayores. Jesús también se compadece de tantos que ocultamente sufren en su interior, en su corazón. Tantas penas que nadie sabe, tanto sufrimiento escondido. Compadecerse significa: padecer-con; es decir, Jesús sufre con el que sufre, se angustia con el que está en la tristeza o depresión. Pero él no se queda en nuestra actitud de decir: pobrecito, pobrecita sino que nos viene a consolar, a acompañar, a levantar de nuestras caídas. El asume nuestros dolores, nos conforta, nos consuela para que nosotros con ese consuelo consolemos a los necesitados de amor y cercanía. -

“Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias”. Para ayudar a las multitudes sufrientes crea una comunidad de Doce para que puedan expulsar los espíritus impuros. ¿Cuáles? Los espíritus impuros del mal genio, de la tristeza, de la soberbia, del egoísmo, de la rabia, del juicio, de la lujuria, del materialismo y apego al dinero. Jesús quiere hacerlo hoy con nosotros, expulsarnos todos esos espíritus que nos impiden ser felices, que nos esclavizan. Reconozcamos que tenemos esos espíritus impuros y dejemos que Jesús los expulse de nuestro interior. También envía a los Doce a sanar las dolencias y enfermedades de la gente. Jesús viene a sanar, a restaurar, a reciclarnos interiormente. En este Bendito Mes de María quiere hacer una cirugía mayor en nuestro espíritu para que podamos ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres, María, Madre de Jesús y Madre nuestra.

Día 4 de diciembre:

Segundo Domingo de Adviento. Evangelio: Marcos 1,1-8. Principio

del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías el profeta:

He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor; Enderecen sus sendas.

Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. Yo a la verdad los he bautizado con agua; pero él los bautizará con Espíritu Santo. Comentario: Hoy el Señor por medio del Bautista nos invita a convertirnos, a arrepentirnos, a pedir perdón. Un Padre de la Iglesia dice que lo primero que hace un cristiano adulto en la fe 25

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es acusarse de sus pecados, nunca acusar a los demás. Al revés si estamos realmente convertidos excusamos a los demás. Acusarse a sí mismo, reconocer que nos falta muchísimo en el camino del Señor, que no somos cristianos 100% es signo de conversión. Hay zonas de tu corazón y el mío donde Dios no ha llegado y por eso hay oscuridad, tinieblas, orgullo, rabia, rencor, falsedad, hipocresía. En la conversión es importante confesar los pecados, es decir, reconocerlos. Reconocer los propios pecados, no los de los demás. Reconocer los pecados es un signo de verdad, de sinceridad, de humildad. Mirando al Señor aparecen nuestros pecados profundos por eso los cristianos no nos comparamos con los demás sino con el Señor porque ahí sí aparece nuestros verdaderos pecados. El que no encuentra pecados en su conducta, en sus pensamientos es porque está lejos del Señor y de la conversión. San Juan Bautista y sobre todo Isaías nos precisan la conversión: 1.- LOS VALLES SERÁN RELLENADOS: Significa que uno muchas veces anda bajoneado, ando por abajo, como un valle. Ando triste, desanimado. Somos muy sentimentales y con poca fe, entonces cualquier problema en la comunidad parroquial, en la familia, en el trabajo y nos entristecemos, perdemos la esperanza, la fuerza. Ante el pecado propio y ajeno no tenemos esperanza de que pueda haber cambio. Hay que crecer en la fe y la esperanza para superar los bajones, sanar nuestro sentimentalismo, el me gusta o no me gusta. También son valles espirituales las cobardías, las timideces, la debilidad. Pedir al Señor que venga a darnos su fortaleza, que su poder, su sanación actúe en nosotros. 2.-LAS COLINAS SERAN APLANADAS: Las colinas, los montes son espiritualmente hablando signos de nuestra soberbia, de nuestra altanería, de la arrogancia. En el orgulloso Dios vive escondido, arrinconado. En el humilde, el pequeño Dios vive como en su casa. La soberbia destruye la relación con los demás, nos llena de violencia, de agresividad, nos hace creernos mejores que los demás (o sea fariseos) Es muy importante bajar los niveles de orgullo para poder ser cristianos, para vivir en paz. El soberbio, y todos lo somos nunca se encontrará con Jesús humilde y pequeño porque está subido en un pedestal que es falso. Está tan arriba que necesita ser rebajado para encontrarse con el Señor y con los hermanos. Hay que aplanar las colinas del orgullo, rebajar los cerros de la soberbia. Abajar significa también aceptar la historia concreta de nuestra vida. 3.-ENDEREZAR LOS SENDEROS SINUOSOS: muchas veces nosotros no somos sinceros, verdaderos, decimos medias verdades. Somos dobles, no somos transparentes. Todos necesitamos enderezar lo chueco que tenemos en el corazón, manipulamos las cosas para nuestro bien, somos chamullentos, poco claros. No hacemos bien nuestro trabajo, sacamos la vuelta. Hay poca honradez. Que el Señor enderece nuestros pasos, nos haga rectos, que digamos la verdad, que no escondamos lo que sentimos, que no andemos como solapados. No digamos las cosas por detrás con rumores, anónimos, pelambres. Eso no es cristiano, ése es el papel del demonio que vive en la mentira y nos lleva a ser sinuosos como las serpientes. 4.-ALLANEN LOS SENDEROS: Juan Bautista con su vida austera (vivía en el desierto y se alimentaba muy pobremente) nos invita a lo esencial. Los seres humanos de este tiempo vivimos de lo accidental, de lo que no es lo más importante, de la cáscara. El Bautista nos enfatiza que lo principal no es la apariencia sino lo profundo del corazón. 26

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Día 5 de diciembre:

San Lucas 5,17-26. Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los

presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, separando las tejas, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados". Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: "¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?" Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o "Levántate y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados —dijo al paralítico— yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa". Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: "Hoy hemos visto cosas maravillosas" .Palabra del Señor.

Enseñanza: Hoy Jesús desconcierta a los que intervienen en la escena, como muchas veces nos descoloca a nosotros. Veamos: -

Desconcierta a los amigos del paralítico, que han hecho todo un esfuerzo haciendo un hoyo, descolgándolo por ahí y poniéndolo delante de Jesús para que lo sane; en cambio Jesús le perdona sus pecados. Ellos podrían haber reclamado con razón: todo el esfuerzo que hicimos y tú no haces nada por él. Nosotros queremos que lo sanes y no sales con esta, parece chiste. Lo que pasa con ellos es que están equivocados porque creen que lo más urgente para el paralítico es sanar físicamente y no se dan cuenta que la sanación más profunda es la del corazón, el perdón de sus pecados.

Desconcierta a los fariseos que lo acusan de blasfemo, de usurpar el nombre de Dios ya que perdona pecados. Nadie puede perdonar los pecados sino Dios. Ellos están desconcertados porque no quieren reconocerlo como Dios, no quieren perder sus privilegios ni su prestigio de gente supuestamente buena. Son tan celosos del honor de Dios que no lo reconocen.

Jesús para demostrarles a ellos y a nosotros que viene para sanar (= salvar) todo el hombre, la persona entera: cuerpo y alma, realiza las dos cosas: perdona pecados y sana al paralítico. Jesús sabe que en muchas de nuestras enfermedades físicas hay una raíz espiritual o sicológica, por eso no basta sanar el cuerpo, es necesario sanar el alma.

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Día 6 de diciembre:

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San Mateo 18,12-14. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien

ovejas, y se pierde una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y al encontrarla, de cierto les digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Palabra del Señor.

Enseñanza: estamos finalizando el Mes de María y comenzando el Adviento y este Evangelio nos muestra la paciencia y misericordia de Dios que dejando a un lado la lógica humana deja las noventa y nueve ovejas y va en busca de la perdida. Dios corre riesgos y nos anda buscando en este tiempo para que volvamos a su rebaño, a su Iglesia, a participar activamente en una comunidad de Iglesia. Dios no es buen matemático porque para Él vale más una oveja perdida que noventa y nueve no perdidas. En la hermosa oración de la Salve decimos: María, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos. Que vuelva sus ojos que no son condenadores sino compasivos, llenos de ternura y caridad. A ella también le pedimos 50 veces en el Rosario que ruegue por nosotros que somos pecadores. En este Mes de María y en este Adviento Jesús anda detrás de nosotros sus ovejas perdidas, quiere regalonearnos con su amor, quiere darnos su perdón y su alegría en la confesión. No arranquemos mas de Jesús. Pidamos perdón en el sacramento de la confesión y podremos cantar con alegría y verdad en la noche del 24 de diciembre: Noche de Paz, noche de amor. Para eso llenémonos de ese Amor y de esa Paz que nos da el reconciliarnos con Dios en la confesión y reconciliarnos con nuestros parientes, vecinos, compañeros de trabajo. La vida es muy corta para vivir peleados, alejados , distanciados o sentidos. No le hagamos caso al demonio que quiere siempre separarnos de Dios y de los demás. Qué hermoso fruto sería para María en su Mes que todos sus hijos seamos realmente hermanos.

Día 7 de diciembre: San Mateo 11,28-30: Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas; porque mi yugo es liviano, y mi carga ligera. Qué hermosa y consoladora palabra nos da Jesús en este Evangelio de Adviento terminando el Mes de nuestra bendita Madre. Meditemoslo con devoción: -

Vengan a mí todos que están cansados y agobiados y Yo los aliviaré, los haré descansar. Todos vivimos muy estresados, cansados en el corazón, angustiados, agobiados. Se nos nota en nuestra cara larga o triste, en nuestros gestos duros, en nuestro aburrimiento. Hay cosas que nos pesan en el corazón y no podemos sacarlas. Nos hace vivir descontentos. Hoy Jesús te dice a ti y a mí: entrégame tus preocupaciones, tus angustias, tus miedos y Yo te los aliviaré, experimentarás la alegría, el descanso, el consuelo. Sácate la mochila que llevas a la espalda y dásela al Señor y el te aliviará. Sólo cree de verdad. Si Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

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no lo crees y dudas no pasará nada y seguirás con tu corazón cansado y angustiado. El es manso de corazón y quiere aliviarnos, hacernos felices. Descansemos en él y si El te alivia, anúncialo a los demás: a tu vecino, a tu esposo, a tu compañero de trabajo que también tiene el corazón cansado para que encuentre alivio y salvación. Nuestra Madre la Virgen María también nos invita a acercarnos a su corazón de mujer lleno de amor, paciencia y ternura para que recibamos su alivio. Nos dicen los Obispos latinoamericanos: “ Como en la familia humana, la Iglesia-familia se genera en torno a una madre, quien confiere “alma” y ternura a la convivencia familiar(…) Ella atrae multitudes a la comunión con Jesús y su Iglesia, como experimentamos a menudo en los santuarios marianos(…) Esta visión mariana de la Iglesia es el mejor remedio para una Iglesia meramente funcional o burocrática” DA 268 -

Carguen con mi yugo y aprendan de mí porque soy manso y humilde de corazón. Somos discípulos de Jesús y por eso estamos llamados a mirarlo como alguien manso de corazón: es decir , es un hombre que ha vencido su violencia interior y la ha reciclado de tal manera que toda esa fuerza interior la usa para el bien, para trabajar, para sacrificarse, para evangelizar, para ayudar a los pobres y enfermos, para tener paciencia. Ser seguidor de Jesús también nos empuja a ser humildes de corazón, de verdad no de pura palabra. El humilde es el que no se cree dueño de nada (ni de lo material ni de lo espiritual) sino que está convencido que el Señor se lo ha dado y por eso no se “cree”, vence la soberbia. San Pablo dice que la verdadera humildad es considera a todos los demás como mejores y superiores que yo. El yugo de Jesús es liviano, cuando vivimos su palabra andamos descansados; en cambio el yugo del pecado nos pesa en el corazón. La Virgen María resplandece como primera discípula porque es mansa, pacífica y sencilla y humilde de corazón. Mirémosla a Ella para imitarla.

8 DE DICIEMBRE: SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCION DE LA VIRGEN MARÍA.

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El Santo Rosario Lunes y Sábados: LOS MISTERIOS GOZOSOS Primer misterio:

La Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas entrañas de la Virgen María.

Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. Segundo misterio: La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. Tercer misterio:

Cuarto misterio:

Quinto misterio:

El nacimiento del Niño Jesús en el pobre y humilde portal de Belén. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. La Purificación de la Virgen María y Presentación del Niño Jesús en el Templo. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Jueves: LOS MISTERIOS LUMINOSOS Primer misterio:

El bautismo de Jesús en el río Jordán. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Segundo misterio:

Jesús y María en las bodas de Caná. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Tercer misterio:

Jesús anuncia el Reino de Dios e invita a la conversión. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Cuarto misterio:

La transfiguración de Jesús en el monte Tabor. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Quinto misterio:

La institución de la Eucaristía. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

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Martes y Viernes: LOS MISTERIOS DOLOROSOS Primer misterio:

Segundo misterio:

La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. Jesús es azotado, atado a la columna. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Tercer misterio:

Cuarto misterio:

Quinto misterio:

Jesús es coronado de espinas. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. La crucifixión y muerte de Jesús. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Miércoles y Domingos: LOS MISTERIOS GLORIOSOS Primer misterio:

La Resurrección del Señor. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Segundo misterio: La Ascensión del Señor al cielo. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria. Tercer misterio:

La venida del Espíritu Santo sobre el Colegio apostólico. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Cuarto misterio:

La Asunción de Nuestra Señora al cielo. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

Quinto misterio:

La coronación de la Virgen María como Reina del universo. Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

saludémosla con te salve...

una "Salve": Dios

VENID Y VAMOS TODOS…… VENID Y VAMOS TODOS, CON FLORES A MARÍA……. CON FLORES A MARÍA, QUE MADRE NUESTRA ES…..

2.-A ofrecerte venimos, flores del bajo suelo Con cuanto amor y anhelo, /Señora , tú los ves/ (2). VENID ………….

1.-De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella Más que la luna bella,/ postrados a tus pies/ (2) VENID …….

3.- por ella te rogamos, si cándidas te placen Las que en la gloria nacen, /en cambio tu nos des/(2) VENID ……

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“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Cantos JUNTO COMO HERMANOS JUNTOS COMO HERMANOS MIEMBROS DE UNA IGLESIA VAMOS CAMINANDO AL ENCUENTRO DEL SEÑOR…… Un largo caminar por el desierto Bajo el sol no podemos avanzar Sin la ayuda del Señor…… JUNTOS …… Unidos al rezar, unidos en una canción Viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor……

JUNTOS ……

VIENEN CON ALEGRÍA Vienen con alegría Señor cantando vienen con alegría Señor, los que caminan por la vida Señor, sembrando tu paz y amor……. Vienen trayendo la esperanza a un mundo cargado de ansiedad a un mundo que busca y que no alcanza caminos de amor y de amistad. Vienen …… .

JUNTOS …….. La iglesia en marcha esta A un mundo nuevo vamos ya Donde reinará el Señor Donde reinará la paz……

PESCADOR DE HOMBRES Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos. Tan sólo quieres que yo te siga. SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS SONRIENDO HAS DICHO MI NOMBRE. EN LA ARENA HE DEJADO MI BARCA: JUNTO A TI, BUSCARÉ OTRO MAR. Tú sabes bien lo que tengo,

Vienen trayendo entre sus manos esfuerzos de hermanos por la paz, deseos de un mundo más humano que nacen del bien y la verdad.

en mi barca no hay oro ni espada, tan sólo redes y mi trabajo. SEÑOR…………. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando. SEÑOR……………. Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de hombres que esperan. Amigo bueno que así me llamas. SEÑOR………….

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Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

ALABARÉ, ALABARÉ A MI SEÑOR Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. (2) Juan vio el número de los redimidos y todos alababan al Señor: unos cantaban, otros oraban y todos alababan al Señor. Alabaré…………. Todos unidos, alegres cantamos glorias y alabanzas al Señor. Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu de Amor. Alabaré…………. Somos tus hijos, Dios Padre Eterno. Tú nos has creado por amor: te adoramos, te bendecimos y todos cantamos en tu honor. Alabaré…………….. Si yo no tengo amor Si yo no tengo amor, yo nada soy. Señor [bis]

el amor es servicial, el amor no tiene envidia el amor no busca el mal. Si yo …… El amor nunca se irrita, el amor no es descortés el amor no es egoísta, el amor nunca es doblez Si yo …… El amor disculpa todo, el amor es caridad, no se alegra de lo injusto sólo goza en la verdad. Si yo …… El amor soporta todo, el amor todo lo cree, el amor todo lo espera, el amor es siempre fiel. Si yo ……… Nuestra fe, nuestra esperanza frente a Dios terminarán el amor es algo eterno nunca, nunca pasará. Si yo ……

El amor es compasivo,

DIOS ESTÁ AQUÍ Dios está aquí….. tan cierto como el aire que respiro, tan cierto como la mañana se levanta, tan cierto como que le habla y me puede oír.

Señor yo quiero entrar en tu santuario para alabar. (bis) Dame manos limpias, y corazón puro, no ser vanidoso y enséñame a amar. (bis)

Señor Quién Entrará

Señor ya puedo entrar en tu santuario para alabar. (bis)

Señor quién entrará en tu santuario para alabar. (bis)

Tu sangre me lava, tu fuego me quema tu Espíritu Santo inunda mi ser. (bis)

El de manos limpias y corazón puro que no es vanidoso y que sabe amar. (bis) 33

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

María, Tú Eres Mi Madre María, Tú Eres Mi Madre; María, Tú Eres Mi Amor. María, Madre Mía, Yo Te Doy Mi Corazón. (2v) María, cuyo nombre es música más suave que el cántico del ave y que del agua el son. Tu nombre sea fuente donde beba el alma mía y halle la alegría mi pobre corazón. María, cuyo nombre es fuente de pureza que lava la torpeza del frágil corazón.

Ave, ave, ave María. (bis) El mismo saludo que el ángel te dio repiten tus hijos cantando a una voz. La buena noticia que Él te anunció nos llena de gozo y enciende de amor. Tú eres la estrella que anuncia el sol, la pronta venida del Dios Salvador. Alegre viviste tu entrega total en manos del Padre, con fe sin igual. Tú eres la Madre del pueblo de Dios. Tú le das su vida: la fe y el amor. Tu amor lo probaste al pie de la cruz: en todo quisiste ser como Jesús. Tú eres primicia de resurrección: tu cuerpo está vivo junto al del Señor. Tú, Madre bendita, nos llenas de luz; reflejas sin mancha a Dios, a Jesús.

AVE MARÍA Vamos a cantar "ave" noche y día; y el "ave María" no cese jamás

(al coro) (vamos a cantar......)

MIENTRAS RECORRES LA VIDA Ven ……. Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás contigo por el camino, Santa María va.

Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está. Ven ………..

Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) Aunque digan algunos que nada puede cambiar lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar tú vas haciendo caminos, otros los seguirán. Ven …….

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

La Elegida Una entre todas fue la escogida, Fuiste tu María, la elegida. Madre del Señor, Madre del Salvador. MARÍA, LLENA DE GRACIA Y CONSUELO, VEN A CAMINAR CON EL PUEBLO, NUESTRA MADRE ERES TÚ

en nombre del Hijo, en nombre del Santo Espíritu, estamos aquí. Para …….. Dios trino de amor.

JUNTO A TI MARÍA Ruega por nosotros, pecadores en la tierra, Ruega por el pueblo que en su Dios espera, Madre del Señor, Madre del Salvador. MARÍA…….

DIOS TRINO En nombre del Padre, en nombre del Hijo, en nombre del Santo Espíritu, estamos aquí.– Para alabar y agradecer, bendecir y adorar estamos aquí, a tu disposición, En nombre del Padre,

Junto a ti María, como un niño quiero estar, Tómame en tus brazos guíame en tu caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, Hazme transparente, lléname de paz. Madre, Madre, Madre, Madre. (2 veces) Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, Haznos más humildes, tan sencillos como tu. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor. Madre, Madre, Madre, Madre. (2 veces)

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

ORACIONES MARIANAS EL ANGELUS: V. El ángel del Señor anunció a María. R. Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María… V. He aquí la esclava del Señor. R. Hágase en mí según tu Palabra. Dios te salve, María… V. El Verbo se hizo carne. R: Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María… V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

BENDITA SEA TU PUREZA Bendita sea tu pureza Y eternamente lo sea, Pues todo un Dios se recrea En tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen Santa María, Yo te ofrezco en este día, Alma, vida y corazón. Mírame con compasión, No me dejes, Madre mía. Amén.

Oremos: Te suplicamos, Padre, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por el anuncio del Ángel, la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz, seamos llevados a la gloria de la resurrección. pro el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

BAJO TU AMPARO Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Dios

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

MADRE DEL REDENTOR Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a libra al pueblo que tropieza y quiere levantarse. ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores.

LA SALVE Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.

a ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar la promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo .

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Oración Inicial ¡Oh María!, durante el bello mes que te está consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos. Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Más, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Estas son las que esperas de tus hijos: porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies es la de sus virtudes. Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¿oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal. La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos en la claridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia cuya madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.

Oración Final ¡Oh María! Madre de Jesús, nuestro Salvador, y nuestra buena madre, nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradarte y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio. Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir, con nuevo esplendor, la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error; que vuelvan hacia él y cambie tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que confunda a los enemigos de su Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad; que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.

En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados. ¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén.

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

Mes de María – 2011

“En la Escuela de María, sigamos a Jesús en la Iglesia”

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados