Una mujer y dos siglos: XIX - XX. La mujer, desde el principio de la humanidad, ha tenido la dificil tarea de lidiar con un sinnúmero de obstáculos para así lograr posicionarse y trancender en los escenarios más importantes de la sociedad del mundo.
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aciendo una mirada retrospectiva de los que significó a nivel mundial la posició o rol de la mujer durante los siglos XIX y XX, se puede decir que el avance fue más que notorio comparándose con otros tiempos en los que esta no tenía la libertad para ejercer sus derechos como un ente social activo, sino más bien, que vivia subyugada ante la fuerza impuesta por el hombre dentro de una sociedad totalmente incluyente. El siglo XIX estuvo marcado por la industrialización, es decir, un período caracterizado por grandes cambios es aspectos como la política, ciencia y tecnologia, arte, economia, entre otros, en lo que las mujeres no lograron adentrarse por completo, debido a que era tratada como la reina del hogar, llegando a un punto de veneración.
Este proceso le permitío ocupar el trono del hogar, siempre y cuando practicara virtudes como la castidad y la sumisión; en su defecto, la maternidad era reivindicada como la función femenina por excelencia, pero dejando absolutamnete claro que el acto reproductivo no tenia nada que ver con el disfrute de la sexualidad. Este ideal femenino continuó, en lo fundamental, vigente en la primer mitad del siglo XX. Los cambios eran inminentes la gran nececidad existente en la sociedad burguesa que estaba encaminada a la modernización requeria que la mujer asumiera tareas practicas e eficaces, por lo que la iglesia le encargó la misión de disiplinar a la esposo y educar a los hijos en valores catolicos,
pero al mismo funcionales en el nuevo modelo capitalista. En el siglo XX, en los países más civilizados, es que la mujer empieza a gozar el reconocimiento de sus derechos como persona adulta en iguales condiciones que el hombre. Durante la Primera Guerra Mundial, logra incorporarse en las universidades y se adentra a ciertas áreas laborales convirtiendose en activistas, enfermeras, secretarias y telefonitas, pero tambien fueron espías y combatientes. La mejor manera de poder responder a la nececidad de mano de obra fue incorporar a una gran cantidad de mujeres, en principio solteras con experiencia laboral en otros campos. Este proceso duro cuatro años de guerra, en el que estas pusieron lo que era ganar y administrar su