Pequeña Poesía Postraumática, de Ni Gara.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara NI GARA. Pequeña Poesía Postraumática. Neurótika Books

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

biografia mutante

“Biografiáte", sugirió el capitán, mas cuándo fue mi vida, vida y no un enredo, jardín que yo misma labro, jardín en el que yo crezco. La verdad, ese horror del que renegué al crecer, ese escándalo que me ofreció el mundo siendo aun tan joven. La mentira, ese huerto que he ido arando entre el eléboro y la palabra, mientras las gardenias y la cordura se han quedado en un cajón. Cómo viví, ahora pienso por primera vez en veintiséis años. Todo era fácil. Nací el diez de octubre de 1986. Estudié en varios colegios, mis padres se divorciaron. Luego tuve un hermano por parte materna, algo maravilloso, ahora no sé nada de él. Yo tenía millones de amigos, y un montón de regalos por Navidad, a pesar de haber decidido por mí misma no hacer la comunión. Aprobaba todos los exámenes, aprendí a leer y escribir antes que nadie, también dejé el colegio y la cagué con los colegas antes que nadie. Me pasé al lado

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara oscuro. Mientras algunas trabas frívolas se pegaban a mis suelas (fetos, violaciones, cuchillos) , yo inventaba un infierno caótico y lo llenaba de buitres carroñeros, psicodelia y trastornos dispuestos a devorarme hasta las vísceras. Nada proporcional. Me rendí, no peleé, la literatura no me sirvió de nada. Lo sabía todo sobre los cuentos, los escribía, los acariciaba, pero no aprendí nada de ellos. Lo complicaba todo. Podía haber sido una gran escritora, una gran maestra. Una gran filósofa, tal vez. Yo convertía en caos todo lo que tocaba, y también todo lo que escribía. Nunca terminaba nada. Quizá por eso nunca escribí una novela. Tampoco sabía muy bien dónde vivía. Nací en el País Vasco y viajaba por él buscando mi sitio aunque mi sueño era vivir en Londres. Hubo un par de chicos que me quisieron mucho y los traté mal. A todo esto, nunca dejé de escribir. Sobre cualquier cosa. A los catorce ya me metía anfetaminas en casa y mis huesos siempre iban a parar al pabellón de los enfermos del alma.

"Biografiáte", sugirió el capitán, mas cuándo fue mi vida, vida y no un enredo, jardín que yo misma labro, jardín en el que yo crezco.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Prólogo de Gsús Bonilla

El insomnio es una lucidez vertiginosa que convertiría el paraíso en un lugar de tortura. E. M. Cioran

INSOMNE CRÓNICA DE LUNES

Un domingo imprevisible, amaneces de esta guisa: ojeroso y con resaca, como excomulgado de la vida común y de la gente de siempre. Temprano, que es

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara como se iluminan los subterráneos. Al margen de la infinita resurrección en las buenas costumbres. Te odias un poco, porque ya tienes una edad y quieres enmendar tus desatinos, cumpliendo como un guerrero, con tu oficio de progenitor. Al parque, llévame pequeña de dos años-.

al

parque

Papá

-dice

mi

Un cubito. Una pala. La rasqueta y un par ...de litros de agua. Souvenires de contienda, supongo. Armados de felicidad, contra el hábito y la mala praxis. Nos. Mi ella, y yo, dirección al terrario y al encuentro con otros holgazanes que también velan de sus pequeñas sílfides. Da comienzo, entonces, tu minúscula batalla festiva y matinal de flanes de arena, mocos pequeños, risas anchas y el brillo en los ojos que se desprende de los llantos insignificantes. Hasta que suena el móvil y se ha de poner fin a la contienda. Al otro lado del teléfono hay una voz urgente, que pide mi auxilio. Ésa era, un poco, mi atmósfera literaria de las primeras horas, aquella mañana. Uno, que es desmemoriado, aunque crea que tiene una memoria paquiderma, se suele acompañar de una pequeña libreta y un mínimo lápiz. Una manera, de tantas, para atender al olvido. O, al miedo a perder detalle en las ocasiones mayúsculas.

Acontece, como decía, un domingo de primeros de Enero.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Tratamos de concretar lo que en unos días será un libro explosivo, y que reúne la poesía de cuatro autores de traca contemporánea. Uno de ellos es El Ángel, músico y poeta, incendiario de los últimos ochenta y primeros noventa. Ese día tengo el encargo y acudir (al de la llamada, mi editor, le es imposible) a una cita ineludible. Con la soberbia Ana Curra es el encuentro, como bienhechora de la obra de este autor, pues él, desde hace casi dos décadas, lamentablemente no se halla entre nosotros. En una de las tantas calles céntricas de este Madrid mierdoso hay un museo a la caña de cerveza con su tapa. Es el día y la hora, seguro que más idóneo para venerar esta práctica, también para celebrar la entrevista acordada. Entre caña y caña vamos glorificando los textos del poeta, limando tecnicismos, acordando el material a publicar. Entre caña y caña intercambiamos leídos añosos y lecturas recientes, y, entre tantos autores, de sus recientes, hay un nombre que destaca y sobresale en la boca de Ana: Garazi, dice. Insiste. Aúlla. Ni puta idea. Se me escapa.

Garazi. Gara. Ni Gara (como nick virtual en la red de redes). Tienes que leerla Gsús, se obstina Ana. Supongo, que he de hacerlo. No porque intuya cualquier atisbo de imposición, sino porque me influye más el hecho de que llamean sus pupilas al sugerirme tal lectura hace mucho tiempo que supe que la sinceridad es

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara algo muy preciado; tampoco he creído nunca que se ande por ahí, descuidándola, cuando no, derrochándola, como si fuese una moneda mal ganada. Y Ana no habla, y mucho menos aconseja, de balde. Es en esa misma tarde cuando me hago cargo del consejo de Ana y me incrusto en unas cuantas notas, algunos poemas, y, otros textos, que Ni Gara tiene subidos en su facebook. Puedo decir, que aquél, fue un día de suntuosas emociones y recuerdo que me costó sobremanera conciliar el sueño, y, es muy posible, que aquella noche no durmiese o como mucho acabase, entre vigilia y vigilia, adormilado en el sofá. Es ahora, que retomo sus textos y leo esta recopilación de la corta, que no menor, obra de Garazi, cuando entiendo lo que definitivamente, aquella madrugada, me quitaba el sueño.

Acometí sus poemas con cautela y distancia. Me apasionaron los discursos y me atrapó el lenguaje. Me turbó la idea de estar ante una poeta en ciernes. Por descubrir. Y me topo frente a una autora que se encuentran en una primera infancia literaria, absorbiendo sobremanera el mundo que le rodea, en la que se digiere, poco a poco, sus conservadurismos inútiles de doctrinas y valores tradicionales; expulsándolos paulatinamente también, palabra por palabra, verso tras verso, poema a poema; ofreciéndonos, con el coraje y la transcendencia de los alevines incautos, el humus de los nuevos excrementos para la parálisis de las flores antiguas. Es éste, justo el mejor momento, para sembrar, como cuando la tierra está húmeda y blanda; después 8


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara han de transcurrir unos cuantos años. Antes de que a la mala hierba se le ocurra endurecer el terreno. Es bastante caprichoso por mi parte, pero no me resisto en establecer cierta semejanza en el exasperante ejercicio de escritura de Garazi y la no menos enrabietada práctica de Félix Francisco Casanova (el invernadero, 1974; cuello de botella, 1976; El don de Vorace, 2010.); librar quiero, entre ambos, cualquier momento “sálvame” de tendencias suicidas y otras oscuridades que no le van al cuento, de manera que se me antoja y me ajusto a la afinidad que mismamente encuentro en la insultante juventud por la que ambos empiezan a interesarse por el ejercicio de escribir, la fascinación por la otra música y la escritura como hábito y exceso. La creación de universos delirantes en otro lugar bien distinto a los que en éste conocemos; angustiosas realidades aparte, alucinantes como los sueños tuertos: Garazi en el estado de las pesadillas, posiblemente escribirá un venidero y postmoderno Lewis Carroll.

Del mismo modo, que de aquella dificultad para conciliar el sueño me implicó el adentrarme en el universo de Garazi, surgió también la idea de que la obra de ella encajaría de tal manera, como se ajusta un elástico guante sobre la mano, en el proyecto neurótiko de José Manuel Vara, pues Vara es un veterano clandestino en las cloacas de la literatura oficial de este país. Un outsider, con casi dos décadas de fotocopia, grapa y papel doblado, a sus espaldas; de iniciativas que tienen la identidad propia del que alcanza, por derecho, no dejar indiferente a nadie; adquiriendo sus propuestas otras profundidades, más allá de la mente común y que se hincan en el alma de cualquier 9


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara mortal, acorralando al lector de subsuelos catacumbas en el oxigeno de los precipicios.

y

Está casi que amaneciendo y he de ponerme manos a la/s obra/s de arte, así que contacto con él, y con la misma sinceridad que a mí me llegó, unas horas antes, al mediodía, a través de Ana, le recomiendo que lea los escritos de Ni Gara. Y así se ve que lo hizo. Obvio. Han pasado unos entonces, y aquí estamos,

pocos

meses

desde

tan alegres y jóvenes, con la edición digital de “Pequeña poesía postraumática [ASCO] (Neurótika Books, 2013)”, la oficialidad en la poesía de Ni Gara, para el regocijo de los bichos de siempre, con la paranoia justa de los insomnes.

Gsús Bonilla. Feb, 2013

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Prólogo de Ana Curra

- Agnus Dei-

Fue el 15 de Agosto de 2012,en el Café Antzokia, el primer día de la Bilboko Aste Nagusia al terminar el concierto de "Ana Curra presenta El Acto". En el camerino todo era adrenalina en exceso, acabamos el concierto con" Autosuficiencia" y "un Día en Texas", alto voltaje. Los amigos, conocidos y quien quiso empezaron a desfilar por la trastienda entre sudor, endorfinas y lo propio de un fin de fiesta.

Se me acercó, quería estar pegada, plasmar y congelar el momento, una y otra vez, otra.., y otra más. Ella quería agradecerme "todo" por nuestra música que le había acompañado en su adolescencia. LLamó mi atención su actitud implorante, parecía un gorrión bateado por el viento y expulsado

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara precozmente del nido. Su carita aniñada y dulce sonreía con devoción y con freno de timidez. Algo me dice que nunca supo que la carcajada también existe. No pasó desapercibida para mi entre todos los allí congregados en el ritual de El ACTO.

A mi vuelta a Madrid colgó nuestra foto en su perfil y comenzaron nuestras misivas. Me fijo en sus escritos, pensamientos y referencias musicales. Me sorprende su forma de expresarse y el contenido de sus comentarios.

- Conexiones aparentemente fortuitas. El Ángel-

Gara me escribe emocionada, ha descubierto "Polvo de Ángel", el único disco que grabó" El Ángel y Los Volcánicos". Lo lleva escuchando sin parar y descubre que yo me encuentro en la grabación .Ha comenzado a tirar del hilo, a poner eslabones en la cadena. Ha descubierto un tesoro y quiere que mas gente lo haga. Abre una página en el facebook y decidimos llevarla entre las dos. Yo le hablo del libro que publicó, "Los Planos de la Demolición". Gara se sumerge en sus poemas y canciones, le transmuta.

- Lapsus de comunicación-

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Garatzi ha sido ingresada en el Hospital Psiquiátrico. Ha sufrido un resbalón, un acto fallido. Nuestra comunicación interrumpida.

-Hola Ana…estoy en el hospital…intenté suicidarme, menos mal que me salió mal…

Mis alarmas se disparan, me agobio, me desbordo…poco sabía yo de Ni Gara y menos aún de Garatzi. Comienzo a hacer preguntas y sobretodo insisto en que escriba, escriba y escriba como le decía Don Genaro a Carlitos Castaneda. Así no te volverás loca.

-Lo siento Ana..tengo un trastorno de la personalidad. Soy pescatera, me encanta hacer música, escribir cuentos, letras….hace poco me quedé sin trabajo, dejé de comer…mido 1´73 y peso 50kg..y una persona a la que quiero muchísimo me ha tratado muy, muy mal..lo veía todo negro…no es que ahora lo vea rosa, ni blanco, pero quiero ir a tu próximo concierto y a muchos más. No sobro yo, lo que sobran son otras cosas. A tu pregunta de quién soy y cuál es mi nombre. Yo soy La Gracia. Por cierto, toda tu música ha estado presente en mi ingreso, no paraba de escucharte. Gracias por todo Ana.

" 1 que ocupa 4 "

A Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

por un momento me siento como el Bautista en el Agnus Dei no me gusta sentir eso prefiero ser, Su Siniestrísima Majestad

no me gustan los corderos mucho menos, bautizarlos Gara me está tocando y dislocado la bruja que llevo dentro

yo también padezco trastorno de personalidad que tire la primera piedra quien no.

espejismo.-

El

mar

parecía

en

calma,

era

un

-Ana, el martes recibí un email terrorífico de mi madre en el que leí entre líneas que iba a quitarse la vida. Cuando llegué corriendo ya llevaba 6h con 120 pastillas encima. Estoy cuidando de mi hermano pequeño de 14 años, estoy agotada, apenas me levanto de la cama, he dejado mi terapia.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Que puedes decir? poca cosa. Me repito. escribe!!!!,escribe o te volverás loca.(Se construyendo su Pequeña Poesía Postraumática)

Gara está

-Viaje a Londres-

Gara se va a Londres, una semana merecida de descanso. En una libreta que compra en el Teatro de Shakespeare y que le recuerda a El Ángel escribirá un montón de poemas y pegará un montón de recortes. Es un diario manuscrito que me regalará en nuestro próximo encuentro, en un concierto en Durango. A mi vuelta a Madrid me pongo manos a la obra, hay que sacarlo. Garazi y su Yo penden de un hilo. Sus palabras no.

" canción"

A Gara

la vida es un océano al que nos tiran sin piedad soñamos con un barco y navegar pero pronto, muy pronto, hay que aprender a achicar

el barco está ebrio y las olas azotan con furor la música siempre suena y nos ponemos a bailar

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara nos hundimos!! nos hundimos!! grita el capitán las gargantas afónicas se han quedado sin voz

las palabras no.

-Nuestra última misiva-

-Gara, ha sido San Valentín…no has escrito nada al respecto? Estoy segura has sentido la tentación, para bien o para mal debieras hacerlo. Cambiando de tema, como madrina tuya que me has coronado, he de escribir una introducción a tu poesía. No me resulta nada fácil. Que tal con tu último novio?

Hola Ana!!! Aparte de lo del curro, voy bien. Ayer me marché de su casa, no podía más, pedí sopitas en casa de mi padre y estoy aquí, tranquila. Nunca he sabido muy bien escribir sobre el amor; la verdad, el único poema que me salió así fue para ti!! "Poema de amor para una Musa". Tengo 26 años. Yo tampoco sé qué decir sobre mí, vaya lío, si hubiese estudiado algo quedaría super bien en el prólogo: Licenciada en filología hispánica y en historia del arte. Pues no. Terminé la E.S.O y dejé el instituto, me puse a trabajar de cajera de supermercado, luego en un videoclub, lo que iba saliendo, que por entonces era mucho. Lo dejaba, y sigo dejándolo todo a medias, quizá por eso nunca he sido capaz de escribir una novela, un ensayo o

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara una obra de teatro (todavía). Así voy, buscando un sitio seguro al que ir. Mi escritor favorito es Dámaso Alonso, pero eso es una gaita porque me gustan muchísimos escritores y en muchos géneros, igual que en la música. ¿Podrías amar sólo una canción? Lo que pasa que le respeto porque sabía mucho y a mi juicio era muy humilde y se expresaba muy bien, cualidad que como podrás ver me falta mucho. Aprendí a leer con tres años y desde que tengo uso de razón he escrito, no sobre algo concreto sino lo que me iba saliendo en ese momento, sobre todo escribía relatos cortos y cuentos, incluso hace poco escribía letras para una banda que duró menos que su nombre. Ni significa yo en euskera. Nunca me había dado por escribir poesía hasta que me ingresaron en el hospital el año pasado, hace unos cinco meses, muy fuertemente influenciada por El Ángel ya no sólo por su poesía sino por su lección final frente a la vida. También ocurrieron cosas terribles durante esa transición. Y escupía en el papel. Así siguen las cosas, buscando mi sitio en el mundo con el corazón en un antro de Londres. Navegando en un barco fantasma sobre un mar de palabras. Pero gracias a ti ahora el barco tiene un Capitán, como los barcos de verdad, y a algún sitio irá. En él suenan los Pogues y amanecemos "envueltos en ron", como los buenos piratas, los Clash, Bukowski, Ezra Pound, Leopoldo María Panero, Su Ta Gar, Paralísis Permanenete, Italo Calvino ó Jesus and Mary Chain. Estoy con gripe, pero continuará.
Un superabrazo eléctrico, muchas gracias por todo Ana, eres la mejor. ¿Tú crees en Dios?

Mucho y nada resta por decir, no importa demasiado lo que yo explique sobre Gara, lo que importa son 17


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara sus poemas, letras, cuentos, palabras hilvanadas al son de su existencia, escritas con pudor, con verdad, con talento, con dolor, sin victimismo, con arrojo, con ternura, con crudeza, con todos los matices de la vida, de la suya. Lo que yo creo sobre Dios forma parte de nuestra correspondencia y no merece protagonismo aquí.

Agradecer a Gsús Bonilla y Jose Manuel Vara su apoyo inestimable para que Ni Gara pueda ser leída por aquellos que tengan que hacerlo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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NI GARA

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LOS SIETE NOMBRES DEL DIABLO.

CICLOGÉNESIS.

Inmersa en la nada, aburrida ciudad, me entrego a Zaratustra extraditada del sueño. El fin de Dios ha llegado.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Huíd, adictos. El fin de Dios ha llegado, mi boca está abierta.

Sí, está abierta, y vosotros sois testigos de mis entrañas. Hambrientas suben a los cielos a devorar los restos de los ángeles. El fin de Dios ha llegado. Los leones están en las calles, han salido de la selva a fornicar con potros, potros desbocados.

Las brujas visitan las casas, se están llevando a nuestros hijos. El que avisa no es traidor, arrepintámonos pues, en el Akelarre. El fin de Dios ha llegado. Huíd, trastornados. El fin de Dios ha llegado, en efecto, mi boca está abierta. Las ovejas han empezado a vomitar sobre los prados, y las cabras a caminar sobre sus patas.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara El viento está quemando todos los rastrojos, el fin de Dios ha llegado.

Mirad arder el cielo, reducto de los mártires, escuchad caer su cruz, mi boca está abierta. Y vuestros oídos, callados, por los siglos de los siglos; han celebrado la sordera. Pero el fin de Dios ha llegado, sí, mi boca está abierta.

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CALENDARIO DE ADVIENTO

Primer día de adviento, enciende la chimenea y llama a Jesús. Segundo día de adviento, escucha el lamento de los locos. Al tercero sube sin rumbo a la montaña y aguarda pidiendo paz al vigésimo cuarto día.

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VILLANCICO INVERSO

Siete ovejas conté. Una, dos y tres. Y la séptima, Luzbel, caminó sobre dos patas. Siete ovejas conté, cuatro, cinco y seis. Y la séptima de ellas reptó entre mis pies. Siete ovejas conté a merced de la Serpiente. Sus ojos son testigos de mi canción demente.

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NOCHEBUENA

Finalmente se han encendido los arbolitos ¡Cuánto regocijo! Las familias devoran animalillos muertos. Así llenan el vacío de sus almas, atiborrándolas de vicio. Celebrad, bebed y mentid a vuestros hijos. Llegará el día en que los lechones os devoren a vosotros. Y os daréis cuenta, finalmente os daréis cuenta, que la eternidad después de la parca es el mismísimo hogar de los gusanos. Celebrad, comed y mentid a vuestros hijos. Comprad cosas muy bonitas y relucientes en el lar del capitalismo. A esto sí que podría llamársele Belcebú, Luzbel, Satanás, Samael. Damian, Padre del enredo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Belial, La serpiente, Jaldabaoth, el Dios negro, el de este siglo, el Gran Dragón. ¡Pero qué hago hablando con los sordos! ¡Celebrad, bienaventurados! Celebrad, bebed y mentid a vuestros hijos.

EL PRIMER DÍA Al trigésimo primer día me encontraba aún en mi éxodo. Durante todo el viaje estuve junto a las siete ovejas. Aquel día, cerca de la medianoche, Luzbel, la séptima de ellas, caminó sobre sus dos patas y se sentó a mi lado. Ya está cayendo la sombra vieja, déjame que me aparte un poco de éstas. Venera el pasto, pues ahora sabrás, y como sabrás, serás sabio. Cada mes del año es un pecado, advierte en este la gula. ¡Mira como se apresuran a devorar el ternasco! Recuerda que llegará el día en que ellos os mastiquen a vosotros. Y entonces mi boca estará muy abierta y muy hambrienta. Mira como el pueblo festeja el último crepúsculo y como los ríos de vino fluyen en sus casas. Veo corderos degollados danzar en sus estómagos, errando unidos en la copa de la ilusión rancia.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Al día siguiente nosotros ya habremos hablado desde el bosque, y ellos vomitarán sobre sus propias sobras. Se sentirán enfermos y llenos de pecado, y esto será a lo que llamáis El Primer Día.

LOS TRES MAGOS

Venid y celebrad, que ya vienen los Magos, que más que Reyes o cristianos, son paganos disfrazados. Vienen con oro para la tumba del niño, incienso para el asesinato y mirra para embalsamar al muerto, el fin de Dios ha llegado. Venid y abrid muy bien las manos, acariciad la serpiente en el papel. Este es el mes del vicio, cantad, celebrad y mentid a vuestros hijos.

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A verbis ad verbera · (Año 2012, Octubre, Noviembre, Diciembre) Enero 2013

Suspiro

Suspiro, suspiro porque ya hace unos noventa días, noventa días o más que me encomendé a esta empresa: La poesía, rue de la poésie, por tu calle suspiro, porque aun no conseguí palabra provechosa impresa.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Abandoné los cuentos, pues ellos existen porque la justicia no es si no un sino, ahora que cada uno halle en su gloria; la eterna paz en sí mismo. Yo, suspiro.

El enfermo en el enfer.

El enferno en el enfer ya viene, postrado en la barca de Hades. A la pobredumbre, al vicio, a dónde navega su cadáver. ¿Qué música innoble sonará en su juicio? ¿Cuál será su hastía condena? Pregunta la miserable de su madre, ojo avizor, a varapalos. El enfermo se sentirá rabioso, pedirá trastornado melosa clemencia, ha de saber que en el enfer también hay Ángeles, pero están arrastrando sus propias cadenas. Y yo, que escribí mil mentiras necias más que bellas sobre el papel, me iré con ellas ,blanquiazul, en el enfer, en el enfer, en el enfer.

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Jimmy Braxton

Jimmy Braxton es un tipo de esos con sombrero marrón y entra al bar con un palillo entre los dientes. Descortés, pide un whisky, y enciende un cigarrillo como si fuera una estrella de rock. Yo podría decirle muchas cosas a este tipo. Como que aquí todos fuimos Jimmy Braxton y ahora sólo somos ridículos cowboys domando el vaso de la esquizofrenia

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IRONÍAS V

El hospital es un sitio libre de humos. Libre de humos, sí, libre de gérmenes, no, libre de venenos, no. Gracias por no fumar. El hospital es un sitio libre de humos. Libre de humos, sí, libre de cadáveres, no. El cenicero Malvivo, ebrio y vertiginoso, aturdido, urdiendo la escena de tu marcha. El ajetreo de tus caderas ausentándose de aquí me hace vomitar, y el cenicero repleto se derriba junto a mí, y junto a mí besa la almohada, liando tu olor a puta con su olor a tabaco, cocaína y marihuana. Envenena tu lápiz de labios,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara fusila tus jadeos de juguete. Muy lentamente comienzo a desquiciarme como un perro, y la sirvienta me auxilia bajo esta luz tenue. Me recuerda tanto a ti, limpia la cama, pero ella sólo cobra una vez al mes, y lo hace bien. Yo mismo me encargo de la almohada, que le es arrancada violentamente, y mientras caen las cenizas recuerdo que somos polvo y corpúsculos. Y así partimos tú y yo, con la crueldad de mi mano.

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IRONÍAS IV

La Virgen María era una puta mentirosa. Las palomas no eyaculan dentro de las mujeres, eso sólo pueden hacerlo las ratas, y de buena mano lo sabía José. De mejor mano lo sabía su amigo, al confesarse culpable en un paseo. Pero él nunca le ayudó a fabricar la cuna del bastardo.

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En mis sueños (Saint Jean Pied de Port, Noviembre 2012)

En mis sueños hay telarañas en las esquinas y un cielo de pino en tu cara y un hombre mirándote a través del cristal deja flores en tu agujero. En mis sueños inventé un borracho y un loco para que le diera la razón, y sus calaveras me miraban con la paz que otorga tu muerte.

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El Sueño que salvó a su amo de la Pesadilla. (Galdakao, 17 de Noviembre de 2012)

El espanto es un niño mimado, y hoy un hombre lo atiborra de pastel. Su sueño se conjura contra el nuevo soberano, parásito medroso de ésta creación absurda. No clames al Diablo, no propagues la pesadilla infecciosa no atormentes el alma de este hombre con el crudo esperpento de tu espíritu.

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Velatorio (Galdakao, 17 de noviembre de 2012)

Fuerza su voz, quebrada, llama relajado a su familia, su rostro presagia el final frente al pegajoso llanto de los presentes. No lloréis, buena vida tuve. La batalla mata hasta al más veterano, y ahora sólo quiero recoger de las ruinas, en paz, mi corona.

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Incesto (Galdakao, 16 de noviembre de 2012)

Noche tras noche me despierta un piano de cola con la suave levedad del claro de luna, proviene del final de la calle y hoy bajé a mirar a través de sus ventanas. Es una mujer la que lo acaricia junto a un urgente deseo, y con el alma descosida implora arreglar su vestido de novia. Sus ojos me recuerdan el tormento y llora en silencio a una puerta sellada, donde un borracho acuesta a su hija arrancándola por siempre de su infancia. Esta noche bajo el claro de luna, he visto la demencia en sí misma, y al olerme los ratones han saltado hambrientos a mis ojos.

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La noche de los gatos (Galdakao, 16 de Noviembre de 2012) Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la noche habría menos tormento y tortura, y menos botellas vacías pues no habría tiempo para pensar. Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la noche los niños no tendrían miedo a la muerte, ni al Hombre del Saco, ni al abandono o a la soledad. Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la noche, si estuvieran llenas de alegría, todo se acabaría hundiendo, por todo a lo que conlleva el vicio humano. Puedo no estar en lo cierto, y si las ciudades no estuviesen tan calladas por la noche, quizá las madres se sintieran tranquilas y el enfermo durmiera aliviado.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Pero si las ciudades no estuviesen tan calladas por la noche los gatos no tendrían dónde montar su fiesta. Y esto, esto sí que sería triste. Una ciudad sin gatos.

Útopía (Saint Jean Pied de Port, Noviembre de 2012)

He inventado un lugar y aquí no tiemblo veo un puente desde la ventana y no he de escribir bajo las sombras. Me distraigo entre los árboles como los poetas de los dibujos de los libros siento el abrazo de mis amigos y la mirada del que me odia durmiendo entre la piedras . Los turistas encienden velas por sus enfermos todos se curan milagrosamente, claro y las gotas de cera amontonadas sellan todos los lamentos de los locos. Sentí un escalofrío al irme pero es tan difícil inventar un lugar como éste, perpetuo hogar de paz

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara donde no existe el trastorno.

Ironías Parte II (Galdakao, 14 de noviembre de 2012)

Dime tú qué tierra es ésta donde aplauden al payaso y el alienado escondido observa la escena perturbado. Tapa su alma con un árbol añoso mientras redoblan las campanas en su mente y las palabras vacías que escucha desde el asiento devoran la cordura al condenado.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Presentimiento de invierno (2012, Hospital Psiquiátrico de Galdakao)

¿Sientes frío? Yo, mucho. Este invierno quiere matarnos Tengo un presentimiento, sólo es eso. ¿Sientes frío? Yo, mucho. Más de lo normal, si cabe, pues tengo un mal presentimiento.. Es muy fuerte, creo que vendrá el viento del norte y que ésta vez no resistiremos moriremos, acabaremos. Terminaremos la partida bajo la nieve que nos dio vida pero tú duda, amigo, duda, es sólo un mal presentimiento.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Como te iba diciendo ¿Sientes frío? Yo mucho. ¿No me harías tú el favor de taparme bien por dentro, quitarme este mal pensamiento....? Despertares crueles (Noviembre de 2012, Galdakao, casa de mi madre)

Mañana he de levantarme tan temprano y hace tanto que no lo hago. Hará tanto frío temblaré tanto. Me levantaré indefensa y el aire me atacará por la espalda traidor, cruel, tengo tanto miedo. He de despertarme tengo quehaceres de esos importantes importantes para los demás, claro. Mañana he de ver, los ojos tristes de la gente, pudriéndose en su rutina sus ojeras cadavéricas invadiendo la ciudad.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara He de despertarme temprano espero no helarme hará tanto frío cuando despierte ven tú, para que no tiemble. Poema de amor para una Musa (Noviembre 2012, Galdakao)

Hoy me vuelco en el papel como si me volcase sobre ti, ardua batalla entrar tan dentro tus ojos parecen haberlo visto todo. Tu boca parece encerrar todas las palabras nunca dichas y tus manos parecen haberlo tocado todo. Quizá esté equivocada y seas sólo otro ser humano más. Pero te veo tan jodidamente libre como si tus ojos hubieran visto un ángel, y ya nada pudiera hacerte daño y ya ningún ser terrestre pudiera tocarte. Mi amiga Teresa va a vomitar, odia los poemas de amor, yo también. Pero peor es vivir con odio.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Cosas que pasan en las casas (Noviembre de 2012, Galdakao)

Parece que cuando vas haciéndote mayor la gente que no vale la pena acaba abandonándote esto ya lo habrán escrito muchos a mi edad así que leerlo se te hará familiar y aburrido. Pues no sé qué más decir sobre el asunto espero lo que todos que todo les vaya bien y que les den mucho por el culo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Llegada de la primavera (Noviembre de 2012, Galdakao)

Hoy tuve un sueño llegaba la primavera y lo cambiaba todo de color y tú, madre, qué guapa estabas. En los caminos florecía tímido el jazmín y también en los camposantos y tú, madre, qué guapa estabas. Olías a rosas y a vida y crecía sobre tu lecho un manto de colores y tú madre, qué guapa estabas. Mas sólo era un sueño y estás sin ser pero a la llegada de la primavera madre, qué guapa estabas.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

No saldré a la calle (Noviembre, Galdakao de 2012, casa de mi madre)

No sé de qué me amenazas con qué pretendes asustarme si mañana no pienso salir de mi cama como mucho, iré a lavarme. Creo que piensas que alzando la voz eres más importante y no te das cuenta de que así yo nunca, jamás saldré a la calle. Así que deja de hablarme en futuro perfecto en futuro perfecto despreciable arruinando el presente pues así nunca iré a la calle.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Ironías parte I

Ay, la farándula, cuando se hace vieja bebe la sangre del jóven y la deja seca. Nunca se sabe más de él, ella cada vez más divina entre la crème de la crème, y el pobre, dónde estará él.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Promesas (Octure 2012, Hospital psiquiátrico de Galdakao)

Y sigo estando loca pero ya no enferma al menos no como antes por lo menos no de ti Sigo paseando por tu infierno y no me quemo las lágrimas ayudan apagan el fuego Y qué tiene de malo la soledad más que el estigma que trae su nombre y el pánico a invocarla es sólo una cuestión social Toda la mala sangre que dejaste las cicatrices que llevan tu nombre las mostraré con orgullo nadie conseguirá matarme. No me quedo con nada ni con lo malo, ni con lo bueno

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara me he vaciado para llenarme de nuevo

Me abandonaste en el infierno en el doscientos treinta y tres qué poco duran las promesas "yo te cuidaré".

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Sobre una de las cinco emociones biólogicas primarias, la ira.

IRA

La ira es una señora retrógrada, que nos sumerge en el infierno de lo ilógico. Su percepción de la amenaza inminente, prende la chimenea de la cólera.

Sobre una de las cinco emociones biológicas primarias, la tristeza.

TRISTEZA

Déjame en esta soledad mía,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara déjame dormir con mi desgracia, abandóname en la derrota, debo acariciar mi tormento esta noche.

LA DAMA QUE MURIÓ ATRAVESADA POR UNA ESPADA

Nació en casa pobre de humildes panaderos, creció entre harina y trigo

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara entre golpes y rodillos. No tuvo muchas amigas más sí se hubo enamorado de alguien que nunca fué visto, la tomaron por loca en el barrio. Paseó un día al parque del centro y vio a su ser amado. Caballero de oscuro erguido de espaldas desafiando a la luna con su espada. Él levitaba, dispuesto a subir al cielo, más ella recordó el consejo de su padre, sé fuerte hasta que la muerte te cale, y sus brazos estiró hasta alcanzarle. Qué gran tragedia, al traerlo junto a ella su frente consiguió ver, rostro ultra venoso de ojos blancos, azulosa y áspera su piel. Venía muy rápido hacia la dama, pero sé fuerte hasta que la muerte te cale. Por su amor, la muerte misma, fue atravesada, y murió, la pobre, en un instante.

Garazi Gorostiaga

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LA HISTORIA DE POR QUÉ NO COMO PESCADO, Y MUCHO MENOS CARNE

Esta historia, que no es cuento, aunque pocos se la crean, es de cómo mi pobre familia se alimenta noche y día. Cada semana me doy un baño, y mientras lleno la bañera aparecen, ¡no sé cómo! Dos bellísimas sirenas. No están muy cómodas, las desdichadas, pues poseía bañera humilde. Añadamos que están tristes, llorosas e infelices. Absorben el dolor humedeciendo las paredes. y sienten mi agonía ven alguien huir, ven fluir la sangre.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara Y cogen las cuchillas cortan sus venas en un ritual, así se apaga el mundo sórdido así se apaga el pánico eléctrico. Madre enterada antes que nadie tuvo la maligna idea, de ordenar a mis hermanos ( los seis ) que las hicieran trizas, pues así de mala es. Y hacen filetes de pescado. Comen al día tres o cuatro y también carne guisada y a la parrilla toda la semana. Ni rastro dejan de ellas, ni huesos, ni espinas. Hasta el cabello se lo venden a las empresas chinas. Y todos siguen sin saber, por qué mueren las sirenas, pero yo os he contado, por qué mi familia come tanto. Y sin querer os he dicho, que un día allí me mataron, por ser niña en la bañera me ahogó mi padre, por eso yo no como pescado, ni mucho menos carne.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Garazi Gorostiaga. Vida es...

La vida es este mismo tiempo en el que escribo. Es este instante, esta canción que escucho, es el humo de este cigarro. Era el agua que acabo de beber, es este pensamiento que es y el que era. Soy yo, y cuando no soy no sé ser. Es este escenario, esta soledad que me acompaña, es todas las personas de mis fotos y aquel mueble roto. Es este mismo segundo y era hace un minuto. Es ayer, y si mañana no estoy, será lo que crezca sobre mí, estas ventanas medio abiertas y el aire que pasea por mi cama. Será todas las personas de mis fotos, y será además todas las personas que no

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara están en mis fotos. Será este mismo bolígrafo y estas letras en el aire. Será, igual que ahora es, vida.

Julieta Hiperbreve

Vivía en una casita con chimenea muy bonita, una niña a la que llamaban Julieta Hiperbreve García. Y la llamaban así, pues tan pequeña era, que dormía en una taza de té dentro de la alacena. Cuando llovía su mamá la metía en una caja, y para consolar a la niña con cariño le cantaba. "Con esos bracitos tan cortos no puedes nadar, y si por descuido tropezaras en un charquito te ahogarás". Eran largas y aburridas las tardes de abril, hasta que un día armada de grandeza decidió escapar de allí. Se puso su disfraz de vaquita, que era impermeable,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara y caminando por la hojarasca encontró un tipo muy amable. Se observaron un poquito el caracol y Julieta, ella se enamoró de sus ojos, él del rojo de sus coletas. Tras las miradas infantiles llegaron las caritas, y después de un par de besos se dispusieron a hacer manitas. Pero en un desafortunado momento la oscuridad les cernió, y tras un grito ahogado un crujido sonó. Y vio Julieta alejarse a su amado en una suela. Y por no saber nadar, y de tan pequeña que era, de tanto llorar hizo un charco, y murió ahogada de pena

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Pequeños cuentos

Disfruta de todo lo que estés haciendo. Si puedes encontrar algunos amigos que lo disfruten, está bien; si no hay nadie que lo disfrute, entonces disfrútalo solo. Si tú lo estás disfrutando, es suficiente. Si te sientes pleno a través de ello, es suficiente. (Osho) Así que vayamos a ello. Cuentos para niños. Para hacer cosas grandes hay que empezar pequeño por cosas pequeñas. La pequeña Mary Maundrell vivía con sus hermanas mayores en un circo. Se llamaban Ethel y Vermin. Ethel y Vermin se disfrazaban de hadas y creaban un espectáculo mágico de una gran belleza gracias a sus vaporosas y esbeltas figuras. Casi transparentes, hacían volteretas y acrobacias en el aire, dejando a su paso halos de mariposas púrpuras de un seductor olor, que hacían que el público se quedase pegado a las butacas del circo, completamente maravillados. Todas las niñas se peinaban como ellas, utilizaban sus trajes, pero nadie conseguía alcanzar la apariencia de las gemelas, casi extraordinaria. Mary se ponía su disfraz de hada también, pero más parecía una bola de queso pues el vestido le

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara quedaba muy estrecho. No vendían vestidos más amplios como esos en el pueblo ni en la ciudad, así que se ponía una máscara y se convertía en payaso. Debía caerse y mancharse la máscara con una tarta, y entonces el público estallaba en carcajadas. Era tan divertida que todos los niños esperaban su actuación, y después utilizaban sus trucos para sus juegos burlones. Todos se reían mucho gracias a ella. Pero bajo su apariencia feliz se escondía una gran tristeza. Mary quería ser como sus hermanas. No le gustaba hacer reír, Mary deseaba que se enamorasen de ella también. -¿Cómo es que vosotras, que sois mis hermanas, os parecéis tan poco a mi? -Preguntó un día la niña. -Pequeña Mary, antes éramos como tú, pero el Gran Señor del circo nos contó que si dejábamos de comer pasteles nos convertiríamos en hadas. Ilusionadas seguimos sus consejos, pero echábamos tanto de menos las golosinas y las piruletas que decidimos meternos los dulces en la boca y luego lo escupíamos todo. Así encontramos la manera de recrearnos en los millones de sabores sin renunciar a ser hadas, porque descubrimos que si nada llegaba a nuestro estómago nunca más seríamos payasos. Mary, muy contenta por saber que algún día ella también podría brillar, siguió el consejo de sus hermanas. Todo iba sobre ruedas. Aunque comía delicias turcas todo el día, gracias a su gran secreto su vestido de hada ahora le hacía parecer la más bella de las ninfas del bosque que jamás se ha visto. Hasta que por fin llegó el gran día y se unió al espectáculo con sus hermanas. Todo el público, damas y caballeros, quedaron tan fascinados y 60


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara atónitos por aquella niña que el Gran Señor del circo decidió darle una actuación en solitario. ¡Hasta Ethel y Vermin enrojecieron de envidia! De todos los pueblos de alrededor vinieron a ver a Mary Maundrell, y el espectáculo comenzó. Y les regaló acrobacias porque era muy bella...Y flotó muy feliz porque era muy esbelta...Por escupir voló tan alto que desapareció en el cielo,y nunca jamás se volvió a saber de ella.

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POEMAS

"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario" (George Orwell)

Madre, no seas misericordiosa conmigo. Madre, no perdones mis pecados. Yo nunca perdonaré los tuyos, que el infierno te atrape fulminantemente.

Padre, no seas piadoso conmigo, casi todo mi verbo fue embuste venenoso, mis acciones, imprudentes, peligrosas, mi enfermedad, imaginaria e infecciosa.

A mis amigos os digo, mantened siempre las distancias, no siempre estaré ahí, yo soy así, me autodestruyo, a mi manera.

A mi amante, quédate,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara pero relativamente lejos, no abandonemos el juego, el juego de bailar con fuego. 2.

Una pequeña historia sobre la anorexia (Ana) y la Bulimia (Mia) Los trastornos en la alimentación presentan una de las tasas de mortalidad más altas dentro del grupo de los trastornos mentales.

Hace tiempo conocí a una chica muy huesuda, ahora rondará los veintiséis. En el sanatorio a punto estuvo de perder la vida, y conoció a Mia para poder comer.

Mintió, mintió, mintió, y sus huellas residen en todas partes. Vómitos regentando los recovecos de su casa, y los servicios subterráneos de los bares.

El esqueleto de sus dedos empuja su garganta hasta que le acecha la advertencia, la náusea crece como la hiedra y florece en su boca, y acaba salpicando desde la letrina a su cara.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara No le afecta, se sacude y sonríe, se siente etérea, liviana, vaporosa, feliz. Con calma retorna a la mesa y toma el té con su familia, sospecho que la desdichada desconoce que va a morir.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

3.

Paseando por el jardín pienso en las flores. ¿Suspiran por la libertad, codician mis pies? ¿O están bien ahí, ancladas en el barro, esperando siempre al mismo abejorro?

Quizá el abejorro las trate mal. O tal vez, realmente están enamoradas. ¿Acaso, podría ser, que no quieren verse solas en el césped?

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

4. CONVOY

Soy el capitán de estos túneles, el de los convoyes subterráneos. Se ruega a los pasajeros guarden prudencia.

Ya están aquí los monos ridículos, los gobernantes del periplo humano.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara El aire es una epidemia de somníferos, recesión, miedo y partículas de polvo trastocadas.

Sometidos al zarandeo de los mandatarios mis vagabundos me imploráis con vuestros rostros. Acecha el semblante de aquel que no sabe dónde dormirá y la postura del opulento que custodia el oro.

Se me antoja letal el llanto de ese niño, lóbrego canto abogando a la pericia. Su madre lo arrulla piadosa ya enterada del óbito como única certeza.

Las doncellas y muchachos anhelan la perpetuidad y no saben lo que eso significa realmente. Sobre todo los días lúgubres, lo que aquí es siempre.

Yo, capitán de esta gruta os escoltaré en vuestro insomnio, y rogaré a Satanás que apague este averno antes de ser totalmente devorados por los cerdos.

Sí, haremos frente a los cerdos

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara y a los monos ridículos. Apenas seremos cien más veinte, mas no han de gobernar este vagón de inocentes. Escaparemos del prolongado carruaje y se acabará el tiempo del crimen. La lluvia también traerá sangre, pero será nuestra lluvia, y será la sangre de nuestros difuntos libres.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

5.

Demente, lucidamente, fríamente, cálidamente. Anónimamente, públicamente, amablemente, cruelmente. Dulcemente, amargamente. Pacíficamente, violentamente, radicalmente, neutralmente. Maravillosamente.

(Dedicado a N.M Lucas)

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

6.

La matrona trae en sus manos el bálsamo del cuerdo, el elixir del trastornado, la poción del perturbado. Y entre sus piernas el por qué del trauma, el veneno de las ratas, el líbrame del mal.

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INVIERNO (work in progress)

Presentimiento

¿Sientes frío? Yo, mucho. Este invierno quiere matarnos Tengo un presentimiento, sólo es eso. ¿Sientes frío? Yo, mucho. Más de lo normal, si cabe, pues tengo un mal presentimiento.. Es muy fuerte, creo que vendrá el viento del norte y que ésta vez no resistiremos moriremos, acabaremos. Terminaremos la partida bajo la nieve que nos dio vida pero tú duda, amigo, duda, es sólo un mal presentimiento. Como te iba diciendo ¿Sientes frío? Yo mucho. ¿No me harías tú el favor de taparme bien por dentro,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara quitarme este mal pensamiento....?

Despertares crueles

Mañana he de levantarme tan temprano y hace tanto que no lo hago. Hará tanto frío, temblaré tanto. Me levantaré indefensa y el aire me atacará por la espalda, traidor, cruel, tengo tanto miedo. He de despertarme, tengo quehaceres de esos importantes, importantes para los demás, claro. Mañana he de ver los ojos tristes de la gente pudriéndose en su rutina sus ojeras cadavéricas invadiendo la ciudad. He de despertarme temprano, espero no helarme. Hará tanto frío cuando despierte ven tú, para que no tiemble.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

EMOVERE (Sobre las emociones biológicas primarias, según el destacado psicólogo del siglo XX Paul Ekman)

EL MIEDO

El espanto es un niño mimado, y hoy un hombre lo atiborra de pastel. Su sueño se conjura contra el nuevo soberano, parásito medroso de ésta creación absurda.

No clames al Diablo, no propagues la pesadilla infecciosa, no atormentes el alma de este hombre con el crudo esperpento de tu espíritu

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

LA ALEGRÍA

La alegría debe ser ese invierno escapando con su viento gélido entre las piernas. Sospecho que comienza en primavera, con los jóvenes mirando a las chiquillas en pantalones cortos.

La alegría será como ir al sitio de tus sueños y ver en directo a Joy Division, o al Ángel y los Volcánicos, intoxicada de poesía hasta las trancas.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

EL ASCO

Asco, ven conmigo, ad infiniturn, pues sin ti iría por ahí recogiendo pajaritos muertos, y apestando a descomposición. Dejaría que las viejas reventaran sus fétidas pústulas sobre mi rostro.

Comería de los alimentos putrefactos esos que ya han empezado a criar malvas, me revolcaría entre las lombrices y las cucarachas y dejaría que me besaran los cerdos.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

LA SORPRESA

Señorita urgente que seduce a cualquiera, a cualquier instante del día y de cualquier manera, a veces es grata y a veces es fiera, ¡que de goce nos llene la vida entera!

EL DESPRECIO

Serenísimo desprecio en tus pupilas, y en tu rostro animadversión, que el Señor sea honesto contigo, humíllame hasta que la muerte nos separe.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

ático poético postraumático Ni escribió: "Ángel, todavía quedan 4 meses para tu cumpleaños. Es Carnaval, pero la reina está medio achicharrada y en Tenerife están de luto. Las cosas están muy mal en España, pero no quiero que te pongas triste, no me conoces de nada. La Pandilla Basura sigue tocando por ahí, Ana sigue tan guapa como siempre, tiene unas piernas que le llegan hasta el suelo. No sé mucho más sobre ti. Pero tu poesía es real y me cala hasta la médula, los huesos y partes de mi cuerpo que hasta yo desconocía de mí misma. No sé muy bien si lo sabes pero al final lo conseguiste, te recuerdan, te recordamos, te releemos. Los Planos de la Demolición verá la luz otra vez y hay chavalitos muy guapos escuchando vuestros temas. El caso es que hoy es viernes, y estoy en paro, y yo también estoy de luto, y no es por el Entierro de la Sardina. Y he leído (de nuevo) Otoño asesino. Y después, he sentido la necesidad de escribirte como tú lo hacías, y dejarte mi huella. No ha sido mi intención plagiarte, ni mucho menos, si no hablar en tu idioma, hacerte un homenaje, pues algunos muy bien lo saben (menos tú, joder), hay un texto tuyo muy especial que me hizo revivir en un momento muy bajo de mi vida y "sacar todos mis poemas y canciones de un cajón". También dedico a José Manuel Vara Fernández (mi Capitán), a Gsús Bonilla a Ana Curra, a Neurótika Books....(ya no hace falta

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara ni decir por qué) este texto que espero no moleste a nadie, está escrito con todo el cariño y sinceridad del mundo, no es una copia, y pido a mi gente que no se cabreé por la dureza del poema. Le digo a mi novio Neox Noex Xeon que le quiero mucho, aunque sea una idiota y una mentirosa patológica, a mi amiga Iratxe Palacios Gana que me gustaría ser como ella, una luchadora que no se esconde de nada ni de nadie, que sabe ser ella misma, y a mi padre que sin él no hubiese sido ni sabido nada en la vida. Pero hay una cosa que tengo que demostrar hoy. Feliz No-Cumpleaños, Ángel: "¿Porqué me mientes?" Por qué tú eres así seguramente mientras estoy escribiendo ya estás espiándome el móvil o la computadora y ya me habrás pillado flirteando con algún gilipollas yo soy así de pringosa, se me hubiese dado muy bien haber sido cortesana o burguesa, o niña de papá. Pero no tuve esa suerte por eso debo tomar esas pastillas y últimamente escribo tanto y hablo tan poco y me expreso tan mal dificultad en el habla lo dice en el prospecto. Anoche dijiste que las palabras no sirven para nada y una mierda con unas cuantas palabras y un bolígrafo puedo mandarlo todo a tomar por culo. Por ejemplo escribiendo que tienes el peor cacharro

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara que he tenido entre las piernas y a mi mejor amiga que debería dejar de perder sus anillos y vender hamburguesas y a mi padre que es un calzonazos y nunco tuvo huevos para ser estrella de rock y el lunes podría mandarle un mensaje a Carolina y decirle que venda hamburguesas su puta madre. Ahora voy a tener que dar muchas explicaciones sobre todo al primero a mi amiga le diré que todo esto es una fantochada literaria y tan contentos o puede que no y no me lleve a la entrevista y al final ni siquiera conozca a Carolina después de tanto tiempo llorando por un trabajo hay que ver lo que son las cosas. Ahora dime otra vez que las palabras se las lleva el viento menudo invento yo ya sé de sobra que un bolígrafo es mejor que un arma depende de quién la cargue hoy la mía la carga el Capitán en el pabellón de postraumáticos donde manda la palabra."

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

Epílogo :La rareza

(Pequeña poesía postraumática)

Cada día me acostumbro más a diferente. Lo alternativo. Lo convencional. Lo que da miedo

la rareza. raro. Lo

Lo no

al

al

cuerdo,

coherente, al que acata las normas. El otro lado. Lo oscuro. La locura. De hecho, creo que sin “esto” ya no podría vivir, no podría entender lo que sucede en la sociedad que me rodea, en la que vivo, en la que me desarrollo y a la que he tenido la osadía o la inconsciencia de traer hijos, con la delirante intención de “cambiar algo”, aunque sólo se trate de aportar otro significado a nuestro estereotipado concepto de normalidad y realidad. Voy cerca de los 50 y me arrepiento de no haber sido más visceral en algunas cosas, pero la 82


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara historia ha ido así y no de otra manera. Afortunadamente, tengo un empleo que me ata cada día a la puta realidad y una familia que me apoya en los momentos de incertidumbre existencial. Creo, en el fondo, ser un ser afortunado. Y eso, hoy en día, es un lujo. Internet nos ha hecho libres y nos ha hecho esclavos, pero también nos ha hecho próximos, siempre que basemos esta herramienta en algo productivo, creativo y sincero. Creo que de no existir internet, Neurótika Books no tendría sentido, ya que no tendría energía para llevarla a cabo como propuesta creativa underground. De sobras

conocéis lo que me término...Neurótika Books

encanta

usar

este

existe porque vosotros queréis que así sea. Y a mí me encanta ese feedback continuo. Esa retroalimentación de afectos, de emociones, de vulnerabilidades, de traumas, de deseos, de poesía, de dolor, de arrebato, de sinceridad, de heridas abiertas, de…lucha interna, de fascinación por descubrir infiernos interiores. Infernonautas que somos, en un mundo que nunca nos ha pertenecido. El mundo de los domadores de palabras, de los quiebraversos, y de los heridos en el alma. Me siento así. Al lado de los enajenados, de los que usan la locura como alternativa a una sociedad enferma de cáncer de autismo emocional terminal, con todo el respeto a los autistas, esos

transgresores natos de las normas de comunicación universal, que nunca alcanzaremos entender por nuestra incapacidad congénita explorar otros caminos de entendimiento y captación de la realidad ajena.

la a a de

Infernonautas somos, aunque no lo queramos aceptar. Navegantes de los infiernos abisales de la emoción 83


Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara desgarrada, de la víscera y del trauma. Y yo aquí, escuchando al puto Nick Cave y su Murder Balladas, y releyendo el próximo libro de Ni Gara, “pequeña poesía postraumática”, esa revelación cercana al apocalipsis interno, aunque sea a escala reducida, pero con la suficiente relevancia como para atraer mi atención las últimas semanas, de forma tan intensa como soy capaz de sentir esas realidades alternativas que tanto anhelo, necesito y vivo, casi con una proximidad malsana, con una claridad perceptiva que me lleva a cuestionar mi concepto de la realidad. Esa dicotomía entre la que nos venden como cierta y la que anhelamos como necesaria. Y ahí se sitúa este librito, este puñetazo en forma de verbo libre, tenso y de extremada fiereza delicada. Gracias enormes a Gsús Bonilla y a Ana Curra por acercarme a las vivencias anímicas de Ni Gara, que desde hace algún tiempo ocupa un lugar especial en la trastienda alternativa de mi córtex cerebral, allá donde los guardianes de la razón no se atreven a adentrarse. Infernonautas que somos. Unos pocos. Los privilegiados. Los supervivientes de un mundo en decadencia, de un mundo sin alma, de un mundo basado en la hipocresía bastarda de la tiranía emocional, donde llorar es delito de estado y sentir es un pecado castigado con cadena perpetua. Bienvenidos al mundo de Alicia, o, mejor dicho, al de Ni Gara. No apto para cuerdos. Quedan ustedes avisados. Infernonautas somos. Y así renaceremos, más allá de la tiniebla castrante del miedo más atroz a ser uno mismo. Gracias, Ni Gara, por darnos la mano y guiarnos por la anímica emoción de tu bendito infierno interior.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara José Manuel Vara febrero 2013

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

un libro de neurótika books todos los textos y fotos Ni Gara prólogos de Gsús Bonilla y Ana Curra epílogo y manipulaciones visuales Vara

marzo 2013 underground book for underground people

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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