opinion

EL SENTIDO de la libertad

Lcda. Daniela Arias VenAmCham

En la mayoría de los estudios que se realizan para determinar el desarrollo de los países, el nivel de libertad es fundamental; dentro de ese conjunto de acciones que componen a la “libertad” como un todo, las libertades económicas juegan un papel protagónico. Sin embargo, es menester entender cómo el uso adecuado de las libertades individuales permite el correcto establecimiento de las libertades económicas. Para esto se tendrán como referencia a dos grandes exponentes cada uno en su campo, el economista Friederich Hayek y el psicólogo Viktor Frankl.

Para Hayek la libertad política implica una ausencia de coacción arbitraria. Esto tiene que ver con un estado de derecho que garantiza el ejercicio de las libertades individuales; para que sea posible el establecimiento de este, es necesario la existencia de una cultura apoyada en valores sobre los cuales germine el estado de derecho. Ahora bien, ¿cómo podemos lograr el desarrollo de estos valores a través del apropiado uso de las libertades individuales? Para Viktor Frankl: la libertad parte desde la capacidad que tiene el ser humano de decidir sobre su destino aun en situaciones difíciles; pero para esto es necesario cuestionarse sobre el sentido de la vida ya que al hacerlo, cada uno se hace dueño de su propia existencia.

El individuo compone una serie de características entre las cuales destaca su naturaleza social, pero, a su vez, su naturaleza religiosa o espiritual, en el sentido de que todos buscan un referente hacia lo cual orientar la vida, esta necesidad íntima de cada ser se traslada a la sociedades y por ende a la cultura. Morales (2002) señala que “la cultura necesita de la visión espiritual para entender el sentido de lo que hace, orientarse, y obtener las energías morales que se requieren para contribuir a la formación y bienestar del ser humano completo” (p.119) .

El cuestionamiento sobre el sentido de la vida, y por consiguiente de la propia existencia, da marcha a una tarea que coloca a todo el aparato psíquico a trabajar parala consecución de ese fin, permitiendo desarrollar criterios y valores que reafirman la identidad tanto individual como colectiva. Aun así, la pérdida o el desconocimiento de esta identidad dentro de una sociedad se define como alienación a causa del desconocimiento del sentido de la vida; esto lleva a la idea, según Frankl, de suplantar la propia identidad. Entender esto es fundamental para el establecimiento de un Estado de derecho que garantice el ejercicio de las libertades individuales y consecuentemente de las libertades económicas, ya que:

Referencias - Morales, J. (2002) Iniciación a la Teología. 4ta edición. Madrid. Editorial Rialp - Canal NEWMEDIA UFM (9 de agosto de 2021) ¿En que coinciden Viktor Frankl y Friederich Hayek? Youtube: https://www.youtube.com/results?search_query=hayek+y+viktor+frankl “los orígenes psicológicos de la perdida de la libertad en el marco social, los orígenes psicológicos de que las masas pierdan cada uno los orígenes de su propia identidad, y se adhieran a la figura de un líder que se constituye él, como el sentido de la existencia, tiene que ver con una personalidad psicológica débil, que no tiene claro su sentido e intenta sustituirlo con otra… y este es el origen de la relación entre las masas, la alienación y el establecimiento de regímenes autoritarios” (Gabriel Zanotti, Universidad Francisco Marroquín, 9.08.2021).

La libertad es una condición, como se mencionó, que requiere de un ambiente cultural idóneo para que pueda germinar. “Para crear cultura hay que considerar íntegramente, y hasta sus últimas consecuencias, al hombre como valor particular y autónomo, como sujeto portador de la transcendencia de la persona…” (Juan Pablo II, discurso en la sede de la Unesco, Paris, 2.6.1980).

Se argumenta que, a mayor libertad económica se registra menos pobreza, mayor ingreso per cápita, más crecimiento del PIB, mayor inversión extranjera, mayor productividad, más longevidad, menor mortalidad infantil, mejores servicios de salud y educación, entre otros muchos indicadores que aseguran que es a este estado de libertades al que deben aspirar las sociedades. Sin embargo, como eslabones en una cadena, para alcanzar dicho bienestar, se requiere de la clara consciencia del valor del individuo como persona humana merecedora de dignidad, entendiendo que la economía -así como muchas otras ciencias y labores- son parte esencial de la realización de la persona y de las sociedades, realización que tiene su culmen en la trascendencia de la naturaleza humana que encuentra su sentido sobrenatural en: la verdad.