¿ES JESÚS UN PRODUCTO DE CONSUMO? ¿Es Jesús un producto de consumo? Hoy causa admiración, el ver como el Evangelio se vive para esta época, donde pululan los predicadores de todo tipo, los escuchamos por la radio, la televisión y su único objetivo es ganar grandes fortunas, ya que, ellos están muy lejos de lo que el Hijo de Dios vino a realizar, ignoran no sé sí a propósito o por desconocimiento de las Sagradas Escrituras; y debido a ello, su afán es el lucro personal; es bien cierto que toda persona se acerca a Jesús con intereses creados, llegamos porque tenemos necesidades reales. Sin embargo, el proyecto de Jesús va mucho más allá que satisfacer nuestras necesidades egoístas. Jesús no quiere dejarnos siempre como egoístas quiere transformarnos en personas dedicadas a buscar el bienestar de los demás, es decir, a amarlos, ayudarlos, no aprovecharse ni servirse de ellos. La predicación de Jesús, que cuestionó, retó y confrontó a sus discípulos, a Nicodemo, a la Samaritana, a los Dirigentes Religiosos, hoy ya no se usa, sino que se presenta a “ un Jesús de las ofertas” pague uno y lleve dos, pague dos y lleve tres, como si Jesús fuera un producto de consumo ¡Qué está pasando! Todos quieren sacar provecho, ventaja y en nombre de Dios se inventan las tretas, martingalas o embeleco más inverosímiles, ante una realidad de nuestro País, donde el desempleo galopante, ha llevado al suicidio a muchos compatriotas, pero estos predicadores les hacen ver a la gente que para salir de los líos económicos deben sembrarles o pactar para ser bendecidos, utilizan los dones que Dios les concedió por su gracia, para provecho propio ¡Qué diferente fue Jesús! Él nunca utilizó sus dones para beneficio personal, cuando lo hizo, fue para alimentar a una multitud, compare los textos bíblicos Mateo 4:4 y Marcos 6:36-40. Estos predicadores de ahora, me recuerdan lo que aporta la historia en cuanto a los predicadores itinerantes de la época del apóstol Pablo, donde había algunos de ellos que predicaban en las plazas y luego pedían limosnas para sostenerse, pero, había otros que buscaban las familias ricas para ellos ser los tutores y maestros de los hijos de los ricos, allí ganaban prestigio, fama, ser admirados por los otros e incluso llegaban a menospreciar a Pablo, ya que aquellos tenían el “sueño americano” de la filosofía griega que era tener una vida tranquila, con riqueza, conocimiento, de ahí que los filósofos griegos alcanzaban su clímax, aún los predicadores itinerantes también lograban el mismo objetivo de los filósofos griegos, ya que no tenían que trabajar con sus propias manos sino era algo intelectual, académico; y consideraban que trabajar con las manos era trabajo de esclavos, es entonces que Pablo, el obrero que anuncia el evangelio tomó una opción diferente que era trabajar con sus propias manos (1 Cor 4:12) y predicar de balde (gratis) el evangelio de Jesucristo, para decirle a esas comunidades que eran conformadas por esclavos, libertos que también el evangelio es para ellos (1ª Cor 1:26, que si él asumía la misma postura que los predicadores ¡Qué diferencia con los tiempos de hoy!, Cuando quieren expoliar al pueblo de Dios, estos son los bendecidos de nuestros tiempos, Dios tenga misericordia de caer en manos de semejantes líderes. ARTURO RAFAEL REAL PERALTA
Licenciado en Ciencias Religiosas Pontificia Universidad Javeriana Especialista en Estudios B铆blicos Fundaci贸n Universitaria Claretiana arpe60@hotmail.com