¿QUÉ TAN BÍBLICO ES LA PATERNIDAD ESPIRITUAL?
Desde hace un buen tiempo, se viene utilizando en el lenguaje religioso de las iglesias neopentecostales el término “Paternidad Espiritual” donde se reconoce al sujeto que pregona estas enseñanzas, como “Padre”, “Madre”, muchas veces de una forma simplista, sin considerar la Biblia que se constituye en la guía fundamental de las iglesias y se rige es por lo que se establece en ella. Los pregoneros de tal paternidad, toman postura para manipular a sus feligreses, que a su vez, éstos miembros tienen que velar por tales padres o madres, deben sostener económicamente, en todo lo que emprendan, y enseñan que los hijos no pueden confrontar, dudar, sólo deben obedecer de una forma ciega, muchas veces utilizando fuera de contexto un texto bíblico, específicamente “No toquéis a mis ungidos” (1ª de Crónicas 16:22), por ende, no admiten ninguna crítica, ni que nadie contradiga sus órdenes, y quién las discuta, le hacen la guerra y al final terminan por expulsar a quién los enfrente. Pasan por encima textos en dónde Pablo encara a Pedro, por la doblez de comportamiento hipócrita frente a los gentiles cristianos, la reprensión de Pablo fue fuerte, supuestamente el “ungido” era Pedro ya que había estado al lado de Jesús de Nazaret, lea el pasaje de Gálatas 2:11-20; por otro lado, también se habla en Mateo 18:15-18 habla de la exhortación al hermano que se conduce erróneamente, entonces de dónde sacan que alguien que esté al frente de un grupo religioso no se le pueda corregir sin está actuando mal, como decía Pablo a los Gálatas 1:10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. Volviendo a la paternidad, vamos a la enseñanza que pregonó Jesús de Nazaret, que es la que vale, la que cuenta, a la cual nosotros estamos para enseñar, continuar en su enseñanza, Jesús estuvo en contra de las jerarquías, que siempre querían sacar provecho de la gente, veamos los que dice textualmente el evangelio de Mateo 23:9 “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”; lo que indica que Jesús criticó el sometimiento total y esclavizante, para la época de Jesús estaba en boga el sistema patriarcal, donde el patriarca o padre tenía todos los derechos y libertades, mientras que la mujer y sus hijos tenían que vivir en el más absoluto sometimiento. Estos que hablan de paternidad espiritual es para seguir esclavizando a sus miembros es como volver al sistema patriarcal, porque les representa poder, control y economía para sus intereses particulares. Existen varias citas donde Jesús de Nazaret no tolera tales comportamiento y hubo hasta roces con su familia, como por ejemplo cuando su familia lo consideraba que estaba loco (Mc 3;21); en otra ocasión se dice que los parientes y los de su casa despreciaban a Jesús (Mc 6:4); por lo tanto, Jesús afirmó un día que su madre y sus hermanos eran los discípulos, los miembros de la comunidad que le seguía (Mc 3:35s); por ello en su proyecto del Reino de Dios está basado en la solidaridad, igualdad, fraternidad y justicia, y llega a afirmar en Mateo 23:8 “Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos”, es decir, todos son iguales y no hay, ni puede haber sometimiento servil de unos a otros.
El título “padre” se usaba, en tiempos de Jesús para designar a los rabinos y a los miembros del Gran Consejo, “Padre” significaba el transmisor de la tradición y modelo de vida; Jesús prohíbe a los suyos reconocer ninguna paternidad terrena, es decir, someterse a lo que transmiten otros ni tomarlos por modelo. El discípulo de Jesús no tiene más modelo que el Padre del cielo (Mt 5:48) y a él solo debe invocar como Padre (Mt 6:9), el Padre lleno de Amor, y no déspota, del que nos habla ampliamente el evangelio. Si no está de acuerdo no pelee conmigo, vaya a la Escritura y haga como los judíos en Berea: “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”.
Pastor Arturo Rafael Real Peralta Licenciado en Ciencias Religiosas Pontificia Universidad Javeriana Especialista en Estudios Bíblicos Fundación Universitaria Claretiana