Todos experimentamos miedos y sufrimientos, que nacen de emociones negativas como el orgullo, deseo, celos y que se convierten en perturbadoras. Todas estas sensaciones provienen de nuestro interior, no vienen de afuera, como muchos podrían pensar por ingenuidad. Los sentimientos y las emociones descontroladas nos impiden ver más allá, pudiendo sumergirnos en una oscuridad permanente, sin tener oportunidad de ver el sol, porque todo estará siempre nublado. Con el tiempo buscamos ayuda, guía y protección para poder liberarnos de todo lo malo, y allí es cuando aparece Tara Verde "La Liberadora". Ella es la madre que acude cuando nos sentimos mal y necesitamos encontrarnos a nosotros mismos. A Tara Verde se la venera como la encarnación de la compasión activa, la protectora contra todos los peligros. En su mito, se cuenta que Avalokiteshavara, el Buda de la Compasión, en profundo pesar por los sufrimientos de los seres en el samsara (ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación), derramó infinitas lágrimas formando un lago en el que emergió una flor de loto. Cuando la flor se abrió, la maravillosa Tara Verde salió de su interior, prometiendo a Avalokiteshavara defender a todos los seres en todos los mundos, de forma inmediata y heroica, removiendo sus obstáculos y protegiéndoles ante cualquier dificultad, o en situaciones de miedo. Ella es un Buda, de aspecto femenino, de los más populares en el Tíbet. Para los occidentales, tener una forma femenina que represente la compasión puede parecer natural, pero debe recordarse que, en la iconografía budista tradicional, la forma masculina tiende a personificar la compasión, mientras que la forma femenina representa más a menudo la sabiduría. En el budismo, el color verde simboliza el vigor, la actividad juvenil y los logros. Se manifiesta en una postura en la que está lista para actuar, temeraria, sentada en estado meditativo, pero con una pierna fuera de su trono, mostrando su diligencia. En la tradición budista Mahāyāna, una de las dos ramas principales del budismo, se cree que recitar el mantra sagrado de Tara ofrece su ayuda inmediata para superar los problemas y liberar todos esos miedos; por eso se la llama "La Liberadora". Ella nos libera de los grandes temores espirituales, simbolizados externamente por animales, y de las situaciones de especial de adversidad, tales como: Ignorancia (Elefante), Orgullo (León), Ira (Fuego), Celos (Serpiente venenosa), Filosofía errónea o Visión errónea (Ladrón), Avaricia (Encarcelamiento), Deseo y Apego (Agua) y Dudas (Demonios).
14 |Febrero 2020