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Vergel Estación #9 verano Marcela Sinclair Las cosas
RECOMENDACIONES ANTES DE EMPEZAR
Este cuaderno contiene algunas propuestas para hacer experimentos artísticos con lo que está mas a mano, o no es tan difícil de conseguir. Como recomendación general, diría que lo primero indispensable es percibir con atención lo que nos rodea. Puede ser mirando, escuchando, oliendo. Puede ser una misma, eso que está más a mano. Por ejemplo, una mano, sin ir más lejos. O una pantufla. ¿Una mosca que justo pasó por ahí? Una nube. Un pañuelo de papel. Quizás haya que mover algún objeto. Puede ser un relato, eso a lo que atender: Palabras que alguien te cuente. Después, se trata de poner en uso la imaginación: encontrar nuevas posibilidades para eso que es muy conocido. Tan conocido que hasta nos resulta ya aburrido, o invisible, de tan cerca que está. Cada cosa cercana puede funcionar como un pasaje para viajar, o una llave que abra una puerta para ir a jugar, si la pensamos de un modo diferente, si la desconocemos un poco. Por eso este ejercicio no tiene edad, puede hacerlo una niña y también una señora, un abuelo o un adolescente, alguien con muchos títulos académicos y alguien que no terminó (o empezó) la escuela primaria.
Ya con esas transformaciones mentales o imaginarias estamos en el terreno del arte. Moviéndolas podemos hacer esculturas. Y luego, además de ideas y cosas, está la posibilidad de usar además algunos materiales de librería: lápices, témperas, pinceles, tijera, pegamento, birome o plumín. Sobre este mismo cuaderno o sobre hojas aparte, podemos generar imágenes, copiadas, inventadas, o surgidas de algún experimento. Así se puede compartir con otrxs algo de lo que una vio o imaginó. Y, sobre todo, descubrir algo que sólo aparece cuando el lápiz o el pincel tocan el papel. La recomendación más importante: ¡No juzgar! Como el arte ocurre cuando sucede la invención, nadie puede decir si está mal, o está bien. ¿Respecto de qué? O sea: Les propongo no jugar al crítico de arte, sino al artista, que es más parecido a una nena muy chiquita, que disfruta el hacer, y se sorprende ante los resultados que ese hacer deja como huella.
La primera palabra que dije cuando empecé a hablar fue ¨botón¨. Parece que mi primer juguete fue una caja de botones, no entiendo cómo mi mamá no tenía miedo de que me tragara alguno. Siempre me gustó revolver cajones, usar un sacacorchos como revólver o ganzúa, hacer pistas de carreras con libros y reglas. De grande estudié para ser pintora, pero después encontré la manera de seguir jugando con cosas a la hora de hacer arte. Las cosas me resultan fascinantes.
Espacio para dibujar la primera cosa que aparezca a la vista, o que se tenga a mano.
Estamos rodeadxs de cosas. La palabra cosa puede nombrar casi todo lo que nos rodea. Personas no, animales tampoco, plantas tampoco. Pero… ¿Una fruta es una cosa? Y un helado? ¿Es una máquina más cosa que una fruta? ¿Las piedras son las cosas más cosas de todas?
Se puede reunir una cantidad de cosas (¿seis?¿nueve?¿doce?) sobre una bandeja, mesa o alfombrita, y tocarlas con los ojos cerrados. Sentir su peso, su olor, su textura. Adivinar qué es cada cosa. Hacer ejercicios de clasificación, ensayar distintas formas de organizar grupos de cosas: por función, por color, por peso. También por textura, forma, temperatura, olor…
Este es el cajón de mi mesa de luz, con las cosas ordenadas de acuerdo a distintas lógicas.
Si viene una visita, pedirle su cartera, bolso o mochila. Vaciarla. Organizar todo su contenido de distintas maneras, como si fueras la museógrafa o el museógrafo del Museo Mochila de Pirulina Mengánez. Hacer un retrato de esa persona, en ese día, en esa visita, con las cosas de su mochila o sus bolsillos. O hacer un dibujo de lo que se te ocurra, usando las cosas de la mochila y ayudándote con lápiz o marcador.
También se puede apoyar cosas sobre una hoja y trazar su silueta. Superponer varias, pintar sectores de distintos colores, ver cómo las cosas se camuflan unas con otras. El dibujo resultante se parece un poco a un mapa, o a los moldes que usaban mi tía y mi abuela para coser. Atención: a veces hay personajes escondidos.
Cosas cuadradas, triangulares, cilíndricas, redondas… Hacer una lista de cosas redondas. Dibujar algunas. Hacer un dibujo sólo usando compás y cosas redondas a modo de plantilla.
Hay canciones sobre cosas redondas, como El twist del Mono Liso, que habla de una naranja. También están los Redonditos de Ricota.
Otras ideas para hacer experimentos artísticos con cosas y papel: Poner una hoja de papel no muy grueso sobre una cosa y frotar con un crayón: ¿qué forma aparece? Con papel fino o metalizado (incluso foil de aluminio) envolver una cosa, apretar, soltar y ver cómo queda después esa cáscara vacía. Piedra, papel y tijera: hacer una escultura usando esas tres cosas. O armar otros tríos de cosas. Imaginar un diálogo entre ellas.
Espacio para frotar con lápiz o crayón cositas más bien planas que ubiques debajo de la hoja, (pueden ser monedas, botones, lo que sea que tenga textura o relieve)
Para “Poner las cosas en papel” hay varios métodos. Una manera posible es pintar la cosa de color y apoyarla sobre la hoja, como si fuera un sello. Ahí pueden aparecer muchas cosas nuevas. Con las capas de una sola cebolla, por ejemplo, se pueden obtener muchos sellos. Hacer pruebas con témpera, acrílico o acuarela. Y luego, ¡se puede invocar que aparezca el Espíritu de la Cebollidad!
¡La cebolla es tan conmovedora! Pero claro que pueden hacerse sellos con muchas otras cosas: naranjas, papas, manzanas, papel plegado, nylon abollado, manos, goma de borrar... ¿qué más se te ocurre?
Hay unas cuantas canciones sobre cosas: Son aquellas pequeñas cosas. Pequeña cosa llamada amor. Tengo algo adentro que se llama el coso. Mis cosas favoritas. Amo a mi camisa. Hacerle una canción a una cosa. Elegir el ritmo que mejor le siente: ¿es un twist, un rock, un tango, una chacarera? Un poema de Roberta Iannamico: Las Cosas Siempre con las cosas la ropa los platos los huevos duros el agua de la canilla los juguetes tirados lo caliente lo frío lo suave lo pesado las cosas que entran en una mano eso es lo que tengo para armar un mundo
A este poema a veces lo canto con ritmo de baguala. ¿Qué música le pondrías vos? También podés inventar un poema vos: para las cosas más chiquitas, o las más suaves, las más brillantes o las más ruidosas. O las que vos elegirías para armar un mundo.
Una cosa son las cosas, y otra cosa es el coso. Dice Federico Manuel Peralta Ramos: ¨Tengo un algo adentro que se llama el coso¨. El coso, en vez de tener unos bordes para poder agarrarlo con las manos, es algo que cambia de forma y tamaño. Como las nubes. Se puede tener un cuaderno de nubes. Primero, mirar el cielo para pescar nubes, como ¨el gato que pes, sentado en su ventaní¨. Dibujar cada día las distintas formas nubosas. O sacarles fotos, y quizás después copiarlas en dibujo. (Una forma de hacer aparecer nubes es mojar la hoja con agua, y después tocarla con el pincel con un poquito de acuarela ) Mejor todavía si una puede ver cómo una misma nube cambia de forma.
Juana Molina completa las formas que ve en las nubes y las sube a la web.
Muchas cosas también cambian con el uso. Ejercicio de observación: ver si hay alguna cosa vieja, marcada, con manchas o una parte rota. Imaginar qué le pasó, inventarle una historia. Contar la historia de esa cosa en un libro-cuento ilustrado, o una historieta. Algo que se puede hacer con alguna cosa muy usada es limpiarla, pulirla, dejarla re divina…. O destruir completamente una cosa. Romperla totalmente y hacer con ese material otra cosa. O nada. Kenneth Kemble hizo obras de Arte Destructivo
Y yo recorté varios muebles de mi familia.
Muchos artistas trabajan con cosas, podemos probar sus técnicas: Decorar cosas, como Marcelo Pombo. Hacer torres de cosas, como Omar Schiliro.
(Gordon Matta Clark corta cosas grandes como casas). Diana Aisenberg le hizo un collar a una columna. Enhebrar fideos o cualquier cosa chiquita, o no tanto. Hacer collares para personas o para otras cosas: Un collar para una botella o frasco. Unas pulseras para las patas de una silla.
Cosas dichas Como quien no quiere la cosa Tengo muchas cosas que hacer No dejar las cosas por la mitad Poner las cosas en papel ¿Te puedo decir una cosa? No pude, me dio cosa Pero, qué cosa… ¡Qué cosa bárbara! No mezclemos las cosas Una cosa es una cosa y otra cosa es la cuestión Son muchas las cosas a tener en cuenta En otro orden de cosas No fue la gran cosa
Para cada frase se puede inventar un experimento de arte, por ejemplo: “Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar” Poner cosas en lugares que no les correspondan: ¡Cosas desubicadas! “Argentinos, a las cosas” Hacer una lista de cosas de lxs argentinxs, dibujarlas y hacerles una especie de ficha técnica describiéndolas como para alguien de otro país o planeta. “No dejes las cosas por la mitad” Qué tal si hacemos lo contrario, y hacemos cosas por la mitad? O cortamos formas por la mitad y… ahí hay que diseñar qué pasa con la otra mitad, o qué hacer con las medias cosas. Hay cosas, como la media luna, que de entrada ya son por la mitad.
“A otra cosa, mariposa” Si las cosas fueran orugas, ¿cómo serían en su versión mariposa?
Espacio para dibujar cosas transformadas en mariposas
Nací en Buenos Aires en 1971. Mis papás se conocieron en la facultad de Ingeniería, aunque después él se dedicó al cine y ella a ser profe de matemática. Lo que yo quería era ser arquitecta, estaba enamorada del tablero de dibujo de mi abuelo y la silla giratoria de mi tía. También quería ser agente secreta, maga y vedette. Creo que todo eso tiene que ver con que me haya dedicado al arte. Fui a una escuela primaria sólo para niñas, con corbata y jumper. Y a un secundario mixto y estatal. Ahí participé del coro, del equipo de voley, del de campamentos y del centro de estudiantes. Mis materias favoritas eran Dibujo, Música, Educación Física, Castellano e Historia. A los 17 empecé a trabajar medio tiempo: en una galletitería, un videoclub, unas canchas de paddle, un gimnasio. Fui promotora, recepcionista, encuestadora, cantante y profesora particular. Todo mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Bellas Artes, y antes de recibirme y dedicarme a ser maestra de plástica en escuelas, tarea que mantengo al día de hoy. A llamarme artista-artista, de tiempo completo, me animé siendo ya bastante grande. Me di cuenta de que era lo que más me gustaba hacer, que no tiene fecha de vencimiento y sí permiso para jugar. Ojo: Jugar en serio, como lxs chicxs, o lxs grandes inventorxs. De pura insistencia, después de dedicarme a esto muchos años, empezaron a invitarme a mostrar lo que hago, en mi propia ciudad y en distintos lugares del mundo. Ahora, tengo el privilegio de participar en este proyecto, que es de mis favoritos, de los que se meten en espacios que quizás no se la veían venir y de repente… ¡Arte sucediendo! ¡Nuevas formas en este mundo!
Referencias para bucear en internet y seguir ampliando el ejercicio:
Estación es un proyecto de Vergel, somos una organización sin fines de lucro, desde 2010 trabajamos para que el arte esté al servicio de la salud y el bienestar de las personas. Esta publicación fue realizada para distribuir de forma gratuita a personas hospitalizadas y personal de salud.
Este proyecto fue posible gracias al apoyo de:
Proyecto editorial: Vanina Scolavino, Catalina León Diseño: Vanina Scolavino Asistente editorial: Almendra Salvador Artista invitada: Marcela Sinclair Ajuste digital de imágenes: Juan Beccar Varela
https://vergelarte.org/ IG @vergelarte FB vergelarteysalud contacto@vergelarte.org
Impreso en: XXXXXX XXXXXXX XXXXXXXX
Las valijas de Marcel Duchamp Las mesas de Daniel Spoerri Poemas para mirar de María Elena Walsh Xilocollages de Antonio Berni Instagram de Juana Molina Federico Manuel Peralta Ramos Las pinturas de René Magritte Las obras de arte destructivo de Kenneth Kemble Los objetos de Marcelo Pombo Las esculturas de Omar Schirilo Gordon Matta Clark Los enhebrados de Diana Aisemberg La poesía de Roberta Iannamico
