Jurídico-financiero

Breve acercamiento a la custodia compartida de los animales de compañía

Tras el último artículo en esta sección (sobre la reciente publicación de la Ley 17/2021, de 15 de diciembre, de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el régimen jurídico de los animales), no han sido pocos los colegiados que han consultado a la asesoría jurídica colegial, a instancia de sus clientes, la figura de la custodia compartida de los animales de compañía en las rupturas matrimoniales o de parejas, y la importancia que a tal fin pudiera tener ostentar, o no, la titularidad del animal en el Registro Informático de Animales del Principado de Asturias (RIAPA).

Juan Silva

© mario rojas

En efecto, la Ley referida, que supone un reconocimiento expreso a los animales como seres vivos dotados de sensibilidad, modifica determinados artículos del Código Civil (artículos 90, 91, 92, 94 y 103) para introducir entre los efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio, que resulta preciso regular sus consecuencias en caso de que en la familia exista un animal de compañía.

Es por ello que se introduce en el artículo 90 del CC un nuevo párrafo b) bis, para que el convenio regulador (que es el documento en el que la pareja, de mutuo acuerdo, regula las consecuencias jurídicas de su ruptura, y que precisa la posterior autorización judicial o notarial para la validez o eficacia del mismo), también contenga: «El destino de los animales de compañía, en caso de que existan, teniendo en cuenta el interés de los miembros de la familia y el bienestar del animal; el reparto del tiempo de convivencia y cuidado si fuere necesario, así como las cargas asociadas al cuidado del animal».

Ahora bien, si los acuerdos adoptados «fueran gravemente perjudiciales para el bienestar de los animales de compañía, la autoridad judicial ordenará las medidas a adoptar, sin perjuicio del convenio aprobado» (artículo 90.2, párrafo segundo, del CC).

Y en esta línea, el nuevo artículo 94 bis del CC aclara que «la autoridad judicial confiará para su cuidado a los animales de compañía a uno o ambos cónyuges, y determinará, en su caso, la forma en que el cónyuge al que no se le hayan confiado podrá tenerlos en su compañía, así como el reparto de las cargas asociadas al cuidado del animal, todo ello atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal, con independencia de la titularidad dominical de este y de a quién le haya confiado para su cuidado. esta circunstancia se hará constar en el correspondiente registro de identificación de animales».

Quizá sea este buen momento para hacer constar que el Decreto 99/2004, de 23 de diciembre, por el que se regula la identificación de los animales de compañía y el Registro informático centralizado del Principado de Asturias, cuando se refiere al propietario del animal, no está prejuzgando la titularidad dominical del animal, sino que se refiere a la persona física o jurídica responsable del mismo en cuanto al cumplimiento de la normativa aplicable (artículo 2.f).

No obstante todo lo expuesto, o precisamente por ello, y en evitación de posibles conflictos que pudieran darse en futuras custodias, también se modifica el artículo 1346 del CC, para determinar (en su punto 1º) que son privativos de cada uno de los cónyuges «Los bienes, animales y derechos que le pertenecieran al comenzar la sociedad».

Aunque las modificaciones introducidas por la Ley 17/2021 en los artículos aquí reproducidos es recentísima, es preciso referir que ya se había dictado alguna sentencia en la que se otorgaba la custodia compartida de los animales de compañía teniendo en cuenta el vínculo de afecto entre el animal y los miembros de la pareja, con abstracción de quién fuera el titular dominical del animal, por lo que es de suponer que a partir de la regulación expresa que brevemente se ha descrito, serán mucho más frecuentes las solicitudes de custodia compartida de los animales de compañía en los casos de rupturas matrimoniales o de parejas. ±