El plan de Dios: Jesucristo y las religiones

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A mi querida esposa Marta C. Mano Panagiotis, en prueba de

agradecimiento por su constante apoyo y ayuda

moral y espiritual,

con todo mi amor y por toda la eternidad.


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INDICE DEL LIBRO “EL PLAN DE DIOS, JESUCRISTO & LAS RELIGIONES”

INTRODUCCIÓN

PRIMERA PARTE: EL PLAN DE DIOS I. CONCEPTO DE DIOS COMO SUPREMA INTELIGENCIA Y ENERGÍA CÓSMICA PURA.

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II. LA CREACIÓN ESPIRITUAL, LA CREACIÓN MATERIAL 15 Y LA CREACIÓN DEL SER HUMANO PARA LA EXPERIMENTACIÓN FÍSICA DE LAS ALMAS INDIVIDUALIZADAS. III. LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL HASTA EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA CÓSMICA O ILUMINACIÓN.

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SEGUNDA PARTE: LAS RELIGIONES Y EL MENSAJE DE JESUCRISTO

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I. LAS RELIGIONES MONOTEÍSTAS: JUDAISMO, CRISTIANISMO E ISLAMISMO.

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II. LAS RELIGIONES ORIENTALES: EL BUDISMO, EL HINDUISMO Y OTRAS CREENCIAS.

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III. LA CIENCIA Y LA RELIGIÓN.

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IV. EL MENSAJE DE JESÚS DE NAZARET COMO ENCARNACIÓN DEL CRISTO CÓSMICO.

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INTRODUCCIÓN En primer lugar, conviene observar que esta obra es el resultado de muchos años de reflexión teológica y filosófica, así como el producto de la lectura de innumerables libros sobre espiritualidad y religión, destacándose, en el Índice, sólo los más importantes, cuya lectura sería recomendable, para poder efectuar un cambio evolutivo esencial en este mundo, de manera que se pueda pasar a un estado superior en la evolución espiritual y, en consecuencia, pueda acercarse al nivel trascendente que DIOS desea para esta humanidad, que tanto necesita conocerse a sí misma y, con ello, evitar su autodestrucción, alcanzando, por otra parte, la tan deseada paz y felicidad para todos sus habitantes. Como indica el título de la obra, consta de dos partes fundamentales, tratándose en la primera parte el concepto de DIOS (como Dios Trino, es decir: Dios Padre en el cristianismo o SAT en sánscrito según el hinduismo, Dios Hijo en el cristianismo o TAT en sánscrito según el hinduismo y el Espíritu Santo o AUM u OM en sánscrito en el hinduismo), su creación espiritual y material, en un sentido universal y, en la segunda parte, un análisis de las principales religiones de la humanidad que habita este planeta, su convergencia con el desarrollo de la ciencia hoy en día, así como la figura de Jesús de Nazaret, encarnación del único DIOS, representando al CRISTO cósmico durante una breve estancia en la Tierra.


5 Como quedará explicado a lo largo de esta obra, DIOS, tanto como Ser Universal Impersonal como Personal, es eterno por naturaleza, lo que significa que ha existido y existirá por siempre, al ser lo ABSOLUTO y, por consiguiente, anterior a los conceptos Tiempo y Espacio, que aparecen tras la creación material del universo, esto es, al crearse el reino de lo RELATIVO. Antes de la existencia del mismo universo físico y con el ánimo de experimentarse a Sí mismo a través de su creación, DIOS, como Alma Universal, procedió a una parcial individualización de su propia Alma, creando infinitas almas individuales, a las que denominaremos “seres espirituales” a los que dota, igualmente, de mente, conciencia o psique, y al que reviste, igualmente, de un cuerpo etéreo, astral o espiritual. En consecuencia, el ser espiritual creado por DIOS, antes de todos los tiempos, en el reino de lo Absoluto, a su imagen y semejanza, tiene, así mismo, tres componentes, a saber: cuerpo, mente y alma, constituyendo esta última la misma presencia de DIOS en este ser espiritual. Tras la explosión inicial o big-bang, que dio comienzo a la creación material o universo físico, y tras la evolución necesaria en el reino de lo Relativo, llegará a aparecer el llamado “ser humano” en todo el universo, que no es más que el ser espiritual encarnado, esto es, en forma física o densa, constituido, igualmente, por una trilogía: el cuerpo físico, la mente y el alma, con el propósito de experimentar en el reino de lo Relativo, donde DIOS ha creado la dimensión espacio-tiempo, con el fin de que Él mismo, a través de nuestra alma individual, pueda experimentarse a Sí mismo, lo que equivale a decir que, en esencia, somos una parte infinitesimal del Alma Universal o DIOS.


6 Toda vez que procedemos de Él o Ella, como Ser Universal Personal, tras las breves estancias físicas, en calidad de seres humanos, en mundos físicos, tantas veces como sea necesario y hasta tanto no alcancemos el estado de iluminación o integración en DIOS, volveremos a Él, es decir, al reino de lo Absoluto, denominado en las religiones como el Reino de los Cielos. En la segunda parte, desarrollaremos las distintas creencias contenidas en las principales religiones imperantes en la Tierra, uno de los innumerables planetas habitados del universo físico, donde residen otras humanidades o hijos de DIOS, y sobre todo, trataremos del auténtico mensaje cósmico de Jesús de Nazaret, en el que debería beber toda la humanidad, con el fin de alcanzar el estado de conciencia o iluminación cósmica, que no es otra cosa que nuestra verdadera y último destino o meta a alcanzar, condición sine qua non para poder regresar a nuestro genuino hogar con nuestro PADRE o MADRE celestial, en el reino de lo Absoluto.


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PRIMERA PARTE: EL PLAN DE DIOS I. CONCEPTO DE DIOS COMO SUPREMA INTELIGENCIA Y ENERGÍA CÓSMICA PURA. Habida cuenta de nuestras propias limitaciones como seres humanos, resultaría absolutamente imposible intentar dar una definición acerca de DIOS. No obstante, en el intento de ofrecer un concepto de Él, así como de sus atributos o facetas, se podría exponer lo siguiente: DIOS es el Todo de Todo, es decir, Todo lo que Es y Todo lo que no Es. La idea de DIOS es la idea más acariciada en la vida humana. La concepción de DIOS es una realidad mayor que la realidad de cualquier concepción que la humanidad haya tenido jamás. DIOS es una realidad más concreta que cualquiera de las realidades existentes en todo el cosmos. La existencia de DIOS es una existencia más permanente y sustancial que la existencia temporal y siempre cambiante de las formas y fenómenos de la creación. DIOS puede aparecer en dos fases de la realidad: como un DIOS impersonal, Ser supremo de lo absoluto, de naturaleza eterna, y como un DIOS personal, al máximo nivel de la creación de fenómenos. Esto es, los aspectos personal e impersonal constituyen dos realidades de la palabra DIOS. El aspecto impersonal de DIOS no tiene forma y es supremo; es decir, el Ser eterno y absoluto. No tiene atributos, cualidades o características, porque todos los atributos, cualidades y características pertenecen al ámbito relativo de la vida y el DIOS impersonal es de naturaleza absoluta. Es absoluto, impersonal y sin atributos, pero constituye la fuente de toda la existencia relativa. Es la fuente de las diferentes formas y fenómenos de la creación. Todos los atributos de la existencia relativa tienen su origen en el Ser absoluto y sin atributos. Todo en la creación es la manifestación del DIOS no manifestado, absoluto, impersonal y omnipresente. Con el fin de entender cómo el DIOS impersonal y no manifestado asume la forma de los fenómenos manifestados de la creación, tomemos el ejemplo del hidrógeno y el oxígeno. Estos elementos químicos adoptan cualidades distintas y aparecen como vapor, agua e hielo.


8 De manera análoga, el Ser omnipresente, impersonal y todopoderoso, aún siendo lo Absoluto, se manifiesta en cualidades, formas y fenómenos de la creación. Lo Absoluto es la última realidad de la vida. Constituye la vida eterna y no experimenta cambio alguno en su naturaleza. Es lo último de la creación, la fuente, el Ser que todo lo abarca y fin último de toda la creación. Es a través del poder del DIOS impersonal como el universo fue, es y será. Así como sólo existe un constituyente esencial, H 2 O, como vapor, agua y hielo, así el último constituyente de toda la creación, el DIOS impersonal y absoluto es Uno, aunque aparezca como muchos. La apariencia de uno igual que muchos es exclusivamente como fenómeno. La realidad del único DIOS impersonal es eterna y absoluta. Es el Creador, el que mantiene y sostiene el universo. Su naturaleza es crear, existir y expandirse, aspectos distintos de su naturaleza. Sin Ello nada existiría, pues es quien mantiene todo, impregnando todos los ámbitos de la creación. De este modo, vemos que el universo es la creación del DIOS impersonal y absoluto, sostenido hasta su disolución final. Se puede decir que el DIOS absoluto es todopoderoso, pero no el sentido de que es capaz de hacerlo todo, sino que obedece a que siéndolo todo, no se trata de hacer o conocer de ningún modo, ya que está más allá de hacer o conocer. Es todopoderoso en el sentido de que, sin Ello o el Ser, nada podría existir. En este sentido, el DIOS impersonal es creador y mantenedor del universo, permaneciendo eternamente en un estado no manifestado, siendo, en ese sentido, omnipotente. El ser o existir consiste en entrar en el ámbito de la naturaleza impersonal, de manera que para llegar al Ser, sólo se precisa salir de la naturaleza personal, así como del ámbito de hacer y pensar para establecerse en el reino del Ser. El mundo tiene una concepción muy vaga de DIOS, presentándose como algo a lo que se debe temer, cuando, en realidad, DIOS representa la esencia omnipresente de la vida. DIOS no es el poder del miedo o del temor, sino puro amor, así como la vida absoluta y eterna, por cuanto no debe inculcarse el temor en la vida de los humanos, de forma que ninguna religión debería estar basada en el temor de DIOS, ya que DIOS sólo debe ser amado y no temido. El DIOS impersonal es el Ser que yace en el corazón de todos, de manera que cada individuo es, de acuerdo con su propia naturaleza, el DIOS impersonal. DIOS es un Ser todopoderoso, impersonal, no manifestado; es la realidad eterna de la vida. Es imperecedero y representa la abundancia, la vida y su


9 culminación, estando al alcance de quien quiera auto-realizarse en dicho Ser supremo. DIOS, en el aspecto personal, es el Ser supremo de naturaleza omnipotente. Ya no es “Ello”, sino que se convierte en “Él” o “Ella” o en ambas cosas, por así decirlo. El aspecto personal de DIOS tiene, necesariamente, forma, cualidades, características, etc. y, teniendo la capacidad de ordenar toda la existencia del cosmos, el proceso de la evolución y todo en la creación, el DIOS personal es todopoderoso. DIOS, el Ser supremo, en cuya persona encuentra su realización el proceso de la evolución, está en el máximo nivel de la creación. Al decir que tiene una naturaleza todopoderosa, significa que tiene el poder de hacerlo todo, ser todo y entenderlo todo, todo ello con una capacidad infinita. Así que, siendo DIOS todopoderoso, controla toda la creación, estando controladas todas las leyes de la naturaleza por Su voluntad. De esa manera, siendo todopoderoso, ha ordenado toda la creación y todo el ámbito de la evolución para que ésta opere automáticamente, en plena armonía y de conformidad con las leyes de la creación. Con la disolución de la creación, el DIOS personal y todopoderoso, también, se sumerge en lo impersonal o en el estado absoluto del Ser supremo, y con la creación, vuelve de nuevo para existir al máximo nivel. Así es como el DIOS personal mantiene eternamente el ciclo de la creación, la evolución y su disolución. Su poder infinito hace que gobierne y mantenga todo el campo de la evolución, así como las vidas independientes de innumerables seres que habitan por todo el cosmos o universo. Si el ser humano, que habita en todo el universo, intenta acoplar su pensamiento, su palabra y sus acciones a la naturaleza del DIOS supremo, será bendecido por la naturaleza todopoderosa y misericordiosa de DIOS, y, de esa manera, el hombre puede ganar la cima de la evolución. Si no se puede concebir, intelectualmente, la existencia del DIOS personal, supremo y todopoderoso, sería, únicamente, el resultado de una pobre comprensión del todo. Cualquiera que pueda ver lo inerte o la creación menos evolucionada en un extremo de la existencia y pudiera reconocer los distintos grados de la creación, debería concebir, intelectualmente, al Ser supremo y todopoderoso al más alto nivel de la existencia relativa, y habiéndolo hecho así, aspiraría a su gran auto-realización. La incapacidad de concebir al


10 DIOS personal es comprensible, pero rechazar la existencia del DIOS personal sólo puede ser el resultado de un estado mental no desarrollado. DIOS es lo más sagrado de cuanto existe, porque nos hace tomar conciencia del supremo estado de la existencia, el estatus todopoderoso del Ser supremo. Se ha dicho que la realización o identificación con DIOS es el objetivo de la vida. Se puede decir que un individuo, en cualquier estado de su evolución, ha alcanzado su realización en DIOS, como su meta final, cuando está en plena armonía con el Ser todopoderoso y supremo, gozando de un estado de plenitud y abundancia, energía ilimitada, creatividad, inteligencia y felicidad. Revisemos, a estas alturas, el concepto de las principales religiones existentes en nuestro mundo acerca de la naturaleza de DIOS. BUDISMO.El Budismo reconoce, generalmente, la existencia de seres “sobrenaturales” o divinos, pero no creen en un DIOS creador y omnipotente. Todos los budistas reconocen una verdad trascendental y algunos lo conciben en términos de una “Naturaleza Buda” que infunde a todas las cosas su existencia. CRISTIANISMO.Los cristianos creen en un único DIOS, creador de todas las cosas, que se presenta bajo tres “personas”, que constituyen la Santísima Trinidad: el PADRE, el HIJO (Jesucristo) y el ESPÍRITU SANTO. Estos tres aspectos de DIOS coexisten en una Divinidad. HINDUISMO.Los hinduistas creen en una sola Divinidad que adopta formas innumerables. Las principales son las siguientes: BRAHMA, creador de cada universo, VISHNÚ, mantenedor y defensor y SHIVA, destructora y reconstructora. VISHNÚ dispone de diez formas para acudir en ayuda del universo, entre las cuales se incluyen las de KRISHNA y RAMA. ISLAMISMO.-


11 Los musulmanes creen en un solo DIOS (ALÁ en árabe). ALÁ es indivisible y no tiene iguales, es creador de todo y ha hablado a la humanidad a través de muchos profetas, de los que Mahoma es el último y más grande.

JUDAÍSMO.El judaísmo reconoce a un único DIOS, cuyo nombre no puede ser pronunciado. Es el creador de todas las cosas y, mediante su alianza con el pueblo judío, ha guiado la vida y el destino de la humanidad en su conjunto. SIJISMO.Según el sijismo, existe un DIOS que es el verdadero Gurú o Maestro, ilimitado en el tiempo y en el espacio y más allá de cualquier definición humana. Se da a conocer a aquéllos que están preparados para recibirlo. TAOÍSMO.Los taoístas creen en las fuerzas universales de la naturaleza –el ying y el yang-. Mediante la tensión creadora que existe entre ellos, logran mantener el movimiento del mundo. El taoísmo popular tiene miles de dioses, pero los taoístas no creen en un único DIOS supremo. A continuación veamos lo que se podría denominar “Las Siete Fuerzas Básicas de DIOS, a que alude la obra “Las grandes enseñanzas de Jesús de Nazaret a sus apóstoles y discípulos que podían captarlas” de VIDA UNIVERSAL, como sigue: LAS SIETE FUERZAS BÁSICAS DE DIOS (Acrónimo: O.V.S.S.P.A.M.) 1ª el Orden Sagrado 2º la Voluntad Divina 3ª la Sabiduría Divina 4ª la Seriedad Divina 5ª la Paciencia Divina 6ª el Amor Infinito


12 7ª la Misericordia Infinita A continuación vamos a desarrollar, brevemente, cada una de estas siete fuerzas básicas de DIOS, que representan los Peldaños del Camino Interno que deben seguir los seres humanos para llegar a su auto-realización o iluminación, relacionándolos, igualmente, con los Chakras o Centros de la Consciencia Humana, representando estas cualidades divinas los peldaños o pasos evolutivos que debe seguir todo ser humano, que será objeto de desarrollo en el capítulo III de la Primera Parte de este libro, titulado: La Evolución espiritual hasta el despertar de la conciencia cósmica o iluminación. No obstante, vamos a esbozar, esquemáticamente, la relación de estos atributos divinos con los centros de consciencia del ser humano, con el fin de examinar la íntima relación existente entre DIOS y la Humanidad, creada a su imagen y semejanza. 1º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) ORDEN se corresponde con el elemento espiritual FUEGO y está relacionado con el chakra RAÍZ, que se encuentra en la región del coxis, a nivel del cuerpo humano. Representa la energía sexual, atávica y de contacto con lo terrenal. 2º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) VOLUNTAD se corresponde con el elemento espiritual AGUA y está relacionado con el chakra del OMBLIGO, que se halla en la región del sacro, a nivel del cuerpo humano. Representa la energía de la fuerza de voluntad y el deseo. 3º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) SABIDURÍA se corresponde con el elemento espiritual TIERRA y está relacionado con el chakra del PLEXO SOLAR, que se halla en la región lumbar, a nivel del cuerpo humano. Representa la energía del afán adquisitivo y la generosidad. 4º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) SERIEDAD se corresponde con el elemento espiritual AIRE y está relacionado con el chakra del CORAZÓN, que se encuentra en la región de la espalda. Representa la energía del amor. Los cuatro atributos divinos ya mencionados son cualidades de filiación, correspondiéndose, cada uno de ellos, con los cuatro elementos básicos, en tanto que los que siguen son, simplemente, atributos puramente divinos.


13 5º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) PACIENCIA, está relacionado con el chakra de la GARGANTA, que se halla en la región de la nuca y representa la energía de la comunicación. 6º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) AMOR, está relacionado con el chakra del TERCER OJO, que se encuentra en la región de la vista y representa la energía del psiquismo. 7º El atributo divino (para DIOS) o centro de conciencia (en el ser humano) MISERICORDIA, está relacionado con el chakra CORONARIO, que se halla en la región del cerebro y representa la energía que conecta con el yo superior o portal a lo absoluto. Con el fin recoger lo esencial en este capítulo, se puede hablar de la triple naturaleza de DIOS (denominada Santísima Trinidad), como Padre, Hijo y Espíritu Santo, donde: DIOS PADRE es el Absoluto y lo No manifestado (SAT en las escrituras hindúes), de manera que, en el reino de lo Absoluto no hay experiencia, sino sólo CONOCIMIENTO. DIOS HIJO es la Conciencia de Cristo o el Unigénito (TAT en las escrituras hindúes), existente en la creación vibratoria, único reflejo del increado Infinito, representando la EXPERIMENTACIÓN. DIOS ESPÍRITU SANTO (AUM/OM en las escrituras hindúes), que impregna toda la creación representa el SER o CONCEPCIÓN. Esto es, el Padre CREA, el Hijo EXPERIMENTA y el Espíritu Santo CONCIBE, de tal manera que el Hijo experimenta la creación del Padre, que es concebida por el Espíritu Santo. En el Evangelio de Juan (14:26) se expresa lo siguiente: <Pero el Paráclito, el Confortador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho>. Estas palabras bíblicas se refieren, precisamente, a la triple naturaleza de DIOS como Padre, Hijo y Espíritu Santo, que, como ya hemos visto, también se menciona en las escrituras hindúes, como SAT, TAT y AUM. En lo que se refiere al ser humano, que representa, en realidad, un microcosmos de DIOS, se da, también, la trilogía consistente en CUERPO (aspecto físico constituido por materia o energía concentrada o de baja


14 vibración), MENTE (aspecto no físico que constituye pura energía creativa de alta vibración) y el ESPÍRITU o ALMA (aspecto metafísico). Esta trilogía puede expresarse, igualmente, desde ópticas diferentes, de la manera siguiente: Para los psicólogos: Consciente, Subconsciente y Superconsciente. Para los filósofos: el Id, el Ego y el Superego. Para los científicos: la Energía, la Materia y la Antimateria. Para los poetas: la Mente, el Corazón y el Alma.


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II. LA CREACIÓN ESPIRITUAL, LA CREACIÓN MATERIAL Y LA CREACIÓN DEL SER HUMANO PARA LA EXPERIMENTACIÓN FÍSICA DE LAS ALMAS INDIVIDUALIZADAS. Como ya comentamos en la Introducción de esta obra, el Alma Universal o DIOS, antes de todos los tiempos, en el reino de lo Absoluto, creó a los seres espirituales a su imagen y semejanza, proporcionándoles tres componentes: cuerpo, mente y alma, y, con ello, la vida individualizada. Es decir, la creación espiritual se produce cuando de la ecuación YO SOY / YO NO SOY (o DIOS) emana de Sí mismo un infinito número de unidades infinitesimales de energía que integran el Conjunto o Total, con el fin de que, tras la creación material o del universo físico (reino de lo Relativo), estos espíritus micro-cósmicos puedan acceder a él, para adoptar sucesivas vidas físicas, en las que poder experimentar lo que el alma conoce conceptualmente. Las almas o espíritus viven en el reino de lo Absoluto y los espíritus encarnados, denominados “seres humanos” viven en el reino de lo Relativo, donde la vida física funciona de acuerdo con las leyes naturales, y al entrar en dicho reino, el espíritu humano se olvida de quién es realmente. Conviene notar que en el reino de lo Absoluto sólo existe el AMOR, en tanto que en el reino de lo Relativo aparece el AMOR, junto con su contrario el TEMOR. Debemos entender que, antes de estar en esta vida como seres humanos, es decir, con una parte física o cuerpo material, que lo debemos a nuestros padres biológicos o genéticos, con nuestro ADN mitocondrial o código molecular, somos, en realidad, espíritus e hijos verdaderos de DIOS, creados por Él como principio inteligente del universo, simples e ignorantes, antes de la creación material o del universo físico, con el fin de que evolucionemos y nos realicemos, individualmente, mediante nuestro propio esfuerzo y discernimiento intelectual, usando nuestro libre albedrío del que nos ha dotado DIOS. Por consiguiente, como espíritus, ya existíamos antes de nacer a esta vida física, continuando nuestra existencia, tras la muerte física, de manera indefinida o eternamente, ya que el espíritu, por su propia naturaleza, es


16 inmortal, o como se suele decir en Física, la materia es una forma de energía, que siempre cambia, pero es indestructible. Al estar dotado de lo que llamamos “el libre albedrío”, es decir, de la capacidad de discernir entre el bien y el mal, contrariamente a los animales, que ya vienen con una conducta predeterminada, es el espíritu humano quien decide y crea su propio destino. Y así como el alumno puede llegar a repetir el curso escolar las veces que sean precisas, hasta pasar al grado siguiente, el espíritu que no aprovecha su existencia física en este planeta o en cualquiera de los innumerables mundos habitados, puede tener que permanecer en él durante mucho tiempo, conociendo mayores sufrimientos y así, retrasar su propia evolución. Esto es lo que conocemos como “renacimiento o sucesión de vidas” en el universo físico. Sin embargo, no todas las encarnaciones se producen en la Tierra, ya que existen mundos que, desde el punto de vista evolutivo, son superiores o inferiores al que conocemos, de tal manera que, cuando hayamos evolucionado lo suficiente, podremos renacer en un planeta de orden espiritual elevado, ya que el mismo universo es infinito. Sólo cuando todos los seres humanos decidan practicar la ley del Amor y reine la fraternidad entre todos, considerándonos absolutamente iguales y parte del Todo o del Creador, entonces, nuestro planeta se convertirá en un mundo regenerado o de categoría moral superior. La vida es la expresión o manifestación de DIOS, siendo el ciclo de la vida el siguiente: Creación, Mantenimiento, Evolución y Disolución. La vida cósmica es la existencia eterna y su expresión en el reino de lo Relativo se denomina “vida individual”, al igual que una ola es la expresión del océano. Por ello, la vida individual no constituye más que una célula de un cuerpo completo (o almas individualizadas dentro de un Alma Universal). En consecuencia, el ser humano baja a la esfera física para manifestar la gloria divina con su presencia física en el mundo, de tal forma que es la ignorancia o desconocimiento de “quien es en realidad” lo que produce el sufrimiento humano, pero el hombre debe vivir al máximo de su capacidad a todos los niveles: físico, mental y espiritual, debiendo lograr una conciencia divina, cósmica o de DIOS, como aclararemos en el capítulo III de esta obra, titulado: La evolución espiritual hasta el despertar de la conciencia cósmica o iluminación. Cuando renacemos, traemos un plan o proyecto de vida, es decir, una especie de contrato o compromisos adquiridos y asumidos ante DIOS y


17 nosotros mismos, para reparar el mal causado con anterioridad y practicar el mayor bien posible. Es el mecanismo perfecto de la Justicia Divina, que nos explica el por qué de las desigualdades de destinos entre todas las criaturas de la Tierra. Precisamente por este mecanismo del renacimiento, verificamos que DIOS no castiga, justamente porque Él o Ella es todo Amor. Somos nosotros los que causamos nuestro propio sufrimiento, en virtud de la ley de acción y reacción, la ley de causa y efecto, la ley cósmica o la ley del karma (“acción” en sánscrito). También debemos constatar que, realmente, no hay cielo o infierno, tal como se describe en las principales religiones del mundo, sino que lo que existe, en verdad, son estados del alma, que pueden describirse como “celestiales” o “infernales”, así como “espíritus superiores” (ángeles) y “espíritus inferiores” (demonios), los cuales se hallan, asimismo, en el camino de la perfección. El destino final marcado por DIOS es que los espíritus buenos se hagan mejores y los malos se regeneren. En otras palabras, DIOS no quiere ni permite que ninguno de sus hijos se pierda, por el hecho de utilizar, indebidamente, su libre albedrío, siendo ésta la suprema voluntad de DIOS. En una de las lecturas del psíquico Edgar Cayce se menciona lo siguiente: “Tú eres cuerpo, mente y alma, es decir, eres un individuo tridimensional con conciencia tridimensional. Así, de la misma manera, DIOS tiene tres facetas o personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cada uno de ellos es individual, pero, sin embargo, los tres son Uno. Lo mismo acontece con el ser humano formado por el cuerpo, la mente y el alma. Cada uno de ellos tiene sus atributos, cada uno de ellos sus limitaciones, excepto el alma. Nada puede separar al alma de su origen o fuente, salvo la voluntad de uno mismo o su libre albedrío”. La causa del renacimiento viene de los deseos insatisfechos de la vida pasada. El Ser supremo es eterno y permanente, imperecedero e inmutable. El buen karma significa buenas acciones, el mal karma representa malas acciones, pero el karma sólo es acción. Las leyes de la naturaleza se basan, en última instancia, en la ley cósmica. La naturaleza del karma se opone a la naturaleza del ser, aun cuando el ser es el origen del karma. Esta es su relación. El karma es el fruto de las acciones realizadas en el pasado y la mente es la conciencia vibratoria que conecta el Ser de naturaleza no manifestada con el cuerpo, manifestación del mundo relativo. Respecto al cuerpo, la mente es el origen o fuente del sistema nervioso.


18 Todo lo virtuoso y verdadero en la vida está acorde con las leyes de la naturaleza. Todo lo que es inmoral o perjudicial va contra la evolución. El bien y el mal, que pertenecen al mundo de lo Relativo, constituyen un problema complicado, si bien puede decirse que el bien o lo correcto es aquello que produce una buena influencia por doquier, siendo el mal todo lo contrario. Todo el universo reacciona ante cualquier acción de cada individuo. La libertad en la vida significa que ésta, en todos sus planos, físico, mental y espiritual, debiera ser sin restricciones o límites y completa. Hay que mejorar la vida del individuo desde dentro para conseguir la paz individual y posteriormente alcanzar la paz mundial. La vida se hace plena cuando la conciencia cósmica está centrada en la devoción a DIOS. El hombre no es más que la expresión viva de la existencia cósmica omnipresente y omnisciente. El objeto de la religión (religare = volver a unir) es ligar de nuevo al hombre con su origen o fuente. El verdadero espíritu de la religión se echa en falta si se limita a decir lo que está bien o lo que está mal, creando el temor al castigo del infierno y el temor a DIOS en las mentes del ser humano. El objeto de la religión debería ser el desechar todo temor y no basarse en imbuir el temor a DIOS. Una religión viva e integrada será aquélla que haga que el hombre se auto-realice y adquiera la conciencia de DIOS, disfrutando de todos los valores de la vida como hombre de DIOS, convirtiéndose en lo DIVINO manifestándose en forma de ser humano en la Tierra. Resulta mucho más fácil elevar la conciencia del hombre, desde dentro, que hacer que se comporte de manera justa actuando desde fuera o desde el exterior. Cuando se llega a tener una conciencia cósmica o iluminación, no importa ya la religión que se pueda profesar, pues carece de importancia, al haber alcanzado el último peldaño en su evolución. Recordemos, por ejemplo, el caso de Siddartha Gautama, llamado el Buda. El objetivo del alma es el de llegar a ser plenamente consciente, estando aún en el cuerpo físico, pues el plan de DIOS nos dice que Él o Ella desea realizarse a través de nosotros y, de esa manera, el concepto pueda convertirse en experiencia, de modo que pueda conocerse a Sí mismo experimentalmente. El destino se produce mediante la conjunción de todos los pensamientos que se originan de todas partes, en otras palabras, de la conciencia del planeta. Por


19 otra parte, lo que se resiste, persiste. Lo que miras, desaparece. Cuanto más resistas, más lo convierte en real. El objeto de la vida es, pues, crear quién o qué eres tú, y luego poder experimentarlo. Asimismo, el verdadero maestro no es aquél que tiene más estudiantes, sino el que crea mayor número de maestros, de tal manera que un verdadero DIOS no es Aquél que tiene más sirvientes, sino Aquél que más les sirve, haciendo, con ello, dioses a todos los demás, ya que ésta es la meta y la gloria de DIOS: que sus súbditos ya no lo sean más, y que todos sepan que DIOS no es el Inalcanzable, sino, únicamente, el Inevitable, dado que es nuestro destino final. DIOS nos dice que tú y el otro sois uno, y esto es porque no hay nadie más que Tú. Jesús el Cristo nos dijo: “En verdad, os digo que siempre que lo hagáis a uno de mis más pequeños hermanos, lo habéis hecho Conmigo”. Si lo único que existe es el amor, ¿cómo puede el hombre justificar la guerra? La piedra angular de la religión es la oportunidad de crecer, no la de establecer ninguna obligación. El universo es como una enorme fotocopiadora. Simplemente reproduce múltiples copias de tus pensamientos y la manera más rápida de cambiar un pensamiento raíz o idea primigenia es modificando el proceso siguiente: pensamiento – palabra – acción. Muy pocos de tus pensamientos tienen su origen en datos elaborados por ti mismo y, mucho menos, están basados en tus verdaderas preferencias. El alma busca como objetivo un estado de ser, no un estado de actividad. Tu cuerpo no es más que, simple y llanamente, una herramienta de tu alma. Tu mente es el poder o la fuerza que impulsa tu cuerpo. Por consiguiente, es cierto que nada te sucede o pasa a través tuyo, si no es para tu propio bien. La obediencia no constituye ninguna creación, y por ese motivo, no puede producir por sí misma salvación alguna. Cuando el cuerpo, la mente y el alma crean juntas, en armonía y en unidad, DIOS se hace carne. Por ello, los auténticos maestros son aquéllos que han elegido “tener una verdadera vida” y no meramente “ganarse la vida”. El mero hecho de desear algo no hace más que alejar de ti el objeto de tu deseo. Lo que quiera que siga a la palabra “Yo”, que inspira al “Lo grande que soy Yo”, tiende a manifestarse en la realidad física. En consecuencia, si existe algo que elijas experimentar en tu vida, “elígelo” y no lo “desees” simplemente. Tú eres un ser dotado de un cuerpo, no un cuerpo únicamente, dotado de intelecto. Eres un ser constituido de tres partes o facetas y no sólo mientras estás viviendo en la Tierra. Cuando sobreviene la muerte, el cuerpo cambia de forma, dejando atrás su parte más densa, pero conservando siempre su


20 armazón externo. La mente, que no debe confundirse con el cerebro, que es un órgano físico, se va contigo, también, uniéndose al espíritu y al cuerpo, en tanto constituyes una masa de energía de tres dimensiones o facetas. Cada vez que adoptas la decisión de habitar un nuevo cuerpo físico aquí en la Tierra, tu cuerpo etéreo o astral reduce sus vibraciones, es decir, desciende de un nivel rápido de velocidad vibratoria, en el que no puede siquiera verse en el mundo físico, a otra velocidad de vibración sumamente baja, que produce masa y, por tanto, materia. No existe juicio alguno en lo que denominamos “el más allá” y ni siquiera se nos va a permitir que nos juzguemos a nosotros mismos. Sin embargo, tendrás la oportunidad de ver, otra vez, cuanto has pensado, dicho y hecho aquí en la Tierra, así como decidir si eso sería lo que volverías a elegir de nuevo, en base a quién dices que eres y quién quieres ser realmente. Las preocupaciones son la actividad de la mente que no comprende su conexión con DIOS y el temor no es más que la preocupación aumentada a su máxima expresión. Tú nunca mueres realmente, porque la vida es eterna. Eres inmortal, ya que, simplemente, no haces más que cambiar de forma. De hecho, DIOS nos revistió, en el principio, de cuerpos que durarían para siempre, no siendo Su intención que tuviéramos que morir o cambiar de cuerpo. En el mundo de lo Absoluto, en el tiempo – no tiempo, todas las cosas lo son todo, es decir, al no existir la dimensión espacio-temporal, se puede ver todo a la vez, y es así como puede entenderse la eternidad Lo que concibes es lo que creas, lo que creas es lo que experimentas y lo que experimentas es lo que concibes, de nuevo, y así sucesivamente. Tu destino no es otro que crearte a ti mismo nuevamente, así como el mundo que te rodea, en la siguiente versión más grandiosa de la más espléndida visión que hayas tenido nunca acerca de Quién eres. No mires hacia el exterior, sino en tu interior siempre, con objeto de encontrar tu unidad con lo DIVINO, sentir el amor a que aspiras y conocer la paz que radica en la comprensión o entendimiento, Hay que entender que DIOS te acepta, de manera perdurable, y te acoge en Su seno por toda la eternidad. Esa es la medida del amor de DIOS. Si bien ya hemos comentado cómo está constituido el ser humano, vamos a establecer el siguiente paralelismo para llegar a su plena definición:


21 El Cuerpo Físico se corresponde con el Consciente y éste, a su vez, con la Mente. El Cuerpo Astral o Etéreo se corresponde con el Subconsciente y éste, a su vez, con el Alma. El Cuerpo Espiritual se corresponde con el Superconsciente y éste, a su vez, con el Espíritu. En el caso del ser espiritual, sin habitar un cuerpo físico, se puede establecer lo siguiente: Al no existir el Cuerpo Físico, el Consciente y el Subconsciente forman uno, al igual que la Mente y Alma. Por otra parte, el Superconsciente se corresponde con el Espíritu. Tanto en el primer caso como en el segundo, se da la trilogía o tres facetas de Mente, Alma y Espíritu, pudiendo, a estas alturas, definir los tres componentes, como sigue: La Mente es operativa y tridimensional, constituyendo nuestra verdadera naturaleza que vive para siempre y la memoria de la vida actual es la mente del alma, mientras nuestro cuerpo físico está aún encarnado. El Alma es la porción que se desarrolla de nuestra completa naturaleza, así como el compañero último de DIOS, constituyendo la mente operativa del alma en el momento de la muerte del cuerpo físico. El Espíritu es la chispa o porción de lo DIVINO y el superconsciente es la conciencia de nuestro espíritu, que es un nivel de conciencia casi indistinguible de la misma conciencia de DIOS, adoptando la posición subconsciente mientras está encarnado En cuanto a la creación material, ésta procede de la explosión inicial o Big Bang, un formidable estallido que contenía toda la materia y fuerzas existentes, cuando todo lo que existía se reducía a una pequeña esfera en un estado de calor y densidad extremos. De ahí saldrían todos los átomos y moléculas del universo físico, y tras la evolución necesaria en el reino de lo Relativo, aparecieron las diversas formas de vida, vegetal, animal y, finalmente, el ser humano, que no es otra cosa que el ser espiritual encarnado, tal como ya hemos dicho en este capítulo.


22 Podría decirse que se corresponde o se equipara con el “Hágase la Luz”, dicho por DIOS en el Génesis, al hablar de la creación del mundo en seis días poéticos, que, en realidad, se corresponden con lo que indicamos seguidamente. Explicación de los SEIS DÍAS DEL GÉNESIS desde el punto de vista de la CIENCIA: Día primero, según la Biblia: Creación del universo: la luz se separa de la oscuridad (Génesis 1:1-5) – Se corresponde con la descripción científica del Big Bang, hace casi 16.000 millones de años desde la perspectiva de la Tierra, en que la luz, literalmente, se libera, formándose las galaxias. Día segundo, según la Biblia: Se forma el firmamento (Génesis 1:6-8) – Se corresponde con la descripción científica del nacimiento de la Vía Láctea y el Sol, hace casi 8.000 millones de años, desde la perspectiva de la Tierra. Día tercero, según la Biblia: Se forman los océanos, la tierra se seca y aparece la vida vegetal (Génesis 1:9-13) – Se corresponde con la descripción científica del enfriamiento de la Tierra, aparece el agua líquida, así como la vida primitiva en forma de bacterias y algas, hace casi 4.000 millones de años, desde la perspectiva de la Tierra. Día cuarto, según la Biblia: Se hacen visibles el Sol, la Luna y las estrellas (Génesis 1:14-19) – Se corresponde con la descripción científica de la aparición de la atmósfera y la fotosíntesis que produce oxígeno, hace casi 2.000 millones de años, desde la perspectiva de la Tierra. Día quinto, según la Biblia: Aparece la vida animal, seguida de los reptiles y los animales alados (Génesis 1:20-23) – Se corresponde con la descripción científica de la aparición de los primeros animales multicelulares, así como los insectos alados, hace casi 1.000 millones de años, desde la perspectiva de la Tierra. Día sexto, según la Biblia: Aparecen los animales terrestres, tanto mamíferos como humanos (Génesis 1:24-31) – Se corresponde con la descripción científica de la extinción masiva de casi el 90 por ciento de la vida existente, produciéndose la repoblación y aparición de los seres humanos, hace 250 millones de años, desde la perspectiva de la Tierra. Conviene reseñar que sabemos por la Física moderna que la materia no es más que una forma de energía (localidad), en tanto que todo cuanto atañe a lo espiritual no es medible, según la ciencia física (no localidad).


23 Con el fin de aclarar más los conceptos de “localidad” y “no localidad”, podemos afirmar que la luz viaja a través del espacio o éter, requiriendo un determinado tiempo para que otros objetos del universo puedan ser observados (localidad), habiéndose demostrado, según experimentos realizados en laboratorio por los mismos físicos, en su mayoría científicos escépticos, que los fotones se muestran con inteligencia, lo que parece indicarnos que tras todo ello subyace la misma presencia de DIOS. Por otra parte, en la vida del espíritu sus atributos son a-temporales y aespaciales, y, por ello, un pensamiento, por ejemplo, puede ser captado de un lugar a otro muy lejano, de manera instantánea, sin tener que recorrer el espacio (no localidad). Veamos a continuación los enfoques de las principales religiones del mundo sobre la Creación, el Tiempo y la Vida después de la Muerte: Las principales religiones frente a la Creación: Budismo Para los budistas la creación es cíclica, sin principio ni fin. Es parte de la rueda del sufrimiento a la que estamos atados mediante la reencarnación. La creación se considera, simplemente, como parte de dicha rueda. Cristianismo Todo cuanto existe es obra de DIOS, comenzando la creación en un punto definido en el tiempo y terminándola en otro punto. DIOS creó todo de la nada y todo lo creado tiene un fin y un significado.

Hinduismo La creación es cíclica. Después de la destrucción del universo anterior, BRAHMA empieza a crear uno nuevo, VISHNÚ lo mantiene durante un ciclo de nacimiento, crecimiento y declive y, finalmente, SHIVA destruye el universo y el ciclo comienza de nuevo. Islamismo


24 DIOS es el creador de todo. Dice simplemente “Sea” y todas las cosas empiezan a existir; guía su creación y tiene un propósito para cada una de las formas de vida que la componen. Judaísmo DIOS es el creador de todo y el Libro del Génesis dice que creó el mundo en seis días y el séptimo día descansó. DIOS acabará su creación a su debido tiempo. Sijismo DIOS es el creador de todo, por tanto, todo lo vivo es DIOS. La atadura a este mundo es la reencarnación, por lo que liberarse de este mundo es el fin último. Taoísmo La creación, como evento, no es muy importante. Existen varias historias. El par de fuerzas del ying y del yang fue creado de la nada, surgiendo toda la vida de este par de fuerzas. Las principales religiones frente al Tiempo: Budismo El tiempo es cíclico. Cada existencia continúa a través de la muerte y la reencarnación, mientras el sentido del “yo” nos ate a este mundo. Finalmente, se apagan los deseos humanos de cada individuo (llegando al nirvana), pero el mundo continúa con su ciclo. Algunas formas de budismo creen en un futuro Buda que vendrá y traerá la liberación para todos los seres vivos.

Cristianismo El tiempo es lineal, aunque hay dos interpretaciones muy distintas. En la primera, se sugiere que a lo largo del proceso de la vida humana se irá creando un mundo renovado y pacífico “el Reino de DIOS en la Tierra”. En la segunda, el mundo está tan lleno de sufrimiento y maldad que aparecerá el Anticristo trayendo el conflicto mundial. Entonces, regresará CRISTO para derrotar al Anticristo e inaugurar un reino de paz.


25 Hinduismo El tiempo es cíclico. El mundo pasa por varias etapas: nacimiento, crecimiento y declive. Actualmente estamos en Kali Yuga, edad del declive. Finalmente, el mundo será destruido sólo para que, en un futuro lejano, aparezca uno nuevo. Islamismo El tiempo es lineal. Al final de los tiempos, DIOS anunciará el Día del Juicio y se acabará el mundo, siendo juzgados todos ese día. Judaísmo El tiempo es lineal. El Mesías o el Elegido de DIOS vendrá cuando el mundo se haya convertido en un lugar mejor o cuando los problemas lleguen a su apogeo. El Mesías anunciará la era de paz mundial. Sijismo El tiempo es cíclico y las creencias asociadas al tiempo son similares a las del Hinduismo. Taoísmo Hay elementos, tanto de idea cíclica como de linealidad temporal. No hay un fin del mundo; sólo un viaje personal o de reencarnación en reencarnación, o bien hacia la inmortalidad.

Las principales religiones frente a la Vida después de la Muerte

Budismo En el momento de la muerte, cada vida continúa de alguna otra forma, ya sea humana, divina o animal, dependiendo del comportamiento observado en la


26 vida anterior. El fin del Budismo es extinguir la llama del deseo o de la atadura al sentido del yo, de forma que se interrumpa la reencarnación y se alcance el Nirvana. Cristianismo Sólo hay una vida. Las creencias sobre la muerte varían. El alma puede ascender al cielo y ser juzgada por DIOS, o bien el alma y el cuerpo resucitarán el Día del Juicio, al final de los tiempos, para ser juzgados. Hinduismo Dependiendo del karma o consecuencia de nuestras acciones en la vida presente, al morir, el alma (“atman” en sánscrito) renacerá en una forma de vida física superior o inferior. Mediante la devoción o el comportamiento correcto es posible ascender en la escala de la reencarnación, alcanzar la liberación de este ciclo y reunirse con el Ser supremo. Islamismo Sólo hay una vida. Después de la muerte, el individuo espera el Día del Juicio, donde todos resucitarán y serán juzgados. El Paraíso espera a los que han vivido de acuerdo con la voluntad de DIOS, mientras que los que no lo hayan hecho así no podrán entrar en el Paraíso. Judaísmo Sólo hay una vida. La mayoría de los judíos religiosos creen que el individuo espera el Día del Juicio, en el que DIOS resucitará a los muertos y juzgará a todos los hombres. Sin embargo, algunos creen que el alma es juzgada inmediatamente después de la muerte.

Sijismo Cada individuo pasa por muchas reencarnaciones, pero el hecho de nacer humano significa que ya se está cerca del fin del renacimiento. DIOS juzga a cada alma en el momento de la muerte y puede decretar su reencarnación o, si es lo bastante pura, permitirle permanecer a su lado. Taoísmo


27 Al morir, el alma es juzgada por más de diez dioses del Cielo, es purificada por el castigo y renace de nuevo. Ciertas escuelas creen que la muerte es evitable. Mediante meditaciones especiales o tomando ciertos alimentos, el cuerpo se hace inmortal y la persona vive para siempre. Como podemos observar, todas las religiones orientales creen en la reencarnación, incluyendo el cristianismo primitivo, por cuanto nos interesa hacer algunos comentarios respecto a este tema, lo que sucede entre una encarnación y otra, así como analizar con más detalle que significa realmente el karma. La palabra reencarnación deriva del latín y significa “entrar en la carne de nuevo”. En el mundo de la parapsicología solemos hablar de descarnados y encarnados, para referirnos a individuos muertos y vivos, respectivamente. Un individuo reencarnado ha nacido nuevamente en un cuerpo físico, entendiéndose que hay algún tipo de memoria o prueba procedente de una vida anterior. Básicamente, la idea de reencarnación implica la convicción de que podemos morir y perder nuestro cuerpo físico, y más tarde regresar con otro cuerpo físico, vivir otra vida y, presumiblemente, morir otra vez de igual modo, para volver, de nuevo, durante un número indeterminado de veces. Esto supone que no hay memoria de vidas anteriores o sólo una memoria parcial de la denominada “ley kármica” que la gobierna. La reencarnación no debe confundirse con el concepto de la transmigración, que se refiere al paso del alma de un estado a otro en el momento de la muerte. Se trata de una posible encarnación de un alma humana en una forma animal y, a la inversa, el renacimiento de un alma animal en una humana, en un estado posterior de desarrollo a fin de purificar el alma. Esta filosofía, básicamente oriental, se basa en la idea de que la vida se desarrolla, gradualmente, hasta alcanzar el final de la escalera de la existencia. Esto formaba parte esencial de la antigua religión egipcia, y constituye, hoy en día, una creencia válida en la religión védica de la India. Hay que decir que los grandes filósofos del siglo XIX trataron el tema de la reencarnación como poco serio e incluso en el siglo XX pasado, investigadores psíquicos de la talla del Dr. Carl Jung no llegaron a aceptar la existencia de la reencarnación. En Oriente, sobre todo en África, encontramos la creencia en el regreso de las almas a los cuerpos de sus propios descendientes, sin que tenga como base un estudio objetivo, sino por creencias religiosas o de Estado, como ocurre en el caso de los tibetanos cuando buscan la próxima encarnación del Dalai Lama, inmediatamente después de la muerte del anterior.


28 Por otra parte, el famoso vidente Edgar Cayce, llamado “el profeta durmiente”, que realizó numerosos diagnósticos clínicos y dedicó su vida a la difusión de la sabiduría contenida en la Biblia, dejó más de 14.000 documentos estenografiados conocidos como “lecturas”, que contiene las declaraciones hechas por más de 6.000 personas a lo largo de 45 años, en las primeras décadas del siglo XX, reveladoras de su alta percepción psíquica, refiriéndose unas 2.500 lecturas a hechos relacionados con lo que Cayce denominó “los modelos kármicos”, provenientes de vidas anteriores que el alma individual había pasado en la Tierra. Desde su punto de vista, el karma es la ley universal de la causa y efecto que proporciona al alma la oportunidad de crecer y evolucionar física, mental y espiritualmente, de manera que cada alma, al volver a entrar en el plano terrenal como ser humano, tiene acceso, subconscientemente, a las características, facultades mentales y aptitudes técnicas que ha ido acumulando en vidas anteriores. No obstante, ese alma o entidad espiritual debe luchar, igualmente, con las influencias negativas de la serie de vidas anteriores, tales como el odio, el temor, la crueldad y la avaricia, que han retrasado su avance espiritual. Por consiguiente, la labor del alma consiste en valerse de sus sucesivos nacimientos para establecer un equilibrio entre sus modelos kármicos positivos y negativos, dominando los influjos egoístas y fomentando los impulsos creativos, para caminar hacia la perfección o purificación de su alma individual. Resulta de gran interés leer a nuestro hermano Sebastián de Arauco, al referirse a sus tres enfoques sobre la reencarnación, como sigue: El primer enfoque se refiere a la reencarnación a través de las edades, en el Nuevo Testamento y la inmortalidad del alma y su preexistencia al nacimiento del niño. El segundo realiza un análisis de las desigualdades humanas, la palingenesia, la ley de consecuencias y la ley de evolución, y, finalmente, el tercer enfoque alude a la reencarnación y la ciencia, las investigaciones científicas y los casos de reencarnación comprobada. Veamos a continuación una breve referencia al tema de la reencarnación desde el punto de vista científico. Para el Dr. Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia (USA), en su libro “Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación” llega a conclusiones fundamentadas en este punto. No obstante, afirma que nadie ha inventado hasta ahora ningún método que demuestre la existencia de la reencarnación en un laboratorio o probeta. La mayoría de los casos investigados tienen lugar en la India, aunque también se refiere a casos interesantes en Alaska y Europa.


29 El material acumulado acerca de la supervivencia del espíritu después de la muerte resulta abrumador, no siendo aceptado todavía por algunos científicos, porque sólo cuentan con una formación relacionada con métodos de investigación de laboratorio y no pueden entender que la evidencia reside en el campo fenomenológico no verificable físicamente. El principal apoyo viene de científicos especializados en física. La razón es que cuando se estudia la naturaleza de la energía y la masa, o de fuerzas electromagnéticas del universo, han comprendido que la energía es indestructible. El mismo Albert Einstein siente que la energía puede transformarse en masa y viceversa, pero nunca disiparse del todo. Como la fuerza de la vida o la personalidad humana es un campo de energía, este campo también puede disiparse, y, por tanto, debe seguir existiendo de alguna manera. La ciencia médica se basa, esencialmente, en la creencia de que la persona es un ser físico y no, al revés, que la persona física no es más que una manifestación del espíritu o mente, que está antes, representando una expresión hacia el exterior del alma que gobierna y determina todo lo que hay dentro. Por consiguiente, se muestra bastante hostil hacia la reencarnación, Sin embargo, el Dr. Sigmund Freud, considerado el padre de la psiquiatría moderna, se interesó por la parapsicología al final de su vida, al igual que su discípulo el Dr. Carl Jung, quien no sólo estaba firmemente convencido de la realidad de los fenómenos psíquicos, sino que él también poseía capacidades espiritualistas. Lo que Jung insinuaba en su trabajo es la existencia de una ley del destino, lanzando la idea del destino, el libre albedrío y la reencarnación, de forma moderna y científica, al mismo tiempo. Desde el punto de vista religioso, en el cristianismo primitivo existía la creencia en la reencarnación, quizá debido a influencias esenias procedentes de Qumrán. Al convertirse el cristianismo en una religión de Estado, se dejó de aceptar la idea de la reencarnación. No olvidemos la creencia, como piedra angular del dogma cristiano, de que el día del Juicio final, todos los muertos serán llamados a responder de sus pecados cometidos durante su única vida en la Tierra. El gran filósofo sueco Emanuel Swedenborg fue considerado un profeta en Suecia, autor del libro “El cielo y sus maravillas y el infierno”, muestra que tenía visiones “del otro lado de la vida”, de forma análoga a como lo hacen los espiritualistas. Swedenborg hablaba de una serie de “sociedades” en las que los seres humanos viven después de la muerte, de manera que el estado de


30 consciencia anterior a la muerte determina en qué sociedad va a habitar, hasta pasar a una sociedad superior. Entre las iglesias modernas, la iglesia episcopal y otras como la confesión unitaria, han demostrado ser más receptivas respecto al material existente sobre la realidad de la reencarnación. Afirman que mientras se acepten las enseñanzas de Jesús de Nazaret, no tiene importancia si se ha vivido una o cien veces. En cualquier caso, la curación psíquica, la materialización o desmaterialización, la levitación y, finalmente, la aparición de una persona fallecida después de su muerte física, constituyen fenómenos que han sido demostrados y que se han producido, de vez en cuando, en los anales de la investigación psíquica en el mundo entero. Comentemos, brevemente, lo que sucede entre una encarnación y otra, es decir, durante el período de transición en que una vida del plano físico termina y otra no ha empezado aún. Se han documentado casos, en estado de profundo trance hipnótico, en que se habla de haber permanecido “al otro lado” durante un tiempo determinado, aprendiendo acerca de los errores cometidos en la vida que acababa de dejar y, finalmente, progresar hasta llegar al punto en que podía regresar e intentarlo de nuevo. En la obra de Morey Bernstein llamada “En busca de Bridey Murphy”, se hace una descripción detallada de cómo continúa la existencia después de la muerte física. Se comenta que el fallecido puede observar lo que sucede a su alrededor, incluso lo relacionado con los funerales. Igualmente, la liberación del cuerpo etérico del cuerpo físico no parece impedir la habilidad sensorial de la personalidad, demostrando, lógicamente, que el asiento de la consciencia es el cuerpo etérico y no el cuerpo físico. Veamos, seguidamente, algunas consideraciones acerca del karma. Esta palabra procede de la India y significa, en realidad, algo así como el “destino acumulado”. La ley kármica puede compararse mejor con una ley de la naturaleza, tal como la ley de causa y efecto, la ley de la atracción y otras que se hallan en el universo existente. La ley kármica no está escrita en los libros de texto, ni contiene archivos de referencia físicos. Existe más allá del tiempo y del espacio de una manera ordenada y es lo más cercano a un “sistema de archivo” ordenado, llamado “archivos akásicos”. De este archivo se dice que contiene el destino y las vidas acumuladas de cada persona sobre la Tierra, en el pasado, el presente y el futuro. El gran vidente Edgar Cayce, ya mencionado, se refirió a ellos en sus lecturas, en estado de


31 trance, y otros profetas menores han hecho, igualmente, referencia a los archivos akásicos, cuando han llevado a cabo las llamadas “lecturas sobre la vida”. Es comprensible que resultaría muy difícil administrar la ley kármica, de no existir algún tipo de archivo en donde se guardasen los hechos realizados por cada encarnación. La ley kármica se pregunta si la acción emprendida por un individuo ayuda o hiere a otro individuo e, inversamente, si las actividades de otro individuo crean factores negativos o positivos en el receptor. En otras palabras, las acciones y pensamientos humanos deben verse, no desde el punto de vista del actor, ni siquiera del receptor de esa actividad, sino desde un punto de referencia muy superior, como si el observador estuviera muy por encima de la acción, mirando hacia abajo en dirección a ella. Al parecer, la ley kármica funciona de manera autónoma, porque cada acción o pensamiento individual queda registrada en la “oficina central de registros” o almacén del conocimiento universal, es decir, los archivos akásicos o punto central de la administración, donde todo se conoce, simultáneamente y eternamente, tanto hacia adelante como hacia atrás, en lo que, en el mundo de lo Relativo, denominamos “el tiempo”. Cada acción y reacción, cada pensamiento y sentimiento, todo ello cuenta en nuestra próxima encarnación. Son, de hecho, lo equivalente a la personalidad humana. En términos de valor kármico, se tardan pocos segundos en matar a una persona, en tanto que el impacto permanece con el asesino durante el resto de su vida. Por ello, resulta obvio que las acciones y pensamientos de la primera vida en el cuerpo físico de un ser humano determinan lo que sucederá en la encarnación siguiente. Aquellas religiones que hablan de un Juicio final no hacen otra cosa que personalizar una valoración continua que se produce bajo la ley kármica. Cuando sabes quién eres, en realidad, y aplicas tu conocimiento para sacarle el mejor partido a tus capacidades, en todo momento, te estarás acercando a una realización plena del objetivo espiritual de tu existencia en la Tierra, creando con ello un karma positivo. Por otra parte, tan sólo una persona, que de forma consciente, cause un daño o destrucción a otro ser humano, produce karma negativo. Por tanto, puede hablarse de que el karma puede representar un mérito o una deuda, dependiendo de la naturaleza del suceso, la situación, la acción y el carácter del individuo implicado.


32 La adquisición de más karma positivo no es una cuestión de lógica, sino de sentimiento. Se trata de una expresión delicada del alma que se consigue cuando la trinidad formada por el cuerpo, la mente y el espíritu están en armonía, realizando la máxima interacción y utilizando de lleno la fuerza inherente que hay en él desde el momento de la creación. Cada caso es individual y diferente, pero hay algo seguro: al final, el karma negativo debe pagarse siempre. Con el fin de dar por concluido este capítulo, vamos a presentar un resumen de enseñanzas espirituales, de acuerdo con lo expuesto por el codificador Hyppolyte Léon Denizard Rivail, conocido por el pseudónimo Allan Kardec en el siglo XIX, en el Libro de los Espíritus. Resumen de la Enseñanza de los Espíritus 1. DIOS es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. DIOS es eterno, único, inmaterial, inmutable, todopoderoso, soberanamente justo y bueno. 2. DIOS creó la materia que constituye los mundos y creó, también, seres inteligentes que llamamos espíritus, perfectibles por su naturaleza y que, al perfeccionarse, se van aproximando a la DIVINIDAD. 3. El espíritu, propiamente dicho, es el principio inteligente, desconociéndose su naturaleza, al ser de carácter inmaterial. 4. Los espíritus son seres individuales, tienen un envoltorio etéreo e imponderable llamado periespíritu, especie de cuerpo fluídico, con forma humana, constituyendo el mundo invisible. 5. El origen y la forma de creación de los espíritus nos son desconocidos. Sólo sabemos que fueron creados simples e ignorantes, es decir, sin ciencia y sin conocimiento del bien o del mal.

6. El libre albedrío se desarrolla en los espíritus al mismo tiempo que las ideas, grabando DIOS en sus conciencias las leyes que conducen a la felicidad suprema, una vez adquiridos los conocimientos y realizadas las tareas impuestas para su perfección. 7. DIOS no creó el mal, sino que estableció leyes, que son siempre buenas, ya que Él es soberanamente bueno.


33 8. Los espíritus, para concurrir como agentes del poder divino, se revisten, temporalmente, de un cuerpo material y, mediante el trabajo, perfeccionan su inteligencia y adquieren, mediante el cumplimiento de la ley de DIOS, los méritos que les conducen a la felicidad eterna. 9. En principio, la encarnación, en uno de los mundos habitados, no es impuesta al espíritu como castigo, sino que es necesaria para su desarrollo espiritual. Sólo aquéllos que siguen el camino del bien avanzan más rápidamente, tardando menos en alcanzar el objetivo, que es la felicidad suprema y la unión con DIOS. 10. Los espíritus encarnados constituyen la llama Humanidad, que no está circunscrita a la Tierra, sino que puebla todos los mundos diseminados a través del universo. 11. El ser humano es un espíritu encarnado y, para el cumplimiento de su tarea, DIOS le dio a los animales, que le son sumisos, con una inteligencia proporcional a sus necesidades. 12. El perfeccionamiento del espíritu es fruto de su propio esfuerzo, no pudiendo, en una sola existencia, adquirir todas las cualidades morales e intelectuales que deben conducirlo al objetivo, sino que, mediante vidas sucesivas, van dando pasos adelante en el camino del progreso, dirigido a la unión con DIOS. 13. En cada existencia corporal el espíritu debe llevar a cabo una labor proporcional a su grado de desarrollo, siendo, por tanto, cada existencia una prueba que lo va acercando a su objetivo. El número de existencias es indeterminado, dependiendo de la voluntad del espíritu el abreviarlo, esforzándose, de forma activa, en su perfeccionamiento moral.

14. Cuando una existencia fue mal empleada y sin provecho para el espíritu, debe recomenzarla, en condiciones más o menos penosas, debido a su negligencia y a su mala voluntad, como puede ser en caso de suicidio. 15. La vida espiritual es la vida normal del espíritu, que es eterna. La vida corporal o física es transitoria y pasajera, constituyendo sólo un instante en la eternidad.


34 16. En el intervalo de sus existencias corporales, es decir, en la vida entre vidas físicas, el espíritu está errante, no teniendo una duración determinada, sino que, en este estado, el espíritu es feliz o desgraciado, en función del buen o mal empleo que haya hecho de su última existencia, estudiando las causas que adelantaron o retardaron su perfeccionamiento, tomando las resoluciones que intentará poner en práctica en su siguiente encarnación, escogiendo, por él mismo, las pruebas que considere más apropiadas para su propia evolución espiritual. 17. El espíritu culpable es castigado con sufrimientos morales en el mundo de los espíritus y con penas físicas en la vida corporal o física. 18. Existen mundos adecuados a cada diferente grado de progreso de los espíritus, en los que la existencia corporal se halla en condiciones muy diversas. Cuanto menos avanzado sea el espíritu, tanto más pesado y material será el cuerpo con que se reviste, pasando a mundos moral y físicamente superiores, en la medida en que va purificándose. La Tierra no constituye ni el primero ni el último, aunque sí uno de los más atrasados. 19. Los espíritus culpables de malas acciones (karma negativo) están encarnados en los mundos menos avanzados, en los que expían sus faltas a través de las tribulaciones de la vida material, constituyendo verdaderos purgatorios. La Tierra constituye uno de esos mundos. 20. Siendo DIOS soberanamente justo y bueno, no condena a sus criaturas a castigos perpetuos por faltas temporales, sino que les ofrece los medios de progreso y reparación del mal que hayan hecho. La duración del castigo es proporcional a la persistencia del espíritu en el mal, por cuanto la eternidad de las penas debe entenderse en sentido relativo y no absoluto. 21. Los espíritus, al encarnarse, llevan consigo cuanto adquirieron en sus existencias anteriores, siendo ésta la razón por la cual los seres humanos o espíritus encarnados muestran, instintivamente, aptitudes o tendencias buenas o malas. 22. El olvido de las existencias anteriores constituye un beneficio otorgado por DIOS, que, en su bondad, ha querido ahorrar estos recuerdos al ser humano, que resultan ser, con frecuencia, demasiado penosos.


35 23. Si el alma no hubiera vivido antes, habría sido creada, al mismo tiempo que el cuerpo físico. En cambio, si se afirma que, al nacer, trae consigo el germen de las imperfecciones de sus existencias anteriores, se da al llamado pecado original, que resulta una explicación lógica que cada uno puede comprender y admitir, ya que el alma sólo es responsable de sus propias obras. 24. La diversidad de las aptitudes innatas, tanto morales como intelectuales, constituyen la prueba de que el alma ya vivió con anterioridad. De lo contrario, no estaría acorde con la bondad de DIOS hacer que unas almas sean más avanzadas que otras, sino que puede decirse que unos han vivido y adquirido, con su esfuerzo, más que otros. 25. Si la existencia actual fuese la única y ella sola debiera decidir el futuro del alma para la eternidad, ¿cuál sería la suerte de los niños que mueren a tan tierna edad? Al no haber hecho ni bien ni mal, no merecerían ni recompensas ni castigos, no teniendo derecho a la felicidad perfecta de los ángeles, lo cual iría contra la parábola de Jesús de Nazaret, según la cual “cada uno será recompensado según sus obras”. 26. Por el mismo motivo, ¿cuál sería la suerte de los cretinos e idiotas? Al no haber tenido conciencia del bien o del mal, no tienen ninguna responsabilidad de sus actos. ¿Sería DIOS justo y bueno, habiendo creado almas estúpidas, para luego someterlas a una existencia miserable sin mayor sentido o compensación? 27. El espíritu, en sus sucesivas encarnaciones, se va despojando, poco a poco, de sus impurezas, perfeccionándose, mediante el trabajo, llegando así al final de sus existencias corporales. Llegado a este punto, pasa a pertenecer a la orden de los llamados Espíritus puros o Ángeles, gozando de la vida completa de DIOS y de una felicidad plena durante toda la eternidad. 28. Estando los seres humanos en expiación en la Tierra, DIOS, que es un Padre bueno, no nos ha dejado solos, sino que nos ha dado a espíritus protectores o ángeles guardianes, que velan por nosotros e intentan conducirnos por el buen camino. Además, contamos con espíritus superiores encarnados, de vez en cuando, para iluminar nuestro camino con sus obras y hacer avanzar a la Humanidad. Además de haber grabado DIOS su ley en nuestra conciencia, estimó necesario formularla, de manera explícita, mediante el envío de mensajeros, enviando, en primer lugar, a Moisés, que nos condujo por el camino del temor, culminando con Jesucristo, con el título de Hijo de Dios vivo,


36 completando la ley de Moisés, mediante una enseñanza mucho más elevada, que comprende: la pluralidad de existencias, la vida espiritual y las penas y recompensas morales, llevando a la Humanidad por el camino del amor y la caridad. 29. El espiritismo acrecienta la evidencia a la teoría, expresando, en términos claros e inequívocos, a la luz de los conocimientos de hoy, lo que Jesucristo expresó mediante parábolas, combatiendo, por ejemplo, el materialismo, que no es más que una sublevación contra el poder de DIOS, estableciendo el reino del amor y de la caridad entre los seres humanos, tal como fue anunciado por Él. Moisés labró, Cristo sembró y el Espiritismo viene a cosechar, mediante el propio testimonio de espíritus superiores, que vienen a aclarar, entre otras cosas, el sentido de las propias parábolas expresadas por Jesucristo, la misma encarnación de DIOS. 30. El espiritismo no es una luz nueva, sino una luz mucho más brillante, que surge de todos los puntos del globo, a través de la voz de aquéllos que vivieron antes que nosotros. En definitiva, ponen fin a interpretaciones erróneas, reuniendo a todos los seres humanos en una creencia común, pues no hay más que un solo DIOS y sus leyes son para todos. 31. Los males que afligen a los seres humanos en la Tierra tienen su causa en el orgullo, el egoísmo y todas las malas pasiones, atrayendo, con ello, la desdicha y el perjuicio de unos a los otros. Si sólo existiera amor y caridad entre los seres humanos, se lograría, de inmediato, que reinara la paz y la armonía en el mundo.

32. Pero ¿cómo destruir el egoísmo y el orgullo que parecen innatos en el corazón del ser humano? Sólo están en los seres que siguieron el camino del mal y fueron exiliados a la Tierra, en castigo por esos mismos vicios y ahí está su pecado original, del cual aún no se han despojado. A través de la doctrina espírita DIOS llama a la práctica de la ley ya enseñada por Jesucristo: la ley del amor y de la caridad. 33. Como la Tierra parece haber llegado a la época señalada para pasar a ser una morada de felicidad y paz, DIOS no quiere que los malos espíritus encarnados sigan en ella perturbando a los buenos, por cuanto habrán de desaparecer, para ir a expiar su endurecimiento en mundos menos avanzados, en los que trabajarán, de nuevo, en pos de su


37 perfeccionamiento, a través de una serie de existencias más infelices y más penosas que las de la Tierra. Si ésta constituía, para ellos, un purgatorio, esos mundos serán su infierno, pero en el que la esperanza jamás será excluida. 34. En tanto la generación proscrita está por desaparecer, una nueva generación surge, cuyas creencias están fundadas en el Espiritismo Cristiano. En otras palabras, estamos asistiendo a la transición que representa el preludio de la renovación moral, cuyo advenimiento lo señala el espiritismo. Máximas extraídas de la Enseñanza de los Espíritus 35. El objeto esencial del Espiritismo es lograr la mejora y el progreso de los seres humanos. 36. El verdadero espírita no es aquél que cree en las manifestaciones de los espíritus, sino el que aprovecha sus enseñanzas. 37. El egoísmo, el orgullo, la vanidad, la ambición, la codicia, el odio, la envidia, los celos y la maledicencia son para el alma yerbas venenosas, que deben erradicarse y que tienen como antídoto: la caridad y la humildad. 38. La creencia en el Espiritismo no es aprovechable más que por aquél de quién se pueda afirmar: hoy soy mejor que ayer. 39. La importancia que da el ser humano a los bienes temporales es inversamente proporcional a su fe en la vida espiritual. 40. Las aflicciones en la Tierra son los remedios del alma, pues la salvan para el futuro, a modo de una operación quirúrgica que salva la vida del enfermo, devolviéndole la salud. 41. En vuestras aflicciones debéis mirar a los que están por debajo y no por encima; pensad en aquéllos cuyo sufrimiento es todavía mayor que el vuestro. 42. Es natural la desesperación de aquél que cree que todo acaba con la vida del cuerpo físico. Sin embargo, carece de sentido para aquél que tiene fe en la vida futura.


38 43. El ser humano es el artífice de su propia desgracia en la Tierra, siendo el resultado de la infracción de la ley de DIOS en el pasado. 44. La plegaria es un acto de adoración, pues orar a DIOS es pensar en Él, acercársele y ponerse en comunicación con Él. 45. Aquél que reza con fervor y confianza se hace más fuerte contra las tentaciones del mal y DIOS le envía a los buenos espíritus para ayudarle. 46. Lo esencial no es orar mucho, sino hacerlo bien. Es decir, la calidad siempre prevalecerá sobre la cantidad, pues lo importante es la reflexión sobre las oraciones y no cerrar los ojos ante los propios defectos. 47. Aquél que le pide a DIOS el perdón de sus faltas no lo obtiene más que cambiando de conducta. Las buenas acciones son lo mejor de las plegarias, porque los actos valen más que las palabras. 48. La oración es recomendada por todos los buenos espíritus, siendo, también, pedida por todos los espíritus imperfectos, como medio de aliviar sus sufrimientos. 49. La oración no puede cambiar los decretos de la Providencia, si bien al interesarnos por los espíritus que sufren, se sienten menos desamparados e infelices, aumentando su deseo de elevarse mediante el arrepentimiento, apartándoles de la idea del mal. 50. La forma no significa nada, sino el pensamiento, por cuanto cada cual debe rezar de acuerdo con sus convicciones y de la manera que crea más conveniente. Un buen pensamiento vale más que muchas palabras, de las que esté ausente el corazón. 51. DIOS ha hecho a ciertos hombres fuertes y poderosos para que constituyan el sostén de los más débiles, de manera que si el fuerte oprime al débil, es maldito para DIOS, recibiendo su castigo, a menudo, en esta misma vida, aparte de lo que le aguarde en la vida siguiente.


39 52. La fortuna es un depósito, cuyo poseedor es sólo usufructuario, puesto que no puede llevársela consigo a la tumba y, además, deberá rendir severa cuenta del uso que haya hecho de ella. 53. La fortuna es una prueba mucho más difícil que la miseria, dado que resulta más difícil ser moderado que resignado. 54. El ambicioso que triunfa y el rico que se colme de goces materiales son más dignos de lástima que de envidia, pues hay que entender sus consecuencias. 55. La caridad es la ley suprema de Jesucristo y la palabra en que se resume lo que nos dejó dicho: “Amaos los unos a los otros como hermanos; amad a vuestro prójimo como a vosotros mismos; perdonad a vuestros enemigos; no hagáis a los demás lo que no deseéis que os hagan a vosotros”. 56. La caridad no consiste sólo en dar limosna, ya que hay caridad en los pensamientos, las palabras y las acciones. La caridad en los pensamientos es indulgente con las faltas de los demás; la caridad en las palabras es aquélla que no dice nada que pueda perjudicar a los demás y la caridad en las acciones es la que ayuda a los demás en la medida de sus fuerzas. 57. El pobre que comparte su mendrugo de pan con uno más pobre que él es más caritativo y tiene más mérito, a los ojos de DIOS, que aquél que da parte de lo que le sobra, sin, con ello, privarse de nada. 58. Quien alberga, contra los demás, sentimientos de animosidad, odio, celos y rencor, no es caritativo y, en consecuencia, no es cristiano y ofende a DIOS. 59. Todos los seres humanos son hermanos entre sí y DIOS los llama hacia Él. 60. Con el egoísmo los seres humanos están en lucha perpetua, mientras que con caridad estarán siempre en paz, que es la garantía de la felicidad en este mundo, encerrando todas las virtudes que llevan a la perfección. En consecuencia, tal como Jesucristo enseñó: SIN CARIDAD NO HAY SALVACIÓN.


40 III. LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL HASTA EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA CÓSMICA O ILUMINACIÓN Como iniciación al proceso de la evolución espiritual, podemos decir que todas las religiones monoteístas (las religiones judaica, cristiana y musulmana) son, igualmente, verdaderas, en el sentido de que todas ellas intentan enseñar el camino que conduce al encuentro con DIOS, así como las demás filosofías de vida, tales como el hinduismo, budismo, taoísmo, etc. No obstante, debemos darle la mayor relevancia al cristianismo, habida cuenta de que comienza con la figura de JESUCRISTO, que representa la encarnación humana de DIOS HIJO o 2ª Persona de la TRINIDAD DIVINA, cuya existencia, enseñanzas y ejemplo no tiene parangón en la historia de la humanidad, de lo que trataremos en el capítulo IV de la 2ª Parte de esta obra. Todos debemos realizarnos espiritualmente, para lo cual debemos repasar qué significa el término “realización”. Significa “hacerse real o convertirlo en un hecho”. El viaje o sendero de la realización representa una sanación o renovación interior, que nos permita estar abiertos al prójimo y ser amorosos, sin vulnerabilidad ni dependencia. Es como un viaje en el que regresamos a una forma pura y a una expresión de amor, tanto incondicional como espiritual. Debemos intentar aferrarnos a la paz y a los valores espirituales, mientras vivimos en un mundo que los desafía permanentemente. Ese estado de realización es más importante que los propios sistemas de creencia o religiones que podamos seguir, ya que los valores inherentes al amor son la esencia y el propósito común de todas las religiones. Con independencia de que los descubramos a través de una senda espiritual determinada o sobre la base de una experiencia personal concreta, dichos valores son expresión de nuestra espiritualidad. Todos debemos seguir nuestro propio camino espiritual, que se encuentra latente en el fondo del alma, aguardando a que lo reconozcamos, lo experimentemos y lo realicemos. El camino de la realización es un viaje hacia el interior, con el fin de volver a conectarnos con la DIVINIDAD que reside en el fondo de nuestra alma. En el camino hacia la evolución espiritual, debemos recorrer los Siete Peldaños Básicos a que se refieren las Siete Fuerzas Básicas de DIOS, a que nos hemos referido en el capítulo I de la 1ª Parte de esta obra, desarrollado en la obra “El Camino Interno para llegar a ser uno con el Espíritu de DIOS en nosotros” de VIDA UNIVERSAL, como sigue: El primer peldaño del ORDEN divino significa que debemos ordenar nuestra vida, analizar nuestros pensamientos y palabras, de manera que no hablemos


41 nunca de nuestro prójimo, de forma negativa, comprendiendo que cuanto dice y hace nuestro prójimo no nos concierne. El pensar y actuar, de manera negativa, sólo nos hace daño a nosotros mismos, dado que sólo se cosechará lo que se siembra. En otras palabras, no debemos juzgar a los demás para no tener que percibir nuestros propios defectos, ya que nosotros y ellos somos Uno. Es un ejercicio de autocontrol, dado que una forma de pensar y actuar inadecuadas no hace más que hacer surgir sólo pena y sufrimiento humano. Debemos aprender a experimentar a DIOS a través de nuestro autoreconocimiento como hijo suyo, aspirando a pensar y actuar de manera legítima. El segundo peldaño de la VOLUNTAD divina significa que una vez que el hombre ha aprendido a controlar sus pensamientos, palabras y actos, también debe observar su voluntad. Es decir, se debe anteponer la voluntad de nuestro Padre celestial a nuestra propia voluntad, evitando aquellos deseos que partan de nuestro ego humano egoísta. El resultado del querer ser alguien y el tener o poseer humano genera tensiones anímicas y físicas, provocando desarmonías, alejándonos de la armonía con DIOS. Uno debe mantenerse por encima de las cosas de este mundo, para que te sirvan, intentando cumplir con sus obligaciones diarias, con plena conciencia, inspirando comprensión al prójimo. El tercer peldaño de la SABIDURÍA divina implica la acción como elemento formador. Al poner en orden nuestros pensamientos, palabras y acciones con nuestra voluntad consciente, atraemos hacia nosotros la sabiduría de DIOS, siendo, entonces, capaces de rendir cada día más en plena armonía y tranquilidad, porque el trabajo realizado será para nosotros bueno y loable. Nos mostraremos, en todo momento, amables y serenos, sirviendo a nuestro prójimo en la medida en que esté desarrollada su consciencia. El cuarto peldaño de la SERIEDAD divina nos permite reconocer nuestras costumbres impuras a través del silencio interno, convirtiéndonos en un buen observador de nuestro entorno con seriedad en la vida. Habremos alcanzado una madurez espiritual, reconociendo nuestras propias faltas y debilidades, así como las de nuestro prójimo. Precisamente a través de este nivel básico de la Seriedad podremos experimentar y ver las necesidades, debilidades y luchas de nuestros semejantes. Nos hacemos misericordiosos, ayudando a todos a sentir la alegría espiritual de vivir. En otras palabras, aparecen el altruismo, la comprensión y el deseo y valor de sacrificio.


42 El quinto peldaño de la PACIENCIA divina hace que tengamos paciencia y tranquilidad que sabremos irradiarlas y transmitirlas a los demás, habiendo aprendido a estar por encima de las costumbres terrenales. Estaremos en situación de explicar al que no sabe y desea saber, dónde pueden estar las causas de sus desgracias y enfermedades, así como su tratamiento o eliminación. Se trata de poder comprender la manera en que puede actuar la omnipotencia y el amor de DIOS para ayudar al prójimo a superarse. El sexto peldaño del AMOR divino hace que seamos capaces de sacrificarnos por el prójimo de manera incondicional, esforzándonos, en todo momento, por servirles e intentar que alcancen un nivel de consciencia espiritual más elevado, sabiendo ser el más humilde servidor de todos, respetando y estimando al prójimo, consciente de que es DIOS quién actúa a través nuestro. El séptimo y último peldaño de la MISERICORDIA divina hace que nos esforcemos por ir de la mano de DIOS en toda circunstancia, sin salir del resplandor de su magnificencia, estando orientado hacia lo divino y consciente de vivir en la materia. Un hombre sabio e iluminado comprende a sus subordinados y sabe dirigirlos con mano justa y correcta. Gracias a la madurez lograda con la ayuda divina, sabrá a qué peldaño de consciencia debe dirigirse para instruirles y guiarles respecto a los siete peldaños básicos de la vida. Al pasar por los siete peldaños, podremos alcanzar la salud, la alegría interna, la paz, la armonía y el altruismo incondicional. Por la fuerza del ESPÍRITU SANTO, podremos llegar a la situación bendita en que consigamos todas las cosas materiales, si bien no debemos considerarlas de nuestra propiedad, sino para compartirlas con los que nos rodean para que puedan aprender de todo ello. Seremos como una luz luminosa en las tinieblas, practicando el amor a DIOS y al prójimo en la escalera del reconocimiento espiritual.

Vamos a exponer a continuación algunas leyes, secretos, principios y lecciones espirituales, a tener presente con el fin de que nos ayuden en nuestro camino hacia la concienciación cósmica o iluminación espiritual. LEYES PARA LA EVOLUCIÓN DEL ALMA: 1. LA LEY DE LA POTENCIALIDAD PURA.La fuente de toda la creación es la conciencia pura; la potencialidad pura que aspira a expresarse de lo no manifestado a lo manifestado. Y cuando


43 nos damos cuenta de que nuestro Yo verdadero es de potencialidad pura, nos alineamos con el poder que lo manifiesta todo en el universo. 2. LA LEY DE LA ENTREGA.El universo opera por el intercambio dinámico; dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía en el universo. Y con nuestra disposición para dar aquello que buscamos, hacemos que la abundancia del universo siga circulando en nuestras vidas. 3. LA LEY DEL KARMA O DE LA CAUSALIDAD.Toda acción engendra una fuerza de energía que vuelve a nosotros en igual cantidad y lo que sembramos es lo que cosechamos. Y cuando optamos por realizar actos que llevan la felicidad y el éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es la felicidad y el éxito. 4. LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO.La inteligencia del universo funciona con una facilidad libre de esfuerzos; con despreocupación, con armonía y con amor. Y cuando domeñamos las fuerzas de la armonía, de la alegría y del amor, creamos el éxito y la buena fortuna con una facilidad libre de esfuerzos. 5. LA LEY DE LA INTENCIÓN Y DEL DESEO.Es inherente a cada intención y a cada deseo el mecanismo para su realización; la intención y el deseo, en el campo de la potencialidad pura, tienen un poder organizador infinito. Y cuando introducimos una intención en el terreno fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros este poder organizador infinito. 6. LA LEY DEL DESAPEGO.En el desapego se encuentra la sabiduría de la incertidumbre, donde se halla la libertad con respecto a nuestro pasado y a lo conocido, que constituyen la cárcel del condicionamiento pasado. Y en nuestra disposición a adentrarnos en lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos sometemos a la mente creativa que dirige la danza del universo. 7. LA LEY DEL DHARMA O DEL PROPÓSITO DE LA VIDA.-


44 Todos tenemos un propósito en la vida; un don singular o un talento especial que podemos dar a los demás. Y cuando combinamos este talento singular con el servicio a los demás, conocemos el éxtasis y la exaltación de nuestro propio espíritu, que es la finalidad última de todos los objetivos. SECRETOS PARA EL ÉXITO Y LA PAZ INTERIOR: 1. Tener una mente abierta a todo y no apegada a nada. 2. No morir mientras aún haya música en nuestro interior. 3. No se puede dar lo que no se tiene. 4. Apreciar el silencio. 5. Renunciar a la historia personal. 6. No se puede resolver un problema con la misma mente que lo ha creado. 7. No hay justificación para el resentimiento. 8. Tratarse a uno mismo como si ya fuera lo que le gustaría ser. 9. Valorar la propia divinidad. 10 La sabiduría consiste en evitar todo pensamiento que nos debilite.

PRINCIPIOS ESPIRITUALES ESENCIALES 1. Sé consciente del yo superior que anida dentro de ti. 2. Confía en ti mismo, como reflejo de la confianza que tienes en la Sabiduría que te ha creado. 3. No eres un organismo en un ambiente: el ambiente es también tu organismo y así debes considerarlo.


45 4. Puedes atraer hacia ti todo lo que deseas. Basta con que, realmente, lo desees. 5. Te mereces todo lo bueno que recibes. Respeta esa circunstancia y felicítate por ello. 6. Conéctate a la fuente divina con amor incondicional. 7. Medita y utiliza como guía el sonido de la creación. 8. No te preocupes por los resultados. Despreocúpate de ellos, porque llegarán por sí mismos. 9. Estate atento a tus manifestaciones y reacciona a ellas de forma generosa y agradecida. DOCE LECCIONES ESPIRITUALES 1. COLABORACIÓN: Es un estado del ser que deja de lado sus asuntos personales, permitiendo que DIOS utilice al individuo como un “canal de bendiciones” para los demás. 2. CONÓCETE A TI MISMO: Más que identificarse, únicamente, con la vida física y su propia personalidad, hay que poner énfasis en la verdadera naturaleza del alma y su necesidad de despertar desde su interior las cualidades divinas que constituyen la esencia de su propia personalidad. 3. ¿ CUÁL ES MI IDEAL? El ideal es la razón fundamental y básica que inspira las acciones del individuo; en última instancia, es el porqué que motiva todo tu ser. 4. LA FE: No son las creencias, el dogma o la religión, sino la toma de conciencia la que permite que la energía del ESPÍRITU opere libremente a través de los individuos, a pesar de sus defectos e imperfecciones. 5. VIRTUD Y COMPRENSIÓN: La virtud consiste, esencialmente, en hacer las cosas de la mejor manera posible y la comprensión significa la aplicación de dicho conocimiento. 6. COMPAÑERISMO: Consiste en minimizar las faltas de los demás y exagerar sus puntos fuertes. Se refiere a aumentar nuestra propia conciencia acerca de nuestra conexión los unos con los otros, así como nuestra relación común con DIOS.


46 7. LA PACIENCIA: La paciencia resulta ser, en realidad, una actividad del cuerpo, de la mente y del alma, enfocada de tal manera que permita que el amor de DIOS, su Ley y su Presencia entre en nuestras vidas. 8. LA PUERTA ABIERTA: Por encima de su propia personalidad, existe un modelo de perfección dentro de cada alma, que puede manifestarse en la vida de la persona a través del pensamiento recto y la acción correcta. 9. EN SU PRESENCIA: Aún cuando estamos siempre en la presencia de DIOS, nos olvidamos de abrirnos a la concienciación de que Él está siempre en la nuestra. Nuestro destino final es el de llegar a comprender nuestra auténtica relación con el CREADOR. 10. LA CRUZ Y LA CORONA: Explora el sentido de la reencarnación y razón por la cual el alma debe “encontrarse a sí misma”, con objeto de superar las “cruces” (modelos de conducta o deseos), que se interponen entre la persona y la toma de conciencia total de la propia naturaleza espiritual. La “corona” constituye la concienciación final de nuestro destino, así como nuestra herencia como hijos de un DIOS que nos ama. 11. EL SEÑOR TU DIOS ES UNO: Sólo existe una fuerza en el universo y esa fuerza es DIOS. Aunque la humanidad haga mal uso de esa única fuerza del Espíritu, que está en el fondo de toda la creación, y cree el mal a lo largo de su desarrollo, al final todo debe quedar alineado con la universalidad de esa FUERZA ÚNICA. 12. EL AMOR: El amor es la mejor expresión de esa FUERZA ÚNICA universal. El verdadero amor le llega a los demás, sin importar lo que se reciba a cambio. En un sentido muy auténtico, el objeto principal de la vida es el de dejar que el amor de DIOS fluya a través nuestro. Entendemos relevante poder resaltar, en estos momentos, el camino hacia la iluminación emprendido por Buda (en sánscrito “el iluminado o el despierto”). En dicho camino, primero se enfrenta a una lucha interna que le invadía y mortificaba su cuerpo, viéndose asaltado por toda clase de tentaciones (conocido como el episodio de Mara), sobreviniéndole la iluminación cuando ha sido testigo y ha trascendido la oscuridad de la negatividad universal, para, finalmente, lograr una serenidad trascendente. Es decir, la liberación del yo y el conocimiento de la verdad surgen de su propio esfuerzo y es, entonces, cuando el Bodhisattva (o futuro Buda) se convierte en Buda (el que ha despertado).


47 El Boddhisattva llegó a la iluminación pasando por tres períodos. En el primero recuerda sus vidas pasadas, en el segundo analiza la ley del karma y en el tercero llega a los tres componentes básicos del dharma (en sánscrito “doctrina o senda”): las cuatro nobles verdades, las tres características de la existencia y la ley de causalidad. Con estas revelaciones, se libera del renacimiento y el samsara (en sánscrito “la rueda de la vida”), entrando en el nirvana (en sánscrito “estado de bienaventuranza” al que se accede al absorber el yo en la esencia divina), convirtiéndose, así, en Buda. Las tres características de la existencia son: la primera característica es el dukkha (en sánscrito podría traducirse por “sufrimiento”), que supone un sufrimiento físico y los sentimientos de pena, depresión y desesperación, indicando un factor de brevedad e insatisfacción de la vida. La segunda es el anicca (que podría traducirse por “falta de permanencia” en sánscrito), como un añadido a dukka, y la tercera marca definitoria de la existencia es que ninguno de los fenómenos tiene una personalidad o alma (anatta en sánscrito). La doctrina anatta representa una clara ruptura con la creencia brahmánica o hindú de que el alma o personalidad individual puede estar unida, eventualmente, al alma del mundo. Por el contrario, Buda proclamó que todas las cosas son no-ser, es decir, no hay alma, ser o ego duraderos en el núcleo de la personalidad humana. Los seres humanos son un puñado de cinco skandha (en sánscrito “montones”) faltos de permanencia: la forma corporal, el sentimiento, la percepción, las formaciones kármicas heredadas y la conciencia. Los cinco skandha se adhieren a la noción de un ego que los une, pero, en realidad, no hay nada más que una serie de procesos. La otra gran revelación de Buda bajo el árbol bodhi , en que se iluminó, es su teoría de la causalidad u origen dependiente. Demostraba que cada aspecto de la vida humana está condicionado por una influencia anterior o estado de ser. Nada existe por sí mismo, sino que llega a ser a partir de otra cosa y luego pasa. Se sabe que hay sufrimiento, enfermedad, vejez y muerte, pero ¿cómo aparecen y cómo pueden eliminarse? Buda concluye que el sufrimiento aparece como resultado del karma o acciones pasadas de la persona, acumulándose debido sólo a la ignorancia. A causa de la ignorancia surge el karma que provoca la reencarnación; a causa de esto surge la conciencia; a causa de la conciencia surgen los fenómenos físicos y mentales, las esferas de los sentidos, el contacto, el sentimiento, el deseo, el apego, el proceso de convertirse y, finalmente, la reencarnación de la que surgen la vejez, la muerte, el dolor, la pena y la desesperación. Pero este proceso puede revertirse. Cuando el conocimiento de la iluminación se completa, el karma y el sufrimiento se eliminan y el temor a la muerte es sustituido por la posibilidad del nirvana.


48 Citemos, brevemente, los siete factores de la iluminación. A la hora de su muerte, Buda resumió el total de sus enseñanzas en treinta y siete aspectos esenciales. Los principales grupos del resumen eran la senda óctuple, los cuatro cimientos de la plenitud mental y los siete factores de la iluminación. Parte de estos siete factores corresponden al Noble Sendero Óctuple que son: El Conocimiento Recto, la Actuación Recta y el Desarrollo Mental Recto, que se desglosa como sigue: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

La Opinión recta La Intención recta La Palabra recta La Acción recta La Vida recta El Esfuerzo recto La Atención recta La Concentración recta.

Al desarrollarlos y perfeccionarlos, el Bodhisattva (o futuro Buda) puede conseguir el estatus de arhat (“persona iluminada” en sánscrito) y llegar así al nirvana (estado de felicidad suprema). Finalmente, las Cuatro Nobles Verdades son las siguientes: 1. 2. 3. 4.

El sufrimiento o insatisfacción existe El origen de la insatisfacción es el anhelo El sufrimiento puede extinguirse (nirvana) Para extinguir el sufrimiento, hay que seguir el Noble Sendero Óctuple

Estos ocho Caminos ya han sido descritos más arriba, de forma esquemática.


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SEGUNDA PARTE: LAS RELIGIONES Y EL MENSAJE DE JESUCRISTO. Los sistemas religiosos forman conjuntos de creencias que ayudan a explicar parte de los misterios de la vida y la muerte, y la mayoría de los seres humanos, que siguen alguna fe, creen en un DIOS o en varios, pero comencemos por revisar los significados actuales del término “religión”. Michel Meslin, profesor emérito de historia comparada y antropología religiosa, fundador y director del Instituto de investigaciones para el estudio de las religiones de la Sorbona (París), distingue cinco significados principales de la palabra religión: El primero define la religión como un sistema de creencias y prácticas. Cuando hablamos de la religión cristiana o musulmana, nos referimos a un sistema organizado de creencias y ritos que constituyen una experiencia religiosa colectiva, incluida en un tiempo y espacio determinados. El segundo es complementario del primero. Ya no describe una experiencia religiosa, sino el valor ideal que constituye para sus propios fieles, que la practican. Aparece como un sistema al que se refieren y a partir del cual juzgan el resto de las religiones. El tercero es de carácter sociológico: la religión es el conjunto de actividades humanas motivadas por una fe y cumple una función de legitimación que permite unir el mundo y la sociedad construida por el hombre, con una realidad última, universal y sagrada. El cuarto es más personal y describe un culto que implica, no solamente actos de devoción hacia DIOS, sino también acciones hacia el resto de los individuos. El quinto, de tipo existencial, justifica las actitudes y las acciones de la vida humana. Resulta interesante observar que las nuevas formas religiosas que surgen priorizan la experiencia directa frente al razonamiento metafísico. Se interesan por el hombre hic et nunc más que por la escatología y su objetivo radica más en alcanzar la armonía con la naturaleza que en regular su utilización.


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Estos cinco significados del término religión muestran, a diferentes niveles, la estrecha relación que existe entre una fe religiosa y las conductas del creyente. Así mismo, revelan hasta qué punto el campo semántico de este término varía constantemente de una acepción a otra y describe formas históricas de la religión y la idea de una esencia común que determina unas acciones que son diferentes del resto de actividades humanas. Algunas religiones se basan en la enseñanza de un fundador. Así, el Budismo está basado en la enseñanza de Siddharta Gautama, el Cristianismo, en la enseñanza de Jesús y el Islamismo, en la enseñanza de Mahoma. En cambio, algunas religiones, como el Judaísmo y el Hinduismo se basan en la enseñanza de muchas personas y no de una sola. No obstante, todas las religiones tienen personajes, cuya vida y enseñanza representan la esencia de la fe y son ejemplos de vida. Muchas religiones comienzan gracias a una revelación divina a través de un mensajero, como en el caso del Cristianismo, cuyo mensajero fue Jesús o en el Taoísmo, cuyo mensajero fue Lao-Tsé, considerándose ambos de origen divino. En cambio, en otras religiones, como el Islam o Islamismo, el Budismo o el Zoroastrismo, los mensajeros son seres humanos. Antes de entrar en el estudio de las principales religiones tratadas en esta obra, Consideramos de interés presentar un esquema de la Genealogía de las Religiones del Mundo, como sigue: 1. RELIGIÓN INDOEUROPEA.Procedentes del Cáucaso, estos pueblos se extendieron en dos vías, por Europa y Asia meridional, dando lugar a la mitología greco-romana, la escandinava vikinga, el Veda hindú y el Avesta iraní. 2. JUDAISMO.Abraham salió de la ciudad de Ur en Mesopotamia (actual Irak), con una base politeísta, que se concreta en el culto a un dios familiar llamado Jehová, el monoteísmo introducido por Moisés, el egipcio, las reformas de los jueces y de los profetas que bajo los reyes conforman la religión judía.


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3. ZOROASTRISMO Y MAZDEISMO.Zoroastro fue un profeta iraní al que conocemos como Zaratustra, que instauró el culto al dios de la luz Ahura Mazda, enfrentado al dios del mal y la oscuridad, llamado Ahriman. Se les conoce como adoradores del fuego por la participación de estos elementos en su liturgia. 4. BUDISMO.El príncipe Siddharta Gautama rompe con las creencias brahmánicas, superando el ciclo eterno de las reencarnaciones a través de la ascesis personal que lleva al nirvana. Así se convierte en Buda. Su idea es la recuperación libre de la paz interior por un individuo que se supera a sí mismo. Posteriormente, el Budismo se ha dividido en dos grandes vehículos, el Theravada y el Mahayana, que con sus misioneros extendieron el Budismo hasta Japón (el Budismo Zen) y hasta los confines de Malasia. 5. BRAHMANISMO E HINDUISMO.Representan variantes de las religiones indoeuropeas establecidas en el continente indio. Establece un sistema de castas y cree en la reencarnación. Un principio divino se reparte en fuerzas personalizadas como Shiva o Visnú. 6. RELIGIONES EGIPCIAS.Procedentes del animismo africano, sus cultos son conocidos por el deseo de pervivencia ulterior a través de la momificación y los monumentos funerarios, como las pirámides o hipogeos. 7. GRIEGOS Y ROMANOS.Con una base indoeuropea, los mitos griegos dieron origen a cosmogonías que, identificadas con los cultos romanos, conforman la mitología occidental.


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8. SUMERIOS.En el valle del Tigris y el Éufrates se desarrolla esta cultura que elevó templos y zigurats para estudiar el cielo de sus sacerdotes, que constituyó su verdadera pasión astrológica. 9. RELIGIONES DE OCEANÍA.Se encuentran los aborígenes australianos y la rica cultura polinésica, que se extiende por las islas. 10.

RELIGIONES AMERICANAS.-

De un origen chamánico asiático, los cultos amerindios desarrollaron mitologías complejas: desde las tribus de las praderas a los imperios maya, azteca o inca. 11.

CRISTIANISMO ORIGINAL.-

Organizados, primero junto a las sinagogas judías, se separaron, después, tras la reforma de Pablo, con una herejía monofisita (coptos, nestorianos y armenios). Divididos, posteriormente, en orientales u ortodoxos, donde se hablaba griego, y los que seguían la liturgia en latín y la obediencia al obispo de Roma (occidentales o católicos). El cristianismo tendría como frontera al Islam o Islamismo, hasta la expansión europea del siglo XVI, que convirtió esta religión en la más extendida a nivel planetario. Sin embargo, ese mismo siglo, la cristiandad occidental se escindiría, debido a la rebelión protagonizada por Lutero contra el pontífice romano, dando lugar a todo un movimiento reformador cristiano. 12.

TAOÍSMO.-


53 Lao Tsé vivió en el siglo VI a.C. y escribió el Tao Te Ching, siendo la principal religión china. Basada en el Tao, como fuerza que articula el universo y del que nosotros formamos parte en nuestro viaje terrenal. 13.

JAINISMO.-

En el siglo V a.C. el Hinduismo se escinde en el Jainismo, que pone el acento en el ascetismo personal. 14.

NESTORIANISMO, ARMENIOS Y COPTOS.-

El obispo Nestorio (380-450) defendió la separación de la naturaleza humana y la divina en Cristo. Condenado como hereje, sus discípulos fundaron las iglesias nestorianas, que se extendieron por oriente hasta China. En la actualidad quedan los coptos en Egipto, los nestorianos iraquíes e iraníes y la religión armenia. 15.

ORTODOXIA Y CATOLICISMO.-

La separación de los orientales, bajo el patriarcado de Constantinopla, escindió al cristianismo en occidental o católico, bajo la obediencia del papa e iglesias ortodoxas u orientales. En el año 988 se convierte Kiev y la ortodoxia se extiende por Rusia. 16.

RELIGIÓN JAPONESA.-

Sobre una base sintoísta, que es la religión natural y base del culto al emperador, se asienta el Budismo Zen a partir del siglo XII. Este Budismo acentúa el cariz contemplativo y racional de la gran vía, con variantes en las sectas Soto y Rinzai. 17.

ISLAM

Religión monoteísta, fundada por el profeta Mahoma el año 622, año que da origen al calendario árabe, muriendo en el año 632. El Islam se extiende desde el Atlántico hasta Oceanía, siendo Indonesia el mayor país islámico del mundo.


54 La religión tiene cinco preceptos fundamentales: la profesión de fe monoteísta, pues sólo hay un DIOS que es Allah, la plegaria diaria, la limosna, el ayuno del Ramadán y la peregrinación a la Meca. Se divide en sunnitas, que constituyen la mayoría, y los chiitas, una minoría dominante en Irán o los ismailitas de Pakistán. 18.

CONFUCIANISMO.-

Esta religión fue fundada por Confucio, funcionario del imperio chino, y refleja la mentalidad y el orden de los mandarines. La familia, el deber, el estado, el equilibrio personal y social y la educación son bases de este pensamiento que renace con el fin del comunismo. 19.

REFORMA DE LUTERO.-

En el siglo XVI Martín Lutero (1483-1546) se rebela contra la decadencia y la corrupción de Roma. Su pensamiento reformador dará lugar a multitud de iglesias en Europa y América, impulsadas por la separación de la iglesia de Inglaterra, que dio origen al Anglicanismo, con el rey Enrique VIII (1534). La versión más radical de la reforma será protagonizada por Calvino (1509-1564) que rechaza toda la herencia romana. En América, las iglesias reformadas baptistas, fundadas en 1600, realizan el bautismo por inmersión. El mennonismo sigue las enseñanzas de Menno Simonsz; el metodismo fue fundado en el siglo XVIII por John Wesley, sobre la base del sacerdocio universal; la aparición de los cuáqueros fue debida a George Fox y a William Penn, en el siglo XVI, y las iglesias adventistas fueron fundadas por William Miller en 1831, junto a los Testigos de Jehová y los mormones creados en el siglo XIX. Las iglesias de la reforma se han extendido con la colonización inglesa a Nueva Zelanda, Australia, África del Sur y el África negra, en tanto que los evangelistas se expandieron por América latina. 20.

CULTOS AFROAMERICANOS.-


55 Los esclavos llevados a América trajeron consigo cultos animistas que debieron conservar, pese a la persecución de los blancos. Estos cultos renacieron en Cuba y las Antillas, Méjico y Brasil. Muchos los llaman santería, aunque sólo es una parte de esta religión que entró con fuerza en Estados Unidos.


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I.

LAS RELIGIONES MONOTEÍSTAS: JUDAISMO, CRISTIANISMO E ISLAMISMO.

JUDAÍSMO.El Judaísmo forma parte de la cultura religiosa de los judíos, pueblo fundamentalmente agrícola, que habitaba las tierras más orientales del Mediterráneo. Sus creencias se basaban en que Yahvé, la máxima deidad, era dueño de la lluvia y, por consiguiente, el que favorecía las buenas cosechas. Desde su situación de esclavitud en Babilonia, en el siglo VI a.C., se fijó el Pentateuco, textos escritos por Moisés, que relataban desde la creación del mundo hasta la salida de Egipto, así como textos de las leyes que Yahvé imponía a su pueblo elegido, desarrollándose una verdadera religión monoteísta de la que, posteriormente, derivará el Cristianismo y el Islamismo. Como la mayor parte de los judíos han vivido en un ambiente cultural muy cercano a estas dos religiones, éstas ejercieron una fuerte influencia en la historia de dicha cultura. Aunque las distintas formas de Judaísmo históricas han sido diferentes, comparten ciertos rasgos comunes, como la idea de que nada es fruto de la casualidad, y que todo tiene un significado. La divinidad se manifiesta a través de la creación y de la revelación en el monte Sinaí con la Toráh, leyes que DIOS ofrece a Israel, expresada por medio de los Mandamientos. En este sistema religioso y cultural todo está sometido a la voluntad expresa de DIOS y esta visión acentúa el dilema sobre su justicia cuando el desarrollo de los acontecimientos parecen negarlo, ya que la experiencia histórica, tanto de los judíos, tomados individualmente, como su pueblo en general, con bastante frecuencia ha sido objeto de sufrimiento. El Juicio Final sería el momento en que se recompensarían la virtud y la obediencia y se castigarían los pecados. Así mismo, encontraría el pueblo judío su recompensa cuando llegara el Mesías, que vendría a redimir a los judíos y a devolverles la soberanía sobre sus tierras.


57 Un concepto importante del Judaísmo es el de la Alianza o pacto entre DIOS y los judíos. Reconocerían a Yahvé como a su único y último rey y legislador, comprometiéndose a obedecer sus leyes. Como recompensa, DIOS reconocería a Israel como su pueblo, y estaría especialmente atento a su bienestar, dado que está llamado a ser un modelo para la humanidad. La conquista de Judea por parte de Alejandro Magno en el siglo IV a.C., hizo que los hebreos se unieran. En esta época se escriben los primeros escritos apocalípticos, que interpretan la invasión como parte del conflicto cósmico entre las fuerzas del bien y del mal, que acabaría con la victoria de las legiones de DIOS. A los judíos que hubieran llevado una vida honorable y que murieran en combate, les estaba prometida la resurrección del cuerpo el día del Juicio Final. El fervor mesiánico y apocalíptico aumentó al acabar la independencia política del pueblo de Judá y con la invasión de las legiones romanas. Llegó a su punto más álgido con la fallida revuelta en contra de los romanos hacia el año 70. La segunda revuelta mesiánica en el siglo II supuso una verdadera catástrofe para el pueblo judío. Predicaban los rabinos que, si, diariamente, se actuaba conforme a la Toráh, los judíos podrían lograr la salvación, mientras esperaban que Yahvé trajera la redención mesiánica para todo Israel. La hegemonía de los rabinos de todas las juderías, incluyendo todas aquéllas que estaban surgiendo en el Mediterráneo y en otras zonas de Europa, como consecuencia de la diáspora, fue un proceso gradual. Cerca de la sede de los califas de Bagdad, las principales academias rabínicas de Babilonia hicieron grandes esfuerzos para unificar las leyes, costumbres y liturgias judías, de acuerdo con sus propias prácticas, que luego debían exponer y explicar a las comunidades en la diáspora. La hegemonía de las juderías pasó de Palestina a Babilonia y el Talmud babilónico que se redactó se convirtió en el documento rabínico de mayor autoridad. Los rabinos de los primeros siglos de la era cristiana en Palestina y Babilonia sostenían que en el monte Sinaí, Yahvé había revelado una doble Toráh, la escrita y la oral, fielmente transmitida por medio de palabras, de maestro a discípulo, por una cadena irrompible y que aún hoy existe entre los rabinos. El judaísmo medieval se desarrolló a partir de dos culturas de gran notoriedad: la sefardí, en España, se enfocó, principalmente, a la filosofía


58 y al sistema de codificación legal sin olvidar las ciencias o la poesía, y la askenazí que se dedicó al intenso estudio del Talmud babilónico. Otros escritos posteriores de los rabinos incluían codificaciones de la ley talmúdica, de los cuales, la que goza de máxima autoridad es “la mesa dispuesta” del siglo XVI, escrita por Josef ben Ephraim Caro. El rezo diario es uno de los ritos más importantes. Durante los sábados y las festividades las oraciones diarias se reemplazan por rezos especiales. Las leyes relacionadas con la alimentación de los judíos están, así mismo, vinculadas a las leyes divinas. Los judíos no comen la carne de ciertos animales considerados impuros, como cerdos y peces que no tienen aletas o escamas. Los animales comestibles deben ser sacrificados de forma apropiada y se le debe sacar toda la sangre antes de ser ingeridos. Cada siete días se celebra el Sabbat, día en el que se reza, se estudia y se descansa. En las sinagogas se realiza un servicio religioso que se corresponde con los sacrificios que se ofrecían en el Templo. Las fiestas, como Pascua y Pentecostés, marcan momentos importantes respecto a las labores agrarias. Desde épocas antiguas se han asociado estas fiestas con acontecimientos de la historia de Israel, conmemorando el éxodo desde Egipto o el momento en que DIOS entregó la Toráh al pueblo de Israel. El día de Año Nuevo y el día de la Expiación son los más importantes del calendario judío. En Alemania el judaísmo fue reformulado como una confesión religiosa, como un protestantismo moderno y perdió las esperanzas de una vuelta a Sión, la tierra prometida por Yahvé, rechazando muchas de las leyes y costumbres judías arcaicas. Ponían énfasis en los temas relacionados con la ética y en la creencia del progreso humano. La comunidad judía en Estados Unidos desciende de los judíos de Europa central que emigraron a mediados del siglo XIX y de los refugiados y supervivientes del holocausto. El judaísmo reformado, que se inició en Alemania, fue el primer movimiento judío a la hora de autodefinirse. En Estados Unidos recibió la influencia del protestantismo liberal y, en especial, de un movimiento llamado Evangelio Social. El sionismo fue un movimiento, creado a partir de ideas seculares, con el fin de formar una sociedad judía moderna en las tierras bíblicas. Se asentó firmemente en Europa oriental, evocando fuertemente el


59 tradicional judaísmo mesiánico, hecho que, al final, debiera culminar con la creación del Estado de Israel en la tierra prometida. Actualmente, el Estado israelí tiene una dimensión religiosa que encarna la dignidad de los judíos y la promesa de la realización mesiánica. En dicho Estado, el matrimonio, el divorcio y la conversión están controladas por rabinos ortodoxos, quienes, dentro del Gobierno, reciben el respaldo de los partidos religiosos. La Cronología tradicional del Judaismo representa la época de los patriarcas, el éxodo y los reyes de Israel, como sigue: Hacia 2000 a.C. Abraham, profeta del judaísmo, cristianismo e islamismo, nace en Ur, el actual Irak. Hacia 1700 a.C. aparecen los Patriarcas en Egipto. Hacia 1250 a.C. Moisés recibe la Ley de DIOS en el Sinaí, para, poco después, instalarse los hebreos en Canaán, en su mayor parte, en el actual Israel, tras el éxodo de Egipto. Hacia 1200 a 1000 a.C. se produce el periodo de los Jueces y la unificación del reino de Israel, apareciendo los reyes David y Salomón, construyendo éste último el templo de Jerusalén. Hacia el 900 a.C. se produce la escisión entre Israel, al norte, y Judea, al sur. Por otra parte, se escribe la Toráh, que constituyen los cinco primeros libros de la Biblia. Hacia el 600 a.C. se origina la captura de Jerusalén, en el actual Israel, por los babilonios, con el consiguiente exilio de los judíos a Babilonia y destrucción del Templo, que es reconstruido, en el periodo de 538-332, en que se produce el retorno del exilio y la reconstrucción del mismo, bajo dominación persa. Hacia el 70 d.C., tras una rebelión judía contra la ocupación romana, se produce la destrucción del Templo en Jerusalén, quedando en pie, sólo, el llamado “Muro de las Lamentaciones”. Hacia el 130d.C. se produce la segunda rebelión judía contra los romanos, acabando en fracaso. Se expulsaron a los judíos de Judea, prohibiéndoseles estar en Jerusalén, que es rebautizada como Aelia Capitolina por el emperador Adriano.


60 Hacia 200-400 d.C. se recopila la Mishná y el Talmud en Galilea y en Babilonia. En 1215 d.C. tras el IV Concilio de Letrán, se impone a los judíos que lleven signos que los distingan (lo que nos recuerda, desgraciadamente, la época nazi en Alemania durante la primera mitad del siglo XX). En 1394 se expulsa a los judíos de Francia por el rey Felipe el Hermoso y en 1492 se expulsan, también, a los judíos de España por la reina Isabel la Católica. En 1791 se emancipan los judíos en Francia, publicando Teodoro Herzl su libro titulado “El estado de los judíos”, que supone el inicio del sionismo. En 1917 el Lord británico Balfour promete a los judíos un “hogar nacional” en Palestina, para lo que habría que esperar, aún, más de 30 años. En 1941-1945, durante la Segunda Guerra Mundial se produce el exterminio de seis millones de judíos en Europa por parte de los nazis y En 1948, concretamente, el 14 de mayo, finalmente, tiene lugar el nacimiento del Estado de Israel. A continuación vamos a reseñar algunas características propias del judaísmo: los seguidores del judaísmo reciben el nombre de judíos. Creen en un solo DIOS, que reveló su ley a su pueblo, siendo su símbolo la estrella de David. El judaísmo surgió hacia el 2000 a.C. en Canaán, la tierra prometida, que, hoy en día, constituye la mayor parte de Israel. Abraham fue el primer líder hebreo, que, como ya se ha dicho, nació en Ur (actual Irak) hacia dicho año y que, por orden de DIOS, emigró a Canaán. He aquí algunas tradiciones de la vida judía: A los niños se les circuncida a los ocho días de nacer, siendo el Sabbat (sábado) un día sagrado y de reposo, estando prohibido comer cerdo y marisco. Por otra parte, un niño judío se convierte en bar-mitzvah (o adulto) a los trece años. Las celebraciones judías más importantes son: La fiesta de las luces o Januká, la liberación de la esclavitud egipcia o Pésaj (Pascua judía) y el día del perdón o Yom Kipur.


61 DIOS creó el mundo y los judíos, que descienden del pueblo hebreo, son el pueblo elegido por DIOS, siendo “una luz para todas las naciones”. El muro de las lamentaciones constituye el único resto del templo de Herodes, destruido en el 70 d.C., al que acuden los judíos para rezar e introducir oraciones y peticiones escritas entre los grandes bloques de piedra. LA BIBLIA JUDÍA relata cómo DIOS creó el mundo. Está escrita en hebreo y se conoce como Tenak, sigla compuesta por la letra inicial de las tres secciones siguientes: la Toráh (t), los Nebiím (o profetas) (n) y los Ketubim (o escritos) (k). Para los cristianos, la Biblia judía es el Antiguo Testamento, término sólo aceptable para los que creen en el Nuevo Testamento (libro sagrado del cristianismo) como revelado por DIOS, algo no aceptado por el judaísmo. La Biblia judía empieza con la Toráh (o Pentateuco), que también se conoce como humash o los cinco libros de Moisés. Comprende la historia desde Abraham, a quien los judíos consideran como el primer judío, hasta el final del éxodo de Egipto y la llegada a la tierra prometida de Canaán, hacia el 1200 a.C. Fue escrito en tiempos del rey David, hacia el 1000 a.C. y consta de los siguientes libros: El Génesis, que incluye el relato de la creación y la historia de Adán y Eva, además de otras historias, como la de José y sus hermanos. El Éxodo, que narra la historia de la liberación de los israelitas de Egipto con la ayuda de DIOS y por intermedio de Moisés, así como su recorrido por el desierto. El Levítico y los Números contienen las leyes para los sacrificios y para el sacerdocio judío, que celebraba el culto judío, y El Deuteronomio, que retoma el género narrativo, repitiendo “los Diez Mandamientos” y otras leyes, describiendo la llegada a Canaán y la muerte de Moisés, el único profeta que, según la tradición, habló con DIOS cara a cara, y no por medio de sueños o visiones. Los Nebi’im o Los Profetas.-


62 A esta segunda parte pertenecen los libros históricos de Josué, Jueces, Samuel I y II y Reyes I y II. A continuación figuran los profetas mayores siguientes: Jeremías. El profeta que predicaba la justicia divina y recordaba a los judíos que no debían rechazar a DIOS. Isaías. El profeta que creía que la alianza entre Israel y DIOS dependía de la conducta del pueblo y recordaba a los israelitas que con su mal comportamiento había roto la alianza, por lo que DIOS les castigaría por medio de un conquistador. Ezequiel. El profeta, cuya primera predicación alertaba sobre la destrucción de Judea, pero luego anuncia la nueva alianza que DIOS hará con la casa de Israel. Finalmente, aparecen los profetas menores siguientes: Oseas. El profeta que predicaba el amor de DIOS. Amós. El profeta de la fatalidad. Jonás. El profeta de la ballena. Sofonías. El profeta que proclamaba la inminencia del juicio divino. Zacarías. El profeta que urgía a los judíos a reconstruir el Templo de Jerusalén. Joel. El profeta que invitaba al arrepentimiento. Abdías. El profeta que anunció la destrucción de los edomitas. Miqueas. El profeta que predijo la caída de Samaría y la destrucción de Judea. Nahum. El profeta que predijo la caída de Nínive, la capital del imperio asirio. Habacuc. El profeta que predijo la invasión de los babilonios. Ageo. El profeta que animaba a los exiliados a regresar para la reconstrucción del Templo de Jerusalén.


63 Malaquías. El profeta que reprendió a los que regresaban del exilio por haber dudado del amor de DIOS. Los Ketubim o Los Escritos.La tercera parte de la Biblia judía incluye los libros siguientes: Los Salmos. Contiene 150 salmos, poemas o cánticos religiosos y constituye la sección más grande de los Ketubim. Los Proverbios. Contiene máximas, algunas de ellas atribuidas a Salomón. Job. Contiene la historia de Job, un hombre que no perdió la fe en DIOS, a pesar de su gran sufrimiento. El Cantar de los cantares o Cánticos de Salomón. Contiene un poema de amor, tradicionalmente atribuido a Salomón, el rey de Israel que construyó el primer Templo de Jerusalén. Rut. Narra la historia de Rut, una viuda dedicada a cuidar a su suegra Noemí. Las Lamentaciones. Incluye lamentaciones relacionadas con la destrucción de Jerusalén. Eclesiastés. Un libro de enseñanzas. Ester. Narra la historia de Ester, que salvó a su pueblo de la masacre. Daniel. Contiene historias y profecías de Daniel, el profeta judío que, por la fe, fue salvado de los leones. Esdras. Contiene la vida y enseñanzas de Esdras, un reformador religioso. Nehemías. Recoge la actividad de Nehemías, líder judío. Crónicas I y II. Constituyen libros de historia. Para finalizar el tema del Judaísmo, vamos a hacer algunas consideraciones sobre algunos valores espirituales relevantes:


64 Acerca de la responsabilidad por las propias acciones: El hombre generoso se enriquecerá y el que riega, también, será regado. Acerca del perdón: Lo más hermoso que puede hacer un hombre es perdonar lo malo que le han hecho. Acerca de la paz y el amor: Cuán hermosos son, en la montaña, los pies de aquél que trae buenas nuevas y que comunica la paz. Pero yo os digo: los actos de amor valen tanto como todos los mandamientos de la ley. Y no aprender, sino hacer, es lo más importante, pues el amor es el principio y el fin de la Toráh. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Acerca de la regla de oro: Lo que a ti te hace daño no se lo hagas al prójimo. Ésa es la base de la Toráh y lo demás no son más que observaciones. Acerca de los valores espirituales: No cometerás asesinatos. No cometerás adulterio. No robarás. No harás falso testimonio y No serás codicioso. ¿quién subirá a la montaña del Señor? ¿quién llegará a su lugar sagrado? Aquél que tenga las manos limpias y el corazón puro, que no se haya dedicado a la falsedad y que no haya jurado en falso. Di la verdad a tu prójimo, ejecuta el juicio de la verdad y la paz en tu puerta. Bienaventurado aquél que piensa en los pobres, porque DIOS se ocupará de él en tiempos difíciles. No sólo de pan vive el hombre, sino de todas las palabras que surgen de labios del Señor. Acerca de la inmortalidad: El Señor es mi pastor; no me faltará nada. Me creó para que me tumbara en verdes prados, me devolvió el alma. Aunque ando por el valle de la sombra de la muerte, no temeré nada malo, porque Tú estás conmigo. Estoy convencido de que la bondad y la piedad me acompañarán todos los días de mi vida y de que habitaré por siempre en la casa del Señor. Acerca del DIOS universal: Escucha, oh, Israel: el Señor nuestro DIOS, el Señor es único. Y amarás al Señor tu DIOS con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Ama al Señor tu DIOS. Sírvele con todo tu corazón y con toda tu alma. ¿Acaso no tenemos todos un Padre? ¿No nos ha creado un único DIOS? DIOS ha creado al hombre a su imagen y semejanza.


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CRISTIANISMO.El Cristianismo, la religión más extendida del planeta, corresponde a múltiples creencias que tienen en Jesús a su figura primordial. Todas ellas coinciden en que su vida y su ejemplo deberían ser seguidos y que el amor y la fraternidad deberían sentar las bases de las relaciones humanas. Según el Cristianismo, DIOS es omnipotente en su dominio sobre todo lo que está en la tierra y en el cielo, recto a la hora de juzgar lo bueno y lo malo, encontrándose más allá del tiempo, del espacio y del cambio. Después de la creación del mundo y la especie humana a partir de la nada, la venida de Jesús fue el hecho fundamental de esta religión. Es imposible distinguir entre las enseñanzas originales de Jesús y el desarrollo de éstas, dentro de las primeras comunidades cristianas, porque la información sobre su vida y los orígenes del cristianismo proviene de aquéllos que proclamaban ser sus discípulos, que escribieron más para convencer a quiénes les escuchaban que para satisfacer la curiosidad histórica. Se considera que el séptimo día de la semana, el domingo, ha de ser el día del Señor, día de descanso y culto, así como de participación con otros cristianos. La construcción de templos desde el siglo IV, por parte de las comunidades cristianas, es un hecho decisivo en la historia de la arquitectura y del arte en general. Creyendo que era deseo y mandato de Jesús el que se unieran y formaran una nueva comunidad de lo que aún quedaba rescatable del pueblo de Israel, sus seguidores formaron la primera iglesia en Jerusalén. El Cristianismo se desplazó hacia otras ciudades y pueblos en Palestina. Sus primeros seguidores eran judíos y veían en él una continuación de lo que DIOS había prometido a Abraham, Isaac y Jacob. Debido a la idea de la vida eterna, muchos de sus seguidores estaban a la espera del fin del mundo de manera clara y abierta, pues, con ese fin, sus vidas alcanzarían el reino de la eternidad. Esta expectación creó, a veces, niveles de gran intensidad, usando el lenguaje de la resurrección, de una nueva vida, participando de la gloria de Jesucristo resucitado. La comunidad cristiana misma, es decir, la Iglesia, es otro componente fundamental dentro de la fe y las prácticas del Cristianismo. El catolicismo ha tendido a equipara su propia estructura institucional con la iglesia universal, en contraposición con algunos grupos protestantes extremistas, que se consideran la verdadera iglesia visible.


66 La Eucaristía, además de ser uno de los ritos principales, es otro de los motivos de conflicto entre distintas comunidades cristianas, pues no todas están de acuerdo con la presencia de Jesucristo en el pan y en el vino consagrados y con el efecto que produce esta presencia en aquéllos que los reciben. La composición de la iglesia tuvo lugar a finales del siglo II, cuando los cristianos, con un pasado no judío, comenzaron a superar en número a los judíos cristianos. El apóstol Pablo se sintió el “instrumento elegido” para difundir la palabra de Jesucristo a los gentiles, es decir, a todos aquéllos que no tenían un pasado judío. Fue él quien, en sus cartas destinadas a varias de las primeras congregaciones cristianas, formuló muchas de las ideas y términos que, más tarde, constituirían el eje de la fe cristiana, mereciendo el título de primer teólogo cristiano. Dentro del imperio romano, y como secta judía, la Iglesia cristiana primitiva compartió la misma categoría que tenía el Judaísmo. La lealtad que los cristianos mostraban hacia Jesús era irreconciliable con la veneración que existía hacia el emperador, como deidad, y los emperadores, tales como Trajano y Marco Aurelio, que estaban comprometidos, de manera más profunda, con mantener la unidad ideológica del imperio, veían en los cristianos una amenaza para sus propósitos. Debido al amplio desarrollo del Cristianismo, el emperador Constantino optó por tomarlo como religión oficial y trasladar la capital del imperio a Constantinopla, la antigua Bizancio y actual Estambul. El emperador, con una posición destacada en la vida de la Iglesia, convocaba y presidía los concilios generales de la Iglesia, órganos supremos de legislación eclesiástica con respecto a la fe y a los códigos morales. Desde sus comienzos en el desierto egipcio, el monaquismo cristiano se propagó durante los siglos IV y V por diferentes áreas del Mediterráneo. Durante el inicio de la Edad Media, estos monjes se transformaron en la fuerza más poderosa del proceso de cristianización de los no creyentes, de la renovación del culto y de la oración, así como en el centro de transmisión de ideas en el campo de la teología y la erudición. La crisis del siglo VIII respecto al uso de imágenes en las iglesias cristianas, significó, también, un choque entre la Iglesia y el poder imperial. Amenazaba un hecho fundamental para la Iglesia de oriente: su liturgia. Los rasgos distintivos del Cristianismo de oriente y su aislamiento, a consecuencia de la expansión musulmana, contribuyeron a su alejamiento de Occidente, lo que, por último, desembocó en el cisma entre el este y el oeste.


67 El crecimiento del poder del papado en Roma y la conversión al Cristianismo de los pueblos germánicos que llegaban a la Europa meridional hizo fuerte la Roma de los obispos. En el siglo XI Roma y Constantinopla se excomulgaron entre sí. A principios del siglo XIII los ejércitos procedentes de Occidente, con el fin de librar a Tierra Santa del dominio otomano, atacaron y arrasaron la ciudad cristiana de Constantinopla. Durante todo el siglo XIV existieron disidencias dentro de la Iglesia, llegando a existir varios papas al mismo tiempo. En el siglo siguiente, se volvió a unir el papado, aunque jamás logró recuperar el férreo control ni la autoridad. Estos acontecimientos provocaron el llamado “gran cisma de Occidente”. La Reforma protestante podría ser considerada producto de la convergencia de varias fuerzas: un movimiento para introducir cambios dentro de la Iglesia, el ascenso del nacionalismo y el avance de un espíritu más moderno y adaptado al capitalismo que se iniciaba a la sazón. El reformista Martín Lutero fue la figura catalizadora que aceleró el nuevo movimiento. Su lucha personal por buscar la certeza religiosa lo condujo, en contra de sus deseos, a cuestionar el sistema medieval de salvación, e incluso la propia autoridad de la Iglesia. Su excomunión por el papa León X fue un paso adelante hacia la irreversible división del mundo cristiano en Occidente. La Reforma inglesa, desencadenada por los problemas personales del rey Enrique VIII, puso de manifiesto la fuerte influencia que tenían los reformistas en Inglaterra. Otros grupos reformistas más radicales se pusieron en contra de los demás, rechazando prácticas tan antiguas como el bautismo infantil e incluso dogmas como el de la Santísima Trinidad. Dada la importancia que se concedió a que todos los creyentes participaran en el culto y en las oraciones, la Reforma desarrolló sistemas para enseñar y difundir la doctrina y la ética, presentados en forma de catecismos. Como respuesta al desafío protestante, y en función de sus propias necesidades, la Iglesia convocó el concilio de Trento, que entre 1545 y 1563, logró dar una formulación definitiva a las doctrinas que se debatían y, así mismo, instituir reformas legislativas prácticas respecto a la liturgia, la administración de la Iglesia y la enseñanza de la fe. La responsabilidad de llevar a cabo las decisiones tomadas en el concilio recayó sobre todo en la Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola. El movimiento ecuménico ha sido la organización que, con más fuerza, ha logrado unir a grupos cristianos que han estado distanciados durante largos periodos y en el concilio Vaticano II, la Iglesia católica dio importantes pasos a favor de lograr una reconciliación con las demás iglesias cristianas.


68 Junto al desarrollo de ideologías que propiciaron diversas revoluciones políticas y sociales, en los siglos XIX y XX, surgieron tendencias que buscaban conciliar el Cristianismo con los cambios sociales y, en algunos casos, la fe revolucionaria ha surgido de fuentes cristianas, denunciándose las enormes desigualdades existentes en el llamado “Tercer Mundo”. La Cronología tradicional del Cristianismo es la que se indica seguidamente, si bien hay que señalar que, debido a un cálculo erróneo de un monje del siglo VI, llamado Dionisio el Exiguo, los años de nuestra era cristiana no se cuentan a partir del nacimiento de Jesucristo, ya que los historiadores consideran que Jesús, en realidad, nació en el año 6 antes de de Cristo o de nuestra era, considerándose, por tanto, que el Cristianismo nace hacia el 6 a.C. c. 30 d.C. Crucifixión de Jesús, resucitando al tercer día de entre los muertos. c. 40-100. Elaboración de Nuevo Testamento, extendiéndose el Cristianismo por todo el imperio romano. Siglos II y III. Primeros tratados apologéticos y teológicos cristianos de Justino, Tertulio y Orígenes y persecuciones contra los cristianos. 313. Edicto de Milán. El emperador Constantino pone fin a las persecuciones y concede la libertad de culto a los cristianos. 325. Primer concilio ecuménico de Nicea: condena de Arrio. 391. El Cristianismo se convierte en la religión oficial del imperio romano. 410. Saqueo de Roma por parte de los visigodos. 430. Muerte de san Agustín. 451. Concilio de Calcedonia. Se proclama la condena del monofisismo, es decir, la unión de lo divino y lo humano en Jesucristo. 496. Posible fecha del bautizo de Clodoveo, comenzando la conversión de los bárbaros. 800. Coronación de Carlomagno, emperador romano de Occidente. 1054. Cisma entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente.


69 1073-1085. Gregorio VII, papa; reforma gregoriana y afirmación del Cristianismo medieval. 1096-1099. Primera cruzada. 1179. Condena de los cátaros, que preconizaban el retorno a las fuentes del Cristianismo. 1210. Francisco de Asís crea la orden de los franciscanos. 1265-1270. Octava y última cruzada. 1453-1492. Caída de Constantinopla. Inicios del humanismo; descubrimiento de la imprenta e impresión de la Biblia y grandes descubrimientos en América. 1517. Tesis de Lutero e inicio de la Reforma protestante. 1540. Fundación de la Compañía de Jesús. 1562-1598. Guerras de religión en Francia; masacre de protestantes en la noche de san Bartolomé de 1572, poniendo el edicto de Nantes fin al conflicto en 1598. 1633. Condena de Galileo Galilei. 1685. Revocación del edicto de Nantes; razzias o incursiones contra los protestantes y rebelión de campesinos protestantes en Cévennes (Francia). 1787. Luis XVI concede la libertad de culto a los protestantes. 1790. Constitución civil del clero. 1801. Concordato entre el emperador Bonaparte y el Vaticano. 1864. El papa Pío IX condena en el Syllabus los errores de la sociedad moderna. 1869-1870. El primer concilio Vaticano proclama la infalibilidad pontifical. 1919. Nace el fundamentalismo protestante en Estados Unidos. 1962-1965. Segundo concilio Vaticano y puesta al día (Aggiornamento) de la Iglesia.


70 1978. Elección del papa Juan Pablo II. 1989-1991. Fin del comunismo en Europa oriental y recuperación de la libertad de acción de las iglesias ortodoxas. A continuación vamos a reseñar algunas características propias del Cristianismo: los cristianos creen que Jesucristo es el Hijo de Dios. Su símbolo es una cruz, que representa el lugar en que murió Jesús. El Cristianismo nació hacia el 30 d.C. en Jerusalén (actual Israel), practicándose, hoy en día, en todo el mundo. Jesús nació en Belén, Israel, hacia el 6 a.C., comenzando a predicar y a curar enfermos poco antes de los 30 años, y al poco tiempo lo juzgaron y ejecutaron por mantener creencias contrarias a la ley hebrea. Los cristianos deben obedecer los Diez Mandamientos o reglas adaptadas de las escrituras judías (Antiguo Testamento), como siguen: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Amarás a DIOS sobre todas las cosas. No tomarás el nombre de DIOS en vano. Santificarás las fiestas. Honrarás a tu padre y a tu madre. No matarás. No cometerás actos impuros. No hurtarás. No mentirás. No consentirás deseos impuros. 10. No codiciarás los bienes ajenos.

Jesús enseñó que se debe amar a DIOS y al prójimo como a uno mismo, resucitando de entre los muertos. Un punto clave del Cristianismo es la creencia en la Santísima Trinidad, formada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Biblia es el libro cristiano sagrado, compuesto de dos partes: el Antiguo y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento contiene los textos sagrados judíos, mientras que el Nuevo Testamento trata sobre la vida de Jesús y los inicios de la Iglesia.


71 La práctica del bautismo data de cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, consistiendo la ceremonia en sumergir a una persona en el agua o mojarla con agua, para señalar con ello su entrada en la fe cristiana. La basílica de San Pedro constituye la catedral católica, por excelencia, que se encuentra en la ciudad del Vaticano, Roma, tardándose más de un siglo en su construcción. En ella trabajaron diez arquitectos, entre los que se encuentra Miguel Ángel, que diseñó la cúpula de la capilla Sixtina. Los cristianos creen que Jesús es la encarnación de DIOS, que nació en una familia judía y vivió como judío toda su vida. La Biblia cristiana incluye el Antiguo y el Nuevo Testamentos. El Nuevo Testamento es el principal texto sagrado y contiene los relatos acerca del ministerio de Jesús, sus palabras y obras, así como que llegó a ser el Mesías. El Nuevo Testamento comienza con los cuatro evangelios (evangelio significa “buena nueva” en griego y latín) de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El evangelio de Mateo.Mateo era uno de los doce apóstoles y, según la tradición cristiana, el autor de uno de los evangelios. Este evangelio fue escrito para comunidades judeocristianas en un ambiente predominantemente judío, y en su evangelio, Mateo presenta a Jesús como el nuevo Moisés, es decir, como maestro y legislador. Incluye las bienaventuranzas, que se asemejan a “los Diez Mandamientos”, en cuanto proponen una guía para la vida, invitando a los cristianos a la humildad, la paz y la oración, así como a la disponibilidad para ayunar, aceptar el sufrimiento y la persecución. El evangelio de Marcos.Se desconoce la identidad del autor del este evangelio. Su nombre no aparece en la lista de los discípulos, y otras referencias, como la que figura en los Hechos de los Apóstoles y en las cartas de Pablo, no aclaran el asunto. Según un escritor de los primeros siglos, Marcos fue discípulo de Pedro, uno de los discípulos de Jesús, y recogió las palabras de Pedro en su evangelio. Los destinatarios del evangelio de Marcos son diferentes de los del evangelio de Mateo, ya que se piensa que Marcos escribió para una comunidad no judía o gentil, cuyos miembros se resistían a aceptar a Jesús, por ser judío.


72 El evangelio de Lucas.El autor de este evangelio, que no conoció a Jesús, lo presenta enseñando a orar y preocupado por la salvación de todas las gentes. Su evangelio muestra a Jesús enseñando por medio de parábolas o breves relatos, con un mensaje al alcance de sus oyentes. El evangelio de Juan.Según la tradición cristiana, Juan fue uno de los primeros discípulos de Jesús. Su evangelio está escrito de manera muy distinta a cómo se redactaron los otros evangelios. Es más simbólico, presenta a Jesús como DIOS y propone su preexistencia. Jesús es el Logos, es decir, la palabra, que estaba con DIOS en la creación del mundo y escogió venir al mundo para redimir a la humanidad. Jesús es el pan de vida, la luz del mundo, el buen pastor, el camino, la verdad y la vida. Otros escritos del Nuevo Testamento.Además de los cuatro evangelios, los escritos siguientes forman parte, igualmente, del Nuevo Testamento: - Los Hechos de los Apóstoles, que narra los comienzos del Cristianismo. - Las Epístolas, que constituyen 21 cartas atribuidas a Pedro, Pablo, Santiago, Juan y Judas, que tratan de problemas concretos de las primeras comunidades cristianas. - El Apocalipsis, que fue escrito cuando los primeros cristianos eran perseguidos por causa de la fe. El libro está lleno de simbolismos, sueños y visiones que anuncian a quienes están sufriendo persecución, que pronto acabará su sufrimiento y que una nueva vida con DIOS les dará paz por toda la eternidad. La Biblia cristiana incluye, así mismo, escritos apócrifos, cuya autoría es bastante compleja. La palabra “apócrifo” significa oculto. Muchos consideran que los libros apócrifos estaban ocultos o al margen, porque contienen expresiones misteriosas o esotéricas y, en algunos casos, contenidos heréticos. Los libros apócrifos judíos o libros deuterocanónicos, que no están en el canon judío, son los siguientes:


73 - Tobit: Narra la historia de Tobit, un judío que vivía en Nínive. - Judit: Narra la historia de Judit, una mujer judía que salvó a su pueblo asesinando a Holofernes, general del ejército de Nabucodonosor. - Las adiciones al libro de Ester. Contiene más información sobre Ester. - Sabiduría: Otros escritos atribuidos a Salomón. - Eclesiastés: un libro de proverbios. - Baruc: Escrito atribuido a Baruc, el escriba de Jeremías. - Carta de Jeremías: Recuerda a los judíos en el exilio que no deben adorar ídolos. - Oración de Azarías y Cántico de los tres jóvenes: Cuenta la historia de tres jóvenes que fueron echados al horno ardiente. Por sus acciones (es decir, la oración de Azarías y el cántico de alabanza a DIOS de los tres) un ángel acude a salvarlos. - Historia de Susana: Narra la historia de Susana, una mujer falsamente acusada de adulterio. - Bel y el dragón: El profeta Daniel interviene en la destrucción de dos ídolos babilonios, Bel y el dragón. - Macabeos I y II: Narra la revuelta de los macabeos, una familia judía que, más tarde, gobernaría Palestina, contra los sirios. - Esdras I y II: Más sobre Esdras, el reformista judío. - Oración de Manasés: Libro atribuido a Manasés, rey de Judea del siglo VII. Además de estos libros, la Iglesia ortodoxa griega acepta “Macabeos III y IV” y “el Salmo 151”. A finales del siglo IV, el papa Dámaso encargó a Jerónimo, el más versado de los tratadistas sobre la Biblia de su tiempo, la versión al latín de las escrituras.


74 Jerónimo utilizó el canon judío y agregó los libros apócrifos como un segundo canon, por lo que se conocen como “los libros deuterocanónicos”. Los copistas no tuvieron cuidado en señalar que éstos eran escritos adicionales, pero el concilio de Trento, en 1546, incluyó para la Iglesia católica los libros apócrifos del Antiguo Testamento. Los reformistas protestantes se rigen por el canon judío. Los libros apócrifos cristianos del Nuevo Testamento.Además de los apócrifos judíos, también se han encontrado apócrifos cristianos que contienen información acerca de las creencias y prácticas de algunos movimientos del Cristianismo primitivo, siendo algunos de ellos los siguientes: - Los evangelios de la infancia: Evangelio de Santiago, Evangelio de la infancia de Tomás, Evangelio árabe de la infancia e Historia de José, el carpintero. - Los evangelios de la pasión: Evangelio de Pedro, Evangelio de Nicodemo, Evangelio de Bartolomé, Libro de Juan Evangelista y Asunción de la Virgen. - Los hechos apostólicos o actas: Hechos de Juan, Hechos de Pablo, Hechos de Pedro, Hechos de Andrés, Hechos de Tomás y Hechos de Felipe. - Las epístolas: Epístola de Abgaro, Epístola a los cristianos de Laodicea, Epístola a Pablo, Epístola de Pablo a Séneca y Epístola de los Apóstoles. - Los evangelios apócrifos: Evangelio de Tomás y los manuscritos de NagHammadi. Las iglesias cristianas no aceptan como canónicos los libros apócrifos. Sin embargo, Macabeos III contiene enseñanzas sobre el purgatorio y la eficacia de las oraciones por los difuntos. Lo importante de los apócrifos es que llenan el vacío entre la conclusión de la Biblia judía, hacia el año 250 a.C., y el contenido del Nuevo Testamento, hacia el año 50 d.C. Estos escritos muestran el clima religioso de estos trescientos años, una época de agitación y conflicto religioso, a la espera del fin del mundo, cuando iba a tener lugar una gran batalla entre el bien y el mal.


75 Para finalizar el tema del Cristianismo, vamos a hacer algunas consideraciones sobre algunos valores espirituales relevantes: Acerca de la responsabilidad por las propias acciones: Lo que siembre un hombre es también lo que cosechará y DIOS proveerá a cada hombre, según sus necesidades. Acerca del perdón: Si perdonas a los demás los males que te han hecho, tu Padre celestial también te perdonará a ti, pero sin no perdonas a los demás, los males que hayas hecho tú no te los perdonará el Padre. Acerca de la paz y el amor: No te enfrentes al hombre que te hace daño. Si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la izquierda. Si un hombre quiere demandarte para quedarse con tu camisa, dale también tu abrigo. Bienaventurados los conciliadores, porque serán llamados hijos de DIOS. La paz de DIOS, que está más allá de toda comprensión, alimentará tu corazón y tu mente. Amad a vuestros enemigos, bendecid a quienes os maldicen, haced el bien a los que os odian y orad por vuestros perseguidores; sólo así podréis ser hijos del Padre celestial, que hace que Su sol salga igual para buenos y para malos y manda la lluvia a los honestos y a los deshonestos. Si quieres sólo a quienes te quieren, ¿qué recompensa puedes esperar? Ama al Señor tu DIOS con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Ése es el primer mandamiento y el más importante. El segundo es éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo relacionado con la ley y los profetas procede de estos dos mandamientos. Acerca de la regla de oro: No juzgues y no serás juzgado. Trata siempre a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. Ésa es la ley y la palabra de los profetas. El umbral que da a la vida es pequeño y el camino es estrecho. Acerca de los valores espirituales: Por consiguiente, deberéis practicar siempre la bondad, del mismo modo que vuestro Padre celestial es todo bondad. No acumuléis tesoros en la Tierra para vosotros, sino reunid un tesoro en el cielo; no podéis servir a DIOS y al dinero, pues ¿en qué se beneficia un hombre si gana todo el mundo, pero pierde su alma? El hombre no debe vivir sólo de pan, sino también de toda palabra que provenga de DIOS.


76 ¿Hay un hombre, entre vosotros, que, por desearlo con todas sus fuerzas, pueda añadir un centímetro a su altura o un día a su vida? Dedicaos al reino de DIOS y a su justicia, antes que a cualquier otra cosa, y todo lo demás os llegará por añadidura. Si quieres alcanzar la vida eterna, cumple los mandamientos. No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Si quieres llegar hasta el final, vende tus posesiones y dáselo todo a los pobres, y entonces, tendrás riquezas en el cielo. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos. Muchos de los primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros. Acerca de la inmortalidad: El que los muertos vuelven a vivir lo demuestra el propio Moisés, en la historia del arbusto en llamas, cuando llama al Señor: el DIOS de Abraham, Isaac y Jacob. DIOS no es el DIOS de los muertos, sino el de los vivos; para Él todos estamos vivos. Vosotros también sois dioses. Llamamos dioses a aquéllos a los que ha llegado la palabra de DIOS. Nadie que esté vivo y tenga fe morirá jamás. Acerca del DIOS universal: DIOS es el amor y quien vive en el amor vive en DIOS y DIOS vive en él. ¿es que no sabes que eres el templo de DIOS y que el Espíritu de DIOS habita en ti? En realidad, el reino de DIOS está en tu interior. Hay un DIOS, Padre de todos, que está por encima de todas las cosas, pasa por todas las cosas y está en todos vosotros.

ISLAMISMO.La religión islámica está basada en las enseñanzas del profeta Mahoma, al que se le apareció el arcángel Gabriel en una visión. Creen en un solo DIOS, Allah, unitario y omnipotente, que es materia central para el Islam, palabra árabe que significa “someterse a la ley de Allah”. Creer en una pluralidad de dioses es rechazado con energía. La persona que practica el Islam es un musulmán. A los musulmanes les ofende que se los llame mahometanos, lo que implica un culto personal a Mahoma, prohibido, explícitamente, en el Islam. Los principales grupos étnicos que componen la comunidad musulmana engloban a los árabes, turcos, otomanos, iraníes, afganos y otras comunidades del sudeste asiático.


77 Mahoma comenzó sus enseñanzas en la Meca y tras ser ridiculizado por los habitantes de esta ciudad, marchó a Medina en el año 622, acontecimiento conocido como la Hégira, inicio del calendario islámico. En Medina, Mahoma adquirió pronto autoridad espiritual y llegó a ser reconocido como legislador y profeta. Las dos fuentes fundamentales de la doctrina y la práctica islámicas son el Corán, palabra de Allah, revelada a Mahoma, y la sunna o ejemplo del profeta, conocido a través de la recopilación de tradiciones basadas en lo que dijo o hizo el profeta con respecto a diversos asuntos. La transmisión fue, en gran parte, oral y no es considerada infalible. Investigaciones recientes han demostrado que una gran parte de esta doctrina representa opiniones de las primeras generaciones de musulmanes, más tarde atribuidas a Mahoma. Según el Islam, Allah está obligado a mantener toda la naturaleza, que creó a través de un acto de misericordia. El resultado es un conjunto armónico y ordenado; un universo en el que cada cosa tiene su propio lugar y su tarea. El ser humano puede explotarla y beneficiarse de ella. El último objetivo de la humanidad es el servicio a DIOS y la construcción de un orden social ético, justo y libre de corrupciones. La humanidad, en el día del Juicio Final, será reunida y todos los individuos serán juzgados tan sólo por sus acciones. Los elegidos irán al paraíso y los perdedores irán al infierno. El centro de la vida de la comunidad islámica está constituido por las cinco obligaciones de todo musulmán: 1. La profesión de fe o frase “No hay más DIOS que Allah y Mahoma es su profeta” debe hacerse pública por cada musulmán, al menos una vez en su vida. 2. La oración, que debe realizarse en dirección a la Meca, mediante cinco oraciones diarias. 3. La limosna, consistente en una ofrenda para ayudar a los pobres. También ha sido utilizada para financiar guerras. 4. El ayuno en el mes de Ramadán, en que las personas debe abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta de sol.


78 5. La peregrinación, consistente en que todo musulmán adulto, capacitado físicamente y dotado de bienes suficientes, debe realizar esta peregrinación a la Kaaba, en la Meca. Además, el Islam impone la prohibición del consumo de alcohol y carne de cerdo y el sistema educativo desarrollado por el Islamismo contribuyó a los grandes progresos culturales del Islam. Se fundaron academias y universidades en Bagdad y El Cairo. Los investigadores islámicos medievales hicieron importantes aportaciones a los campos de la filosofía, la medicina, la astronomía, las matemáticas y las ciencias naturales. Entre el siglo IX y el siglo XIII la comunidad islámica fue la civilización más fértil del mundo en el plano cultural. La guerra santa designa la lucha por el objetivo islámico, pudiendo englobar el uso de la violencia y la utilización de ejércitos, si fuera necesario. No debe, sin embargo, utilizarse para la expansión territorial ni para la conversión a la fuerza de los pueblos al Islam. La comunidad islámica primitiva aspiraba a consolidar la familia y, para ello, el Corán insiste en declarar iguales a hombres y mujeres. El hecho de que admita la poligamia y el derecho del marido a repudiar a la esposa ha producido, en casi todos los países musulmanes, la creación de leyes reformistas del contexto familiar. Durante los primeros siglos del Islam (siglos VII al X) se desarrollaron los aspectos legislativos y teológicos básicos. Entre las divergencias surgidas, los motaciles mantenían que una persona que cometiera un pecado grave, sin arrepentirse, no era musulmán, pero tampoco era un no musulmán, sino que ocupaba un terreno intermedio. Fueron, tal vez, los primeros musulmanes en adoptar los métodos filosóficos griegos para difundir sus ideas. Algunos de sus adversarios utilizaron los mismos métodos y el debate dio paso al movimiento filosófico islámico, basado, en gran medida, en la traducción al árabe de las obras filosóficas y científicas griegas y en su estudio favorecido por el califa al Mamun. El movimiento místico llamado sufismo surge como reacción a la difusión mundial de la comunidad islámica. Comenzaron a llamar la atención sobre la importancia de la vida interior del espíritu y la purificación moral. En el siglo XII el sufismo se transformó en un complejo movimiento popular. La insistencia sufí en el conocimiento y el amor a DIOS aumentó el atractivo del Islam para las masas e hizo posible su extensión más allá de Oriente Próximo, llegando a África y a Asia oriental.


79 Su enorme implantación se debió a la capacidad y al humanitarismo de sus fundadores y dirigentes, que no sólo atendían las necesidades espirituales de sus seguidores, sino que también ayudaban a los pobres sin importar sus creencias. Los shiíes constituyen la única rama sectaria de importancia que sobrevive en el Islam. Surgieron a consecuencia de una turbulenta disputa familiar sobre la sucesión política de Mahoma. Afirmaban que gobernar a la comunidad es un derecho divino de los descendientes del profeta a través de su hija Fátima y su marido Alí, quien inaugurara el periodo de los cuatro califas justos. Proclamaban la infalibilidad absoluta de los jefes de la comunidad, a los que se les atribuían poderes alquímicos y sobrenaturales. Los fundamentalistas islámicos se opusieron con energía a las interpretaciones del Corán, sobre todo, a partir de la década de 1930. La reacción contra el modernismo ha tomado impulso desde esos años por varias razones. Los fundamentalistas no se oponen a la educación moderna, la ciencia y la tecnología, sino que acusan a los reformistas de ser los que sustentan la moralidad occidental, siendo responsables de la desintegración de la familia y de una moral sexual permisiva en exceso. Convencidos de la verdad absoluta del Islam, los musulmanes no han procurado entablar ningún diálogo con los representantes de otras confesiones, aunque algunos investigadores islámicos medievales escribieron obras bastante imparciales sobre ellas. No obstante, desde la década de 1960, los musulmanes han iniciado un diálogo con representantes del Cristianismo y el Judaísmo, reconocidos por el Islam como las otras dos religiones de la Biblia. La Cronología tradicional del Islamismo es la que se indica seguidamente: c. 2000 a.C. Abraham y su hijo Ismael construyen la Kaaba, un santuario islámico en la Meca (actualmente en Arabia Saudí). c. 570-632 d.C. En la Meca nace Mahoma, el último profeta islámico más importante. c. 610-632. El arcángel Gabriel revela a Mahoma el Corán, el libro sagrado de los musulmanes. Año 622. Viaje de Mahoma a Medina (Arabia Saudí), conocido como la Hégira o migración, que señala el comienzo del calendario islámico.


80 632. Muerte del profeta en Medina, que se convierte en la sede del primer califato. 638. Toma de Jerusalén por parte de los musulmanes. 661. Asesinato de Alí, yerno del profeta e inicio del shiísmo. 661-750. Segunda fase de expansión, bajo los Omeyas: desde Asia central y el valle del Indo (India) a los Pirineos. 670. Fundación de Kairuán (actual Túnez), punto de partida para la lenta islamización del Magreb. 711. El bereber Tariq ibn Ziyad invade España bajo las órdenes del general árabe Moussa ibn Nousair. 732. Carlos Martel detiene las avanzadillas árabes bereberes entre Poitiers y Tours. 762. Bagdad, fundada por los abasíes, se convierte en la capital del imperio musulmán. Siglos IX y X. Difusión del Islam en África occidental, principalmente, por parte de los bereberes, gracias a las rutas de las caravanas del oro y de esclavos. 1099. La toma de Jerusalén por parte de los cruzados marca el inicio de casi dos siglos de presencia europea en Oriente medio. 1171. Saladino toma el control de Egipto y funda la dinastía de los ayyubíes, después de haber acabado con los fatimíes. 1187. La guerra santa llevada a cabo por Saladino permite recuperar Jerusalén al arrebatársela a los cruzados. Siglo XIII. La creación del sultanato de Delhi inaugura la presencia definitiva en la India de un Islam conquistador y proselitista. 1354-1396. Inicio de la conquista y la islamización de los Balcanes por parte de los turcos otomanos. 1453. Toma de Bizancio, rebautizada como Estambul.


81 1492. Los Reyes Católicos toman el reino de Granada, último vestigio del poder islámico en la península ibérica. 1516-1517. Conquista del Oriente medio árabe por parte de los turcos otomanos. Siglo XVI. Apogeo del poder y de la civilización otomanos durante los 45 años de reinado de Solimán el Magnífico. El imperio alcanza su punto álgido, al extenderse desde los Balcanes hasta las fronteras de Marruecos, así como en Oriente medio, incluidas las regiones costeras de Arabia y Yemen, Azerbaiján y parte del Cáucaso. 1526-1858. Dinastía mogol en la India correspondiendo con un periodo fastuoso, bajo los seis primeros emperadores, los Grandes Mogoles, quienes unificaron casi todo el subcontinente, por primera vez, desde el gran emperador budistas Asoka (siglo III a.C.). 1683. Último sitio de Viena por parte de los turcos. Siglo XIX e inicio del XX. Final del imperio otomano; movimiento intelectual y modernista del reformismo musulmán (Turquía otomana, Egipto, Oriente medio árabe, Crimea, Asia central, Indonesia y el Magreb). 1922-1926. Mustafá Kemal, dirigente de la Turquía republicana, abolió el sultanato y, posteriormente, el califato, promulgando en 1926 un código civil laico. 1928. Fundación en Egipto del primer movimiento político-religioso del mundo árabe, los Hermanos musulmanes, por parte de Hassan el-Banna (1906-1949), asesinado durante el reinado del rey Faruk. 1969. Creación en Rabat de la Organización de la Conferencia Islámica, que reunía, en aquél entonces, a 57 estados. 1979. Revolución islámica shiita en Irán. 1998. Los talibanes toman el poder en Afganistán. 11 setiembre 2001. Atentados islamistas en Estados Unidos, país que interviene militarmente en Afganistán (2001) y en Iraq (2003). 11 marzo 2004. Atentados islamistas en Madrid.


82 A continuación vamos a reseñar algunas características propias del Islamismo: La fe islámica se basa en la creencia en un solo DIOS, Allah. Los musulmanes, seguidores del Islam, tienen como símbolo una estrella y una media luna. El Islam nació hacia el 600 d.C. en la Meca (Arabia Saudí), practicándose en el mundo entero y Mahoma nación en la Meca hacia el 570 d.C., siendo el último y más importante de los 26 profetas islámicos. Un aspecto curioso es que el calendario islámico carece de años bisiestos. Los Pilares del Islam son los siguientes: 1. Shahada. Allah es el único DIOS y Mahoma es su enviado. 2. Salat. Orar cinco veces al día. 3. Zakat. Practicar la caridad. 4. Sawn. El ayuno durante el mes del Ramadán. 5. Hayy. Hacer, en la vida, al menos una peregrinación a la Meca. La Meca (Makkah) es la ciudad de Arabia Saudí más sagrada para los musulmanes. En ella hay un santuario cúbico, la Kaaba, que se cree que construyeron Abraham e Ismael hace casi 4.000 años. Todos los años, en especial, durante su mes de peregrinación, los musulmanes acuden en masa a la Meca y se reúnen alrededor de la Kaaba. Los musulmanes suelen orar en grupo, arrodillándose de cara a la Meca sobre tierra limpia o sobre una tela, que puede ser una alfombra, una esterilla o hasta un pañuelo y el Corán (Qur’an) es el libro sagrado del Islam, en el que Allah le revela a Mahoma cómo deben vivir los hombres. Los musulmanes lo tratan con sumo respeto: lo guardan en un lugar resguardado y se lavan antes de tocarlo. Los musulmanes se dividen, prácticamente, en suníes (83%) y shiíes o chiitas (16%), más otras etnias que sólo representa el 1% de la población musulmana. Algunos términos islámicos son los siguientes: Ayatolá = líder chiita, Hadiz = Historia de Mahoma, Hafiz = Musulmán que ha memorizado el Corán, Mulá = Erudito religioso, Sharia = Ley islámica y Yihad = Esfuerzo para extender la forma de vida islámica, y no como “guerra santa o cruenta”, como suele interpretarse, erróneamente.


83 El último profeta de DIOS, según el Islamismo, como se ha dicho anteriormente, es Mahoma (570-632). Nació en la Meca hacia el 570 d.C. y según la leyenda, cuando nació, su madre oyó una voz celestial y de su seno salió una luz que iluminó hasta Siria. Pero a pesar de estos hechos, que rodean su nacimiento, la tragedia golpeó la vida de Mahoma desde temprana edad. Su padre murió poco antes de su nacimiento, perdió a su madre cuando tenía seis años y a la edad de ocho años, también murió el abuelo que se había hecho cargo de él. Entonces, lo recibió en su casa un tío que, aunque no era rico, lo acogió en su familia. Cuando Mahoma llegó a la edad adulta, entró al servicio de una viuda rica llamada Jadisha, con quien contrajo matrimonio, a pesar de que ella era más de diez años mayor que él. La pareja tuvo dos hijos que murieron siendo niños y cuatro hijas, una de las cuales le dio nietos. Durante la vida de Jadisha, Mahoma no tomó otra esposa. Por su matrimonio, Mahoma adquirió una fortuna y una posición política en la comunidad, además de una amante esposa, que fue la primera en creer en sus dones de profeta, incluso antes de que él mismo se diera cuenta. Si bien los musulmanes veneran a Mahoma, no lo consideran como un dios, sino como el último y más grande de los profetas de DIOS, razón por la cual es llamado “el sello de los profetas”. Con frecuencia, Mahoma se retiraba al desierto para dedicarse a la meditación. Aunque no fue el primero en creer en un solo DIOS, sí fue el primero en creer en los poderes superiores de Allah, porque DIOS era lo que expresaba su nombre: Al-ilah = la divinidad. Cuando tenía unos cuarenta años, y durante uno de sus retiros espirituales, el arcángel Gabriel se apareció a Mahoma y, por medio de él, Allah comenzó la recitación del Corán, de sus leyes y su voluntad. Mahoma, a veces en estado de trance, repetía las palabras exactas de Allah que, posteriormente, hacía transcribir, ya que el mismo Mahoma era analfabeto. Así, estas revelaciones continuaron durante los siguientes veintitrés años. Mahoma, ungido por DIOS y revelador de la palabra divina, comenzó a predicar el mensaje de Allah a las gentes de la Meca, pero el mensaje no fue bien recibido por las razones siguientes: 1. Predicó un solo DIOS, en lugar de varios dioses, a una audiencia que creía en muchos dioses y diosas y veía amenazados sus ingresos, pues muchos peregrinos llegaban a la ciudad a visitar los santuarios de los dioses.


84 2.

Su mensaje, aunque más religioso que político, condenaba la depravación de los habitantes de la Meca y el orden social injusto en el cual vivían.

Mahoma tampoco encontró acogida entre los judíos de la Meca, pues no creían que fuera un profeta o que el Corán fuera la palabra de DIOS. Al aumentar las hostilidades, los ataques a Mahoma y a sus seguidores se intensificaron. Por esa época, una delegación de la ciudad de Medina, que, entonces, se llamaba Yathrib, pidió ayuda a Mahoma. La ciudad era víctima de rivalidades tribales y se necesitaba una persona que no perteneciera a ninguna facción para que pusiera orden y gobernara la ciudad. Mahoma era el candidato perfecto. Tras recibir un aviso divino para aceptar la propuesta, Mahoma dejó la Meca y se trasladó a Medina en el año 622. Esta jornada, llamada la Hégira (o migración), señala el comienzo del calendario islámico. Medina resultó ser un escenario más conveniente para Mahoma. No sólo se convirtió en el líder espiritual de la ciudad, sino en líder político y administrativo. Logró una coalición entre las diversas facciones, que incluía árabes que no se habían convertido al Islamismo, musulmanes que habían venido de la Meca con él y judíos. Aunque esta coalición no duró por las tensiones con los judíos de la ciudad, los cuales, si no se convertían al Islamismo, serían expulsados de la Meca, la coalición le dio fama a Mahoma de hábil administrador y hombre de estado. Mahoma adquirió, así mismo, una reputación como soldado y estratega militar. Hizo alianzas con las tribus nómadas y logró varias victorias militares. Una de las más simbólicas fue la conquista de la Meca, la ciudad de la que había tenido que salir huyendo. Dos años después de conquistar la Meca, Mahoma murió. El Corán o (Qur’an en árabe) significa “recitación” y contiene las palabras que el profeta Mahoma recibió de Allah, por medio del arcángel Gabriel. El Corán no es, según los musulmanes, inspirado por Allah, sino la misma palabra de Allah, escrita en la su propia lengua, que es el árabe. Por eso, el Corán es perfecto, tanto en su forma como en su contenido. Como tal, es diferente de los libros sagrados de otras religiones, cuyos autores son humanos. Los escritos y la enseñanza de Mahoma se hallan en los Hadits. Mahoma recibió el Corán en trozos separados durante un periodo de veintitrés años y cuando fue completado, contenía 114 suras o azaras, es decir, capítulos de diferente longitud. Las suras no están organizadas en el orden en que Mahoma las recibió.


85 Excepto la primera sura, “la que abre”, las otras suras están ordenadas de acuerdo con su extensión, desde la más larga hasta la más corta. Se considera que esta disposición la dirigió Allah. Cada sura contiene versículos o ayat (que en árabe significa “signo”) y salvo la novena sura, todas comienzan con las palabras que se conocen como bismallah: “ En el nombre de Allah, el compasivo, el misericordioso, etc.”. Por otra parte, cada sura trata un tema concreto, que es enunciado en el título de cada sura. La primera sura, llamada la fatiha (en árabe “la que abre”), contiene la esencia del Islamismo. Es utilizada en las oraciones diarias y en muchas circunstancias religiosas: “En el nombre de Allah, el compasivo, el misericordioso, dueño del día del Juicio. A ti sólo servimos y a ti sólo imploramos ayuda. Dirígenos por el camino recto, el camino de los que tú has agraciado, no de los que han incurrido en la ira ni de los extraviados”. El Corán, escrito en árabe y con casi la misma extensión que el Nuevo Testamento, ofrece directrices para agradar a Allah. Siguiendo el camino recto que consiste en la sumisión de la vida y de la voluntad a Allah, los creyentes pueden estar más cerca de Allah. Para entender el Corán, hay que entender las interpretaciones islámicas de DIOS, de la creación, del ser humano y del día del Juicio, entre otras. Estas ideas, junto con los “cinco pilares” del Islamismo, son el contenido del Corán: 1. La naturaleza divina: Allah es creador, es uno y único, y el Corán menciona noventa y nueve atributos o nombres de Allah. Para el musulmán, Allah es invisible, es omnisciente y omnipotente e inspira temor entre los seguidores del Islamismo. Este sentimiento inspira la adhesión a la fe islámica. Los musulmanes que siguen el camino recto obtendrán los beneficios y el amor de Allah y los musulmanes que no sigan este camino tendrán que enfrentarse a la ira de Allah. 2. El concepto de creación: La historia de la creación se basa en la creencia de que, con su palabra creadora, Allah creó el mundo y todo lo que hay en él; que él es el artesano y la creación es su obra, que todas las cosas vienen de Allah y son su propiedad, y que, como creación de Allah, existe un orden perfecto en el universo. 3. El ser humano: Los seres humanos son la creación más importante de Allah y según la ley coránica, todos los individuos nacen buenos.


86 El Islam o Islamismo no recoge la doctrina del pecado original, y lo más parecido a la tendencia del mal es la arrogancia que hace que las personas olviden su lugar en el mundo de Allah y, por ello, comentan actos que son contrarios al espíritu y la ley del Islamismo. Para recordar el lugar que les corresponde, los musulmanes deben someterse al Código de los cinco pilares del Islamismo. El concepto de lucha, para que todo en el ser humano llegue a ser como Allah quiere, es lo que se denomina la Yijad. 4 El día del Juicio: El Corán entiende la vida como un don efímero. Por esta razón, las personas deben aceptar el código del Islamismo o enfrentarse a la ira de Allah el día del Juicio. Al morir, las almas son juzgadas por Allah, sin beneficio de intercesión o excusas, y son enviadas al cielo o al infierno, lugares, gráficamente, descritos en el Corán. 5 Otras religiones: El Corán acepta las revelaciones de la Toráh y del Nuevo Testamento, pero las considera incompletas e imperfectas. La revelación a Mahoma, es decir, el Corán, representa la plenitud de las revelaciones divinas, que completa y corrige las revelaciones anteriores. Mahoma, por consiguiente, es el último profeta. Para finalizar el tema del Islam o Islamismo, vamos a hacer algunas consideraciones sobre algunos valores espirituales relevantes: Acerca del perdón: Perdona a tu sirviente setenta veces al día. Acerca de la paz y el amor: Recompensa el mal, conquístalo con el bien. ¿Tengo que decirte qué actos son mejores que el ayuno, la caridad y la oración? Hacer la paz entre enemigos es uno de esos actos, ya que la enemistad y la malicia destruyen las recompensas celestiales desde la raíz. Acerca de la regla de oro: Hazles a todos los hombres lo que te gustaría que te hicieran a ti, y rechaza para los demás lo que rechazarías para ti. Acerca de los valores espirituales: ¿Sabéis quién es el que rechaza la fe? Es aquél que desatiende al huérfano y nunca defiende que hay que dar de comer al hambriento. Así pues, pobre del que observa las oraciones del salat y hace caso omiso de su salat. Sólo se dedica a presumir y detesta la caridad. Debéis practicar la caridad, porque Allah ama a los hombres generosos.


87 No debéis quitaros el dinero de forma deshonesta. No confundáis la verdad con falsedades ni la ocultéis a sabiendas. Allah es omnipresente y omnisciente. El ser humano está totalmente perdido, si no cree en una vida recta y no la practica, si no anima a los demás a defender la verdad y a ser firmes. Un hombre le preguntó a Mahoma cómo puede saberse si alguien tiene fe verdadera, y la respuesta fue ésta: Si obtienes placer del bien que haces y te hace sufrir el mal que cometes, eres un verdadero creyente. Busca el conocimiento desde que naces hasta que mueres. Acerca de la inmortalidad: La riqueza no procede de la abundancia de bienes terrenales, sino de una mente satisfecha. Todo el bien que hagas a los demás se adelantará a tu alma y te estará esperando con DIOS, que lo ve todo. Acerca del DIOS universal: El hombre ha sido hecho a imagen de la naturaleza de DIOS y todas las criaturas son la familia de DIOS. Al que DIOS quiere más es a aquél que hace más el bien a la familia del Señor.


88

II.

LAS RELIGIONES ORIENTALES: EL BUDISMO, EL HINDUISMO Y OTRAS CREENCIAS.

BUDISMO.El Budismo es una religión que surge en el noroeste de la India, a partir de las reflexiones y enseñanzas de Siddharta Gautama, más conocido como Buda, que significa “El iluminado”. Se configura como un movimiento monástico, dentro de la tradición brahmánica, que dominaba el mundo hindú en el siglo VI después de Cristo. Buda, hijo del monarca de un pequeño reino en la frontera que, actualmente, separa a la India y al Nepal, tuvo una juventud de riqueza y lujo hasta casi los treinta años. Al tomar conciencia de lo banal de su existencia hasta ese momento, renuncia a todos sus bienes materiales y se dedica a una vida de total ascetismo, buscando la paz y la claridad espiritual, tratando de liberarse de los ciclos de la reencarnación. Como este tipo de vida, tan diferente a la que había llevado hasta ese momento, tampoco le satisfacía plenamente, busca un camino intermedio a todo aquello que el Hinduismo le ofrecía. Su meditación le llevó a conseguir lo que buscaba: llegar al lugar más alto, el de Iluminado. Recorriendo distintos lugares, predica sus ideas y va consiguiendo un grupo de discípulos con los que forma una nueva comunidad monástica. Sus enseñanzas las expone oralmente y, a su muerte, tuvieron que ser sus discípulos los que las escribieran. Sus ideas se rebelan contra la autoridad de los sacerdotes y no aceptan la validez de los textos sagrados, ni de los ritos que necesitaban sacrificios de animales. Tampoco admite la separación de la población por castas, dando lugar a dar la misma importancia a todos los seres humanos. Las ideas básicas en las que se basa su Iluminación están constituidas por las llamadas “Cuatro Verdades”:


89 1. La vida es sufrimiento y la existencia es, básicamente, dolorosa. 2. La causa fundamental de este sufrimiento es que el hombre desconoce la realidad y tiene codicia y excesivo apego a las cosas materiales. 3. Es posible acabar con el sufrimiento del hombre, si éste acaba con su apego por las cosas materiales. 4. El camino para acabar con ese sufrimiento pasa por: tener una visión adecuada de las cosas, tener buenas intenciones, tener una correcta expresión, un modo de vida correcto, realizar buenas acciones, así como tener buenos pensamientos y desarrollar la contemplación. El Budismo analiza la existencia humana a partir de que está formada por cinco realidades: lo material, los sentimientos, las percepciones, la predisposición ante las cosas y la conciencia. Cada persona, combinación de estas cinco realidades, está en cambio continuo. Buda niega la existencia de un alma individual y a esta creencia le echa la culpa al egoísmo y a la ansiedad humana.

La doctrina del karma (en sánscrito = acción) se basa en la importancia de los actos de cada persona y en las consecuencias morales que se desprendan de ese proceder. Los actos humanos serán castigados o recompensados en vidas posteriores. Este proceso kármico actúa por medio de una ley moral natural, más que por medio de un sistema de juicio divino. Dependiendo del karma de cada persona, uno puede reencarnarse en un animal, en un ser humano, en fantasma e incluso en un dios hindú. Respecto a la existencia de dioses, aunque no la niega, le quita la importancia que tenía en el Hinduismo. Tienen una existencia larga y apacible, pero está sujeta a los problemas del resto de criaturas y, tras su muerte, pueden reencarnarse en cualquier estado inferior. Por consiguiente, tanto los ritos como las oraciones a los dioses no tiene efecto alguno.


90 El objetivo final de cualquier budista es llegar al nirvana, estado de iluminación, donde no existe la codicia, el odio o la ignorancia. Las personas que no pueden llegar a este estado tienen como objetivo lograr una mejor reencarnación, a través del perfeccionamiento de su karma. Las normas de la religión budista prohíben robar, matar, utilizar malas palabras, consumir bebidas alcohólicas y tener un mal comportamiento sexual, y, todo ello, para poder superar los tres grandes enemigos del hombre: la lujuria, el odio y el engaño. El Budismo se desarrolló enormemente durante los primeros años de existencia, aunque los cismas producidos, más tarde, dividieron la concepción misma que se tiene de Buda. Mientras unos le consideran el perfecto Iluminado y maestro de la humanidad, otros le consideran como un ser eterno, en tanto que otros le consideran un ser humano, al que se le pareció el Buda trascendente. Las explicaciones de Buda fueron orales, por lo que, desde el primer momento, existieron conflictos en su interpretación. Se realizaron varios “consejos superiores” para unificar criterios, originándose rupturas. El primer cisma importante, debido a diferencias sobre la disciplina, el rol de los laicos y la naturaleza del arhat, fue entre los Mahasanghikas y los Sthaviras, que eran más estrictos.

Las siguientes divisiones surgidas hicieron del Budismo una religión con grandes diferencias en la interpretación de la doctrina de Buda. Entre las ramas más importantes del Budismo se encuentra el Mahayana, definido como la hinduización del Budismo, el Tantrismo, de gran influencia esotérica, con implantación en el Tíbet y Japón. En el siglo I d.C. se redactan en sánscrito los textos conocidos como el Tripitaka y que consta de los discursos dialogados de Buda del Sutra Pitaka, el código de conducta de los monjes y monjas del Vinaya Pitaka, y las discusiones filosóficas, morales y doctrinales del Abhidharma Pitaka. A pesar de considerarse libros sagrados, la influencia que tienen sobre los laicos no es excesiva. Los libros Milindapanha y Vishddhimagga, escritos en el siglo siguiente, tienen bastante influencia en los pensamientos y prácticas de meditación en algunas de las tendencias budistas.


91 La expansión del Budismo fue rápida en Ceylán (hoy Sri Lanka), Birmania (hoy Myanmar), Tailandia y otros países del sudeste asiático. En China, tuvo una gran oposición con el Confucianismo ortodoxo. Tras varias persecuciones, se fue implantando a partir del siglo IX, pero antes de dicha implantación, había sido llevado a Corea y a Japón, siendo adoptado como religión oficial en el año 593. En el Tíbet su expansión fue más tardía, aunque la implantación de grandes monasterios budistas tuvo una gran importancia, llegándose a dirigir el Tíbet como una teocracia, por el más importante de los abades, llamado “el Dalai Lama”, hasta que en 1950 el gobierno chino ocupó el Tíbet. En la India, alrededor del año 1000, hubo un gran resurgimiento del Budismo, debido a la conversión de muchos miembros de las castas intocables y, en la actualidad, la diversidad de ritos es importante. Existen lugares donde se venera la imagen de Buda y se le ofrecen flores, frutas y especias. En todo el mundo, el Budismo ha ido adaptándose a las circunstancias particulares. Por su posición en contra de los bienes materiales y su elevado misticismo, ha sido valorado, en los últimos años, igualmente, en los países occidentales, donde se han desarrollado sectas budistas por casi todo el mundo. La cronología tradicional del Budismo puede representarse, tal como se indica seguidamente: Hacia 563 a.C. Nace Siddharta Gautama en el noreste de la India, conocido después como Buda, fundador del Budismo. En el año 483 a.C. se produce la desaparición de BUDA, con su entrada en el nirvana, celebrándose, entonces, el primer concilio budista en Rajagriha. En el año 370 a.C. se celebró el segundo concilio en Vaishali, centro de desarrollo de las diferentes escuelas o sectas budistas. En el año 250 a.C. se reunió el tercer concilio en Pataliputra, donde nace el Budismo Theravada. Hacia el año 100 a.C. se elabora el cánon de Pali o Tripitaka (en sánscrito: los tres cestos), libro sagrado de los budistas theravada.


92 Al comienzo de la era cristiana se inicia el Mahayana (el Gran Vehículo). En el año 65 d.C. tiene lugar la introducción del Budismo en China. En el año 100 se produce el inicio del Budismo en Viernam, comenzándose la elaboración de los Sutras (es decir, una colección de aforismos), los primeros libros sagrados de los budistas mahayana. En el periodo 100-250. Nagarjuna, sabio budista, nació en el sur de la India. En 372 se inicia el Budismo en Corea. En 400 aparecen las primeras huellas del Budismo Theravada en Birmania (hoy Nyanmar). En 500 nace la tradición ch’an en China. En 538 se introduce el Budismo en Japón. En el periodo 600-800 se introduce el Budismo en el Tíbet. En el periodo 1100-1300 se desarrollan diversas escuelas del Gran Vehículo o Mahayana, así como la tradición Zen (ch’an en chino) en Japón. En 1200 desaparece el Budismo en la India. En 1300 se construye la gran pagoda de Skwe Dagon en Rangún, Birmania (hoy Nyanmar), donde se piensa que contiene los cabellos de Buda. En 1578. El príncipe mogol Altan Khan concede el título de Dalai Lama al superior de la escuela gelupga. En 1642. El quinto Dalai Lama es entronizado por el jefe mogol Gushri Khan. En el periodo 1960-2004 se implantan en Occidente varias formas de Budismo, sobre todo, el Zen y las escuelas tibetanas.


93 A continuación vamos a reseñar algunas características propias del Budismo: El símbolo de la fe budista, basada en las enseñanzas de Buda, es una rueda de ocho radios, surgiendo en el norte de la India hacia el 500 a.C., estando, actualmente, extendido por todo el sureste de Asia. Considera que la plenitud espiritual se logra con buenas acciones y pensamientos, siendo la vida una secuencia de nacimientos, muertes y renacimientos. La pagoda de Skewe Dagon en Rangún, Birmania (hoy Nyanmar) es uno de los primeros templos budistas más importantes, estando cubierta de oro y coronada por un “paraguas” de más de 4.000 diamantes. Los monjes budistas viven una vida sencilla y renuncian a la mayor parte de sus posesiones. Predican, enseñan, meditan y piden limosna para comer. Los principios sagrados aparecen en la Dhammapada, que es el libro más famoso del canon de Pali, que representa el conjunto de las enseñanzas de Buda, que contiene las Cuatro Verdades y los Ocho Caminos, como sigue:

Las Cuatro Verdades son: 1. Dukka. La existencia está siempre marcada por el sufrimiento y la insatisfacción. 2. Samudaya. La causa del sufrimiento y la insatisfacción es el deseo y el apego a las personas y las cosas. 3. Nirodha. Los seres humanos pueden alcanzar la libertad o la liberación en el nirvana. 4. Magga. El camino de la liberación consiste en seguir el “camino de las Ocho nobles Virtudes o Caminos”, que son las siguientes: • Recta visión. • Recta determinación. • Recto hablar.


94 • • • • •

Recta acción. Recto modo de vivir. Recto esfuerzo. Recta atención. Recta concentración.

Actualmente, existe un 56% de budistas mahayana, un 38% de budistas theravada y un 6% de otros. He aquí algunas palabras budistas: anatta: no existe un yo, anicca: el yo no es permanente, arhat: digno (referido a Buda), bhikshu: monje, jataka: relación de las vidas de Buda, nibbana: estado de paz, sangha: orden de monjes y vihaia: monasterio. Buda no es un nombre, sino un título, que, como ya se ha dicho, signfica “el iluminado”, y según la doctrina budista, existen numerosos Budas. El que conocemos es Siddharta Gautama, quien, según la tradición budista, tuvo muchas vidas antes de nacer como Siddharta, en esta vida, en la que, finalmente, experimentó la iluminación y la liberación definitivas, o parinirvana , que puso fin a los sucesivos renacimientos. Cuando nació, un astrólogo le dijo a su padre que el hijo llegaría a ser un monarca o un monje. El padre, temeroso de perder a su hijo, le rodeó de riquezas y a los dieciséis años, se casó y tuvo un hijo. Vivió sin ninguna preocupación y en medio del lujo hasta llegar a los 29 años, en que decidió salir más allá de las murallas del palacio. Allí encontró a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y a un monje. A la vista de los tres primeros se preguntó por la verdadera naturaleza de la existencia y al ver al monje se preguntó cómo era posible conservar la tranquilidad interior en medio de tanta miseria. Al caer en la cuenta de que su propia vida había estado protegida y que el mundo estaba lleno de dolor y sufrimiento, Siddharta comenzó a buscar respuestas. Esta revelación lo condujo hacia el camino del ascetismo y la renunciación que le permitirían hallar la paz. En sus primeros intentos por llevar una vida de austeridad, Siddharta se sintió frustrado. A pesar de ayunar, meditar y renunciar a todos los placeres y comodidades, cada vez era más desgraciado. En medio de este ascetismo, una joven le preguntó un día si tenía hambre y él le respondió si ella podría saciar su hambre. Sin caer en la cuenta de que lo que él buscaba era satisfacer su hambre espiritual, la joven le llevó de comer, cuando estaba debajo de un árbol de la higuera, el árbol bodhi o árbol de la sabiduría.


95 Sentado debajo de la higuera, Siddharta comprendió qué estaba buscando: el despertar de su alma y la iluminación de su espíritu. Esta experiencia espiritual lo llevó a entender que el sentido de la vida no se halla en la privación, sino en el equilibrio, y que no tenía que ser asceta para adquirir el conocimiento y sentirse realizado. Debajo de la higuera, comprendió su vocación y comenzó a predicar la doctrina de la inclusión y del “camino medio”. El “camino medio” es más un concepto que una doctrina. Describe el camino que los seres humanos pueden seguir para vivir una vida equilibrada, que se conoce como el “camino medio”. Siddharta practicaba el yoga y enseñó las “cuatro nobles verdades”, que incluye el “camino de las ocho nobles virtudes”, como se han mencionado anteriormente. Siddharta proponía a sus discípulos, ricos o pobres, hombres o mujeres, ignorantes o letrados, a abstenerse de matar a cualquier ser viviente y dedicar tiempo para la meditación. Realizó milagros y después de enfermar, murió en la ciudad de Sravasti. Para Siddharta la meta de la vida era el descubrimiento de la causa del sufrimiento y la forma de escapar de él, de manera que si se erradican los deseos, se termina el sufrimiento, alcanzándose el nirvana y finaliza el círculo de renacimientos. Invitaba a sus seguidores a buscar el sentido y el equilibrio, así como a reconocer que ciertos problemas humanos no pueden cambiar el mundo, porque éste está plagado de ellos. Es decir, la verdadera transformación no consistía en la eliminación del problema, sino en la transformación del discípulo. El Budismo tiene dos grandes escuelas o formas de pensamiento. La escuela Theravada, conocida como la doctrina de los mayores, practicada en Burma, Sri Lanka, Tailandia, Camboya, Vietnam y Laos, enfatiza el papel individual en la transformación del universo, para lo cual es preciso alcanzar la sabiduría, adquirir conciencia de que todo es ilusión, intuir la naturaleza de la realidad y las causas de la ansiedad y el sufrimiento. La escuela Mahayana, practicada en Nepal, China, Tíbet, Corea y Japón. Esta rama budista cree que los creyentes son ayudados en su camino espiritual por los bodhisattvas, seres casi divinos, que, voluntariamente, renuncian al nirvana, para regresar a la Tierra a ayudar a los demás seres humanos a alcanzar la salvación. La meta de todo budista es ser una persona compasiva, cualidad que no se consigue automáticamente, sino que es cultivada en su relación con un bodhisttva.


96 Los textos sagrados del Budismo incluyen: 1. El Tripitaka (en sánscrito “triple cesto”), colección de escrituras budistas más importante del Budismo theravada. Compilada entre el 500 a.C. y el comienzo de la era cristiana, comprende tres secciones o cestos: a) Vinaya Pitaka.- Este cesto contiene las reglas, normas y códigos disciplinarios para los monasterios budistas. b) Sutta Pitaka.- Este cesto incluye la vida y la enseñanza o dharma del primer Buda Siddharta Gautama. c) Abhidhamma Pitaka.- Este cesto es un antiguo diccionario que define términos religiosos y trata diferentes aspectos de la vida. 2. El Dhammapada, que es una antología de proverbios y máximas budistas conteniendo la enseñanza de otra rama budista, el theravada. Su mensaje es de naturaleza espiritual y define el camino de la sabiduría como camino de iluminación para vivir en este mundo transitorio. 3. El Siksha Samukhya, que presenta las sutras o palabras de Buda, escritas por Santideva, quien renunció al mundo, abrazando la forma mahayana del budismo. 4. Los textos mahayana, siendo los más populares los siguientes: El libro tibetano de los muertos, La traducción de la palabra de Buda, La Traducción de los tratados, El Sutra del loto y El Sutra del corazón. Las escrituras budistas reflejan la personalidad de Buda, bendecido por una vida sin preocupaciones, al escoger dejar las seguridades de su familia, con el fin de buscar el sentido profundo de la vida. Creía que la vida planteaba preguntas más profundas que sólo podían ser respondidas con el tiempo y la búsqueda interior. Al conocer la infelicidad de la vida, entendió que el sufrimiento sólo podía ser aliviado mediante la comprensión de que todo, en la vida, es pura ilusión y que los seres humanos caminan hacia la plenitud. Cuando Buda alcanzó la iluminación, quiso transmitírsela a sus discípulos y sus escrituras reflejan la historia de su vida y, además de eso, el camino hacia el nirvana y la liberación del sufrimiento de los renacimientos o reencarnaciones.


97 Para finalizar el tema del Budismo, vamos a hacer algunas consideraciones sobre algunos valores espirituales relevantes: Acerca de la responsabilidad por las propias acciones: Es norma de la naturaleza que lo que se siembra es lo que se cosecha. Acerca del perdón: El rencor nunca acaba con el odio. Sólo el amor termina con él. Ésta es una ley eterna. Acerca de la paz y el amor: Cosechas lo que has sembrado. Ésa es la ley. En su corazón está el amor y en su final, la paz. Conquista a tu enemigo a la fuerza y aumentarás su furia. Conquístale con amor y no cosecharás pesar. Considera todo un brahmán a aquél que dice la verdad, es instructivo y habla sin crudeza, de manera que nadie se ofenda. Cuando se practica la rectitud para ganar la paz, el que camine así conseguirá la victoria y destruirá, completamente, todas las cadenas. No hagas daño a nadie ni de palabra ni de obra y sé constante en las buenas acciones. Acerca de la regla de oro: Para ser un hombre feliz, no hagas daño a los demás con lo que te hace sufrir a ti, y lleno de amor por todas las cosas del mundo, practica la virtud para beneficiar a los demás cuanto puedas. No juzgues a tu prójimo. Acerca de los valores espirituales: Como una hermosa flor llena de color, pero sin aroma, así son las palabras bonitas pero inútiles de quien no actúa de acuerdo con lo que dice. El verdadero tesoro es el que reúne a un hombre o a una mujer, gracias a la caridad y a la piedad, a la abstinencia y al control de uno mismo. Ese tesoro escondido está a salvo y no desaparece. Acerca de la inmortalidad: El yo es el Señor de tu yo. Cuando un hombre domina bien su yo, encuentra a un Señor muy difícil de encontrar, al saber que su cuerpo es como la espuma, al saber que su naturaleza es la de un espejismo, quedando el discípulo incólume ante la muerte. Aquél en el que haya surgido el ansia de lo inefable, cuya mente haya sido penetrada por el deseo y cuyas ideas no se distraigan con deseos inferiores, subirá corriente arriba.


98 Acerca del DIOS universal: Si crees que la ley es ajena a ti, lo que adoptas no es la ley absoluta, sino una enseñanza inferior. El que no ama, no conoce a DIOS, pues DIOS es el amor.

HINDUISMO.El Hinduismo es una religión originaria de la India, que, actualmente, se extiende por los lugares donde han emigrado sus practicantes, sobre todo, en el sur y este de África, sureste asiático y Reino Unido. Está unida a la civilización que floreció junto al río Indo, hace más de 4.000 años. Su gran importancia radica, no solamente en sus casi 1.000 millones de practicantes, sino en ser una de las más antiguas existentes, que ha tenido una gran influencia en las demás religiones, algunas de las cuales se crean a partir de ella. Las transformaciones habidas han llegado hasta hoy, en que se trata de adaptarse a la nueva situación social y política. El “veda” o conocimiento de la religión se consigue a través de cuatro textos. El primero es el Rig-veda, escrito hace más de 3000 años y consta de más de 1000 himnos dedicados a los dioses, que debe memorizarse sílaba a sílaba. A este texto se añadieron, con posterioridad, el Yajur-veda o texto del sacrificio, el Sama-veda, compuesto por himnos y, finalmente, el Atharva-veda, que se compone de hechizos y que fue incluido a partir del año 900 a.C. Posteriormente, se escribieron los brahmanas, que explican los ritos que hacen los sacerdotes y los mitos que lo componen, así como los upanishads, meditaciones místico-filosóficas relativas a la naturaleza del cosmos y su explicación. Además de estos textos sagrados, existe una importante literatura épica. El Mahabharata y el Ramayana, que son obras escritas en sánscrito, donde se relatan los inicios míticos de su cultura, en relación con sus creencias religiosas. Los relatos se complementan con leyendas procedentes de otros cuentos anteriores y con descripciones de leyes morales, conceptos filosóficos, narración de aspectos geográficos y de organización social. Ambos componen una gran enciclopedia literaria de sabiduría. Las ampliaciones posteriores a su primera redacción y su posterior traducción a múltiples idiomas les han conferido una gran importancia cultural que tuvo influencia en casi todas las civilizaciones posteriores.


99 Los hindúes creen que el universo es una esfera inmensa, donde existen múltiples lugares, cielos concéntricos, infiernos, mares y tierras emergentes, donde destaca la posición del río Indo, que está en el lugar central. Aceptan la idea de que el tiempo va haciendo el mundo cada vez peor, y que existe una fuerza degenerativa que, una vez llegada a su último momento, provocará fuego e inundaciones, que precederán a otra nueva época dorada, lo que les confiere la idea del tiempo cíclico. Este ciclo, también, atañe al hombre que, después de morir, puede reencarnarse en el cuerpo de otra persona, animal, vegetal o mineral. La calidad de la reencarnación será consecuencia del tipo de vida que cada uno haya llevado, es decir, por sus actos. Estas ideas básicas ofrecen dos formas de entender el Hinduismo, una que defiende que se deben buscar las recompensas espirituales y materiales en este mundo, tales como la salud, el bienestar, la riqueza y la descendencia, y otra que cree que cada uno ha de liberarse del mundo y evitar las reencarnaciones siguientes. La aspiración del hindú, que busca la recompensa en su propia vida, es la de tener hijos que puedan servir de ofrenda a sus ancestros y los que buscan liberarse de la reencarnación evitan conseguir bienes materiales, e incluso, tratan de no tener descendencia. Los intentos para unificar ambas maneras de entender el Hinduismo han llevado a describir otras formas de realización espiritual. El Bhagavad-Gita explica tres posibles senderos: el sendero del trabajo, el sendero del conocimiento y el sendero de la meditación. Cada individuo tiene un modelo a seguir durante su vida y no existe jerarquía eclesiástica ni doctrinal. La estratificación social por castas, inseparable de la religión, le da a cada persona la sensación de tener una posición concreta dentro del grupo humano al que pertenece. La organización en castas se conserva por la tradición de realizar los matrimonios, solamente, con las personas de una misma casta. Consideran que las castas definen el modo de vida que cada uno ha de llevar, ya que cada uno nace para desempeñar un trabajo determinado, casarse con una persona ya designada y tener una serie de pertenencias. Cada uno ha de llevar la vida para la que ha sido designado, incluso si la castra a la que se pertenece es la más baja. Sus principios se basan más en lo que las personas hacen, que en lo que piensan. Para todos los hindúes, la idea primordial es evitar hacer daño a otros componentes de la naturaleza, evitando comer carne, aunque permite el sacrificio de animales y la violencia contra otros seres humanos en determinadas circunstancias.


100 Se veneran a varias personalidades, todas ellas manifestaciones del Gran Espíritu Universal. Las deidades más importantes son Shiva, Vishnú y la diosa Devi, existiendo otras menores, más particulares, por regiones, poblados e incluso las propias de algunas familias, siendo sus rituales variados, sin que exista acuerdo acerca de qué o cómo ha de recitarse las oraciones. Las ceremonias más importantes se relacionan con los momentos clave de la vida, al nacer, al comer por primera vez comida sólida, el primer corte de pelo, la primera menstruación, el matrimonio y, por fin, la muerte. En los templos, los sacerdotes hacen sus ritos y ceremonias, lavando, vistiendo y cuidando las figuras que representan a DIOS. El templo es el centro cultural, donde se cantan oraciones y donde los laicos pueden asistir a la mayor parte de las ceremonias. Además de los grandes templos, existen miles de templos intermedios, algunos con estanques para bañarse. Algunos de los lugares sagrados son objeto de peregrinación, como Benarés o Rishikesh en el Himalaya. En el lugar donde se unen algunos ríos, así como los lugares donde desembocan los más importantes existen zonas consideradas sagradas. La Cronología tradicional del Hinduismo es como sigue: Periodo 3500-1500 a.C. Aparece la antigua civilización del Indo. Periodo 1800-1000 a.C. Se produce la migración aria. Periodo 1800-800 a.C. Composición de los textos védicos (los Veda). Hacia 1750 a.C. Inicio del Hinduismo en la India, bajo la influencia de pueblos arios que adoran a muchos dioses. Hacia 1700 a.C. Revelación de las creencias hinduistas a los rishis u hombres santos, que las transmiten oralmente. Hacia 1400 a.C. Elaboración del Rig-Veda, el libro primero y más importante de los Vedas, que contienen las creencias hinduistas. Periodo 800-600 a.C. Elaboración de los Upanishads, últimos libros de los Vedas, que desarrollan la idea de Brahma o Brahmán, el alma universal. Periodo 600-300 a.C. Se producen reacciones del Budismo contra el brahmanismo. Periodo 400-200 a.C. Aparecen las epopeyas Mahabharata, Bhagavad-Gita y


101 Ramayana. Periodo 200 a.C. hasta 1200 d.C. Elaboración de los Darshanas. Periodo 300-1000 d.C. Composición de las Puranas. Periodo 1400-1470 Ramananda, funda la secta ramananda sampradaya. Periodo 1469-1538 Gurú Nanak, funda el sikhismo o sijismo. Periodo 1834-1886 Ramakrishna, se convierte en brahmán de Bengala. Periodo 1863-1902 Vivekananda, introduce el hinduismo en Occidente. 1869-1948 Gandhi, se convierte en apóstol nacional y religioso de la India. 1872-1950 Aparece Sri Aurobindo, nacionalista hindú y filósofo. A continuación vamos a reseñar algunas características propias del Hinduismo: La mayoría de los hinduistas creen en muchos dioses, pero en una sola realidad subyacente, así como en que, al morir, el alma se reencarna, siendo su símbolo sagrado el sonido OM. El Hinduismo surgió en la India hacia el 1750 a.C., no teniendo un solo fundador. Los pueblos arios invadieron la India y trajeron consigo sus primeros dioses, siendo Shiva uno de los más importantes. Las personas que lleven una vida buena vuelven a nacer en una vida superior y los malvados renacerán a una vida inferior. Los hinduistas aspiran a liberarse del ciclo de reencarnaciones para convertirse en uno con Brahmán. He aquí algunos de los dioses más importantes: Brahmán: Realidad absoluta y divina, Vishnú: El dador de la vida, Shiva: El dios del bien y del mal, Saravasti: La diosa de la verdad, Indra: El dios de la guerra, Laksmi: La diosa de la belleza, Kali: La diosa de la muerte y Krishna; El héroe y amante. Los Vedas son unos libros escritos hacia el 1400 a.C., y contienen las primeras creencias hinduistas y consisten en himnos y cánticos. El Rig-Veda es el más importante de ellos. Varanasi o Benarés, en la India, es una de las ciudades más antiguas del mundo y el centro de peregrinación hinduista más importante. Millones de personas se bañan en el Ganges, su río sagrado, todos los años, porque se


102 cree que sus aguas lavan los pecados. En el río se esparcen las cenizas de muchas personas. Los hinduistas respetan como seres sagrados a todos los animales, especialmente, a las vacas. La mayoría de los hinduistas son vegetarianos y la vaca es un símbolo de la tierra, por lo que alimentarlas se considera un acto de culto. Veamos algunas palabras hinduistas de interés: Atman: alma individual, Avatar: apariencia de Vishnú en la Tierra, Gurú: maestro religioso, Karma: ley moral, Mantra: cántico, himno o poema sagrado, Moksa: liberación del ciclo de la vida, Nirvana: la paz absoluta, Puja: culto religioso, Sánscrito: el idioma hindú y Yogui: hombre santo. En el Hinduismo se da, también, la creencia en la Trinidad Divina, que puede expresarse mediante el mantra OM TAT SAT, que significa en sánscrito, literalmente, todo lo que hay o la verdad, es decir, la Verdad Absoluta Suprema. OM o AUM significa, en sánscrito, el supremo espíritu infinito, y como acrónimo significa lo siguiente: A viene de akara = vibración creativa,U viene de ukara = vibración preservadora y M viene de makara = fuerza vibratoria de la disolución. El orden correcto de la Trinidad Divina en el Hinduismo es como sigue: SAT = DIOS PADRE TAT = DIOS HIJO OM = ESPÍRITU SANTO De tal manera que SAT (en sánscrito: la esencia pura y verdadera) representa El Absoluto, el No Manifestado, el Creador o el Espíritu Universal, trascendente y más allá de la vibración creadora. TAT (en sánscrito: todo lo que hay) representa la Conciencia Crística o Cósmica, existente en la creación vibratoria, la Inteligencia Crística o Cósmica, el Unigénito o el Cristo, único reflejo del infinito no creado. OM (en sánscrito: el supremo espíritu infinito) representa al Paráclito o Confortador, la Palabra o el Verbo, la Vibración Cósmica o Inteligente, que sostiene toda la creación o la Madre Naturaleza Cósmica. Los textos sagrados, ya mencionados anteriormente, los Vedas, las Upanishads, el Bhagavadgita, el Mahabharata y el Ramayana se dividen en dos categorías:


103 La literatura sruti (lo revelado), que proviene de los risis (los sabios), que pusieron por escrito los textos sin cambiar nada absolutamente, por ser revelados y no creados. Se trata de los Vedas y las Upanishads. La literatura smriti (lo recordado), representa las historias, leyendas y leyes escritas pero no reveladas. Son la tradición oral respecto a las leyes y costumbres del Hinduismo, formada por el Mahabharata, el Bhagavadgita (que forma parte del Mahabharata) y el Ramayana. Los Vedas. El más antiguo y más notable de los cuatro Vedas es el Rigveda (cantos del conocimiento). El Rigveda contiene más de 1000 himnos, estando dirigido cada himno a dioses como Indra, el guerrero que venció al poder del mal o Agni, el dios del fuego, que unió la tierra y el cielo. El Rigveda enseña que la vida es ilusión, es pasajera y sin sacrificio, carece de sentido. Además, introduce el componente social más importante de la tradición hindú: el sistema de castas, cuando llegaron los arios a la India, trayendo consigo la literatura védica, introdujeron el sistema de castas que, al principio, sólo tenía cuatro divisiones. El Código de Manú explica los oficios de las castas: los brahmanes, que son sacerdotes y maestros, los ksatriyas, que son guerreros y gobernantes, los vaisías, que son comerciantes, mercaderes y agricultores, y los sudras, que son obreros y siervos, artesanos y esclavos. Más adelante, se introdujo otro grupo, los descastados, originalmente llamados intocables. Además del Rigveda, los otros Vedas son los siguientes: El Samaveda, que se concentra en los cánticos. El Yajurveda, que trata de los ritos de sacrificio y El Atarvaveda, que se ocupa de las encarnaciones. Las Upanishads. Las Upanishads constituyen un escrito de tipo místico, que se clasifica como literatura védica, datando del 600 a.C. y recogiendo la enseñanza oral de los


104 sabios hindúes. Esta enseñanza, que se remonta al 1000 a.C., se denomina vedanta (fin de los vedas) y constituye el centro de la teología del hinduismo. Las Upanishads tratan de la naturaleza de la realidad última y especualn acerca de la relación entre el alma individual (atman) y el alma de la realidad última y DIOS del universo (brahmán). La reencarnación y la creación, también, son tema de las Upanishads. El Mahabharata. El Mahabharata, también conocido como el quinto Veda, es una extensa epopeya de 110.000 estrofas, que relata la guerra entre los Pandavas, una familia que simboliza el espíritu del bien, y los Kauravas, que simbolizan el espíritu del mal. A diferencia de los otros vedas, que se ocupaban, principalmente, de la importancia de los ritos de sacrificio, el Mahabharata promueve la devoción a Bhakti dios. Además, a diferencia de los Vedas, estaba destinado a ser oído por todos, ricos y pobres, hombres y mujeres. El Bhagavadgita. El Bhagavadgita, libro sexto del Mahabharata, es considerado la obra maestra de la literatura smriti e incluye un famoso diálogo entre Krishna, un avatar o encarnación de Vishnú, el dios hindú, que protege y conserva, y Arjuna, un príncipe guerrero. En él aparece Krishna, de vez en cuando, en el mundo, para luchar contra el mal. En esta historia, es el cochero y un buen amigo de Arjuna, en el que trata de convencerle de que es sabio luchar contra el mal. La negativa de Arjuna se basa en la compasión y la aflicción. Como guerrero, su lugar en la sociedad es en la guerra, lo que le ayudará a obtener un mejor nacimiento en la vida siguiente. No obstante, cuando los guerreros se dirigen al campo de batalla, descubre a miembros de su familia en las líneas enemigas, y el dilema es elegir entre su familia y los dioses. Arjuna argumenta que ir a la guerra destruiría a la familia y haría daño a sus parientes. Krishna argumenta que es más noble cumplir su deber religioso, sin ambiciones personales, admitiendo Arjuna, finalmente, la sabiduría del argumento de Krishna, aceptando entrar en la batalla. El Ramayana. El Ramayana es uno de los poemas hindúes más populares. Está compuesto, originalmente, en sánscrito, hacia el 300 a.C., y narra la vida del príncipe Rama, quien, es desterrado al bosque por la envidia de la malvada reina Kaikeyi, madrastra de Rama, que era una de las tres esposas del rey


105 Dasharatha, padre de Rama. La hermosa esposa de Rama, la princesa Sita, y su medio hermano Lakshmana, insisten en acompañarlo en su destierro. La malvada Kaikeyi pide al rey Dasharatha que haga rey a su hijo Bharata y deje a Rama en el destierro durante catorce años. El rey, apesadumbrado, cede a los deseos de Kaikeyi y hace a Bharata rey, tras lo cual muere. Mientras tanto, en el bosque, Ravana, el rey de los demonios, secuestra a Sita, y la conduce a Ceilán (hoy Sri Lanka). Con la ayuda de un ejército de monos, Rama ataca a Lanka, rescata a Sita y mata al rey de los demonios, Ravana. Rama se convierte en rey, pero existen rumores de que Sita no permaneció fiel, mientras estaba en los dominios del rey de los demonios. Aunque Rama cree que Sita guardó castidad, la destierra del reino y la envía de nuevo al bosque, donde conoce a Valmiki, posible autor del poema, y da a luz a los dos hijos gemelos de Rama. La familia es, nuevamente, reunida cuando los hijos llegan a la mayoría de edad, pero perseguida por los rumores de su infidelidad, Sita pide a la tierra que se la trague, lo cual sucede y así finaliza la historia. El sentido de la historia es que hay que hacer lo correcto, de acuerdo con la ley (dharma en sánscrito), aunque sea doloroso y exija sacrificios. Para finalizar el tema del Hinduismo, vamos a hacer algunas consideraciones sobre algunos valores espirituales relevantes: Acerca de la responsabilidad por las propias acciones: No puedes recoger lo que no has sembrado; si se planta un árbol, crecerá. Acerca del perdón: Las personas nobles se dedican a fomentar el amor y la felicidad de los demás, incluso de aquéllos que puedan hacerles daño. Acerca de la paz y el amor: La mente es inquieta y cuesta dominarla, pero puede conseguirse con práctica y ausencia de deseo. Cuando la mente inconstante se va hacia un objeto, hay que someterla, hacerla volver y colocarla sobre el espíritu. La dicha suprema llegará al sabio cuya mente alcance esa paz. Con la amabilidad se conquista la rabia; con la bondad, la malicia. Con la generosidad se vence toda maldad y con la verdad se derrotan las mentiras y los engaños. Acerca de la regla de oro: Ésta es la suma de toda la rectitud: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. No le hagas a tu prójimo algo que no te gustaría que te hicieran a ti.


106 El hombre consigue una auténtica norma de conducta, si ve a su prójimo como si fuera él mismo. Acerca de los valores espirituales: Busca la verdad, ayudando a los demás, buscando con afán, preguntando y practicando la humildad. No hay nada en este mundo que purifique tanto como el saber espiritual. ¡Di la verdad! Cumple con tu deber y no te apartes de la verdad. El que actúa con rectitud es sabio. El hombre no vive sólo del pan material. No hagas daño a los demás con el pensamiento o por obra y no pronuncies palabra alguna para ofender a tus semejantes. El que renuncia a la ira llega hasta DIOS: Acerca de la inmortalidad: El entendimiento que atraviesa el alma y se fija, tanto en lo conocido como en lo desconocido, es sabiduría. Siempre que se produce algo, se debe a la unión del cuerpo y el alma. Los ilusos no ven el espíritu cuando sale del cuerpo o se queda en él. En las profundidades interiores habita otra vida, que no es como la de los sentidos, ya que está más allá de la vista y no cambia, perdurando cuando todas las criaturas han fallecido. El alma individual no es, en esencia, otra cosa que el alma universal. Los seres humanos son todos como cabeza, brazos, tronco y piernas de un Ser universal. Acerca del DIOS universal: De igual manera que un único sol ilumina a todo el mundo, hay un Espíritu que ilumina todos los cuerpos. Así mismo, a aquéllos a los que el conocimiento del verdadero yo ha disipado la ignorancia, se revela el Supremo, como si le iluminara el mismo sol. Él es el único DIOS, oculto en todos los seres, omnipresente, el Yo que subyace en todos los seres, que cuida de todos mundos del universo, que habita en todos los seres, el testigo, el observador, el DIOS que se oculta en todos los corazones.

OTRAS CREENCIAS.Existen miles de sistemas religiosos que cuentan con millones de seguidores en todo el mundo. Aparte de las religiones mayoritarias, ya comentadas, las que citamos, seguidamente, son las más conocidas, teniendo todas ellas una estructura organizada y creencias consolidadas.


107 Estas religiones son las siguientes: El Baha’ismo, con origen en Irán. El Confucianismo, con origen en China. El Jainismo, con origen en la India. El Sijismo, con origen en la India. El Sintoísmo, con origen en Japón. El Taoísmo, con origen en China, y El Zoroastrismo, con origen en Irán. EL BAHA’ISMO. La fe baha’i se basa en el culto a un solo DIOS, que está en la raíz de todas las religiones. El símbolo baha’i es una estrella de nueve puntas que representa dicha combinación religiosa. Los baha’is realizan sus rituales en su hogar y en casas de culto. La más famosa es el Centro Mundial de Haifa, en Israel, que es, también, su centro administrativo, contando con alrededor de seis millones de seguidores, sobre todo en la India y Suramérica. Los fundadores del Baha’ismo fueron el Bab y el Baha’u’llah, que, a su vez, se basó en el babismo, fundado en 1844 por el iraní Mirza Ali Mahoma de Shiraz, el Bab. El Baha’ismo defiende las siguientes verdades: • Todos los fundadores de todas las grandes religiones del mundo, entre ellos, el Bab y el Baha’u’llah, son manifestaciones de DIOS. • Cada manifestación de DIOS forma parte del plan de DIOS para educar, por etapas, a la humanidad. • El propósito del Bab y el Baha’u’llah era eliminar las barreras económicas, políticas, raciales y religiosas que dividen a la humanidad y establecer una sola fe.


108 El Bab. Mirza Ali Mahoma era un joven comerciante persa (hoy de Irán) que fue conocido como el Bab, título que significa “la puerta”, tras anunciar que era el portador de un mensaje divina, que transformaría la vida espiritual de la raza humana. En su obra principal, el Bayan, anunció la aparición de un segundo mensajero de DIOS, alguien que sería mayor que él y cuya misión sería la de inaugurar una edad de paz y justicia prometida en el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, así como en todas las principales religiones del mundo. Bab anunciaba, de muchas formas, la venida del Baha’u’llah, el divino maestro, que sería reconocido como fundador oficial de la fe baha’i. Fue ejecutado, por traición, en Irán en 1850. El Baha’u’llah. Aunque Mirza Hoseyn Ali Nuri nació en una noble familia en Teherán, Irán, en 1817, demostró poco interés en mantener una vida de riqueza y, en cambio, encontró gran satisfacción espiritual poniéndose a disposición y servicio de los pobres. El Baha’u’llah, que era musulmán chiita, se hizo seguidor del Bab y, después de su ejecución, fue desterrado con otros seguidores de Irán. En 1867 se declaró el décimo segundo imán o al’Mahdi, cuya aparición inaugurará el final de los tiempos, en opinión de los musulmanes. El Baha’u’llah fue un prolífico escritor, escribiendo más de 100 volúmenes, escritos, directamente transmitidos por DIOS, que tratan de ética, mística y enseñanza social. Cuando murió en 1892, le sucedió su hijo Abdu’l-baha´. El Baha’ismo, que es una secta del Islamismo, que comparte muchas de las doctrinas de las religiones monoteístas, considera que DIOS es, en esencia, incognoscible, pero se comunica con la humanidad por medio de mensajeros especiales para invitar a la unidad entre todas las gentes. El primero de estos mensajeros fue el Bab, quien recibió mensajes de DIOS y fundó el Babismo, movimiento anterior al Baha’ismo. El Bab anunció que DIOS enviaría a un maestro divino, que resultó ser el Baha’u’llah, reconocido por la doctrina baha’i como el último de los mensajeros divinos. El Baha’ismo cree que DIOS comunicó su mensaje, primero, a través de Adán, y, posteriormente, a través de los profetas judíos, de Jesús, de Mahoma, y, en los últimos tiempos, en forma más directa, por medio del Baha’u’llah. Los textos sagrados del Baha’ismo, escritos por Baha’u’llah, son los siguientes: el Al-Kitab al-Aqdas (o Gran Libro Sagrado), que contiene las leyes y normas


109 del Baha’ismo, así como el Libro de la Certidumbre, los Siete Valles y las Palabras Ocultas, que conciben una nueva creación en la que toda la humanidad estará unida bajo su enseñanza. Para conseguirlo, es preciso rechazar cualquier forma de prejuicio, tratar a todas las personas de igual manera, preocuparse por los pobres, eliminar, tanto la extrema pobreza como la extrema riqueza, crear una lengua internacional y, en suma, crear una sociedad basada en la justicia y la igualdad. Estos textos, de naturaleza espiritual y contenido ético, reconocen la inmortalidad del alma y consideran el cielo y el infierno como indicadores de progreso espiritual. Además, el mensaje, no sólo es inspirado y profético, sino divino, porque estos textos provienen directamente de DIOS. La fe baha’i considera sagrados los escritos de Baha’u’llah, así como los escritos del Corán, transmitidos, directamente, por Allah a Mahoma, mediante el arcángel Gabriel. Las escrituras baha’i enseñan que las personas deben amarse y respetarse unas a otras, así como vivir en colaboración y armonía, en lugar de hacerlo mediante la confrontación. CONFUCIANISMO El confucianismo no se basa en el culto a un dios, sino en seguir el Tao (el Camino), enseñando que lo sabio consiste en llevar una vida equilibrada y en armonía con la naturaleza, surgiendo en la provincia china de Shantung hacia el siglo VI a.C. y su principal enseñanza es: Nunca les hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Confucio o K’ung Fu-Tzu (551-479 a.C.) fue el fundador del Confucianismo. Nacido en China, trabajó de administrador gubernamental y se convirtió en un maestro y filósofo moral, respetado y famoso por sus dichos, como, p.ej. que un hombre bueno nunca está solo. Se consideraba a sí mismo el transmisor de la sabiduría de los antiguos, estableciendo una religión reconocida en todo el mundo. Fue contemporáneo de Siddharta Gautama, el Buda, y su filosofía sobre la educación y el respeto a la autoridad y a la familia impregnan las culturas asiáticas, en particular, la cultura coreana, japonesa y china. Nació en una familia que fomentaba el conocimiento y la bondad. Su padre murió cuando él tenía tres años y, a pesar de su pérdida, Confucio demostró gran madurez y aplicación. De joven, ocupó posiciones de menor rango, a los 22 años abrió una escuela y a los 30 era uno de los maestros más famosos de China. Creía que el conocimiento es un camino de realización personal, cuyas


110 consecuencias son sociales. La vida de una persona culta es un permanente crecimiento. Aunque venía de una cultura en la que la riqueza y el poder determinan el orden social y el lugar que las personas ocupan en dicho orden, Confucio estaba convencido de que la clave de la dignidad humana y el orden social son la virtud personal y no el status social. Creía que la clave de la virtud es el cultivo de la mente y la educación en seis artes: ritual, ballestería, caligrafía, matemáticas, música y conducción de carrozas, artes que él mimo dominaba. Para Confucio, más que una forma de construir el conocimiento, la educación era una manera de construir el carácter. En su calidad de ministro de justicia de Lu, su patria chica, y como consejero del rey, Confucio pudo poner en práctica sus ideas acerca de la educación y del orden social. Creó programas de humanidades para líderes potenciales, puso la educación al alcance de todos y, bajo su influencia, el estado prosperó. Cuando sus rivales planearon derrocarlo, renunció a su cargo y, durante 13 años, estuvo buscando que otros gobiernos y otros pueblos escucharan sus consejos. Regresó a Lu a la edad de 69 años y permaneció allí, los últimos tres años de su vida, aconsejando a estudiar, practicar la virtud y vivir honestamente, muriendo en 479 a.C. Aunque Confucio nunca consideró que él fuera un dios, se erigieron, en China, templos en su honor y su tumba es lugar de peregrinación para sus seguidores. Dejó un código de enseñanza moral, social, política y religiosa en su colección de sentencias conocida como el Lun-Yu. Los textos del Confucianismo son los cinco libros Ching o Wu-Ching, que fueron, durante 2000 años, la autoridad definitiva en leyes, educación, estructura social, literatura y religión chinas, y los cuatro libros Chu o Ssu-Ssu, cada uno de los cuales existió, independientemente, antes de ser publicados como uno sólo en 1190d.C. Hasta comienzos del pasado siglo XX, y durante siglos, el conocimiento de estos libros fue tema de examen para acceder al servicio civil en China. Los cinco libros Ching son los siguientes: El Libro de la Historia (Shu-Ching): Fue escrito durante la dinastía Han (230220 d.C.), describiendo eventos que datan del tercer milenio a.C. El Shu-Ching contiene reglas e historias de gobernantes sabios y malvados de dinastías anteriores. También incluye teorías acerca de por qué el cielo estaba a favor de los gobernantes sabios y estaba en contra de los gobernantes malvados.


111 El Libro de Canciones y Poesía (Shih-Ching): Este libro contiene más de 300 canciones y poemas, algunos de los cuales se remontan a los años 1000-500 a.C. El Libro del Culto (Li-Ching): Este libro describe las prácticas religiosas chinas desde el siglo VIII hasta el siglo V a.C. El Libro de los Cambios (I-Ching): Uno de los textos sagrados más antiguos, que data del 3000 a.C., conteniendo 64 hexagramas simbólicos que, debidamente interpretados, permiten entender el comportamiento humano. El IChing es reconocido como uno de los más populares de las religiones orientales. El Libro de la Primavera y del Otoño (Ch’un Ch’iu): Fue compilado hacia el periodo 722-481 a.C., siendo posible que Confucio pudiera haberlo dictado. Los cuatro libros Chu son los siguientes: El Libro de la gran Sabiduría (Ta-Hio): Escrito entre 500-200 a.C., es un manual de instrucciones acerca de cómo comportarse, de manera adecuada, en los rituales. Su principal mensaje es que la integridad del gobernante repercute, directamente, en el gobierno. El Libro de la Doctrina del Medio o de las Rectas Costumbres (Chung-Yung): Es la más mística de las obras de Confucio, pues describe el camino hacia la plenitud de la perfección personal o chun-tzu. El libro de la Antología de Sentencias (Lun-Yu): Es una colección de sentencias de Confucio, compilada por sus discípulos, más de 70 años después de su muerte. Esta colección es parte importante de los cuatro libros, pues, además de recoger las ideas principales del pensamiento de Confucio, tales como la conservación de la cultura, la conducción respetuosa de los asuntos, la lealtad a los superiores y a las promesas, también presenta aspectos de su vida, narrada por sus discípulos. El Libro de Mencio (Meng-Tzu): Mencio es considerado uno de los sabios más famosos del Confucianismo, afirmando que la rectitud es más importante que la propia vida. Intérprete de la enseñanza de Confucio, creía que la persona puede alcanzar la meta, únicamente, mediante la constancia y refinamiento en su consecución. JAINISMO.


112 Los jainas no creen en un dios, sino que su fe se basa en la ahimsa o no violencia a todos los seres vivos. Creen en el ciclo de reencarnaciones y en que alguien bueno lo hace en una forma de vida más elevada, orando en templos o en santuarios caseros, existiendo, en la actualidad, unos cuatro millones, mayormente en la India. Los monjes y monjas jainas llevan una vida de pobreza, obediencia y castidad. Deben proteger a todas las formas de vida y, por esa razón, llevan una escoba, con el fin de barrer el suelo y no pisar los insectos, además de máscaras para evitar que éstos les entren en la boca. El Jainismo es una religión india que data del siglo VI a.C., si bien se cree que puede remontarse hasta el 1500 a.C., y, según la tradición jaina, sus textos sagrados relatan la evolución de la tradición a través de 24 tirthankaras (los que cruzan el río o almas plenamente liberadas). Mahavira (599-527 a.C.), contemporáneo de Buda, fue el último tirthankara y es considerado el fundador o reformador del jainismo y de la vida monástica. Mahvira significa en sánscrito “gran héroe” y su verdadero nombre fue Vardhamana, creciendo en medio de lujos y comodidades, cerca de Patna, en Bihar, India. Cuando tenía 30 años, y tras la muerte de sus padres, abandonó a su esposa y a su hijo, al igual que hizo Buda, y se convirtió en un monje asceta que vivía errante. Según la tradición, Mahavira usó un mismo vestido durante más de un año, tras lo cual se despojó de aquel vestido y andaba desnudo. No tenía posesiones, meditaba día y noche, y se quedabe donde encontraba un lugar para dormir. Tras doce años de vida errante, alcanzó la llamada kevala-jnana, es decir, la etapa más elevada de iluminación que pueda alcanzar un ser humano, siendo considerado el último de los 24 tirthankaras o santos jainas. Mahavira hizo revivir el jainismo, enseñando la no violencia, llevada hasta el extremo, el vegetarianismo, la pobreza y la renuncia a sí mismo, así como los cinco votos de la renuncia personal, que hacen los monjes jainas y, en algunos casos, las monjas jainas. Estos cinco votos de la renuncia personal comprenden: la renuncia a matar, la renuncia a mentir, la renuncia a robar, la renuncia al materialismo y la renuncia al sexo. Al igual que Buda, Mahavira fue uno de los opositores más activos del sistema indio de castas y de los sacrificios de animales védicos, llamados en sánscrito yajna. Su enseñanza, en particular, su doctrina de la no violencia (ahimsa), prohíbe hacer daño a toda forma de vida. Los jainas más devotos llevan la


113 boca tapada, barren las calles para evitar, de ese modo, toda posibilidad de matar insectos y durante la estación lluviosa se retiran a los monasterios para no pisar los insectos en el barro. La influencia de Mahavira se extendió más allá de los mismos jaimistas y dicha doctrina tuvo gran influencia en la cultura india. Mahavira murió durante una huelga de hambre a la edad de 72 años. Habida cuenta de que los jaimistas creen que el alma (o jina), abandona el cuerpo y va al lugar más distante del universo, no es posible establecer comunicación con Mahavira o siquiera rezarle. Los escritos sagrados jainas se hallan en el Canon jaina y se denominan Tradiciones (o Agamas). El canon sagrado fue entregado, oralmente, a las comunidades monásticas, y sólo hacia el 500 d.C. alguien escribió el texto sagrado, dividiéndose en dos ramas: la rama svetambara y la rama digambara, que comparten muchos textos sagrados, aunque cada una conserva una versión diferente del canon: El Canon svetambara fue recopilado en el siglo VI d.C., constando de 45 libros, los más antiguos de los cuales son los once Angas (miembros), que se consideran como enseñanza de Mahavira. Incluyen sus diálogos con uno de sus discípulos, que fueron transcritos por otro discípulo, que así conservó estas conversaciones para las futuras generaciones. El Canon digambara está basado en un conjunto de escritos de los sabios, compuestos siglos después de la muerte de Mahavira. Dos de estos escritos son los Capítulos acerca del karma (Prakrit Karmaprabhrita) y los Capítulos acerca de las pasiones (Kasayaprabhrita). La literatura sagrada jaina está enfocada en la vida monástica, en la práctica de la no violencia, en la honestidad, en el celibato y en el desprendimiento de los deseos terrenales. Ser jaina es aceptar y practicar las tres alegrías (ratnatraya), que son: la recta fe, el recto conocimiento y la recta conducta. SIJISMO o SIKHISMO La fe sij o sikh se basa en el culto a un solo Dios y en el ciclo de la reencarnación, siendo Dios el gurú eterno que inspira a todos los maestros de religión. El símbolo sij es el khanda, un conjunto de armas. Esta religión nació en la región del Punjab, al norte de la India y Pakistán, extendiéndose por el Reino Unido y Norteamérica, siendo el gurú Nanak (14691538 d.C), nacido en el Punjab, el que a los 30 años, fue objeto de una


114 experiencia religiosa, a raíz de lo cual fundó la religión sij, sucediéndole otros nueve gurús. Los puntos clave son que Dios está en todas las cosas, que todos los humanos renacerán y que todos somos iguales a los ojos de Dios. Amritsar es una ciudad del Punjab sagrada para los sijs, a cuyo Templo Dorado, que está en el centro de un lago y que fue construido por el quinto gurú Arjan alrededor del 1600 d.C., deben peregrinar todos sus seguidores. Así mismo, hacia 1604 compila el Adi-Granth, un libro sagrado sij, que, posteriormente, recibió algunos añadidos, pasando a llamarse Gurú Granth Sahib, que incluye los himnos y poemas escritos por los gurús anteriores y el propio gurú Arjan. Es un libro fundamental en el ritual sij y se le trata con sumo respeto, arrodillándose los sijs ante el libro, que se guarda bajo un dosel especial. Los puros (Khalsa) son personas entregadas a la religión sij y se distinguen por cinco elementos: 1. Kesh: Pelo sin cortar, dentro del turbante, si son varones. 2. Kara: Brazalete de acero. 3. Kangha: Peine. 4. Kirpan: Espada 5. Kaccha: Pantalones cortos, normalmente como ropa interior. Los sijs creen que Dios está presente en todos y el gurú Nanak enseñó la importancia de la meditación para fortalecer la conciencia de Dios. Los sijs suelen usar Mala (cuentas) durante la meditación. Nanak creció como hindú en Talvandi, aldea del distrito Punjab de la India. Se casó, tuvo dos hijos y trabajó como camarero en Sultanpur Lodhi, circunstancia que los puso en contacto con viajeros musulmanes. Por esta época, Nanak tuvo una intensa experiencia mística que lo llevó a abandonar a su familia y su trabajo. Durante casi 20 años, viajó y predicó un mensaje de fe, que tenía elementos del Hinduismo y del Islamismo. Hacia 1520 d.C. Nanak volvió al Punjab y creó la ciudad de Dios (Kartarpur). Sus seguidores y sus familias se unieron y así nació la primera comunidad sij. La predicación de Nanak se basa en la reflexión, la meditación y el estudio espiritual, reflejándose en más de 400 himnos, como sigue:


115 • Dios, que es uno y único, creó el universo y gobierna el destino universal y personal por medio de la justicia y la gracia. • La religión se debe practicar interiormente y la verdadera peregrinación religiosa se basa en la capacidad individual de alcanzar la liberación interior. Para alcanzarla, es preciso meditar en el Nombre Divino, al mismo tiempo que amar y temer a Dios. El Divino o Verdadero Nombre es una palabra que resume el significado de Dios: Akal Purukh. • La experiencia espiritual más profunda no se realiza en la negación de sí mismo, sino en el compromiso con la familia y la comunidad, siguiendo un código ético estricto. Una de las aportaciones más importantes del gurú Nanak fue su enérgica oposición al sistema de castas (varnas) del Hinduismo. Nanak consideraba estas divisiones como violación de la naturaleza divina de todas las personas y de su igualdad espiritual. La religión sij o sikh, fundada por Nanak, es la más reciente de las religiones monoteístas, siendo los principios fundamentales de su religión los siguientes: • Profunda fe en un solo Dios, que tiene muchos nombres: es el Dios desconocido, uno en su esencia, pero, al mismo tiempo, amado y temido. • Rechazo al sistema de castas y compromiso con la comunidad. • El gurú es el mediador de la gracia divina y la persona más cercana a Dios. • La creencia en que el egocentrismo innato de los seres humanos obstaculiza la liberación del círculo renacimientomuerte. • La obligación moral de contribuir en la liberación de todas las personas después de haber conseguido la propia liberación. El Adi Granth


116 La recopilación de los escritos sagrados de los sijs o sikhs es el Adi Granth, constituyendo las aportaciones de los diferentes gurús. Es decir, desde el quinto Arjan Dev, en 1604, hasta Gobind Singh, el décimo y último gurú, en 1708, que han hecho que el libro se denomine “el divino gurú”. Los sijs consideran el Adi Granth como “el libro”, similar al lugar que ocupa la Biblia para los cristianos y judíos o el Corán para los musulmanes. El Adi Granth es venerado y sus escritos, que ayudan a las personas a encontrar el camino hacia la eternidad, se consideran sagrados. Esta recopilación de poemas e himnos que guía y conduce a la comunidad sij en sus relaciones con Dios y con las personas, tiene tres secciones: • La primera sección es un extenso poema de Nanak, primer gurú y fundador del sijismo o sikhismo, que propone los fundamentos del mismo. • La segunda sección es una colección de cantos, denominados ragas, compuestos por los cinco primeros gurús. • La última sección es una colección de comentarios a cánticos e himnos relacionados con santos hindúes y místicos sufíes. El Dasam Granth y el Janam Sakhis El Dasam Granth (que significa: el libro del décimo gurú) constituye el segundo libro en importancia para los sijs o sikhs, y profundiza en la teología sij. Fue escrito por Gobind Singh, en el siglo XVII, e incluye relatos mitológicos y poemas que recitaban los bardos de su tiempo. Finalmente, el libro Janam Sakhis (que significa: biografías) narra la vida del primer gurú Nanak, considerado como fundador de la religión sij o sikh, así como el principal maestro y líder espiritual de su tiempo.


117 SINTOISMO El Sintoísmo (que significa: el Camino de los dioses) está basado en el culto a los dioses de la naturaleza y en las tradicionales creencias japonesas, surgiendo en el siglo VIII a.C., y se relaciona con el carácter nacional del Japón, siendo una de las bases de la sociedad y la relación familiar en este país, siendo su símbolo el perfil de la puerta de un templo. El Sintoísmo sirvió para aglutinar los conceptos y la ideología básica necesaria para el desarrollo del Japón como un estado moderno. Tiene una gran capacidad para coexistir con otras creencias y hacerlo de forma armoniosa. Durante muchos siglos, ha tenido una relación muy intensa con el Budismo, del cual recoge muchas ideas. Los sintoístas aman la naturaleza y gran parte de sus santuarios están en parques, jardines y montañas. El monte Fuji o Fujiyama, es un dios sintoísta, que tiene en la cumbre un santuario al que acuden a rezar. Siempre oran solos, no en grupo y una de sus deidades principales es Amaterasu, la dios del sol, viviendo la mayoría de sus seguidores en Japón. El Sintoísmo surge como una unión entre el animismo, las creencias y ritos populares y el chamanismo de las primeras civilizaciones. Está basado en las creencias primitivas politeístas de los pueblos aborígenes japoneses, empezando a considerarse como religión hacia el siglo VI a.C. para diferenciarse del Confucianismo, el Taoísmo y el Budismo. El Sintoísmo, conocido como el seguimiento del camino de los kamis (o dioses), es la tradición religiosa primitiva de Japón. Con el Confucianismo y el Budismo, moldes la cultura japonesa, su ética y su filosofía de la vida y de la muerte. El Sintoísmo hace énfasis en la makoto (o plenitud) que alcanza la persona mediante la armonía interior y la sinceridad. Se venera a dioses locales, relacionados, muchas veces, con aspectos de la naturaleza, a los grandes dioses y espíritus, como a Amaterasu, dios del sol, como ya se ha dicho. Muchos de los fenómenos naturales se personifican como kami o espíritus divinos. También puede considerarse dioses a muchas de las personas nobles, como los hombres de estado, por ejemplo. A la familia imperial se la


118 consideraba, históricamente, como parte de las deidades, teniéndose al propio emperador como a un kami viviente. En el Sintoísmo se puede venerar, adorar o, simplemente, conectar con los más de 8 millones de kami existentes. Se considera que la práctica es más importante que las propias creencias. Los ritos predominantes son honrar al kami por medio de rezos y ofrendas, como arroz, pescado y vegetales, y pedir que no demuestre su cólera mediante la limpieza, tanto interior como exterior, de las impurezas del ser humano. Las ceremonias se asocian con los ciclos estacionales, relacionadas con las actividades agrarias. En las ceremonias sintoístas, se celebran, además de los momentos clave en la vida de una persona, como el nacimiento, acontecimientos, tales como la inauguración de una tienda o las promociones comerciales. Existe una gran fiesta anual, consistente en la celebración de un desfile con cánticos, llevándose un pequeño altar portátil llamado mikoshi, a hombros, alrededor del templo. El Sintoísmo tiene un gran respeto por la enfermedad y la muerte, siendo la sangre un signo de enfermedad, por lo que se evita la presencia de enfermos heridos en los templos, así como personas de luto o mujeres con la menstruación. Se considera que la limpieza es tan importante, que forma parte de los ritos el lavado de manos y boca todos los días. También se considera importante la limpieza interior y la pureza del corazón, que se mantiene evitando las acciones contra la naturaleza, que pueden afectar a las actividades agrarias. Los primeros lugares de culto sintoístas eran lugares elegidos por sus características naturales, que se marcaban con pequeñas construcciones de madera, cerrados por una simple cuerda o verja. Posteriormente, en esos lugares fueron haciéndose construcciones más sólidas, donde se guardaban pequeños objetos que se consideraban sagrados, porque representaban el cuerpo del kami. Para cuidar estos templos existían sacerdotes que no tenían una jerarquía estructurada, transmitiéndose esa condición de sacerdocio de padres a hijos. La capacidad de conciliar sus creencias con las de otros pueblos hizo que recibiera influencias externas. Algunos sintoístas consideran al kami como reencarnaciones de Buda. En el siglo VIII


119 d.C. hubo una revelación de la misma diosa Amaterasu, explicando que, en realidad, era un aspecto del Buda cósmico. Se llegaron a construir templos, en los que coexistían el Budismo y el Sintoísmo, dejándose, en ocasiones, el cuidado de su culto a sacerdotes de ambas creencias. En el siglo XII, importantes familias sacerdotales promovieron la idea de separar, claramente, ambas religiones, tratando de valorar al kami-naturaleza universal como el Espíritu creador, que está por encima de todas las cosas, incluyendo a cualquier deidad. Yoshida Kanemoto, descendiente de una de estas familias sacerdotales, sistematiza las doctrinas sintoístas, declarando que esta creencia forma la base de todos los demás cultos. Esto favorece el activismo nacionalista como respuesta a la invasión extranjera, dado que considera a los japoneses como exclusivos hijos del sol, y, por consiguiente, estaban capacitados para el gobierno del mundo. Mediante un decreto de 1868, se separaron el Budismo y el Sintoísmo, obligándose a quitar cualquier estatua de Buda en los templos dedicados al Sintoísmo. En la familia imperial se retiraron todos los signos budistas, haciendo el Estado funcionarios a todos los sacerdotes de templos importantes, llegando a un Sintoísmo oficial, que defiende las tesis que impone la política. Tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, las autoridades de Estados Unidos trataron de anular la religión sintoísta, que fue reorganizándose, posteriormente, en la Asociación de Santuarios Sinto. Esta religión sigue siendo un elemento importante en la vida cultural y social de Japón. Los ritos de la familia imperial, en la actualidad, se consideran como ritos particulares, y, en los últimos años, han aparecido más de setenta sectas, tanto dentro como fuera del Japón. No existen escritos de origen divino, sino que los textos que se veneran son las descripciones de las prácticas más comunes, como son los registros de asuntos antiguos o Kojiki y las crónicas del Japón antiguo titulado Nihon Shoki, donde se describe, de manera épica, la genealogía de los dioses, a partir de la pareja de dioses iniciales, Izanagi e Izanami. También hay escritos acerca de la recopilación de reglamentos gubernamentales, como el Engi Shiki.


120 Aunque el Sintoísmo no tiene un canon de escrituras, algunos rituales aparecen en los escritos mitológicos del Sintoísmo, entre los cuales, se cuentan los siguientes: Kojiki o Crónicas de antigüedades: Este escrito, concluido en 712 d.C., incluye una amplia variedad de historias de nacimientos, batallas y muertes de las divinidades del Sintoísmo. La primera parte comprende el relato denominado: El principio del cielo y la tierra. En este relato mitológico de los kamis, los seguidores del Sintoísmo pueden conocer el nacimiento de cinco divinidades celestiales. Con sus miles de divinidades, prácticamente, una para cada elemento y fenómeno natural, como el sol, el viento, el fuego, las montañas, los ríos y los árboles, los kamis suelen ser mencionados, en forma colectiva, en los rituales y escritos del Sintoísmo. Nihon Shoki o Crónicas de Japón: Este escrito continúa la mitología y los rituales del Sintoísmo, que comienzan en el Kojiki. Concluido en el año 720 d.C., el libro señala el papel de los kami en la creación de Japón y del linaje imperial japonés: la pareja divina Izanagi e Izanami dio origen a Amaterasu, la diosa del sol y antepasada del emperador de los japoneses. Su símbolo es el sol que, por este motivo, está en la bandera japonesa. Además de estos clásicos, fuentes más recientes de rituales y prácticas del Sintoísmo, desde el periodo Kamakura hasta hoy, se hallan en escritos de sacerdotes y sabios del Sintoísmo, constituyendo un conocido ejemplo el Man’yoshu, una colección de poemas del periodo Nara (700-1150 d.C.). TAOÍSMO Los taoístas creen en muchos dioses, tratando de vivir en armonía con la naturaleza, siendo su símbolo el Yin Yang, que representa el equilibrio y la armonía. Es decir, buscan el equilibrio entre el lado tranquilo y femenino del cuerpo (Yin) y el activo y masculino (Yang). Su fundador fue Lao-Tse, que nació hacia el siglo IV a.C., significando su nombre “Antiguo Maestro”, viviendo la mayoría de los taoístas en China y Extremo Oriente. En realidad, la figura de Lao-Tse es tema de leyendas, especulándose sobre si era una sola


121 persona o un conjunto de ellas. Las razones de esta incertidumbre obedece a lo siguiente: Aparte de su nombre, que representa, más bien, un título chino, el escrito que se le atribuye, el Tao-Te-Ching, es probable que constituya la obra de más de una persona. Lo poco que se sabe de Lao-Tse proviene de un historiador del año 100 a.C., quien escribió que el apellido de Lao-Tse era Li, y que había nacido en una aldea de la actual provincia de Hunan, que era astrólogo y adivino, en la corte de la dinastía Chu, que gobernó entre los años 1111 y 255 a.C. Otras informaciones acerca de Lao-Tse están basadas en la leyenda, como sigue: Lao-Tse fue concebido por una estrella fugaz. En otras leyendas, su madre lo llevó en su seno durante 72 años y cuando nació ya era un anciano sabio y con el pelo blanco. En los anales del Taoísmo y del Confucianismo, se considera a Lao-Tse como maestro de Confucio. Se atribuye a Lao-Tse el Tao-Te-Ching, el libro sagrado del Taoísmo, conocido, así mismo, como “el Libro de Lao-Tse”. Según la leyenda, escribió este libro a petición de un guardián del paso de Hsien-ku, por el que Lao-Tse tenía que transitar y tras escribirlo, desapareció y nunca más le volvieron a ver. El Tao-Te-Ching enseña el Tao (que significa “el camino”). Los seres humanos deben vivir según el Tao, que representa la unidad y la fuerza creativa, que subyace en todas las cosas del mundo visible e invisible. Si se sigue el Tao, se logra la paz interior, el valor, la generosidad y el liderazgo. Los taoístas creen que, tras la desaparición de Lao-Tse, éste ha regresado a la Tierra, cada vez, con una personalidad diferente, con el fin de conducir a la humanidad por el camino del Tao. Con independencia de lo que pueda probarse acerca de su existencia, Lao-Tse es venerado en China, como un gran filósofo para el Confucianismo y como Lao-chun, o revelador de los textos antiguos, así como salvador y dios para el Taoísmo. Fundada esta religión hace más de 2000 años, aboga por la simplicidad y la abnegación, de conformidad con el Tao, principio


122 que organiza el universo. Según la ley del Tao (o Camino), todo regresa a su punto de partida y el todo está contenido en todas sus partes. El camino hacia la tranquilidad es dejar que el Tao fluya libremente, moviendo todas las cosas del estado de no ser al estado de ser y, de nuevo, al revés. Los textos sagrados más importantes son el Tao-Te-Ching y el Chuang-Tse. El Tao-Te-Ching es un texto más filosófico que religioso. Aunque se considera a Lao-Tse el gran maestro del Taoísmo y autor del citado libro, se desconoce, realmente, quién lo escribió. Contiene menos de 6000 palabras, pero, no por ello, facilita su lectura, ya que el texto es críptico y metafórico. El Tao-Te-Ching representa, fundamentalmente, un manual para los gobernantes chinos. Según el libro, la manera de gobernar, con eficiencia, es mediante la acción no asertiva, que consiste en la acción en la inacción. Según el Tao-Te-Ching, no actuar activamente puede ser más efectivo que andar corriendo como un pollo sin cabeza. Enseña esta lección por medio de paradojas: la manera de avanzar, por ejemplo, es dar o ceder el paso. Éstos son algunos de los temas centrales del mismo: El Tao es el principio inmutable del universo. El papel de los seres humanos es encontrar la forma de vivir en armonía con el Tao. Hacerlo significa el poder vivir en armonía con las demás personas y con la naturaleza. El Te no es el Tao, sino el poder del Tao, el funcionamiento inconsciente del ser material. Al sintonizar con el Te, es posible vivir en armonía con las fuerzas de la naturaleza. El yin y el yang son dos fuerzas vitales que se muestran opuestas y complementarias. El yin implica la tierra, la oscuridad, lo femenino, lo pasivo y lo absorbente, en tanto que el yang refleja el cielo, la luz, lo masculino y lo penetrante. Estos dos elementos juntos conforman toda la vida y todos los fenómenos. El Tao-Te-Ching invita a seguir la naturaleza, en lugar de las estructuras de la sociedad, cuestionando el estricto código que propone el Lun-Yu, la antología de sentencias de Confucio.


123 El Chuang-Tse es el nombre de una persona, así como del libro que escribió. Chuang-Tse vivió entre los años 369 y 286 a.C. en China. Su enfoque es más personal y menos político que el Tao-Te-Ching. El libro continúa la idea del Tao, como fuerza creativa y unificadora del universo. El Tao, según Chuang-Tse, es una fuerza que no hay que entender o tratar de describir, sino que se siente y se conoce por medio de la intuición. El texto Chuang-Tse invita a ser condescendiente y fomenta el misticismo, la reflexión y la inacción creativa. En lugar de llenarse la mente de ideas, dicho texto enseña que el Tao puede hallarse, simplemente, dejando la mente totalmente en blanco. ZOROASTRISMO El Zoroastrismo o Mazdeísmo se basa en dos dioses: Ahura-Mazda, un buen espíritu, y Angra-Mainyu, un espíritu maligno, y su símbolo es una imagen alada de Ahura. En los templos de fuego zoroástricos arden, constantemente, fuegos sagrados que simbolizan a Ahura-Mazda y los sacerdotes se cubren la boca cuando cuidan de los fuegos rituales. El profeta Zoroastro es el fundador del Zoroastrismo, que cuenta con más de 140.000 seguidores, viviendo la mayoría en la India y en Irán. Su nombre real es Zaratustra, palabra compuesta, que significa “poseedor de camellos viejos”. Zoroastro, como se le conoce en Occidente, es la versión griega de Zaratustra, y aunque no se sabe mucho acerca de su vida, lo que sí se sabe es que aparece en los Gathas, cánticos e himnos en honor de Dios, que, probablemente, escribió. Estos cánticos indican que Zoroastro era un poeta religioso, cuyas palabras unían espiritualmente a los fieles a su alrededor. De la vida de Zoroastro, según la leyenda y sus propios poemas, se sabe lo que sigue: • Vivió y predicó en Persia (hoy Irán) en el periodo de los siglos XVII al XV a.C. • Su patria debió ser algún lugar situado entre el noroeste de Afganistán y la costa oriental del mar Caspio, es decir, en Asia Central.


124 • A los 20 años de edad, se fue de su casa, pasando 10 años, vagando de un lugar a otro, dedicado a la contemplación. Durante estos años recibió una revelación y regresó a su patria para predicar la religión de Ahura Mazda (o Señor de la Sabiduría), suprema divinidad del Zoroastrismo. • El clero de otros cultos de su tierra natal se opuso a Zoroastro y éste tuvo que refugiarse en un país vecino, gobernado por Vishtaspa, quien aceptó la religión. • Finalmente, cuando Zoroastro contaba con 77 años, un sacerdote de otra secta lo asesinó, o, al menos, es lo que se escribió al respecto. El libro sagrado del Zoroastrismo es el Avesta (que significa: la instrucción pura), que explica la lucha entre el bien y el mal, e incluye los escritos siguientes: • Gathas (o Cánticos e himnos), debidos, probablemente, a Zoroastro, fueron transmitidos, oralmente, por magos o sacerdotes, siendo puestos por escrito, finalmente, hacia los siglos V a VII d.C. • Yashts (o Himnos a los seres divinos) y Videvdad (o Código para protegerse de los malos espíritus), constituyen textos que completan el Avesta. Oraciones, tales como Asham Vohu (la rectitud es buena), que sacerdotes y laicos recitan, diariamente, conforman el texto conocido como el Khorde Avesta (o Avesta corto). Le siguen en importancia las narraciones religiosas escritas en pahlevi, una lengua iraní. A la literatura pahlevi pertenece el Zend, o comentario sobre el Avesta. Además, el Arda Wiraz Namag (o Libro del wiraz honrado) relata una descripción de un viaje a través del cielo, el limbo y el infierno.


125

III LA CIENCIA Y LA RELIGIÓN. Digamos, en primer lugar, que así como DIOS es Uno y necesario para todos nosotros, también la religión es una, necesaria y universal. Únicamente los caminos que conducen a ella pueden, al principio, diferir entre sí, en algunos aspectos. Y lo que ahora conocemos como diferentes creencias o sectas deberían concebirse, más acertadamente, como diferentes congregaciones o ramificaciones de credos. La religión consiste, esencialmente, en la definitiva supresión del dolor y en la realización del Gozo Supremo o DIOS. Puede decirse que aquello que es universal y supremamente necesario para el hombre es lo que constituye su religión, siendo la causa fundamental de todos nuestros sufrimientos, lo que yace en la identificación de los fluctuantes estados del cuerpo y de la mente. Es el deseo o el aumento de las condiciones de “excitación” de la mente lo que constituye la causa de todos nuestros sufrimientos y miserias; y de él nace, igualmente, el error de crear y multiplicar nuestras necesidades, para, posteriormente, esforzarnos por satisfacerlas a través de objetos externos, en lugar de procurar reducirlas desde su mismo origen. La religión universal consiste en la supresión definitiva del sufrimiento y la realización consciente del estado de Supremo Gozo. Cada uno de nosotros, como individuo, no es más que el reflejo espiritual del bienaventurado Espíritu Universal o DIOS. DIOS y el hombre son Uno, en realidad, y la separación sólo es aparente. El ser espiritual actual ha caído en el estado presente, por haberse identificado con un vehículo físico temporal y con una mente en fluctuación continua. A causa de esta identificación, el ser espiritual sufre o disfruta, cuando el cuerpo o la mente pasan a experimentar, condiciones desagradables o agradables, respectivamente. Cuantas más necesidades tangamos, más difícil nos resultará satisfacerlas, y al crecer el número de necesidades insatisfechas, también será mayor nuestro sufrimiento. Por tanto, resulta obvio concluir que el placer no depende de la obtención de objetos externos, sino del estado de la mente y, por ende, del alma.


126 El ser humano, en su intento por evitar el dolor, persigue algo ilusorio llamado placer, confundiéndolo con el Gozo, corriendo siempre de un objeto placentero a otro; del dinero al vestuario, de éste a las posesiones, de ahí al placer sexual, etc. cuando el verdadero destino eterno es DIOS, en quien reside el eterno Gozo (Ananda), que podemos disfrutar, gozando de una existencia eterna (Sat), inmutable y siempre consciente. Pero, ¿qué dice la religión universal respecto a DIOS? Nos dice que la prueba de la existencia de DIOS está en nosotros mismos, es decir, que constituye una experiencia interior. La intuición percibe la verdad directamente y es, en el plano intuitivo, donde experimenta el ser humano la conciencia del Gozo o la conciencia divina. Existen otras pruebas que avalan la existencia de DIOS, tales como las siguientes: • La prueba cosmológica: del Efecto nos elevamos a la Causa, del mundo al Hacedor del mundo. • La prueba teleológica (telos en griego, significa, fin o plan final) que rige el mundo y nos remonta a la Suprema Inteligencia que ha originado dicho plan. • La prueba moral: Genera una conciencia ética y el sentido de la perfección, elevándonos al Ser Perfecto, ante quien somos responsables. La religión no es sino la fusión de nuestra individualidad en la universalidad, emergiendo de una atmósfera de los sentidos y pensamientos errantes a una esfera de bienaventuranza celestial. Cuando la conciencia del estado de Gozo se hace realidad en nuestro ser espiritual, descubrimos que el bienaventurado DIOS se halla siempre presente en nosotros. Sólo el conocimiento de nuestro verdadero ser nos aportará la libertad eterna, pues nuestra auténtica naturaleza es semejante a la de Él, al haber sido creado el ser humano a imagen de DIOS. Entiéndase bien que DIOS creó al espíritu humano, el cual transita por el universo, adoptando múltiples cuerpos físicos, como seres humanos, en el universo creado por DIOS para su experimentación física, sin perder su verdadera naturaleza divina.


127 El error común de los seres humanos es que, en lugar de dirigirse hacia su interior y fundirse en la expansiva energía consciente de nuestro verdadero Ser, la energía vital (prana, en sánscrito) se vuelca, habitualmente, hacia el exterior, manteniendo al cuerpo y a la mente en constante movimiento, perturbando, de ese modo, al Ser espiritual, tanto a través de sensaciones físicas como de pensamientos errantes. Este método nos conduce, directamente, a la conciencia del Ser, es decir, DIOS, sin necesidad de la ayuda de factor intermediario alguno. Todos los sabios antiguos destacaron la necesidad de trascender la conciencia corporal, invirtiendo el flujo de la energía vital y dirigiéndolo hacia el interior, señalando que el Ser espiritual debería percibirse en un estado de serenidad, al igual que la imagen del sol se refleja, nítidamente, en la superficie de un lago en calma. Los tres instrumentos del conocimiento son: la percepción, la inferencia y la intuición. Así, cuanto más nos alejamos de las percepciones y pensamientos que nos distraen, mayor es la posibilidad de que surja en nosotros el estado supra-mental del Gozo Supremo o DIOS. La inferencia puede dividirse en deductiva e inductiva. La inferencia deductiva nos dice que nuestra experiencia registra que, donde hay humo, hay fuego; de ahí que, toda vez que vemos humo, podemos deducir que debe existir fuego. La inferencia inductiva depende, igualmente, de la percepción. Así, inferiremos, inductivamente, que dondequiera que encontremos aquel bacilo, aparecerá también el cólera. La intuición proviene del interior y el pensamiento del exterior, aportando la intuición una visión directa de la Realidad, en tanto que el pensamiento nos da un enfoque indirecto de ella. La intuición, a través de una empatía especial, capta la Realidad en su totalidad, mientras que el pensamiento la divide en múltiples porciones. A través de la intuición, nos sintonizamos con la Realidad, es decir, con el reino del Gozo Supremo, con la “unidad en la diversidad”, con las leyes interiores que rigen el mundo espiritual y con DIOS. La intuición yace más allá de los sentidos y del pensamiento, y estos últimos sólo son posibles gracias a aquélla. En el plano


128 intuitivo, la influencia de los sentidos se desvanece, los pensamientos inoportunos desaparecen, logramos percibir el Supremo Gozo de DIOS y nace en nosotros la conciencia del “todo en Uno y Uno en todo”. Esta es la clase de intuición que han poseído todos los sabios y profetas de la humanidad. En otras palabras, a través de la intuición se puede percibir a la Divinidad en todos sus aspectos. Debido a que el pensamiento no puede ir más allá de la información que aportan los sentidos, sólo recurriendo a la intuición, podremos conocer a DIOS, ya sea como bienaventuranza o en cualquier otro de sus aspectos. En cuanto al conocimiento científico, empecemos por decir que el universo físico no es más que energía. El mundo científico está empezando a descubrir lo que los maestros espirituales sabían desde hace siglos. En realidad, nuestro universo físico no está compuesto, en absoluto, de ninguna “materia”. Su componente básico es un tipo de fuerza o esencia que podemos denominar “energía”. Las cosas parecen sólidas y estar separadas, unas de las otras, En el nivel en que nuestros sentidos físicos suelen percibirlas. Sin embargo, a niveles más sutiles, como, por ejemplo, el atómico y el subatómico, la materia, aparentemente sólida, se ve como partículas más y más pequeñas, dentro de otras partículas que, a la postre, acaba por no ser otra cosa que pura energía. Físicamente, todos somos energía y todo lo que hay en nosotros y lo que nos rodea está hecho de energía. Todos formamos parte de un gran campo energético. Percibimos todas las cosas separadas unas de otras, como algo sólido, cuando, en realidad, no son más que diversas formas de nuestra energía esencial, común a todo. Todos somos uno, incluso el más literal y físico de los sentidos. La energía vibra a diferentes velocidades y, por consiguiente, presenta distintas características, que la hacen más ligera o más densa. El pensamiento es una forma de energía, relativamente sutil y ligera, y, por tanto, muy sensible a los cambios. La materia es una energía, relativamente densa y compacta, o lo que es lo mismo, más lenta para moverse y cambiar. Dentro de la materia, también existen grandes diferencias. La carne de los seres vivos es, relativamente ligera, cambia rápidamente y se altera con facilidad, por muchas razones. En cambio, una piedra es una forma de energía mucho más densa, más lenta para cambiar y más difícil de alterar.


129 Y sin embargo, incluso las rocas se ven afectadas y cambian por la acción de la energía sutil y ligera del agua, por ejemplo. Todas las formas de energía están interrelacionadas y se alteran unas a otras. Una de las leyes de la energía postula que una energía de determinadas características y vibración tiende a atraer energía de características y vibración semejantes. El pensamiento y los sentimientos tienen su propia energía magnética de naturaleza similar. Podemos observar este principio en la práctica cuando, por ejemplo, nos encontramos “por casualidad” con alguien en quien acabamos de pensar, o cuando tomamos “al azar” un libro que contiene la información que, justamente, necesitábamos en ese momento. La forma sigue a la idea. El pensamiento es una forma de energía rápida, ligera y móvil se manifiesta instantáneamente, a diferencia de otras formas de energía, precediendo, siempre, a su manifestación real. “Pienso que voy a hacer la cena” es la idea que precede a la preparación de una comida. “Quiero un vestido nuevo” es la idea anterior a ir a comprarse uno. “Necesito un empleo” es el pensamiento previo a buscarlo. La idea es como una película fotográfica; crea una imagen de la forma que luego se magnetiza y conduce la energía física, para que confluya en esta forma y pueda llegar a manifestarse en el plano físico. Este principio sigue siendo válido, aunque no emprendamos una acción física directa, para que nuestras ideas se materialicen. El mero hecho de tener una idea alojada en nuestra mente es una energía que tenderá a atraer y crear la forma en el plano material. En consecuencia, si pensamos, constantemente, en la enfermedad, podemos acabar enfermando. Por el contrario, si pensamos en nosotros mismos, como algo hermoso, acabaremos siéndolo. Por ello, las ideas y sentimientos inconscientes, que albergamos en nuestro interior, actúan del mismo modo. Aristóteles, al que puede considerarse como fundador de la biología científica, postuló, como rasgo distintivo de toda la vida, la capacidad de ésta para ser causa de su propio movimiento (semovilidad), distinguiendo tres formas de vida, como sigue:


130 • La vida vegetativa de las plantas, con sus facultades de nutrición, crecimiento y reproducción. • La vida sensitiva de los animales, con sus facultades de percepción, movimiento y deseo. • La vida mental racional, en la que existe un ánima (o principio vital), no sólo vegetativa o sensitiva, sino racional, con facultad de conocimiento y libre albedrío, que son los fundamentos de la experiencia de moralidad, belleza y sentido. S. Agustín y S. Tomás de Aquino defendieron, más tarde, la idea de que toda alma espiritual humana es creada, directamente, por DIOS, de la nada, conocido como “creacionismo”, versus el hecho de ser engendrada por los progenitores o “generacionismo”. La ciencia, en el pasado, debido a la oposición de la Iglesia católica, permaneció sin aportar generaciones de científicos relevantes hasta el siglo XX. Recuérdese la condena de la Inquisición de Roma al científico Galileo Galilei, por haberse opuesto a la doctrina heliocéntrica en 1632, o la posición contraria de Roma contra la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882), intentando imponerse a la evidencia científica. La teoría de la evolución de Darwin unificó, por primera vez, la botánica y la zoología en “biología”, es decir, en una ciencia global de la vida, capaz de explicar lo siguiente:

• La razón por la que, en la Época Antigua de la Tierra, y a partir de organismos multicelulares, surgieron animales invertebrados, después plantas terrestres y, al final, insectos, peces y anfibios. • La razón por la cual, en la Época Media de la Tierra, se desarrollaron las coníferas, las primeras aves y los dinosaurios, que, posteriormente, se extinguieron. • La razón por la que, en la Época Moderna de la Tierra, comenzaron a dominar los mamíferos y las fanerógamas o espermatofitos, así como, la aparición del Homo erectus, del


131 que evolucionaría el actual Homo sapiens, el cual, a su vez, se extendió desde África hasta abarcar toda la Tierra. La fuerza explosiva de la teoría de la evolución de Darwin se evidencia cuando se aplica al ser humano, cuando se dedicó a él, en su obra “El origen del hombre”, en 1871. Constató que, también, el ser humano experimenta cambios en lo que respecta a su constitución física y a su desarrollo embrionario. De ese modo, se revela como descendiente de formas de vida inferiores y más antiguas, y, finalmente, como un producto natural de la evolución biológica. A comienzos del siglo XX, el físico alemán Max Karl Ludwig Planck (1858-1947), aunque, en un principio, fue ignorado por la comunidad científica, profundizó en el estudio de la teoría del calor y descubrió, uno tras otro, los mismos principios que ya había enunciado Josiah Willard Gibbs (1839-1903), químico, físico y matemático estadounidense, que contribuyó a la fundación de la teoría de la termodinámica. En 1900 descubrió Planck una constante fundamental, denominada “Constante de Planck”, usada para calcular la energía de un quantum (fotón), estableciendo que la energía se irradia en unidades pequeñas que denominó “quantum”. Así mismo, Planck, en 1901 descubre la ley de radiación del calor (que se denominó “la ley de Planck”), que explica el espectro de emisión de un cuerpo negro, y relaciona que la energía de cada quantum es igual a la frecuencia de la radiación multiplicada por la Constante de Planck. Esta ley se convirtió en una de las bases de “la Teoría Cuántica”, que emergió, unos años más tarde, con la colaboración de Albert Einstein (1879-1955), físico de origen alemán y Niels Henrik David Bohr (1885-1962), físico danés. Así nació la teoría cuántica, la mayor transformación experimentada por la física de Isaac Newton (1643-1727), sin la cual hoy en día no existiría la energía nuclear, relojes atómicos, placas solares, transistores o el láser. En tanto que Einstein criticó las ideas de Planck, fue éste uno de los pocos científicos que reconocieron la importancia de la nueva teoría científica que supuso la teoría de la relatividad de Albert Einstein, cuyos primeros trabajos se publicaron en 1905. Niels Bohr realizó aportaciones fundamentales para comprender la estructura del átomo y la mecánica cuántica. En 1913 publicó su


132 modelo atómico (un núcleo atómico de carga positiva en torno al cual se mueven, en órbitas circulares, los electrones de carga negativa), con lo cual introduce la teoría de las órbitas cuantificadas, que, en la teoría mecánica cuántica, consiste en las características que, en torno al núcleo atómico, el número de electrones, en cada órbita, aumenta desde el interior hacia el exterior. En su modelo, además, los electrones podían caer, es decir pasar de una órbita a otra, desde un orbital exterior a otro interior, emitiendo un fotón de energía discreta, hecho sobre el que se sustenta la mecánica cuántica. No obstante, la física de Planck y Bohr fue denostada por Einstein, que prefería la claridad de la formulación clásica, pero en 1935 Bohr propuso su hipótesis de la gota líquida, teoría que permitía explicar las desintegraciones nucleares y, en concreto, la gran capacidad de fisión del isótopo de uranio 235, además de sostener un fuerte debate respecto a la validez de la ley de la relatividad de Einstein, en lo que se refiere al mundo subatómico de la Física Cuántica. En 1925 el físico y discípulo alemán de Bohr, Werner Heisenberg (1901-1976) y el físico austríaco Erwin Schrödinger (1887-1961) presentaron, independientemente uno del otro, una teoría cuántica madura, la cual fue luego desarrollada por el matemático alemán Max Born (1882-1970) y el físico teórico británico Paul Audrien Maurice Dirac (1902-1984). Esta mecánica cuántica describe la mecánica del mundo de lo invisiblemente pequeño, de los átomos y moléculas, de manera que para la cantidad de energía mínima (quantum o cuanto) que interviene como unidad en los procesos físicos, consigue explicar las propiedades, tanto de partículas como de ondas, integrando, de esta forma, la teoría corpuscular y la teoría ondulatoria. Con ello, la física cuántica se convirtió en el fundamento de la química moderna y de la biología molecular, pero, como suele ocurrir, la física cuántica está sujeta a la ley de la relación de indefinición o incertidumbre, formulada por Heisenberg, en el sentido de que se conoce el lugar donde se encuentra el electrón, pero no puede saberse qué es lo que hace o cuál es su impulso. En otras palabras, por mucho que se mida y calcule, el lugar y el impulso de una partícula no pueden medirse, simultáneamente, dado que la medida se difumina, haciéndose “imprecisa”. Desde la aparición de la teoría cuántica, los esfuerzos de los físicos se concentran en la gran tarea de integrar en una “teoría única” las


133 leyes de la gravedad, que describen el mundo a gran escala, y la física cuántica, que explica la estructura microscópica de la materia. Por otra parte, el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) afirmó que una religión que declara la guerra a la razón, no podrá hacerle frente a la larga. Su idea se ha visto confirmada reiteradamente. El conocimiento físico tiene que ver con fenómenos espacio-temporales, no con el mundo en sí mismo, tal y como es, al margen de nuestra subjetividad. La física sólo se ocupa del mundo de las apariencias, de las experiencias en el espacio y el tiempo, más allá de las cuales no puede remontarse, por principio. Pero, es evidente que el progreso científico no significa, siempre, progreso humano. Así, el hecho de que ya en el tercer milenio en el que estamos, las grandes potencias mundiales inviertan billones de euros en la industria armamentística y que llega hasta el espacio exterior, en lugar de erradicar la pobreza, el hambre y el analfabetismo, con muchísimos menos recursos, demuestra, claramente, que tal actitud es contraria a la razón, y que vivimos en un mundo extremadamente atrasado, desde el punto de vista humano o espiritual. La ciencia nos dice que al “big-bang” o explosión inicial, que da forma al universo físico actual, le seguirá otro “big-crunch” o implosión final, que pondrá fin al universo, y así sucesivamente, generando otro universo con leyes naturales diferentes. Se estima que el inicio de nuestro actual universo se produjo hace 13.700 millones de años, nuestro sistema solar apareció hace 4.500 millones de años y la aparición de la vida en la Tierra hace sólo 3.500 millones de años. Los seres humanos primigenios, ya bípedos (homo erectus) aparecieron hace 1,5 millones de años y, finalmente, la “hominización” del ser humano (homo sapiens) data desde hace 200.000 años únicamente, haciendo muy poco tiempo que la humanidad ha tomado conciencia de que es producto de un largo desarrollo cósmico. Por otro lado, la Tierra se halla en la periferia de nuestra galaxia, conocida por Vía Láctea (debido a su aspecto lechoso), conteniendo más de 10.000 millones de sistemas solares, y constituyendo una pequeña galaxia, dentro de más de 100.000


134 millones de galaxias que se estima que conforma el universo, que, además se halla en expansión…. No obstante, según la religión, en este caso, la iglesia anglicana, en el siglo XVII, a través del arzobispo James Ussher, basándose en su estudio de las cronologías bíblicas, había calculado la fecha de la creación del mundo, exactamente, el 23 de octubre de 4004 a.C., lo cual resulta, a todas luces, embarazoso. Por ello, todo parece indicar que si no “reescribir la Biblia”, al menos se debería “reinterpretar” dichos libros sagrados, con el fin de tomar en consideración la realidad científica conocida, sin que se desvirtúe, en lo más mínimo, en cuanto a lo fundamental. En el siglo XX, la ciencia ha hecho grandes progresos, aunque, cuanto más lejos se aventura en el espacio, más misteriosa deviene la realidad, de manera que existe un enigmático macrocosmos y otro microcosmos. Respecto al macrocosmos, cuanto más averiguan los astrofísicos sobre el espacio, con la ayuda de gigantescos telescopios, que, además de la realidad tridimensional, presenta una cuarta dimensión temporal, y, tal vez, otras dimensiones, tanto más inconcebible nos resulta este tiempo-espacio curvo ilimitado (según Einstein), y, sin embargo, finito, con sus sistemas estelares que se expanden a velocidad creciente y objetos extremadamente raros, descubiertos hace poco tiempo, como los constituidos por púlsares y quásares o cuásares, que son astros muy diferentes, pero ambos objetos emisores de mucha radiación. La palabra Quásar es un acrónimo de Quasi stellar radio source (fuentes de radio casi estelares) y la palabra Púlsar significa Pulsating radio source (fuente de radio pulsante). Los cuásares son objetos lejanos que emiten grandes cantidades de energía, con radiaciones similares a las de las estrellas y fueron identificadas en la década de 1950. Más tarde, se comprobó que mostraban un desplazamiento al rojo, más grande que cualquier otro objeto conocido, cuando los objetos se alejan. La causa era el efecto Doppler en ondas sonoras y electromagnéticas (debido al físico austríaco Christian Andreas Doppler), que lo propuso en 1842, en su tratado “Sobre el color de la luz en estrellas binarias y otros astros”. El primer cuásar estudiado, el denominado 3C 273 está a 1.500 millones de años luz de la Tierra, habiéndose


135 identificado miles de ellos, que se alejan de nosotros a velocidades muy próximas a la de la luz. Incluso se han descubierto cuásares a 12.000 millones de años luz de la Tierra, muy cercano a la edad del universo, esto es, 13.700 millones de años. A pesar de las enormes distancias, la energía que nos llega, en algunos casos, es equivalente a miles de galaxias. Así, el s50014+81 es unas 60.000 veces más brillante que toda nuestra galaxia, la Vía Láctea. Los púlsares son fuentes de ondas de radio que vibran con periodos regulares y se detectan mediante radiotelescopios. Se requieren relojes de extraordinaria precisión para detectar cambios de ritmo, y sólo, en algunos casos. Los estudios indican que un púlsar es una estrella de neutrones pequeña que gira a gran velocidad. El más conocido está en la nebulosa de Cangrejo. Su densidad es tan grande que, en ellos, la materia de la medida de una bola de bolígrafo tiene una masa de cerca de 100.000 toneladas, emitiendo una gran cantidad de energía. El campo magnético, muy intenso, se concentra en un espacio reducido. Esto lo acelera y lo hace emitir un haz de radiaciones que aquí recibimos como ondas de radio. Respecto al microcosmos, cuanto más averiguan los físicos de partículas sobre el núcleo atómico (formado por protones y neutrones, constituidos por subunidades más diminutas, los quarks y gluones o “pegamentos”), con ayuda de enormes aceleradores, tanto menos podemos imaginarnos cuál es, en realidad, la fuerza originaria del mundo. Es decir, ¡cuanto más descubren el cosmos, menos lo entienden! Volviendo al filósofo Immanuel Kant, en su obra “Crítica de la razón pura”, en 1871 dice que tuvo que sustituir la palabra “saber” por el término “fe”, ya que, al igual que el filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), la fe es una verdad de la conciencia, que se halla más allá de las reflexiones y demostraciones matemáticas. Es decir, no puede probarse la existencia de DIOS científicamente, ya que DIOS no existe en el espacio y el tiempo, como Creador del universo físico. Ni la teoría de la proyección del filósofo alemán Ludwig Feuerbach (1804-1872), que establece la superación de la religión por el humanismo ateo, ni la teoría del opio del pueblo del filósofo alemán Karl Heinrich Marx (1818-1883), que anuncia la extinción de la religión a manos del socialismo ateo, ni la teoría de la ilusión del


136 médico y neurólogo austríaco Sigmund Freud (1856-1939), en que sustituye la religión por la ciencia atea, consiguen demostrar que DIOS sea sólo una proyección del ser humano o un consuelo interesado. El físico matemático y cosmólogo estadounidense Frank Jennings Tipler (nacido en 1947), utiliza el término “Punto Omega”, para describir lo que él mantiene como destino final del universo, de conformidad con las leyes de la física. Así, llega a la siguiente conclusión sorprendente: El universo existe desde hace un tiempo limitado, además, el universo físico y las leyes que lo gobiernan son llamados a la existencia por una Unidad no sometida a tales leyes y situada fuera del espacio y del tiempo. En una palabra, vivimos en un universo planeado y creado por DIOS. Así mismo, aplica Tipler una idea fundamental de Kant, cuando indica que, fuera de la experiencia espacio-temporal, la razón teórica deja de ser competente y, por tanto, no está, en absoluto, legitimada para deducir de forma irrebatible la realidad de lo infinito a partir de lo finito real. La teoría del punto omega queda explicada en su libro “El principio cosmológico antrópico”, publicado en 1986, que revisa la historia intelectual de la teleología, dándose un gran número de coincidencias físicas que permiten que exista vida inteligente, para pasar a investigar el destino final del universo. No obstante, debemos decir que la creación “de la nada” representa la expresión filosófico-teológica de que el mundo y el ser humano, junto con el espacio y el tiempo, que constituye lo que ya hemos denominado “el reino de lo relativo”, deben su existencia a DIOS. El científico norteamericano Charles B. Thaxton (nacido en 1939), que se doctoró en química y física, es una autoridad en historia de la ciencia, así como en biología molecular. Es autor del libro “El Misterio del Origen de la Vida: la Reevaluación de Teorías actuales”, junto con Walter Bradley y Roger Olsen, escribiendo, también, el libro titulado “El Alma de la Ciencia: la Fe Cristiana y la Filosofía natural”, junto con Nancy Pearcey, entre otros. En su libro “El Misterio del Origen de la Vida” expone graves errores del darwinismo, con el fin de explicar el origen bioquímico de la vida, sugiriendo la posibilidad de un diseño inteligente de la misma, llegando a dicha conclusión, tras reflexionar acerca de la complejidad estructural de las moléculas orgánicas como las del ácido desoxirribonucleico (conocido como ADN), el ácido


137 ribonucleico (conocido como ARN) o las proteínas que parecen haber sido pensadas para hacer, precisamente, lo que hacen, no siendo el producto de una evolución accidental, tal como se afirma, habitualmente. De manera que podemos preguntarnos ¿cómo es posible que el plan contenido, de manera tan minuciosa, en estas bio-moléculas, capaces de hacer todo un ser humano, partiendo de una bacteria, se haya producido “por casualidad”, sin un planificador inteligente?, cuando todos sabemos, hoy en día, que “la casualidad” no existe, sino “la causalidad”. Thaxton señala que, cuando la teoría de la información, como rama especial de las matemáticas, se aplica a la biología, resulta fácil demostrar que el ADN representa un mensaje inteligente escrito, únicamente, con cuatro letras: las bases nitrogenadas, conocidas como: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C), siendo el origen del código genético aún un verdadero misterio. El mecanismo, capaz de traducir este lenguaje de cuatro letras, a otro de veinte (los aminoácidos de las proteínas) es uno de los grandes enigmas de la biología actual, que no puede explicarse mediante la evolución. La maquinaria, por medio de la cual, cada célula traduce el código, posee más de 50 componentes macromoleculares, que se hallan codificados en el ADN. Esto es, no es posible traducir el código genético, salvo si se emplean ciertos productos de su propia traducción, por cuanto se trata de un círculo vicioso desconcertante, que hace imposible explicar su origen por simple evolución creciente. Así pues, concluye Thaxton que el ADN es un mensaje inteligente que tiene que provenir, necesariamente, de una mente inteligente. Tal afirmación, hecha por un científico de su talla, ha provocado que la noción de “diseño” vuelva, de nuevo, a la biología. William Albert Dembski, matemático, filósofo y teólogo estadounidense (nacido en 1960), propone el diseño inteligente, en oposición a la teoría de la evolución y la selección natural. Entre su amplia bibliografía encontramos, entre otros, títulos como los siguientes: • ¿Somos máquinas espirituales? • DIOS y el Diseño: el argumento teleológico y la ciencia moderna.


138 • La inferencia del Diseño: eliminación de la casualidad a través de pequeñas probabilidades. • El Diseño de la Vida: descubrimiento de signos de inteligencia en los sistemas biológicos. • La revolución del Diseño: respuestas a las preguntas más difíciles acerca del Diseño inteligente. • El Diseño inteligente: puente entre la ciencia y la teología. • Señales inteligentes: comprensión del Diseño inteligente. • Lo que desconocía Darwin. Desarrolla un método llamado “el criterio de la complejidad y la especificación”, con el fin de averiguar si algo se ha producido mediante el diseño por parte de una mente inteligente o es, más bien, el producto de causas naturales, afirmando que, para resolver tal enigma, resulta necesario tomar en consideración dos factores: la complejidad de lo observado, ya que las causas naturales sólo pueden explicar fenómenos relativamente simples, y la especificación o existencia de un tipo de patrón, que sería la firma inequívoca de la inteligencia. El científico norteamericano Michael J. Behe (nacido en 1952) es un bioquímico, defensor del diseño inteligente. Defiende la idea de que existen algunas estructuras demasiado complejas, a nivel bioquímico, que no pueden explicarse como resultado de mecanismos de evolución. Es lo que él denominó “la complejidad irreducible de estructuras celulares claves”. Entre el prolijo material publicado acerca de la estructura del ADN (DNA son sus siglas en inglés), la estructura de las proteínas y acerca de la evolución, destacan tres obras: • La caja negra de Darwin. • La Ciencia y la evidencia del Diseño en el universo. • Los límites de la Evolución. En su obra “La caja negra de Darwin” desarrolla el argumento de los denominados “órganos o sistemas irreductiblemente complejos”, que son estructuras y funciones fisiológicas de los seres vivos, que suelen estar compuestas por varias piezas o etapas que interactúan entre sí, dependiendo unas de otras y contribuyendo, entre todas, a realizar una función básica determinada. De tal manera, que si se


139 elimina una sola de tales piezas o etapas, el sistema deja, automáticamente, de funcionar. Argumenta Behe que un sistema así no puede haberse producido mediante la evolución, de lo simple a lo complejo, porque cualquier precursor, que careciera de una parte concreta, sería ineficaz totalmente. Es decir, que habría tenido que originarse, necesariamente, como una unidad integrada para poder funcionar desde el principio, correctamente. Señala Behe que la extrema sofisticación del proceso de la visión elimina la posibilidad de que el aparato ocular se haya originado mediante una transformación gradual. Por tanto, el ojo no pudo haberse producido mediante un proceso evolutivo, como propuso Darwin, sino que manifiesta, claramente, un diseño inteligente, que le debió permitir funcionar bien, desde el primer momento. Si bien Darwin, en su obra “El origen de las especies” escribió lo siguiente: Si pudiera demostrarse que existió algún órgano complejo, que, tal vez, no pudo formarse mediante modificaciones ligeras, sucesivas y numerosas, mi teoría se vendría abajo por completo”, resulta evidente que, en opinión de Behe, la existencia de dichos órganos complejos ha sido ya demostrada mediante la bioquímica moderna. Así, también el proceso de coagulación de la sangre va contra la teoría de la evolución, ya que depende de una cascada de reacciones bioquímicas en cadena, que se hallan subordinadas las unas a las otras y, por consiguiente, debieron funcionar, adecuadamente, desde el principio. En consecuencia, todo hace pensar en que las leyes físicas fueron calibradas, de forma inteligente, desde el principio, para permitir la existencia de la especie humana. En su obra “Los límites de la Evolución”, Behe argumenta que, en tanto la evolución puede producir cambios dentro de las distintas especies, existe un límite en cuanto a la posibilidad de la evolución para generar tanta diversidad, y dicho “límite” se encuentra en alguna parte, entre las especies y los órdenes de especies. Con ello, acepta, parcialmente, la teoría de la evolución, si bien descarta la mutación al azar, sustituyéndola por la mutación guiada, a manos de un Diseñador inteligente. La famosa teoría de la relatividad de Einstein, expresada en la sencilla ecuación: E=mc2, demostraba que la masa y la energía eran, en realidad, magnitudes equivalentes. La masa de los cuerpos


140 naturales tenía energía y ésta poseía, a su vez, masa. Dado que la masa refleja la cantidad de materia existente en los objetos, resultaba posible afirmar que la materia era, en efecto, energía atrapada. Si se liberaba dicha energía, desparecía o se destruía, también, la materia, y, al revés, si se conseguía concentrar la suficiente energía, aparecía de nuevo la materia. Cuando en el laboratorio se concentra, artificialmente, la suficiente energía, se obtiene la misma cantidad de materia que de antimateria. Sin embargo, si éstas entran en contacto, se eliminan, recíprocamente, en una explosión que libera toda la energía que contienen. ¿Cómo pudo, entonces, al principio, crearse toda la materia del cosmos, sin ser contaminada y destruida por su correspondiente antimateria? Las investigaciones cosmológicas muestran que la cantidad máxima de antimateria existente en nuestra galaxia es, prácticamente, despreciable. En consecuencia, la creación natural de materia, a partir de energía, o del movimiento de partículas subatómicas, que genera el ser humano mediante sofisticados aparatos, no es, en absoluto, comparable a la creación divina del universo a partir de la nada absoluta. Todos los principios enigmáticos de la física, formulados en la teoría cuántica, el principio de superposición, el principio de incertidumbre, la propiedad de la no-localidad, la teoría de la relatividad especial, la teoría de la super-cuerda, la teoría del todo o la teoría del caos nos llevan, inexorablemente, hacia DIOS. En síntesis, tanto la ciencia como la religión tienen su justificación, independencia y autonomía. Pero, en el marco de una holística visión global de todas las cosas, su pueden complementar: • La religión puede interpretar la evolución como creación. • El conocimiento científico puede concretar la creación como proceso evolutivo. • La religión está en condiciones de atribuir al conjunto de la evolución un sentido que la ciencia no puede descubrir, sino, a lo sumo, conjeturar. Cada vez aparecen más científicos que afirman que las observaciones de la ciencia moderna sugieren un plan subyacente que podríamos considerar sobrenatural. La ciencia ha descubierto


141 que la materia y los seres vivos están repletos de información compleja, análoga a las aplicaciones informáticas de un ordenador. En otras palabras, el ser humano, cada vez, tiene menos excusas para rechazar a DIOS. La creación del universo se da la mano, según la Biblia, con la redención de la humanidad a través de Jesucristo. Éstas son las dos claves principales de la revelación de DIOS, que se hallan en el libro de la Naturaleza y en el libro de las Escrituras. Cada vez se produce una mayor convergencia o reconciliación entre la ciencia y la fe, de manera que DIOS no es sólo la mente creadora del cosmos, sino también el DIOS personal, revelado en la Biblia. Todo ello conduce a la misma conclusión de que el ser humano fue diseñado por DIOS con dimensiones espirituales propias y con el don de la libertad para elegir entre el bien y el mal. Por todo ello, se puede decir que la teoría creacionista o del diseño inteligente, de acuerdo con la religión, y la teoría evolucionista, según la ciencia, son, perfectamente compatibles, lo que nos hace pensar que con el progreso científico se hace, cada vez más patente, la verdad de la religión, si es explicada, adecuadamente, tal como hemos dejado dicho en la Parte primera de esta obra, al tratar del Plan de DIOS, siendo de gran interés el estudio del libro “La Ciencia ¿encuentra a DIOS?, escrito por el científico cristiano Antonio Cruz, editado por Editorial Clie.


142

IV.

EL MENSAJE DE JESÚS DE NAZARET COMO ENCARNACIÓN DEL CRISTO CÓSMICO.

De Jesús, como hombre, no sabemos más que lo que nos dicen los Evangelios del Nuevo Testamento. Esto es, que nació en Belén, que su madre se llamaba María, cuyo esposo era un carpintero que se llamaba José, y que creció en Nazaret, una ciudad de Galilea, pudiéndose suponer que se hizo carpintero. A los treinta años fue bautizado por Juan el Bautista, y tras su bautismo, Jesús comenzó su ministerio público, retirándose cuarenta días al desierto, donde, según la tradición cristiana, fue tentado por el diablo. Al volver del desierto, Jesús llamó a los discípulos, entre los cuales estaban los que serían los doce apóstoles. Entonces comenzó a predicar, algunas veces, mediante parábolas, es decir, breves historias con un mensaje religioso. Durante su ministerio, Jesús adquirió gran fama porque curaba a los enfermos y afligidos y realizaba milagros. Cuando contaba con treinta y tres años, las autoridades romanas lo arrestaron y fue juzgado por el procurador romano Poncio Pilatos, siendo declarado culpable de incitar a la rebelión contra el imperio romano, tras lo cual fue crucificado. No obstante, para el cristianismo, estos datos no son suficientes: Jesús es el rostro de DIOS, el Mesías, el Cristo, el Ungido, la segunda persona de la Trinidad o el DIOS Uno y Trino, es decir: DIOS Padre, Creador del cielo y de la tierra; DIOS Hijo, que se hizo hombre en la persona de Jesucristo y DIOS Espíritu Santo, que santifica la humanidad, que siendo de condición divina, escogió venir al mundo para redimir los pecados de la humanidad, a través de su muerte y resurrección. También, según la tradición cristiana, después de resucitar de entre los muertos, Jesús subió al cielo y está sentado a la derecha de DIOS Padre. La segunda venida de Jesús (llamada en griego parusía = presencia) dará a Cristo la oportunidad de concluir su tarea mesiánica y vencer el mal del mundo. Ahora bien, ¿qué relación existe entre Jesús de Nazaret y el Cristo? Los ortodoxos cristianos nos dicen que Jesús de Nazaret y el Cristo son uno; que el verdadero nombre de este personaje fue Jesucristo. Nos dicen que este hombre de Galilea fue el DIOS eterno mismo,


143 encarnado en forma humana, para que los hombres puedan ver su gloria. Para los maestros acuarianos, Jesús fue un judío ideal, nacido en Belén de Judea. Su madre fue una bella judía, llamada María. En su infancia, Jesús se mostró distinto de los demás niños, solamente, en cuanto a sus pasadas encarnaciones, superando las propensiones carnales hasta el punto de no ceder, al ser tentado como los demás. Pablo nos dice en Hebreos, IV-15: Fue tentado en todo como nosotros, pero Él no pecó. Jesús sufrió como sufren los demás hombres y llegó a la perfección a través del sufrimiento, porque éste es el único camino que conduce a la perfección. Su vida fue un ejemplo de logros, a través del camino de las cruces y del tratamiento cruel. Pablo tenía razón, de nuevo, cuando dice en Hebreos, II-10: Llegó a ser aquél por quién y para quién todas las cosas existen, llevando a muchos hijos a la gloria, para hacer perfecto al capitán de la salvación, perfecto por medio del sufrimiento. Jesús, en muchos aspectos, fue un niño admirable, pues durante siglos de intensa preparación llegó al punto en el que mereció ser el Redentor y Salvador del mundo. Desde la infancia fue dotado de una sabiduría superior, siendo consciente del hecho de su competencia para guiar a la humanidad a los planos superiores de la vida espiritual. Pero, también fue consciente del hecho de que, para adquirir el dominio, tenía que pasar por pruebas, tentaciones, bofetadas y sufrimientos, empleando toda su vida en perfeccionarse. Tras su muerte, entierro y resurrección, apareció en forma materializada en el templo de Heliópolis en Egipto, diciendo, según el Evangelio Acuariano, 178, 43-46: Mi vida humana fue dedicada, totalmente, a sintonizar mi voluntad con la voluntad de DIOS; cuando esto se hizo, mis tareas terrenas llegaron a su fin. Sabéis que toda mi vida fue un gran drama para los hijos de los hombres, un ejemplo para ellos. Viví para mostrar las posibilidades del hombre. Lo que yo he hecho, todo hombre puede hacerlo, y lo que yo soy, todo hombre lo será.


144 Jesús fue el nombre del hombre y fue el único nombre apropiado para uno de su clase. Esta palabra significa “Salvador”. La palabra Cristo significa “Ungido” y es un título oficial, que quiere decir “el Amo del Amor”. Cuando decimos “Jesús, el Cristo”, nos referimos al hombre y a su oficio, al igual que cuando decimos Eduardo rey o Lincoln el presidente. Eduardo no siempre fue rey ni Lincoln presidente. Así, Jesús no fue siempre Cristo; Jesús se ganó el título de Cristo, al llevar una vida muy intensa. En el capítulo 55 del Evangelio Acuariano, encontramos la relación de los acontecimientos que culminaron con su cristianismo, es decir, con su recepción del grado de Cristo. Allí fue coronado por las más altas autoridades de la Tierra. Cristo Rey, o, en otros términos, “el Amo del Amor”, al terminar esta ceremonia, entró en el acto, en el ministerio de Judea y Galilea. Reconoced los hechos de que Jesús fue un hombre y que Cristo fue DIOS, lo que establece el hecho de que Jesús el Cristo fue el DIOSHombre de todas las edades o épocas. Jesús mismo aclaró este punto, de modo que tenemos su testimonio al respecto, pues, un día, hablando en Betania con un grupo de personas que le aclamaban Rey, les dijo, según el Evangelio Acuariano, 68, 10-14: No fui llamado a sentarme en un trono para gobernar como gobierna el César; y bien podéis decir a los gobernantes de los judíos que, en manera alguna, reclamo ese trono. Los hombres me llaman el Cristo, y DIOS me ha reconocido ese título. Pero el Cristo no es un hombre. El Cristo es el Amor Universal y el Amor es el Rey. Este Jesús no es sino un hombre preparado por tentaciones vencidas, por múltiples pruebas, para ser el templo a través del cual el Cristo pueda manifestarse a los hombres. Así pues, oídme, vosotros los hombres de Israel. No miréis mi lado corpóreo, pues ése no es el Rey. Mirad al Cristo interior, que tiene que formarse dentro de cada uno de vosotros, como se ha formado en mí.


145 Cuando hayáis purificado vuestros corazones por la fe, el Rey entrará en ellos y veréis su faz. Veamos ahora lo que significa, realmente, la palabra Cristo. Esta palabra deriva del griego Jristós, que significa “Ungido”. Es decir, el vocablo “Cristo”, en sí mismo, no se refiere a ninguna persona en particular, pues todo ungido es un Cristo. Cuando esta palabra va precedida del artículo “El”, entonces, señala a una persona determinada, que no es otra que uno de los miembros de la Trinidad, esto es, el Hijo, que tuvo la gloria con el Padre-Madre, antes de que los mundos o el universo se hubiera formado. Según las enseñanzas de todos los antiguos maestros, este Hijo es el Amor, de manera que Cristo es Amor y el Amor es DIOS. Otro manuscrito notable, extraído del Archivo Akáshico o Akásico, al que nos referiremos tras esta reseña, da la idea más clara posible del Cristo o Amor de DIOS. Su importancia justifica que lo mostremos a continuación: Antes de la creación, el Cristo caminaba con el Padre DIOS y con la Madre DIOS en Akasha. El Cristo es el Hijo único del DIOS Omnipotente, del DIOS de la Fuerza, del DIOS Omnisciente, del DIOS del Pensamiento, y el Cristo es el DIOS del Amor. Sin el Cristo no hay luz. Por amor se manifestó toda la vida, de modo que, por medio de Él, se hicieron todas las cosas y nada fue hecho en la formación de los mundos y en poblarlos, sin el Cristo. Cristo es el Logos (la Palabra) del infinito, y sólo por medio de la Palabra se manifiestan tanto la Fuerza como el Pensamiento. El Hijo es llamado Cristo, porque el Hijo, el Amor Universal, fue puesto aparte, destinado a ser el Creador, el Amo, el Señor, conservador y redentor de todas las cosas, de todo lo que es y de todo lo que será. Por el Cristo tomaron sus sitios, en sus planos de vida, el protoplasma, la tierra, la planta, la bestia, el hombre, el ángel y el querubín. Por el Cristo ellos se conservan, y si caen, es el Amor el que los levanta, y si se venden al error, es el Amor el que los redime.


146 El Cristo, el Amor Universal, penetra todos los espacios del infinito, de manera que no hay límites para el Amor. A cada mundo, estrella, luna, sol, fue enviado un espíritu maestro procedente de este Amor Divino. Y todos ellos fueron plenamente ungidos con el aceite del servicio y cada uno de ellos llegó a ser un Cristo. Plenamente glorioso en su majestad, es Cristo quien extiende el ropaje puro y blanco del Amor sobre todos los planos de la tierra: es el Cristo de la tierra, del cielo y de los sepulcros. Con el curso del tiempo, el protoplasma, la tierra, la planta, la bestia vendieron al error sus derechos congénitos. Pero el Cristo estuvo presente para redimirlos. Oculto en el sitio más sagrado de todo el Infinito, se encuentra, bajo llave, el rollo que contiene la expresión de los propósitos de DIOS, del DIOS Trino y Uno, y allí leemos: La perfección es la finalidad de la vida. La semilla es perfecta en su vida embrionaria, pero está destinada a desarrollarse y a crecer. Estas semillas que fueron los pensamientos de DIOS, sus visualizaciones, fueron depositadas en el útero de cada plano; semillas de protoplasma, de tierra, de planta, de bestia, de hombre, de ángel, de querubín, y los que sembraron las semillas, por intermedio de Cristo, les ordenaron que crecieran y que, al final, como consecuencia del esfuerzo de innumerables años, regresaran al gran granero del pensamiento, cada una perfecta en su especie. Y en las bendiciones sin confines del Amor, el hombre fue hecho el amo, el Señor del protoplasma, de la tierra, de la planta y de la bestia; y el Cristo proclamó: el hombre tendrá pleno dominio sobre todo lo que esté en esos planos de vida. Y así fue, y quien dio este señorío al hombre, declaró que tenía que ejercerlo por medio del amor. Pero el hombre se volvió cruel y así perdió su poder de gobernar. Entonces, el protoplasma, la planta, la tierra y la bestia llegaron a ser enemigos del hombre. El hombre perdió su herencia, pero el Cristo estuvo presente para redimirle.


147 Pero el hombre había perdido la conciencia de lo que era derecho; ya no podía comprender lo ilimitado del Amor. Ya no pudo ver, sino el egoísmo y las cosas del ego, pero el Cristo estuvo presente para buscar al extraviado y salvarle. Con la finalidad de que pudiera estar cerca del hombre en todos los caminos de la vida y para que el hombre pudiese comprender el espíritu poderoso del Amor, el Cristo de esta tierra, se manifestó a los ojos y a los oídos humanos, encarnándose en personas puras, preparadas durante muchas generaciones para ser morada adecuada del Amor. Así, el Cristo manifestó el poder salvador del Amor. Pero los hombres, pronto, lo olvidaron, de modo que el Cristo tuvo que manifestarse una y otra vez. Y desde que la semilla llamada “hombre” fue depositada en esta tierra y tomó forma corpórea, el Cristo se ha manifestado en forma corpórea, al comienzo de cada edad, al comienzo de cada era. Pero, recordemos el significado de “Archivos Akáshicos” al que nos hemos referido anteriormente. El término “Akasha” es un término sánscrito, que significa “éter”, “espacio” o “cielo”, conociéndosele, también, como la quintaesencia o sonido sagrado. Constituye el quinto de los grandes elementos del Hinduísmo, que son los siguientes: prthivi (tierra), apa (agua), agní (fuego), väyu (aire) y akash (éter). Es decir, el akash sería como una energía unificadora, que se encuentra, de manera inherente, en cada criatura viviente del planeta, así como en los otros cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego, que componen el mundo natural, tal y como lo conocemos. Y según la teosofía, el “Registro Akáshico” sería un lugar, en el universo, donde se acumula toda la información acerca de las reencarnaciones y el karma de cada alma, siendo algo que nos concierne a todos y a cada uno de los que han sido. Con este Archivo Akáshico podemos, pues, viajar hacia atrás en el tiempo o a lo largo del camino de la historia, y ver todo cuanto ha sucedido, no sólo en este mundo, sino también en cualquier parte del universo o mundos habitados por seres inteligentes. Antes de proceder a estudiar, con el mayor detenimiento posible y según las distintas perspectivas posibles, el verdadero significado de algunas de las enseñanzas maestras de Jesús de Nazaret,


148 veamos, una síntesis de las siguientes enseñanzas extraídas de la obra “Las grandes enseñanzas cósmicas de Jesús de Nazaret a sus apóstoles y discípulos que podían captarlas”, de VIDA UNIVERSAL, cuyo estudio, en profundidad, es trascendental para todos los seres humanos, como sigue: Yo soy el Alfa y Omega, el principio y el fin del Universo material y de los reinos de las almas. En Mí y conmigo debéis ir madurando en la vida eterna, en la que Yo en el Padre soy, como también vosotros conmigo, en el Padre sois. Ahí no hay ni principio ni fin, porque DIOS es y nosotros en DIOS somos; pues Yo, el Cristo de DIOS, elevo todo a la luz de la verdad. Yo soy la Vida, Cristo, el Hijo de DIOS. Quien me haga resurgir a Mí, el Espíritu de la Vida, Cristo, en sí mismo, habrá vuelto a hallar su herencia espiritual, que es su vida eterna. Entonces, ese ser vuelve a casa, a DIOS, el Padre eterno, puesto que procede de Él. Todos resucitarán en Mí. A todos los que crean estar perdidos, Yo los encontraré y los débiles se fortalecerán en Mí, pues Yo soy la gloria en el Padre. Él, el gran Uno universal, Me ha encomendado la misión de conducir todo lo que parecía perdido, de regreso al eterno Ser. Siendo Jesús de Nazaret, hablé, sin parábolas, acerca de la ley de la vida, a los que Me podían comprender. Para los que no Me podían comprender, las palabras sagradas eran secretas; por eso, una y otra vez, hablé en imágenes. Sin embargo, ahora ha llegado el momento en que Yo, Cristo, manifiesto a todos la ley de la vida, para que Me encuentren, pues Yo estoy en camino para erigir Mi reino sobre la Tierra. ¡Quien tenga oídos, que oiga! Una nueva humanidad está surgiendo. Yo, Cristo, traigo a los Míos, que, verdaderamente, Me siguen, la reforma interna, la renovación espiritual, para la vida interna. El mundo de los sentidos perece y el mundo espiritual asciende, y con él, todos aquéllos que están orientados hacia Mí, Cristo. Ellos son los nobles, los finos, los que traen la vida interna, la nueva humanidad en Mí, el Cristo. Muchos están centrado en el mundo contemplarán el campo de la


149 Muchos que están centrados en el mundo contemplarán el campo de la muerte y, al final, entrarán con las manos vacías en el reino de la muerte, en el que vivirán en calidad de espiritualmente muertos. Son aquéllos que no han sido capaces de conducir su existencia terrenal y que, en la escuela Tierra, han desperdiciado la ocasión de crecer internamente. El nuevo hombre cultiva la comunidad, pues ha desarrollado el sentido comunitario, el bien común: Uno para todos y todos para Uno. El nuevo hombre en Mí, el Cristo, no conoce la violencia, no conoce la pretensión de poseer ni el afán de poder. Es el portador de la luz, que irradia la luz e inflama con la luz de la verdad a todos los que, verdaderamente, aspiran a la verdad. La nueva humanidad y la nueva Tierra tendrán una vibración, algunos grados más elevada, ya que no podrá ser alcanzada por el que está atrapado por el mundo, el codicioso, el que aspira al poder y al prestigio. Él caerá en su propio oleaje, en el que él mismo ha creado. La nueva humanidad serán los hombres con nobleza espiritual, con valores internos, pues Yo, Cristo, habré resucitado en ellos. El nuevo hombre en la época del Espíritu poseerá la Tierra. El eterno Ser fluye a través de todos los reinos y en la Tierra. Quien ha despertado a la verdad, ha despertado al Ser, a la fuerza creadora y a la vida creadora que traspasa la Tierra, que traspasa a los hombres que ennoblecen sus almas. Estos hombres traen los pensamientos creadores para la nueva Tierra. Captad, vosotros hombres de este tiempo: en cuanto el hombre da la vuelta y renuncia a la agitación materialista, va hacia el interior, al reino del silencio. Cuando, apenas acaba de dar el primer paso, comprende que ya hace tiempo que DIOS, el Eterno, le había preparado este camino. El hombre, que aspira a la veracidad, no supera su yo inferior para su propio provecho, sino para volver a ser divino. Venid todos a Mí, pues Yo soy la Vida que os hace ricos


150 Yo soy la riqueza interna, Cristo, que se regala a vosotros. Abrid vuestros corazones y os volveréis hombres que piensan con el corazón, que miran hacia adentro y, de ese modo, hacen venir a la Tierra el reino del interior. Yo soy el reino del interior. Por eso, id hacia vuestro interior y sabed: cada uno de vosotros es un templo del Espíritu Santo. Purificad el templo y, entonces, estaréis santificando vuestras sensaciones, pensamientos, palabras y obras, y seréis el nuevo hombre, que no piensa de forma estática sino dinámica, y que traspasa las tres dimensiones, porque es hijo del Universo, el hijo y la hija de DIOS, quienes viven la filiación divina, como hijo e hija de DIOS, ya que viven en DIOS, su Padre. Yo soy todo en todo. Contempla el arbusto y Me encontrarás. Alza la piedra y Me encontrarás. Mira los astros y Me percibirás. Mira en lo profundo del hombre y te encontrarás a ti mismo, y, por lo tanto, a Mí, Cristo, el Yo divino que está en ti. Contempla al animal y Me encontrarás. Siente el viento y Me percibirás. Contempla la gota de agua y te contemplarás a ti en Mí. Pues Yo soy la Vida en todo, y tú eres la vida en todo, y todo está en Mí, y todo está en ti. Estamos unidos en Él, el gran Uno universal, que es, eternamente, la corriente del Ser y el Ser personificado. En lo que ves, ahí estoy Yo. En lo que oyes, ahí estoy Yo. Yo soy todo en todo, la totalidad. Si has despertado a la totalidad, eres el Ser. Ves en profundidad el Ser, oyes el Ser y hablas el lenguaje del Ser. Me ves, Me oyes y Me hablas a Mí, pues Yo soy la totalidad en ti. Yo soy la totalidad en tu prójimo, en ti, en la flor, en la hierba y en la piedra. Yo soy tuyo y tú eres Mío. Yo soy el Universo y tú eres el universo en Mí. No preguntas, pues sabes. No miras, pues ves en profundidad y no escuchas, pues oyes y sabes. No mires nunca hacia afuera. La luz está dentro de ti. En ti está la verdad, que sabe todas las cosas, que conoce a todos y todo. No necesitas volver la cabeza para mirar a tu prójimo, no necesitas


151 contemplar las cosas desde fuera, ya que lo que es está dentro de ti. Todo lo que ves, es sólo el reflejo de la verdad, por cuanto no representa la verdad absoluta. Lo que está dentro, en ti, la luz, la verdad, lo que eres en el Ser puro, como ser en DIOS, ha tomado en el Cielo aspecto y forma en la sustancia más pura. Lo que está en lo más interno de tu alma encarnada, en el origen primario del alma, es la luz que no puede cargarse, la verdad eterna. Es y será el Ser, eternamente. Sólo una cantidad dada de energía divina fue transformada, por abandonar un ser a DIOS, en energía de la Caída, de la cual se formaron reinos de la Caída, seres de la Caída y hombres. Esta cantidad de energía divina fue dada por el Eterno a los seres que cayeron, posteriormente, para mantener su vida. Es energía divina degradada. Por eso, la materia y todas las energías degradadas son, solamente, un reflejo del Ser puro. Quien vive en lo más interno, en DIOS, es divino. Él irradia la ley eterna, lo puro, lo bello, lo fino, el amor absoluto, el Ser que es. La ley eterna, lo puro, lo noble, lo bello, lo fino, el amor absoluto, irradia, entonces, lo que emana de quien está pleno de DIOS, a su vez, sobre él, traspasándolo. En el Ser, que es eternamente, viven los seres puros, y tienen su existencia en el eterno Ser, porque ellos mismos son el eterno Ser, la ley eterna, DIOS: la pureza, la belleza, la libertad, lo noble y lo fino, el amor desinteresado. Los seres puros son el Ser en la corriente universal, en DIOS, en el Ser. Las almas cargadas en los ámbitos de purificación, y las almas cargadas que se hallan encarnadas, los hombres, no viven en calidad de Ser, ni se mueven, tampoco, en la corriente del Ser. Quien no vive en DIOS, vive en el mundo creado por él mismo, que está formado por sus sensaciones, pensamientos, palabras y actos humanos, a los que él llama su “Ser” y su “Yo”. Este es el pequeño mundo del yo humano.


152 En este pequeño mundo vive y se mueve, creyendo tener, únicamente, ahí su existencia, viendo, entonces, sólo con los ojos de su pequeño mundo, que puede compararse con un capullo. Por eso, también, ve sólo el pequeño mundo de capullo de su prójimo. Ve, solamente, la superficie de la vida, el reflejo, porque vive, sólo, en lo externo y se mueve, sólo, en su pequeño mundo, en su capullo, que él mismo ha tejido con sus sensaciones, pensamientos, palabras y actos negativos. Ese es su estado de consciencia. Los hilos del pequeño mundo de capullo son, en cierto modo, las paredes hacia las que mira y a las que califica de “la verdad”. Ya que sólo mira hacia las paredes de su pequeño mundo propio, también ve sólo las paredes del pequeño mundo de su prójimo. Por consiguiente, ve, solamente, en el espejo de la verdad y no ve, en profundidad, la verdad misma. Habla de la verdad y se refiere, con ello, al reflejo de la verdad, a lo que él mismo ha introducido, a aquello con lo que se ha envuelto a sí mismo, a aquello en lo que cree, y porque sólo ve eso. Él cree, en consecuencia, sólo lo que ve y lo llama la verdad. En todo el universo, sólo, existe un principio: emitir y recibir. Cada cual se emite a sí mismo, es decir, lo que él es, su forma de sentir, pensar, hablar y actuar. El ser que es puro vive y obra en y a partir de la ley pura eterna, es decir, la ley universal. El impuro vive en su pequeño mundo, creado por él mismo, que está compuesto por sus impurezas, es decir, por la basura de sus sensaciones, pensamientos, palabras y actos. En su mundo de capullo vive y se mueve, siente, piensa, habla y actúa, tal como él mismo es; de lo que está compuesto, a su vez, su mundo de capullo. El hombre que se ha cargado, negativamente, puede compararse a una oruga. El hombre cargado, o sea, la oruga, se va envolviendo en el capullo de su pequeño mundo hasta que comprende que tiene que salir del capullo, es decir, desarrollarse, para volverse una mariposa, es decir, un ser de la luz que vive y se mueve en la ley universal eterna de DIOS, y tiene en el Eterno su existencia eterna,


153 en el principio universal, que es, y que se denomina a sí mismo, el Yo divino: lo puro, lo fino, lo noble, lo bello, el amor desinteresado, la ley universal, lo absoluto, el eterno Ser y la verdad eterna. Por ello, toda oruga tiene que desarrollarse, es decir, desenrollar aquello con lo que se ha envuelto, para reconocerse en ello, para arrepentirse de lo reconocido, pedir perdón y perdonar, así como no volver a hacer lo reconocido. Entonces, se disuelven los hilos de su capullo; se derrumban los muros a los que el hombre había mirado hasta la fecha y que él llamaba la verdad, esto es, el pequeño mundo de su yo, que, sólo, era el reflejo de la Verdad. Entonces, el alma luminosa y el hombre orientado hacia el interior, hacia el Santísimo, contempla en sí mismo, al eterno Ser, la verdad eterna. El eterno Yo divino es la verdad. Quien ha llegado a ser la verdad, se hace él mismo la verdad, el Yo divino, el Ser, el Yo Soy, la ley eterna del amor. Con los ojos de la verdad, el hombre, también, contempla en sí mismo lo que hay en el exterior. Penetra el reflejo de la verdad y, en todos los hombres, acontecimientos, conversaciones y sucesos, puede contemplar la verdad. Ve con los ojos de la verdad, también, lo falso. No puede ser engañado, porque él es la verdad y ve, en profundidad, con los ojos de la verdad, y todo lo que dice, lo conversa y lo lleva a cabo en la verdad. Él es, por tanto, la verdad, que es la ley eterna del universo, en la que vive, en la que se mueve, de la que toma y con la que obra. Él es la verdad, la ley, en toda sensación, en todo pensamiento, en toda palabra y en todo acto o acción. Toda vez que la verdad, el Ser, la ley eterna está en ti y lo verdadero, lo eterno, toma forma y aspecto, primero en ti, y tan sólo luego, en el exterior, en tu entorno y en el mundo, tienes que vivir en ti, en el Santísimo que habita en ti.


154 Por consiguiente, comprende que tú eres el templo del Uno, Santo, que habita en ti. Ten presente la siguiente frase de la verdad y vive de acuerdo con ella: Habita en ti, pues tú eres el templo del Uno, Santo, que habita en ti. “Habita en ti” significa lo siguiente: No permitas ningún pensamiento humano que sea egoísta. Toda tu forma de sentir, pensar, hablar y obrar, elévala a DIOS. Habla, sólo, cuando se te pregunte, y, entonces, exclusivamente, conforme a la ley eterna del orden del templo, ni demasiado ni demasiado poco; la medida está en ti. O habla cuando sea importante para tu prójimo, cuando puedas darle dones de la vida. No preguntes por curiosidad, si es posible, no preguntes en absoluto; pues, lo que hayas de oír y saber, te lo hará llegar Aquél que habita en ti. Y cuando tu prójimo, junto a ti, esté absorto en meditación o en pensamientos, no le dirijas la palabra para explicarle tu sabiduría humana, pues no sabes dónde se halla en ese momento, con qué o con quién está en comunicación. No molestes a tu prójimo y, entonces, tú tampoco será molestado nunca, porque te habrás convertido en la atención misma. Y cuando tu prójimo esté comiendo o trabajando, no le molestes, a no ser que tengas que comunicarle algo importante o esencial, pues tú no sabes con quién o con qué está él en comunicación. No desperdicies energía, pues, con ello, debilitas tu alma y tu cuerpo. A la vez, abandona los lugares sagrados en lo más interno de ti, la Divinidad en ti, y te sitúas fuera de ti. Entonces, empiezas a apoyarte en el templo de tu prójimo y comienzas a exigir, porque la energía de tu alma y tu energía física disminuyen. Quien no habita en su templo, olvida, paulatinamente, que él mismo es el templo del Espíritu Santo, porque ya no respeta el orden del templo, que dice:


155 Permanece en ti. En el Santísimo experimentas y recibes todo, para ti y para tu prójimo. En ti percibes todo lo que has de decir o no decir. En el Santísimo, en ti, recibes, también, las fuerzas para tu trabajo cotidiano. Quien no mantiene puro su propio templo, construye templos externos o los sustenta con su energía, en forma de asentimiento a ritos, dogmas y cultos, y con sus talentos y monedas. Entonces, se convierte en prisionero de un orden que no es el orden sagrado, es decir, DIOS. Quien en DIOS o en su templo, se halla en casa, está viviendo en lo más interno, en lo más sagrado, y nunca penetrará en el templo de su prójimo ni lo ultrajará. Por consiguiente, nunca penetres en el templo de tu prójimo con tus deseos obstinados, con tu querer, con tus ideas, opiniones y conceptos. Nunca obres de forma determinante o exigente sobre tu prójimo, y tampoco lo obligues a hacer tal o cual cosa. Si él satisface tu apremio, únicamente, para hacerte un favor o para que le dejes tranquilo, te habrás convertido en ladrón y saqueador, pues le habrás robado una parte de su fuerza de vida. Respeta el templo de tu prójimo, pues, también él ha de aprender el orden del templo y, a través de sus debilidades y errores (que, sólo, ve si no le impides ver), reconocerse y purificar aquello de lo que es consciente, para poder entrar, igualmente, en el Santísimo, en su templo, que se va purificando cada vez más. Si tienes en cuenta las legitimidades del orden del templo, te respetarás a ti mismo y respetarás a tu prójimo. Quien no se respeta a sí mismo, tampoco respeta a su prójimo, porque él mismo no respeta el orden del templo, la ley del templo. El orden del templo es la ley del templo; es la ley eterna sagrada, es la vida en DIOS y con DIOS. Quien respeta la ley del templo, eleva sus sentimientos, sus sensaciones, sus pensamientos, sus palabras y actos a DIOS, y así,


156 está colmado de DIOS. Y lo que siente, piensa, habla y lleva a cabo contiene fuerza divina. Quien respeta la Ley o a DIOS, es uno con su prójimo y con todo lo que es, porque aquél que respeta la ley eterna, es el Ser. ¡TEN PRESENTE QUE TÚ ERES EL TEMPLO VIVO DE DIOS! Veamos a continuación el significado místico o espiritual de la maravillosa oración, llamada “El Padre Nuestro”, de la que hace una interpretación maravillosa la obra “El Sermón de la Montaña” de Emmet Fox, editada por Ediciones Obelisco, que nos enseñó Jesús de Nazaret, como sigue: El Padre Nuestro Esta oración es la más importante que nos legó Jesús el Cristo, que representa una fórmula compacta para el desarrollo del alma. Debemos resaltar que la compuso de tal forma que sería válida, a través de todas las épocas, sin requerir modificación alguna, es decir, nos ha llegado en toda su pureza prístina. Puede dividirse en siete cláusulas, lo que resulta muy característico de la tradición oriental, ya que el número siete simboliza la perfección del alma individual, al igual que el número doce simboliza la armonía de todos los miembros de un grupo. Existe, no obstante, una octava cláusula añadida, que no constituye, en realidad, parte de la Oración, cuando se dice “porque Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, por los siglos de los siglos”. Las siete cláusulas son las siguientes: 1) 2) 3) 4)

Padre nuestro Que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad, como en el Cielo, así en la Tierra 5) Danos, hoy, nuestro pan de cada día 6) Y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden 7) Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.


157 1) Padre nuestro: Constituyen estas dos palabras todo un sistema de teología completo, pues nos muestra la naturaleza y el carácter de DIOS. Jesús establece, con ello, la relación existente entre DIOS y el ser humano, que es la de Padre e hijo. Resulta muy elocuente lo que dijo, también, Jesús: “Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡ tanto más vuestro Padre, que está en los Cielos, dará cosas buenas a quién se las pida! Es una ley cósmica que “de tal padre, tal hijo”, y así como DIOS es Espíritu divino, el hombre debe ser, esencialmente, también Espíritu divino, aunque las apariencias parezcan decir otra cosa. Con esta manifestación Jesús eliminó, de un plumazo, casi toda la vieja teología, donde aparece un DIOS vengativo, que amenaza con el fuego eterno del infierno, las almas predestinadas y otras creaciones horribles, cuando, en realidad, DIOS es todo Amor, debiendo descartarse la causa fundamental del sufrimiento humano, que es lo contrario, el Temor. Así mismo, al decir Jesús: “Padre nuestro” y no “Padre mío”, nos indica, sin lugar a dudas, que existe una auténtica fraternidad entre todos los seres humanos. También establece Jesús que lo que señala la posición de un ser humano es la condición espiritual de su propia alma, sin que haya diferencia alguna respecto a nacionalidad, sexo, condición social, etc. En definitiva, somos todos, en verdad, y en un sentido más literal de lo que pueda pensarse, miembros de un solo Cuerpo. 2) Que estás en el Cielo. Habiendo demostrado que DIOS y el ser humano son Padre e hijo, nos explica que es propio de la naturaleza de DIOS estar en el Cielo, en tanto que, al ser humano le corresponde estar en la Tierra, ya que DIOS es la causa y el ser humano es su manifestación en el mundo físico.


158 Conviene observar que, metafísicamente hablando, la palabra “Cielo” en este contexto, significa “la Presencia de DIOS”, que es omnipresente, y es el Infinito, la Causa perfecta de todas las cosas, que debe ser expresada, y por ello, DIOS se expresa a Sí mismo, por medio del ser humano. Así, el destino del hombre es expresar o manifestar la gloria de DIOS en su vida. Cuanto debemos saber es que DIOS está en el Cielo y presente en todo el universo (aunque, también, está presente en nuestro interior) y que nosotros estamos en la Tierra, teniendo cada uno su propio papel, dentro del orden universal. Aunque somos Uno, no somos idénticos, de ahí que Jesús estableciera, de manera diáfana, tal distinción al pronunciar las palabras “Padre nuestro, que estás en el Cielo” 3) Santificado sea Tu Nombre. Su sentido terminológico es el de “santo”, “sano” o saludable”, y dada la naturaleza del Padre, es digno de nuestra veneración, por ser plenamente santo, perfecto y bueno, y de DIOS sólo puede provenir el bien perfecto, de manera que debe descartarse que Él pueda enviar la enfermedad, la adversidad o la muerte a los seres humanos, pues todo ello contradice su naturaleza. Por consiguiente, el verdadero significado de “Santificado sea Tu Nombre” es el de “Tu naturaleza es, esencialmente, buena y sólo Tú eres autor del bien perfecto”. Así, cuando nos convencemos de que las desgracias o dificultades no son más que producto de nuestra propia creación, más fácil resultará superarlas, confiando en la bondad de DIOS. 4) Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad, como en el Cielo, así en la Tierra. El ser humano es una conciencia individualizada, ya que, como ya se ha dicho en el Capítulo I. Concepto de DIOS, en la Primera Parte de esta obra, DIOS se individualiza en infinitos puntos focales de conciencia, siendo todos distintos unos de otros. En consecuencia, cada conciencia individual


159 está dotada de una capacidad diferente de percepción para apreciar el universo.

Pensemos que el término “individuo” significa, en realidad, “indiviso”, de manera que aunque la conciencia de cada ser es distinta de la de DIOS y de los demás, sin embargo, no pueden separarse, ya que constituyen el Uno. La razón de ello es que, no siendo posible, en el plano material dicha separación, por ser limitado o referirse al mundo relativo, sí lo es en el reino de lo absoluto o mundo espiritual, que es infinito. Con nuestra conciencia presente, limitada y tridimensional, no podemos percatarnos de esto, pero, utilizando la intuición, sí podemos comprenderlo, a través de esta maravillosa Oración. Si DIOS no se individualizara, sólo existiría una sola experiencia, pero, ciertamente, hay tantos universos como individuos, que sí pueden experimentarlo. Cuando se dice “Venga Tu Reino”, se quiere decir que debemos ayudar a establecer el Reino de DIOS en la Tierra, manifestando, en este plano terrestre, las ideas de DIOS. Es absolutamente cierto que DIOS tiene un plan para cada conciencia o ser individual. Si descubrimos este plan y lo llevamos a término, desaparecerán todos los obstáculos, alcanzaremos el verdadero éxito, satisfaremos, ampliamente, nuestras necesidades materiales y seremos gloriosamente felices. Por consiguiente, nuestro verdadero lugar en el universo es aquél en que pongamos de manifiesto el Reino de DIOS, y poder decir de corazón “Venga Tu Reino”. También resulta cierto que cuando abusamos de nuestro libre albedrío, intentando actuar sin contar con DIOS, las consecuencias que se derivan de ello son atraer todos los males, tales como las enfermedades, la pobreza, el pecado e incluso la muerte física.


160 En otras palabras, debemos armonizar nuestra voluntad con la de DIOS, manteniendo una continua comunión espiritual con Él, diciendo “Hágase Tu Voluntad”, y no la mía. No olvidemos que se puede vivir ya, en el plano material, en el Paraíso o el llamado “Cielo”, si hemos llegado a la unidad consciente con la Voluntad divina, que el Purgatorio no es más que el estado del alma que lucha por pasar de un estado inferior a otro superior, y, finalmente, se vive en el Infierno, cuando el alma intenta vivir sin DIOS (conviene observar que empleamos el verbo “vivir”, porque sería, totalmente, inadecuado, emplear la palabra “estar”, ya que los términos “tiempo” y “espacio” pertenecen al mundo relativo y no al mundo espiritual o reino de lo absoluto). 5) Danos, hoy, nuestro pan de cada día. Si lo pedimos con fe y conocimiento interno, no será en vano, pues DIOS sólo desea que nuestras vidas sean sanas, felices y ricas en experiencias; que progresemos, libremente y de forma continuada, en el camino de la perfección. Por ello, cuando hablamos de “pan”, en realidad, nos referimos a poder cubrir todas nuestras necesidades materiales, reconociendo a DIOS, como la única fuente de nuestro bien, por ser el Autor de la vida. Toda vez que todo proviene de DIOS, mediante la comunión espiritual diaria, comprendemos que es Él el único dispensador de todos los bienes que recibimos, a través de infinitos canales o instrumentos suyos, de tal manera que, si nuestra confianza está puesta sólo en DIOS, como fuente de todos los recursos, entonces, la ayuda nos llegará de alguna parte o a través de cualquier canal, de manera fácil o inmediata, siendo indiferente el canal utilizado por DIOS, para satisfacer, plenamente, nuestras necesidades, en este plano material. Al orar diciendo “nuestro pan de cada día”, significa la realización de la Presencia de DIOS, esto es, la seguridad de que Él es perfectamente bueno, omnipotente, sabio y misericordioso, y, por ello, no tenemos nada que temer,


161 porque confiamos en Él y Él se encargará de nosotros, en todos los aspectos, guiándonos, por la vida, para que no nos falte nada y lleguemos a alcanzar la perfección, como Él es perfecto. Esta realización es la sustancia de las cosas que nos esperan, la demostración de las cosas que no se ven. Es el Pan de Vida, el maná oculto, de forma que, cuando se tiene, se poseen todas las cosas, en realidad. A esto se refiere Jesús, al referirse al pan, como alimento material que nutre el cuerpo físico, pero mucho más importante como alimento del alma. Es importante percibir, dentro de nosotros, la Presencia divina, para lograr un sentimiento de seguridad y bienestar, y esto, nadie puede hacerlo por nosotros, y, por ello, el acto de ver en espíritu “la sustancia y demostración” de la Presencia divina, no puede cumplirse, sino por nosotros mismos, aquí y ahora. Pensemos que el arte de la vida consiste en vivir, en el presente, haciendo cada momento actual tan perfecto como sea posible, considerándonos a nosotros mismos como expresión o manifestación misma de DIOS. 6) Y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Aquí Jesús nos dice que para que DIOS perdone nuestros pecados u ofensas, debemos perdonar, también, a los que nos ofenden. El perdón de los pecados es el problema central de la vida, ya que el pecado es una sensación de estar separados de DIOS, constituyendo la mayor tragedia, en toda experiencia humana, en tanto que la Verdad del Ser es que todo es Uno. Nuestro ser real es Uno con DIOS, inseparable de Él, expresando sus Ideas, testificando su Naturaleza y el Pensamiento dinámico del Espíritu. Y como todos somos Uno con el Todo, del que somos una parte infinitesimal, desde la óptica espiritual, de ello se infiere que, también, somos uno con todos los seres humanos, sin distinción alguna.


162 Precisamente, porque en Él vivimos, nos movemos y somos, todos nosotros somos, en un sentido absoluto, esencialmente uno (compárese con cada una de las células que constituyen nuestro cuerpo humano). Al igual que debemos perdonar a todo aquél que nos haya ofendido, de alguna manera, también, hemos de liberarnos de todo sentimiento de propia condenación o remordimiento, pues, habiendo perdonado a los demás, hemos de estar preparados para otorgarnos nuestro propio perdón, porque rehusar hacerlo implica sentir “orgullo espiritual”. Debemos tener en cuenta que, si bien no estamos obligados a sentir amistad por nadie, sí que estamos obligados a amar a todos, incondicionalmente, lo que representa un sentimiento activo e impersonal. 7) Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. A medida que vamos progresando en el terreno espiritual, las tentaciones que nos acechan en el camino se hacen más sutiles, por cuando debemos estar siempre vigilantes, incluida la tentación de luchar por la propia gloria, en lugar de ensalzar a DIOS, ya que la suprema flaqueza de un corazón noble es el caer en el pecado del llamado “orgullo espiritual”. Debemos considerar que cuanto más sabemos, en el terreno espiritual, mayor es nuestra responsabilidad y sentido de culpa. Por ello, debemos, de manera sabia, propagar el conocimiento de DIOS, entre todos los seres humanos, a fin de que todos sepan lo necesario para progresar, espiritualmente, abandonando nuestra indiferencia o egoísmo, a lo que somos todos tentados, habitualmente. Lo que Jesús quiere decirnos con esta cláusula, es que debemos pedir a DIOS, que se nos libre de toda tentación que resulte demasiado fuerte para nosotros, habida cuenta de nuestro nivel de evolución espiritual que hayamos alcanzado. Si somos sensatos, orando, cada día, con sabiduría, inteligencia y pureza, bajo la guía del Espíritu Santo, nunca estaremos en presencia de ninguna dificultad, contra la cual


163 no tengamos nuestros propios recursos para vencerla adecuadamente. Vamos a analizar, seguidamente, el sentido místico de las Bienaventuranzas, en clave o interpretación del Espiritismo, en clave o interpretación Espiritual o Metafísica, según se expone en la obra de Emmet Fox, a que hemos aludido en el apartado anterior, al analizar “El Padre Nuestro” y en clave o interpretación Oriental, según queda, bellamente, analizado en la obra “El Yoga de Jesús”, por el gran gurú Paramahansa Yogananda, en su legado espiritual, editado por Self-Realization Fellowship. El Sermón de la Montaña queda sintetizado en las Ocho Bienaventuranzas, que representa una sinopsis espiritual, que mejor refleja la enseñanza espiritual de Jesús (Mateo, V 1-12) y que nos recuerda los Ocho Caminos o Sendas del Budismo (véase el Capítulo II de la Segunda Parte de esta obra), así como los Diez Mandamientos, a que alude el Antiguo Testamento de la Biblia, por todos conocido. Las Bienaventuranzas Según Mateo, V 1-12, Jesús, viendo a la muchedumbre, subió a un monte y sentándose, se acercaron a él sus discípulos. Y abriendo la boca, les enseñaba, diciendo: 1. Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 2. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 3. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. 4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.


164 6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a DIOS. 7. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de DIOS. 8. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y digan de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vosotros sois grandes en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros. 1. Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. a) En clave o interpretación del Espiritismo. Al hablar Jesús de “pobres en espíritu”, no se refiere a aquéllos que tengan poca inteligencia, sino a los humildes y los que no son orgullosos. Generalmente, las personas cultas tienen una opinión tan elevada de sí mismos, así como de su superioridad, que no consideran las cosas divinas dignas de su atención. De ahí que lleguen, incluso, a negar la Divinidad y todo aquello que no comprenden, bastándose a sí mismos para gobernar el mundo, sin necesitar la ayuda de DIOS. No admiten el mundo invisible y a los que creen en Él los llaman “pobres de espíritu”. Al expresar Jesús que el reino de los cielos es sólo para los simples, entiende que nadie será admitido allí, sin la simplicidad del corazón y la humildad del espíritu, esto es, que el ignorante que posea estas cualidades será preferido al sabio, que cree más en sí mismo que en DIOS.


165 Jesús coloca a la humildad en la categoría de las virtudes que acercan a DIOS, y al orgullo entre los vicios que le alejan de Él, y, todo ello, por una razón muy natural: porque la humildad constituye un acto de sumisión a DIOS, en tanto que el orgullo supone una sublevación contra Él. Por consiguiente, lo mejor para la dicha futura del ser humano es ser “pobre en o de espíritu”, en el sentido del mundo, y rico en cualidades morales. Así, Jesús toma a un niño como ejemplo de simplicidad de corazón, diciendo: Que aquél que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Es decir, aquél que no abrigue ninguna pretensión de superioridad o infalibilidad. La misma idea fundamental vuelve a encontrarse con esta otra máxima: El que quiera hacerse grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, o bien, cuando dice: El que se enaltece será humillado, y el que se humilla, será enaltecido. El Espiritismo sanciona la teoría de que los grandes y poderosos del mundo o de la Tierra, en general, serán los más pequeños en el mundo espiritual y viceversa, habida cuenta de que los humildes, al morir, constituyen la auténtica grandeza en el cielo y que no se pierde jamás, que son “las virtudes”, en tanto los poderosos y soberbios han dejado aquello que los hacían grandes en la Tierra, y que no pueden llevarse: la fortuna, los títulos, el linaje y la gloria, llegando al mundo espiritual, despojados de todo, como un náufrago que ha perdido hasta su ropa. Si les dominaba el orgullo y la ambición, en la existencia siguiente serán rebajados a la última categoría, lo cual constituye la ley de causa y efecto, la ley cósmica o ley del karma. Los espíritus nos transmiten, entre otras cosas, a este respecto, lo siguiente: “Acordaos de Aquél que nos trae la salvación. Recordad su humildad, que tan grande lo hizo y que lo ha colocado por encima de todos los profetas”.


166 “Caridad y humildad son los títulos de nobleza de los pobres en espíritu; por consiguiente, obrad siempre el bien con humildad, pues el orgullo es la fuente de todos vuestros males”. “Cuán poca cosa son las vanidades y grandezas de tu existencia pasajera, si se las compara con la eternidad”. Respecto a la misión del hombre inteligente en la Tierra, nos dicen los espíritus: “No os sintáis orgullosos de lo que sabéis, porque la sabiduría tiene fronteras muy limitadas en el mundo en que habitáis. Aun suponiendo que seáis una de las cumbres de la inteligencia de este mundo, no tenéis ningún derecho a envaneceros de ello. Si DIOS, en sus designios, os ha hecho nacer en un medio en que habéis podido desarrollar vuestro intelecto, es porque quiere que lo empleéis en pro del bien de todos, por cuanto es esa una misión que os confía, al poner en vuestras manos el instrumento, con cuya ayuda, podréis desarrollar, a vuestra vez, las inteligencias atrasadas de otros y conducirlos hacia DIOS. Si todos los hombres que están dotados de inteligencia la utilizaran conforme a las miras de DIOS, fácil sería la labor de los Espíritus de hacer progresar a la humanidad. Por desgracia, muchos la convierten en un instrumento de orgullo y perdición para sí mismos, abusando de su inteligencia. b) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. Recordemos que la oración es el único modo de renovar nuestra comunión con DIOS, y si pudiéramos realizar, con plenitud, la presencia de DIOS, se produciría un cambio radical y dramático en nuestro carácter, en un abrir y cerrar de ojos, transformando nuestro modo de pensar, nuestros hábitos y nuestra vida entera. Para Jesús, la oración es tan transformadora que supone, incluso, “nacer de nuevo”. En efecto, dado que la persona se convierte en otro ser, es lo mismo que si naciera de nuevo. La palabra “oración” incluye toda forma de comunión con DIOS, así como todo esfuerzo encaminado a ese fin, ya sea vocal o puramente mental.


167 Cuando la oración es eficaz, la Presencia de DIOS se realiza en nosotros, que es el secreto de nuestra curación y la curación de otros, también. Así mismo, obtenemos aquella inspiración que es la vida del alma y la causa de nuestro desarrollo espiritual. En lenguaje metafísico, sabemos que la palabra “pan” tiene un significado mucho más amplio, abarcando, no sólo cualquier alimento para el cuerpo físico, sino todas las cosas que necesita el ser humano, desde dinero, ropa, albergue hasta educación, amistades, y sobre todo, cosas espirituales, como la percepción, la comprensión y sobre todo, realización espiritual. La palabra “prosperidad”, tal como se usa en la Biblia, que es un texto de metafísica, significa eficacia u obtención de respuesta a la oración, toda vez que, si alcanzamos tal respuesta, es natural, también, que todas nuestras necesidades materiales sean satisfechas igualmente. El significado de “pobre en espíritu” es haber renunciado a toda idea preconcebida para buscar a DIOS de todo corazón. El que es pobre en espíritu está dispuesto a dejar de lado su modo de pensar actual, sus ideas y prejuicios, e incluso, su forma de vivir actual, si fuera necesario. En realidad, rechazamos la salvación que Jesús nos ofrece, que no es otra cosa que darnos la oportunidad de encontrar a DIOS, debido a que tenemos “grandes posesiones”, que no implica, necesariamente, ser ricos, materialmente hablando, sino tener opiniones preconcebidas, orgullo intelectual y espiritual como consecuencia de méritos académicos, hábitos de vida con los que nos sentimos cómodos, grandes dosis de egoísmo y presunción, prestigio social, etc. Es decir, todas estas “posesiones” que nos encadenan al suplicio que implica estar separados de nuestro Padre DIOS y que los pobres en espíritu no sufren ninguno de estos impedimentos, bien porque no los han tenido nunca, o bien porque se han elevado hacia un plano superior, gracias al influjo de la comprensión espiritual.


168 c) En clave o interpretación Oriental. Esta misma Bienaventuranza, según Lucas 6:20, reza como sigue: Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: “Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de DIOS”. La palabra “pobres”, en sentido bíblico, significa estar desprovistos de todo adorno superficial externo, en relación con la riqueza espiritual y la expresión “pobres de espíritu”, significa el haberse despojado de su propio ser interno, su espíritu, del deseo y el apego a los objetos materiales, las posesiones terrenales, los amigos de mentalidad mundana y el amor humano egoísta. Lo que quiere decir, en realidad, es que no debemos conformarnos con las posesiones materiales, en lugar de lograr la abundancia espiritual. Las personas, ricas en cuanto a lo material, pueden ser pobres, en cuanto a su desarrollo espiritual interior, si su opulencia provoca el hartazgo de los sentidos, en tanto que quienes han elegido ser “pobres”, en sentido material, es decir, aquéllos que han simplificado las condiciones externas de su vida para dedicarle su tiempo a DIOS, cosecharán beneficios espirituales y un grado de plenitud, que ningún tesoro de este mundo podrían comprar jamás. Jesús elogió, de esa manera, a las almas que son pobres de espíritu, al estar, completamente, libres del apego a la fortuna y a las metas mundanas personales, y haber preferido la búsqueda de DIOS y el servicio al prójimo, al decir: “Sois benditos a causa de vuestra pobreza. Ésta os abrirá las puertas del reino de DIOS, quien todo lo provee y os aliviará, tanto de las necesidades materiales como de las espirituales, para toda la eternidad. ¡Bienaventurados los que tenéis carencias y buscáis a Aquél que es el único que puede aliviar vuestras deficiencias para siempre! Cuando el ser humano renuncia, mentalmente, al deseo por los objetos de este mundo, porque sabe que son


169 ilusorios, perecederos, engañosos e impropios del alma, comienza a hallar el verdadero gozo, en la adquisición de esas cualidades espirituales, que le satisfacen de manera permanente. Y así, al llevar, con humildad, una vida de simplicidad externa y de renuncia interior, saturada del gozo y la sabiduría celestiales del alma, el hombre devoto, finalmente, hereda el reino perdido de la bienaventuranza eterna. 2. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. a) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. La voluntad de DIOS es, siempre, que los seres humanos sean plenamente felices, si bien el dolor y el sufrimiento, muchas veces, son muy útiles, porque es en esos momentos, cuando buscamos la Verdad. Es decir, todos debemos alcanzar la comprensión de la Verdad, que nos liberará, para siempre, de las limitaciones de nuestro mundo tridimensional, así como del pecado, la enfermedad y la muerte. La realidad es que no es necesario sufrir desgracias para buscar la Verdad, ya que si vamos, directamente, en busca de DIOS, entonces, las desgracias no tienen por qué producirse. Por consiguiente, siempre será posible elegir (ahí se pone de manifiesto el libre albedrío del que nos ha dotado DIOS) entre aprender a través del desarrollo o evolución espiritual, o mediante dolorosas experiencias, de manera que si alguien elige este último camino, es él el único culpable de la situación resultante. Por ello, debemos llegar a conocer nuestra auténtica naturaleza y volvernos hacia DIOS, con lo que gozaríamos de perfecta salud, en todo momento, no haciéndose necesaria la enfermedad. Debemos emplear bien nuestros recursos actuales, sin acumular riquezas debido a nuestro egoísmo, reconociendo que todo pertenece a DIOS, y nosotros no somos más que meros gestores suyos.


170 El sentido místico del término “consuelo” en la Biblia es ”Presencia de DIOS”, de manera que si llegamos a sentirlo, dentro de nosotros mismos, significará el fin de nuestros llantos o lamentos, pues DIOS siempre consuela a aquéllos que lloran o se lamentan, sin vivir, con plenitud, dentro de su infinito Amor. b) En clave o interpretación Oriental. En el evangelio de Lucas 6:21 se dice: “Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis”. Es decir, “Bienaventurados los que lloran por la realización de DIOS ahora, porque, gracias a ese anhelo vehemente, la alcanzarán. Con el deleite del siempre nuevo gozo hallado en la comunión divina, reirán y se regocijarán durante toda la eternidad”. Jesús se refería a la melancolía divina, que surge cuando uno toma conciencia de encontrarse separado de DIOS, lo cual crea, en el alma, un insaciable anhelo de reunirse con DIOS. Es decir, que aquéllos que claman a DIOS, que lloran, en todo momento, por Él, con fervor siempre creciente en la meditación, hallarán consuelo en la revelación que DIOS nos hace en esta Bienaventuranza. Los hijos de DIOS, que son, espiritualmente, negligentes, soportan los dolorosos traumas de la vida con resignación derrotista y resentimiento, en lugar de pedirle a DIOS la ayuda necesaria. El ser obstinado, que clama, sin cesar, para obtener el conocimiento espiritual, es quien atrae, por fin, la respuesta de la Madre divina. La Madre misericordiosa acude ante la llamada persistente de su hijo, concediéndole sabiduría y amor, que se revela a través de la intuición del alma, sin que ningún otro consuelo pueda mitigar, al instante, la aflicción de incontables encarnaciones en todo el universo. Aquéllos, cuyos lamentos espirituales pueden ser aplacados mediante satisfacciones de naturaleza material, volverán a sufrir cuando les sean arrebatados, por exigencias de la vida o de la muerte. En cambio, quienes


171 claman por la Verdad y por DIOS, recibirán consuelo para siempre. 3. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. a) En clave o interpretación del Espiritismo. Con estas máximas Jesús convierte en ley la dulzura, la moderación, la mansedumbre, la afabilidad y la paciencia. Por consiguiente, condena la violencia, la cólera e incluso cualquier expresión descortés para con el prójimo. Toda palabra ofensiva constituye la expresión de un sentimiento contrario a la ley del amor y la caridad, que debe regir las relaciones de los hombres y mantener, entre ellos, la concordia y la unión. Es un daño que se inflige a la benevolencia recíproca y a la fraternidad, alimentando el odio y la aversión. En suma, que después de dirigirse la humanidad hacia DIOS, la caridad para con el prójimo es la primera ley de todo cristiano. Jesús nos dice que, si bien el hombre necesita de los bienes de la Tierra para vivir, a la espera de los bienes del Cielo, no debe atribuir a los primeros más importancia que a éstos últimos. Los bienes de la Tierra son acaparados por los violentos, en perjuicio de los mansos y pacíficos, los cuales carecen muchas veces, de lo necesario, en tanto que aquéllos poseen lo superfluo (No olvidemos que, en la actualidad, se hallan 1.400 millones de personas en extrema pobreza). Jesús promete que se les hará justicia, así en la Tierra como en el Cielo, porque los pacíficos serán llamados hijos de DIOS. Cuando la ley del amor y la caridad sean la ley de la humanidad, ya no existirá el egoísmo, pues el débil y el pacífico no serán nunca más explotados ni aplastados por el fuerte y el violento. Tal será el estado de la Tierra, cuando según la ley del progreso y la promesa de Jesús se haya convertido en un mundo feliz, mediante la expulsión de los perversos.


172 Por todo ello, los Espíritus nos enseñan que debemos comportarnos con afabilidad y dulzura, así como con paciencia, de manera que perdonemos a quiénes DIOS ha puesto en nuestro camino, para ser los instrumentos de nuestros sufrimientos y poner a prueba nuestra paciencia. También la doctrina de Jesús nos enseña que debemos cultivar las virtudes de la obediencia y la resignación, siendo la obediencia el consentimiento del corazón, siendo Él la encarnación de estas virtudes, menospreciadas por la antigua sociedad materializada, al igual que la actual. Jesús vino al mundo cuando la sociedad romana se hallaba en plena corrupción, haciendo lucir, en el seno de la oprimida humanidad, los triunfos del sacrificio y de la renuncia carnal. ¿Acaso existe mucha diferencia con la sociedad actual, 2000 años después? La ira y la cólera son, igualmente, contrarias a la caridad y la humildad cristianas y el hombre sólo continúa siendo vicioso, porque quiere seguir siéndolo, pero el que desee enmendarse, siempre podrá lograrlo, ya que, de lo contrario, la ley del progreso no existiría para el ser humano. b) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. En primer lugar, debemos reconocer que las penas y sufrimientos que padecemos los seres humanos, sólo, deben atribuirse a nuestra actual forma de vida, totalmente opuesta a la Verdad que nos enseñó Jesús, que nos pidió que actuáramos con mansedumbre En el texto de esta cláusula, resaltan dos palabras “manso” y “tierra”, empleadas por Jesús con un contenido altamente técnico, que debe entenderse antes de buscar su significado oculto. Esta Bienaventuranza nos indica que la capacidad de gobernar las condiciones de nuestra vida debe alcanzarse siendo “mansos”, que en boca de Jesús significa, en realidad, tener una actitud mental correcta.


173 Es decir, tener, siempre, la mente abierta y con fe en DIOS, convencido de que la voluntad de DIOS, respecto a nosotros, es siempre la de traernos el gozo espiritual a nuestra vida. En cuanto a la palabra “tierra”, Jesús quiere decir, no el globo terrestre, sino la manifestación o expresión que es el resultado de una causa. En la metafísica divina, aprehendemos que toda causa es mental y que nuestros cuerpos y cuanto se relaciona con nuestra experiencia, no es más que la manifestación de nuestro propio estado mental. En consecuencia, la “tierra” significa toda nuestra experiencia externa y “heredar la tierra” significa adquirir dominio sobre esa experiencia, es decir, tener la facultad de ordenar nuestra vida en armonía y felicidad, abarcando todas nuestras condiciones de vida, desde la salud corporal hasta cualquier otro detalle personal. La actitud mental aludida implica, en sí misma, la llave del poder o el éxito en las pruebas de la vida; por ello, el gran profeta Moisés tuvo tanto éxito en su vida, ya que, trascendiendo la creencia establecida acerca de la vejez, mostró la potencia física de un joven con plenitud de vida, cuando contaba nada menos de ciento veinte años de edad, trascendiendo, totalmente, su parte física, dado que no llegó a morir, tal como lo conocemos hoy, sino que, simplemente se “desmaterializó”. c) En clave o interpretación Oriental. Existe un proverbio oriental que dice: “La mansedumbre obliga a DIOS mismo”. La humildad y la mansedumbre crean en el hombre una receptividad ilimitada para abrazar la Verdad, en tanto que el egoísta arrogante se irrita con facilidad y se pone a la defensiva. Al sentirse agraviado, se vuelve injurioso y rechaza a los radiantes de sabiduría, que tratan de entrar en su vida.


174 Por el contrario, quienes son receptivos, con humildad y mansedumbre, atraen la ayuda invisible de todos los espíritus benéficos, constituido por las fuerzas cósmicas, que brindan el bienestar material, mental y espiritual. De esa manera, los mansos de espíritu heredarán, no sólo, la “sabiduría”, sino también la “tierra”, esto es, la felicidad terrenal. 4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. a) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. La palabra “justicia” tiene un sentido bíblico que no sólo se refiere a la rectitud de conducta, sino al pensamiento recto en todos los aspectos de la vida. Es decir, que las cosas externas sólo son la expresión o manifestación de nuestros pensamientos y creencias internas. Si nos fuera posible cambiar, directamente, lo externo, sin modificar nuestra forma de pensar, significaría que podríamos pensar una cosa y, al mismo tiempo, producir otra diferente, lo cual iría en contra de la ley cósmica. Lo que llevamos en nuestra mente es la causa determinante de nuestra experiencia, pues “tal como es lo de dentro, así es, también, lo de fuera”. La propia ciencia psicológica nos enseña que si queremos prosperar, materialmente, hemos de tener pensamientos de prosperidad, haciendo un hábito de esa forma de pensar. Es decir, el pensamiento positivo crea o “materializa” cosas positivas, así como el pensamiento negativo “crea” o atrae cosas negativas. Por consiguiente, la tarea de lograr un equilibrio, basado en mantener, constantemente, el pensamiento justo y en plena armonía con el universo, es de importancia fundamental.


175 Por ello, como almas individuales inmortales, es decir, como hijos de DIOS, al poseer el dominio espiritual, todas las cosas buenas están a nuestro alcance, aquí y ahora. El mensaje oculto de esta cláusula es que tenemos que pedir, constantemente, a DIOS que nos ilumine y guíe, para que la eficacia de nuestra oración o “prosperidad” se acreciente, día a día, a través del poder vivificante del Espíritu Santo. b) En clave o interpretación Oriental. En el Evangelio de Lucas 6:21, se dice: “Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados”. Ésta bella Bienaventuranza de DIOS, puede expresarse como sigue: “Bienaventurados los que tienen sed de sabiduría y aprecian la virtud y la rectitud como el verdadero alimento, para calmar su hambre interior, porque obtendrán la felicidad perdurable, que, sólo, se logra al adherirse a los ideales divinos: la satisfacción incomparable del corazón y del alma”. Las palabras “hambre” y “sed” ofrecen una metáfora adecuada a la búsqueda espiritual, pues es preciso tener sed de conocimientos teóricos hacer de cómo obtener la salvación. Una vez calmada la sed, mediante el aprendizaje de una técnica práctica que permita establecer contacto con DIOS, de forma efectiva, como es el yoga, es posible satisfacer el hambre interior de la Verdad. Aquéllos que buscan satisfacerse, sólo, con objetos materiales, advierten que no les es posible extinguir, jamás, su sed de deseos ni pueden saciar su “hambre”, mediante la adquisición de posesiones materiales. El impulso existente en todo ser humano de intentar llenar el vacío interior es el deseo que siente el alma por DIOS, el cual, sólo, puede mitigarse si se toma plena conciencia de la propia naturaleza inmortal e imperecedero estado de divinidad de nuestra alma, al sentirse unida a DIOS.


176 Cuando el ser humano, de forma insensata, intenta saciar la sed de su alma con cuanto procede de la satisfacción sensorial, avanza, a tientas, de un placer a otro, y termina por rechazarlos todos por inadecuados. Los placeres de los sentidos corresponden al cuerpo y a la mente inferior, ya que no le proporcionan, al ser humano, ningún alimento que le sirva a la esencia misma de su ser. El hambre espiritual que sufren aquéllos, que subsisten a base de aquello que los sentidos ofrecen, sólo se alivia mediante la rectitud, es decir, los atributos, actitudes y acciones apropiadas para el alma, tales como la virtud y la conducta espiritual adecuada. La rectitud consiste en actuar, con acierto, en los aspectos tanto físico, como mental y espiritual, en la vida, de manera que, aquéllos que sienten una intensa sed y hambre de cumplir con los deberes supremos de la vida, se hacen acreedores de la siempre renovada bendición divina. 5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. a) En clave o interpretación del Espiritismo. La misericordia es el complemento de la dulzura, porque quien no sea misericordioso, no podrá ser, tampoco, manso y pacífico. La misericordia consiste en el olvido y el perdón de las ofensas. El odio y el rencor denuncian a un alma sin elevación ni grandeza. El olvido de las ofensas es propio del alma elevada, que está por encima de los ataques que se le dirijan. La primera se halla siempre ansiosa; es de una susceptibilidad recelosa y llena de hiel. La segunda es calmada, plena de mansedumbre y de caridad. Cuando Jesús recomienda la reconciliación con el adversario, no es sólo con miras a apaciguar las discordias durante la existencia actual, sino para evitar que las mismas se sigan perpetuando en vidas futuras.


177 Si bien los judíos ofrecían sacrificios materiales, los cristianos, en cambio, no ofrecen dones materiales, espiritualizando el sacrificio, mediante la ofrenda de su alma a DIOS, que debe purificarse, de manera que “al entrar en el templo del Señor, debe dejar fuera todo sentimiento de odio y aversión, todo mal pensamiento contra su hermano”. El orgullo mueve al ser humano a disimular ante sus ojos sus propias faltas, tanto en lo moral como en lo físico, lo cual es contrario a la caridad. La auténtica caridad es modesta, sencilla e indulgente. La indulgencia constituye un deber y nos enseña que no debemos juzgar a los demás con mayor severidad que la que aplicamos al juzgarnos a nosotros mismos. Es decir, antes de reprochar una falta a alguien, debemos mirar si la misma censura no puede, también, aplicarse a nosotros mismos. Jesús no prohibió que se critique lo que esté mal, pues Él mismo lo hizo, en términos enérgicos, sino que la autoridad de la censura debe estar en razón de la autoridad moral de quien la pronuncie. A los ojos de DIOS, sólo es legítima aquella autoridad que se apoye en el ejemplo que ella misma da del bien. Respecto al perdón, Jesús dijo que se debía perdonar siempre, sin límites, constituyendo el auténtico perdón, el perdón cristiano, aquél que arroja un velo sobre el pasado. Por consiguiente, debemos ser severos con nosotros mismos e indulgentes para con los demás. Podría plantearse que si nadie es perfecto, ninguna persona tiene derecho a reprender al prójimo. Esto no es cierto, siempre que se haga para luchar por el progreso de todos, pero con misericordia. No está prohibido ver el mal, cuando éste existe, pues el ver, en todas partes, el bien, sería como una ilusión que podría perjudicar el progreso de la humanidad. Lo importante es hacer las observaciones sin detrimento y


178 desacreditación del prójimo, sino con amor, caridad y misericordia. Y cuando las imperfecciones de una persona sólo le hacen daño a ella misma, no resulta útil divulgarlas en público, pero si acarrean perjuicios al prójimo, entonces, resulta necesario preferir el interés de muchos al interés de un solo ser. Por consiguiente, hay que evaluar las ventajas e inconvenientes, en cada caso, actuando, siempre, con la mayor misericordia y comprensión hacia el prójimo. b) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. Esta Bienaventuranza representa una síntesis de la ley de la vida, en la que Jesús nos muestra que lo importante de verdad es que seamos, mentalmente, misericordiosos. Un pensamiento bueno hacia nuestro prójimo lo bendice materialmente, espiritualmente y mentalmente, por lo que nos bendice a nosotros mismos, al mismo tiempo. Por ello, seamos misericordiosos al juzgar a nuestro prójimo, porque, tal como ya hemos dicho repetidamente, todos somos Uno. En consecuencia, tan pronto lleguemos a comprender el poder del pensamiento espiritual, que refleja la Verdad de Jesucristo, adquirimos una responsabilidad que otros no tienen y que no podemos evadir. Es decir, cuando tengamos evidencia de cualquier falta de nuestro prójimo, debemos considerar que DIOS, que está en él, sólo nos está pidiendo ayuda, por cuanto debemos ser misericordiosos con él, si nos sentimos, en verdad, iluminados. No debemos olvidar que el mismo trato que les demos a nuestros semejantes, hoy, lo recibiremos nosotros, más tarde o más temprano, por cuanto sólo liberando a los demás del peso de nuestra condena o juicio, haremos posible que nosotros mismos no seamos condenados o juzgados, sino tratados con misericordia y benevolencia.


179 c) En clave o interpretación Oriental. Jesús exhorta al creyente con estas palabras: “Si deseas recibir la misericordia divina, debes ser misericordioso contigo mismo, mediante el desarrollo de tus aptitudes espirituales e, igualmente, misericordioso con aquéllos que se hallen sumidos en el engaño. Los que se perfeccionan sin cesar, en todos los aspectos, y que sienten y alivian la falta de desarrollo o evolución de su prójimo, ablandarán el corazón de DIOS y obtendrán, para sí mismas, su ayuda misericordiosa incesante e incomparable”. La misericordia es como la aflicción que siente un padre por los defectos de su hijo descarriado, lo que representa una cualidad intrínseca de la Divinidad. En los hijos de DIOS que ya han alcanzado la perfección, observamos que el oculto Padre trascendente se les revela, tal como es. En el Antiguo Testamento, se nos presenta a DIOS como vengativo e iracundo, es decir, con sentimientos humanos, en tanto que el DIOS de Jesús era, en cambio, un DIOS bondadoso y amoroso. Fue esa benevolencia y esa misericordia la que expresó Jesús, cuando, en vez de juzgar y destruir a los enemigos que iban a crucificarle, le pidió al Padre que los perdonara, “porque no sabían lo que hacían”. Jesús veía a la humanidad como niños sin ningún entendimiento, pues si un niño cogiera un cuchillo y dañara a un adulto, éste no desearía matar al niño para vengarse, dado que el niño no sabía lo que hacía. Del mismo modo, DIOS contemplaba a la humanidad, estando dispuesto a sufrir por ella, con el ánimo de arrojarle su Luz y la fuerza de su Espíritu. Así pues, el hombre sabio puede llegar a ser, verdaderamente, misericordioso, con una divina visión interior, capaz de percibir, incluso, a los criminales, como almas o hijos de DIOS, merecedores de comprensión, perdón, ayuda y guía.


180 La misericordia implica la aptitud de ayudar y, sólo, las almas desarrolladas están en condiciones de ser misericordiosos, manifestando dichas almas su ayuda misericordiosa, gracias a su desarrollo interior, que las capacitan para prestarles ayuda y comprensión, en todo momento. 6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a DIOS. a) En clave o interpretación del Espiritismo. La pureza del corazón es inseparable de la simplicidad y de la humildad, y excluye toda idea de egoísmo y orgullo. De ahí que Jesús tome a la infancia como emblema de esa pureza, tal como la ha tomado, igualmente, para con la humanidad. Tal comparación podría no parecer justa, si se considera que el espíritu del niño puede ser muy antiguo y trae, al renacer a la vida corporal, las imperfecciones de las que no se ha despojado de sus vidas anteriores. Si bien sólo un espíritu que ha llegado a la perfección puede ofrecernos el arquetipo de la auténtica pureza, esa comparación es exacta, desde la óptica de la vida presente, porque el niño muy pequeño no ha podido aún manifestar ninguna tendencia perversa, ofreciéndonos la imagen del candor y la inocencia. De ahí que Jesús no diga que el reino de DIOS sea para ellos, sino para aquéllos que se les asemejen. En cuanto al término “adulterio”, al que se hace referencia en los Evangelios, Jesús lo empleaba en sentido amplio, designando con ese término el mal, el pecado, así como cualquier pensamiento pecaminoso, ya que la auténtica pureza reside, no sólo en las acciones, sino que está en el mismo pensamiento, ya que quien tiene puro el corazón, ni siquiera piensa en el mal.


181 Por ello, Jesús condena, incluso, el hecho de pecar con el pensamiento, que es un signo de impureza, pues todo mal pensamiento constituye el resultado de la imperfección del alma. La meta de la religión consiste en conducir al ser humano hacia DIOS, y para ello, es menester, ante todo, poseer pureza de corazón. Supongamos al género humano transformado en una comunidad de personas de bien; en tal caso, nadie buscaría hacer mal al prójimo y todos se sentirían dichosos, porque serían buenos. En ese estado se hallan los mundos adelantados, de los que el mal está excluido. No debemos olvidar que cuando una aflicción no es consecuencia de los actos de la vida presente, hay que buscar su causa en una existencia anterior, es decir, que los caprichos de la suerte no son más que los efectos de la justicia de DIOS, de tal manera que entre la falta y la pena siempre hay una correlación o medida idónea. Si DIOS, en su bondad, ha arrojado un velo sobre nuestros actos pasados, nos pone siempre en el camino correcto, al decirnos: “Todos los que tomen la espada, a espada morirán”. En otras palabras, que seremos castigados por nosotros mismos por donde hemos pecado. Ésa es la ley cósmica de causa y efecto. b) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. En primer lugar, cuando Jesús habla de “limpios de corazón” o “puros de corazón”, su significado profundo o místico va mucho más allá de la mera limpieza física, sino que consiste en el reconocimiento de DIOS como la única Causa verdadera y el único Poder verdadero que existe en el universo. Lo que en Teología se conoce como “la caída del hombre”, no es más que la tendencia del ser humano a ejercer su voluntad en oposición a la voluntad de DIOS, al hacer un mal uso del libre albedrío del que DIOS le ha dotado.


182 Es decir, DIOS hizo al hombre íntegro, pero éste se ha buscado muchas limitaciones, siendo nuestra tarea la de superar esas limitaciones lo antes posible, hasta llegar al conocimiento trascendental de la realidad, y, una vez comprendamos la Verdad, podremos hablar de “ver a DIOS” o “ver a DIOS cara a cara”. Por otra parte, el término “ver” se refiere, en este contexto, a la percepción espiritual, es decir, a la capacidad de concebir la verdadera naturaleza de DIOS, y el “cielo” no representa un lugar lejano en el firmamento, sino que es algo que nos está rodeando, aquí y ahora. Dicho de otro modo, el “cielo” significa la eternidad, pero la experiencia que tenemos, aquí y ahora, nos llega en una secuencia que denominamos “tiempo” (al estar inmersos en el mundo de lo relativo y no en el reino de lo absoluto), lo que hace que no podamos comprender esa experiencia en su totalidad. DIOS es el Espíritu divino que no tiene limitaciones ni restricciones de ninguna clase. No obstante, nosotros vemos todas las cosas distribuidas en lo que denominamos “espacio” (nuevamente perteneciente al mundo de lo relativo y no al reino de lo absoluto), es decir, las vemos espaciadas, lo que da lugar a una restricción artificial que, continuamente, impide que se reagrupen los sucesos de nuestra experiencia, que requiere el pensamiento creador. La palabra “corazón”, tal como la utiliza Jesús, en esta Bienaventuranza, se refiere a lo que los psicólogos actuales denominan “la mente subconsciente”. Es decir, no basta con aceptar la Verdad sólo con la mente consciente, pues esto no sería más que una opinión. Debemos integrarla o aceptarla por parte de nuestra mente subconsciente, para que la Verdad reforme nuestro carácter y transforme nuestra vida. Dicho con otras palabras, para que un conocimiento pueda cambiarnos, realmente, es necesario que se incorpore a nuestra mente subconsciente, o sea, que penetre hasta lo más íntimo de nuestro “corazón”.


183 Estamos hablando, en verdad, del “método de la oración científica”, que no es otra cosa que poner en práctica la Presencia de DIOS, sin dejarlo todo en mera teoría, que correspondería a la mente consciente, que no lo incorpora a nuestra vida más íntima. c) En clave o interpretación Oriental. La mayor experiencia religiosa consiste en la percepción directa de DIOS, para lo cual es condición sine qua non llegar a purificar el corazón. A este respecto, todos los textos sagrados coinciden, pues en el Hinduismo, el Bhagavad Guita, que representa la escritura inmortal de la India, que trata acerca del yoga, la ciencia de la religión y la unión con DIOS (que es lo que significa, realmente, la palabra sánscrita “yoga”), hace referencia al estado de percepción divina de bienaventuranza, propio de quien ha logrado la purificación interior. En el Bhagavad Guita (VI: 27, 29-30) se dice lo siguiente: “El yogui que ha logrado aquietar la mente y controlar las pasiones por completo, liberándolas de toda impureza, y que es uno con el Espíritu, en verdad, ha alcanzado la bienaventuranza suprema. Con el alma unida al Espíritu mediante el yoga, percibiendo con igualdad todas las cosas, el yogui contempla su verdadero Ser, unido al Espíritu, en todas las criaturas, y a todas las criaturas en el Espíritu. Aquél que me ve en todas partes y contempla todo en Mí, nunca me pierde de vista, y Yo jamás le pierdo de vista a él”. Sólo puede percibirse a DIOS con la visión del alma, aunque, en su estado natural, todas las almas son omniscientes y, mediante la intuición, que es la facultad normal de las almas, contemplan, directamente, a DIOS.


184 Esta Bienaventuranza explica la necesidad de volver a tener la claridad perdida de la visión de DIOS. El estado de bienaventuranza conocido por aquéllos puros de corazón no es otro que aquél al que hace alusión el Evangelio de Juan, cuando dice: “Pero a todos los que la recibieron les dio poder para hacerse hijos de DIOS”. A cada ser que recibe y refleja la omnipresente Luz divina, a través de la purificación del corazón y de la mente, DIOS le concede el poder de reclamar la bienaventuranza de su filiación divina. La pureza del intelecto otorga al ser humano la facultad de razonar, adecuadamente, pero la pureza de corazón le brinda el contacto con DIOS. La capacidad intelectual es una cualidad del poder de razonamiento y la sabiduría es la cualidad liberadora que posee el alma. Cuando la razón se purifica por medio del discernimiento sereno, se transforma en sabiduría, y la sabiduría pura y el divino entendimiento de un corazón puro son dos aspectos de la misma facultad. En efecto, la pureza de corazón o sentimiento a la que se refiere Jesús, se basa en que todas las acciones deben guiarse por la sabiduría; es decir, que las actitudes y el comportamiento humano se modelen en base a las cualidades sagradas del alma, que son: el amor, la misericordia, el servicio al prójimo, el autocontrol, la autodisciplina, la conciencia moral y la intuición. El ser humano puede distinguir la densa corteza de la materia, pero no puede ver al Espíritu omnipresente, siendo la perfecta combinación del discernimiento puro y el sentimiento puro la que abre el ojo penetrante de la intuición, que todo lo revela, logrando que las almas desarrolladas consigan percibir la presencia de DIOS, tanto en su propia alma como en todos los seres humanos, pues la naturaleza de DIOS combina una sabiduría armoniosa con un amor infinito.


185 7. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de DIOS. a) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. Es necesario que alcancemos cierto grado de paz mental o paz interior, que los místicos han llamado “serenidad”, para que la Presencia de DIOS se haga presente en nosotros, así como para que nuestras oraciones sean eficaces. Es decir, debemos tener serenidad para poder avanzar en el reino del Espíritu, o sea, la tranquilidad del alma a la que se refiere Jesús con la palabra “paz”, que trasciende el entendimiento humano. Los pacíficos, en esta Bienaventuranza, son aquéllos que consiguen obtener la paz o serenidad verdaderas en sus propias almas, porque han superado las dificultades y limitaciones, llegando a convertirse, en verdad, en “hijos de DIOS”. Esa condición de espíritu constituye el objetivo primordial de todas las enseñanzas de Jesús, cuando nos dice: “La paz os dejo, mi paz os doy…No se turbe vuestro corazón ni se intimide”. Cuando comprendamos el verdadero poder de la oración, seremos capaces de sanar muchas disputas de forma definitiva; algunas veces, sin pronunciar palabra, y otras, pensando, en silencio, en el Amor y la Sabiduría de DIOS, que impregna todo el universo. b) En clave o interpretación Oriental. Los que son, en realidad, pacifistas, generan la paz, a través de su práctica devota de la oración o meditación cotidiana, siendo la paz la primera manifestación de tal práctica. Una vez que han percibido la naturaleza de DIOS, como paz interior, desean que DIOS se manifieste, por siempre, en su hogar, comunidad, país y entre todas las razas y nacionalidades, como hijos verdaderos de DIOS.


186 El que lleva la paz a una familia a la que le falta la armonía, ha establecido a DIOS en ese hogar. El que elimine la incomprensión entre las almas, las ha unido en la paz de DIOS. Todo aquél que, dejando de lado la avaricia y el egoísmo nacionalista, intente crear la paz entre las naciones en conflicto, está implantando a DIOS en el corazón de esas naciones, y aquéllos que, promueven y facilitan la paz, dan expresión al amor unificador de Jesucristo, que reconoce a cada alma como un hijo de DIOS. Tengamos en cuenta que la conciencia de “hijo de DIOS” hace que una persona sienta amor por todos los seres, pues, se les concedió a los seres humanos un potencial ilimitado, con objeto de que puedan demostrar que, en verdad, son hijos de DIOS. Ante las tecnologías de guerra actuales, como las bombas termonucleares, comprendemos que si el hombre no utiliza sus poderes, correctamente, se destruirá a sí mismo, y que DIOS podría deshacerse del mundo en un segundo, si llegara a perder la paciencia con la humanidad, pero no lo hace así, porque jamás haría uso de su omnipotencia, ya que estamos hechos a su imagen y semejanza, y corresponde a nosotros actuar como dioses y conquistar el corazón del prójimo, mediante el poder del amor. Es evidente que, si no lo hacemos así, desapareceremos, más tarde o más temprano, como humanidad, y si el poder del hombre para hacer la guerra se está incrementando, constantemente, del mismo modo y medida, debería acrecentarse su capacidad para hacer la paz y crear un clima de armonía en todo el planeta. Admitamos que la única manera de contrarrestar la amenaza de una nueva guerra a escala planetaria, con armas atómicas, es mediante la consecución de la fraternidad entre todos los seres humanos, tomando plena conciencia de que todos somos una sola familia humana, como hijos de DIOS.


187 8. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y digan de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vosotros sois grandes en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros. a) En clave o interpretación Espiritual o Metafísica. Jesús nos dice, continuamente, que la voluntad de DIOS, nuestro Padre, es darnos su Reino, y que hemos de cultivar la serenidad de espíritu y la paz interior para ser merecedores de la justicia. Al mismo tiempo, declara que los pacíficos que lo logren, adquirirán prosperidad, mediante la oración, heredando la tierra y viendo a DIOS, en pleno gozo. Pero todo tratamiento espiritual u oración científica implica una lucha con el “yo inferior” o “ego”, que, siempre, preferirá el viejo modo de pensar y actuar. Sin embargo, los grandes profetas e iluminados que, finalmente, alcanzaron la victoria, lo hicieron, tras mantener grandes batallas consigo mismos, es decir, con su naturaleza inferior, venciendo las tentaciones, tal como lo hizo el mismo Jesús, al adoptar nuestra propia naturaleza humana. Basándonos en la ciencia psicológica, sabemos que nada, en absoluto, llega a nuestra experiencia terrestre, a menos que nosotros mismos la hayamos atraído a nuestra vida. Esta es la razón por la cual toda persecución o frustración proviene, absolutamente, de nuestro interior.


188 Por ello, el martirio que eligieron muchos de nuestros santos, no implica ninguna virtud en sí mismo, y si el mártir tuviera una comprensión suficiente de la Verdad, en realidad, no le sería necesario pasar por esa experiencia. Jesús mismo no fue un mártir más, ya que considerar el martirio como un bien supremo, tal como hacían muchos cristianos, en la iglesia primitiva, era tentar al destino, puesto que ahora sabemos que si concentramos nuestra atención sobre algo, no hacemos otras cosa que atraerlo a nuestra experiencia. En el caso de Jesús, Él podría haberse librado, en cualquier momento, de la crucifixión y de la muerte. Sin embargo, estaba escrito en el Antiguo Testamento que sufriría esa terrible muerte en la cruz, y, por ello, consintió en pasar por la muerte, para resucitar al tercer día, como, efectivamente ocurrió, mediante la “desmaterialización” de su cuerpo físico, es decir, no dejando el menor rastro de él, salvo las pruebas encontradas en la denominada “Sábana Santa”, que constituyen pruebas científicas de la desintegración física que Él mismo provocó, al resucitar, para, a partir de ese momento, proceder a “reconstituir, re-materializar o hacer visible ese mismo cuerpo físico”, en nuestro mundo físico, en determinados momentos, con el único fin de demostrar a sus discípulos de que, en realidad, estaban, efectivamente, ante Él, el Resucitado, el cual, no sólo podía aparecer o desaparecer ante sus discípulos, a su antojo, sino que, incluso, podía hasta compartir alimentos con ellos, como, de hecho, ocurrió en algún momento, antes de su partida definitiva de nuestro planeta, para reunirse con nuestro Padre celestial. Conviene observar que, tras su resurrección, y a pesar de que adoptaba el aspecto de Jesús ante los seres humanos, a partir de ese momento, era, en verdad, nada menos que el Cristo, es decir, la Segunda Persona de la Trinidad. b) En clave o interpretación Oriental. Veamos, como referencias paralelas, a continuación, la manera en que expresan esta Bienaventuranza los Evangelios de Mateo y Lucas, respectivamente:


189 Según el Evangelio de Mateo 5: 11-12: “Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan, con mentira, toda clase de mal contra vosotros, por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues, de la misma manera, persiguieron a los profetas anteriores a vosotros”. Según el Evangelio de Lucas 6: 22-23: “Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues, de ese modo, trataban sus padres a los profetas”. La Bienaventuranza de DIOS va dirigida a las almas que soportan la tortura de la crítica injusta infligida por falsos amigos y por los enemigos, cuando ellas tratan de hacer lo correcto, sin dejarse influenciar por los malos hábitos de la sociedad. Es decir, aquéllos que se adhieren a la rectitud, no se doblegarán ante la presión social que les incita, por ejemplo, a beber alcohol, por el mero hecho de estar en una reunión determinada, aun cuando se burlen de ellos por no participar de ese “placer” que comparten los demás. La rectitud moral puede acarrear el ridículo a corto plazo, pero produce, sin embargo, regocijo a largo plazo, ya que la perseverancia en el autocontrol brinda bienaventuranza y perfección. Por ello, aquéllos que viven y mueren, comportándose correctamente, se hacen merecedores de un reino eterno de gozo celestial, del que disfrutarán, tanto en esta vida como en el mundo espiritual. Las personas que prefieren abandonarse a los placeres de los sentidos, en lugar de elegir el contacto con DIOS, son las que se comportan de forma insensata, pues tendrán que cosechar los resultados de tal conducta. En cambio, la persona virtuosa busca aquello que le beneficia, en el sentido más elevado. Por tanto, quien renuncia a los placeres del mundo, y por causa de su idealismo, soporta, con alegría, la burla de los demás, hace gala de que está capacitado para recibir la eterna bienaventuranza de DIOS.


190 El cielo es aquel estado de gozo trascendental y omnipresente en el que no existe ningún pesar. Los que vacilan y no están anclados, con firmeza, en la oración o la meditación, pueden resbalar y caer de esa felicidad celestial, pero aquéllos que se mantienen fuertes, en su fe, obtienen dicha bienaventuranza de manera permanente. De ahí se infiere que quien llega a obtener la conciencia cósmica o alcanzar la unidad de su alma con DIOS, han llegado a fundir su ego con el Creador, volviéndose uno con Él, y por ello. “de ellos es el Reino de los Cielos”. Jesús alentó a sus seguidores a no dejarse abatir ni sentirse intimidados si, en sus esfuerzos por llevar una vida espiritual, advierten que las personas de mentalidad materialista no los comprenden. Aquéllos que puedan superar, con alegría, la prueba del menosprecio, sin ceder a la tentación de obrar mal, con objeto de quedar bien, obtendrán la felicidad que resulta de aferrarse a hábitos virtuosos, cuyo fruto no es otro que la bienaventuranza. En otras palabras, aquéllos que se dedican a la vida espiritual, nunca deben sentirse abatidos, pues bienaventurados son aquéllos, cuyo nombre es denigrado por no cooperar, en acciones mundanas o malvadas, porque sus nombres permanecerán grabados en el corazón de DIOS. De forma similar, el Bhagavad Guita XII: 18-19, expresa la estima de DIOS por esas almas devotas, diciendo: “Aquél que permanece, igualmente, sereno ante amigos y enemigos, al recibir adoración o insulto, al experimentar calor y frío, placer y dolor, y que ha renunciado al apego material y considera, por igual, el vituperio y la alabanza, que es tranquilo y halla satisfacción con facilidad, que no se apega al hogar y tiene una actitud tranquila y devota, es para Mí una persona muy querida”. Debemos considerar que, sólo, cuando estamos en la compañía de DIOS es cuando permanecemos en estado de bienaventuranza. Sólo cultivando hábitos espirituales, conseguimos la satisfacción interior y la plenitud eterna.


191 El hecho de soportar el odio, el reproche o la marginación no es, en sí mismo, motivo de bendición, si uno es moral o espiritualmente perverso; en cambio, si al sufrir esos ataques, la persona devota se aferra a la verdad, tal como se manifiesta en la vida y enseñanzas de Jesús, entonces, alcanza la libertad en la bienaventuranza eterna. De ahí que Jesús dijera: “Bienaventurados sois si, como consecuencia de seguir al Hijo del hombre, sois criticados y menospreciados, por haber preferido caminar a la luz de su sabiduría armonizada con DIOS, en lugar de avanzar junto a las multitudes, dando traspiés por los senderos mundanos de la oscuridad y la ignorancia”. Así mismo, dijo Jesús: “ Regocijaos, en ese día, y sentid la inspiradora vibración sagrada del siempre renovado gozo, porque he ahí que quienes se esfuercen, arduamente, y acepten el dolor, con el fin de seguir el sendero divino, serán recompensados en el cielo con la bienaventuranza eterna”. Igualmente, nos dice Jesús: “Aquéllos que os persiguen son la continuación de las sucesivas generaciones que persiguieron a los profetas. Reflexionad acerca de los grandes males que recayeron sobre esos antepasados y cuál fue la recompensa que los profetas recibieron en el cielo de manos de DIOS, como resultado de soportar, en su nombre, la persecución por parte de personas ignorantes. Si uno se mantiene firme en los principios espirituales, aún a costa de perder su cuerpo físico, al igual que los mártires de antaño, será recompensado con la divina herencia del reino de júbilo eterno de DIOS”. La expresión “ Vuestra recompensa será grande en los cielos” quiere decir llegar a alcanzar el estado de eterna bienaventuranza que se percibe, cuando se entra en íntimo contacto con DIOS, llegando a ese estado, quien realiza, en este mundo, acciones buenas y sublimes, cosechando los frutos de dichas acciones, ya sea en su cielo interior, durante su estancia en la vida terrenal, ya sea en el reino celestial, después de la muerte física, todo ello, de conformidad con la ley del karma, la ley cósmica o la ley de causa y efecto.


192 El buen karma y la perseverancia espiritual, que hayamos acumulado, determinan cuál será la recompensa celestial en esta vida o en el más allá. Las almas avanzadas que experimentan el estado de gozo, siempre renovado, de la realización del Ser, y son capaces de permanecer, sin cesar, en esa celestial bienaventuranza interior, en la que mora DIOS, llevan consigo un “cielo portátil” dondequiera que vayan. El estado celestial de bienaventuranza que se experimenta en esta vida no es más que un adelanto del gozo, siempre renovado, que siente el alma, tras dejar atrás el cuerpo físico. Las personas que resisten las tentaciones del mundo, pero que aún no se han liberado, por completo, de la ilusión que supone éste, son recompensadas, tras la muerte, con un descanso renovador en el cielo astral; entre almas que llevan una vida muy superior a la que es común en el mundo. Allí disfrutan de los resultados de su buen karma, durante un lapso de tiempo (aunque en el plan espiritual, no puede hablarse de “tiempo” por pertenecer, sólo, al ámbito de lo relativo, como ya se ha dicho en numerosas ocasiones en esta obra), que viene determinado por los efectos de sus acciones pasadas, y tras ese período, el karma que aún poseen las atrae, una vez más, para reencarnar en un nuevo cuerpo físico. Su gran recompensa en el cielo astral les permite manifestar, a voluntad, las condiciones que deseen y tratar, únicamente, con vibraciones y energía, en vez de hacerlo con las propiedades fijas de las sustancias sólidas, líquidas y gaseosas con las que tienen que enfrentarse, durante su tránsito por este mundo. En el cielo astral, todos los objetos, atributos, condiciones climáticas y transporte se hallan sujetos, únicamente, al poder de la voluntad de los seres astrales, es decir, aquéllos que pueden materializar y desmaterializar, según sus preferencias, las sustancias de ese mundo mucho más sutil.


193 Las almas completamente redimidas no albergan deseos terrenales, en su corazón, al abandonar las riberas de este mundo, permaneciendo, por siempre, en la mansión de la Conciencia Cósmica, y nunca más necesitan reencarnar en el plano terrenal, a menos que lo hagan, de manera voluntaria, con el fin de llevar a las almas, que siguen apegadas a la Tierra, de regreso a DIOS. Entre estas almas liberadas, se hallan los profetas de DIOS, que se hallan anclados en la Verdad, y regresan a éste u otros mundos, por mandato divino, con el propósito de guiar a otros, mediante su conducta ejemplar y su mensaje de salvación, hacia modos de vida espirituales. El estado espiritual de un profeta o salvador es de total unión con DIOS, lo cual le habilita para manifestar su Gloria, de manera sagrada y misteriosa. En general, demuestran el poder y la influencia superior del amor sobre el odio y de la sabiduría sobre la ignorancia, aunque eso les suponga el martirio, en muchas ocasiones. Rechazan abandonar sus verdades, sea cual sea el grado de persecución física o mental, descrédito o falsas acusaciones a que se vean sometidos, y con la misma firmeza rehúsan odiar a sus perseguidores o recurrir a la venganza para imponerse sobre sus enemigos. Manifiestan y mantienen el autocontrol y la paciencia del amor de DIOS, que todo lo perdona, a la vez que ellos mismos se hallan protegidos por Él. Es decir, en todas las grandes almas que vienen a este mundo para enseñar a la humanidad el camino hacia la eterna beatitud o conciencia de felicidad suprema, se pueden encontrar los rasgos divinos ensalzados por Jesús, como camino hacia la bienaventuranza. En el texto hindú Bhagavad Guita, se enumeran las cualidades imprescindibles del alma, que constituyen las características distintivas del hombre identificado con DIOS, como sigue:


194 “Las características del hombre sabio son: la humildad, la falta de hipocresía, la no violencia, la misericordia, la rectitud, el servicio al gurú, la pureza de mente y cuerpo, la tenacidad y el domino de sí mismo. La indiferencia a los objetos de los sentidos, la ausencia de egoísmo, la comprensión del dolor y de los males, inherentes a la vida mortal: nacimiento, enfermedad, vejez y muerte. El desapego, la no identificación de su verdadero ser con los hijos, el cónyuge o el hogar, así como la constante ecuanimidad ante las circunstancias deseables e indeseables. La inquebrantable devoción hacia Mí, mediante la práctica del yoga, que trasciende toda separación, la inclinación a frecuentar parajes solitarios y a evitar la compañía de personas mundanas. La perseverancia en conocer el alma y la percepción meditativa del objeto de todo conocimiento, su esencia verdadera o significado oculto. Todas estas cualidades forman parte de la sabiduría y las opuestas no son más que ignorancia”. Si el ser humano llega a cultivar las virtudes aludidas anteriormente, podrá vivir como un verdadero hijo de DIOS, incluso en este mundo materialista, de tal manera, que su vida, al igual que la de cuantos se crucen en su camino, se vuelve radiante de luz, gozo y amor infinitos. Para concluir esta obra, vamos a describir, brevemente, las enseñanzas de Jesús de Nazaret, en forma de parábolas, como sigue: Las Parábolas de Jesús Los sesenta y seis libros de la Biblia constan de variados estilos literarios y mecanismos, que incluyen las parábolas de Jesús, conteniendo algunas de las más vívidas ilustraciones que evocan una amplia gama de emociones. La parábola es una de las herramientas literarias empleadas en el Antiguo y Nuevo Testamento.


195 Jesús mismo hizo uso de este método, con bastante frecuencia, cuando se dirigía a las masas, en general. La palabra “parábola” es un vocablo que tiene su origen en dos palabras griegas: “para” = al lado de, y el verbo “baló” = arrojar, significando, etimológicamente: “arrojar una cosa al lado de la otra”, con el fin de compararlas. Constituyen un relato tomado de la vida y experiencia diaria del ser humano, con el propósito de de transmitir “una sola verdad fundamental” y enseñar cómo se debe actuar para poder entrar en el Reino de los Cielos, es decir, que el propósito común de las parábolas es el de transmitir una verdad espiritual más elevada. Son verdades eternas del reino divino que, hasta los días de Jesús, no se habían anunciado o pronunciado antes. Las cosas terrenales siempre han sido aptas para simbolizar las cosas celestiales, pero hasta que apareció Jesús, nadie había pensado usarlas, jamás, para revelar a personas corrientes la profundidad de DIOS. Las parábolas encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa. No son fábulas, ya que en éstas no intervienen personajes animales con características humanas, ni alegorías, pues se basan en hechos u observaciones creíbles, obteniendo la mayoría de estos elementos de la vida cotidiana. Las parábolas se hallan contenidas en los evangelios canónicos, aunque se pueden encontrar en los evangelios apócrifos, como el de Tomás y de Santiago. Jesús dice que enseña usando parábolas para que comprendan su mensaje, sólo, aquéllos que han aceptado a DIOS en su corazón, y para que aquéllos, que tienen “endurecidos sus corazones” y “han cerrado sus ojos”, no puedan entenderlas. Por consiguiente, comprender el mensaje de Jesús significa ser un verdadero discípulo suyo, y no entenderlo supone que no se está, realmente comprometido, con Él y, por ende, no podemos recibir su ayuda ni la de su mensaje. Así pues, la parábola usa un símil o comparación, en tanto que la alegoría (palabra proveniente del griego: “allos” = otro, y “agoreno” = hablar, esto es, “decir otra cosa” distinta de lo que se expresa) es diferente.


196 Es decir, las alegorías son otras figuras del lenguaje, usadas antes de los tiempos de Jesucristo, tanto en el Antiguo Testamento como en las culturas orientales, donde predomina el uso de metáforas. Por ello, se decimos “vosotros sois la sal de la tierra”, estamos ante una metáfora. En cambio, si decimos “vosotros sois como la sal de la tierra”, nos encontramos ante un símil o comparación. Debido a que las parábolas se asemejan a acontecimientos probables, algunos expertos de la Biblia creen que las historias tuvieron lugar, en realidad. Por ejemplo, la parábola del hombre rico epulón y Lázaro (Lucas 16: 19-31), es un ejemplo de esto. Algunos argumentan que esta parábola incluye a personas y eventos reales, en tanto que otros creen que fue una lección ficticia dirigida por Jesús a los corazones endurecidos de su tiempo. De todas las parábolas de la Biblia, Jesús mismo hizo el mayor uso de esta herramienta literaria. Uno sólo puede imaginar la maravilla de las ocasiones, pues Jesús, inspirándose en problemas reales de la vida, contemplando la agricultura, la justicia y el amor, capturaba la atención de toda la multitud. Pero, a pesar de la simplicidad, sus historias estaban llenas de verdades espirituales eternas. Jesús utilizó parábolas para ocultar esas verdades de los oyentes, en su tiempo, quienes estaban más interesados en la diversión o el entretenimiento que en la salvación de su alma. Sólo aquéllos que estaban, espiritualmente despiertos, entendieron la verdad que subyacía detrás de la historia. Como resultado de todo ello, la mayoría de los oyentes no comprendió, en absoluto, el mensaje de Jesús. Las parábolas, en cuanto a su interpretación bíblica o estudio hermenéutico, deben tratarse con el mayor rigor posible, así como con verdadera profundidad, no debiendo forzarse su auténtico significado o darles una interpretación superior a la que correspondería, yendo más allá de la verdad esencial que realmente, pretende enseñar. En cuanto a los principios que deben regir la interpretación o hermenéutica de las parábolas, se debe tener en cuenta las consideraciones siguientes:


197 No todas las parábolas de Jesús deben interpretarse de la misma manera, habida cuenta de las distintas ocasiones que originaron las parábolas y sus características, pues “la del sembrador” y ”la de la cizaña y el trigo” representan casos excepcionales, ya que tienen, en realidad, una interpretación alegórica. Habida cuenta de la conexión y la similitud existente entre algunas de las parábolas, debe efectuarse un análisis paralelo entre ellas, con el fin de llegar a un mejor entendimiento de las mismas. Es el caso de “la parábola de los diez talentos” con “la de las diez minas”, así como “la parábola del tesoro escondido” con “la de la perla de gran precio”, entre otras. Tomando en consideración el hecho de que, tanto las parábolas como las alegorías, nos imparten unas enseñanzas morales y espirituales, cada interpretación debe compararse a la luz de la doctrina general de la Biblia, de tal manera que, si alguna interpretación contradice este principio, debe rechazarse, inmediatamente. Debe tenerse en cuenta que no existe una sola parábola o alegoría que contenga toda la verdad del Evangelio, aunque existan algunas parábolas tan extensas, que abundan en detalles y analogías como “la parábola del hijo pródigo”, donde se da la impresión que se ha trastocado su nombre, en cuanto al punto de su comparación, dado que no es, en realidad, el comportamiento del hijo descarriado, lo más destacable, sino el gran corazón que refleja su padre con su perdón, que se convierte en el actor principal, ilustrando el infinito amor de DIOS. Existen, aproximadamente, treinta parábolas, que se distribuyen en los Evangelios Canónicos, de la manera siguiente: 1. Evangelio de Mateo: treinta, figurando las parábolas siguientes, a los que no se hace referencia en los demás evangelios: (7: 1-5) Parábola de la paja y la viga (13: 52) Parábola del padre de familia (18: 23-35) Parábola del funcionario que no quiso perdonar (20: 1-16) Parábola de los trabajadores de la viña (21: 28-32) Parábola de los dos hijos (25: 1-13) Parábola de las diez vírgenes (25: 31-46) Parábola de las ovejas y las cabras


198 2. Evangelio de Marcos: once, figurando la parábola del crecimiento de la semilla (4: 26-29), sin referencia en los otros evangelios. 3. Evangelio de Lucas: treinta y una, figurando las siguientes parábolas, a las que no se hace alusión en los otros evangelios: (7: 41-47) Parábola de los dos deudores (10: 25-37) Parábola del buen samaritano (11: 5-10) Parábola del amigo inoportuno (13: 6-9) Parábola de la higuera sin fruto (15: 8-10) Parábola de la mujer que encuentra su moneda (15: 11-32) Parábola del hijo pródigo (16: 1-18) Parábola del mayordomo astuto (16: 19-31) Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (17: 7-10) Parábola del siervo inútil (18: 1-8) Parábola de la viuda y el juez (18: 9-14) Parábola del fariseo y el publicano 4. Evangelio de Juan: solamente se encuentran tres parábolas, a saber: (10: 11-18) Parábola del buen pastor, (12: 23-26) Parábola del grano de trigo y (15: 1-5) Parábola de la viña. Además, algunas de las parábolas que se encuentran en los evangelios canónicos, también aparecen en los evangelios apócrifos (llamados así, por ser de dudosa autoría y no ser aceptados como textos sagrados por la Iglesia Católica), como los de Tomás y de Santiago. De entre todas las parábolas, nos gustaría destacar cuatro, que aparecen, únicamente, en el evangelio de Lucas, por ser de las más ilustradoras y conocidas, como sigue: 1. Parábola del buen samaritano, capítulo 10, versículos del 25 al 37. 2. Parábola del hijo pródigo, capítulo 15, versículos del 11 al 32. 3. Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro, capítulo 16, versículos 19 al 31. 4. Parábola del fariseo y el publicano, capítulo 18, versículos 9 al 14.


199 1. Parábola del buen samaritano (Lucas, c.10: v. 25-37) Se cita en este capítulo lo siguiente: “Un doctor de la ley se levantó y dijo para tentarle a Jesús: Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna? La misma pregunta que el joven rico, pero sin su ingenuidad. Jesús, que lee en los corazones, le contesta con la ley que él bien conocía: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Y éste le respondió: Amarás al Señor tu DIOS, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Has respondido bien; haz esto y vivirás. Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Todo está escrito, pero resulta difícil entender y se suceden las interpretaciones; algunas deforman el fondo, ponen limitaciones y existe el peligro de no vivir lo más importante de la ley y lo que da sentido a todas las demás prescripciones: amar a DIOS plenamente y a los hombres con ese mismo amor. Y la pregunta, que había tenido su inicio en la insidia, va a ser ocasión de una de las más bellas enseñanzas de Jesús, dicha en forma de parábola: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores que, después de haberle despojado, le cubrieron de heridas y se marcharon, dejándolo medio muerto. Bajaba, casualmente, por el mismo camino un sacerdote, y viéndole, pasó de largo. Así mismo, un levita, llegando cerca de aquel lugar, lo vio y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de camino, llegó hasta él, al verlo se movió de compasión, y acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; lo hizo subir sobre su propia cabalgadura, lo condujo a la posada y él mismo lo cuidó y sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: Cuida de él, y lo que gastes de más te lo daré a mi vuelta. ¿Cuál de estos tres te parece que fue el prójimo de aquél que cayó en manos de los salteadores? Él le dijo: El que tuvo misericordia con él. Pues anda, le dijo entonces Jesús, y haz tú lo mismo”. Personajes de la parábola. El camino de Jerusalén a Jericó es el camino de la vida, lleno de peligros.


200 Los salteadores son el demonio y sus secuaces. Y el sacerdote representa a los que interpretan la ley, pero sin vida y con legalismos. De hecho, una de las falsas interpretaciones de la ley que circulaba, en aquellos momentos, en la Sinagoga, sostenía que, con sólo tocar a alguien malherido y que pudiera estar muerto, era contaminante, y por esto, el sacerdote de la parábola se aleja, e igualmente el levita. El buen samaritano es el hombre que sabe querer al modo divino, que se olvida de sus ocupaciones, cura, cuida, gasta su dinero, dice que volverá para ver cómo va su recuperación. En definitiva, vive la misericordia, ése, el que está fuera de la ley de Moisés; es el que mejor cumple la ley de DIOS de amar con misericordia. El pensamiento de Jesús es de una claridad diáfana. Jesús es el buen samaritano de los que sufren en este mundo. Enseñanza fundamental. Jesús no hace distinciones entre los hombres, pues todos son hermanos, sin importar la nacionalidad, la religión ni las ideas políticas, porque la palabra “prójimo” es sinónimo de próximo o cercano. Esta parábola es una de las más famosas del Nuevo Testamento, y su influencia es tal que el significado actual de samaritano, en la cultura occidental, es el de una persona generosa y dispuesta a ofrecer ayuda a cualquiera que la necesite. 2. Parábola del hijo pródigo (Lucas, c. 15: v. 11-32) La riqueza del perdón alcanza cimas insuperables en esta parábola, que tanto impresiona a todos. Pero aquí vamos a acercarnos más a la enseñanza del perdón al pecador. En esta parábola, los hijos y el padre simbolizan a Israel y los gentiles, pero, también, muestra a DIOS como Padre, y después, describe el fondo del corazón humano.


201 “Un hombre tenía dos hijos. El más joven de ellos le dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y les repartió sus bienes. No muchos días después, el hijo más joven, reuniéndolo todo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna, viviendo lujuriosamente. Después de gastar todo, hubo una gran hambruna en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; le entraban ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba. Recapacitando, se dijo: ¡cuántos jornaleros de mi padre tienen pan abundante, mientras, yo aquí, me muero de hambre! Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, se puso en camino hacia la casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se compadeció, y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Comenzó a decirle el hijo: padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: pronto, sacad el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, y vamos a celebrarlo con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron a celebrarlo. El hijo mayor estaba en el campo, y al volver y acercarse a casa, oyó la música y los cantos y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Éste le dijo: ha llegado tu hermano y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano. Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo. Él replicó a su padre: mira cuántos años hace que te sirvo, sin desobedecer ninguna orden tuya, y nunca me has dado ni un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero, en cuanto ha venido este hijo tuyo, que devoró tu fortuna con meretrices, has hecho matar para él el ternero cebado. Pero él respondió: hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo, pero había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.


202 Personajes de la parábola. El pecador que se aleja. La parábola contempla la situación del pecador, que se aleja del Padre e incurre en todo tipo de pecados, en un uso excesivo de la libertad o libre albedrío. La carencia de lo mínimo, el hambre que pasa, la indigna situación en que se encuentra después de haber malgastado toda su herencia, le hace rectificar y volver al Padre, en un camino de vuelta, difícil y doloroso. Vive peor que los animales, aunque conserva la conciencia de hijo, a pesar de saberse indigno de ello. Y la actitud del Padre es un desbordarse de cariño. Aunque respetando su libertad, el Padre salía, diariamente, a la espera del hijo. En cuanto le ve llegar, va a su encuentro, le abraza, le besa y le deja hablar. Le prepara una fiesta, le viste con vestiduras ricas y le da el anillo de la reconciliación. El hijo, no sólo recibe el perdón del Padre, sino un amor extraordinario. El hijo mayor. El hijo mayor, también, necesita reconciliación. Se puede ver en él al resentido que no tiene un corazón como el Padre y se lamenta del regreso de su hermano. El Padre, también, es misericordioso con él, aunque la parábola no dice si entró en el banquete preparado para el hijo menor. Gentiles, Israel y DIOS. Otro significado de la parábola es ver a los gentiles y a Israel ante DIOS. El padre es DIOS Padre. El hijo mayor es Israel que, siempre, ha estado con Él, pero necesita una nueva conversión. El hijo menor son los gentiles, que, a pesar de todos sus abusos, son, de nuevo, acogidos por el Padre, que quiere que todos los hombres estén en la casa paterna. La historia enseña que muchos gentiles se abrieron al mensaje de Jesús, aunque largo era el camino que tenían que recorrer. Pero al pueblo elegido le costó aceptar vivir este inmenso amor del Padre. El Reino de DIOS es para todos los hombres, pueblos y culturas, superando la misericordia de DIOS todas las


203 barreras y mediante la aceptación de Cristo, les devuelve la condición de hijos, perdonándolos y amándolos infinitamente. 3. Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (Lucas, c. 16: v. 19-31) La única parábola que tiene un nombre propio es la del rico epulón y el pobre Lázaro. Dice así: “Había una hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y, cada día, celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros, acercándose, le lamían sus llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió, también, el rico y fue sepultado. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó sus ojos y vio, a lo lejos, a Abrahán y a Lázaro, en su seno. Y gritando, dijo: Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Y contestó Abrahán: Hijo, acuérdate de que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros. Y dijo el rico: Te ruego, entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan, también, a este lugar de tormentos. Pero replicó Abrahán: Tienen a Moisés y a los profetas. ¡que les oigan! Él dijo: No, padre Abrahán, pero si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán. Y le dijo: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque uno de los muertos resucite”. Personajes de la parábola El rico epulón.


204 Epulón es el nombre de uno de los rangos dentro de los cuatro colegios sacerdotales romanos, pero, como adjetivo, se define como “hombre que come y se regala mucho”. Por ello, “épulos” eran los convites o festines sagrados, a cuyo cargo estaban los epulones romanos. El pobre Lázaro. La condición de leproso del pobre Lázaro hizo que se convirtiera en el santo patrón de la lepra. En iconografía, la representación de perros, lamiéndole las llagas, le hacen similar a S. Roque, santo patrón de la peste, con el que no tiene nada que ver. El pobre Lázaro comparte nombre y cierta convergencia de temas teológicos con Lázaro de Betania, otro personaje evangélico, hermano de Marta y María, y amigo de Jesús de Nazaret, al que resucita, tras llegar tarde a su entierro. Vinculado con Lázaro de Betania, aparece, en los evangelios, otro leproso, Simón el leproso, que no conviene confundirlo con el pobre Lázaro, de esta parábola, a quien, también, se le llama Lázaro, el leproso. Enseñanza fundamental El uso de bienes materiales es el criterio de juicio, para entrar en el cielo, entonces llamado “seno de Abrahán”, pues, aún, no había resucitado Jesucristo, lo que abre la posibilidad de una felicidad inimaginable en DIOS, o en el infierno o lugar de castigo, para las almas pecadoras obstinadas. La conversión no ha de venir a raíz de milagros, ni de muertos que vuelven a la tierra, pues ya tienen la ley moral en las Escrituras o en sus corazones, sino en el deseo de cumplir la voluntad de DIOS, que todo judío conocía por la Ley y las Escrituras y que todo hombre tiene inscrita, en su corazón, como ley natural. 4. Parábola del fariseo y el publicano (Lucas, c. 18: v. 9-14) Los acontecimientos explican muy bien una parábola de Jesús acerca de la verdadera oración, la actitud farisaica y la verdadera humildad.


205 Esta parábola reza así: “Dijo también esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos, teniéndose por justos y que despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, quedándose de pie, oraba para sus adentros: Oh, DIOS, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que poseo. Pero el publicano, quedándose lejos, ni siquiera se atrevía a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Oh, DIOS, ten compasión de mí, que soy un pecador. Os digo que éste bajó justificado a su casa y aquél no. Porque todo aquél que se ensalza, será humillado, y todo aquél que se humilla, será ensalzado. Personajes de la parábola. El fariseo. La oración del fariseo es rechazada porque sus pensamientos son fruto del orgullo espiritual. Hace cosas difíciles y loables, en sí mismas, pero con una intención torcida. El fariseo se vanagloria de sus limosnas, de sus ayunos y se compara con el publicano, al que considera inferior, juzgándole. Busca el secreto orgullo de saberse perfecto. No le mueve el amor de DIOS, y no es consciente de que, sin la ayuda de DIOS, no puede hacer nada. El orgullo ha tomado una apariencia espiritual que esconde un pecado de soberbia, difícil de curar, porque está llena de buenas obras, pero no para la gloria divina, ya que está usando a DIOS para su propia gloria. El publicano. El publicano, en cambio, dice la verdad de su propia indignidad y, por eso, pide perdón. No se compara con nadie, se sitúa en su sitio y DIOS le mira con compasión y le justifica. La suya es una oración humilde y, por ello, es escuchada y arranca bendiciones del Cielo.


206 Enseñanza fundamental. Jesús quiere que los suyos juzguen con rectitud y no se queden en las meras apariencias, sino que dejen el juicio íntimo a DIOS, así como que, oremos con humildad de corazón, incluso, si las obras buenas que podamos hacer nos puedan llevar a un cierto engreimiento, vanidad u orgullo espiritual. Con estas últimas líneas, ponemos punto final a esta obra, con el deseo de todo corazón de que pueda servir, si DIOS lo desea, en guía u orientación para formarnos, sobre todo, en el ámbito filosófico y teológico o, simplemente, espiritualmente, y así, poder progresar o avanzar, como espíritus, creados a imagen y semejanza de DIOS, en el camino que nos lleva, inexorablemente, a reunirnos con nuestro Padre Celestial DIOS, al final de nuestra vida, aquí en la Tierra. Deseamos, finalmente, pedir humildes disculpas a otros numerosos autores de obras maravillosas, a las que hacemos referencia en la Bibliografía, y que no han sido citados, de manera expresa, en esta obra de investigación espiritual, pero que, no obstante, han estado, siempre, presentes en nuestro corazón, al redactar esta obra, que ponemos a disposición de todos los interesados en temas espirituales, con el único propósito de difundir, en lo posible, el mensaje que DIOS nos ha enviado a todos los seres humanos, a través de su Hijo y de todos los grandes profetas de la Historia. ¡Que DIOS les bendiga a todos por siempre!


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BIBLIOGRAFÍA Título de la obra

Autor

Before Death Comes

Maurice Rawlings

Camino Interno, el

VIDA UNIVERSAL

Christ – The Power and the Passion

John van Auken

Ciencia de la Religión, la

Paramahansa Yogananda

Complete Conversations with God, the

Neale Donald Walsch

Conversaciones con Dios ( 3 Vol.)

Neale Donald Walsch

Cosmic Consciousness

Richard Maurice Bucke

Day I Met God, the

Covell & Rogers

¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

VIDA UNIVERSAL

Despertar de Buda, el El Camino Interno para llegar a ser uno con el Espíritu de Dios en nosotros

Tom Lowenstein

VIDA UNIVERSAL

En busca de nuestras huellas. La Dimensión espiritual de las Religiones del mundo.

Hans Küng

Esta es mi Palabra. Alfa y Omega

VIDA UNIVERSAL

Espíritu universal, el. DIOS

VIDA UNIVERSAL

Evangelio Acuariano de Jesús

Levy H. Dowling

Evangelio del Cristo Cósmico

Leonardo Boff


208

Evangelio según el Espiritismo, el

Allan Kardec

Gnosis of the Cosmic Christ

Tau Malachi

God at the Speed of Light

T. Lee Baumann

Gospel of Mary Magdalena, the

Jean-Yves Leloup

Gospel of Thomas, the

Stevan Davies

Grandes enseñanzas cósmicas de Jesús de Nazaret, las

VIDA UNIVERSAL

Happier than God

Neale Donald Walsch

Jesus. A Revolutionary Biography

John Dominic Crossan

Jesus as a Pattern

Edgar Cayce

Jesus. His Words Decoded, His Mystery Teachings Revealed

John van Auken

Jesús y los manuscritos del mar Muerto

César Vidal

La Ciencia, ¿encuentra a Dios?

Antonio Cruz

Meditaciones metafísicas

Paramahansa Yogananda

Mind is the Builder. Your Life is the Result Dick Daily

Por qué soy cristiano

César Vidal

Principio de todas las cosas, el. Ciencia y Religión

Hans Küng

Religiones del mundo, las

Huston Smith

Science of Being and Art of Living, the

Maharishi Mahesh Yogi


209 Second Coming of Christ, the

Paramahansa Yogananda

Sermón de la montaña, el

Emmet Fox

Sermón de la montaña según el Espiritismo, el

Allan Kardec

Significado oculto de los Evangelios, el

Osho

Soul Development

Kevin J. Todeschi

Think on These Things

Edgar Cayce

Todos los Evangelios

Antonio Piñero

Tres enfoques sobre la reencarnación

Sebastián de Araúco

Universe of Worlds

Robert J. Grant

We live for ever

P.M.H. Atwater

What Christians Believe

John Balchin

When Everything Changes Change Everything

Neale Donald Walsch

Yoga de Jesús, el

Paramahansa Yogananda

Your Life. Why It Is the Way It Is And What you Can Do About it

Bruce McArthur


210 CONTRAPORTADA Esta obra representa una recopilación y síntesis de lo que expresa su título, pretendiendo dar respuestas claras a las preguntas fundamentales que se viene haciendo la humanidad desde el principio de los tiempos, tales como: ¿existe DIOS?, ¿de dónde vengo y a dónde voy tras la muerte?, ¿existe el cielo y el infierno?, etc. La verdadera intención de este libro es crear una nueva conciencia humana, con la que se llegue a crear un mundo pleno de paz, armonía, amor y felicidad. Esta obra ha sido escrita por Vicente Bastante Jiménez, profesor mercantil, economista, lingüista, censor jurado de cuentas o contador público, autor de diversas obras y artículos de carácter profesional, habiendo realizado numerosos viajes, principalmente, por Europa y América, con la mente abierta, convirtiéndose en un estudioso e investigador de las distintas filosofías de vida y religiones existentes en el mundo, interés que se despertó en él, sobre todo, a partir de una experiencia extra-corporal acaecida al comienzo de 2001, tras lo cual, ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio tanto filosófico como teológico, hasta finales de 2010, con el fin de descubrir el verdadero origen y destino final de nuestras vidas, tal como se expresa, aquí y ahora. Este libro comprende, a grandes rasgos, los temas siguientes: Primera Parte: El concepto de DIOS, la Creación espiritual y material y la Evolución espiritual. Segunda Parte: Las religiones y la ciencia, así como el mensaje de Jesús de Nazaret como encarnación de Cristo. Recomendamos a todo el mundo su atenta lectura, con la convicción de que le hará cambiar su perspectiva acerca de sí mismo, descubriendo quién es en realidad y conduciéndole al camino de la perfección, iluminación o salvación. EL EDITOR


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