LA CIVILIZACIÓN HELÉNICA A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Dr. Vicente Bastante Jiménez
Constituye un reto dificilísimo exponer, de forma esquemática, la historia de Grecia desde la antigüedad hasta hoy, desarrollada, sobre todo, en el mar Mediterráneo, dada la influencia y huella tan enormes que ha dejado la civilización helénica como legado a la civilización occidental hasta la actualidad. En primer lugar, conviene destacar que el mar Mediterráneo, en el que se inicia el desarrollo de las distintas culturas que se va a comentar tiene 46.000 Km de costas de 20 países, en la actualidad, con una superficie de algo más de 2.500.000 Km cuadrados, habiéndose inventado el primer alfabeto por los fenicios, pueblo que surgió después de los egipcios y griegos, tras los cuales surgen las civilizaciones romanas, árabes y turcas u otomanas. Así mismo, conviene recordar que sólo el archipiélago del Egeo tiene más de 5.000 islas, dividido en islas Sarónicas, Cícladas, Espóradas, Egeas, Dodecaneso, Eubea y Creta (la más grande), constituyendo los atributos básicos de los griegos: la valentía, la inteligencia y la fuerza. La civilización griega constituyó la llamada “Hélade”, teniendo su origen en las “Culturas Cretense o Minoica”, (nombre dado por el rey Minos), al desarrollarse una cultura prehelénica con anterioridad al 3500 a.C., en la isla de Creta (a sólo dos horas de navegación de la famosa ciudad de Mecenas, que, según Homero la describía como muy rica en oro) , destacándose la construcción de grandes palacios muy bien decorados, como el de Cnosos. En la etapa del 3000 al 1750 a.C. se extendió por todo el mar Mediterráneo Oriental, manteniendo grandes contactos comerciales con las demás culturas del entorno, acabando con la destrucción de los palacios, que dio paso a la etapa del 1700 al 1400 a.C., en que se reconstruyeron los palacios, al llegar del norte de Grecia un pueblo guerrero, los aqueos, que construyeron ciudades con murallas ciclópeas, con objeto de mejorar su defensa. A partir de 1200 a.C. se produjeron invasiones de otros pueblos de origen griego, como los dorios, jonios y eolios, que utilizaban armas de hierro, derrotando a los minoicos, considerándose que, probablemente, la guerra de Troya tuvo relación con tal invasión, habiéndose descubierto, recientemente, que Troya estaba situada en la colina de Hissarlik (Turquía), siendo Esparta y Corinto las principales ciudades dóricas, que, tras destruir las ciudades de Micenas y otras, dieron origen a la llamada “Época Oscura”. Posteriormente, en 800 a.C., comienza la “Grecia Arcaica”, formándose las “polis” o ciudades-estado, que eran oligarquías, por estar el poder en manos de una clase social privilegiada, conocida como “aristoi”, iniciándose la colonización del Mediterráneo y fundando colonias en las costas de Asia Menor (actual Turquía), mar Negro, Sicilia, sur de Francia y levante español. Así se establecieron las bases de Grecia, como cuna de las artes, el pensamiento, la política y la cultura griega del mundo antiguo.
Posteriormente, comienza la época conocida como la de la “Grecia Clásica”, durante la cual se instituye la “democracia” o gobierno del pueblo, apareciendo “polis” como Atenas, a partir del 490 a.C., desarrollándose, después, las llamadas “Guerras Médicas”, entre griegos y persas, saliendo victoriosos los griegos, con lo cual Atenas se convirtió en la potencia hegemónica de la denominada “Liga de Delos”, formada para defenderse de los persas, conociéndose este periodo como la “Edad de Oro de Atenas” o “Siglo de Pericles”, esto es, el siglo V a.C., alcanzando Atenas su máximo esplendor, al construirse el Partenón, el Erecteión, el Mausoleo de Halicarnaso, el teatro de Epidauro, etc., apareciendo autores muy importantes, tales como Esquilo, Sófocles, Aristófanes, etc., así como historiadores tan famosos como Tucídides y Heródoto y filósofos de gran trascendencia para la cultura occidental, tales como Sócrates, Platón, Aristóteles, etc. Sin embargo, la rivalidad entre la Liga de Delos, conducida por Atenas y la Liga del Peloponeso, liderada por Esparta, desembocó en las conocidas “Guerras del Peloponeso”, en las que se involucraron casi todos los griegos, luchando por Atenas o por Esparta, hasta que en 404 a.C. los espartanos ganaron a los atenienses, debilitando, enormemente, a Grecia, y haciéndola muy vulnerable a invasiones de fuera. A partir del 380 a.C. comenzó la “Época Helenística”, durante la cual se produjo la anexión de las polis griegas a Macedonia, que se establecieron al norte de Grecia, contando con grandes recursos naturales de oro, cereales y madera, y tras la batalla de Queronea en 338 a.C., se anexionó Atenas y Tebas, unificando todo el Ática, de forma pacífica, y tras la muerte del rey Filipo II de Macedonia, le sucedió su hijo Alejandro III, más tarde conocido como Alejandro Magno, quien llegó a crear un gran imperio, además de dar su nombre a la famosa ciudad de Alejandría (hoy al norte de Egipto), conquistando el imperio Persa, incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, llegando a expandir las fronteras de Macedonia hasta la región del Punjab, en la India. Tras su muerte en Babilonia en 323 a.C., se repartieron sus generales sus posesiones, produciéndose el declive helénico, pero no su cultura, que fusionada con la cultura oriental, dio origen al llamado “Mundo Helenístico”, siendo de destacar la enorme contribución de Eratóstenes (276-194 a.C.), conocido como un gran astrónomo y matemático y, por ello, considerado como el padre de la geodesia, hasta que Grecia sucumbió ante el poderío de Roma, desde mediados del siglo II a.C., en que se convirtió, de hecho, en un protectorado romano, produciéndose diversos levantamientos de los griegos contra Roma, incluido el que se produjo en 88 a.C., sin que tuviera éxito. La dominación romana se ve interrumpida en el siglo III d.C., debido a las invasiones de los bárbaros y, paralelamente, la sociedad griega evoluciona hasta formas sociales y económicas de tipo feudal, iniciándose la llamada “Época Medieval”, durante la cual Grecia formó parte del “Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino”, cuya base cultural fue helénica, si bien las invasiones de pueblos germánicos y eslavos modificaron la composición étnica de la población.
En el siglo VII los árabes se apoderaron de Chipre y Rodas. Desde finales del siglo XI hasta mediados del siglo XII, los normandos saquearon las costas, favoreciendo la formación de una sociedad de tipo feudal. En los siglos XIII y XIV, las luchas entre francos y bizantinos fueron aprovechadas por Venecia y Génova, que se apoderaron de varias islas griegas, y ya en el siglo XV, Grecia cayó bajo dominio Otomano, con lo que se inició la “Época Moderna”. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII se sucedieron diversas insurrecciones griegas, propagándose, a comienzos del siglo XIX, en Europa, los ideales del nacionalismo griego, de manera que, en 1822, la Asamblea de Epidauro proclamó la independencia de Grecia. Para resumir la historia de Grecia a partir de esta fecha, mencionemos, únicamente, de forma esquemática, que en 1909 se produjo un golpe militar, estableciéndose el primer gobierno de Venizelos, tras lo cual siguió la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918), la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945), destacándose la ocupación nazi de Grecia y resistencia griega de 1941 a 1944, posteriormente, la Guerra Civil griega de 1946 a 1949 y, por último, la época actual, con el ingreso de Grecia en la OTAN en 1951 y su reingreso en 1980, para incorporarse, como miembro de pleno derecho, en la Unión Europea en 1981, adoptando la moneda común, el “Euro” en 2002, etc. hasta llegar a la gran crisis económica mundial de 2008, que ya ha sido objeto de análisis en números anteriores de esta prestigiosa revista Istmo. Finalmente, unas pocas palabras, para poner de manifiesto que Grecia ha tenido, durante toda la Historia conocida, una influencia fundamental, tanto en todo el mar Mediterráneo como en la cultura Occidental y que, gracias a sus muchas aportaciones, en todos los ámbitos y aspectos, hemos conseguido un gran desarrollo y progreso, en todos los sentidos, en todo el mundo, lo que, hay que reconocerlo, se lo debemos, en gran parte, a ese gran país que es Grecia, en la actualidad.