UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PUERTO RICO Vicepresidencia de Asuntos Religiosos
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Rvdo. Norberto Domínguez, Vicepresidente de asuntos Religiosos Rvdo. Julio R. Vargas-Vidal, Ayudante Ejecutivo Evelyn Marcano, Ayudante Administrativo
En nuestra Capilla Miércoles 2: Meditación de la Palabra (12:30 p.m.)
Agosto 2017
Un corazón que se preocupa
Miércoles 9 Servicio de Oración (12:30 p.m.)
“Bienaventurado los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia” (Mateo 5.7)
Miércoles 16: Servicio Oración (12:30 p.m.) Miércoles 23: Santa Misa (12:00 pm) Miércoles 30 Servicio Inicio de Semestre (10:30 am) Meditación del Santo Rosario: lunes a las 12:30 pm dirigido por el laicado católico.
En esta edición Consuelo para el futuro
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Poema de Sta. Teresa de Ávila
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Olivieri y yo
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La misericordia es preocuparse personalmente por el prójimo y mostrar entendimiento por las circunstancias de los demás. En la parábola del buen samaritano, narrada en el evangelio según Lucas, se describen tres tipos de personas: los que toman, los acaparadores y los que dan. Los asaltantes del camino son los que toman. Su filosofía es: “Todo lo tuyo, es mío. Lo tomaré”. Roban al inocente y salen de la escena. Estas personas no son n e c e s a r i a m en t e n u e s tr os enemigos, a veces son nuestras amistades que toman todo lo que pueden de nosotros para luego abandonarnos.
Los tomadores solamente se interesan en lo que pueden obtener para sus propósitos egoístas. Aún les falta mucho por entender de qué se trata la misericordia. Cuando el sacerdote y el levita pasaron por el camino y vieron al hombre que ahí yacía, se movieron al otro lado. Estos son los acumuladores cuya filosofía es: “Todo lo mío, es mío. Lo retengo”. Son gente con corazones callosos que solo acumulan para sí mismos. Y llegó hacia el moribundo un samaritano, y sintió compasión. Él representa los dadores —los que practican la misericordia y muestran el amor cristiano. Su filosofía: “Lo mío, es tuyo. Te lo daré”. El samaritano dio su dinero, posesiones, tiempo, simpatía y consuelo sin preguntarse si la victima lo merecía.
Al mostrar misericordia al prójim o, D ios m os trará misericordia para con nosotros.
Tomado de Grace for today: Oneminute Devotions.
¿Qué tendría nuestro playlist? El don de la paz
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Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. (Salmo 121.8) Aquellos que tenemos aparatos electrónicos de música sabemos lo que son playlists —listas de canciones que seleccionamos para escuchar en determinados momentos (clásica para trabajar, moderna para limpiar, movida para hacer ejercicios, etc.). La tradición judía afirma que los
Salmos 120-134 era el “playlist para el road-trip” de los que viajaban a Jerusalén para adorar. Estas canciones, conocidas como “Salmos graduales”, o de las subidas, preparaban sus corazones para la adoración en el templo, todo esto mientras subían el Monte Sión.
road-trip, recomiendo llenarlo con canciones que hablen de la fidelidad de Dios. Las canciones deberían apuntar a la promesa encontrada en una de las canciones cantadas por los viajeros antiguos en el Salmo 121.3: “No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda”.
Si tuviéramos que crear un playlist para nuestro próximo
(continúa en la p. 3)
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Universidad Interamericana de Puerto Rico
Consuelo para el futuro percatamos que no importa cuán ominosas las cosas aparenten, todo está bajo el control de Dios. El Señor Dios Todopoderoso aún reina y no ha abandonada a su creación.
(Apocalipsis 21.3)
Creer que Dios está trabajando su plan divino, a pesar del pecado humano, nos permite tener una actitud balanceada y calmada.
El temor arroja una sombra muy oscura sobre el futuro. Pero cuando encontramos refugio en el Cristo vivo, nos
Así que, podemos ver al futuro sin Dios y sentir depresión y temor, o podemos creer en el plan de redención para la humanidad y acercarnos
“Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En efecto, Dios será su único Dios”
Véante mis ojos, dulce Jesús bueno Santa Teresa de Ávila Véante mis ojos, dulce Jesús bueno; véante mis ojos, muérame yo luego. Vea quién quisiere rosas y jazmines, que si yo te viere, veré mil jardines, flor de serafines; Jesús Nazareno, véante mis ojos, muérame yo luego. No quiero contento, mi Jesús ausente, que todo es tormento a quien esto siente; sólo me sustente su amor y deseo; Véante mis ojos, dulce Jesús bueno; véante mis ojos, muérame yo luego. Siéntome cautiva sin tal compañía, muerte es la que vivo sin Vos, Vida mía, cuándo será el día que alcéis mi destierro, veante mis ojos, muérame yo luego. Dulce Jesús mío, aquí estáis presente, las tinieblas huyen, Luz resplandeciente, oh, Sol refulgente, Jesús Nazareno, veante mis ojos, muérame yo luego.
al futuro confiadamente. Dios eterno, creo que estás en control de este mundo. Por tanto, puedo enfrentar el futuro con confianza y esperanza en tu salvación. Amén. Tomado de Grace for today: One-inute Devotions.
¿Quién te habrá ocultado bajo pan y vino? ¿Quién te ha disfrazado, oh, Dueño divino ? ¡Ay que amor tan fino se encierra en mi pecho! veante mis ojos, muérame yo luego. Gloria, gloria al Padre, gloria, gloria al Hijo, gloria para siempre igual al Espíritu. Gloria de la tierra suba hasta los cielos. Véante mis ojos, muérame yo luego. Amén.
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Olivieri y yo Lo conocí en 1995 cuando comencé a trabajar en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y decidí tomar unos cursos. Al año siguiente, me matriculé en el curso de Adoración Cristiana, cual ofrecía el Prof. Luis A. Olivieri. Lejos estaba yo en pensar que al tomar ese curso, mi vida cambiaría totalmente. La historia de la adoración y liturgia cristiana impactó mi vida e hizo que desde ese momento me dedicara a estudiarla, practicarla y, eventualmente, enseñarla. Ese mismo año (1996), Olivieri me invitó para ser su pianista como parte de una gira musical del Coro del Recinto Metropolitano a Yucatán. Otra vez, lejos estaba yo en pensar que eventualmente trabajaríamos juntos en la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Nuestros caminos musicales siguieron cruzándose, y el 4 de abril de 2016, Olivieri me dio el privilegio de ser reactor en la presentación de su libro Lugar y función de música en el culto de la iglesia, en el Recinto Metropolitano. Guardo muchos recuerdos gratos de nuestras experiencias
musicales. De él aprendí repertorio coral, disciplina y una pasión genuina por elevar el arte de la música coral eclesiástica. Lo que don Augusto Rodríguez fue para la música coral secular, Luis Olivieri lo es para la música coral eclesiástica. Fue pionero en lo que hizo y hasta sus últimos meses de vida le dio el 100% a su arte. Abajo les comparto algunos datos biográficos tomados de un escrito que hiciera el Dr. Luis Rivera Pagán ante la partida del maestro: El profesor Olivieri dedicó gran parte de su vida al estudio y práctica de la música sagrada. Comenzó a los 15 años como organista y director del coro en la Primera Iglesia Bautista de Yauco, desempeñándose luego en esa misma función en otras iglesias bautistas, evangélicas unidas, metodistas y episcopales. Realizó sus estudios musicales en la Universidad Interamericana, Recinto de San Germán, y en el Conservatorio de Música de Puerto Rico. Sus estudios teológicos los hizo en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y los estudios en música sacra en la Universidad de Boston. También realizó estudios humanísticos musicales en la Universidad del Estado de Florida.
Ocupó la cátedra de música sacra y adoración en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y la de dirección coral y música sacra en la Un i ve r s i d a d I n te r a m e r i ca na (Recinto Metro). Fue miembro de los comités que desarrollaron las himnarios New Century Hymnal, Himnario Unido, Himnario presbiteriano, El Himnario (Episcopal), Mil voces para celebrar (Himnario metodista) y Cáliz de Bendiciones (Himnario Discípulos de Cristo). P u b l i có H i m no s y c ant o s puertorriqueños de la fe cristiana (1980), Música coral sagrada para coros (1982), Antología de la música coral sacra de Puerto Rico (2000), el cuaderno de liturgia Hacia una adoración integral, comunitaria y transformadora (2004) y Lugar y función de la música en el culto de la iglesia (2016).
La figura de Luis Olivieri será recordada siempre ligada a la música coral de altura y a la tenacidad por darle a la música r e lig iosa e l lug a r qu e genuinamente le pertenece. Ya nuestro amigo, “Tuto” Olivieri, no dirige coros...ahora canta en el Gran Coro Celestial. Rvdo. Julio Vargas Compañero de lides litúrgico musicales (como me escribió en la dedicatoria de su libro)
Lo que don Augusto Rodríguez fue para la música coral secular, Luis Olivieri lo es para la música coral eclesiástica.
¿Qué tendría nuestro playlist? (viene de la portada) En ocasiones hemos tenido road-trips llenos de tormentas y situaciones difíciles. Nos hemos tenido que parar en la carretera porque simplemente no podemos ver lo que tenemos al frente. El temor nos arropa ante la posibilidad de caer por un barranco, pasarnos una salida o chocar. Otros road-trips no traen lluvias, sino lágrimas. Son experiencias que nos sacuden pero que también nos enseñan
que, no importa la naturaleza de las tormentas, la naturaleza de Dios es guardarnos. Él es un fiel acompañante.
confianza en ti sea fuerte y segura”.
En esos road-trips de la vida, ¿cuáles serán nuestros playlists? ¿Cómo Dios ha sido nuestro fiel acompañante en esos viajes?
No tenemos que enfrentar los retos solos o solas. Jesús ha conquistado este reto para que podamos movernos de la situación presente a una vida victoriosa.
Que siempre podamos decir, “Señor, mi ayuda viene de ti. Recuérdame que siempre guardarás mi salida y mi entrada, y permite que mi
Rvdo. Julio Vargas Vidal Ayudante Ejecutivo del Vicepresidente de Asuntos Religiosos
“Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121.2)
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CONGRESO DE TEOLOGIA EN CELEBRACIÓN DE LOS 500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE FECHA: LUGAR:
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3 Y 4 OCTUBRE DE 2017 RECINTO METROPOLITANO, UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PUERTO RICO
CONFERENCIANTES Dr. Justo González Dr. Darío Barolín Dr. José D. Rodríguez Pastor Ignacio Simal Dra. Ofelia Ortega https://www.facebook.com/intervidaespiritual/
El don de la paz “La paz os dejo, mi paz os doy”. Juan 14.27
sentir Su paz aquí en la tierra.
Jesús prometió, y promete, p a z a sus se gu id or es . Usualmente todo lo que deseamos aquí en la tierra son las bendiciones y paz de Dios —es todo lo que necesitamos para nuestro diario vivir. El Señor no quiere que nos preocupemos o que perdamos la esperanza debido a sucesos que ocurren alrededor nuestro. Por eso es que nos promete “bendecir a su pueblo con paz” (Salmo 29.11).
Que nuestra oración sea: “Señor y Príncipe de Paz, gracias por permitirnos reconocer que no solo nos has redimido, sino que también nos has otorgado tu paz celestial”.
El Señor no fuerza sus dones sobre nuestras vidas. Él siempre está dispuesto a otorgarlos cuando estemos listos para recibirlos. Si en
Amén. Tomado de Grace for today: One -minute Devotions.
oración pedimos por paz, el Señor nos bendecirá con su paz en nuestro ser más interior para que así podamos