¿Cómo entender a APG? Víctor Ramírez
Es una pregunta que en cada asociado debería de existir en su concepción de nuestra entidad. Pues ¿cómo la pensamos y describimos, además de lo que establecen los estatutos? Casi siempre se espera recibir algo a cambio cuando parte de nuestro tiempo y de nuestros ingresos los destinamos a una institución como es la Asociación de Periodistas de Guatemala. Quizá la ausencia de muchos asociados activos sea una manera de creer en APG y el ingreso de varios, otra. Sin embargo, no podemos recibir mayores beneficios tangibles por ser una entidad no lucrativa, apolítica, cultural y profesional. De tal manera que, si fuera un seguro social como el IPSP, por ejemplo, entonces sí es de esperar ventajas y protección benefactora. Basta leer el Artículo tres de los estatutos. Dentro de sus fines se puede decir que sólo existen deberes y obligaciones, principalmente para directivos y quienes conformamos comisiones de trabajo. Algunos asociados se preguntan ¿qué nos da la APG? Incluso lo he escuchado de ex presidentes. La cuestión sería mejor planteada si pesáramos ¿cuánto nos da APG? Para alguien con mentalidad materialista pues obtiene una casa acogedora donde estar por algún momento, libros, revistas, periódicos que puede leer mientras disfruta de un café, auditórium para actividades sociales y culturales, reconocimientos, recepciones, auxilio económico por fallecimiento, entre otras cosas. Lo que más da APG es lo que no se compra con ningún dinero, ni con ninguna tranza como lo hacen los políticos deshonestos. ¿Cuántos reporteros y corresponsales se han escudado dentro de las filas de APG? ¿Cuántos periodistas se han refugiado cuando son víctimas de atropellos por las fuerzas represivas del Estado? Pero lo más importante de la Casa del Periodista es encontrar personas honorables, distinguidas por su trayectoria periodística y literaria, que le brindan a uno su amistad y respeto, hombres y mujeres de bien, con una mentalidad peculiar, muy distinta a la que presenta un hombre de negocios o funcionario público. En APG se encuentra uno con personas amigas, colegas, compañeros con quienes, con toda confianza, puede entablar conversación y encontrar puntos de convergencia y componer el mundo (aunque suene utópico). En APG encontramos toda una comunidad afín, en la que la empatía, la concordia y la solidaridad prevalecen en los buenos y malos tiempos de quienes la conformamos. ¿Cómo entender la APG? Esta interrogante debemos responderla cada uno de nosotros, con la plena convicción de nuestro ser, con alto espíritu de lucha por la defensa de la libre expresión y emisión del pensamiento.