El año 1975 fue decisivo en el panorama político, social y económico español. Tras los felices 60, de reactivación económica motivada por los planes de desarrollo de los gobiernos tecnócratas franquistas, España sufría una fuerte recesión provocada por la crisis del petróleo de 1973. El crecimiento del paro y la inestable situación laboral habían creado un clima favorable para la reorganización del movimiento obrero. Los sindicatos, especialmente Comisiones Obreras, habían adquirido un gran protagonismo. Pese a la prohibición y persecución policial que vivían junto a los partidos políticos, los sindicatos fueron capaces de forzar un cambio sustancial en las relaciones laborales y en la liberalización de la economía. La industrialización de los años 60 había provocado importantes movimientos migratorios internos que, desde las áreas rurales más desfavorecidas, se habían dirigido a las zonas más industrializadas, especialmente a las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, EL MODELO CONSUM 19
y generaron una gran demanda de viviendas. Durante estos años se construyeron más de cien mil de tipo social y un millón de protección oficial. La emigración a países extranjeros había sido frenada por este éxodo rural y la instalación de firmas norteamericanas destacadas, como el caso de Ford en Almussafes, gracias a los tratados «de amistad y cooperación» firmados en aquellos años entre el gobierno español y el de los Estados Unidos. Lógicamente, la demanda de alimentos básicos para satisfacer las necesidades de esta nueva población urbana también había crecido, y habían empezado a proliferar los intermediarios en la distribución y comercialización de todo tipo de productos alimentarios, lo que provocó una importante subida de la inflación y del coste de la vida. En 1973 el régimen franquista agonizaba. Los sindicatos y partidos políticos democráticos, plenamente implicados en la vida social, habían despertado la conciencia social y democrática en la clase trabajadora, que respondía de manera muy satisfactoria. No hay que olvidar que los Planes de Desarrollo franquistas habían facilitado el acceso a la enseñanza a miles de hijos de familias humildes, tanto por la implantación del sistema de Universidades Laborales como por el aumento de la bolsa de becas. Las clases trabajadoras, que hasta entonces habían permanecido en la ignorancia, tomaban conciencia de su situación y participaban activamente en el movimiento ciudadano, que resultó decisivo en la implantación de la democracia en España tras la muerte de Franco en noviembre de 1975. Durante esos años, en el territorio valenciano se vivía una auténtica efervescencia de desafío al franquismo. Partidos democráticos y organizaciones sindicales en la clandestinidad manifestaban abiertamente su posición contraria a la Dictadura, mientras cobraba cada vez más 20 LA HISTORIA
fuerza el sentimiento nacional valenciano. La detención de algunos miembros de la Comissió Pro-Estatut por la Brigada Político-Social de la policía en junio de 1975, en la Casa de Ejercicios Espirituales de la Purísima de Alaquàs (Valencia), tuvo una gran trascendencia pública. Esta comisión, compuesta por representantes de diferentes fuerzas políticas, estaba encargada de redactar un borrador de lo que sería la futura carta magna valenciana. La detención de Els 10 d’Alaquàs, nombre con el que se conocería a partir de entonces a los detenidos, caldeó aún más la agitación social en la Valencia de los últimos meses de la dictadura. El movimiento cooperativista valenciano surgió también durante estos años como un desafío al franquismo, apoyado principalmente por las bases sociales del catolicismo por un lado, y por el movimiento sindicalista por otro. En este contexto histórico, Consum inició su andadura en noviembre de 1975 cuando abrió su primera tienda en Alaquàs, un establecimiento, de 500 m2 atendido por seis empleados. La Cooperativa se había constituido unos meses antes, en la primavera de 1975 se habían aprobado los Estatutos, solo con socios consumidores, procedentes de Torrent y Catarroja principalmente, que habían aportado cada uno una cuota de tres mil pesetas (18€). Se eligió Alaquàs porque en este municipio se había encontrado un local que reunía las condiciones idóneas. Como las aportaciones de los socios eran insuficientes para abrir este primer supermercado, fue necesario solicitar un préstamo de dos millones de pesetas (unos 12.000€) a una entidad bancaria. Dicho préstamo fue avalado por diez personas que no dudaron en hipotecar sus bienes para que siguiera adelante un proyecto cooperativo en el que creían firmemente. EL MODELO CONSUM 21
Consum nació como una cooperativa de consumidores y usuarios, cuya finalidad era adquirir productos básicos, principalmente de alimentación, para distribuirlos entre los socios a precios bajos, en un momento en el que la inflación superaba el 20%. Sus promotores procedían principalmente del cooperativismo de viviendas y enseñanza, algunos de ellos habían pertenecido a las Juventudes de Acción Católica Rural, muy activas en la comarca de l’Horta, y estaban muy bien relacionados con el movimiento sindical y los partidos políticos democráticos, circunstancia que les permitió encontrar con facilidad socios que se ilusionaran con el proyecto de una cooperativa de consumidores. Eran personas muy entusiastas, con grandes dosis de voluntarismo, pero con escasa experiencia en la gestión y con recursos financieros muy limitados. LOS PRIMEROS PASOS DEL MOVIMIENTO COOPERATIVO
Aunque conozcamos el contexto histórico en el que se gestó Consum, es necesario que nos detengamos por un momento en la evolución del cooperativismo en la Comunidad Valenciana, lo que nos permitirá comprender mejor las circunstancias que rodearon la constitución de la Cooperativa. El cooperativismo surgió en el Reino Unido a principios del siglo XIX con las experiencias de los socialistas utópicos y se presentó desde sus inicios como una alternativa al sistema capitalista. Estaba ligado al movimiento obrero como respuesta a las deficiencias sociales y laborales que se habían producido con la Revolución Industrial, tales como el desempleo, el trabajo precario, la falta de higiene y la seguridad en el trabajo, el hacinamiento, el trabajo de mujeres y niños o los horarios inhumanos. Robert Owen fue uno 22 LA HISTORIA