ISO SCOOTER 125 LA OLVIDADA ITALIANA

Década de los cincuenta en España. Un país sobreviviendo a la postguerra que tenía lo justo para salir del paso, sin ahorros para grandes lujos o derroches. La clase española, en su mayoría, buscaba dos máximas a la hora de meterse en cualquier compra o inversión: durabilidad y practicidad. La ISO Scooter 125 cumplía ambas: una motocicleta fiable y barata para patearse a diario la ciudad sin tener que recurrir al transporte público, todavía lento y anticuado por aquellos tiempos.

Lanzada en 1952, solo se hicieron 1.050 unidades. Si algún ejidense la conserva, o se recuerda montando en ella, que se sienta un privilegiado. Son muchos los que ahora, aunque por poco dinero, se aventuran a buscar una para restaurarla. Pero, adentrándonos en su historia, ¿cómo empezó a fabricarse? ISO Motor

S.A es un ejemplo más de las firmas extranjeras que llegaron a España durante la postguerra, en este caso para motorizar al país. De origen italiano, curiosamente como aquella que la sacaría del mercado, se fundó su sede en el famoso barrio de Carabanchel, en Madrid.

Caracter Sticas

Tenía un motor robusto, económico y sin averías. Esto último fue casi lo más importante para los compradores de la época. Destacaba que, en la suspensión delantera, tenía una horquilla telescópica, algo poco común en los scooters populares del momento. Su diseño era refinado, muy depurado, con un motor de cilindro dividido de dos tiempos de

125 CC que, aunque no entregaba demasiada potencia (7 CV), sí que presentaba una excelente fiabilidad. Tampoco había que preocuparse de que se recalentara, pues su refrigeración estaba bien resuelta. Frente al consumo, que también importada al bolsillo, gastaba unos dos litros por cada 100 kilómetros.

Fin Del Viaje

Sin embargo, todas estas bondades no fueron suficientes para sobrevivir en el tiempo, al menos con su fabricación. En el mismo año que se asentó ISO en España, también lo hizo Vespa. Y con todas las de la ley, contando con el apoyo económico de fuertes compañías. Esta última no necesita presentación, siendo un icono todavía en nuestros días. Por su parte, ISO Motors intentó centrarse en líneas más cercanas al sector automovilístico, dejando de fabricar la ISO Scooter 125 en 1956, junto al resto de sus motocicletas. Fin del viaje para un modelo que, realmente, se mereció algo más.