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Autocuidado Feminista

Hay días en los que nos sobrepasan todas las violencias que vemos a nuestro alrededor o que recaen sobre nosotras mismas, hay días en los que sentimos agotamiento físico y emocional por la doble o triple carga de trabajo, productivo, reproductivo y de cuidados, hay días en los que queremos parar , decir basta, no puedo más, necesito tumbarme al sol y mirar el cielo, desconectar , respirar , estar con mis amigas, tomar un tecito, charlar, llorar , gritar , reír , sentirme amada, ser abrazada; en ese momento dimensionamos la importancia de construir espacios de cuidado colectivo, de autocuidado feminista, espacios que son transgresores porque decidimos rechazar un destino de abnegación, sacrificio y sufrimiento. El autocuidado además, es una herramienta de resistencia en un sistema patriarcal que sumerge a las mujeres en condiciones de desigualdad, explotación e injusticia en el ámbito público y privado; entendiendo la resistencia no como desgaste sino como posibilidad de construcción y liberación. Es importante amarnos, cuidarnos colectivamente para que la revolución esté llena de vida; el autocuidado lo estamos creando, construyendo juntas, con nuestras propias manos, mentes y corazones. Compartimos algunos tips, que probablemente muchas ya los sabemos o intuímos, pero que a veces se nos olvida ponerlos en práctica, esperamos que les sean útiles.

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Respirar: Es más importante de lo que podemos creer . Nos ayuda contra la ansiedad. Inhalar contando hasta 5 y exhalar contando 5, o contener la respiración durante 10 segundos, apretar todo el cuerpo y exhalar con fuerzda.

Desconectarse: Hacer una actividad que nos guste, leer , pintar , escribir , salir a pasear al parque, mirar el cielo o simplemente tener un espacio de soledad para despejar la mente. (si es posible desconectarse por un momento de los aparatos electrónicos). Moverse: Salir de casa a caminar o correr , si no puedes salir , dentro de tu casa o habitación puedes bailar , saltar , hacer yoga, ejercicio, estirar el cuerpo, movernos un poco.

Comer e hidratarse: Comer bien, comer rico, disfrutarlo, sentir el placer de los alimentos. Reconocer cuándo necesitamos tomar agua, comer frutas. Si puedes disfruta de la experiencia de cocinar y la conexión con los alimentos.

Darle alegría al cuerpo: Es un ejercicio personal el conectarse con su cuerpo: una ducha larga de agua tibia, un auto masaje con un aceite que huela rico, acariciar nuestro cuerpo o hacer algo que implique contacto con nuestra piel de manera consciente, explorarnos y tocarnos con cariño. 20

Hablar: Expresar lo que sientes, lo que nos molesta y lo que nos duele. No dejarlo adentro. Encontrar la complicidad en la escucha de nuestras amigas. Si no tenemos a alguien cerca, podemos escribirlo.

Llorar: Dejar que nuestras emociones fluyan sin juzgarnos; llorar es tan necesario como reír , no nos hace daño, al contrario, si nos guardarnos las tristezas y enojos luego salen en forma de estrés o dolor.

Poner límites: Es importante entender que no podemos hacerlo todo, ni darlo todo para el bienestar de lxs otrxs, procuremos quitarnos la idea del sacrificio, Aprendamos a decir NO, pongamos límites para tener tiempo y espacio para nosotras mismas.

Generar lazos significativos con otras mujeres: Darnos tiempo para compartir lecturas, videos, canciones, poemas, con otras mujeres; compartir espacios seguros para estar entre mujeres y tejer redes de apoyo, soporte y amor.

Bibliografía: Manual de autocuidado para ingobernables- Mujeres al Borde Autocuidado para feministas en tiempos de violencia- Montserrat Pérez El autocuidado también es feminista- Jessica Techalotzi 21

Yo soy sola pero tengo amigas que recitan poemas. Yo soy sola, es cierto, pero ellas dicen cosas como: una más una somos la misma, no te olvides de ti, hablemos con un café. Yo soy sola, tienes razón que soy sola pero tengo amigas que me hermanan. Recitan poemas, sabes? hay una que me mira en silencio y asiente, otra responde adiós se me quema esto, hablamos luego. De tanto cocinar, desempolvar, postergar, quisiera huir me dice. Así que en mi andar están todas ellas. Fueron y serán antes del tiempo. Yo soy sola, pero menos sola cada vez, porque sé pronunciar palabras como: ayúdame consejo estoy

per di da. Auxilio. No las suelto. Eso que somos se convierte en la cueva que me cobija.

Estamos pintadas, pintamos en las rocas de esa cueva. (...)

Taller ¿Quién cuida a la cuidadora?

Como parte de este proceso, en días pasados realizamos un taller virtual sobre autocuidado feminista en tiempos de covid-19, nos gustaría compartir en este femzine, algunas intervenciones de las participantes, a quienes les pedimos entre otras cosas, traer una planta, con la cual hicimos el ejercicio de presentación, que consistía en que la plantita era cada una y se la presentaba al resto de compañeras, hablando sobre sus deseos, alegrías, pero también sobre sus preocupaciones y dolores.

“Me duele el corazón. Estoy muy contenta muy satisfecha de compartir este momento de relajación. -Mi plantita- se siente muy feliz, contenta porque a pesar de todas las dificultades, siempre ha sabido salir adelante, nunca le ha gustado quedarse quieta, sino seguir luchando por uno mismo ” - Esthela.

«Una rosa es para brindar una alegría a sus dueños de casa, a su familia, a sus amistades; de por sí las plantas, las flores son el alivio para el cuerpo, la sonrisa para los amigos, un color vibrante para sentir una energía mejor . » - Rosa. 23

“La plantita se siente en este momento muy emocionada por este tipo de espacios; nos sentimos aquí juntas, me siento como respaldada y aunque estemos lejos y cada una en su casa, a la distancia me siento como abrigada y acompañada. ” - Karina ¿Qué le duele a esta plantita? No es como un dolor exactamente, es como una sensación de vacío, como cuando ustedes se botan de una altura muy alta, sienten un vacío en el estómago, que después se les va al pecho, es como una angustia, una angustia que se podría decir que tiene en esta parte (señala a su planta) porque parece que le falta el sol, es porque está preocupada por el desempleo, por el trabajo, por eso, pero en sí, es una plantita bonita. - Paulina.

«Le gusta el sol, le gusta la luz porque ahí siente que puede florecer , y también le es necesario la oscuridad para morir y luego renacer» - Francisca. « Le duele el mundo, las injusticias, las desigualdades, el racismo». - Génesis « Cuando mi plantita se siente preocupada o como angustiada, siente un dolor en su estómago y como en la garganta, tal vez por esa necesidad de decir

las cosas» - Jhanela.

Taller virtual sobre autocuidado feminista: ¿Quién cuida a la cuidadora?

Collage por Thays Erazo

Proyecto de Incidencia Social: Teorías Feministas de la Comunicación - Maestría de Investigación en Género y Comunicación UASB. Integrantes: Nathaly Gómez, Ivanna Carrillo, Lisseth Zhuma, Thays Erazo Cristina Rosero. Retratos y collage: Naty, Ivanna, Liss, Thays y Cris Diseño y diagramación: Ivanna Carrillo.

Quito, Ecuador, diciembre 2020

Soy mujer . Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero". - Alejandra Pizarnik

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