Autocuidado Feminista
Hay días en los que nos sobrepasan todas las violencias que vemos a nuestro alrededor o que recaen sobre nosotras mismas, hay días en los que sentimos agotamiento físico y emocional por la doble o triple carga de trabajo, productivo, reproductivo y de cuidados, hay días en los que queremos parar, decir basta, no puedo más, necesito tumbarme al sol y mirar el cielo, desconectar, respirar, estar con mis amigas, tomar un tecito, charlar, llorar, gritar, reír, sentirme amada, ser abrazada; en ese momento dimensionamos la importancia de construir espacios de cuidado colectivo, de autocuidado feminista, espacios que son transgresores porque decidimos rechazar un destino de abnegación, sacrificio y sufrimiento. El autocuidado además, es una herramienta de resistencia en un sistema patriarcal que sumerge a las mujeres en condiciones de desigualdad, explotación e injusticia en el ámbito público y privado; entendiendo la resistencia no como desgaste sino como posibilidad de construcción y liberación. Es importante amarnos, cuidarnos colectivamente para que la revolución esté llena de vida; el autocuidado lo estamos creando, construyendo juntas, con nuestras propias manos, mentes y corazones. Compartimos algunos tips, que probablemente muchas ya los sabemos o intuímos, pero que a veces se nos olvida ponerlos en práctica, esperamos que les sean útiles.
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