El lujo en el Perú es inesperado; se manifiesta cuando el tímido gallito de las rocas deja que lo fotografíen o en el desconocido y excitante sabor de algún plato local.
El lujo en el Perú es creativo; se presenta en hoteles que fueron palacios virreinales y en las enérgicas danzas de fiestas de todos los rincones del país.
El lujo en el Perú también es aventura; aparece en un elegante campamento bajo la fría presencia del apu Salkantay o en un kayak entre la totora del Titicaca.