ISABEL PREYSLER Y MARIO VARGAS LLOSA COMO EN UN VIAJE DE NOVIOS EN COLOMBIA: «CADA VIAJE CON MARIO ES UNA LUNA DE MIEL» Vivieron su visita a Bogotá como si de unos recién casados se tratara, y ante su decisión más importante, nos hablan de boda, futuro y amor
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i amor… mira qué cosa más bonita he dicho en la entrevista… que cada viaje contigo es como una luna de miel», le dice coqueta mientras le acaricia el pelo. «¡Quien no te conozca que te compre, mi vida!», contesta él entre risas y arrebatado por sus palabras, mientras le besa la mano que había colocado en sus mechones blancos. No hay una imagen más elocuente de esa permanente luna de miel que viven Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa alrededor del mundo —«creo que pasamos más tiempo en el aire que en la tierra»— y que en esta ocasión los llevó a Colombia. En concreto, a Bogotá, donde protagonizaron la brillante inauguración de la nueva tienda de Porcelanosa. Bogotá tiene un misterioso encanto y conquista, la capital de Colombia vibra y vive con la música en sus calles abarrotadas de personas; un delicioso caos en la eterna primavera de una ciudad que parece feliz a juzgar por el número de sonrisas que se cuentan por metro cuadrado. De todo ese ambiente se dejaron contagiar Mario e Isabel, sin embargo, el plato fuerte estaba por llegar, y era la gran noche de Porcelanosa, con una fiesta que se convirtió en todo un acontecimiento en la ciudad. La gran expectación se tradujo en la presencia de casi medio centenar de reporteros gráficos que luchaban por conseguir la mejor imagen de la pareja. Sin duda, no hay mejor prueba de la enorme fascinación que siguen despertando Isabel y Mario allá por donde van. Con más de cuatrocientos in(sigue)
«Estoy viviendo un momento de mucha felicidad, absolutamente inesperado a estas alturas de la vida»
«Mi amor… mira qué cosa más bonita he dicho en la entrevista… que cada viaje contigo es como una luna de miel», le dice Isabel coqueta. «¡Quien no te conozca que te compre, mi vida!», contesta él entre risas. No hay escena más elocuente y romántica del momento de felicidad que viven Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, que disfrutaron en Colombia de lo más parecido a una luna de miel. En la imagen, el Premio Nobel, todo un caballero, coloca su saco sobre los hombros de Isabel
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«Vivo un momento de gran felicidad», nos cuenta Isabel, que viajó a Bogotá en su calidad de embajadora de Porcelanosa. En la imagen, ríe con ganas al lado del Premio Nobel. En la otra página, Isabel con falda de volantes y camisa con nudo de Johanna Ortiz, sandalias de Aquazzura y joyas de Rabat
«Viajar con Mario es un lujo. Siente una enorme curiosidad por todo lo que le pueden explicar y enseñar. Y como disfruta muchísimo viajando, pues está siempre de buen humor»
vitados, la empresa española marcó un nuevo hito al inaugurar su espectacular tienda número 970 en una de las vías más importantes y transitadas de la ciudad. «PRÍNCIPE CONSORTE» La noche se recordará por las grandes muestras de cariño de Colombia a Isabel y Mario, que vive ya con total normalidad sus apariciones públicas al lado de Isabel. «Me toca ir a trabajar… de príncipe consorte», decía con deportividad e ironía antes de dirigirse a la sesión de fotos que tuvo lugar en el Hotel Casa Medina; una especialidad que, hay que reconocer, aún le cuesta. Con su fino sentido del humor, suele decir que para él es más fácil escribir una novela que participar en una sesión fotográfica. Precisamente el escritor mencionó, a grandes rasgos, la dificultad de escribir una nueva obra: «Cada libro me cuesta más trabajo que el anterior. En otros oficios, la asiduidad da seguridad, pero en la literatura no funciona así. Tus propias exigencias son cada vez más altas porque no quieres repetirte, y rivalizar contigo mismo se convierte en una dificultad añadida». Charlamos con Isabel tras esta noche mágica y antes de que pusiera rumbo a Perú, el otro destino estrella de su viaje con un significado muy especial. EL LUJO DE VIAJAR CON MARIO —Isabel, no paras de recorrer el mundo. ¿Te apasiona viajar? —Me encanta conocer sitios y culturas diferentes. Además, viajar con Mario es un lujo. Suele conocer a fondo los sitios a los que vamos y, si no ha estado todavía en ellos, siente una enorme curiosidad por todo lo que le pueden explicar y enseñar. Y como disfruta muchísimo viajando, pues está siempre de buen humor. —La verdad es que no paran. ¡Su vida en una maleta! ¿Cuántos lugares han podido visitar en los dos últimos años? —Hemos estado en muchos sitios. Hemos cruzado el Atlántico muchas veces y el Pacífico casi otras tantas. Espero que bajemos un poco el ritmo porque ha sido tre(sigue)
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