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Dejando Un Legado Piadoso
Un legado de imperfección
POR KATHLEEN BARRETT
El Señor ama a las personas imperfectas. ¡Imagina eso! Feliz yo, porque yo soy una de esas. Sí, pertenezco a una gran familia de niños únicos, peculiares y defectuosos. ¿Qué dijiste? ¿No eres imperfecta? ¡Hablemos!
La columna de este mes no es un paseo por el camino de la memoria bíblica que relata todos los personajes lamentablemente defectuosos de la Biblia, cambiando de color porque conocían a Dios o tuvieron un encuentro con Él. Ni siquiera se trata de pecadores salvados por la gracia, como el Apóstol Pablo, que persiguió a los fieles sólo para descubrir que aún podía ser amado y usado por Dios.
Este artículo trata sobre cómo tu familia y tus amigos más queridos te ven tal como eres y cómo te recordarán cuando “vueles” lejos. Dejar un legado de imperfección no es pecado. Dios nos ve como somos, ¿no debería nuestra familia? ¿Y si no una familia biológica, una familia elegida, nuestros compañeros de trabajo, socios comerciales y familia de la iglesia?
En Marcos 10:18 (NVI), Jesús le pregunta a un joven gobernante que desea Su favor: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios.”
El gobernante recitó todos los mandamientos que había guardado desde niño, pero no logró impresionar al rabino. Cuando se trata de las características de Dios, la bondad equivale a la perfección. El joven gobernante se alejó, atónito. Tal vez porque sabía que nunca estaría a la altura.
Cuando brillamos en nuestros propios ojos debido a las reglas que hemos mantenido, o si constantemente proyectamos un aura absolutamente limpia, perfecta y omnisciente, esto hace que los demás se desilusionen. Usando un término de jerga, su familia necesita saber “no eres todo eso”. Necesitan saber que a veces te equivocarás cuando intentes dar lo mejor de ti. El conocimiento de esa simple verdad puede ser de gran ayuda para abrir conversaciones saludables, especialmente con niños pequeños y adolescentes.
Recientemente hablé con una profesional muy ocupada con dos niños menores de diez años. Ella dijo: “Trato de impartir tanta sabiduría como sea posible. Quiero que mi hijo de 8 años sepa navegar en un mundo incierto. Pero también le digo que mami no es perfecta. Solo puedo darte mi mejor consejo. A veces no estará bien”.
Dejar un legado de imperfección alivia el estrés de pensar que tienes que hacerlo todo bien o tener todas las respuestas. Además, dejar un legado de este tipo permitirá que tus seres queridos comprendan que la búsqueda de la perfección no es lo que esperabas de ellos.
Y, si eres una persona fanatica de la Biblia, ¡cuidado! En esta área, somos sumamente imperfectos, al menos yo lo soy. Compartir los principios de la Biblia debe hacerse con humildad y respeto. El método o la teoría de una persona para entender la Biblia podría estar lejos de la suya. Sin embargo, al compartir, debemos ser discípulas constantes de la Biblia, aprendiendo y creciendo continuamente. Por lo tanto, podemos pedir claridad al Señor y luego compartir lo que creemos que es valioso y verdadero. Sin embargo, debemos estar listas para admitir cuándo es posible que no hayamos fallado. No obstante, la Imperfecta “tu” serás apreciada y amada.
1 Corintios 13:9 NVI lo dice mejor, "porque en parte conocemos y en parte profetizamos, pero cuando llega la perfección, lo imperfecto desaparece."
¡Ven, Perfección, ven! ¡Ven, Señor Jesús, ven!
Kathleen Barrett es una autora independiente y bloguera en la Costa del Tesoro de Florida. Ha escrito dos libros, es coautora de uno y tiene numerosos artículos en diversas publicaciones. Ella sirve donde y cuando se la necesita en el grupo Legacy de personas mayores de su iglesia. Cuidar un jardín modesto y preparar las fiestas de los domingos por la tarde para su familia multicultural le brinda alegría. Visite su sitio web, https:// kathybarrettwrites.com/, o comuníquese con ella por correoelectrónico a kathybarrett222@yahoo.com.
