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Vivir el voluntariado desde una experiencia internacional Por Xavier Costa
Durante este verano 2016 un treintena de jóvenes han tenido la oportunidad de vivir la experiencia del voluntariado internacional participando en el Campo de Trabajo Tánger, el Campo de Trabajo Ceuta y el Voluntariado de corta duración en diferentes países empobrecidos.
Encuentro con Monseñor Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger y gran defensor de los derechos humanos.
Desde las ONGD de Salesianos en España, Jóvenes y Desarrollo (JyD), Solidaridad Don Bosco (SDB) y VOLS – Voluntariat Solidari (VOLS) se promueven, entre otras muchas acciones, la realización en verano de unas experiencias de voluntariado internacional con el objetivo de conocer otras realidades, compartir y aprender de personas y culturas diferentes e implicarse en la transformación social a la vuelta. El salesiano Segundo García ha acompañado y compartido
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la experiencia con el grupo de jóvenes en Ceuta y relata que “lo que más me ha impactado de la realidad migratoria ha sido la experiencia de salir a la calle, al encuentro con las personas migrantes para conocer, de primera mano, sus historias, vivencias, compartiendo también algo de nosotros mismos; la posibilidad de acercarnos, de igual a igual, con una mirada distinta, con un gesto acogedor, con una palabra de esperanza, que contrasta con las vallas que dividen, con las
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fronteras que separan, con la indiferencia de quien mira con mirada estereotipada o llena de prejuicios. He aprendido mucho de las personas migrantes, de sus valores, empatía, de su capacidad de esfuerzo, lucha y superación, de su deseo de abrir fronteras y hacer nuestro mundo un poco más mestizo; me he hecho más consciente de la realidad de un mundo injusto que no permite la libre circulación de las personas, del sufrimiento
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Construyendo y creciendo siempre desde el diálogo y apertura con otras culturas y realidades. // Colaborando en el mantenimiento de las instalaciones en el Campo de Trabajo de Tánger.
para poder hacer realidad los sueños, de la violación de los derechos humanos durante el viaje y en las fronteras; he aprendido mucho de quienes permanecen allí como voluntarios compartiendo vida, ofreciendo esperanza, alegrándose de su llegada... Me he hecho más sensible hacia esta realidad y no puedo mirar de la misma manera. Vuelvo con una mirada mucho más implicada hacia estas personas cuyos nombres y rostros están grabados en el corazón”.
“Estamos convencidos de que estas experiencias abren el corazón y la mirada a otras realidades y plantean cambios en las opciones vitales” Por su parte, el salesiano Alejandro Guevara ha acompañado a los jóvenes que han vivido la experiencia en Tánger. Explica que “ante todo ha sido un regalo de Dios que se ha ido elaborando con diversos elementos: el encuentro con esta experiencia, totalmente novedosa e inesperada para mí, la confianza permanente en
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la Divina Providencia, pues en todo momento nos hemos abandonado en sus manos que a través de un grupo de personas maravillosas nos han ido guiando durante las dos semanas que hemos compartido juntos; el servicio a las personas más necesitadas que han supuesto una auténtica oportunidad de conversión interior, y finalmente una renovación religiosa, pues hemos experimentado una vida consagrada significativa, humilde, libre, disponible, que opta por los más pobres y que está orgullosa de lo que es. Todo esto vivido con un grupo de once jóvenes procedentes de casas diversas, localidades diferentes, experiencias pastorales distintas... pero con un único deseo colaborar para la transformación del mundo, con una única actitud: disponibilidad, y con un lema: “Mejor contigo”. Ha sido una experiencia comunitaria, rica, donde la realidad observada ha tambaleado los cimientos interiores de alguno, donde la convivencia compartida ha puesto a prueba la resiliencia de otros, donde la salud física ha sido visitada por el inesperado malestar. Pero en todo, la comunidad formada
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ha sido una auténtica familia donde el preocuparse por el otro, acompañar, alentar y cuidar han sido los valores salesianos vividos”. El P. Inspector Cristóbal López, durante los años que estuvo en Kenitra, Marruecos, tuvo la oportunidad de acoger a los voluntarios y está convencido de que es una experiencia que ayuda a crecer en la fe. “La visita de los voluntarios de Tánger a Kenitra era de sólo 24 horas, pero en ese breve tiempo participaban de la eucaristía bien vivida por la comunidad cristiana, plurinacional y multicultural, que allí vivía. Además compartían con animadores musulmanes del oratorio salesiano, escuchaban el testimonio de una religiosa con más de 50 años en Marruecos, así como el de una profesora marroquí comprometida en la lucha por los derechos de la mujer... Y, sobre todo, conocían el trabajo y el sentido de la presencia de la comunidad salesiana en un país y un ambiente cien por cien musulmán. Me consta, por los testimonios recibidos, que todo ello influyó positiva-
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Grupo de voluntariado en Ceuta // Proceso de formación conjunto de las personas voluntarias de las tres ONGD de salesianos previa a las experiencias internaciones. En Valencia.
mente en el crecimiento y maduración de la fe cristiana de muchos de los voluntarios”. Voluntariado: ¿local, internacional, global, transversal? Eva Caballero, referente de JyD – Región Este explica que “estamos convencidos de que estas experiencias abren el corazón y la mirada a otras realidades y plantean cambios en las opciones vitales. Desde un proceso formativo conjunto, pretendemos dar las herramientas para acercarnos a
otras realidades muy cercanas donde lo local y lo global se interrelacionan, y donde la desigualdad y la pobreza nos hacen reflexionar sobre nuestro modo de estar, y de cuál es nuestro compromiso para cambiar en el mundo”.
“He aprendido mucho de las personas migrantes, de sus valores, empatía, de su capacidad de esfuerzo, lucha y superación, de su deseo de abrir fronteras y hacer nuestro mundo un poco más mestizo”
Luis Fernando Medina, director de SDB apunta que “el “voluntariado internacional” no existe, es una entelequia. Existe el “voluntariado”, entendido no como “hacer cosas” sino como una manera de ser en el mundo. Tenemos el convencimiento de que nuestro mundo cambia cuando nosotros cambiamos. El voluntariado encuentra su razón de ser en nuestra realidad local y en el compromiso cotidiano, acompañado siempre de un proceso continuo de formación. Sólo desde ese compromiso y desde esa formación puede
Visita a la casa Nazaret de los hermanos franciscanos de la Cruz Blanca y paseo por la Kasbah.
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El equipo de voluntariado y acompañantes en la experiencia en Tánger. // Degustando uno de los grandes placeres, el té verde.
proyectarse y abrirse a experiencias “internacionales”, entendidas éstas como un momento del camino y no como un fin”. Por su parte, Begoña Simal, Secretaria técnica de VOLS pone en valor el papel de la Comisión de voluntariado con la que se acompaña a los voluntarios internacionales antes y después de la experiencia. “La comisión está formada por personas voluntarias de la organización: muchas de ellas han hecho alguna estancia de corta o larga duración en África o América Latina, y a la vuelta
su compromiso se ha concretado, entre otros, en la participación activa en la ONGD. Durante el proceso de formación previo a cualquier experiencia de voluntariado internacional, las personas de la comisión comparten talleres, dinámicas, charlas y reflexiones sobre las causas de la desigualdad y la pobreza; conocen iniciativas que tenemos al alcance para vivir de una manera responsable y sostenibles; y comparten cómo todas estas cues-
tiones van incidiendo en el planteamiento de la propia vida”. Arantxa Comamala fue voluntaria y este año ha sido acompañante en la experiencia de Tánger. Nos explica que el punto de vista de la experiencia cambia, “ya que estás al otro lado: preparando las visitas, concretando los proyectos, estás pendiente del grupo, de las dinámicas y de que todo el mundo se sienta acompañado. Cada experiencia como participante o como acompañante cambia algo en ti y te hace sentir diferente”.
Cristina Pozo,
Cristina Martínez,
Eulàlia Bargalló,
“Me doy cuenta de que he vivido el amor de la manera más pura”
“Con esfuerzo y unión, podemos llegar muy lejos”
“Ver personas con vidas y necesidades tan diferentes me ha hecho entenderlos y escucharlos de otra manera”
Campo Trabajo Tánger
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Campo Trabajo Ceuta
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Experiencia corta duración en Cuba
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