NOMBRE PARROQUIA LOGO PARROQUIA VI DOMINGO DE PASCUA CICLO A - 17 DE MAYO DE 2020
EDITORIAL (Mensaje Párroco) En este domingo, acogemos a todos los que, buscan participar de su rica historia artística y religiosa, así como tener una experiencia profunda de Dios en sus propias vidas. A todos los que nos visitan por primera vez y también a aquellos que frecuentan este edificio les damos una cordial bienvenida. La Palabra de Dios que la Iglesia nos presenta hoy quiere comenzar a prepararnos para recibir la fuerza del Espíritu Santo en la cercana fiesta de Pentecostés. Cristo ha subido al cielo y desde allí intercede por todos los hombres, pero no nos ha dejado solos. Ha enviado un defensor para que nos consuele y ayude en las luchas cotidianas: el Espíritu Santo. El Señor quiere enviarnos este gran don para que habite en nosotros y nos testifique el amor que Él nos tiene. Los invitamos a escuchar la Palabra con atención y a participar de esta eucaristía con alegría y esperanza.
CANTO DE ENTRADA ACTO PENITENCIAL GLORIA Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú, que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque solo Tú eres Santo, solo Tú, Señor, solo Tú, Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. R. Amén.
«Yo soy la puerta de las ovejas».
ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso, concédenos continuar, con sincero afecto, la celebración de estos días de alegría en honor del Señor Resucitado, para que conservemos esta conmemoración siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R. Amén.
PRIMERA LECTURA Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R.
SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18 Hermanos: Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
ALELUYA EVANGELIO † Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
SALMO RESPONSORIAL SAL 65, 1-3A. 4-5. 6-7A. 16 Y 20 (R.: 1)
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro
Aclamad al Señor, tierra entera.
Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. R.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
6. Pedimos al Padre por todos nosotros, nuestros familiares y amigos, para que, a través de nuestra palabra oportuna y nuestro ejemplo, crezca y se extienda en nuestros ambientes el Evangelio de Jesucristo por obra del Espíritu. Oremos. Presidente: Padre todopoderoso, ponemos ante Ti estas necesidades de tu pueblo. Atiéndelas con generosidad y prontitud y haz que crezca en todos la fe, la esperanza y la caridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
R. Amén.
CANTO DE OFERTORIO
ORACIÓN DE LOS FIELES
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presidente: Hoy hemos escuchado cómo Jesús promete un defensor que estará siempre con nosotros. Este defensor, que es el Santo Espíritu de Dios, hace que elevemos estas plegarias al Padre por medio de su Hijo. Respondemos diciendo:
Suban a Ti, Señor, nuestras súplicas con las ofrendas sacrificiales, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PADRE, ATIENDE NUESTRA SÚPLICA. 1. Pedimos al Padre por su santa Iglesia, en especial por el papa Francisco, por nuestro Obispo, los obispos, presbíteros, diáconos y todos los fieles, para que nunca nos falte la luz del Espíritu ante las dificultades del camino de la fe en la historia. Oremos. 2. Pedimos al Padre por todos los que tienen el poder político, económico y social de los países del mundo, en particular de nuestro país, para que, colaborando entre ellos desde la confianza y el respeto, llegue la justicia a todas las naciones. Oremos. 3. Pedimos al Padre por la labor de los misioneros, para que el Espíritu Santo haga fructificar su trabajo, el Reino de Dios siga extendiéndose por toda la tierra y llegue a todos los hombres la Salvación de Cristo. Oremos. 4. Pedimos al Padre por los enfermos, por sus familiares, por todas aquellas personas que los atienden, para que, confiando en Cristo, que es salud de alma y cuerpo, les restablezca pronto la salud y les dé el don de la paciencia. Oremos. 5. Pedimos al Padre por la jornada electoral que hoy vive nuestra patria, para que, por medio del voto consciente y responsable, podamos tener un dirigente que conduzca la nación por caminos de reconciliación, justicia y desarrollo auténtico. Oremos.
R. Amén.
PREFACIO SANTO PLEGARIA EUCARÍSTICA PADRE NUESTRO CORDERO DE DIOS COMUNIÓN ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios omnipotente y eterno, que por la resurrección de Cristo nos hiciste renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del sacramento pascual y colma nuestros corazones con la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
BENDICIÓN SOLEMNE SALIDA V. Podéis ir en paz. R. Demos gracias a Dios.
SECCIÓN NOTICIAS PARROQUIALES o Sección genérica (Comentario bíblico, Ordo Semanal, Actualidad vaticano) El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida sin esta lluvia regalada de lo alto. Nuestros cuerpos, en efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad destinada a la incorrupción, pero nuestras almas la recibieron por el Espíritu. El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de ciencia y de temor del Señor; y el Señor, a su vez, lo dio a la Iglesia, enviando íritu Santo el cuidado del hombre, posesión suya, que había caído en manos de ladrones, del cual se compadeció y vendó sus heridas, entregando después los dos denarios regios para que nosotros, recibiendo por el Espíritu la imagen y la inscripción del Padre y del Hijo, hagamos fructificar el denario que se nos ha confiado, retornándolo al Señor con intereses. El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así comogios para que nosotros, recibiendo.
CÓMO VIVIR LA MISA ONLINE 1. Elige un lugar tranquilo para vivir este momento tan especial. Si puedes hazlo en familia. La unión hace la fuerza y te será más fácil concentrarte. Conectate minutos antes. 2. Apaga las notificaciones de tu celular o tablet. Prepara la escenografía, puedes poner una cruz o una imagen de la Virgen cerca del dispositivo donde estas viendo la transmisión. 3. Mantén una postura digna y ponte en presenciua de Dios.Vístete bien para la Misa. Deja el pijama para dormir y la ropa para hacer deporte. 4. Vive la Eucaristía en recogimiento. Sigue la Misa como si estuvieras en la parroquia: levántate para la lectura del Evangelio, ponte de rodillas para la Consagración, etc. Los gestos son importantes. 5. En el momento de la Comunión con toda la humildad y reverencia. Reza una comunión espiritual: Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén. (San Alfonso María de Ligorio). 6. Ten un momento de oración y meditación. No tengas prisa: la Misa tiene un valor increíble y precisamente en estos momentos hay muchas cosas por las que rezar. Puedes pedir a Dios por todos los difuntos, los enfermos, el personal sanitario y el Gobierno y por supuesto, por la Iglesia, por el Papa, nuestros obispos y la parroquia. HORARIOS SERVICIOS PARROQUIALES
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Misas Despacho Parroquial
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VI DOMINGO DE PASCUA CICLO A - 17 DE MAYO DE 2020
«Yo soy la puerta de las ovejas»
“Cuando participamos de la Eucaristía experimentamos la espiritualización deificante del Espíritu Santo, que no sólo nos conforta con Cristo, sino que nos cristifica por entero, asociándonos a la plenitud de Cristo.”
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EDITORIAL (Mensaje Párroco) En este domingo, acogemos a todos los que, buscan participar de su rica historia artística y religiosa, así como tener una experiencia profunda de Dios en sus propias vidas. A todos los que nos visitan por primera vez y también a aquellos que frecuentan este edificio les damos una cordial bienvenida. La Palabra de Dios que la Iglesia nos presenta hoy quiere comenzar a prepararnos para recibir la fuerza del Espíritu Santo en la cercana fiesta de Pentecostés. Cristo ha subido al cielo y desde allí intercede por todos los hombres, pero no nos ha dejado solos. Ha enviado un defensor para que nos consuele y ayude en las luchas cotidianas: el Espíritu Santo. El Señor quiere enviarnos este gran don para que habite en nosotros y nos testifique el amor que Él nos tiene. Los invitamos a escuchar la Palabra con atención y a participar de esta eucaristía con alegría y esperanza.
CANTO DE ENTRADA ACTO PENITENCIAL
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GLORIA
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Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú, que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque solo Tú eres Santo, solo Tú, Señor, solo Tú, Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
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R. Amén.
ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso, concédenos continuar, con sincero afecto, la celebración de estos días de alegría en honor del Señor Resucitado, para que conservemos esta conmemoración siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R. Amén.
Liturgia de la PRIMERA LECTURA Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL SAL 65, 1-3A. 4-5. 6-7A. 16 Y 20 (R.: 1)
SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18 Hermanos: Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
ALELUYA EVANGELIO † Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Aclamad al Señor, tierra entera.
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R.
Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. R.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R.
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. R. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES Presidente: Hoy hemos escuchado cómo Jesús promete un defensor que estará siempre con nosotros. Este defensor, que es el Santo Espíritu de Dios, hace que elevemos estas plegarias al Padre por medio de su Hijo. Respondemos diciendo:
PADRE, ATIENDE NUESTRA SÚPLICA. 1. Pedimos al Padre por su santa Iglesia, en especial por el papa Francisco, por nuestro Obispo, los obispos, presbíteros, diáconos y todos los fieles, para que nunca nos falte la luz del Espíritu ante las dificultades del camino de la fe en la historia. Oremos. 2. Pedimos al Padre por todos los que tienen el poder político, económico y social de los países del mundo, en particular de nuestro país, para que, colaborando entre ellos desde la confianza y el respeto, llegue la justicia a todas las naciones. Oremos. 3. Pedimos al Padre por la labor de los misioneros, para que el Espíritu Santo haga fructificar su trabajo, el Reino de Dios siga extendiéndose por toda la tierra y llegue a todos los hombres la Salvación de Cristo. Oremos. 4. Pedimos al Padre por los enfermos, por sus familiares, por todas aquellas personas que los atienden, para que, confiando en Cristo, que es salud de alma y cuerpo, les restablezca pronto la salud y les dé el don de la paciencia. Oremos. 5. Pedimos al Padre por la jornada electoral que hoy vive nuestra patria, para que, por medio del voto consciente y responsable, podamos tener un dirigente que conduzca la nación por caminos de reconciliación, justicia y desarrollo auténtico. Oremos. 6. Pedimos al Padre por todos nosotros, nuestros familiares y amigos, para que, a través de nuestra palabra oportuna y nuestro ejemplo, crezca y se extienda en nuestros ambientes el Evangelio de Jesucristo por obra del Espíritu. Oremos. Presidente: Padre todopoderoso, ponemos ante Ti estas necesidades de tu pueblo. Atiéndelas con generosidad y prontitud y haz que crezca en todos la fe, la esperanza y la caridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Liturgia de la CANTO DE OFERTORIO ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Suban a Ti, Señor, nuestras súplicas con las ofrendas sacrificiales, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
PREFACIO
SECCIÓN NOTICIAS PARROQUIALES o Sección genérica (Comentario bíblico, Ordo Semanal, Actualidad vaticano)
SANTO PLEGARIA EUCARÍSTICA PADRE NUESTRO CORDERO DE DIOS COMUNIÓN ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios omnipotente y eterno, que por la resurrección de Cristo nos hiciste renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del sacramento pascual y colma nuestros corazones con la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Nuestros cuerpos, en efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad destinada a la incorrupción, pero nuestras almas la recibieron por el Espíritu. El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de ciencia y de temor del Señor; y el Señor, a su vez, lo dio a la Iglesia, enviando íritu Santo el cuidado del hombre, posesión suya, que había caído en manos de ladrones, del cual se compadeció y vendó sus heridas, entregando después los dos denarios regios para que nosotros, recibiendo por el Espíritu la imagen y la inscripción del Padre y del Hijo, hagamos fructificar el denario que se nos ha confiado, retornándolo al Señor con intereses. El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así comogios para que nosotros, recibiendo.
V. Podéis ir en paz. R. Demos gracias a Dios.
Como vivir la EUCARISTÍA ONLINE 1. Elige un lugar tranquilo para vivir este momento tan especial. Si puedes hazlo en familia. La unión hace la fuerza y te será más fácil concentrarte. Conectate minutos antes. 2. Apaga las notificaciones de tu celular o tablet. Prepara la escenografía, puedes poner una cruz o una imagen de la Virgen cerca del dispositivo donde estas viendo la transmisión. 3. Mantén una postura digna y ponte en presenciua de Dios.Vístete bien para la Misa. Deja el pijama para dormir y la ropa para hacer deporte.
4. Vive la Eucaristía en recogimiento. Sigue la Misa como si estuvieras en la parroquia: levántate para la lectura del Evangelio, ponte de rodillas para la Consagración, etc. Los gestos son importantes. 5. En el momento de la Comunión con toda la humildad y reverencia. Reza una comunión espiritual: Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente
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a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén. (San Alfonso María de Ligorio). 6. Ten un momento de oración y meditación. No tengas prisa: la Misa tiene un valor increíble y precisamente en estos momentos hay muchas cosas por las que rezar. Puedes pedir a Dios por todos los difuntos, los enfermos, el personal sanitario y el Gobierno y por supuesto, por la Iglesia, por el Papa, nuestros obispos y la parroquia.
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SALIDA
Diseño:
BENDICIÓN SOLEMNE
Nombre Parroquia
El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida sin esta lluvia regalada de lo alto.
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VI DOMINGO DE PASCUA CICLO A - 17 DE MAYO DE 2020
«Yo soy la puerta de las ovejas»
DATOS PARROQUIA
EDITORIAL (Mensaje Párroco) En este domingo, acogemos a todos los que, buscan participar de su rica historia artística y religiosa, así como tener una experiencia profunda de Dios en sus propias vidas. A todos los que nos visitan por primera vez y también a aquellos que frecuentan este edificio les damos una cordial bienvenida. La Palabra de Dios que la Iglesia nos presenta hoy quiere comenzar a prepararnos para recibir la fuerza del Espíritu Santo en la cercana fiesta de Pentecostés. Cristo ha subido al cielo y desde allí intercede por todos los hombres, pero no nos ha dejado solos. Ha enviado un defensor para que nos consuele y ayude en las luchas cotidianas: el Espíritu Santo. El Señor quiere enviarnos este gran don para que habite en nosotros y nos testifique el amor que Él nos tiene. Los invitamos a escuchar la Palabra con atención y a participar de esta eucaristía con alegría y esperanza.
CANTO DE ENTRADA ACTO PENITENCIAL GLORIA Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; Tú, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú, que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque solo Tú eres Santo, solo Tú, Señor, solo Tú, Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. R. Amén.
ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso, concédenos continuar, con sincero afecto, la celebración de estos días de alegría en honor del Señor Resucitado, para que conservemos esta conmemoración siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R. Amén. LITURGIA DE LA
PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL SAL 65, 1-3A. 4-5. 6-7A. 16 Y 20 (R.: 1) Aclamad al Señor, tierra entera. Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. R.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R.
SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18 Hermanos: Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
ALELUYA EVANGELIO † Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. R. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
6. Pedimos al Padre por todos nosotros, nuestros familiares y amigos, para que, a través de nuestra palabra oportuna y nuestro ejemplo, crezca y se extienda en nuestros ambientes el Evangelio de Jesucristo por obra del Espíritu. Oremos. Presidente: Padre todopoderoso, ponemos ante Ti estas necesidades de tu pueblo. Atiéndelas con generosidad y prontitud y haz que crezca en todos la fe, la esperanza y la caridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. LITURGIA DE LA
EUCARISTÍA CANTO DE OFERTORIO ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presidente: Hoy hemos escuchado cómo Jesús promete un defensor que estará siempre con nosotros. Este defensor, que es el Santo Espíritu de Dios, hace que elevemos estas plegarias al Padre por medio de su Hijo. Respondemos diciendo:
Suban a Ti, Señor, nuestras súplicas con las ofrendas sacrificiales, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PADRE, ATIENDE NUESTRA SÚPLICA.
R. Amén.
1. Pedimos al Padre por su santa Iglesia, en especial por el papa Francisco, por nuestro Obispo, los obispos, presbíteros, diáconos y todos los fieles, para que nunca nos falte la luz del Espíritu ante las dificultades del camino de la fe en la historia. Oremos.
PREFACIO
2. Pedimos al Padre por todos los que tienen el poder político, económico y social de los países del mundo, en particular de nuestro país, para que, colaborando entre ellos desde la confianza y el respeto, llegue la justicia a todas las naciones. Oremos. 3. Pedimos al Padre por la labor de los misioneros, para que el Espíritu Santo haga fructificar su trabajo, el Reino de Dios siga extendiéndose por toda la tierra y llegue a todos los hombres la Salvación de Cristo. Oremos. 4. Pedimos al Padre por los enfermos, por sus familiares, por todas aquellas personas que los atienden, para que, confiando en Cristo, que es salud de alma y cuerpo, les restablezca pronto la salud y les dé el don de la paciencia. Oremos. 5. Pedimos al Padre por la jornada electoral que hoy vive nuestra patria, para que, por medio del voto consciente y responsable, podamos tener un dirigente que conduzca la nación por caminos de reconciliación, justicia y desarrollo auténtico. Oremos.
SANTO PLEGARIA EUCARÍSTICA PADRE NUESTRO CORDERO DE DIOS COMUNIÓN ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios omnipotente y eterno, que por la resurrección de Cristo nos hiciste renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del sacramento pascual y colma nuestros corazones con la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
BENDICIÓN SOLEMNE SALIDA V. Podéis ir en paz. R. Demos gracias a Dios.
SECCIÓN NOTICIAS PARROQUIALES o Sección genérica (Comentario bíblico, Ordo Semanal, Actualidad vaticano) El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida sin esta lluvia regalada de lo alto. Nuestros cuerpos, en efecto, recibieron por el baño bautismal la unidad destinada a la incorrupción, pero nuestras almas la recibieron por el Espíritu. El Espíritu de Dios descendió sobre el Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de ciencia y de temor del Señor; y el Señor, a su vez, lo dio a la Iglesia, enviando íritu Santo el cuidado del hombre, posesión suya, que había caído en manos de ladrones, del cual se compadeció y vendó sus heridas, entregando después los dos denarios regios para que nosotros, recibiendo por el Espíritu la imagen y la inscripción del Padre y del Hijo, hagamos fructificar el denario que se nos ha confiado, retornándolo al Señor con intereses. El Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirse en una masa compacta y en un solo que somos muchos, no podíamos convertimos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua que baja del cielo. Y, así comogios para que nosotros, recibiendo.
1. Elige un lugar tranquilo para vivir este momento tan especial. Si puedes hazlo en familia. La unión hace la fuerza y te será más fácil concentrarte. Conectate minutos antes. 2. Apaga las notificaciones de tu celular o tablet. Prepara la escenografía, puedes poner una cruz o una imagen de la Virgen cerca del dispositivo donde estas viendo la transmisión. 3. Mantén una postura digna y ponte en presenciua de Dios.Vístete bien para la Misa. Deja el pijama para dormir y la ropa para hacer deporte. 4. Vive la Eucaristía en recogimiento. Sigue la Misa como si estuvieras en la parroquia: levántate para la lectura del Evangelio, ponte de rodillas para la Consagración, etc. Los gestos son importantes.
6. Ten un momento de oración y meditación. No tengas prisa: la Misa tiene un valor increíble y precisamente en estos momentos hay muchas cosas por las que rezar. Puedes pedir a Dios por todos los difuntos, los enfermos, el personal sanitario y el Gobierno y por supuesto, por la Iglesia, por el Papa, nuestros obispos y la parroquia.
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5. En el momento de la Comunión con toda la humildad y reverencia. Reza una comunión espiritual: Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén. (San Alfonso María de Ligorio).
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