Manual | Módulo 3 -Nível 7

CURSO DE LIDERAZGO

Ministerio Infantil

Nivel 7 • Módulo 3

Perfil de edades y proceso de aprendizaje

FICHA TÉCNICA

Coordinación General División Sudamericana

Glaucia Korkischko

Autores

Suzete Araújo Águas Maia, Edna Rosa Correia Neves

Carla Regina Gomes

Traducción

Departamento de Traducción DSA

Revisión textual y colaboración - Español

Psp. Cuca Lapalma

Revisión y adaptación textual - Portugués

Mara Moraes

Diagramación

Ewig Studios

INTRODUCCIÓN: INVITACIÓN A ESTUDIAR

En la creación, Dios le confirió al ser humano increíbles capacidades biopsicosociales, ya que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. De esta manera, cada persona tiene un conjunto de atributos que los hacen únicos. También nos ha concedido innumerables posibilidades para desarrollar autonomía en diferentes aspectos de la vida. La capacidad de aprendizaje, por ejemplo, es un proceso de desarrollo humano que ocurre a lo largo de la vida. Mientras vivamos, podemos aprender y desarrollarnos. El aprendizaje es el resultado de la interconexión entre las capacidades físicas, cognitivas, sociales, psicológicas y espirituales (White, 2007).

Considerar el proceso de aprendizaje continuo y progresivo nos lleva a la importancia del papel de la familia, la iglesia y la escuela durante la infancia, ya que las experiencias vividas por los niños influirán en otras etapas de la vida: la toma de decisiones, la construcción de la autoestima, el concepto de individualidad y autonomía. Más específicamente, este módulo es una invitación al estudio del desarrollo humano para comprender las etapas del proceso de aprendizaje en la infancia. En esta perspectiva, es necesario analizar las fases de desarrollo de los niños de cero a once años y un conjunto de estímulos cognitivos apropiados para la estimulación del aprendizaje, con el fin de desarrollar habilidades que contribuyan a la formación de un carácter cristiano.

Con este fin, el presente material considera la plasticidad cerebral como un recurso de Dios para moldear el carácter de los niños. Las numerosas posibilidades de aprendizaje resultantes de las modificaciones que ocurren en el cerebro resultan de experiencias y estímulos cotidianos. Por lo tanto, durante cualquier proceso de aprendizaje, es importante promover actividades que estimulen el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales de manera sistémica y dinámica.

El proceso de aprendizaje está relacionado con las funciones cognitivas. Las funciones cognitivas se refieren a un conjunto de habilidades mentales y procesos intelectuales que le permiten a una persona comprender, aprender, razonar, tomar decisiones e interactuar con el entorno. Estas funciones son esenciales para la capacidad de procesar información, resolver problemas y realizar tareas: atención; memoria; percepción; razonamiento; resolución de problemas; pensamiento crítico; idioma; aprendizaje; creatividad; toma de decisiones; y así sucesivamente.

En la práctica

Ejemplos de actividades que promueven la estimulación de los procesos cognitivos: juegos de memoria relacionados a la historia de la lección, lectura oral de los versículos de la Biblia o reproducción de historias para trabajar la atención, juegos de razonamiento que trabajan la lógica, planificación para trabajar la abstracción del pensamiento.

Las funciones cognitivas dirigen el desempeño del comportamiento, además de ayudar en la evaluación y selección de estrategias y resolución de problemas. También sirven como apoyo para fortalecer y mejorar la concentración, regular las emociones, promover el desarrollo del lenguaje y otros componentes. Esta comprensión apoya el éxito personal y académico del individuo. Este módulo utilizará los conceptos de educación integral, de acuerdo con las etapas del proceso de desarrollo y aprendizaje: 0 a 2 años, 2 a 7 años y 7 a 12 años para presentar algunas actividades de estimulación cognitiva, con el objetivo de fortalecer las virtudes del carácter cristiano, a través de la aplicación de actividades que forman parte de la vida cotidiana de los niños.

Diálogo abierto

Según White (2008) desarrollar el carácter de sus hijos en armonía con los preceptos de la Palabra de Dios es esencial y primordial, porque los intereses eternos están involucrados. A esta importante comisión dirigida a los padres, se puede agregar el papel del maestro de Escuela Sabática en la formación de conceptos espirituales y la comprensión de los valores bíblicos. De esta manera, para contribuir al proceso de educación, formación y transformación, la familia y la iglesia pueden trabajar juntas en la preparación de los niños para el reino de Dios. Por lo tanto, es importante saber cómo ocurren los procesos de aprendizaje según las etapas de desarrollo de los niños de 0 a 12 años.

Hay varias concepciones pedagógicas que subyacen en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Una de las teorías sobre el desarrollo humano y el aprendizaje que ganó gran protagonismo en el siglo XX fue el constructivismo, cuyo principal representante es el teórico Jean Piaget.

1. INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE LAS FASES DEL DESARROLLO

Esta es una teoría del conocimiento centrada en el desarrollo natural del niño. Estudia la forma en que la inteligencia contribuye integralmente a la relación del ser humano con el entorno externo y propone la existencia de etapas cognitivas. Cada etapa corresponde al nivel de competencia intelectual de una persona en un momento dado de su desarrollo.

Aprende más

La inteligencia es la capacidad de superar un problema, es la capacidad de resolver nuevas situaciones de forma rápida y exitosa (medida en la ejecución de tareas que implican la aprehensión de relaciones abstractas) para que estas situaciones puedan resolverse bien (Ambrosio; Ambrosio, 2016, p. 81).

En este sentido, a continuación, buscaremos una profundización teórica y práctica sobre cómo entender el desarrollo humano desde la perspectiva de Jean Piaget, especialmente en relación con las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las ideas principales de Piaget? ¿De qué forma esta perspectiva teórica comprende el desarrollo infantil? ¿Cómo se puede aplicar en el contexto educativo, teniendo como referencia la metodología de la Escuela Sabática?

1.1 PRINCIPALES CONCEPTOS PIAGETIANOS

Las observaciones de Piaget sobre el pensamiento del niño lo llevaron a varias hipótesis; la principal de ellas es la naturaleza del organismo humano que se adapta a su entorno. Es un proceso activo.

Por lo tanto, no creía que el entorno moldeara al niño, sino que el niño, al igual que el adulto, busca activamente comprender su ambiente. Así, en el proceso de desarrollo y aprendizaje, el niño manipula y examina los objetos y las personas en su mundo (Bee, 1997).

1.2 Esquemas, asimilación y acomodación

Según Piaget, el desarrollo cognitivo comienza con una capacidad innata del sujeto para adaptarse al entorno. De esta manera, cuando un niño pequeño toma una piedra o explora un determinado espacio, desarrolla una imagen más amplia en relación con el objeto y el espacio y una mayor competencia para tratar con ellos. Este crecimiento cognitivo se produce a través de tres procesos interrelacionados: esquemas cognitivos, asimilación y acomodación (Papalia; Feldman, 2013).

Un concepto fundamental en la teoría de Piaget es el de ESQUEMA. Según el autor, el conocimiento mismo ocurre a través de un repertorio de acciones físicas y mentales, como mirar algo o sostener algo de cierta manera, o categorizar una cosa mentalmente, como una pelota, nombrándola con la palabra pelota o comparándola con otra cosa (Bee, 1997).

Sabías que...

el concepto de esquemas en Piaget se refiere a una estructura cognitiva que representa conceptos y aspectos sobre la realidad. En el niño pequeño, con cada nuevo aprendizaje, se crean nuevos esquemas mentales.

En general, las personas desarrollan esquemas cognitivos cada vez más elaborados, que funcionan como formas de organizar la información sobre el mundo e influir en el pensamiento y el comportamiento del niño en situaciones específicas. A medida que el niño adquiere conocimientos, estos esquemas se vuelven más sofisticados, lo que permite una comprensión avanzada del mundo circundante.

En la práctica

El bebé comienza su vida con un pequeño repertorio de esquemas sensoriales y motores innatos, tales como: mirar, saborear, tocar, escuchar o alcanzar. Más tarde, claramente posee esquemas mentales, creando categorías, comparando un objeto con otro, aprendiendo palabras para categorías específicas. En la adolescencia, los esquemas más complejos se observan como un razonamiento sistemático (Bee, 1997, p. 67).

ADAPTACIÓN es el término utilizado por Piaget para explicar la forma en que el niño trata la nueva información a la luz de lo que ya sabe. La adaptación se produce a través de dos procesos complementarios: ASIMILACIÓN Y ACOMODACIÓN.

La asimilación es el proceso de absorber algún evento o experiencia en algún esquema (cuando un niño ve, por ejemplo, un perro y lo llama perro, está asimilando ese animal a su categoría o

esquema de animal = perro). “Cuando lees este párrafo, estás asimilando la información, vinculando el concepto a cualquier otro (esquema) que tengas que pueda ser similar” (Bee, 1997, p. 67).

La asimilación es el proceso complementario que implica cambiar el esquema como resultado de la nueva información que el sujeto ha logrado a través de la asimilación.

El bebé que ve y recoge un objeto cuadrado por primera vez se adaptará a su esquema de presión, de modo que la próxima vez que alcance tal objeto, su mano se moverá más apropiadamente para agarrarlo (Bee, 1997, p. 67).

Por lo tanto, la asimilación se refiere al proceso de absorber información con el objetivo de incorporarla a las estructuras cognitivas existentes, interpretándolas en función del conocimiento previo; y la acomodación es el proceso de ajustar las propias estructuras cognitivas para acomodar nueva información a los esquemas existentes. La asimilación y la acomodación operan juntas para producir equilibrio cognitivo. Durante el proceso de desarrollo humano (ciclo vital), la búsqueda del equilibrio impulsa, como fuerza motivadora, el desarrollo intelectual de las personas. Por lo tanto, cuando un niño enfrenta dificultades para lidiar con nuevas experiencias que no encajan en sus estructuras existentes, experimenta un estado motivacional incómodo conocido como desequilibrio.

En la práctica

El niño sabe lo que son las aves y ve un avión por primera vez. El niño etiqueta el avión como “pájaro” (asimilación). Con el tiempo, nota diferencias entre aviones y pájaros, lo que lo deja algo inquieto (desequilibrio), motivándolo a cambiar su comprensión (acomodación) y darle una nueva etiqueta al avión. Entonces se encuentra en equilibrio. Al organizar nuevos patrones mentales y de comportamiento que integran la nueva experiencia, el niño restaura el equilibrio (Papalia; Feldman, 2013, p. 65).

La búsqueda del equilibrio guía el desarrollo humano en la dirección de la autonomía, en la que el sujeto construye sus propias certezas sobre sí mismo y sobre el mundo (La Taille, 1992).

Reflexionando

Para Jean Piaget, los conceptos de asimilación y acomodación no tienen el significado que suelen tener en nuestra vida cotidiana. A menudo decimos que asimilar es lo mismo que comprender y acomodarse es quedarse quieto, sin iniciativa. En la teoría piagetiana, los dos mecanismos son interdependientes. Están sucediendo en la mente del sujeto, casi simultáneamente, cada vez que está actuando en el medio, conociendo, descubriendo, creando, reflexionando, interactuando. Finalmente, desde el nacimiento hasta la vejez, asimilo cuando entro en contacto con el objeto a conocer y me transformo, acomodando este objeto a mi cognición (Xavier; Nunes, 2015, p. 22).

Aprende más

Para profundizar aún más sus estudios sobre el trabajo y la vida de Jean Piaget, se sugiere el siguiente video:

Nueva Escuela | Pensadores: Jean Piaget - Educación

Disponible en: < https://www.youtube.com/watch?v=LxELyNK4HVE>

Activa los subtítulos en español para entender mejor.

2. FASES DEL DESARROLLO COGNITIVO

Para Piaget, el desarrollo del niño se produce a través de saltos y rupturas. Los saltos se justifican por las revoluciones en la forma en que el niño accede y entiende el mundo, lo que implica cambios altamente significativos que amplían sus capacidades para dar sentido al mundo e interactuar con él. Estos saltos representan una evolución notable en el desarrollo infantil.

En cuanto a las rupturas, se caracterizan por superar las dificultades y limitar el desarrollo cognitivo en las fases anteriores. El niño desarrolla nuevas habilidades y recursos de adaptación al mundo, lo que representa una marcada transformación en su proceso de crecimiento y éxito. Las rupturas son fundamentales para el progreso cognitivo del niño y reflejan un avance en su pensamiento y comprensión del entorno que lo rodea (Piaget, 2003).

Estas estructuras se construyen a través de diferentes etapas del desarrollo cognitivo. Cada etapa se caracteriza por estructuras únicas que la distinguen de las anteriores. La esencia de estas estructuras permanece en las siguientes etapas. Comprender las características centrales presentes en cada una de estas etapas nos permite comprender mejor la dinámica del desarrollo postulada por Piaget. Estas etapas se dividen en cuatro fases: sensorio-motriz, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales.

Por lo tanto, es esencial comprender las diferentes etapas de desarrollo para adaptar las prácticas docentes a la realidad de la clase de la Escuela Sabática. También es importante proponer actividades que sean desafiantes y adecuadas al nivel de desarrollo cognitivo de los estudiantes en cada fase. Para esto, el maestro debe seguir las pautas descriptas en el manual del maestro. Estas directrices ya se han desarrollado teniendo en cuenta todas estas cuestiones. Además, las

actividades propuestas en el manual del maestro tienen como objetivo promover un ambiente de aprendizaje estimulante, seguro y enriquecedor que despierte el interés, la curiosidad y el desarrollo pleno de cada niño y adolescente. Esta sección describe cada fase según lo postulado por Piaget, ejemplos prácticos que identifican cada fase y sugerencias para aplicar en la Escuela Sabática:

2.1 Etapa sensorio-motriz (desde el nacimiento hasta los 2 años)

Esta etapa se llama sensorio-motriz porque cubre el desarrollo infantil relacionado tanto con las sensaciones como con cuestiones motoras, en los que el proceso de desarrollo está intrínsecamente vinculado. Durante esta fase, los niños exploran activamente el mundo que los rodea, utilizando sus sentidos y realizando acciones motoras. La exploración ocurre en base a los elementos presentes en el espacio alrededor del niño y el contexto en el que se encuentra.

En esta etapa, los niños perfeccionan gradualmente su capacidad de representación mental, lo que les permite simbolizar objetos y eventos ausentes. Esto significa que pueden formar representaciones de cosas que no están físicamente presentes y manipular estas representaciones en la mente. Este hito es un paso significativo en el desarrollo cognitivo, ya que permite una mejor comprensión del mundo y el desempeño de acciones más complejas. Durante la etapa sensorio-motriz, los niños pasan por varias subetapas, que implican la coordinación entre las acciones y las experiencias sensoriales.

EN LA PRÁCTICA

En esta etapa, el niño conoce el mundo a través de sus acciones y percepciones. Por lo tanto, las actividades pedagógicas en esta fase deben centrarse en la posibilidad de que el niño explore el mundo, manipule y tenga contacto con diferentes objetivos (estimulaciones sensoriales y motoras).

APLICACIÓN A LA ESCUELA SABÁTICA

Fomentar el uso de los sentidos. Proporciona experiencias táctiles, auditivas y visuales a través de juguetes sensoriales, música y actividades exploratorias.

Jugar a esconderse y aparecer. Juega escondiendo objetos debajo de mantas o dentro de cajas y hazlos aparecer nuevamente. Esto estimula el desarrollo de la noción de permanencia del objeto.

Estimular el movimiento. Proporciona oportunidades para que el niño gatee, camine y explore el entorno de manera segura. Los cantos con movimientos o mímicas son apropiados para alcanzar este objetivo.

En la enseñanza bíblica, haz todo de forma cncreta. Usa objetos, movimientos y sonidos para contar las historias bíblicas. La repetición es una de las estrategias más efectivas para la formación de valores en este grupo de edad, porque cada vez que se repite el niño crea nuevas conexiones de comprensión.

2.2 Etapa preoperacional (de 2 a 7 años)

En la etapa preoperacional del desarrollo, como lo describe Piaget y lo menciona La Taille (2003), los niños logran importantes avances en la capacidad cognitiva. Durante esta fase, desarrollan la capacidad de usar símbolos y representaciones, como palabras e imágenes, para representar conceptos y objetos del mundo que los rodea.

La adquisición del lenguaje es una de las características fundamentales. Con el desarrollo del lenguaje, los niños pueden expresar sus pensamientos e ideas a través de palabras y frases, yendo más allá de la dependencia exclusiva de sensaciones y acciones físicas, como ocurre en la etapa sensorio-motriz. El lenguaje abre nuevas posibilidades para la comunicación y la comprensión del mundo, permitiendo a un niño referirse a objetos y eventos que no están directamente presentes en el momento.

El concepto de representación es fundamental en esta etapa. Se refiere a la capacidad del niño para pensar en un objeto o idea a través de otro objeto o símbolo. Por ejemplo, cuando un niño usa la palabra “casa” para referirse a su propia residencia, está usando la palabra como un sustituto para representar el concepto de hogar. Esta habilidad es crucial para el desarrollo del pensamiento simbólico, una característica distintiva de la etapa preoperacional.

Otra característica importante de esta etapa es la tendencia de los niños a confundir la realidad con la fantasía. Demuestran una rica imaginación y capacidad para transformar objetos ordinarios en cosas completamente diferentes durante su juego. Por ejemplo, una caja de cartón puede convertirse en una nave espacial en su fantasía. Este fenómeno se conoce como animismo, que es la tendencia a atribuir la vida y las características humanas a objetos inanimados o seres imaginarios.

Las principales características del niño en esta etapa son: (LA TAILLE, 2003)

Introducción al lenguaje: el niño entra en el mundo del lenguaje, lo que permite una socialización de la inteligencia y posibilita el proceso de comunicación.

Introducción a la moralidad: el niño comienza a apropiarse de los valores, virtudes y reglas que rigen la sociedad. Aprende la noción de lo que “puede o no puede”, lo que es “correcto e incorrecto”.

Pensamiento egocéntrico: el niño aún no tiene los recursos cognitivos para comprender el punto de vista del otro. Un ejemplo de esto es el niño que no acepta compartir un juguete con un amigo, ya que su atención está en satisfacer sus propias necesidades.

EN LA PRÁCTICA

En esta etapa, el niño ya es capaz de hablar, ampliando sus posibilidades de representar la realidad que lo rodea.

Por ello, en esta fase son fundamentales los juegos que contemplan la capacidad representacional: contar historias, juegos “imaginarios”, juegos de imitación, dibujos, dramatizaciones, etc.

APLICACIÓN A LA ESCUELA SABÁTICA

Juegos simbólicos. Proporciona juguetes que permitan al niño simbolizar situaciones cotidianas, como muñecas, autitos, comida de juguete, etc.

Cuentos y libros ilustrados. Explora cuentos y libros con imágenes para que el niño pueda crear sus propias narrativas y estimular la imaginación.

Juegos imaginarios. Fomenta juegos de fantasía, donde el niño pueda desempeñar diferentes roles, estimulando la creatividad y la empatía.

En la enseñanza bíblica, usa la lectura oral y los juegos de roles para contextualizar la historia y aumentar la comprensión. Presta atención al vocabulario como factor de comprensión, o sea, no uses palabras difíciles de entender por los niños. Por lo tanto, siempre que sea posible, usa objetos, imágenes, gestos y movimientos para ejemplificar lo que se está enseñando.

2.3 Etapa de las operaciones concretas (de 7

a 11 años)

En esta etapa aparecen las primeras operaciones llamadas concretas por Piaget, debido a que existen en función de alguna relación concreta que el niño establece (LA TAILLE, 2003).

Cuando se trata de cuestiones pedagógicas, los conceptos numéricos adquieren gran importancia y son plenamente comprendidos por los niños a medida que aprenden sobre la suma, la resta y otros fundamentos lógico-matemáticos.

En esta etapa, el niño utiliza representaciones con objetos concretos para ayudarlo a reflexionar sobre ciertos objetos, problemas o situaciones. En general, la lógica del niño da un salto significativo hacia el desarrollo de operaciones internas como la suma, resta e inclusión de clases, etc. Sin embargo, a pesar de ser capaz de realizar manipulaciones mentales y físicas, el niño todavía está fuertemente vinculado a la experiencia concreta.

EN LA PRÁCTICA

En esta etapa, el niño ya es capaz de pensar en elementos abstractos, pero es necesaria la existencia de algún elemento concreto.

Por ejemplo, con respecto al aprendizaje de diferentes áreas del conocimiento, se puede utilizar: actividades al aire libre, experimentos de ciencias, documentales científicos, debates grupales, construcción de textos, visita a museos, uso de internet, etc. Siempre recordando que el niño es capaz de aprender - más fácilmente - utilizando elementos más concretos que abstractos.

APLICACIÓN A LA ESCUELA SABÁTICA

Resolución de problemas cotidianos. Presenta desafíos prácticos y problemas que puedan resolverse con la aplicación de conceptos matemáticos y lógicos.

Experimentos científicos. Realiza experimentos simples para explorar conceptos científicos concretos, como reacciones químicas y fuerzas físicas.

Trabajo en grupo. Promueve actividades grupales que requieran colaboración y resolución conjunta de problemas, desarrollando habilidades sociales y cognitivas.

En la enseñanza bíblica, desafía a tus alumnos, explora actividades que activen la curiosidad del niño. A esta edad los niños disfrutan de participar, por eso promueve desafíos grupales o en pareja, fomenta el estudio de la Biblia y las lecciones formando el hábito de la lectura.

2.4 Etapa de las operaciones formales (a partir de los 11 años)

En esta etapa, los niños desarrollan la capacidad de pensar de manera abstracta, hipotética y sistemática. Pueden captar conceptos más complejos. Además, comienzan a pensar en posibilidades futuras y a considerar diferentes puntos de vista. La inteligencia en esta etapa se conceptualiza por el gran poder de resolver problemas de manera sistemática, utilizando asimilaciones de alta complejidad.

EN LA PRÁCTICA

El adolescente ya es capaz de pensar en elementos abstractos, ya no necesita la relación con elementos concretos.

Por lo tanto, necesita actividades que lo ayuden a desarrollar estrategias cognitivas y metacognitivas más complejas.

APLICACIÓN A LA ESCUELA SABÁTICA

Debates. Estimular debates e intercambio de ideas sobre temas relevantes, donde los estudiantes puedan expresar opiniones, argumentar y desarrollar el pensamiento crítico. Ya sea en GP Teen, Escuela Sabática o JA, pueden usarse dinámicas para conversar sobre temas que son relevantes para los adolescentes.

Proyectos de investigación. Propone proyectos de investigación que animen a los alumnos a investigar temas más complejos y abstractos, desarrollando la capacidad de investigación y análisis.

Estímulo a la reflexión filosófica. Introducir conceptos filosóficos y éticos, animando a los alumnos a reflexionar sobre cuestiones morales y existenciales.

En el estudio de la Biblia, involucra a los adolescentes en la misión. Promueve actividades para que los adolescentes practiquen lo que han aprendido. Organiza un PG para discutir y profundizar temas bíblicos y cuando sea posible, tener un espacio para desarrollar la identificación con el grupo a través de actividades sociales. Construye lazos de confianza. Es importante que en esta etapa las actividades se realicen con ellos y por ellos. Evita que todo se entregue listo. Fomenta la participación y la realización de los adolescentes haciéndolos sentirse útiles.

Es importante recordar que el desarrollo cognitivo puede ocurrir a ritmos diferentes para cada niño; es decir, este proceso puede ser flexible, porque el aprendizaje está relacionado con el entorno. Además, hay otros factores como la cultura, la familia y el entorno escolar que influirán en la comprensión del

mundo. En este sentido, los padres y maestros de Escuela Sabática deben ser conscientes de las exigencias de cada etapa para adaptar la enseñanza de la Biblia y promover una formación de valores adecuada a la etapa de desarrollo de cada niño o adolescente.

Los niños tienen múltiples formas de asimilar y procesar la información. Por lo tanto, el aprendizaje de valores ocurre cuando establecemos conexiones entre hablar y actuar. En este sentido, el ejemplo de padres y maestros en relación con el aprendizaje de los valores espirituales implica coherencia y constancia entre lo que se dice y lo que se practica. En todas las etapas del desarrollo, el niño entiende lo que es o no es coherente. Al considerar la plasticidad cerebral y las posibilidades de aprendizaje, es importante enfatizar la constancia para la formación de hábitos. Los buenos hábitos necesitan ser repetidos y sistematizados para ser incorporados. Formar buenos hábitos requiere tiempo, paciencia y persistencia. Los padres y maestros necesitan basar la enseñanza de valores en la guía de Dios.

Cuando un buen hábito se solidifica, se convierte en parte del carácter de la persona. Del mismo modo, los malos hábitos pueden ser internalizados sin necesidad de tanta repetición. El pecado trajo como consecuencia la degradación del carácter. Por lo tanto, la formación del carácter pasa por la capacidad de discernimiento y elección. Es deber de los padres y maestros inducir a los niños a pensar en sus acciones y en las consecuencias de las elecciones. También es importante animarlos a verbalizar sus conclusiones, desafiándolos a explicar lo que han entendido en relación con los conceptos bíblicos, en sus propias palabras. Es importante despertar el interés de los niños por las cosas del Cielo, llevarlos a la investigación y aplicar conceptos bíblicos en diferentes situaciones de su vida cotidiana (WHITE, 2007; Blanco, 2004)

Es esencial resaltar que los niños aprenden de diferentes maneras; sin embargo, en este grupo de edad, es esencial desarrollar la capacidad de activar el conocimiento de los niños, diversificando los enfoques de enseñanza (WHITE, 2008). Una forma de promover la interacción y la estimulación cognitiva es trabajar en parejas o en grupos. Las actividades de cooperación contribuyen al desarrollo de la inteligencia y las habilidades sociales. Promover la interacción entre los niños y diversificar las formas de aprendizaje pueden ser estrategias efectivas para la formación de valores bíblicos, ya que en la enseñanza individualizada difícilmente podremos llevar al niño a experimentar conceptos como la aceptación, la cooperación, el respeto, la inclusión, la bondad, saber compartir y otros.

APRENDE MÁS

Para profundizar tu conocimiento sobre las etapas de desarrollo descritas por Piaget, sugerimos los siguientes videos: Video 1 (ver el video completo):

UNIVESP. Paradigmas constructivistas de la educación - Jean Piaget 3 - (1/2).

<https://www.youtube.com/watch?v=oI0b-bVawBY>

UNIVESP. Paradigmas constructivistas de la educación - Jean Piaget 3 - (2/2).

<https://www.youtube.com/watch?v=u-KMRKqRTic>

*Recuerda activar los subtítulos para entender el contenido de los videos.

3. MÉTODOS ACTIVOS DE ENSEÑANZA-

APRENDIZAJE

EN LAS UNIDADES DE LA ESCUELA SABÁTICA INFANTIL

La interacción en las diferentes clases de Escuela Sabática puede promover un mayor crecimiento cognitivo, social y personal, por lo que la metodología de aprendizaje para estas etapas de desarrollo debe centrarse en estrategias colaborativas. Estas pueden ayudar en el desarrollo de competencias y habilidades. Los niños pueden ser protagonistas de su aprendizaje cuando la metodología seguida por el profesor favorece la participación activa de los niños en las actividades propuestas. De ahí la importancia de utilizar estrategias colaborativas y comprender los principios para el desarrollo de la educación del carácter.

3.1 Estrategias colaborativas: actividades sugeridas

• En parejas, hacer una búsqueda o investigación sobre algún tema y escribir un único informe.

• En grupo, participar en un proyecto o un experimento.

• Describir los procesos.

Estos son ejemplos de actividades en las que el alumno se coloca en una situación de interacción con sus compañeros y, adicionalmente, necesita buscar conocimiento teniendo una responsabilidad o tarea específica. El efecto de la interacción, presente en la relación profesor-alumno y alumno-alumno, puede favorecer el desarrollo cognitivo y la autorregulación del aprendizaje (WHITE, 2008). Debido a que existen diferentes estilos de aprendizaje, se debe desarrollar la capacidad de activar el conocimiento en el alumno, diversificando las formas de enseñar (WHITE, 2008). La enseñanza a través de asociaciones de colaboración entre profesor-alumno y alumno-alumno es una de estas formas y puede favorecer la promoción de habilidades ejecutivas, por ejemplo, a través de la heterorregulación. Aparentemente, algunos alumnos con dificultades de aprendizaje tienden a captar ideas más rápidamente a través de estas interacciones (WHITE, 2007).

Otra forma de trabajar el aprendizaje activo es la enseñanza cooperativa, esta metodología de enseñanza se basa en la interacción social. En este enfoque, los alumnos monitorean su desempeño, establecen metas y establecen desafíos cognitivos. De esta manera, las actividades en parejas o en grupos, por ejemplo, para resolver un problema pueden ser utilizadas para desarrollar habilidades socioemocionales.

También debe tenerse en cuenta que cuando el niño se siente amado, aceptado y miembro de la familia o su clase de Escuela Sabática, su desarrollo cognitivo es mayor.

Los niños muestran más interés y compromiso con los conceptos, valores y principios bíblicos cuando los padres y maestros pueden marcarlos de manera significativa a través del ejemplo; es decir, el aprendizaje se da por imitación. Esto significa que el niño imita un comportamiento positivo. Traslada, a su carácter, las virtudes que observa en el comportamiento de las personas que forman parte de su vida cotidiana. Enseñar a través de un modelo es una forma de hacer transferencia en términos de estima, respeto, toma de decisiones, amor a Dios y al prójimo, promoviendo una educación redentora.

3.2 Principios para el desarrollo de la educación del carácter

¿Es posible promover virtudes que comprendan el carácter del compromiso/desempeño y las virtudes morales?

El carácter no se limita únicamente a hacer las cosas correctas y buenas a los demás. La propuesta de trabajar valores, virtudes y habilidades espirituales en el currículo de la Escuela Sabática, tanto en los niños como en el hogar, tiene como objetivo brindar apoyo para que el niño pueda obtener lo mejor de sí, ayudando a trabajar el desempeño y la aspiración a la excelencia en todos los aspectos de su experiencia (LICKONA, 2004).

Por lo tanto, las virtudes del compromiso / desempeño se entienden como un camino hacia la excelencia y las virtudes de la moralidad, un camino hacia el comportamiento ético, ambos respectivamente interdependientes. Además, las virtudes de compromiso/desempeño sin las virtudes morales pueden conducir a comportamientos egoístas y poco éticos para lograr un alto rendimiento. Por otro lado, las virtudes morales pueden producir en las personas buenas intenciones, pero poca capacidad para actuar o demostrar hechos (LICKONA, 1996). Lo interesante es que ambos trabajen juntos.

Para aumentar la comprensión del tema, Lickona (1996) sugiere once principios básicos para el desarrollo de un currículo y la evaluación de los programas de educación del carácter:

1) Los valores éticos y la necesidad de establecer modelos de comportamiento para todos los miembros de la comunidad escolar.

2) Concepción del carácter en toda su potencialidad, para incluir el pensamiento, el sentimiento y el comportamiento.

3) La educación de los valores morales básicos debe impregnar todas las etapas de la vida escolar, no sólo en la educación primaria, sino también en la escuela secundaria.

4) Una comunidad acogedora, en la que la iglesia o la Escuela Sabática es inclusiva y da la bienvenida a todos los niños, sin distinción de características individuales. Todos los niños son iguales a los ojos de Dios y todos tienen potencial de aprendizaje.

5) Implementación de reglas de convivencia entre compañeros, y la elaboración de proyectos de servicio de aprendizaje para la comunidad.

6) Promoción de un currículo académico significativo que respete y ayude a los alumnos a prosperar en todos los aspectos de la vida.

7) En la realización de tareas, desarrollar la motivación intrínseca de los estudiantes para el aprendizaje.

8) Formación de una comunidad de aprendizaje moral.

9) Todos los involucrados en el ambiente escolar buscan pensar y vivir valores morales.

10) Asociación colaborativa de la familia y la escuela para la implementación del currículo centrado en la formación del carácter.

11) Establecimiento del lugar de las evaluaciones, que debe aplicarse para la reflexión y transformación del currículo y las prácticas pedagógicas.

Si bien existen diferentes enfoques para el currículo y la educación del carácter, estos principios sirven como pautas importantes en la formación efectiva de una educación del carácter. Un enfoque de interacción y estimulación cognitiva es la práctica de trabajar en parejas o grupos, lo que favorece el desarrollo de las virtudes morales y las virtudes de compromiso y rendimiento en las escuelas.

A continuación, presentaremos sugerencias para desarrollar virtudes morales, que pueden

ser adaptadas para los niños en la Escuela Sabática.

La investigación del modelo Smart & Good Schools, realizada por Davidson, Lickona y Khmelkov (2008), identificó cuatro aspectos importantes para el desarrollo del carácter y la vida académica del alumno:

1. Carácter de constancia/desempeño para el trabajo académico con excelencia.

2. Carácter de constancia/desempeño en las tareas, incluida la capacidad de superar obstáculos y encontrar alegría en el trabajo exitoso.

3. Carácter moral para establecer relaciones interpersonales en el aula y en la escuela, creando un ambiente de aprendizaje acogedor.

4. Carácter moral al ayudar a los compañeros con feedback constructivo para mejorar la realización de las actividades.

El modelo Smart & Good Schools apunta a ocho características claves en una escuela centrada en la formación del carácter de los alumnos:

1. Ser un aprendiz a lo largo de la vida y un pensador crítico.

2. Desarrollar diligencia y desempeño en las diversas esferas de la actividad humana.

3. Mejorar las habilidades socioemocionales.

4. Cultivar el pensamiento ético.

5. Convertirse en un agente moral respetable y responsable.

6. Ser auto disciplinado, enfocado en un estilo de vida saludable.

7. Participar activamente en la comunidad y ser un ciudadano democrático.

8. Desarrollar el aspecto espiritual para una vida de noble propósito.

Los padres y maestros deben ofrecer una formación de aprendizaje ético, en la que todos busquen la excelencia y la ética, basada en la vida y las enseñanzas de Jesús para el desarrollo personal y colectivo. Dios nos ha dado parámetros reguladores de convivencia a través de sus enseñanzas y mandamientos. Sirven para la autoevaluación, el establecimiento de metas personales y la dirección de cuestiones existenciales como el significado de la vida y el propósito personal. Se debe alentar a los niños a estudiar ejemplos de carácter moral y desempeño ejemplar para aprender de estos modelos a seguir. Finalmente, debemos proporcionar oportunidades para actividades comunitarias para que los niños puedan ejercer el carácter en el mundo real (DAVIDSON, LICKONA, KHMELKOV, 2008; LICKONA, DAVIDSON, 2005).

CONCLUSIÓN

Para Dios no hay dicotomía entre educación y salvación. Ambos están constituidos por el mismo propósito, por lo que nuestros hijos necesitan encontrar en el hogar y en las clases de Escuela Sabática infantil, el aprendizaje moldeado por valores, pensamiento que promueva el discernimiento y las habilidades útiles para una vida productiva. Por lo tanto, los principios vivos de ética y excelencia pueden ser la forma más prominente de moldear el carácter en la propuesta de educación redentora.

BIBLIOGRAFÍA

AMBROSIO, R. T. P.; AMBROSIO, A. G. S. Aprendizaje motor y psicomotricidad. Londrina: Editora e Distribuidora Educacional S.A., 2016.

BEE, H. El ciclo de vida. Porto Alegre: Artes Médicas, 1997.

COUTINHO, Eduardo de Oliveira. Cognición y aprendizaje: teorías, métodos y técnicas. Petrópolis, RJ: Vozes, 2018.

DAVIDSON, M.; LICKONA, T.; KHMELKOV, V. Escuelas inteligentes y buenas: un nuevo párrafo para la educación del carácter de la escuela secundaria. En: NUCCI, L. P.; NARVAEZ, D. (org) Manual de Educación Moral y del Carácter. Maryland: Universidad de Maryland, 2008.

LA TAILLE, Y. El lugar de la interacción social en la concepción de Piaget. En: Yves, Dantas, H. y Oliveira, M. K. Piaget, Vygotsky y Wallon: teorías genéticas en discusión. São Paulo: Summus, 1992.

LA TAILLE, Y. La construcción del conocimiento. São Paulo: Secretário de Estado de São Paulo. Summus, 2003.

LICKONA, T. (1996). Once principios de la educación efectiva del carácter. The Journal of Moral Education, 25, 93-100, 1996. DOI:https://doi.org/10.1080/0305724960250110

LICKONA, T. El carácter importa: Cómo ayudar a nuestros hijos a desarrollar buen juicio, integridad y otras virtudes esenciales. Nueva York: Simon & Schuster, 2004.

LICKONA, T., y Davidson, M. Escuelas secundarias inteligentes y buenas: Integrando la excelencia y la ética para el éxito en la escuela, el trabajo y más allá. Cortland, NY: Centro para la 4ª y 5ª Rs (Respeto y Responsabilidad). Washington, D.C.: Character Education Partnership, 2005.

PAPALIA, D. E.; FELDMAN, R. D. Desarrollo humano. 12. ed. Porto Alegre: AMGH, 2013.

PIAGET, J. La construcción de lo real en el niño. 3ª ed. São Paulo: Editora Ática, 2003.

SCHUNK, Dale H.; ZIMMERMAN, Barry J. Motivación y aprendizaje: teoría y aplicaciones. Porto Alegre: Artmed, 2003.

BLANCO, Elena G. Educación. Tatuí, SP: Editorial Brasileña, 2007.

BLANCO, Elena G. Evangelismo. Tatuí, SP: Editorial Brasileña, 2004.

BLANCO, Elena G. Fundamentos de la Educación Cristiana. Tatuí, SP: Editorial Brasileña, 2008.

BLANCO, Ellen. G. Orientación infantil. Tatuí, SP: Editorial Brasileña, 1954.

XAVIER, A.S.; NUNES, A. B. L. Psicología del desarrollo. 4. ed. Rev. y ampl. – Fortaleza: EdUECE, 2015.