POR RUBÉN MONTERO GUERRERO
Discipulado y Pastoreo
U
n pastor de ovejas había decidido tener el rebaño más grande de toda la región, así que siempre estaba pensando en la manera de maximizar sus ganancias. Por esa época hubo una terrible sequía, una crisis que afectó a todos los hacendados. Lo único que le quedaba era reducir los gastos innecesarios. Hizo varios recortes, pero resultaron insuficientes. La crisis se fue agravando, y en medio de su desesperación, se le ocurrió que estaba gastando demasiado en alimento para el rebaño, así que después de mucho pensar, llegó a una sorprendente conclusión: debía enseñarles a sus ovejas a vivir sin comer. Le pareció una idea tan buena que se la contó a todos sus amigos y no tardó en implementarla. Al día siguiente no le dio alimento a ninguna oveja del rebaño. A pesar de los insistentes balidos de algunas ovejas quejosas, quedó absolutamente satisfecho con el ahorro logrado el primer día, le pareció un buen primer paso. Continuó con su plan día tras día y todo parecía ir bien. Realmente estaba ahorrando mucho dinero. Después de algunas semanas, sus amigos le preguntaron si su plan de enseñarles a las ovejas a vivir sin comer estaba
dando resultados. “Todo marcha perfectamente — dijo el pastor de ovejas— solo un pequeño detalle me preocupa: después de unas pocas semanas, las ovejas se empecinaban en morir”. Es posible que alguien se apresure a tildar esta historia de ficticia porque cree que ningún pastor de ovejas obraría de esa manera. Pero no habría que estar tan seguros. En realidad, hay muchas personas que sí creen que las ovejas pueden vivir sin comer. Esas personas son los cristianos que tratan de tener una vida espiritual saludable sin alimentarse diariamente mediante su comunión con Dios. Así como en el mundo natural, una verdad elemental de la vida cristiana es que, tarde o temprano, quien no se alimenta en la presencia de Jesús, muere. También, todo aquél que está discipulando a alguien debe tener en cuenta que el cuidado espiritual y la alimentación son esenciales para que el nuevo discípulo no muera espiritualmente. En ese sentido, es de vital importancia que se entienda cuál es el rol del pastoreo en el proceso del discipulado, y sobre todo aprender del señor Jesús, el mejor de los pastores, cómo debe realizarse el cuidado del rebaño. Escuela de Esperanza 25