Nivola Nº2

Page 1


NIVOLA Revista semestral gratuita de la Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca.

Portada: Caricatura ganadora del “Certamen de Caricaturas de Unamuno” organizado por la Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Salamanca. Autor: Miguel Domingo Martín

Depósito Legal: S. 250-2015 © Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca Página Web: www.amigosdeunamuno.es Correo electrónico: amigosdeunamuno@gmail.com

Consejo de Redacción: Francisco Blanco Prieto Pablo de Unamuno Pérez Luis Gutiérrez Barrio Antonio de Miguel Gaspar Elena Díaz Santana Marta García Gasco Ana Chaguaceda Toledano Juan Carlos López Pinto Miguel Elías Sánchez Sánchez Florencio Maíllo Cascón

La Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca expresa su agradecimiento a: – Globalia Artes Gráficas y Distribución por su generosa colaboración. – A los articulistas e ilustradores por sus desinteresadas aportaciones. Composición e impresión: Globalia Artes Gráficas y Distribución.

2


Índice Estampa Poética. Es de noche, en mi estudio ................................

4

Editorial ............................................................................................

5

Unamuno sentidor ...........................................................................

6

Luis Andrés Marcos Conversaciones con Unamuno .......................................................

10

Emiliano Jiménez Fuentes No todas las aves tienen el mismo canto .......................................

15

Assunta Claudia Scotto di Carlo A FONDO: «Los amigos represaliados de Unamuno» – Atilano Coco ¿Revolucionario o Místico? ..................................

17

Jesús Miguel Riesco Rodríguez – Vidas paralelas: Salvador Vila y Miguel de Unamuno ..............

30

Mercedes del Amo Hernández – Casto Prieto Carrasco (1886-1936) ............................................

34

Ricardo Robledo Hernández Miguel de Unamuno y el toreo: Una revisión ................................

36

José María Balcells Domenech Itinerario Unamuniano Salmantino ...............................................

38

Actividades realizadas por la Asociación. Segundo semestre 2015 ..............................................................

40

Actividades programadas para el primer semestre de 2016 ........

44

Ficha de afiliación e Instituciones colaboradoras .........................

47 3


ESTAMPA POÉTICA Aparece este poema sin título entre los “Incidentes domésticos” de su libro Poesías, fechado en la Nochevieja de 1906, creyendo Unamuno, morir con cuarenta y dos años, premonición de lo que sucedería treinta años después.

Es de noche, en mi estudio. Profunda soledad; oigo el latido de mi pecho agitado —es que se siente solo, y es que se siente blanco de mi mente— y oigo a la sangre cuyo leve susurro llena el silencio. Diríase que cae el hilo líquido de la clepsidra al fondo. Aquí, de noche, sólo, este es mi estudio; los libros callan; mi lámpara de aceite baña en lumbre de paz estas cuartillas, lumbre cual de sagrario; los libros callan; de los poetas, pensadores, doctos, los espíritus duermen; y ello es como si en torno me rondase cautelosa la muerte. Me vuelvo a ratos para ver si acecha, escudriño lo oscuro, trato de descubrir entre las sombras su sombra vaga, pienso en la angina; pienso en mi edad viril; de los cuarenta pasé ha dos años.

Es una tentación dominadora que aquí, en la soledad, es el silencio quien me asesta; el silencio y las sombras. Y me digo: “Tal vez cuando muy pronto vengan para anunciarme que me espera la cena, encuentren aquí un cuerpo pálido y frío —la cosa que fui yo, éste que espera—, como esos libros silencioso y yerto, parada ya la sangre, yeldándose en las venas, bajo la dulce luz del blando aceite, lámpara funeraria”. Tiemblo de terminar estos renglones que no parezcan extraño testamento, más bien presentimiento misterioso del allende sombrío, dictados por el ansia de vida eterna. Los terminé y aún vivo. Libro Poesías (1907)

4


TRABAJO, DISPONIBILIDAD Y GRATITUD Editorial

H

ace un año iniciaba su andadura la Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca con unas expectativas de los socios fundadores muy inferiores a los objetivos logrados, trabajando con una entrega, generosidad y entusiasmo aliviadora del esfuerzo realizado, dejándonos complacidos los resultados de la valoración efectuada, satisfechos con la asistencia de público a las actividades y gozosos por el incremento constante de afiliación, que nos hacen olvidar las dificultades que hemos encontrado en el camino. Balance de un año sobradamente positivo que nos anima a seguir en 2016 con renovada ilusión, creciente empeño y firme voluntad de continuar la gustosa tarea de difundir la vida, obra y pensamiento de don Miguel de Unamuno, merecedor del homenaje y recuerdo permanente que pretendemos mantener mientras sea creciente el acercamiento popular al mayor intelectual que hemos tenido entre nosotros, hijo adoptivo de la ciudad y vecino singular, merecedor del respeto y admiración que le guarda la ciudad, donde sus restos descansan. Tres palabras resumen el sentimiento que embarga a la Junta Directiva en su balance del año que termina: confianza, disponibilidad y gratitud. Confianza en que el proyecto de actividades que presentamos para el año 2016 merezca el apoyo de los socios y simpatizantes unamunianos, manteniéndonos abiertos a toda sugerencia y solicitando la implicación y participación activa de nuestros consocios en las actividades. Disponibilidad, porque esa ha sido la actitud de la Asociación a lo largo del año que termina, colaborando con las Instituciones locales, asociaciones y personas que han demandado nuestra ayuda en diferentes momentos, comprometiéndonos a mantener la misma actitud en el futuro lejos de protagonismos, porque solo nos mueve cumplir el objetivo estatutario que nos hemos propuesto, por encima de cualquier otro interés o estéril personalismo. Y, finalmente, gratitud sincera hacia todas las Instituciones, Asociaciones, medios de comunicación y personas que nos han ayudado en recíproca colaboración a llevar a cabo nuestro proyecto, en la seguridad de que sin su apoyo nada podríamos haber hecho, por grande que hubiera sido la ilusión, el esfuerzo y esperanza puesta en el empeño, especialmente a todos los que con su pluma han hecho posible este segundo número de NIVOLA que tienes, lector, entre tus manos.

5


UNAMUNO SENTIDOR LUIS ANDRÉS MARCOS Doctor en Filosofía y Letras

«Sentirse hombre es más inmediato que pensar» (O.C., VII, 292)1

E

n el ámbito de la filosofía siempre se ha entendido ésta, como obra de la razón. Para conocer por tanto una filosofía no habrá de necesitarse otra cosa que prestar atención a esos momentos razonadores de todo discurso que se nos proponga como filosófico. El órgano epistemológico que lleva a cabo tal raciocinio sería el concepto, pues partiendo de unas premisas y deduciendo correctamente unos conceptos de otros terminamos por configurar una estructura bien trabada, que suele fructificar en forma de sistema lógico. La historia de la filosofía sería una explicación de cómo se forman esos sistemas y cómo unos sistemas derivan de otros. En este sentido podemos decir que la filosofía de una u otra forma ha sido intelectualista. Así estarían las cosas, a decir de Unamuno, en el ancho mar de la filosofía habida hasta él.

Sin embargo, cuando nos enfrentamos con la obra de Unamuno, no parece que sucede así, pues suele ser habitual afirmar que en dicha obra, la biografía del autor y su pensamiento van juntos. De tal manera que algunos estudiosos para conocer su pensamiento han entendido que la clave está justamente en la vida de Unamuno; conociendo su vida conoceremos su obra. Y a su favor está, el hecho incontrovertible de que el propio Unamuno da pie para pensar de esta manera, pues en más de una ocasión y tal vez con demasiada frecuencia, afirma que la vida propia, la de cada uno, es la que constituye la clave de su propio pensamiento. Ya al comienzo de su obra capital Del sentimiento trágico de la vida, señala esta idea de que la biografía de los filósofos ocupa un lugar secundario cuando se habla de su pensamiento y que sin embargo es ella la que más cosas nos explica de la obra de un autor. No obstante, en este asunto como en otros, tratándose de Unamuno, las cosas no son tan sencillas ni simples. Unamuno exige que el lector permanezca atento a cada una de sus palabras con la finalidad de captar todas las “confusiones” a las que él como autor pretende llevar al

1. UNAMUNO, Miguel de, Obras Completas, (9 vols.), Madrid, Escelicer, 1966-1971.

6


lector para que éste no se duerma y tenga que aclarar por su cuenta aquello que se ha presentado pretendidamente como confuso. De aquí que Unamuno pida para su obra lectores y no meramente público. Pues bien, podría deducirse de lo dicho hasta aquí a propósito de Unamuno, que efectivamente la biografía de los filósofos explican sus obras, no obs-

tante es necesario prestar atención al texto formulado en sus mismos términos: “Y es ella, sin embargo, esa íntima biografía la que más cosas nos explica” (VII, 109). Así pues, no podemos entender biografía en sentido fisiológico ni siquiera en el sentido histórico efectivo, pues se trata de “biografía íntima”. Quizá no se le ha prestado la atención suficiente a esta palabra. Lo dicho quedaría, entonces, de este modo: que es la “íntima biografía” la que más explica las obras de sus autores. Nos vemos obligados, por tanto, a saber que pretende decir Unamuno con esa expresión. En un Ensayo titulado “El secreto de la vida”(1906), afirma lo siguiente: “Y el

secreto de la vida humana, el general, el secreto raíz de que todos los demás brotan, es el ansia de más vida, es el furioso e insaciable anhelo de ser todo lo demás sin dejar de ser nosotros mismos, de adueñarnos del universo entero sin que el universo se adueñe de nosotros y nos absorba; es el deseo de ser otro sin dejar de ser yo, y seguir siendo yo siendo a la vez otro; es, en una palabra, el apetito de divinidad, el hambre de Dios” (III, 884). Ahora bien, no es que los humanos hayamos descubierto este secreto por haber pensado o filosofado, o porque lo poseíamos desde siempre en nuestra cabeza o se le ocurrió un día a alguien, sino porque sencillamente otros han sentido y sentimos también nosotros que nos morimos. Y porque sentimos que morimos “queremos” no morir; por eso tenemos hambre de inmortalidad. Para Unamuno la inmortalidad no es un concepto, ni habrá de ser tratado como tal sino que es una afección, es un hambre. Es a partir de la experiencia de nuestro sentir la muerte, como llegamos a querer, anhelar, viéndonos abocados a sentir el hambre de inmortalidad, el no morir para siempre. Este querer ser (inmortalidad) o no querer ser (muerte) es un tema recurrente en toda la obra de Unamuno y es lo que da lugar a la biografía íntima. “Íntima” no es por tanto lo que ya soy, sino lo que quiero ser, lo que deseo ser, el afán, el hambre de ser. 7


Pero este querer para Unamuno, no es un mero voluntarismo que se consume en sí mismo, que no sale del propio querer, sino que justamente es lo que nos obliga a obrar, pero a obrar conforme a las acciones que piden inmortalidad, es decir, orientadas a permanecer siempre y pasar a constituir nuestro modo de ser. Del mismo modo que Alonso Quijano para ser un caballero andante no sólo tomó el nombre de Don Quijote sino que se propuso actuar como actúan los tales caballeros. Las hazañas que estaba obligado hacer, aunque llevado por su propia elección, son las que le iban a hacer inmortal. Siguiendo al Doctor Huarte de San Juan, comenta Unamuno que cuando un hombre hace algún hecho heroico o hazaña, entonces cobra mejores padres pues pierde el ser que antes tenía y se hace hijo de sus obras, de donde viene el refrán castellano que cada uno es hijo de sus obras. Esto le permite a Unamuno cambiar el dicho escolástico que afirmaba que “el obrar se sigue del ser”, por este otro más acorde con lo expuesto aquí, que “el ser se sigue del obrar”. Somos aquello que obramos, podríamos decir con Unamuno. Como D. Quijote obró como caballero andante, pues lo fue. Si obramos como inmortales, lo seremos. Por eso más que padres de nuestras obras, somos sus hijos. Son las obras las que muestran quiénes somos, lo que equivale a decir aquello de que por sus frutos los conoceréis. Pues bien, lo que creamos con nuestras obras, con nuestras acciones, y que va a configurar nuestro modo de ser, es lo que Unamuno llama personalidad, y que está muy interesado en distinguirlo de individualidad: “La individualidad dice más bien respecto a nuestros límites hacia fuera, presenta nuestra finitud; la personalidad se refiere principalmente a nuestros límites, o 8

mejor no límites hacia dentro, presenta nuestra infinitud” (“El individualismo español” (1903), I, 1088). Digamos que individuos somos, pero la personalidad la hacemos. Hacemos nuestra propia personalidad. Así pues, la biografía íntima tiene más que ver con la personalidad que nos hacemos durante el tiempo que nos ha tocado vivir que con la forma individual que se nos ha dado. “La personalidad la da la voluntad” (VII, 205). Y como la personalidad nos la hacemos, del mismo modo nos hacemos nuestra “biografía íntima”. Con todo lo cual quiero decir, espero que con el propio Unamuno, que no es el individuo Miguel de Unamuno quien únicamente se “expresa” en sus obras, sino que son sus obras las que han configurado la personalidad de Unamuno. Lo que sus obras expresan es su personalidad y no su individualidad. Es propiamente su biografía intima, es decir, su personalidad la que explica sus obras. Por eso se pregunta Unamuno: “Será posible acaso un pensamiento puro, sin conciencia de sí, sin personalidad? ¿Cabe acaso conocimiento puro sin sentimiento, sin esta especie de materialidad que el sentimiento le presta? ¿No se siente acaso el pensamiento y se siente uno a sí mismo a la vez que se conoce y se quiere? ¿No pudo decir el hombre de la estufa: “Siento, luego soy”; o “quiero luego soy”? Y sentirse, ¿no es acaso sentirse imperecedero? Quererse, ¿no es quererse eterno, es decir, no querer morirse?” (VII, 130). Quererse eterno y sentirse imperecedero, ese es el verdadero ser que Miguel de Unamuno nos ha dejado en su obra. Que no nace de la conciencia, como parecería a una filosofía que se precie, sino del sentir y del querer. La conciencia, dirá Unamuno, no procede del pensar sino del sentir. Primero se siente, después se piensa. Sum, ergo cogito (soy, luego


pienso –y no al revés, como quería Descartes–). Y por fin: “Esta suprema preocupación no puede ser puramente racional, tiene que ser afectiva. No basta pensar, hay que sentir nuestro destino” (VII, 118). “Porque la conciencia, aun antes de conocerse como razón, se siente, se toca, se es más bien como voluntad, y como voluntad de no morir” (VII, 194-195). Porque “sentir” hambre de inmortalidad no es “pensar” que tenemos hambre, sino que la tenemos de verdad, es decir, que la “padecemos”. Esta filosofía se augura como trágica dado que queremos ser lo que no somos: seres mortales que quieren la inmortalidad. Y si sentimos el hambre es porque la tenemos realmente. Éste hambre, lo mismo que la sed, sólo se apaga cuando se ha satisfecho. Y en esta vida, solo podemos satisfacerla con la búsqueda y las obras que a ella conducen. Así pues Unamuno encarna primariamente no al pensador que siente, sino al sentidor que piensa. Y la experiencia humana antes que experiencia teórica (pensar), es experiencia pática, (padecer, ser afectado). En el sentir parece que hay algo más personal, más alma, que en el pensar. De aquí la importancia del dolor en Unamuno. El hombre concreto piensa porque antes ha sentido, y además piensa sobre lo que siente. Sentir es lo primario. De tal manera que para Unamuno es el hombre sentimental el sujeto de la filosofía y la “conciencia, conscientia, es conocimiento participado, es con-sentimiento, y con-sentir es compadecer” (VII,

192). Esta filosofía se acerca más a la poesía que a la ciencia. Ahora la filosofía tiene como tarea formarse una concepción unitaria del universo desde el ámbito del sentimiento. El ser se expresa en el sentir. Por eso Unamuno es polifacético en sus géneros de expresión. La polimorfía de su obra se debe a las diversas experiencias de su sentir. Unamuno mismo será, en su personalidad, todas esas expresiones que proceden del sentir, y no únicamente del pensar. Renunciar a una posibilidad expresión es renunciar de algún modo a la salvación de su propia alma, de su yo más íntimo. Unamuno, pues, no dice cómo deberían ser las cosas, dirigidas a partir de un logos racionalista, no argumenta desde unos conceptos entrelazados con otros, es decir, no hace sistema (“la vida no lo tiene”, dirá más tarde en Cómo se hace una novela), sino que hace un análisis histórico-social de lo que nos pasa, o nos ha pasado, y cómo se podría arreglar eso que nos pasa. Por eso le da una importancia clave a la experiencia. La experiencia es lo que sentimos, no lo que pensamos. Y lo que se siente es la ausencia del sentido, de finalidad. Por eso no importa tanto conocer el mundo sino darle y darnos un sentido en él. Este sentir configura lo que Unamuno llama el alma. El alma viene a ser el lugar del sentir. Para él “ser-se” es “sentir-se”; sentirse cobrar conciencia de sí mismo y sentirse creado dentro de su obra. Por eso su obra no solo necesita pensadores sino sentidores.

9


CONVERSACIONES CON UNAMUNO EMILIANO JIMÉNEZ FUENTES Profesor Jubilado de la Universidad de Salamanca Geólogo. Paleontólogo

“A un lado corre el Tormes, limitando la llanura, y al otro se alzan, a poco de perder de vista a la ciudad, los cortes y arribes, en que se quiebra la meseta de la Armuña. Los escarpados que el talud de esta quebradura forma muestran, resquebrajadas de sed, gredosas capas, estratos que al asentarse dejó algún mar lento de las prístinas edades del planeta”. Miguel de Unamuno Paisajes, cap. 2 (1902)

E

ncontré a don Miguel a la salida de clase.

– Don Miguel... ¿Me permite? – ¡Buenos días! Usted dirá... Me sorprendió la voz de este hombre extraordinario. Esperaba una reciedumbre que concordase con su alma y su atuendo y me encontré con un timbre atiplado y un tono muy bajo, acariciador, que daba confianza al oyente... – ¡Buenos días! Mi nombre es Francisco Torres. Le traigo los saludos de don José Royo Gómez, director de mi Tesis... – Don José Royo, ¿del Museo de Madrid? – El mismo. Me ha pedido que le diga que su encargo va por muy buen camino... – ¡Ah! Muy bien. Dele las gracias cuando le vea. Y ¿qué le trae por Salamanca? Pero... ¿no le importaría acompañarme a mi despacho, y me lo cuenta por el camino? – No faltaba más... Pues verá... He venido en relación con mi Tesis Doctoral. No sé si sabrá que hace un par de años estuvo aquí don José, acompañado de un francés... – ¡Sí, sí! El señor Romano, o algo así..., de Lyon, si no recuerdo mal. – Monsieur Frederic Roman. Sí. Una gran autoridad en paleontología de vertebrados... – Sentí mucho no conocerle, porque tengo mucha curiosidad por esa ciencia... Pero en aquellos días no estaba yo en Salamanca. – Pues sí fue una pena, porque he oído que el señor Roman también deseaba, y mucho, conocerle. – Ya, ya me lo dijo don José. Y... ¿qué tal les fue en su excursión a La Flecha y San Morales? Porque... recuerdo que era allá donde pensaban ir ¿Noo? – Efectivamente. La cosa no salió como ellos deseaban. Usted recordará que hará unos veinte años se encontraron unos fósiles en San Morales, que hoy nadie sabe donde están. Tenían la esperanza de encontrar nuevos restos, pero... ¡Nada! No hubo suerte. Tuvieron que contentarse con hacer un corte geológico, muy superficial, además... – No sabe cuánto lo siento. ¿Fueron luego a Zamora? – Pues sí; a Corrales del Vino. Y allí tuvieron más fortuna. Pues aunque no encontraron nada, un vecino del lugar les dio unos fósiles que han resultado ser de gran importancia. – ¿Ah, síi? ¿Y en qué consiste esa importancia? 10


– Pues verá usted... Se suponía que una gran parte de la Meseta estuvo ocupada durante el Mioceno por un gran lago... – Sí. Pero sé que estos estratos de Salamanca son más antiguos. En uno de mis escritos me he referido a ellos y al mar que los formó . – Usted me disculpará, don Miguel, pero esos estratos no son marinos. Nunca, desde el Silúrico, llegó el mar hasta aquí... ¿Noo? ¿Y cómo está tan seguro? – Pues es muy sencillo. Piense usted que los fósiles de San Morales son de... digamos... caballos y ciervos muy primitivos. – ¿Y no pudieron ser arrastrados los cadáveres por las corrientes fluviales? – Bueno... Es evidente que, al no estar completos los esqueletos, algo de transporte sí sufrieron; pero no muy grande. Que hubiesen llegado al mar es imposible; se habrían desintegrado mucho antes... – ¿Y esas rizaduras que se aprecian en las escarpaduras de La Flecha..., esas irisaciones variables, tan hermosas..., esas “aguas” en la roca..., ¿no son marinas? – Pueden ser de deltas. Ya le informaré cuando las haya visto. Pero también puede haber sedimentación deltaica en los ríos, por ejemplo, por un ensanchamiento de la corriente. Precisamente esa es una de las misiones de mi investigación aquí... – Esto que me dice me resulta muy interesante... Pero no le he dejado que me explique la importancia de los fósiles de San Morales. Le ruego que me perdone y continúe... – ¡Por favor, don Miguel! Su curiosidad está siempre disculpada. Le aseguro que es para mí un verdadero placer estar aquí hablando de estas cosas... Pues... fue en el 64 cuando don Juan Vilanova citó unos dientes de cocodrilo encontrados por un médico, socio de la Real Sociedad, en un pueblecito de Zamora, en Sanzoles. ¿Usted conoció a don Juan? – No. No tuve ese honor. ¡Y ya me hubiera gustado! ¡Ya lo creo! Pero ¿qué me dice? ¿Cocodrilos en Zamora? – Si, señor. Sin duda. Fueron comparados con otros dientes similares de la Cuenca de París, y sirvieron a don Juan para saber, con pruebas paleontológicas, que en la Meseta había sedimentos del Paleógeno, aunque por entonces no se pudo precisar más... – Y ese cocodrilo... ¿no podía ser marino? – No, porque en los yacimientos franceses, el Pristichampsus rollinati, que así se llama al tal, acompaña siempre a otros vertebrados terrestres. Siempre. Nunca es marino. – Como puede ver, es mi obsesión... Será que no me gusta desdecirme de mis escritos... Pero ya veo que está usted bien informado y que sus argumentos son muy claros. Siga, siga... – Luego están los fósiles de San Morales, que confirman el Paleógeno con algo más de precisión. Y finalmente los de Corrales, de los que le hablé antes, donde además había otro precedente: otro diente de cocodrilo que le fue entregado a don Eduardo Hernández Pacheco. ¿Conoce usted a don Eduardo? – ¡Ya lo creo que sí! ¿Quién no? – Bien. Pues estos dientes de Corrales, según el señor Roman, gran experto en ello, no sólo identifican al período medio del Paleógeno, al Eoceno, sino que lo afinan más, situando el tiempo hacia la mitad del Eoceno medio... – ¡Qué barbaridad! ¿A tanto se puede llegar? – Según el señor Roman, sí. Él conoce muy bien todas las sucesiones de faunas de los yacimientos de su país y estima que los dientes de Corrales son similares a los de Issel y d Argenton, de esa misma edad, unos 42 millones de años. – ¿Y qué son esos fósiles? – Lofiodóntidos. Esto es..., antiguos perisodáctilos..., ni caballos, ni rinocerontes, ni tapires; un poco de todos ellos, en un estado muy primitivo... 11


– ¡Ya, ya! Entonces... los dientes de estos perisodáctilos, ¿son como la ceca de las monedas romanas? ¿Noo? Que aunque sólo se vislumbre la efigie, y aunque esté borrosa, nos dice aproximadamente la fecha de acuñación. ¿No es así? – Algo parecido. Sí. – ¿Y usted ha venido a...? – Pues para comprobar los datos geológicos y tratar de encontrar más fósiles en las escarpaduras del Tormes. Habría que comprobar si estos estratos son más o menos modernos que los de Corrales. – Ahora me viene a la memoria que hace algunos años se publicó en un periódico de aquí, El Lábaro, algo relacionado con unos huesos aparecidos en Villamayor. Ya sabe, de donde obtienen la maravillosa piedra dorada para la ciudad... – Si ya conozco esa noticia, que fue comentada por don Salvador Calderón hará unos 20 años... – Efectivamente. ¿También de eso está enterado? ¡Y yo que creía que pasaría desapercibido! Hablé precisamente con él por entonces. Fui yo quien le dijo aquello, por mediación de un amigo, el Sr. Fernández Gatta... – Pues también tengo intención de investigar en Villamayor. Quizás podría usted ayudarme... – ¿Yoo? ¡Por supuesto, en todo cuanto esté en mi mano! ¿De qué se trata? – ¿No podría usted presentarme a alguien que pudiese darme albergue en Villamayor, donde tendré que estar dos o tres días, para visitar las canteras? Y si no le sirve de molestia, también en algún pueblo de las riberas del Tormes: Aldealengua... Babilafuente... – Déjeme pensar... En Villamayor puedo recomendarle a don Sebastián, un canónigo muy simpático y parlanchín, que vive allí. En Cabrerizos y más allá... Veamos... ¿Podría volver esta tarde, si no le hace mucha extorsión? – Encantado. También tengo que ver la Peña Celestina, la Peña del Hierro y otros puntos de la ciudad, donde aflore la roca desnuda. No. No me hace ninguna extorsión. – Entonces, quizás sea mejor que vuelva usted mañana. Y no es que quiera parodiar a Larra... – No faltaba más, don Miguel... Y agradecido. – Hasta mañana, pues. – Hasta mañana.

A la mañana siguiente... Unamuno me recibió, pienso que ansiosamente; después de darme las cartas de presentación para el canónigo de Villamayor y personas de Cabrerizos y San Morales, entró rápidamente en situación... – Yo, mi querido amigo, he estado pensando en nuestra conversación de ayer... ¿Conoce usted mi preocupación por la eternidad? – ¡Oh, don Miguel! Creo que todo el mundo la conoce. He leído alguna de sus obras. Por desgracia, no todas... Me entusiasmó “Niebla”. – ¡Ah, “Niebla”! ¡Por ahí quería yo ir! Esa eternidad en la que entra el autor al crear a sus actores, a los actores de su drama... ¿O son los personajes los que nos crean a nosotros? ¿O ni lo uno ni lo otro? ¿No seremos producto de la ficción imaginada por quien nos lee, cada cual a su manera? ¿Y si ni siquiera lo hemos escrito? Imagínese... Yo no soy yo; soy..., somos mil yoes diferentes, cada uno pensado a imagen y semejanza del Dios Lector que nos repasa en cada página... “Eso -prosiguió– por lo que a mi ser respecta, como parte de una eternidad pensada. Pero... ¿y los fósiles? ¿Qué parte tienen en la eternidad? ¡Porque parece que la alcanzan aún mejor que nosotros! ¿O son simplemente huesos, pobres esqueletos, simple polvo de la nada que siempre fueron? 12


– El concepto de los fósiles pretende ser similar al de los útiles prehistóricos: ya sabe... Testimonios de un pasado que se fue, perdido en el tiempo... Eso según el criterio más conocido. Pero hay más... “Con ellos se puede intentar reconstruir un paisaje, con su fauna y flora, apoyados por todos los datos que nos dan, no sólo ellos, sino también las rocas en que aparecen... – Sí. Sí. Todo eso está muy bien. Es lo que nos dice la Ciencia. Pero siempre hay más... ¿Por qué se conservan como están? ¿Es que el Diplodocus de su Museo, -sí; ya sé que es una reproducción que regalaron a nuestra testa coronada– no nos va a decir nada más que su forma y volumen? ¿Qué nos quiere comunicar? ¿Usted que cree? – Ya le comprendo -intuí su tremendo espíritu polemista-. Ante los fósiles, la impresión que producen a cada uno es muy variada, dependiendo siempre de mil detalles. Supongo que es algo parecido a lo que sentimos ante un escrito... -intenté acercarme a su campo y alejarme del mío-; puede ser muy bueno o muy malo; podemos estar anímica o culturalmente preparados para leerlos..., conocer, o no, al autor o a su obra. Ya sabe usted, don Miguel, ¡mejor que nadie! lo difícil que es dejar el alma en las letras. – ¡Dejar el alma...! ¡Qué el alma deje de pertenecernos algún día...! ¡Pero ahí queda, en nuestras obras! Lo malo es cuando se piensa si se seguirán leyendo esas obras en el tiempo futuro o si serán meros objetos de estudio para un rarísimo doctorando? “ En cambio, esos fósiles... ¿Qué se siente al descubrirlos, al contemplar cómo son devueltos por la Madre Tierra? – Pues... hay de todo. Comprenderá que no es lo mismo encontrar un fragmento de hueso, que nada dice -sólo eso, que es un simple hueso-, que el hacer un hallazgo más importante. ¡Claro está que esas pequeñas esquirlas óseas nos impresionan cuando estamos comenzando nuestra experiencia, es decir, cuando nuestros ojos están vírgenes de ella. Pero no se puede comparar con la emoción que se siente ante algo que nos habla por sí sólo. ¿Me comprende? – Siga. Siga, por favor. Me interesa mucho lo que dice... – Bien. -mi intento de desviar la conversación no daba fruto, por lo que decidí abrirme-. ¿Usted ha visitado el Museo de Historia Natural de París? Pues no deje de fijarse, si tiene ocasión, en que en la entrada, en lugar de honor, hay un gran bloque con los restos del Palaeotherium magnum que tanta fama dio al barón Cuvier. A comienzos del siglo pasado dedujo, a partir de tan sólo unos dientes, toda la anatomía del animal. Pocos años después apareció, en las mismas canteras de Montmartre, el esqueleto completo en cuestión, confirmando todas sus apreciaciones y dando el espaldarazo a la Paleontología y a la Anatomía Comparada, hasta ese momento ciencias en embrión. Pero... ¿qué debió sentir Cuvier al ver aquel esqueleto? “Cuando en el Museo del Prado contemplamos y nos emocionamos ante “Las Meninas”, parece que podemos entrar en el Cuadro, rara impresión que pocas veces sentimos ante otras obras... – Ninguna casi, diría yo. – Dicen que es el efecto del espejo... ¡Racionalismos! Cuando Velázquez pintó el Cuadro debió sentir algo más que un ramalazo de inspiración... En ese momento fue Dios... Y ese instante fue eternizado. ¿No será el alma del pintor, que nos invade profundamente al contemplar su obra? ¿No seremos, en ese mismo instante sempiterno, Velázqueces redivivos en nuestros cuerpos? “Algo parecido debió sentir Cuvier cuando vio por primera vez a su Palaeotherium. En ese momento también fue Dios... Y nos transmitió esa Divinidad Eterna. O quizás fue la Divinidad Eterna la que dio al Palaeotherium aquel la posibilidad de crear, cuarenta millones de años después, la poderosa mente de Cuvier, que nos irradia a todos a partir de entonces... “Y cuando yo descubro un fósil importante..., esa emoción que siento... ¿me la envía él desde la eternidad pasada? ¿O la lanzo yo hacia los futuros contempladores de este tesoro paleontológico? 13


– Yo ya no sé si está hablando usted o lo estoy haciendo yo. ¿Y no será que esa emoción no es suya sino que la transmiten los espectadores del porvenir, como un mensaje de la eternidad futura? “O que usted y yo, que aquí estamos conversando, no existamos en realidad; que seamos el choque de dos instantes eternos, o dos pensamientos de Dios que se cruzan en otro, allá en el pasado o el futuro... Me empezaba a dar vueltas la cabeza... Me había dejado arrastrar por la poderosa habilidad de don Miguel para la disquisición... No sabía cómo continuar... Y se me ocurrió dejar caer el libro que reposaba a mi lado. Fue efectivo. Tras una pausa silenciosa don Miguel reaccionó: – ¡Oh! Le ruego me disculpe, porque usted tendrá muchas cosas que preparar para su viaje... Ciertamente, no me controlo cuando encuentro un buen oyente. ¡Estoy tan preocupado por mi situación actual, que instintivamente busco distracción en la lucha verbal! ¿No sabe usted que a lo mejor –a lo peor– doy con mis huesos en la cárcel? ¡Es que no se va a poder decir, en estos tiempos dictatoriales, la opinión que siempre se ha mantenido! ¡Cara me va a salir la conferencia del Ateneo! En fin... ¡Ya veremos qué pasa! – ¿Pero usted cree que Primo de Rivera llegará a tanto? En todas partes se dice que contra lo que arremeterá como un toro es contra la política caciqueril... – ¡No me sea ingenuo, caramba! Eso... por supuesto. Pero al final los caciques se adaptarán y él cederá, llegando a la componenda. Mas... ¿y la cultura? ¿Permitirá que los derechos generales sean pisoteados? Siempre que se esgrime el bien de la Patria surgen los exaltados, que creen ser los únicos poseedores de la verdad y, en consecuencia, hay que eliminar ¡como sea! todo aquello que se les resiste. Es la lucha del orden vigilado contra la democracia santa. ¡Claro está que de ésta también se aprovechan aquellos peces que saben nadar contra corriente! En realidad, si bien lo miramos, es la lucha del dinero contra la idea... – ¡Como siempre, tiene usted razón! – Sí. Pero veremos de qué me sirve... ¿Y cuándo piensa usted volver? Lo digo porque quisiera invitarle a participar una tarde en mi tertulia, si le parece bien... Su concepto de la eternidad me ha sorprendido muy gratamente – Descuide, don Miguel, que en cuanto regrese le visitaré para concretarlo... – Bien. Pues en eso quedamos...

Notas: Personajes que aparecen en el relato José Royo Gómez (1895-1961), Eduardo Hernández Pacheco (1872-1965), Juan Vilanova y Piera (1821-1893), Salvador Calderón y Arana (1851-1911), Frederic Roman (1871-1943), Georges Cuvier (1769-1832): Todos fueron ilustres geólogos y paleontólogos. El Sr. Fernández Gatta llevó el ejemplar de El Lábaro a la Real Sociedad Española de Historia Natural, en 1902.

Glosario Paleógeno: Primera mitad de la Era Terciaria. Comprende los períodos Paleoceno, Eoceno y Oligoceno. (65,5 a 23 millones de años). El Neógeno, los períodos Mioceno y Plioceno. Eoceno: Segundo período del Terciario (55,8 a 33,9 millones de años). Mioceno: Cuarto período del Terciario (23 a 5,3 millones de años). Silúrico: Tercer período de la era Primaria (444 a 416 millones de años).

14


NO TODAS LAS AVES TIENEN EL MISMO CANTO Poesías de Miguel de Umamuno

ASSUNTA CLAUDIA SCOTTO DI CARLO Investigadora de Literatura Española, Universidad Telemática eCampus

E

n el 1907 Unamuno decidió entregar a los lectores su primera colección de poemas titulada Poesías. La fecha de publicación es muy importante porque corresponde, según escribió Pedro Salinas, a la primera de las tres «ondas cronológicas» que caracterizan la literatura española del siglo XX, la que marca «el decurso hacia un simbolismo más intimista y reflexivo, superación de la poesía más exterior de años anteriores». Esto significa que Unamuno quiere romper con la tradición contemporánea que, desde su punto de vista, tenía el límite de resultar muy poco variada en las formas, pero sobre todo le parecía demasiado vinculada a ciertas cadencias rítmicas que él estimaba vacías y banalizantes. En abierto contraste con los «llamados modernistas», y con las tendencias poéticas de su tiempo, Unamuno procura elaborar una modalidad de escritura nueva, dirigiendo su mirada hacia los modelos italianos así como al musings inglés: Leopardi, Carducci, Wordsworth, Coleridge y Tennyson, junto con Maragall, representan los puntos de referencia principales para su escritura poética. Veremos cuando publique mis versos. Porque sí, no lo dudes, nuestra poesía española es en cuanto a su fondo, pseudopoesía, huera descripción o elocuencia rimada, y en cuanto la forma, música de bosquimanos, tamborilesca, machacona, en que el compás mata al ritmo. Sólo aquí puede pasar por gran poeta Zorrilla, encarnación de la vacuidad sonora y tarareante, con sus eternos lugares comunes y sus eternos versos agudos. Por eso se nos van los americanos que suelen ser hoy inferiores a nosotros; pero que tienen otro oído. Y así es que soy yo, de los escritores de mi generación, el único casi que tiene prestigio en América, y me llaman europeo o universal, y no español. Nuestro estúpido casticismo nos impide ser de veras castizos. Yo insisto en que nuestro pueblo está capacitado para gustar musings a lo Wordsworth o a lo Coleridge. […] ¿Que por qué no me adapto a la forma y modo tradicionales? Es porque claramente de corazón, creo que son antipoéticos, que en España no hemos tenido apenas poesía sino elocuencia rimada o descripcionismo más o menos sonoro Unamuno reivindica el carácter europeo y al mismo tiempo hondamente español de su poesía: un poeta no se dedica a imitar la voz, el verso de otros, sino que consigue expresar su propia voz. Sin embargo, enfrentarse con los modelos tradicionales y aceptados comporta muchos riesgos. Convencido del hecho que «vale más romperse la cabeza volando como Ícaro» que limitarse a escribir a la manera de otros, Unamuno contrapone a esa poesía de apariencia su poesía honda y de sustancia. De hecho, Maragall definió a Unamuno «un poeta de dentro a afuera» o sea un poeta para quien la superficie (formal y rítmica) está necesariamente vinculada con la expresión de la profundidad del «pensamiento»: su poesía es «canción interior fraguada en la sensibilidad íntima». Francisco Ynduráin ha revelado que esta postura de Unamuno parece coincidir con la de otro «poeta-crítico», T. S. Eliot: I know that a poem or a passage of a poem, may tend to realize itself first has a particular rhythm before it reaches expression in words, and that this rhythm may bring to birth the idea and the image; and I do not believe that this is an experience peculiar to myself. 15


Unamuno, como Eliot, cree en una poesía interior, honda, que tiene un ritmo que precede y va más allá de la superficie musical de las palabras. La fuerza de su poesía hunde sus raíces en el pensamiento: Piensa el sentimiento, siente el pensamiento que tus cantos tengan nidos en la tierra, y que cuando en vuelo a los cielos suban tras las nubes no se pierdan. Peso necesitan, en las alas peso, la columna de humo se disipa entera, algo que no es música es poesía, la pesada sólo queda (Credo poético, vv. 1-8). En estos versos se lee muy claramente la contraposición entre una poesía vacía («la columna de humo se disipa entera») y otra que sabe volar pero que tiene cuerpo sólido que le impide perderse en el viento. Sin embargo, es muy interesante ver cómo Unamuno identifica la poesía con el pájaro ser tangible, animal de «carne y hueso», y no solo con su canto melodioso. Los poemas-pájaros pueden volar libres, pero necesitan nidos que los mantengan vinculados a la tierra, a la realidad.

En otro poema, A la corte de los poetas, que ya desde el titulo parece querer polemizar con una antología poética modernista (La corte de los poetas), Unamuno invita a los jóvenes poetasranas a convertirse en poetas-alondras capaces de «libar el cáliz de las altas nubes». Esta bellísima imagen llama a la memoria otra alondra, la famosa lauzeta de Bernart de Ventadorn que se pierde en el placer estético del canto hasta el punto de dejarse caer en el olvido. Pero, en el momento de escribir esos versos, es muy probable que Unamuno tuviese en la memoria unos versos de Coleridge, del poema Reflexiones. Al tener que dejar un lugar de retiro, que se encuentra, traducido al español por Unamuno mismo, en las últimas páginas de Poesías: […] Con frecuencia con oído paciente atento escucho de la invisible alondra la alta nota (invisible, ó tan sólo en un momento feliz viendo brillar al sol sus alas). (Reflexiones. Al tener que dejar un lugar da retiro, vv. 23-27). Desde los trobadores la alondra se ha convertido en el símbolo del canto poético. Menos fascinante que el cisne cantado por Darío, pero capaz de volar el cielo, la alondra puede convertirse también en símbolo de la poesía unamuniana. En 1909 Darío, el padre del modernismo español, subrayaba el valor de la poesía unamuniana: sigue otro ritmo, muy distinto del suyo y utiliza una técnica que presupone «mucha armonía y mucho contrapunto». Darío reconoce la densidad del pensamiento poético de Unamuno: «lo que parece claudicación es uso de sabio procedimiento». La dureza de «ciertos versos que suenan como martillazos» adquiere aún más importancia en un panorama en el que solo se escuchan versos dulces y vacíos. La diferencia del canto no constituye un límite, sino una fuerza porque, como dice, «no todas las aves tienen el mismo canto». 16


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

ATILANO COCO ¿REVOLUCIONARIO O MÍSTICO? JESÚS MIGUEL RIESCO RODRÍGUEZ Periodista

n el otoño del 36 una mujer angustiada cruza la ciudad desde el Paseo de San Antonio hasta la calle Bordadores. Lleva una carta para el rector de la Universidad de Salamanca, Don Miguel de Unamuno. Es Enriqueta Carbonell y teme por la vida de su marido, Atilano Coco, detenido desde el 31 de julio. “D. Miguel soy la esposa del Pastor Evangélico y le voy a molestar una vez más. (…) Creo que esto pasará al gobierno militar y quisiera que V. cuando pudiese se informase de algo, o que me de alguna luz sobre esto. Perdone que le moleste a usted hasta en la cama, que mejore V. y Dios le premie todo lo que por nosotros está haciendo”. Ésta es la carta que Unamuno sacó de su bolsillo el día 12 de Octubre cuando presidía los actos del Día de la Raza en el Paraninfo. En su reversó escribió los nombres de los oradores que iban a intervenir y garabateó algunas otras palabras que le sirvieron de guión de su posterior discurso. Enriqueta le cuenta al profesor Patrocinio Ríos Sánchez que “Fue Don Adolfo Araujo, que solía ir a menudo a Salamanca, quien los presentó. El motivo de tal presentación fue, sin duda, la simpatía religiosa”. No consta, sin embargo, que Unamuno asistiera a los cultos de la Iglesia Evangélica pero sí parece que sintió curiosidad o simpatía por algunos planteamientos de la Reforma. Don Miguel estuvo una sola vez en casa del Pastor protestante. Así se lo confirmó Enriqueta al profesor Ríos Sánchez y éste lo recoge en su libro “El Reformador Unamuno y los protestantes españoles”. Al verlo allí la esposa del pastor le preguntó: “¿Don Miguel, qué le trae a usted por aquí? Quiero ser el primero en darle la enhorabuena a Coco”, contestó. “Pero si mi marido aún sigue en la cárcel”, le contestó doña Enriqueta. Unamuno extrañado le contó que había estado hablando con el Gobernador y que éste le había dicho que aquella misma noche (la anterior) iba a ser puesto en libertad. Añade la esposa del pastor: “Fue la única vez que estuvo en casa, y ni se sentó”.

E

17


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

El 6 de septiembre Atilano le escribe a Unamuno desde la Prisión provincial: “Mi buen amigo D. Miguel: Por mi esposa sé las molestias que Vd. se está tomando con respecto a este extraño encarcelamiento del que soy objeto desde hace 38 días. (…) Mi esposa me ha dicho que ha estado Vd. en mi casa hace unos días. ¿Quizás esperaba Vd. encontrarme en ella? Eso sería un buen augurio para mí”.

Pero por desgracia los buenos augurios no se cumplieron. Contra Atilano Coco pesaban graves acusaciones que podemos rastrear en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca.

Un documento del Gobierno Civil explica que era pastor protestante, casado, natural de Guarrate (Zamora) con domicilio en el Paseo San Antonio 2. Perteneció al Partido Radical Socialista y luego a Unión Republicana. Afiliado también al Socorro Rojo y a la Liga de los Derechos del Hombre. Figura también como afiliado a la masonería, “Logia Helmántica” con el nombre simbólico de “Timoteo”. Anteriormente perteneció a la Logia Constante-Alona de Alicante. “Era elemento luchador en la propaganda y defensa de la política de izquierdas y figura destacada dentro de todos los organismos en que militaba. Detenido a raíz del Movimiento, se desconoce su actual situación y paradero” El Gobernador Civil 13 de diciembre del 37. Otro documento del Servicio Nacional de Seguridad, Sección 4. Masonería, dice lo siguiente: “Procedente de la Logia Constante Alona, fue quien entró en relación con el gobernador de Salamanca, también masón, reorganizando la logia Helmántica en mayo de 1933, después de algunos meses sin funcionar. Figura destacada en todos los organismos de izquierda. Detenido el 31 de julio de 1936 como propalador de noticias falsas. Se desconoce su actual paradero”.

En este Archivo, ahora Centro Documental de La Memoria Histórica, encontramos también una ficha que dice: “Es el venerable de la Logia Helmántica. Hace gran propaganda protestante. Fanático. Tiene escuela, que regentó al principio sin título y cuenta con 100 alumnos. Parece sigue funcionando la escuela. Está detenido”. Atilano desde la cárcel le escribía todos los días una carta a su mujer. Algunas por el conducto reglamentario, otras escondidas en “el pañ” (cerrojo, en valenciano) de la cesta de mimbre donde Enriqueta le llevaba la comida. El tono de esas cartas no se corresponde en absoluto con la definición que hacen de él las fichas policiales y militares. Más que de un Lenin salmantino, las cartas de Atilano desde la cárcel, son las de un hombre profundamente religioso, casi un místico.

18


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

El 14 de agosto escribe: “si en algo he de gloriarme, no es en mis tribulaciones, sino en la cruz y tribulaciones del Señor. Dígolo por lo que tú me dices que todos preguntan por mí: me honra y esta honra la paso entera al Salvador Jesús. No soy yo quien merece alabanza por haber hecho bien a otros; pues si algo hice fue por la gracia del que se dio por mí a la muerte...”. La carta del 16 de agosto decía: “Pidamos al Señor de los Cielos que sea hecha su voluntad en la tierra. Nuestro deseo es que cese la guerra, que los hombres se den el abrazo santificado de la paz; que las almas arrepentidas de sus pecados se vuelvan a la Cruz de Cristo”. En una carta fechada en 1982, la viuda del pastor Coco, Enriqueta Carbonell, le cuenta a Umberto Capó, algunos detalles de lo que ocurrió con su marido a partir de julio del 36. “El 31 de julio, sobre las ocho de la tarde, vinieron dos policías y se lo llevaron sin más. Me fuí a comisaría y allí estaba con otros y me dijo que fuera a ver a don Miguel de Unamuno del cual era amigo y le preguntara, que enterara del motivo de su detención. Don Miguel se enteró y al día siguiente me lo dijo: Por estar dando noticias de la radio roja a la puerta de su casa”. Un día de noviembre, después de visitarlo en prisión, se acercó un señor y dijo: ¿quién es la esposa del pastor? Servidora, dije yo. Pues mueve usted el cielo y la tierra que su esposo ya está en capilla. El marido de una señora de la iglesia que conocía al jefe de Falange lo buscó y a la una de la noche estaba hablando con el director de la cárcel y le decía: Estáis en un error, este muchacho no es extremista, es un orador y por eso tiene la costumbre de accionar”. La carta de Enriqueta a Umberto Capó finaliza así: “Hasta que el mes de diciembre, desde el 1, empezaron a desaparecer de la cárcel los que no estaban sujetos a proceso, y en la madrugada del 8 al 9 de diciembre, lo sacaron en compañía de siete más. Él iba diciendo a los demás: Arrepentíos, pensad en Dios que ya sabemos dónde vamos”. El camión que los llevaba paró en el monte de la Orbada y allí fueron fusilados sin juicio y abandonados. Sus restos siguen allí. EVANGÉLICOS EN LA GUAREÑA

Atilano Coco nació en el pueblo zamorano de Guarrate el cinco de octubre de 1902. Su padre, Eugenio Coco Hernández era de profesión jornalero. Su madre María Antonia Martín Jambrina, natural de Robleda provincia de Zamora, se dedicaba a las labores propias de su sexo. La tía Noemí, hermana de Atilano, siempre me contó que su padre descubrió el Evangelio en Cuba donde estuvo unos años como emigrante. Recientemente Pilar Coco, sobrina del pastor, también me ha ratificado esta misma versión. Pero en el Obispado de Zamora existe un documento que demuestra que ya los abuelos de Atilano fueron protestantes. Está fechado en Guarrate el 14 de diciembre de 1884 y comienza así: “Yo Patricio Coco y María de la Asunción Hernández, casados, de profesión albañil, con nuestros hijos Guillermo, Eugenio, Isabel, Ildefonsa y Julián Coco Hernández, en religión protestante, reconocidos de nuestros errores y sabiendo que la religión católica, apostólica y romana, es la única religión verdadera, deseosos de salvar nuestras 19


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

almas....abjuramos del protestantismo con todos sus errores...” etc. etc. Es decir, el origen protestante de la familia, es anterior a 1884. Tal vez el abuelo Patricio se unió a la Iglesia Reformada en contacto con el grupo bíblico que se creó en 1879 en Villaescusa. En este pueblo cercano a Guarrate, existieron escuelas protestantes, una para niños y otra para niñas. Hoy en día se celebran cultos en el En 1881 Villaescusa cuenta ya con cementerio protestante y se entierra en él a una mujer Lucía Miguel González. La última persona enterrada templo, hay una residencia y allí fue Consuelo Hidalgo en 1978. un cementerio anglicano con Así consta en los azulejos colocados en la entrada al recinto. enterramientos desde 1881. Si como demuestra el documento citado, el abuelo Patricio renegó de la fe protestante en 1884 y se hizo católico, parece claro que al menos uno de sus hijos, Eugenio, la abrazó de nuevo tal vez en su estancia en Cuba. La historia oficial de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE) asegura que en 1917 el reverendo Miguel Borobia realizó un viaje de evangelización por la provincia de Zamora y pasó por Guarrate, El Pego y San Miguel de la Rivera. En Guarrate, en el domicilio de Eugenio Coco, celebró el bautismo de una hija de dicho hermano en la fe. El auditorio estuvo formado por unas 150 persona. EPÍLOGO En noviembre de 1941, Enriqueta Carbonell hace gestiones en Salamanca para que a su marido le fuese considerado oficialmente fallecido. Pero solo consiguió que una resolución judicial lo declarase únicamente desparecido. El auto dice así: “....Dos testigos sin tacha legal han manifestado constarles que en la fecha expresada 9 de diciembre de 1936 en que fue puesto en libertad no se ha vuelto a tener noticias de su paradero. (….) Procede pues la inscripción de tal desaparición en el registro civil de esta ciudad. 22 de noviembre de 194”. Pero la muerte de Atilano no fue la única tragedia ocurrida en esta familia. Su hermana Noemí Coco, también se quedó viuda muy joven. Cuando empezó la Guerra vivía en Alicante. Allí se casó en octubre del 37 con Rafael Martínez Ortíz, ex-alumno de la Escuela Modelo. Ambos tenían 23 años. Estuvieron juntos poco más de dos meses. Rafael se enroló como voluntario en el ejército republicano. Cuenta Antonio Aparicio Díaz en su libro sobre la Escuela Modelo, que Noemí, al acabar la guerra, seguía esperando a su marido. Un día recibió la visita de un sacerdote que le entregó una breve carta que decía: “Querida mamá, Noemí y hermanitas, desde el cielo os bendeciré. Adiós. Rafael.” Había sido hecho prisionero y fusilado en marzo de 1938.

20


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

DOCUMENTOS

ACTA DE NACIMIENTO Atilano Coco Martín nació en Guarrate el 5 de octubre de 1902. Su padre Eugenio Coco Hernández era de profesión jornalero según consta en la partida de nacimiento. Su madre era de Robleda provincia de Zamora y se llamaba María Antonia Martín Jambrina. Sus abuelos paternos eran Patricio Coco Hernández y María de la Asunción Hernánde Malmierca.

ABJURACIÓN Este dato es importante por el documento que vemos a continuación fechado el 14 de diciembre de 1884 en Guarrate y firmado por los dos abuelos de Atilano y todos sus hijos. Comienza así: Yo patricio coco y maría de la asunción Hernández, casados, de profesión albañil, con nuestros hijos Guillermo, Eugenio, isabel, Ildefonsa, Julián Coco Hernández, en religión protestantes, reconocidos de nuestros errores y sabiendo que la religión católica apostólica y romana es la única y sola religión verdadera, deseosos de salvar nuestras almas y hallar gracia delante de dios, Abjuramos el protestantismo con todos su errores y suplicamos se nos admita desde hoy en el seno de la iglesia católica...

21


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

ATILANO COCO MASÓN Por la carta de Enriqueta a don Miguel, sabemos que se hizo masón en Inglaterra en el año 20 ó 21. En el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, sección masonería, encontramos varios documentos. En uno de ellos dice que Atilano Coco Martín, de nombre simbólico Timoteo, ha sido iniciado en la LOGIA CONSTANTE ALONA en el mes de julio de 1928. Archivado en la gran Logia Regional de Levante. En otro documento vemos que fue exaltado al grado segundo en el mes de julio de 1929 en la Logia Constante Alona de Alicante. Luego en el verano del 29 todavía estaba en Alicante pero ya en noviembre lo encontramos en Salamanca. En el archivo encontramos una notaanuncio que dice así: Coco Martín, Atilano. Recibe correspondencia para la logia Helmántica de Salamanca en la calle Paseo de San Antonio, 2 Gran logia regional de mediodía 1935 Veamos otros documentos. Estos ya confidenciales de las autoridades de la época: Diciembre del 37.- Gobierno Civil. Viva España segundo año triunfal.

Atilano Coco perteneció al Partido Republicano Radical Socialista y al disolverse ingresó en el de Unión Republicana.

También estaba afiliado al Socorro Rojo Internacional y a la Liga de los Derechos del Hombre.

En los archivos de esta comisaría existe copia de documento reservado facilitado por la Jefatura de Servicios de Seguridad en la que figura afiliado a la Masonería Logia Helmántica con el nombre simbólico de Timoteo. Copia de una declaración de Ángel Arias Fernández en la que entre otros figura afiliado a dicha secta masónica dependiente del Gran Oriente Español de Madrid. Habiendo pertenecido anteriormente a la Logia Constante Alona de Alicante.

Era elemento luchador en la propaganda y defensa de la política de izquierdas y figura destacada dentro de todos los organismos en que militaba.

Detenido a raíz del movimiento se desconoce su actual situación y paradero. El Gobernador Civil. Firma ilegible parece que pone Ferrer.

22


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

En un documento fechado en Salamanca el 22 de noviembre de 1941, se dice:

Don Miguel Gómez de Liaño y Cobaleda, abogado y Juez Municipal de Salamanca. Certifico que...... El auto testimoniado dice así: Auto del Juez sr. Jaramillo...

Resultando que doña Enrique Carbonell Carratalá acudió al juzgado manifestando que había contraído matrimonio el 20 de marzo de 1930 con don Atilano Coco, que su dicho esposo desapareció de esta ciudad el 9 de diciembre de 1936 cuando contaba 33 años de edad, sin que desde entonces se haya tenido de él la menor noticia lo que hace creer fundadamente que su desaparición obedezca a que haya muerto y suplica se inste el oportuno expediente para acreditar el fallecimiento… Que dos testigos sin tacha legal han manifestado constarles que en la fecha expresada 9 de diciembre del 36 en que fue puesto en libertad no se ha vuelto a tener noticias de su paradero, etc. etc. etc. el Ministerio Fiscal emitió dictamen en el sentido de que no se oponía a lo solicitado exclusivamente en lo referente a la desaparición. Procede acordar en armonía con lo dispuesto en el decreto 8 de noviembre del 36 etc. etc. La inscripción de tal desaparición en el registro civil de esta ciudad. O sea que en noviembre del 41 la justicia salmantina reconoció que Atilano había sido puesto en libertad el 9 de diciembre del 36 y había desaparecido sin dejar rastro. No sé si esta resolución judicial le sirvió de algo a la tía Enriqueta, su viuda. EXPEDIENTE PERSONAL DE ATILANO COCO

En el archivo de la Guerra Civil, lo primero que vemos en su expediente personal es que figura su nombre y debajo escrito con sello, RETRACTADO y delante escrito a mano: No En una ficha que forma parte del expediente se puede leer: Autoridad a cuya disposición queda: comandante militar 23


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

Fecha de ingreso 01 de agosto de 1936 Fecha de baja 9 de diciembre de 1936. Autoridad que la ordena: comandante militar –libertad– Vicisitudes Protestante - masón

En otra ficha se dice: “Hace gran propaganda protestante. Fanático. Tiene escuela que regentó al principio sin título y cuenta 100 alumnos. Parece sigue funcionando la escuela. Está detenido”

En otro documento del Servicio Nacional de Seguridad, se dice de Atilano que era figura destacada en todos los organismos de izquierdas. 31 de julio del 36 detenido como propalador de noticias falsas. Se desconoce su actual paradero. 1 dic 38.

EPISTOLARIO Carta de Enriqueta Esta carta la llevaba Unamuno en su bolsillo el día 12 de octubre en el Paraninfo, y en el reverso escribió las notas que sirvieron de base a su intervención. Es la carta desesperada de Enriqueta Carbonell, la esposa del pastor Atilano Coco: Se acusa a mi marido de masón y en realidad lo es. Lo hicieron en Inglaterra en el año 20 ó 21. Me dice que consulte con usted qué es lo que tiene que hacer. Mi esposo desde luego no ha hecho política de ninguna clase, lo hicieron porque sabe usted que en Inglaterra casi todos los pastores lo son, y muchos también en España, en Inglaterra lo es el Rey y también es el jefe de la Iglesia Anglicana. En España he oído que lo son algunos generales, no sé lo que habrá de verdad en esto.

Creo que esto pasará al Gobierno Militar, y quisiera que usted, cuando pudiera, se informase de algo, o que dé alguna luz sobre esto.

Perdone que le moleste hasta en la cama, que mejore usted y Dios le premie todo lo que por nosotros está haciendo.

La carta no lleva firma ni fecha. Pero se supone que se la llevaría unos días antes del 12 de octubre dado que don Miguel la tenía en el bolsillo de la chaqueta.

24


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

CARTAS DESDE LA CÁRCEL

Desde prisión Atilano Coco escribe numerosas cartas. A su mujer y sus hijas, una cada día. También escribe a uno de sus hermanos. Y a don Miguel de Unamuno.

Tenemos copia de una de esas cartas. Está fechada el 6 de septiembre del 36 y entre otras cosas le dice:

Mi buen amigo don Miguel. Por mi esposa sé las molestias que usted se está tomando con respecto a este extraño encarcelamiento del que soy objeto desde hace 38 días. Muy grave de ser la causa para tenerme apartado de mi ministerio evangélico aun cuando todavía no sé si estoy a disposición de algún juez o del comandante militar.

De todos modos le agradezco su solicitud. Mi esposa me ha dicho que ha estado usted en mi casa hace unos días. ¿Quizás esperaba usted encontrarme en ella? Eso sería un buen augurio para mí.

Estoy pidiendo constantemente a Dios en mis oraciones que todos los españoles depongan las armas y se amen como hermanos......... Suyo en el evangelio Atilano Coco. De esta carta hay un borrador del 10 de agosto escrito desde la prisión provincial de Salamanca. Comienza así: Ilustre señor. Sé que a instancias de mi esposa se ha preocupado usted por mi actual situación de detenido. Hace ya diez días que estoy separado de los míos apartado de los deberes de mi ministerio evangélico y aún no he podido saber el motivo de este extraño encarcelamiento. He llegado a pensar que en el fondo del asunto no haya otra cosa que mi condición de presbítero de la iglesia reformada. 25


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

El 14 de agosto le escribe a su mujer: Siempre te dije que si como dice Cristo, somos del mundo, hemos de dejar las de nosotros un sendero de luz. Que a nuestro paso por la vida hagamos lo que algunas plantas en las habitaciones: dejemos el intenso perfume de la caridad y el amor.

El 15 escribe otra nueva carta en la que se dirige a su hija Alicia: Pide por mí, mi hijita y por otros papaítos que tienen ganas de abrazar a sus hijitos. Dile al señor Jesús que acabe la guerra que causa tantas penas a los papás y a las mamás de todos los pueblos

En la del 16 de agosto: Pidamos al señor de los cielos que sea hecha su voluntad en la tierra... Que cese la guerra, que los hombres se den el abrazo santificado de la paz

El martes 27 escribió: No temáis de los que matan el cuerpo más el alma no pueden matar, decía el señor.... Yo sigo orando horas enteras y llorando de angustia por España y por los españoles. Si mi vida aplacase este odio fratricida, no importa sacrificarla. Pero también toca temas más terrenales: Si me has mandado tres veces jamón, solo una ha llegado a mis manos. Ayer venía un plato pequeñito, pero no venía nada más.

Ve a la señora Julia: dile que me perdone aquel arrebato tonto que tuve con ella. No estaré tranquilo hasta que no sepa que me perdona de corazón. Y ora por mí y por España. Debí haber dado ejemplo de humildad y fue ella la que me lo dio. Que me perdone y que ore.

26


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

El domingo 23, día del Señor escribe: Este es el día que trae mayor tristeza a mi alma. Echo de menos las horas de los cultos, especialmente el de la mañana. Permitirá el señor que el próximo domingo cantemos en su honor en nuestra humilde iglesia ??? El 24 de agosto le cuenta a su mujer que muchos presos le piden la Biblia para leerla. Estoy haciendo con ayuda del Espíritu Santo una gran obra. Consuelo a muchos con la lectura de la divina palabra.

Podría haber hecho Él que yo hubiera podido venir a hablar a los presos del Cristo Redentor y Salvador y Vencedor de la muerte y después de hablar marchar para mi casa. Pero Él ha preferido que viniera y con mi conducta y mi pobre palabra les hablara con voz de amor pero sintiendo las mismas penas y angustias y desconsuelo de ellos.

Hay otra carta del 2 de septiembre dirigida a sus hijitos: Ya son 33 días de estancia aquí; aún no me han tomado declaración, ni sé si estoy a disposición de algún juez. No sé nada de nada. ¡Ah! pero sí sé una cosa. Que estoy en las manos de mi Dios y que no temo a ninguna cosa.

27


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

FOTOGRAFĂ?AS

Boda con Enriqueta Carbonell, 20 Marzo 1930.

La madre de Atilano y su hermana NoemĂ­.

Vestido de militar.

Atilano en la escuela.

28


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

Atilano y familia. 15 Marzo 1936.

Con su hija Alicia.

Atilano y Enriqueta con la familia de los Guardeses de la Escuela.

Atilano con alumnos de la escuela.

29


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

VIDAS PARALELAS: SALVADOR VILA Y MIGUEL DE UNAMUNO MERCEDES DEL AMO HERNÁNDEZ Biógrafa de Salvador Vila

alvador Vila nació en Salamanca el dos de agosto de mil novecientos cuatro, cuando ya su Universidad era el reino de Unamuno y desde ella ejercía un liderazgo intelectual que sobrepasaba con mucho los límites de la ciudad e incluso del país, que en aquellos momentos estaba inmerso en la búsqueda de una intensa renovación encabezada por la generación del noventa y ocho. Los estudiantes salmantinos veían en él a una personalidad honesta, capaz de la crítica directa a pesar de las circunstancias políticas y sociales adversas, y en torno a su figura se aglutinaron varias generaciones de nuevos intelectuales, entre los cuales y en lugar muy destacado lo estaría más adelante el propio Vila, primero como discípulo y después como compañero en la tarea docente y de gestión universitaria. No sabemos dónde y con qué resultados realizó Salvador Vila la enseñanza primaria, pero el bachillerato lo realizó en el Instituto General y Técnico de Salamanca, terminándolo con sobresaliente de nota media, expediente por el que Salvador tuvo acceso a una beca del Colegio de San Bartolomé que cubría todos los gastos de la carrera, incluidos los costes de los títulos de bachiller, licenciado y doctor, los costes de estancia de nueve meses en la Universidad Central para realizar el doctorado y el ser pensionado para un viaje al extranjero una vez obtenido el título de Doctor, beca que Vila mantuvo hasta el final de sus estudios universitarios. Cuando Salvador Vila comenzó la etapa universitaria en octubre de 1920, Miguel de Unamuno era decano de la Facultad de Filosofía y Letras, pero el contacto entre ambos parece anterior a su relación como maestro y discípulo, pues entre las dos familias existían lazos de amistad previos, aunque el vínculo que unió a Vila a su maestro de por vida fue una admiración intelectual sin límites ya desde su época de estudiante universitario, lo que explica su rebelión contra aquellos que decretaron y ampararon el destierro del viejo profesor. En palabras de Salvador: “La marcha de D. Miguel nos dolía en el corazón, en la cabeza, en todo nuestro ser”1. Salvador se trasladó a Madrid para ampliar estudios en 1924-1925 y allí continuó su actividad política contra el directorio de Primo de Rivera lo que le costó una primera detención en 1925 y la deportación a las islas Chafarinas un año más tarde, por un altercado estudiantil ante el Ministerio en defensa de la cátedra de su maestro, que le había sido arrebatada y otorgada a un clérigo, único aspirante en la oposición boicoteada por el resto de los académicos2.

S

1. Salvador Vila. “Recuerdo”. Mocedad, 1 (04/05/1924), p. 3 (revista conservada entre los fondos documentales de la Casa-Museo Unamuno en Salamanca). 2. Luis Jiménez de Asúa. Notas de un confinado. Madrid: Compañía Ibero Americana, 1930.

30


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

El curso 1928-29 lo pasó en la Universidad de Berlín, becado por la Universidad de Salamanca, lugar donde conoce a la que luego fuera su mujer, Gerda Leimdöfer, y desde allí mantiene contacto con Unamuno a través de una correspondencia de la se conservan cuatro cartas al menos. Salvador Vila llegó a Granada en enero de 1934, tras haberle sido otorgada la cátedra de Instituciones Islámicas, repleto de energía, compromiso e ilusiones, e inmediatamente se incorporó a la tarea docente e investigadora y a todas aquellas que quisieron encomendarle sus compañeros más antiguos que él, desplegando gran capacidad de trabajo y haciendo una rápida inmersión en la política universitaria. Por los datos con los que se cuenta, hasta el año 1936 su actividad tuvo lugar en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras y fue sólo en 1936, tras su nombramiento como representante de ésta en la Junta de Gobierno de la Universidad, cuando accede al gobierno colegiado de la misma y adquiere una dimensión que le llevaría al rectorado en abril del mismo año. Si las circunstancias políticas fueron difíciles en los años 1934 y 1935, en 1936 la Universidad de Granada fue engullida por el torbellino que barría el país entero; y éste fue el momento en el que el destino quiso que Vila se hiciera cargo del rectorado. El 18 de Julio, cuando estalló la rebelión militar del general Franco, Salvador Vila se hallaba ya en Salamanca de vacaciones, y allí los encuentros en la Plaza Mayor de los dos rectores destituidos (a Unamuno lo destituyó el gobierno republicano3 por su apoyo a los sublevación militar y fue repuesto inmediatamente por Franco, y a Vila le destituyó el comandante Valdés que más tarde lo perseguiría con saña) y los paseos por la carretera de Zamora se reanudaron. Vila seguía apoyando al gobierno republicano y Unamuno se alineaba ahora con los franquistas pensando que intentaban salvar la República; las discusiones entre el maestro y el discípulo eran continuas4, pero nunca les hicieron desistir de su amistad, incluso cuando otros intelectuales republicanos habían renegado ya del maestro5. Salvador Vila fue arrestado junto a su esposa y trasladados a Granada el 7 octubre de 1936, cuando éste regresaba de uno de los paseos habituales con Unamuno. ¿Cuál fue el peso de la detención del discípulo

3. La Gaceta Regional, dio la noticia el 27/08/1936 como titular de portada “El gobierno rojo de Madrid ha destituido (sic) de todos sus cargos a don Miguel de Unamuno y Jugo”. 4. Isidro Zatarain. “Perfil humano del rector Vila”. Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos, 51 (2002), p. 347 y testimonios directos de la familia Vila. 5. Cf. Luciano González Egido. “Unamuno, entre la libertad, el compromiso y el castigo”. En El tiempo de Miguel de Unamuno y Salamanca. Salamanca: Universidad/Diputación, Ayuntamiento, 1998, pp. 168-169.

31


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

predilecto, en la decisión de Unamuno de vuelta a los orígenes ideológicos y de denuncia pública del fascismo, a pesar de las consecuencias que esta actitud le ocasionaría necesariamente? Las fechas hablan por sí solas: El 6 de octubre Unamuno habló con Franco y criticó sus métodos represivos, Vila fue detenido el 7 del mismo mes; el 12, Día de la Hispanidad, ocurrieron los sucesos del Paraninfo que son de sobra conocidos; el día 22 Unamuno es cesado como rector por una orden firmada personalmente por Franco6 y en la madrugada del día 23 es fusilado Vila, cuya vida había permanecido salvaguardada hasta ahora por el maestro y amigo. A las causas que barajan los distintos historiadores del asesinato del rector de Granada (rencillas universitarias, republicanismo de izquierdas, sospechas infundadas de masonería, fusilamiento de personalidades para debilitar la resistencia republicana, etc.), hay que añadir otra que había pasado desapercibida; es decir, la posible venganza de Franco contra Unamuno, uno de los intelectuales consagrados que se había pasado a sus filas, más por decepción propia de la República que por los méritos del golpe militar, y que después había rectificado esta decisión. Sus pensamientos sobre la situación de España durante los dos últimos meses de reclusión en su casa no fueron publicados hasta 1991, cuando Miguel de Unamuno Adárraga, su nieto, decidió que ya había pasado el lapso de tiempo necesario para poder ver la luz. Por esta publicación sabemos que el 26 de noviembre de 1936 Unamuno se enteró, por fin, de la suerte que había corrido el rector legítimo de la Universidad de Granada y también allí se encuentra manuscrito el mayor exabrupto de toda su obra prolífica, como expresión del dolor que le causó esta noticia: “En Granada han fusilado, los falangistas, al pobre Salvador Vila. Esos degenerados andaluces, con pasiones de invertidos sifilíticos y de eunucos masturbadores”7. Esta reacción visceral la explica Luciano González Egido: “El día 26 de noviembre le llegó la noticia del fusilamiento, a manos de los falangistas de Salvador Vila Hernández, rector de la Universidad de Granada, su discípulo predi-

6. “Me destituye Madrid; me restituye Burgos. Y luego me destituyen mis compañeros”. Miguel de Unamuno. El resentimiento trágico de la vida. Notas sobre la revolución y la Guerra Civil española. Madrid: Alianza, 1991, p. 41. La noticia la conocieron los salmantinos por la Gaceta Regional del 28/10/1936. “Cesa en el rectorado de Salamanca D. Miguel de Unamuno y se nombra a D. Esteban Madruga”. 7. Cf. Miguel de Unamuno. Op. cit. p. 57.

32


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

lecto. Se confirmaba una vez más el odio a la inteligencia y la inocencia de la sangre vertida por aquel ataque de locura que sufría España. Si alguien podía representar la cultura occidental era aquel hombre, apenas salido de la juventud, con sus treinta años estudiosos y brillantes, incapaz del mal, con su benevolente sonrisa de desarmado. Era otra esperanza que se le convertía en recuerdo. Cuando se lo llevaron preso, en aquella Salamanca de su juventud y de sus estudios universitarios, le aseguraron a su maestro, aquel hombre viejo, que sentía ahora el dolor de su pérdida, que no le ocurriría nada, porque iba en las buenas manos de la Guardia Civil y que era por precaución nada más. Lo recordaba todavía con su incorrecta pronunciación y su timidez conmovedora; lo veía en la Plaza Mayor, acompañado de su mujer, en el pasado mes de julio, cuando se había desencadenado aquella galerna de locura. Y lo veía más joven, en las aulas de Anaya, sobrecargado de responsabilidad intelectual y de curiosa avidez vital y lo seguía viendo entre los libros de su destino universitario y los textos compartidos con él, en su pasión investigadora. Y se resistía a verlo muerto, doblado por los balazos de los fusiles de unos imposibles enemigos. Daba asco ser hombre”8 Salvador Vila fue un hombre de principios democráticos, republicanos y de izquierdas, aunque no se tiene noticias de militancia política concreta en ninguno de los partidos de la época; amigo de sus amigos, profesó hasta el final una lealtad completa a su maestro Unamuno y murió convencido de que su conducta como rector de la Universidad de Granada había sido la correcta y siempre dirigida a la búsqueda del bien común. Su recuerdo fue prácticamente borrado en la Universidad de Granada hasta finales de los años setenta del siglo pasado en que algunos profesores de la misma comenzaron a reivindicar su figura y su legado, hasta conseguir que su cuadro como rector fuera pintado y colocado en el salón de rectores, e incluso entonces la placa que lo acompañaba indignó a su viuda, pero ese es ya otro episodio que sobrepasa el objetivo de estas líneas.

8. Agonizar en Salamanca. Unamuno, (julio-diciembre de 1936). Madrid: Alianza, 1986, pp. 193-194.

33


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

CASTO PRIETO CARRASCO (1886-1936) RICARDO ROBLEDO HERNÁNDEZ Catedrático de Historia Económica

E

l Expediente procesal de Prieto Carrasco, de 49 años, domiciliado en el Paseo de Carmelitas nº 21, puede parecer anodino. Es el recuento del “individuo” registrado con el nº 1443 con dos apuntes bien claros: su detención e ingreso en la cárcel el 21 de julio de 1936 y la nota del 28 de julio: El General Comandante Militar de la Plaza en orden que se une al expediente de José Andrés y Manso, ordena la entrega de este recluso al portador de la misma para su conducción a Valladolid a disposición del General Jefe de la 7ª división. Se participa. Nunca llegó “el recluso” a Valladolid. La inscripción de defunción del Registro Civil de La Orbada, de 29 de julio de 1936, a las 12,30, precisa que “el cadáver fue hallado en el kilómetro 89 de la carretera de Valladolid a Salamanca, fallecido por disparo de arma de fuego”. La misma suerte corrió su compañero Andrés Manso. El acceso a su Diario en el que anotó los principales aspectos formales o informales de su vida nos descubre a un personaje inconformista que se ha hecho a sí mismo: De toda la carrera sólo conservo el desagradable recuerdo de mi profesorado, del que puede decirse que no adquirí ni una idea, ni una enseñanza práctica, ni una orientación, ni nada. Parece escrita con el mismo desplante con el que Unamuno se refirió más de una vez a la enseñanza universitaria. Las semejanzas abundan. En su conferencia en la Casa del Pueblo a fines de enero de 1924 sobre la beneficencia se refirió a “la religión de Cristo, la religión del amor y de la caridad” pero no tuvo reparos en denunciar “la beneficencia oficial que, además de ser un montón de injusticias, de iniquidades y de vejámenes, llega hasta tomar el dinero impuro del vicio, que no tienen reparo en admitir damas respetables y virtuosos prelados de la Iglesia”. En la conferencia estaba Unamuno que arremetió contra las instituciones que se crearon para hacer pobres, no para acabar con ellos y felicitó al conferenciante.

34


A FONDO Los amigos represaliados de Unamuno

Años más tarde, en su escrito del 25 de julio de 1936 desde la cárcel, nos transmite la amargura que le supuso la traición de su amigo Unamuno, con el que había compartido tantas tareas ciudadanas y que había sido homenajeado por todo lo alto gracias a su empeño: El nuevo Ayuntamiento constituido al amparo de nuevo Poder que viene de la Ciudad del Cid, escucha las vulgaridades de M. Íscar, los denuestos repetidos en las tertulias de café y casino tantas veces por Unamuno y que éste vierte sobre todos nosotros, poniendo en ellos la mala pasión que denuncia y que él sólo siente (…) ¡Qué calor pueden dar los sables, bayonetas y espuelas¡ ¡Qué calor un patriotismo abdominal y cretino¡ En los diccionarios de Enrique Esperabé, el de los salmantinos ilustres y beneméritos o el de los hombres de España se hace reseña más o menos amplia de Unamuno o Villalobos pero no de Casto Prieto Carrasco. Figura también Francisco Bravo como alcalde y escritor “de gran mentalidad y muy culto”; en cambio el alcalde republicano de Salamanca parece que no fue ni ilustre ni benemérito ni culto. Como en otros casos, el poder establecido durante muchos años siguió creyendo que era “prudente silenciar” el nombre y la obra del profesor Prieto cuyas publicaciones se ocultaban o se destruían en las bibliotecas salmantinas para no dar pie a la sospecha.

35


MIGUEL DE UNAMUNO Y EL TOREO: UNA REVISIÓN JOSÉ MARÍA BALCELLS DOMENECH Catedrático de Literatura Española de la Universidad de León

D

e los escritores de la comúnmente conocida como generación de 1898 suele decirse que fueron contrarios a las corridas de toros, y también que Miguel de Unamuno fue el más antitaurino de ellos. Sin embargo, mi relectura de los textos unamunianos sobre materia taurómaca, valorándolos ponderadamente dentro de las circunstancias en las que los escribió, me llevan a pensar que procede una revisión del tópico que hace del formidable intelectual vasco un adalid contra la tauromaquia.

En diversos medios de prensa periódica publicó Unamuno diferentes artículos acerca del toreo y su mundo, artículos que se repartieron desigualmente a lo largo de cuatro décadas, pero serían muy significativos los cuatro que iban a salir en las páginas del diario madrileño La Noche, en apoyo de la cruzada antitaurina emprendida por Eugenio Noel en diciembre de 1911 contra la flamenquería y el torerismo ambiente, campaña que inició precisamente en Bilbao. Dicha campaña le serviría a Unamuno para espolear animadversiones previas hacia el toreo, pero su participación en la campaña noeliana fue tan intensa como de escaso recorrido, pese a que su promotor la prolongaría hasta enero de 1914, en que la daba por terminada en una primera fase tras una charla en Jerez de la Frontera. Parece dudoso que Unamuno, a lo largo de los años en los que escribió sus artículos taurómacos, modificase algunas de sus ideas fundamentales acerca de varias problemáticas a su juicio intersectadas en las corridas de toros, entre ellas su convicción de que la crianza de bravo resulta nociva para el agro desde varias vertientes. Con todo, estimamos que paulatinamente fue atemperando su radicalismo militante de inicios de la segunda de las décadas del siglo, decreciendo su periodística beligerancia activa desde entonces. Puntualicemos también que en ese pretendido enfriamiento al que se acaba de hacer alusión contribuirían las circunstancias personales de Unamuno, pues desde que se le deportase a Fuerteventura en 1924, y hasta su regreso a España en 1930, no tuvo la oportunidad de respirar ambiente taurino contextual contra el que seguir clamando casi en el desierto, y digo casi porque desde la campaña de Noel el antitaurinismo se dejó oír mucho, otra cosa es que la sociedad en su conjunto hiciese caso omiso, cuando no lo tomaba a chacota, en lo que no tuvo poca responsabilidad el anecdotario pintoresco que cada dos por tres producía la conducta noeliana, proclive al hazmerreír. En el progresivo mutis del bilbaíno sobre la problemática acerca de los toros se sumaba, sin embargo, el hecho de que, en el autoexilio francés, había decidido tajantemente no publicar ni una sola línea en cualquier medio escrito español, y sus compatriotas eran los destinatarios 36


naturales de su personal antitaurinismo de cuño regeneracionista que había ido amortiguándose, al propio tiempo que la fiesta brava había cedido ya mucho terreno al balompié en su consumo masivo como espectáculo visto y leído. Fue, en fin, muy otro el contexto unamuniano en su autodestierro, y muy otras fueron sus prioridades intelectuales cuando regresó a España como para continuar redundando en una cuestión que, a la vista de lo antedicho, en su agenda se había convertido en muy menor. En esos años galos solo anotamos en su haber un escrito acerca de los toros, “¡Pasto y deportes!”, que se dirige a sus lectores del Plata, donde hacía ya años que no se celebraban corridas convencionales, si bien en dicha colaboración confronta toros y fútbol sin menoscabo alguno, antes al contrario, de la tauromaquia. Luego, en tiempos de la República, se le deben textos como “Pan y toros” y “Huichilobos y el bisonte de Altamira” que, muy lejos de que pudiesen merecer el calificado presuroso de críticos con la fiesta de los toros, no lo son, pues contribuyen al entendiminto del sentido profundo del toreo. Unamuno no solo justifica en esta etapa, y con argumentos de su propia marca, la denominación de fiesta “nacional” para la tauromaquia, sino sobre todo su existencia y continuidad a lo largo de los siglos a partir de la comprensión de las pulsiones últimas antropológicas del modo original y singular de ser y sentirse español. En su virtud, resultan muy de agradecer las enriquecedoras reflexiones de Miguel de Unamuno sobre aspectos del universo taurino a los que, por lo común, no prestan condigna atención muchos que, a diferencia del escritor vasco, alardean de ser aficionados muy entendidos porque no suelen faltar a las corridas, y se precian de que conocen tanto el ambiente como la terminología jergal taurómacos.

37


ITINERARIO UNAMUNIANO SALMANTINO Segunda mirada

Abandonando la Plaza Mayor por el arco de San Pablo, caminamos hacia el cenobio dominico protegido por la iglesia de San Esteban que guarda en sus claustros inolvidables secretos del alma abierta de don Miguel, envueltos en profundos ecos del “yo” unamuniano ahogados en el pozo del Claustro de Aljibes, donde el sentidor descarnó su agonía cristiana en dolientes jornadas de anímico desgarro, sin vislumbrar el reverso del trágico sentimiento de la vida. Al convento llegó Colón buscando la mediación del confesor real, Diego de Deza, para que los Católicos patrocinaran su viaje a las Indias navegando hacia Occidente. También acogió el cenobio a Santa Teresa y San Ignacio de Loyola, recibiendo en él la ayuda que solicitaban. Y allí pasó Unamuno en 1897 la crisis que dio origen al Diario Íntimo, rompiendo el silencio monástico con gritos desgarrados, derramando lágrimas en su lucha contra el Misterio y pronunciando en su Sala Capitular la última conferencia el 26 de octubre de 1923, antes de ser desterrado a Fuerteventura por orden del dictador Primo de Rivera: Santo Tomás de Aquino dijo que la promulgación de una ley no es su sola publicación, sino su justificación, su explicación. A nadie que tenga conciencia de sus actos y de lo que es la ley, se le puede pedir que obedezca al que mande, por el solo hecho de que lo dice el que manda. La intervención del padre Avellanosa que presidía la Academia, evito males mayores para don Miguel. 38


Después de pasar una angustiosa noche, pudo ser la madrugada del lunes 22 de marzo de 1897, cuando Unamuno se internó tres días en el convento de San Esteban, escribiendo cinco meses después una carta a Rafael Altamira explicándole su causa: Allá a fines de marzo caí de repente y sin saber cómo ni por dónde en un estado de inquietud y angustia. La obsesión de la muerte y más que de la muerte del aniquilamiento de la conciencia, me perseguía. Pasé noches horribles, de insomnios angustiosísimos, y vino a añadirse a esto el tormento de darme a cavilar si sería todo ello principio de trastorno mental, debido acaso a lo excesivo de la intensidad de estudio y meditación a que me había entregado, un estallido de mi intelectualización aguda. Duros momentos para un joven Unamuno de 33 años que se enfrentó en el convento a una profunda crisis integral: política, por el abandono del socialismo ese año; intelectual, al pasar de una ideología recibida a la personalmente creada; familiar, viviendo atormentado por la enfermedad de Raimundín y su autoculpabilidad por ello; regenerativa, con el abandono del positivismo; religiosa, como él mismo atestigua en su Diario: “Ahora se me muestra mi labor de gran parte de estos doce años como una búsqueda de Dios, a quien había perdido”, crisis encuadrada por Tanganelli en el marco filosófico de la crisis finisecular; y emocional: traumática, patética y definitoria, que le llevó a escribir en el primer cuadernillo del Diario íntimo: “Padezco una descomposición espiritual, una verdadera pulverización”. Tal situación agónica pone a Unamuno en la frontera existencial, intramuros del convento al que dedicamos nuestra segunda mirada en este Itinerario salmantino unamuniano. 39


ACTIVIDADES REALIZADAS POR LA ASOCIACIÓN Segundo Semestre 2015

El 24 de junio celebramos la última tertulia unamuniana del curso. La tertulia llevaba por título “Si yo fuese Rey”, un interesante artículo publicado el 16 de noviembre de 1917 por Unamuno en el diario El Día.

El 25 de junio, en el Casino de Salamanca se presentó en sociedad nuestra revista “Nivola”, tuvimos el honor de que nos acompañaran en la misma, el poeta Antonio Colinas y los pintores Miguel Elías y Florencio Maíllo. En ella hay artículos de intelectuales de primer nivel como: Olegario González de Cardedal, Luis Frayle Delgado, Antonio Colinas, Sagrario Rollán, José Vicente Rodríguez, Carmen Bulzan, Ángel Galindo, etc. También hemos de destacar las magníficas pinturas que ilustran la revista, fruto de los pinceles de Elías y Maíllo. 40

El 29 de septiembre, la Asociación Amigos de Unamuno rindió un homenaje a D. Miguel en la Facultad de Filología, con motivo de cumplirse 81 años de la jubilación de Unamuno. Nunca se había conmemorado esta fecha, que para los miembros de la Asociación se va a convertir en día señalado para recordar al escritor cada año. Ante el busto de D. Miguel, realizado por el escultor Victorio Macho, un grupo coral entonó el Gaudeamus Igitur en medio del emotivo silencio del gran número de asistentes. Nuestro Presidente, Francisco Blanco, cerró el acto con unas breves palabras recordando el homenaje nacional que allí recibió Unamuno el 29 de septiembre de 1934, con motivo de su jubilación. Antes, en el Aula Magna de la Facultad de Filología, pudimos disfrutar de la conferencia: ”Unamuno y Santa Teresa” impartida por el Decano de la Facultad de Filología D. Vicente González Martín, a quien agradecemos su cercanía y apoyo a nuestra asociación.

El 30 de septiembre, a las 19:00 h. en el Hotel Rona Dalba. Tertulia en la que hablamos sobre El día de la raza y Unamuno. Charla-debate relacionada con la proximidad del 12 de octubre, Día de la Hispanidad.


8 octubre, 2015 a las 20:00, en el Casino de Salamanca. Conferencia sobre “Unamuno y las corridas de toros” a cargo de José María Balcells Domenech, Catedrático de Literatura Española de la Universidad de León. La presentación a corrió a cargo de Alberto Estella Goytre, escritor.

Continuando con las jornadas dedicadas a los amigos represaliado de Unamuno, el día 15 de octubre, tuvo lugar la conferencia dedicada al alcalde Casto Prieto Carrasco. El ponente en esta ocasión fue Daniel Sánchez Gutiérrez, miembro de Memoria y Justicia, Secretario del ayuntamiento de Candelario y autor de la obra “Los días de la niebla”. Moderó el acto el catedrático de Historia Contemporánea Manuel Redero San Román. Fueron presentados por el Presidente de la Asociación, Francisco Blanco Prieto.

La Asociación de Amigos de Unamuno, ha querido dedicar unas jornadas a los “Amigos represaliados de Unamuno”. El día 13 de octubre tuvo lugar la primera de las conferencias, dedicada al pastor Atilano Coco. Fue moderada por el catedrático de Historia Contemporánea Manuel Redero San Román e impartida por Jesús Riesco Rodríguez, quien nos dio algunas pinceladas sobre el pastor protestante amigo de D. Miguel.

Día 28 de octubre. En el Hotel Rona Dalba a las 19, 00 h. Tuvo lugar la habitual tertulia de todos los últimos miércoles de mes. En esta ocasión la dedicamos para hablar de “Los intelectuales y la sociedad”. La exposición corrió a cargo de Román Álvarez, catedrático de Filología Inglesa, y socio de Amigos de Unamuno, sus palabras, junto con las introductorias de Luis Gutiérrez, dieron pie a un interesantísimo debate acerca de lo que es un intelectual y el papel que juegan, o deberían jugar, ante los problemas de la sociedad. 41


CERTAMEN DE CARICATURAS DE UNAMUNO ACTA DEL FALLO DEL JURADO

CARICATURAS PREMIADAS

PRIMER PREMIO Autor: Miguel Domingo Mart铆n

SEGUNDO PREMIO Autor: Luis Armestar Miranda

Miembros del Jurado.

42

TERCER PREMIO Autor: Cristian Bert贸n


Unamuno y Santa Teresa al encuentro El 14 de noviembre, en la Biblioteca de la Casa de la Conchas, Jesús Mª Corredera. impartió la conferencia “Unamuno y Santa Teresa al encuentro”. La presentación corrió a cargo de Pablo Unamuno Pérez, Vicepresidente de la Asociación. Jesús María, hizo una semblanza de Santa Teresa, desde su nacimiento hasta su muerte en Alba de Tormes y el paralelismo teresiano. Después haría una semblanza de D. Miguel, como máximo representante de la generación del 98 y “regeneracionista”, como también lo fuera la Santa, “regeneracionista del Carmelo”.

ENTREGA DE LOS PREMIOS CERTAMEN DE CARICATURAS E INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN El día 18 de noviembre, a las 11,30 h. en el Palacio de la Salina, se procedió a la entrega de premios a los ganadores del certamen de caricaturas de Unamuno, para el que contamos con la colaboración de la Excma. Diputación de Provincial, así como del Corte Inglés y la Asociación de Empresas Salmantinas de Tecnologías de la Información y la Comunicación. El acto estuvo presidido por el Sr. Diputado de Cultura, D. Julián Barrera Prieto y D. Francisco Blanco Prieto, Presidente de la Asociación Amigos de Unamuno.

Miguel Domingo Martín. Ganador del primer premio, ante su obra.

43


Actividades Programadas para el Primer Semestre de 2016 Enero Jueves 14

Hora: 20:00 h. Lugar: “Sala de la Palabra”. Actividad: Conferencia: “Miguel de Unamuno: ¿una poética del sentir o una poética del pensar?”. Antonio Colinas. Poeta. Premio Nacional de Literatura. Presenta: Elena Díaz Santana. Vocal de Comunicación.

Miércoles 27

Hora: 20:00 h. Lugar: Salón de Actos de la Casa de las Conchas. Actividad: Conferencia: “Evocaciones salmantinas de Unamuno”. Jesús Málaga Guerrero. Presidente del CES.

Presenta:

Pablo de Unamuno Pérez. Vicepresidente de la Asociación

Febrero Jueves 11

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra Actividad: Conferencia: “Estructura y unidad de sentido en el pensamiento de Unamuno”. Eugenio Luján. Doctor en Filosofía. Presenta: Ana Chaguaceda Toledano. Socia fundadora de la Asociación.

Jueves 25

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra Actividad: Conferencia: “Miguel de Unamuno: aislamiento en Fuerteventura”. Luis Andrés Marcos. Doctor en Filosofía por USAL. Presenta: Antonio de Miguel Gaspar. Tesorero de la Asociación.

Viernes 26

Hora: 20:00 h. Lugar: Auditorio San Blas. Actividad: Recital musical de Manuel Madrid: “Canciones Íntimas. Confinamiento y destierro” Presenta: Teresa Madrid Molino. Licenciada en Filosofía. Especialista en Educación Intercultural.

Marzo Viernes 4

Hora 19:00 h. Lugar: Biblioteca “Torrente Ballester”. Actividad: Asamblea General de Socios.

Sábado 19

Hora: 12:00 h. Lugar: Salón de actos Biblioteca Torrente Ballester. Actividad: Teatralización con Raúl Vacas y Fernando Saldaña. Presenta: Francisco Alonso Bringas. Socio fundador de la Asociación. 44


Abril Jueves 7

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra. Actividad: Homenaje poético al Quijote: “Unamuno y León Felipe, poetas quijotescos”. Texto y selección de poemas: Francisco Blanco Prieto

Organizan y presentan: Elena Díaz Santana y Luis Gutiérrez Barrio.

Jornadas: «UNAMUNO Y CERVANTES AL ENCUENTRO» Miércoles 20

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra. Actividad: Conferencia: “Dos versiones del Quijote. Unamuno versus Cervantes”. Manuel Romero Luque. Catedrático Universidad de Sevilla.

Jueves 21

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra. Actividad: Conferencia: “El mito quijotesco en la obra narrativa de Unamuno”. Javier Pardo García. Profesor titular de Literatura Comparada. USAL. Presenta las Jornadas y los ponentes: Román Álvarez Rodríguez. Catedrático de Filología Inglesa.

«UNAMUNO Y LA MEDICINA» Miércoles 4

Hora: 19:30 h. Lugar: Salón de actos del Colegio de Médicos. Actividad: Conferencia: “Unamuno y la Medicina” Consuelo del Cañizo Fernández-Roldán. Jefa del servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario. Nieta de Agustín del Cañizo, amigo íntimo de D. Miguel.

Jueves 5

Hora: 19:30 h. Lugar: Salón de actos del Colegio de Médicos. Actividad: Conferencia: “Amigos médicos de Unamuno” Agustín del Cañizo Álvarez. Catedrático de la Facultad de Medicina. Nieto de Agustín del Cañizo, amigo íntimo de D. Miguel.

Viernes 6

Hora: 19:30 h. Lugar: Salón de actos del Colegio de Médicos. Actividad: Conferencia: “Enfermedades de Unamuno”. Pablo de Unamuno Pérez. Catedrático de la Facultad de Medicina. Nieto de Unamuno.

Presentación de las Jornadas: Manuel Gómez Benito. Presidente del Colegio de Médicos de Salamanca. Moderador y presentación de ponentes: Juan Antonio González González. Presidente de Honor de la Real Academia de Medicina de Salamanca. 45


«JORNADAS AUDIOVISUALES UNAMUNIANAS» Organizadas por la Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca y la Filmoteca de Castilla y León Jueves 19

Hora: 19:30 h. Lugar: Sala de proyección de la Filmoteca de Castilla y León. Actividad: Proyección del documental: “Unamuno vive en Ámsterdam”. Presenta el autor: Rafael Alcázar.

Viernes 20

Hora: 19:30 h. Lugar: Sala de proyección de la Filmoteca de Castilla y León. Actividad: Proyección del documental “Volver del sueño”, dirigido por Miguel Picazo. Presenta: Marta García Gasco. Vocal de Actividades.

Junio Jueves 16

Hora: 20:00 h. Lugar: Centro Municipal “Julián Sánchez El Charro” Actividad: Conferencia: “Unamuno en Bilbao y Hendaya” Luis Gutiérrez Barrio. Secretario de la Asociación.

Sábado 18 y Domingo 19

Actividad: Excursión a Bilbao, San Sebastián y Hendaya. Visita guiada por la Ruta Unamuniana. Informada por José Antonio Ereño Altuna. Profesor de la Universidad de Deusto, experto en Unamuno. Organiza la excursión: Antonio de Miguel Gaspar. Tesorero.

Jueves 30

Hora: 20:00 h. Lugar: Sala de la Palabra Actividad: Conferencia: “Presencia actual de Unamuno en Salamanca” Marta García Gasco. Vocal de Actividades. A continuación: Presentación del número 3 de la revista NIVOLA. Intervienen: Marta García Gasco y Montserrat Villar.

Tertulia

Todos los últimos miércoles de mes, celebraremos nuestra habitual tertulia en la que trataremos temas relacionados con Unamuno. La moderación corre a cargo de Luis Gutiérrez, Secretario de la Asociación. Los temas a tratar y el lugar en el que se celebrará cada una de las tertulias se comunicará oportunamente.

46


FICHA DE AFILIACIÓN Las personas interesadas en pertenecer a la Asociación Amigos de Unamuno, pueden hacerlo cumplimentando la siguiente ficha de afiliación que aparece en la página Web: www.amigosdeunamuno.es, o remitiendo los datos solicitados en ella a la dirección de correo electrónico: secretario@amigosdeunamuno.es

Instituciones Colaboradoras con la Asociación

Consejería de Cultura y Turismo

UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE S ALAMANCA

FACULTAD DE FILOLOGÍA

47


Porque todas las grandes ideas nacieron en un papel

servicios globales de comunicación gráfica C/. Severo Ochoa, 9 - 37184 VILLARES DE LA REINA (Salamanca) Tel.: 923 20 43 97 - globalia.ag@globalia.com

www.globalia-artesgraficas.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.