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La ventana como fuente de luz

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Bibliografía

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Figura I.5. La ventana como fuente de luz.

tana, pues es un componente arquitectónico que, muchas veces, se utiliza con fines especialmente estéticos; sin embargo, diseñada adecuadamente, puede aportar importantes beneficios en iluminación y ventilación, al moderar la cantidad de luz y viento que ingresa a los espacios (figura I.5).

En México, actualmente, existe un desconocimiento de los efectos producidos por la elección de una u otra configuración de ventana en la demanda de iluminación natural. Por tanto, se desaprovecha su capacidad como fuente luminosa y se desperdician sus beneficios en la disminución de la demanda del consumo eléctrico en iluminación, en la eficiencia en la realización de las actividades y el bienestar de los usuarios. Estudiar este componente edilicio es de especial interés en nuestro país, donde, hasta la fecha, no se cuenta con especificaciones particulares por orientación, clima y latitud geográfica. El conavi [38], por ejemplo, sólo incluye especificaciones muy generales como aberturas mínimas en fachadas al norte y máximas en fachadas sur-

sureste. Sin embargo, este código no es de obligado cumplimiento y no recomienda tamaños precisos o posiciones específicas para cada orientación, según la ganancia solar o la provisión de niveles de iluminación adecuados.

La Norma Oficial Mexicana (nom) incluye el tema de iluminación y especifica los niveles de iluminación, uniformidad y reflectividad del sistema de alumbrado eléctrico para distintas áreas. Incluye, además, normas que rigen la eficacia de las lámparas y luminarias, y otras relacionadas que certifican los componentes e instalaciones eléctricas relacionados con los equipos de iluminación. Estas normas incluyen escasas recomendaciones respecto al uso de la luz natural; por ejemplo, indican que es necesario realizar al menos tres mediciones en la primera hora del turno, a la mitad del turno y en la última hora del turno [39]. No obstante, no indican qué niveles de iluminación natural serían adecuados, excesivos o insuficientes para la realización de las actividades. Tampoco indican parámetros como fechas representativas del año, posiciones y alturas de medición (al centro, cercano a la ventana, al fondo del espacio, en el suelo, en el plano de trabajo, o a altura de la vista del observador, etcétera), número de mediciones dentro del espacio, entre otros.

Respecto a la eficiencia energética, la nom-007-ener-2014 establece los niveles en términos de densidad de potencia eléctrica para alumbrado (dpea) con que deben cumplir los sistemas de iluminación eléctrica para uso general de edificios no residenciales nuevos, ampliaciones, etcétera [40]. La finalidad es disminuir el consumo de energía eléctrica y contribuir a la preservación de los recursos energéticos y la ecología de la nación. No obstante, es de interés notar que no menciona el uso de la luz natural como recurso para la iluminación de los espacios interiores.

En México son muy limitadas las investigaciones que estudian el balance entre la provisión de la luz natural y la reducción de las ganancias solares derivadas de la implementación de diferentes diseños de ventanas y/o fachadas acristaladas. Esta falta de investigaciones se puede deber a que la integración de la luz natural con el rendimiento energético es una tarea compleja que involucra la interacción de dife-

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