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Prólogo

Índice

Prólogo / 9 Introducción / 15 1 Las múltiples caras de lo público / 25

Del espacio público concebido al espacio

público practicado / 25

Habitar y prácticas, apropiación y usos / 41

2La situación de lo público / 51

La construcción de lo público en Venezuela / 51 Maracaibo y su espacio público urbano / 58 El espacio público como espacio político en Venezuela / 73

3El lugar de lo público/ 79

Plaza de la República: análisis de las características

físico-espaciales y de inserción urbana / 82

Parque Vereda del Lago: análisis de las características

físico-espaciales y de inserción urbana / 101

4La percepción de lo público: modos de ver, pensar y hacer / 117

El mirar y el andar como condición de lo público / 119 Reglas que cohabitan en el espacio público / 139 Coreografías del lugar / 167 La imagen de lo público / 177

5El tiempo en la significación de lo público / 195

El tiempo y lo público en la Plaza de la República / 196 El tiempo y lo público en el Parque Vereda del Lago / 204

6Develando los límites de lo público / 215

Aproximación a los límites de lo público en Maracaibo / 216 La performatividad de los límites del espacio público / 221 Hacia otra mirada del espacio público / 224

Anexo I / 227 Referencias bibliográficas / 234 Semblanza de la autora / 246

PRÓLOGO

La práctica profesional extendida en el diseño de la espacialidad pública en nuestras ciudades sigue caracterizándose por un predominio de la dimensión físico-espacial (diseño del espacio físico y su inserción urbana) sobre cualquier otra dimensión. El rol acrecentado de la intervención de arquitectos y diseñadores urbanos en la definición y redefinición de los espacios públicos urbanos históricos, modernos y contemporáneos, contribuye a enfatizar el predominio de esa dimensión en la práctica formal, que puede traducirse en ejercicios formales tan innovadores como mediáticos, a veces hiper-diseñados, pero donde la preocupación por otras dimensiones puede ser superficial o simplemente ignorada, lo que puede llevar a crear divergencias de percepción sobre su calidad entre el mundo profesional del diseño y el público para quien finalmente fue diseñada la obra.

Sin embargo, en la definición de la espacialidad pública, en asentamientos populares, esta dimensión suele pasar a un segundo plano, predominando otras dimensiones como la socio-espacial, relacionada, entre otras, con las prácticas de apropiación y de uso singulares de las comunidades involucradas, y la simbólica, relacionada con la identidad y sentido del lugar que las mismas posean.

Tanto en la primera de las prácticas, la profesional, como en la segunda, la espontánea o comunitaria, la definición del carácter público de los espacios urbanos puede quedar en entredicho, por ser potencialmente excluyentes, por omisión voluntaria o involuntaria del otro.

La contribución que Astrid Petzold hace respecto a las dos versiones antes esquematizadas, relacionadas con la práctica del diseño de la espacialidad pública en el medio urbano, consiste en identificar una dinámica mucho más compleja, inmersa en ambas prácticas, que va más allá de las diferencias entre esas aproximaciones y que establece temas comunes en el diseño en relación con variables múltiples que frecuentemente no son consideradas integralmente en las prácticas de diseño del espacio público urbano.

Petzold aborda los límites de lo público en dichos espacios urbanos, cuestionando su carácter público.

Para ello, establece las dimensiones de análisis precisando para cada una de ellas su concepto y definición, así como múltiples variables e indicadores que permiten diluir en buena medida la distinción de ambas prácticas, para develar qué es lo público, sus características, así como sus límites, y precisar a su vez la performatividad de los límites del espacio público.

Resulta igualmente interesante el planteamiento subyacente en su propuesta analítica al reconocer que las situaciones coyunturales inciden sobre las estructurales, y que las prácticas de apropiación y uso del espacio ejercidas por distintos grupos socio-económicos, etarios y de género, que se pudieran generalizar en un contexto, por ejemplo, latinoamericano, terminan por verse afectadas espacialmente o en la temporalidad, por la situación política-económica y social particular a una sociedad determinada, o coyuntural del momento. Por ello, la autora añade que la condición de ciudadano en un contexto socio-urbanístico fragmentado —socio-espacialidad—, desigual y apoyado en una movilidad dominada por la prioridad del automóvil sobre el peatón y el transporte público, que termina por caracterizar la vida y el medio urbano en un contexto nacional o regional, y a la vez en un contexto socio-político caracterizado por la violencia, la inestabilidad y la polarización ideologizada de la política —socio-temporalidad—, como es el caso de la sociedad venezolana en el presente siglo, en la que se inscriben los dos casos de análisis de la autora, terminan por influir de manera decisiva en las situaciones observadas en los espacios públicos en el cruce multidimensional que nos plantea Petzold. Esto es:

las diferencias que puedan observarse en términos socio-espaciales y simbólicos entre la apropiación y usos de espacios públicos urbanos, de identidad o sentido del lugar, en distintos países o regiones, no son sólo producto de las diferencias socio-culturales e históricas existentes entre ellos, que derivan por lo general del pasado, sino que éstas pueden verse afectadas, y sensiblemente, por el presente diferenciador de realidades.

Otro elemento muy interesante, que a mi modesto juicio no he tenido la oportunidad de encontrar en los textos que he leído sobre la materia y que introduce la autora, es el de la escala del espacio, y cómo ésta, para un mismo grupo socio-económico, etario o de género, termina de modificar su manera de apropiación y de uso, y su percepción de la identidad y sentido del lugar. Esto es, la escala no es un elemento únicamente físico-dimensional sino que tiene impactos socio-políticos y simbólicos en la performatividad de los espacios públicos urbanos.

Esta aproximación integral de Petzold a la consideración de lo público en la práctica del diseño de los espacios públicos urbanos, tanto con sus consideraciones multidimensionales, que conlleva una variada incorporación disciplinar, la consideración de los contextos socio-urbanísticos y socio-políticos que califican la sociedad y el medio urbano de inserción de los espacios públicos, así como su escala terminan por afectar la cualidad performativa de éstos, definida por la autora como «la capacidad de transformarse un lugar a partir de las acciones y de los acontecimientos que tienen lugar en él» y que yo extendería, fruto de la lectura de su trabajo, a las acciones y acontecimientos que tienen lugar también en el contexto, local, regional, nacional y más allá, lleva a afirmar a la autora que «el significado de lo “qué es púbico y para quién es público” un lugar, se reescribe constantemente, en espacio y tiempo».

Como académico y practicante, la obra de Petzold enriquece el tema del diseño de la espacialidad pública en el medio urbano a la vez que lo complejiza, pues reclama, y este reclamo no es nuevo, de la participación amplia de especialistas de disciplinas convergentes con esta temática, tanto en la práctica profesional como popular, lo que

requiere métodos y coordinaciones complejas multidisciplinaress y transdisciplinares.

Y es precisamente esta mutabilidad de la lectura —la variante performatividad de los límites de lo público—, que si bien puede surgir de una aproximación convergente, puede también terminar por conllevar a un diseño que puede parecer divergente a la lectura de algunos de los participantes en un proceso de diseño incluyente, aunque sin duda esta divergencia debe ser menor que en los procesos de diseño caracterizados por la perseverante ausencia de esos actores, observable mayormente en la práctica pasada y aún en la presente.

Francisco mustieles Granell

Francisco Mustieles Granell

Profesor Titular del Departamento de Arquitectura de la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad de las Américas Puebla; profesor emérito de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela; director y miembro fundador de nmd nomadas, oficina de arquitectura, urbanismo y paisaje. Combina activamente la labor académica con la profesional en el campo del diseño de espacios públicos urbanos.

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